EL ERUDITO GENEROSO DE LOS CABALLERITOS
Por HERMANN TERTSCHABC Viernes, 05.06.15
Juan Ignacio Uría (1930-2015)
Fue el primer alcalde que tuvo Azcoitia tras el periodo franquista, en 1976
JOSÉ MARI LÓPEZ
Juan Ignacio Uría nació en Azcoitia en 1930 y falleció en la misma localidad el 1 de junio. Fue senador por designación real en las Cortes constituyentes y en representación del Parlamento Vasco en varias legislaturas, y posteriormente ostentó los cargos de director y presidente de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.
Ya reposa
Juan Ignacio Uría Epelde en el panteón familiar que domina el pueblo de sus
amores, Azcoitia, donde murió el lunes a los 85 años. A este pueblo guipuzcoano
dedicó incansable su trabajo entusiasta en todos los cargos que desempeñó en
vida, como primer alcalde tras el franquismo, en 1976, como senador real en las
primeras Cortes Españolas de la democracia, senador por el Parlamento Vasco
después y como director primero y presidente después de la Real Sociedad
Bascongada de Amigos del País. Y a su gran amor que era el estudio de la
historia del País Vasco y toda España, que no dio por terminado ni en sus
últimos meses ya de grave enfermedad. Su curiosidad era pareja a su erudición y
tan legendaria ya como su conversación imparable y solemnizante. Cual orador
del aquel siglo dieciocho del que parecía surgir con su capa, su buen vestir de
señor del norte y sus impecables maneras. Contaban el martes en el precioso
funeral cantado que sus paisanos le brindaron en la Iglesia de Santa María la
Real, que las enfermeras del hospital de Zumárraga donde ingresó varias veces
en los últimos meses, habían aprendido involuntariamente avatares del Imperio
Austro-Húngaro y mil anécdotas de la historia de sus queridas tierras vascas y
de la historia de España. Su máxima devoción fue por supuesto para la ilustre
Sociedad Bascongada de Amigos del País, a la que llegó de la mano de los dos
hermanos que la presidieron antes, Fernando y Álvaro del Valle Lersundi. Juan
Ignacio Uría sería director y presidente, escribió la historia de la historia tan
movida de aquella primera gran asociación de ilustrados en España a la que
despectivamente sus enemigos reaccionarios o integristas calificaban de «caballeritos
de Azcoitia».
En esta
sociedad fundada por Javier de Munibe, conde de Peñaflorida en 1765, volcó Juan
Ignacio su talento, su tiempo, su vastísima cultura y su arrollador entusiasmo.
Entre sus libros destacan Gentiles y leyendas (1963), Los amigos del país
(1975) y La casa torre de Emparan (1977) y Los amigos del país. Real Sociedad
Bascongada de los Amigos del País. Este último fue presentado en su día en 1998
en Bilbao por el autor y el escultor Eduardo Chillida, gran amigo suyo. Uría
era un ilustrado que mantuvo una extensa red de amigos que iban desde el Rey
Juan Carlos a gentes de la cultura vasca como Jorge Oteiza, de la academia como
el Padre Barandiaran y Juan Bautista Mendizabal, actual presidente de la Real
Bascongada de Gipuzkoa. Mantener bien viva la llama de los ilustrados en el
País Vasco en tiempos de oscurantismo, del fanatismo religioso, ideológico o
nacionalista, fue siempre el principal objetivo de aquel grupo de
librepensadores que se reunieron hace un cuarto de milenio en el palacio azcoitiarra
de Insausti. Juan Ignacio Uría llevó a cabo esta labor como todas las demás,
con talento, entrega y entusiasmo desbordante. Y un profundo amor por la
historia verdadera de las tierras vascas de España.
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