The Unending Gift

jueves, diciembre 10, 2015

UN CHAVISMO EN PELIGRO DE DESINTEGRACIÓN INTENTA MOVILIZAR A SUS HUESTES

 Por HERMANN TERTSCH
  Enviado Especial a Caracas
  ABC  Miércoles, 09.12.15

La Mesa de la Unidad Democrática insiste en que las actas definitivas de las elecciones les conceden una mayoría cualificada de 112 escaños Maduro quiere dirigir personalmente la lucha contra una oposición a la que tilda de «extrema derecha» y de «siervos


La oposición democrática venezolana ya tiene el poder absoluto sobre la Asamblea Nacional al alcanzar –podría aun subir alguno más– los 112 escaños que le dan la mayoría cualificada de dos tercios. Con esa cifra, ocupará sin duda la presidencia y las dos vicepresidencias. Y con esos tres cargos y su firma podrá superar constitucionalmente toda maniobra de obstrucción que pretenda el presidente Nicolás Maduro contra su labor legislativa.

                                                                                        REUTERS

Frente a este poderoso poder legislativo ya se ha pronunciado quien va a compartir con él una durísima cohabitación de enemigos. La canciller Delcy Rodríguez dejó ayer claro, por si había dudas, que Nicolás Maduro es el presidente y lo seguirá siendo. No habrá dimisión por este terrible fracaso y la derrota humillante en lo que él mismo había convertido en un plebiscito. Ni cederá ante presiones que se vayan a dar dentro del chavismo que, tras la conmoción y claramente dividido, busca fórmulas de recuperarse. Con desesperación, el oficialismo intenta motivar y movilizar a sus huestes para defender la Constitución chavista, las leyes ideológicas y todo el aparato del régimen socialista que la nueva mayoría en el Parlamento pretende desmantelar. Maduro quiere dirigir personalmente la lucha contra «la extrema derecha», «los siervos del Fondo Monetario Internacional» y «la contrarrevolución» como califican los medios oficiales a la amplísima mayoría democrática de la Mesa de Unidad (MUD) surgida de las elecciones del domingo. Observadores no excluyen nuevos intentos de desestabilización y agresión a la nueva mayoría de la MUD en las proximas semanas y meses incluso antes de la constitución del parlamento el 5 de enero.

Consejo Nacional Electoral
La oposición confirmó ya ayer su mayoría cualificada de dos tercios pese a los continuos retrasos y las dilaciones que se producían aun ayer en el Consejo Nacional Electoral, cuya nefasta actuación ha sido criticada por oposición y observadores y defendida por el propio Maduro y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. La presencia de Zapatero en Venezuela ha sido atacada en términos de crueldad impublicable por medios democráticos mientras recibía encendidos elogios del aparato del régimen y del propio presidente y su ministra de exteriores.
Ahora se abre en Venezuela un periodo dramático de cohabitación entre poderes que poco tiene que ver con las cohabitaciones que se conocen de Francia y otros países. Porque los poderes legislativo y ejecutivo coexistirán con la vocación declarada de ambos de destruir al otro. Maduro pretende impedir que la mayoría democrática, a la que considera una fuerza enemiga y traidora vendida al imperialismo, pueda ejercer su derecho de modificar todo el andamiaje legal del régimen socialista. Para Maduro, la mayoría «circunstancial» lograda por la MUD en las elecciones no le otorga derecho a tocar el marco legal y su Constitución, al tiempo que sus televisiones oficialistas ya anuncian sin cesar que todo intento de modificar las leyes de precios o del suelo o del empleo tendrán una respuesta contundente desde la calle. Y no solo desde la calle cabe suponer. Los colectivos chavistas, temidas milicias en gran parte integradas por hampones al servicio del régimen, han jurado defender incondicionalmente «las sagradas conquistas de nuestro líder y padre redentor Hugo Chávez Frías».
La mayoría de la MUD no se muestra muy impresionada por unas amenazas que han sido habituales antes de las elecciones y que los colectivos no han podido ejecutar porque una fuerza superior, las Fuerzas Armadas, se lo han impedido. Ayer, la cúpula de la MUD que está en libertad compareció para reafirmar su victoria por dos tercios de la cámara pese a los retrasos. Y exigió la inmediata liberación de los presos políticos. Fuentes en Caracas aseguran que, paralelamente a la intervención del ministro y general Padrino López que impidió que Diosdado Cabello sacara a las milicias a imponer por la fuerza un fraude masivo en los colegios, ha estado presente en la cúpula de las Fuerzas Armadas otro grupo de generales muy descontentos con el deterioro vertiginoso de las condiciones de vidas de los venezolanos en los últimos años. Sería una facción convencida de la necesidad de impedir toda recuperación del chavismo en los próximos meses y años. No solo partidario puntual, por tanto, de impedir los fraudes del oficialismo en estas elecciones como parece ser el caso de Padrino López, muy implicado en todo el proceso de ideologización plena acometida por el régimen dentro de las Fuerzas Armadas. La oposición vivirá más tranquila con un Ejército que no solo ha impedido que Diosdado Cabello diera un golpe, sino que adquiere un compromiso constitucional con la defensa de la ley.
Otro aspecto interesante sobre el golpe frustrado de Cabello y las milicias está en la supuesta intervención cubana ante Maduro para neutralizar al aun presidente de la Asamblea y supuesto jefe del cartel de narcotráfico de los Soles, según informaciones norteamericanas. Fuentes en Caracas aseguran que la parte cubana, cuya inteligencia y Ejército están muy presentes en Venezuela, advirtieron a Maduro de que bajo ningún concepto aceptaba Cuba una solución violenta como la de Diosdado. Que podría tener serias repercusiones sobre un proceso de acercamiento cubano a EEUU y la apertura de unas líneas de crédito de máxima necesidad para La Habana.

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