VOCES FRENTE AL TIRANO
Por HERMANN TERTSCHABC 06.03.15
Putin vive de la imposición por la fuerza y de la mentira.
Hacia dentro y hacia fuera
EL día 1 de octubre de 1938 lo pasaron dos ciudadanos
británicos bebiendo sin cesar en una bonita casa de campo en Chartwell. Para
consolarse de unas penas y una angustia que parecían aquel día sufrir solo
ellos. Porque el Reino Unido era un país feliz aquel día, en el que la gente
brindaba, se saludaba feliz por la calle y repetía sin cesar las palabras que
había pronunciado su primer ministro al volver de Múnich y difundidas sin cesar
en la radio: «Habrá paz mientras vivamos». El primer ministro era Neville
Chamberlain y había aterrizado unas horas antes procedente de la capital
bávara. Adolf Hitler había prometido paz a cambio de entregarle una parte «de
un país remoto del que apenas sabemos nada», Checoslovaquia. No era un acto
glorioso. Pero al fin y al cabo se le entregaba a Alemania una región poblada
por alemanes que habían mostrado muy claramente voluntad y entusiasmo por vivir
en Alemania.
Gari Kasparov y Adam Michnik son una pareja mucho más equilibrada. Son dos grandes hombres y referentes morales en el mundo. No están ni mucho menos solos y aislados. Kasparov fue para muchos el mejor jugador de ajedrez jamás habido. Lo que siempre ha sido es un hombre muy valiente. Adam Michnik es un genial periodista, en su día disidente y preso, hoy director del mayor periódico polaco. Son amigos el ruso y el polaco. No se han reunido a beber ni llorar penas. Ellos levantan su voz para que no imitemos aquellos trágicos tiempos. Ambos han advertido a Europa y EE.UU. contra ese espíritu de Múnich que, en cuanto se baja la guardia, se impone a los políticos. Uno en Washington, el otro en Fráncfort, han dicho exactamente lo mismo. Que quien crea que al presidente ruso Vladimir Putin se le puede parar con lenguaje diplomático es un iluso que nos pone en peligro a todos. Porque Putin vive de la imposición por la fuerza y de la mentira. Hacia dentro y hacia fuera. Tratarle como si fuera un estadista más en el concierto de naciones solo le facilita tener siempre la iniciativa. Porque es un corrupto agresor que llegará en su expansionismo y abuso tan lejos como se le permita. En 1938 el mundo libre estuvo a punto del colapso total. Hoy, como dicen Kasparov y Michnik, si no enseñamos límites a Putin y se los imponemos, él nos demostrará que no tiene límites y que es capaz de imponernos esa realidad. Europa debería ser capaz esta vez de escuchar.
0 comment(s):
Post a comment
<< Home