BERLÍN PIDE BASAR EL EJE FRANCO-ALEMÁN EN LA AUSTERIDAD
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Berlín
ABC Miércoles,
10.05.17
Recomiendan a Macron que realice reformas sin salirse de la
ortodoxia
Nuevo capítulo Alemania ve con alivio cómo con Macron se
pasa página al capítulo agotado con Hollande
La elección de Emmanuel Macron ha sido celebrada en Alemania
probablemente más que en Francia. Entre los franceses había parte que votó a su
favor, parte que votó en su contra y otra parte que le votó solo para que no
venciera su rival. En Alemania había consenso absoluto entre políticos y los
medios en un apoyo fervoroso a Macron que no admitía fisuras. Elogiaron sin
límites al candidato Macron y lo celebraron como el liberador de la pesadilla
de una llegada al poder de Marine Le Pen. Hay muchos campos en los que Berlín
espera que un eje franco-alemán renovado y con pujanza podría llevar a superar
problemas enquistados en estos pasados años.
ABC
Merkel recibió a Macron cuando éste se encontraba en
campaña
La debilidad de Francia ha sido cada vez mayor, la fuerza de
Alemania y su peso económico también y el desequilibrio resultante había
desfigurado el eje. Merkel ha entrado en una serie de éxitos electorales que,
de confirmarse este domingo en Renania Westfalia, la sitúan en puertas de su
cuarta victoria consecutiva.
Pero pasados los brindis y las hiperbólicas expresiones de
alivio ya se han abierto paso expresiones más serias sobre la realidad del eje
franco-alemán.
Aunque sincera, la alegría por esta elección y por acabar
con un capítulo agotado por su debilidad como fue la presidencia de Hollande,
la ortodoxia avisa contra un presidente francés que a la vista de las inmensas
dificultades que tendrá en el interior, intente compensarlo con soluciones
imaginativas que vayan en contra de la ortodoxia presupuestaria. Lo que
necesita Francia, dicen en Berlín, son reformas. Muchas reformas.
Eurobonos
Comenzó el comisario europeo para el presupuesto, el alemán
Günther Öttinger, que descalificó abiertamente las intenciones de Macron de
reformar el control europeo de las finanzas de los 27 con un superministro de
Finanzas. «Los mecanismos de control presupuestario de la Comisión Europea son
suficientes», dijo y añadió «no hay motivos para cambiar esta arquitectura». Pero
donde salieron en tromba los miembros de la CDU y su hermana bávara la CSU es
con la intención de Macron de introducir un mecanismo de eurobonos para la
garantía de la deuda. El secretario de Estado de Hacienda, Jens Spahn de la CDU se manifestó radicalmente
en contra y le recordó a Macron que «ni la zona euro ni Francia sufren de falta
de endeudamiento», declaró al diario Bild.
El jefe de la comisión parlamentaria de Europa en el Bundestag, Günther Kirchbaun, también del partido de la canciller, subrayó que
en nada ha cambiado el rechazo radical de Berlín a una «socialización de las
deudas» en la Unión Europea. Aunque Merkel y su ministro de finanzas Wolfgang
Schäuble aún no han hablado de ello, se da por sentado que quienes se han
manifestado expresan la opinión en todo caso de los miembros democristianos de la
Gran Coalición. Es decir que ni Francia ni nadie va a arreglar sus problemas
con más deudas y por eso resulta equivocado animar y abogar por el
endeudamiento que es lo que supondrían los bonos.
El poderoso presidente de la Unión de Cámaras de Industria y
Comercio alemanas Eric Schweitzer creyó necesario reafirmar que tiene «la peor
opinión de los eurobonos». Porque fomentaría la deuda, debilitaría la
credibilidad en la moneda y el propio valor de Alemania y Europa como
localización. Macron va a poder contar con la ayuda alemana sea cual sea el
próximo gobierno.
Ahora queda por saber qué va a suceder en las elecciones
legislativas en Francia el mes próximo porque sin una Asamblea Nacional con
ánimo de cooperar en las reformas atascadas ya décadas, ni la mayor ayuda del
socio alemán le valdrá para nada.
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