LA ABSTENCIÓN AMENAZA EL REFERÉNDUM HÚNGARO SOBRE LOS REFUGIADOS
Por HERMANN TERTSCHEnviado Especial a Budapest
ABC Sábado, 01.10.16
El Gobierno ganará, pero necesita una participación de más del 50% para que la consulta sea vinculante
El Gobierno húngaro reconoce dificultades para movilizar al
electorado a acudir al referéndum de mañana, en el que pide el rechazo a las
cuotas de inmigrantes que pudiera imponer la Unión Europea. El resultado será
abrumador a favor del rechazo a las cuotas, tal como pretende el Gobierno. La única
duda está en esa participación. Salvo pequeños grupos de oposición de la
izquierda liberal urbana no hay partidarios de una acogida de refugiados. Ayer
los citados grupos de artistas e intelectuales de izquierdas que defienden ese
«welcome refugees» apenas reunieron en un mitin fin de campaña a cinco mil
personas en una Budapest de más de dos millones. El Partido Liberal tiene 5
escaños; los cristianodemócratas, 16; el ultraderechista Jobbik, 23; los
socialistas, 29, y Fidesz, 119. Como la oposición socialista se ha refugiado en
el boicot al referéndum, los partidarios de dar un «sí» a posibles cuotas
europeas son una minúscula minoría en el Parlamento como en la calle. La
actitud general entre la población, incluida la gente joven, está marcado por un
rechazo contundente a una inmigración que se relaciona directamente con el
islamismo. «No podemos correr el riesgo», dicen los carteles oficiales que
invitan a votar «no» el domingo. Y la propaganda sobre los problemas generados
por la inmigración musulmana en Europa occidental es constante.
El vicepresidente del Parlamento y del partido gubernamental
Fidesz, Gergely Gyulas, en conversación ayer con ABC en el Parlamento quitó
importancia a alcanzar el 50% que convierte en vinculante este referéndum y dijo
que cualquier cifra similar a la que aprobó la entrada en la UE o la OTAN, unos
tres millones y ambos por debajo de la mitad del electorado, cumple no la
obligación legal pero sí el papel político que el primer ministro, Viktor
Orban, confiere a la consulta. Como arma frente a la UE, que podría pretender
imponer unas cuotas permanentes de refugiados. A esto se niegan rotundamente el
Gobierno húngaro y también la población. Nadie duda de que el voto emitido será
de rechazo. Pero con una participación electoral que nunca pasa del 65%, la
movilización del 50% del electorado para votar sobre un resultado que se da por
hecho está costando mucho.
Denuncias de la oposición
Fuentes de la muy débil oposición liberal de izquierdas
señalan que el Gobierno ha advertido a los ayuntamientos que aquellos que no
logren una alta participación serán los primeros candidatos a recibir
refugiados en cualquier reparto. Y también hay instrucciones a los empleados
públicos de acudir a las urnas.
Al igual que el primer ministro Orban, en una larga
entrevista en Radio Kossuth, el vicepresidente Gyulas, a sus 35 años hombre
fuerte en el partido, dejó claro que su Gobierno va a impedir en todo caso que
una decisión tan terriblemente transcendental como unos flujos migratorios que
determinarían la composición étnica, religiosa y cultural de Hungría se tome
fuera de sus fronteras. Budapest está dispuesta a la ayuda exterior con la UE y
a una mayor cooperación, pero rechaza radicalmente una inmigración que
construye sociedades paralelas como las que existen en países con pasado
colonial o mucha inmigración laboral como Francia, Reino Unida, Bélgica, o
Alemania. «Aceptamos de buena gana que favorezcan ese tipo de sociedad pero
deben respetar nuestra decisión de no hacer lo mismo. Bruselas no puede decidir
en contra de las voluntades nacionales estas cuestiones». Gyulas dijo que
catastróficas actitudes recientes de gobernantes occidentales y de Bruselas son
culpables del Brexit. Este no se habría producido, señala, sin el caos
migratorio del pasado año, «en el que las élites dirigentes europeas aplaudían
la anarquía en las fronteras y nos demonizaban a los únicos que cumplíamos las
leyes».
La pregunta
Esta es la larga pregunta a la que los ciudadanos tendrán
que contestar sí o no en el referéndum de mañana: «¿Quiere usted que la Unión
Europea imponga la residencia en Hungría de ciudadanos no húngaros incluso sin
permiso del Parlamento (húngaro)?»
Sondeos
Según las últimas encuestas, el 70% de los votantes
rechazarán la imposición de cuotas para aceptar refugiados, frente a un 5% que
estarían a favor, y un 16% de indecisos.
Participación
Según la ley, al menos el 50% más uno de los 8,27 millones de ciudadanos que tienen derecho a voto deberán ejercerlo para que sea válido el referéndum. Una cifra que no parece seguro pueda superarse con claridad, según los sondeos, que sitúan la participación al borde del 50%. En todo caso, el Gobierno cree que la consulta sería válida si se pronuncian al menos tres millones de personas, como sucedió con la consulta sobre la OTAN.
Según la ley, al menos el 50% más uno de los 8,27 millones de ciudadanos que tienen derecho a voto deberán ejercerlo para que sea válido el referéndum. Una cifra que no parece seguro pueda superarse con claridad, según los sondeos, que sitúan la participación al borde del 50%. En todo caso, el Gobierno cree que la consulta sería válida si se pronuncian al menos tres millones de personas, como sucedió con la consulta sobre la OTAN.
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