ACORRALADO Y PELIGROSO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
14.09.18
Sánchez debe serenarse y convocar elecciones antes de que
pase algo grave
«TENGAN ustedes cuidado con ese hombre», me dijeron ayer
varios conocidos a lo largo del día, después de conocerse las amenazas del jefe
de Gobierno a ABC por la publicación de una exclusiva de Javier Chicote que
demuestra el escandaloso plagio en la tesis doctoral que Sánchez mantenía
semiescondida en la Universidad. Las amenazas a ABC llegaron horas después de
las amenazas del jefe de Gobierno a Ciudadanos en el hemiciclo. Como confirmaba
Juan Carlos Girauta ayer, el jefe de Gobierno se dirigió a la bancada de
Ciudadanos con la siniestra advertencia de «Os vais a enterar». Los esfuerzos
del revanchismo socialista desde Zapatero por llevarnos a los españoles a la
república, que nos llevó a un baño de sangre, dieron un paso estético
importante, con esa amenaza de Sánchez desde la bancada del Gobierno a un grupo
parlamentario que le contrariaba.
No se recuerdan amenazas en el Congreso salvo las de los
guardias que lo asaltaron el 23-F. Hay que remontarse a aquella república que
tanto idolatran los socialistas y comunistas de ahora para encontrar algo
semejante a ese «os vais a enterar» del miércoles de Sánchez. Y son las
amenazas del socialista Pablo Iglesias a Antonio Maura, en 1910, y de la
comunista Pasionaria a José Calvo Sotelo, en 1936. Ambas amenazas se
cumplieron. Maura fue gravemente herido en atentado semanas después de que el
socialista le dijera que el PSOE «luchará en la legalidad mientras pueda y
saldrá de ella cuando deba» y que «para evitar que Maura suba al poder debe
llegarse hasta el atentado personal». La Pasionaria dijo de Calvo Sotelo tras
un virulento enfrentamiento dialéctico en el Congreso: «Este hombre ha
pronunciado su último discurso». Y lo fue. Desde entonces hemos estado sin
amenazarnos los españoles en el Parlamento. Hasta que ha llegado esta nueva
hornada de «socialistas podemizados» que son los hijos políticos del enterrador
de la convivencia que fue Zapatero. Sin mayores diferencias ideológicas con los
comunistas, como aquellas Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) que dirigió
Santiago Carrillo, responsable él de muchos miles de muertes de españoles
inocentes, niños incluidos. Y que tiene, por cierto, muchas calles en su honor
y cuya tumba todos respetan.
Ya nos avisó hace meses el muy perspicaz Antonio Camuñas de
que Pedro Sánchez no era solo un problema político con sus desprecios,
sectarismos y malos modos. Que su manifiesta incapacidad para controlar las
frustraciones, su forma crispada y hasta colérica de reaccionar ante las
contrariedades lo convertían en un ser inquietante. Sin duda lo es. Con el
poder que ha adquirido, de forma extraordinaria y debido al delirante estado de
precariedad general de la política española que los anteriores gobernantes
permitieron, este hombre inquietante es hoy un hombre peligroso. En las
imágenes del hemiciclo el miércoles, cuando Sánchez responde a la pregunta
trampa de Albert Rivera, se ve al presidente del Gobierno perder totalmente el
control sobre sí mismo. La cara de odio cuando respondía con «ha convertido su
pregunta en un lodazal…» es la imagen de la ira sin brida. Y la escena segundos
después, cuando su rabia descontrolada le impide notar que se ha acabado su
tiempo, que el micrófono esta apagado y que la presidenta, impresionada, le
implora e insiste en que calle, es un momento parlamentario tan inolvidable
como alarmante. El señor Sánchez descontrola en sus pasiones por sí mismo y no
soporta que no compartamos, cuestionemos y ridiculicemos la enorme estima que
él se tiene. Se sabe acorralado por la realidad: su Gobierno se descompone. El
deterioro avanza por momentos. El presidente debería serenarse y convocar
elecciones muy pronto. Antes de que tengamos alguna desgracia seria e
irreparable.
0 comment(s):
Post a comment
<< Home