The Unending Gift

viernes, noviembre 04, 2016

NOVEDADES PERIODÍSTICAS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 04.11.16


Novedoso es que la vicepresidenta pierda la portavocía, un cargo en cuyo desempeño sin duda disfrutaba

ESPAÑA ya tiene Gobierno como los países normales. Y hay algunas novedades, tampoco demasiadas, que estamos en casa de don Mariano y no es cuestión de revolver en exceso. Al final, la nueva más turbadora podría ser que la vicepresidenta siga siendo vicepresidenta, ministra para la Presidencia y además ministra de las Administraciones Territoriales. Y que mantenga el control personal sobre el CNI. Novedoso es también que la vicepresidenta pierda la portavocía del Gobierno, un cargo en cuyo desempeño sin duda disfrutaba. Nadie sabe cómo influirá eso sobre el ejército de periodistas que le deben obediencia y favores hasta unos niveles no vistos en democracia en España ni en los peores tiempos de despotismo y terror del hermano de Juan Guerra. Que la vicepresidenta no esté directamente encima de la tropa mediática relaja algo la situación en un panorama que había quedado reducido a dos bandos, no enfrentados sino aliados para mayor gloria de cierta gente del Gobierno y de la extrema izquierda de Podemos. Los dos bandos, el de Soraya y Florentino por un lado y el de Podemos y Florentino por el otro, se encuentran a diario en las televisiones y marcan las agendas que convengan a ambas partes. Para gran beneficio de dicho duopolio que hace y deshace en España como quiere y lo que quiere, gracias al Gobierno del Partido Popular. Controlan el 86,4% de la inversión publicitaria ya e ingresan los dos solos, Mediaset y Atresmedia, 1.308 millones en este ejercicio. Así pueden hacer la televisión de calidad para sus dos canales dedicados «full time» a atacar a la Constitución, promover el separatismo y fomentar el revanchismo guerracivilista y el odio entre españoles. Esta política del Gobierno de Rajoy de favorecer y promover en los medios a los enemigos del Estado ha estado a punto de costarnos un golpe de Estado por vía de un gobierno del insensato de Pedro Sánchez con los comunistas de Podemos y separatistas. Ha estado más cerca de lo que algunos ahora quieren reconocer. Para ocultar que la temeridad dolosa que pone a España al borde del abismo –del que no crean nos hemos alejado mucho– no es solo la de Sánchez, sino la de los poderes que repiten en La Moncloa.

Por desgracia, el estado de postración de nuestro periodismo patrio no depende ya de la desaparición de ciertas personalidades gobernantes. Es ya sobre todo un problema cultural. Las patéticas confesiones de Pedro Sánchez, que, como un Rubashov torturado por caricias de un camarada periodista correligionario, ha reconocido ser un infiltrado más de Podemos en el PSOE, pueden hacer recapitular a los más inteligentes en el periodismo de izquierdas. Lo demás es muchachada podemita adoctrinada por profesores universitarios comunistas. Si es así, podría dejar de ser el homogéneo campo de propagandistas y agitadores en favor del Frente Popular que es hoy. Puede que algunos vuelvan a distinguir entre izquierda democrática y la tropa chavista y totalitaria de Podemos y su apéndice el socialismo sanchista. Que nunca estarían ahí sin el apoyo masivo de ese periodismo y del Gobierno. Entre los periodistas que no se consideran de izquierdas, quizá con la bonhomía aristocrática de Íñigo Méndez de Vigo se pase un poco el miedo a las represalias que habían implantado la portavoz saliente y su equipo. Mucho habrá de cambiar el panorama para tener visos de dignificarse. En todo caso, siempre podrá encontrarse consuelo de tontos en el hundimiento del periodismo norteamericano por su fanatismo anti-Trump y su indigna postración a los intereses de Clinton en esta campaña electoral, con esos efectos devastadores de la sumisión a los objetivos de una mujer manipuladora, tramposa y acaparadora.

0 comment(s):

Post a comment

<< Home