EFEMÉRIDES Y LUTO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes,
07.11.17
La hispanofobia aún no ha logrado destruir a esta Nación
HOY se cumplen 500 años de la muerte del Cardenal Cisneros.
El 7 de noviembre de 1517 moría en Roa del Duero este religioso y estadista, el
hombre más poderoso de su época. Que llegó a gobernar como un rey y fue figura
clave para la forja del imperio a partir de un reino que se preparaba para la
mayor gesta de la humanidad, el descubrimiento y la conquista de América. Con
una exposición en Toledo y otra en Sigüenza y algún congreso y conferencias, el
Cardenal puede estar más que satisfecho del recuerdo de sus compatriotas. Hace
algo más de un año, el 23 de enero del 2016, se cumplían los 500 años de la
muerte de Fernando el Católico, figura histórica de colosal importancia para
toda Europa, príncipe del Renacimiento. La fecha fue totalmente ignorada por
las autoridades culturales, educativas y oficiales. Nada hubo, cuando el gran
Rey Fernando habría merecido congresos, exposiciones y actos de Estado. Tan
solo se reunieron en una misa en la cripta de la catedral de Granada un
centenar de españoles, menos nostálgicos que ávidos de respeto para la historia
y la Nación. España siempre ha sido menos madre patria amorosa que madrastra
desmemoriada e ingrata en el trato a sus grandes héroes, muchos de ellos
colosos de la civilización occidental. Hoy se ensaña además con ellos la
despiadada ignorancia y la militante hispanofobia que unos toleran con su
indolencia y cobardía y otros cultivan como forma eficaz para liquidar la
Nación.
En estos momentos de brutal agresión separatista habría sido
bueno que los españoles supieran más de sí mismos. Porque costaría más
embaucarlos para grotescos engaños de nacioncillas inventadas. Porque serían
conscientes del inabarcable patrimonio común acumulado en siglos de glorias y
desventuras. Y de los valores y cualidades que nos unen para afrontar un futuro
que se promete convulso e incierto. En cohesión profunda que muchos nos quieren
arrebatar. La guerra contra el conocimiento de nuestro pasado, con una ofensiva
permanente e inmisericorde de mentiras, ha despojado a generaciones de los
lazos afectivos e intelectuales con este tesoro que es la identidad en la
Hispanidad de la España europea y americana. Con el prodigio de su existencia,
por mucho que la intenten estrangular nacionalismos regionalistas o
mundialismos socialdemócratas.
A pesar de la permanente inmersión en propaganda
antiespañola que sufren desde niños los españoles, las agresiones han sido tan
brutales que la Nación reacciona. Ante el peligro real para su propia
existencia. Lo hace además, en contraste a 1808, con un Rey a la altura de las
dramáticas circunstancias. Esto ha despertado el pánico no solo entre los
enemigos internos y externos que quieren trocear España. La reacción también
amenaza a unos partidos que patrimonializan un Estado que debiera estar al
servicio y bajo control de la Nación indivisible. Han sido décadas de dejadez,
desidia y desarme moral e intelectual. La virtud del momento es la certeza de
que nada puede seguir como antes.
Hoy se cumple otra efemérides. El 7 de noviembre de 1936
comenzaron las matanzas en Paracuellos. Españoles con odio a España mataron sin
descanso durante semanas a compatriotas desarmados. Otras muchas matanzas
siguieron con víctimas y verdugos de ambas partes. Hubo un tiempo en que no se
hablaba de unas víctimas. Hoy no se habla de las otras. Pero el luto bueno es
el que se guarda por todos los inocentes por igual. Es el luto de la mirada
limpia al pasado doliente que no tiene miedo a la verdad. Ese da esperanza de
igualdad, justicia, fortaleza y serenidad en el trato entre los vivos.
1 comment(s):
En efecto, se ha pauperizado tanto al pueblo en el cultivo hacia la cultura con el patrocinio del propio Estado. Qué ya apenas queda Nación.
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Abracadabra, at
9:06 p. m.
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