The Unending Gift

domingo, septiembre 22, 2013

Elecciones Alemania 2013: EUROPA SE PREPARA PARA UNA NUEVA ERA DE MERKEL

Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo, 22.09.13


En un vigoroso intento por atajar el auge del partido euroescéptico la canciller aseguró que defenderá «los intereses alemanes en una Europa solidaria»

Llegó la hora de la verdad. Los alemanes han sido convocados hoy a las urnas. Y van a decidir la composición del gobierno más decisivo de Europa y para Europa. La gran favorita ya ha dicho que quiere un Gobierno con un mandato fuerte, para culminar necesarias reformas en una Europa que necesita tanto a Alemania como Alemania a Europa. «Defenderemos los intereses alemanes en una Europa a la que tenemos que ayudar a ir bien. Porque a la larga sólo nos puede ir bien a nosotros si le va bien a Europa». La canciller quiso ayer darle un claro enfoque europeo a su última intervención, lo que sin duda tiene relación directa con las encuestas que por primera vez daban entrada al Parlamento al partido Alternative für Deutschland (AfD).

Este partido promueve la liquidación del euro como proyecto fracasado y un desmantelamiento, al menos parcial, del poder de la UE. Quienes dan en los sondeos entre un 4 y un 5% a este partido son votantes de la CDU y de los liberales del FDP, despechados por la política de ayuda a los países meridionales y muy especialmente a Grecia. Merkel ha logrado evitar una deserción seria, que no era improbable hace poco, dado el resentimiento generado a lo largo de la crisis de los dos pasados años en el electorado alemán. Este considera que la política de ayudas a los países meridionales es en gran parte un derroche de fondos para sociedades que no asumen sus responsabilidades y no quieren asumir la política de austeridad que rige en Alemania desde hace una década.

Ayer Merkel tuvo claras palabras para esos votantes descarriados que le pueden dar hoy un serio disgusto. Les recordó, en un largo pasaje de pedagogía política, lo importante que es Europa para Alemania. Y lo impotente que sería Alemania por sí sola en el mundo globalizado. «Muchos lo están pasando muy mal. Y nosotros no podemos mirar a nadie por encima del hombro», dijo. «Hace una década el hombre enfermo de Europa éramos nosotros». Pero también dejó claro qué espera de los demás. «Los estados nacionales deben asumir sus responsabilidades. Por eso tiene que quedar muy claro que conmigo no habrá deuda conjunta ni eurobonos». Las reformas deben continuar, porque «aún no se ha superado esta crisis».

Competitividad europea

Este continente tiene que ser eficaz, creativo, innovador y competitivo si quiere mantener su inmensa calidad. Y Merkel volvió a sacar las cifras a las que recurre siempre ante euroescépticos alemanes igual que ante europeos meridionales hostiles a las reformas: «Europa somos el 7% de la población mundial, generamos el 25% de la producción y gastamos el 50% de la asistencia social del mundo». Por lo que, concluía, para seguir siendo solidarios, pero también para seguir siendo libres, tenemos que ser más eficaces.
Habló Merkel también de una pasada legislatura que considera un éxito, con una considerable estabilidad y un nivel de empleo en un récord histórico. Pero advirtió de los nuevos retos también dentro de Alemania, donde pidió un mayor esfuerzo en Educación. Dijo que los más jóvenes ahora tienen sus plazas aseguradas, pero hay que abrir más posibilidades de formación para mayores que han de reciclarse. Y dijo sentirse especialmente orgullosa del retorno de gran parte de los investigadores que abandonaron Alemania en pasadas décadas. «Han regresado porque ahora podemos de nuevo darles la posibilidad de investigar aquí con las nuevas inversiones en Investigación y Desarrollo».
Merkel es firme aspirante a asumir su tercer mandato como jefa de Gobierno de la primera potencia europea. Pero eso no significa que vaya a poder formar el Gobierno que ella prefiere para esta legislatura. Son muchas las incógnitas y todos están nerviosos ante un resultado que se promete mucho más ajustado de lo esperado hace tan sólo un mes. Ella es la primera nerviosa, como ayer reconoció con cierta coquetería en su último mitin de campaña en el pabellón del Tempodrom de Berlín. «Sí que me gustaría dormir bastante esta noche, pero les confieso que no sé si podré».
Sabe que, salvo desastre impensable, es segura candidata a encabezar el nuevo Gobierno. Los juegos aritméticos son tan numerosos como inútiles. Y hay variables imposibles porque los partidos se han comprometido a no hacer ciertas alianzas. Así la CDU y Merkel personalmente han dicho que en ningún caso harán una coalición con el partido antieuro AfD. El candidato socialdemócrata Peer Steinbrück, jura y perjura que no hará una alianza con la ultraizquierda de Die Linke. Estos estarán con seguridad en el parlamento, los antieuropeos quizás.

Desastre izquierdista

Estos vetos de alianza juegan un papel especial en una elección que se celebra simultáneamente en el Estado de Hesse. Allí se produjo hace cinco años el primer experimento de alianza del SPD con los comunistas de Die Linke. Fue un desastre. Hubo hasta abandonos del partido por parte de militantes del SPD cuya tradición anticomunista es larga y muy justificada. Y el SPD perdió el Gobierno. El jefe del Gobierno en Hesse, de la CDU, Volker Bouffier, ha hecho campaña con la exigencia al SPD de que descartara su nueva alianza con la ultraizquierda. Pero al final ha sido él mismo muy ambiguo sobre la posibilidad de hacer, si le fuera aritméticamente necesario, una alianza con los antieuropeos de la AfD. El jefe del gobierno de Hesse ha tenido que dar su «palabra de honor» de que renunciará a seguir en el cargo si tiene que hacerlo con el AfD. En el partido socialdemócrata federal, tanto Steinbrück como el presidente del SPD han asegurado que no habrá coalición con Die Linke. Todo queda ahora en manos de los electores.


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