UCRANIA TEME OTRA OFENSIVA RUSA TRAS LOS ACTOS DEL 9 DE MAYO
Por HERMANN TERTSCHEnviado Especial a Kiev
ABC Viernes, 08.05.15
70 años del fin de la II Guerra Mundial
La visión desde Kiev
La celebración del fin de la II Guerra Mundial crispa las relaciones
con Moscú
Mirada hacia Occidente Ucrania ha adoptado como símbolo de sus caídos, tanto en 1945 como en 2015, la «amapola británica»
En Rusia proliferan de nuevo los bustos de Iósif Stalin en
las fechas previas al 70 aniversario del final de lo que «el padrecito», «el
tío Joe» o el mayor asesino de la historia junto a Adolfo Hitler proclamó como
la Gran Guerra Patria. La propaganda de enaltecimiento de Stalin y
justificación de sus crímenes se ha intensificado según se acercaba esta fecha
de su mayor victoria. Y se acaba con todo lo que pueda molestar a esa imagen.
Así, se ha cerrado la última muestra que quedaba de denuncia contra los campos
del Gulag.
REUTERS
Fuerzas prorrusas ensayan en Donetsk el «desfile de
la victoria»
Mientras, en la vecina Ucrania, una de las grandes víctimas
de Stalin, esta fecha tiene un significado y una escenografía radicalmente
distintos, como corresponde a dos países que no están oficialmente en guerra
pero están enfrentados militarmente. Y uno de ellos mantiene invadida parte del
territorio del otro.
Ucrania ha hecho un gran gesto simbólico al adoptar
oficialmente como símbolo de la celebración la amapola, un símbolo ya
legendario del luto de los aliados anglosajones. Kiev deja claro que la
victoria sobre el fascismo, que costó la vida a 14 millones de ucranianos, no
supuso la liberación sino el cambio de una ocupación por otra y un totalitarismo
por otro. Y recuerda que la lucha contra el nazismo de entonces tiene su
continuidad hoy en la guerra en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk
que mantiene ocupadas el ejército de Putin con ayuda de separatistas rusos.
Intercambio de golpes
Hay muchos ucranianos temerosos de que después del día 9 de
mayo y el gran desfile y los actos que Putin ha organizado poco menos que en
honor de Stalin y de sí mismo, el Kremlin vuelva a mostrar interés en mover
pieza militar en Ucrania. De momento, la demostración de fuerza será en la
Plaza Roja. Allí se mostrarán en el desfile de la victoria nuevos tipos de
armas, entre ellos el nuevo carro de combate T-14, y se celebrará la fecha como
en los mejores tiempos soviéticos con un inmenso despliegue de medios y de
retórica y propaganda triunfal y triunfalista. Se evoca la lucha soviética
contra el fascismo y se exalta al nuevo ejército de Rusia como el guardián del
legado antifascista que volverá a aplastar al nazismo cuando sea necesario.
Desde que los ucranianos derribaron al presidente Viktor
Yanukóvich porque quería dar la espalda a Europa y unirse en una asociación
bajo la protección de Putin, la propaganda de Moscú tacha de nazis a los
ucranianos. En Ucrania, todos los medios emiten una magnífica campaña de
anuncios en los que se evocan los paralelismos entre los héroes ucranianos que
lucharon contra el nazismo y los que lo hacen ahora contra las tropas de Putin.
Todas las televisiones muestran en un ángulo la amapola,
como símbolo de recuerdo a un eje de fechas de 1945- 2015, a los caídos de
entonces y a los de ahora. La amapola se convirtió en símbolo de la memoria a
los caídos en el Reino Unido después de la Primera Guerra Mundial. Después la
adoptaron todos los países de la Commonwealth.
Así la primera semana de noviembre se llama «Poppy Week» en
el Reino Unido. Es la semana de la amapola, que recuerda a todos los caídos en
todas las guerras, aunque comenzara inicialmente como homenaje a los caídos en
los campos de Flandes en la Primera Guerra Mundial, en cuyas tierras batidas
por la artillería y abiertas por las trincheras solo era capaz de verse aquella
flor en la primavera de aquellos infernales cuatro años. Ahora es el símbolo de
una Ucrania que ve su salvación en la integración en Europa y ha roto radicalmente
con Moscú.
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