EE.UU. Y LA ONU FUERZAN UNA TREGUA DE 72 HORAS EN GAZA
Por HERMANN TERTSCHABC Viernes, 01.08.14
Israel pretende proseguir la guerra hasta destruir los
túneles de Hamás
La
presión internacional logró anoche que Israel y Hamás acordaran un alto el
fuego humanitario de 72 horas que se debe hacer efectivo hoy a partir de las
ocho de la mañana, hora local. Estados Unidos y la ONU hicieron público anoche
un comunicado conjunto en el que aseguran haber recibido «garantías» de las
partes en conflicto. En la nota se afirma que el alto el fuego será
«incondicional y humanitario». «Este alto el fuego es fundamental para dar a
civiles inocentes un respiro muy necesario de la violencia. Durante este
periodo, la población civil de Gaza recibirá ayuda humanitaria de urgencia, y
la oportunidad de llevar a cabo funciones vitales como enterrar a los muertos,
cuidar a los heridos y reponer suministros de alimentos».
Pero habrá más víctimas y habrá más
guerra porque ninguna de las partes considera que ha conseguido objetivos
imprescindibles. Y los intentos de Hamás, con ayuda ahora muy manifiesta de la
organización para refugiados palestinos de las Naciones Unidas (Unrwa) de
exigir que todo alto el fuego vaya acompañado de un levantamiento de las
restricciones fronterizas a Gaza, hacen poco imaginable un mínimo acuerdo para
que callen las armas. Lo que en Gaza llaman «bloqueo» se impuso cuando quedó
comprobado que Hamás había tomado el poder y había convertido Gaza en una
inmensa base terrorista. Eso es más cierto hoy que nunca. Luego son nulas las
posibilidades de que Israel acepte esas condiciones salvo que Hamás se avenga a
la desmilitarización de Gaza, que no supone otra cosa que su desarme. Como raya
en lo absurdo pensar que se vaya a producir este desarme de Hamás de forma
voluntaria, debiera asumirse que estamos en una guerra cuyo final no es
previsible.
Alarma en Israel
Hamás pone en el
centro de sus exigencias el «desbloqueo» e Israel responde que lo habrá cuando
Gaza se haya desmilitarizado. Cuando Gaza deje de ser una base militar
terrorista en la que toda prioridad está en acumular armas e infraestructuras
para matar israelíes. Cuando hasta los materiales de doble uso como el cemento
no se dedican a construir viviendas, sino a los túneles para cazar israelíes.
El Gobierno de
Benjamin Netanyahu ha dejado ya muy claro que está decidido a acabar con los
túneles, una amenaza que ha alarmado como nada desde hace mucho a la sociedad
israelí. Son los túneles de incursión que, en número, calidad y sofisticación
insospechados, han sido descubiertos según avanzaba la campaña terrestre.
Mientras la amenaza de los cohetes, con ser insufrible, tiene enfrente el
eficaz sistema antimisiles Cúpula de Hierro, los túneles generan pánico en la
imaginación colectiva de la sociedad israelí. Que vive como una pesadilla la
imagen de terroristas que surgen de la tierra en las cercanías de pueblos,
ciudades o kibutzes. En Israel ya son muchos los que plantean que el Ejército
ha de quedarse en Gaza el tiempo que haga falta para imponer esta desmilitarización,
es decir el desmantelamiento general de las infraestructuras de Hamás. Esto,
sugieren oficiales del Estado mayor y expertos de los servicios de información
podría llevar muchos meses cuando no años. Y suponer una reocupación de facto
de Gaza. Es una perspectiva que causa espanto a Gobierno y Ejército israelí. Y
el hecho de que se esté ya valorando revela la muy diferente calidad que ya ha
adquirido esta campaña respecto a las anteriores de 2008 y 2012. Ayer se
anunció la movilización de otros 16.000 reservistas israelíes.
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