The Unending Gift

martes, diciembre 08, 2015

EL MIEDO A LA VIOLENCIA EMPAÑA LAS CRECIENTES EXPECTATIVAS DE CAMBIO EN VENEZUELA

 Por HERMANN TERTSCH
  Enviado Especial a Caracas
  ABC  Sábado, 05.12.15

La rabia, el miedo y el hambre han minado las bases sociales en las que se basaba el clientelismo del régimen


Manifestación de la opositora MUD en Caracas el jueves - REUTERS

Cerrada la campaña electoral con nuevas amenazas oficialistas contra la oposición, aunque más veladas de lo habitual en pasadas semanas, Venezuela se enfrenta mañana a unas elecciones que una inmensa mayoría quiere ver como un punto inflexión que se acerca entre el miedo y la esperanza. Miedo a que se cumplan los augurios de violencia que ha alimentado ante todo el presidente Nicolas Maduro con sus advertencias de que una victoria de la oposición tendrá una respuesta en la calle de sus partidarios y el ejército. En los próximos días puede abrirse en Venezuela una vía para la salida pacífica de la pesadilla política, económica y social o producirse el chispazo que haga detonar un conflicto violento y sangriento.
En el cierre de campaña Maduro volvió a advertir de que solo la victoria de suGran Polo Patriótico (GPP) garantiza la paz en Venezuela. La oposición integrada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) va a intentar que se haga valer en las urnas la inmensa ventaja que le dan los sondeos. El colapso de la economía y el abastecimiento, especialmente tras la caída del precio del petróleo, han generado un inmenso malestar en toda la nación con unas estrecheces dramáticas en los suministros de alimentos, bienes y servicios.
Venezuela se ha hundido a gran velocidad en la miseria y la inseguridad y hoy es el mayor desastre económico y social, hecho perfectamente insólito en el país con las mayores reservas petrolíferas del mundo. La catástrofe política, económica, social y moral ha llevado al país a una situación que los observadores consideran insostenible. Este naufragio de la sociedad venezolana se produce mientras continua el expolio por parte de sectores de la dirección del régimen, incluidos altos mandos del ejército. La rabia, el miedo y el hambre han acabado por poner a una mayoría de los venezolanos en contra de un chavismo que gozó durante años del apoyo que generaban el carisma de Hugo Chávez, su populismo desbocado y su inmensa capacidad, gracias a los petrodólares, de financiar un clientelismo de amplia base. Mientras estos cubrían todas las necesidades importadoras, Venezuela no percibió la consecuencias de la destrucción sistemática de su tejido productivo acometido por el chavismo y su colectivismo salvaje.

El despertar del sueño
El despertar del sueño del Socialismo del siglo XXI ha sido una pesadilla. Junto a los 25.000 asesinatos anuales, la inseguridad total y la miseria generalizada, la escasez y falta de esperanza han creado un hastío que llevan en algunos sondeos hasta el 83% a los venezolanos que demandan un cambio. Hasta en las regiones y barrios más militantes del chavismo han quebrado las unanimidades y la oposición de la MUD tiene intención de estar presente en la votación del domingo en muchos colegios a los que no tenía acceso en pasadas elecciones. Aunque las amenazas y las intimidaciones ya comenzaron hace tiempo también en los barrios, la oposición confía en impedir que el chavismo vuelva a utilizar sus métodos de intervención masiva en la votación con quiebra de voluntades a última hora. Los diversos mecanismos de coacción de última hora como el «uno por diez», del control por parte de cada militante chavista de diez miembros de su colegio a los que forzar a votar bajo supervisión directa, por supuesto a la lista oficial, fueron inmensamente eficaces en pasadas elecciones. En las presidenciales pasadas, el candidato Henrique Capriles iba ganando cuando iban a cerrar los colegios electorales. Pero estos no se cerraron a su hora prevista. Y a cientos de colegios llegaron camiones y furgonetas repletas de electores «recogidos» por las fuerzas chavistas y conminados a ejercer su «deber patriótico».
La oposición parece haber aprendido. Mañana la MUD contará con un centro de control electoral con todos lo avances tecnológicos para hacer un seguimiento en tiempo real de las votaciones y poder contrasta permanentemente los datos publicados por la Comisión Nacional Electoral (CNE) siempre bajo sospecha por estar controlada por el poder chavista. Todos los medios consultados parten de una victoria de la oposición lo suficientemente holgada para que no pueda ser neutralizada por fraudes y coacciones. Hay quienes están convencidos de que la MUD alcanzará esa mayoría cualificada que podría poner en marcha una liquidación rápida de los poderes chavistas como la presidencia y el Tribunal Supremo.

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