POPULISTAS Y VERDES REANUDAN LA LUCHA POR LA PRESIDENCIA AUSTRIACA
Por HERMANN TERTSCHEnviado Especial a Viena
ABC Sábado, 03.12.16
ELECCIONES PRESIDENCIALES
Candidatos: El ultraderechista Norbert Hofer y el ecologista
Alexander Van der Bellen.
Repetición de elecciones: Por defecto en el voto por
correo.
En las anteriores: Van der Bellen ganó por 31.000 votos.
Los sondeos dan un empate técnico entre los candidatos
Norbert Hofer y Van der Bellen
La campaña electoral para las elecciones presidenciales en
Austria se cerró ayer con el dirigente izquierdista proclamándose el «candidato
del centro» que hará volver la tranquilidad, y el aspirante derechista
anunciando cambios que llevarán las reformas hasta la UE. Seis meses después de
las elecciones anuladas que ganó por 31.000 votos el líder de los Verdes,
Alexander Van der Bellen, vuelven a votar los austriacos mañana entre él y el
candidato del Partido Liberal (FPÖ), el derechista Norbert Hofer. Mucho ha
cambiado desde las elecciones fallidas.
ABC
Norbert Hofer, junto a su mujer tras un mitin electoral
En toda Europa se ha reforzado la tendencia en favor de la
derecha y de posiciones críticas con la UE, pero el cambio fundamental está en
la irrupción del Donald Trump en el escenario político internacional. Nadie
sabe qué efectos puede tener sobre los movimientos en auge en la derecha y
extrema europea que llaman «populismos». Unos aseguran que la victoria de Trump
hará triunfar a Hofer porque animará a sus partidarios a acabar con la política
de consenso socialdemócrata que simboliza Van der Bellen y que representa la
gran coalición que gobierna Austria desde hace tres legislaturas. Una coalición
que, ya muy debilitada, se vería de inmediato afectada por una victoria de
Hofer.
Otros creen que perderá este, porque después del terremoto
Trump muchos austriacos podrían temer la inestabilidad y votarán continuidad en
Van der Bellen. Puede ser lo uno y lo contrario y puede que el empate, que dan
los pronósticos y sondeos, impida otra vez saber el resultado hasta después del
recuento del voto por correo que es un 20% menor que en mayo. Lo que ha
aumentado ha sido el voto de residentes en el extranjero. Son unos 40.000, se
supone que en su mayoría favorables a Van der Bellen. Esa cifra puede ser otra
vez decisiva.
Ayer, sin embargo, estalló una bomba política, que podría
animar a indecisos o abstencionistas a votar a Hofer. El jefe del Estado
saliente, el socialista Heinz Fischer, un líder histórico del SPÖ con enorme
prestigio, se pronunció a favor de un futuro gobierno entre los socialistas y
el FPÖ, el partido de Hofer. En realidad el canciller socialista Christian Kern
ya está en pleno acercamiento a Heinz Christian Strache, el auténtico líder
populista del FPÖ. Esta política de los socialistas de prepararse para una
eventual coalición con el FPÖ dinamita la estrategia electoral del equipo de
Van der Bellen. Apoyado por el SPÖ, por la izquierda democristiana y por la
prensa internacional su campaña tacha al FPÖ de ultraderechista, cuando no
nazi. Lo que el FPÖ y Hofer denuncian como difamación.
Lo cierto es que el legendario líder socialista Bruno
Kreisky gobernó con el FPÖ. Y también lo hizo el conservador ÖVP de 2000 a 2007
bajo el canciller Schüssel en un periodo de reformas de cuyos buenos efectos ha
estado viviendo la doble coalición hasta hoy.
ALEGATO POR LA MONARQUÍA
El final de la campaña de las presidenciales ha parecido un
alegato en favor de la monarquía. La polarización y la hostilidad entre los dos
candidatos han sido tan extremas que parece imposible un papel integrador de ninguno
de los dos como jefe del Estado, representante de todos los austriacos.
Concluía, se dice pronto, un año entero de campaña, después de la primera y la
segunda vuelta y, tras la anulación por irregularidades en el recuento, esta
repetición de la segunda vuelta. Todos agotados, especialmente el electorado.
Ha desaparecido la publicidad electoral en las calles de Viena.
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