SE IMPONE LA LÓGICA DE LA GUERRA
Por HERMANN TERTSCHABC Sábado, 02.08.14
Los palestinos de Cisjordania no quieren arriesgar por Hamás
su relativa estabilidad y prosperidad
La tregua
de tres días que habían anunciado John Kerry y Ban Ki Moon en la noche del
jueves no duró el viernes por la mañana ni dos horas. Y tras su muy violento
colapso, la situación era más grave que antes de anunciarse. No se habían
cumplido noventa minutos cuando había ya dos israelíes muertos en el sur de
Gaza por un suicida salido de un túnel y la respuesta israelí que se habría de
llevar cuarenta vidas palestinas.
Además se hizo
público el secuestro de un suboficial israelí que añade potencial explosivo a
la situación. Una vez más quedó en evidencia que hay iniciativas muy bien
intencionadas que, además de ineficaces o inútiles sobre el terreno, a la
postre son dañinas para mediadores desautorizados, en este caso el departamento
de Estado norteamericano y la secretaría general de las Naciones Unidas, y para
la población en general, cuya frustración se dispara.
La cifra de muertos
aumentaba ayer rápidamente y los violentos combates que se reportaban desde el
sur alrededor de Rafah auguraban más. Unos 3.000 miembros de las mejores
unidades de combate de Hamás estarían hostigando permanentemente a las fuerzas
israelíes dedicadas a la búsqueda de los túneles y depósitos de armas. Las
bajas militares israelíes, que ya superan los sesenta muertos, son consideradas
por Hamás un éxito. Como también lo es la guerra propagandística con la que se
quiere movilizar a toda costa a unos países árabes que no solo dejaron de
ayudar a Hamás, sino que se han mostrado muy fríos en las pasadas semanas.
Hay más movilización
a favor de Hamás en las capitales occidentales que en el mundo árabe y más allá
en el musulmán. Ayer se produjo en Ammán una de las escasas manifestaciones
contra la operación militar. Y también en la propia Cisjordania, donde, tras
las oraciones del viernes, miles de jóvenes salieron a la calle a denunciar a
Israel y a Egipto, no se percibe intención de sumarse a un levantamiento.
Las diferencias entre
Cisjordania y Gaza son cada vez mayores, y los amplios sectores que han logrado
relativa estabilidad y prosperidad bajo la Autoridad Nacional Palestina no
parecen dispuestos a arriesgarlos por apoyar a la organización terrorista
Hamás, que mató en su día a centenares y ha perseguido siempre a los miembros
de Al Fatah en Gaza. Quienes ayer en Ramalah pedían una nueva Intifada no
parecen por ello tener de momento muchas posibilidades de imponerse.
Con el fin de la
tregua se produjo una rápida escalada de la tensión también porque se
multiplican los rumores sobre un salto cualitativo en la operación israelí.
Paul Hirschon, portavoz del Gobierno de Israel, negó que haya preparativos para
una reocupación de Gaza. Una reocupación que sería el último recurso para un
Gobierno y un Ejército que son conscientes de que sería una larguísima
operación de años, con inmenso coste en vidas y también dinero.
Israel abandonó voluntariamente Gaza hace nueve años
desmantelando asentamientos y hasta el último vestigio de su presencia como los
cementerios. Que muchos hoy den la razón a quienes entonces se oponían a aquella
retirada auspiciada por Ariel Sharón se debe a la transformación de Gaza en una
inmensa base militar de Hamás. Pero ocuparlo permanentemente sería una
pesadilla. Lo que sí parece claro es que con el aumento de los costes de esta
guerra crece la presión para que esta operación no acabe sin haber quebrado a
Hamás en sus infraestructuras y armamento para muchos años.
0 comment(s):
Post a comment
<< Home