The Unending Gift

domingo, febrero 12, 2017

EUROPA TAMBIÉN LEVANTA SU MURO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 12.02.17

En Viena se fragua una alianza militar para blindar las fronteras del sudeste del continente 

Fortificación militar
Países del centro y este de Europa crean el embrión de una alianza militar para el blindaje de sus fronteras

Al margen de la UE y la OTAN
En este nuevo pacto participan países de la UE y de la OTAN, pero al margen de ambas organizaciones

Los medios europeos están cuajados de artículos moralizadores y declaraciones airadas en contra del «muro de Trump», como llaman sus adversarios a los planes del presidente norteamericano de cerrar a lo largo de toda la frontera con México el sistema de vallado que se comenzó a construir bajo la presidencia de Bill Clinton. Pero entre tantos lamentos por el muro de EE.UU., poco se ha publicado de una conferencia ministerial celebrada hace unos días en Viena en la que se ha decidido militarizar las fronteras de los Balcanes y completar muchas de las vallas que se vienen construyendo desde que comenzara Hungría a hacerlo. Apenas se ha reparado en que el miércoles se daban cita en la capital austriaca, sin clandestinidad, pero sin excesiva alharaca, los ministros de Defensa e Interior de una docena de países de Europa central y suroriental, miembros y no miembros de la UE.

                                                                                REUTERS
Inmigrantes muestran carteles de protesta en un campo de Belgrado

En esta conferencia ministerial se anunciaba el urgente establecimiento de «nuevas medidas para garantizar la seguridad y el control de las fronteras y combatir la inmigración ilegal», «en una estrecha coordinación militar y policial» entre los países implicados con un permanente enlace entre sus Estados Mayores.

Vallas y pasos fronterizos cerrados

Ruta de los Balcanes
Ya sin eufemismos, el ministro de Defensa de Austria, Hans Peter Doskozil, dejó claro que se trata del embrión de una nueva alianza militar para el blindaje de todas las fronteras a lo largo de las diversas variaciones de la Ruta de los Balcanes entre Turquía y el Mediterráneo y el corazón de Europa, la meta apetecida de los inmigrantes ilegales que es la oferta estrella de los traficantes: Alemania y Suecia. Esta alianza militar que se fragua entre miembros de la UE y de la OTAN pero al margen de ellas y con países que no son miembros ni de una ni de la otra como Serbia, busca «cerrar definitivamente la ruta de los Balcanes a la inmigración ilegal y las actividades criminales de los traficantes». Austria ya ha anunciado que cambiará sus leyes para permitir a sus soldados intervenir en otros países, no solo en acciones humanitarias sino también en la protección de fronteras.
El Gobierno de Berlín no participó en la reunión de Viena. Y pudiera ser que le haya gustado esta iniciativa balcánico-mitteleuropea tan poco como a Bruselas. Desde la Comisión, el vicepresidente Frans Timmermans criticó que «ciertos países» consideren que el problema se puede resolver exclusivamente con medidas de control fronterizo. Y lamentó la escasa disposición de general a recibir refugiados. Participaron en el encuentro de Viena ministros de Defensa e Interior de Bulgaria, Croacia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa, Hungría, Grecia, Austria, Albania, Bosnia- Herzegovina, Macedonia y Montenegro y Serbia. El objetivo declarado de esta alianza militar y policial es la defensa de los países del sudeste europeo ante la amenaza de la inmigración masiva desde Oriente Medio y el Mediterráneo. Antes de abril habrá sido establecido el mecanismo de coordinación entre los estados mayores de los ejércitos de los países implicados. En los próximos meses se hará una evaluación urgente de las necesidades en las diversas fronteras susceptibles de ser utilizadas por los traficantes o los movimientos incontrolados de posibles flujos futuros.
Se incluye la ampliación de construcción de vallados allá donde sean necesarios y aún no hayan sido construidos. En el verano de 2015, en plena crisis de refugiados, el Gobierno húngaro de Viktor Orban comenzó con la construcción de las vallas en sus fronteras meridionales, medida unánimemente atacada por otros gobiernos europeos y los medios de comunicación. Llegaron a a tachar de «fascista» y violador masivo de los derechos humanos al Gobierno de Budapest. Lo cierto es que hoy tanto Croacia, Bulgaria, Eslovenia, Macedonia y Austria cuentan ya con vallas similares. Y se prepara la construcción de tramos, también en la frontera de Austria con Italia.

Preocupación por Italia

Los países participantes en la cumbre de Viena se felicitaron de que, tras el caos de 2015, se lograra finalmente «restablecer la ley» y «la vigencia del Estado de Derecho» en los países afectados por aquella masiva e incontrolada violación de su soberanía y control de su territorio. Pero quedó en evidencia que todos cuentan con un nuevo empeoramiento de la situación y quieren tener las fronteras preparadas para cualquier eventualidad. En Austria alarma también la evolución de la situación en Italia. La práctica ahora habitual de los barcos de salvamento de países europeos de llevar a los rescatados a territorio italiano se ha convertido en la mejor publicidad para los traficantes. Estos han logrado que los barcos de las marinas europeas y las ONG hagan su trabajo. Por eso en Viena también se demandó una cumbre sobre la repatriación que encuentra inmensas dificultades tanto por la falta de documentación de muchos como por la negativa de muchos países de origen a recibir a los deportados.

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