EL VERDE VAN DER BELLEN SE IMPONE AL POPULISTA HOFER POR SOLO 31.000 VOTOS
Por HERMANN TERTSCHEnviado Especial a Viena
ABC Martes, 24.05.16
Elecciones presidenciales en Austria
Alivio en Bruselas y Berlín por la victoria del candidato
europeísta al que siempre apoyaron
Alexander van der
Bellen, es el nuevo jefe del Estado austriaco. El candidato de los Verdes,
apoyado en la segunda vuelta por todo el espectro político frente a su rival,
Norbert Hofer del derechista Partido Liberal FPÖ, se impuso finalmente en el
recuento de los votos por correo. La jornada electoral del domingo había
concluido sin vencedor en un virtual empate en el 50% en la proyección. Aunque
Hofer llevaba unos 150.000 votos de ventaja, había que recontar cerca de
900.000 votos por correo entre los que ya se esperaba una mayoría a favor de
Van der Bellen. Así fue y al final el viejo profesor, de 72 años, y antiguo
decano de la Facultad de Económicas de Viena le ganó por solo 31.000 votos,
50,3% frente al 49,7% de su rival, el ingeniero de vuelo y vicepresidente tercero
del Parlamento Austriaco por el FPÖ. Ya a primera hora de la tarde y antes de
hacerse público los resultados, Norbert Hofer reconocía su derrota en las redes
sociales. Agradecía todo el apoyo recibido y señalaba que estas elecciones y el
resultado son una gran esperanza e inversión para el futuro de su partido y de
Austria.
La noticia de que el
candidato «europeísta» finalmente se había impuesto fue recibido ayer con gran
alivio en las capitales europeas y especialmente en Berlín y Bruselas, donde no
se ha dejado de hacer campaña en favor de Van der Bellen desde que se supo que
era la única alternativa al derechista y antieuropeísta Hofer. Los dos pasaron
a la segunda vuelta después de que cayeran en la primera estrepitosamente
humillados los candidatos de los dos grandes partidos históricos austriacos, el
socialdemócrata SPÖ y el popular ÖVP, que no lograron juntos más que el 22%.
Hofer quedó en la
primera vuelta el primero con una gran diferencia con su 35% frente al 21% de
Van der Bellen. Y la campaña de un mes ha sido una masiva movilización por
parte de representantes de los partidos tradicionales, de las elites y
especialmente movimientos culturales e izquierdistas para hacer frente a lo que
se llegó a llamar «amenaza nazi» y en todo caso un presidente representante
del derechismo populista en auge en toda Europa. Aunque Hofer y su partido han
insistido en distanciarse del nazismo como una «banda de asesinos con la que
nada tenemos que ver», toda la información internacional sobre Austria ha
estado marcada por el señalamiento de Hofer como un peligro para Europa y para
la democracia.
Han sido al final tan
solo 31.000 votos de diferencia en un censo de seis millones y medio los que ha
logrado de ventaja el bando de «todos contra Hofer». Por eso, junto al alivio
de los partidos tradicionales en toda Europa se escucharon ayer las
advertencias que han hecho muchos en Austria y Europa en el sentido de que más
allá de la personalidad del presidente austriaco, cuya función es ante todo
simbólica y de cierto arbitraje, el hecho fundamental es el inmenso éxito de la
candidatura populista.
Todas las demás
fuerzas, con el apoyo masivo de la prensa exterior y de dirigentes políticos
extranjeros y de la Unión Europea, no han logrado más que un empate con las
fuerzas decididas a desafiarlos a todos y votar al derechista FPÖ.
Ni las amenazas a un
nuevo aislamiento de Austria como impuso en su día en el año 2.000 la UE por la
formación de la coalición entre ÖVP y FPÖ han servido. El resultado es una
clara señal del grado de hastío y un abierto rechazo a la política europea y
especialmente a la política de inmigración y actitud ante la crisis de los
refugiados. Como reconocían ayer políticos de todos los partidos
y ya había dicho el nuevo canciller Christian Kern, este resultado no cambia la
situación de que los partidos tradicionales tienen muy pocos meses para evitar
su catástrofe irreversible. Si no, habrá elecciones anticipadas. Y en ellas el
FPÖ arrollará a sus adversarios si estos no han reaccionado.
EL PELIGRO DE LA CORRECCIÓN FRENTE A LA VOLUNTAD POPULAR
¿Cuál ha sido el error de Hofer?
Su peor error fue decir que «ya se sorprenderán ustedes de
todo lo que se puede hacer desde la presidencia». Esa frase asustó a muchos.
Temieron que intentara forzar sus poderes. Y se montó un mediano escándalo que
la prensa forzó. Le costó votos.
¿Se ha comportado de forma diferente su rival?
Van der Bellen fue más cauto. Y se benefició de un trato
mucho más favorable de los medios. Pero también dijo algo grave. Aseguró que
como presidente no nombraría a ningún canciller del partido de Hofer, del
derechista FPÖ. Después dijo que vicecanciller, quizás.
¿Qué pasaría si Van der Bellen se niega a ratificar a un
canciller del FPO?
Si Van der Bellen intenta evitar un gobierno de mayoría
buscando fórmulas inestables de alianzas de perdedores, pondrá a prueba las
instituciones en un país hoy dividido por la mitad exactamente. Si el FPÖ ronda
o consiga la mayoría absoluta, los intentos de Van der Bellen de imponer la
corrección política a la voluntad popular pueden acabar en explosión.
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