EL ESTAFADOR IMPENITENTE
Por HERMANN TERTSCHABC Sábado, 22.08.15
Incendiario Tsipras prefiere volver a la campaña con
mensajes incendiarios
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha convocado
elecciones generales nada más quedar aprobado el tercer rescate que recibe
Grecia de la UE, el BCE y el FMI para no hundirse en la quiebra. Dice Tsipras
que los griegos deben votar ahora sobre esta gestión, tras siete meses de
legislatura. Porque lo aconsejan las dificultades con su propia mayoría en el
parlamento heleno. Allí los más radicales izquierdistas de Syriza se rebelan
contra las condiciones del rescate y exigen lealtad a un programa que Tsipras
hace tiempo tuvo que olvidar para que los griegos cobraran y comieran.
REUTERS
Alexis
Tsipras al salir ayer de la sede de su partido en Atenas
Que los compañeros de aventuras populistas leninistas en el
sur de Europa aplaudan la decisión de Tsipras es lógico. Aunque no deja de
tener gracia. Porque a muchos les va a costar repartir lealtades entre el hasta
ahora encumbrado y adorado Tsipras y los comunistas más radicales que se han
escindido de Syriza y acusan al primer ministro de traidor. Estos han anunciado
que se presentarán como Unidad Popular, que forman grupo parlamentario hasta
entonces y que defenderán la vuelta al Dracma y la ruptura con Bruselas. Menos
sentido tiene que le rían la gracia de esta convocatoria de elecciones a
Tsipras Gobiernos y partidos democráticos en países aun socios de Grecia en la
Unión Europea. Porque lo cierto es que Tsipras es un estafador impenitente que
engaña con alegría y fruición a propios y extraños. Y esta convocatoria no es
sino una prueba más de ello.
Si Tsipras quisiera ahora afrontar con seriedad y honradez
todas las reformas a las que se ha comprometido no convocaría elecciones.
Tsipras aceptó las condiciones para recibir un dinero que ha salvado al país de
la quiebra nacional. Pero también le ha salvado a él. Porque este rescate ha
evitado que se viera arrollado por una población que habría estado absolutamente
desesperada y entonces sí que ya hambrienta. Y que habría exigido cuentas a un
Tsipras que lanzó a la sociedad griega a la disparatada deriva perdedora del
conflicto chulesco con los acreedores y los organismos internacionales. Que
culminó en el grotesco espectáculo del referéndum. Y la consiguiente
humillación. Si Tsipras quisiera cumplir no se preocuparía de los 30 o 40
diputados del comunismo más radical. Porque tiene a su entera disposición al
resto del parlamento para la política de cumplimiento de las condiciones, de
reformas modernizadoras y la necesaria y ya acordada austeridad. Con un
Gobierno de concentración nacional podría seguir gobernando para aplicar las
reformas prometidas y en gran parte acordadas ya en el parlamento. Pero Tsipras
prefiere ahora perder tiempo. Al menos tres meses hasta que haya un gobierno
real de nuevo. Meses en los que ni se aplicarán como debieran las medidas ni se
generará confianza ni se frenará la huida del dinero que aun queda. Tsipras
prefiere volver a la crispación y polarización, a la campaña electoral con
mensajes incendiarios, más nacionalismo y más hostilidad a Europa. Cuando su
parlamento acaba de ratificar con apoyo de la oposición las reformas acordadas
con la Unión Europea.
Profundizar la crisis europea
Y aunque Alexis Tsipras pretenda ahora erigirse en la opción
transversal, nadie sabe qué efectos tendrá esta campaña ni cuál será el
parlamento resultante. Mientras el Parlamento actual le garantizaba esa
mayoría. Si de cumplir los acuerdos con Europa se trataba, claro. El eterno
tramposo quiere aprovechar el desorden en la oposición para hacerse con una
base nueva de poder para beneficio propio. Eso sería legítimo si no pusiera en
peligro todo el andamiaje de acuerdos logrados in extremis con los acreedores. Y
si no se adivinaran nuevas añagazas para perder tiempo en espera de cambios
políticos generales en Europa. Hay quienes creen que Tsipras se ha caído del
caballo. Que reconoce la imposibilidad de su proyecto anticapitalista y asume
el liderazgo de la política reformista. Otros creen que Tsipras gana tiempo y
posiciones en espera no de salir de la crisis griega sino profundizar la crisis
europea.
0 comment(s):
Post a comment
<< Home