ÚNICA CERTEZA, LA INCERTIDUMBRE
Por HERMANN TERTSCHABC Sábado, 02.05.15
Aquel bipartidismo imperfecto pero ordenado de Westminster
ya es historia
Una campaña incierta, sondeos igualados, diferencias
políticas considerables, nuevos actores, amenazas de ruptura para la patria y
fervor aislacionista. Con estos ingredientes habría que pensar en una campaña
electoral fascinante, en la que la democracia más antigua sopesa y madura
opiniones y opciones ante la fecha del 7 de mayo. No es así. La lucha política
por conseguir el voto de esta sociedad tan diabólicamente peculiar como es la
británica de principios del siglo XXI, se produce en un marco de manifiesta
indiferencia cuando no desdén de amplios sectores. Aunque haya mucho en juego y
todos los sepan. Y nadie sepa qué puede pasar después.
Ya está clara la terrible consecuencia inmediata de aquella
aventura de Cameron con el referéndum de Escocia que ganaron los contrarios a
la secesión. Los nacionalistas escoceses del SNP que no llegaban a diez en
Westminster en el pasado, van a ser en torno a 50. Y quizás el único que pueda
otorgar mayoría. Y aunque laboristas y tories, que pugnan ahí por el 32-35 por
ciento, dicen excluir la posibilidad de pactos con ellos, al laborista Ed
Milliband no le cree todo el mundo. Frente al bocado nacionalista a sufrir por
los laboristas habrá que ver cómo será el que propinen a los conservadores las
tropas de Nick Farage del eurófobo UKIP. Y nadie sabe aún si realmente se va a
producir el descalabro de Nick Clegg, de los Liberales Demócratas que gobierna
con los conservadores. Aquel bipartidismo imperfecto pero ordenado de
Westminster ya es historia y la consecución de mayorías será de una complejidad
terrible. Siempre ya bajo la amenaza de dos secesiones: la de Escocia del Reino
Unido y la del Reino Unido de la Unión Europea.

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