JOHANNES FEST EN LEGANÉS
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Viernes, 05.05.17
Ominoso silencio ante acosos de la jauría totalitaria
UNO de los libros más instructivos y auténticos sobre la
vida cotidiana bajo el nacionalsocialismo es el titulado «Yo no», de Joachim
Fest, gran biógrafo de Hitler y de Albert Speer y autor también del libro «El
hundimiento» que yo tuve el honor de presentar con él en Madrid y Barcelona
unos años antes de su muerte en 2006. En el citado libro «Ich nicht», Fest
brinda un homenaje a su padre, un maestro de escuela que niega su adhesión al
nacionalsocialismo tras la llegada de Hitler al poder. Todos presionan al
maestro para que se una al partido, pero él se niega y asume las consecuencias.
Son la discriminación profesional, las hostilidades y el acoso, su aislamiento
social, el despido y el desempleo antes de ser llamado a filas. Todo lo podía
evitar, como le pedía su mujer. Con haber pedido el carnet del partido NSDAP
habrían desaparecido los problemas.
Pero el padre, Johannes Fest, era un maestro católico
prusiano de profundas convicciones. En sus frecuentes riñas matrimoniales por
esa actitud que tanto perjudicaba a toda la familia por el aislamiento y la
penuria económica, él zanjaba las discusiones con su «Ich nicht!». El libro es
un monumento a la fortaleza del individuo en su lucha en soledad por lo que
sabe justo. Y a la elegancia moral de quien no consideraba su conducta sino su
inexcusable deber ante sí mismo. Por alto que fuera el precio. Esos pocos
hombres que nunca cedieron fueron los mayores héroes. Otros pocos que fueron
nazis se revolvieron después contra el régimen criminal que habían ayudado a
crear. Pero la mayoría nazi entusiasta se convertiría en antinazi según se
rendía. Ni un día antes. Eso sí, después con fervor. Siempre en el rebaño,
siempre en la jauría, sea del signo que sea. Y ante el acoso al individuo en
soledad, silencio sepulcral.
En Leganés hay una maestra que recuerda a Johannes Fest.
Alicia Rubio es una profesora de instituto que ha escrito un libro con su
opinión sobre la peste totalitaria y agresiva que es la ideología de género.
Fracasada la utopía económica colectivista, es hoy el instrumento más poderoso
y eficaz de la izquierda para imponer la liquidación de los valores
fundamentales de la sociedad occidental abierta. Alicia Rubio es sometida a una
salvaje cacería para darle muerte civil porque ha escrito el libro «Cuando nos
prohibieron ser mujeres…. y os persiguieron por ser hombres». Es un libro
contra la tiranía del pensamiento emergente de los grupos de presión
feministas, homosexualistas, LGTBI, animalistas o como se vengan en llamar.
Financiados por dinero público se convierten en feroces grupos de interés y
tienen ya una aterradora capacidad de intimidación. Utilizan sin complejos ni
pudor métodos de acoso nazis y comunistas del siglo XX.
Podemos y los referidos grupos le han declarado una «fatwa»,
la acosan allá donde está y han logrado ya que el Instituto la cese. Se puede
coincidir o discrepar de la opinión de Alicia Rubio en todo, en algo o en nada.
Lo que debe alarmar a todo español decente es el silencio ominoso de los
partidos y del gobierno de Madrid que toleran esta salvaje agresión contra la
libertad de expresión y creación.
Hay una ofensiva general contra las libertades y contra la verdad,
la del presente y la del pasado. Alicia Rubio es una víctima más. Y todos miran
hacia otro lado. El periodismo también. La intimidación totalitaria crece sin
cesar. Pronto puede ser tan grande como la indiferencia y cobardía de unas
elites y una sociedad que puede acabar pronto como aquella que Joachim Fest nos
evoca con su padre como advertencia.
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