VIKTOR ORBAN SE DECLARA VENCEDOR EN UN REFERÉNDUM QUE CARECE DE VALIDEZ JURÍDICA
Por HERMANN TERTSCHEnviado Especial a Budapest
ABC Lunes, 03.10.16
Sólo votó el 42,4 % y se necesitaba más del 50% de
participación para que fuera vinculante
Interpretación libre Orban interpreta el resultado como un
mandato político para no aceptar refugiados
Otras votaciones En otras elecciones, en el país votó entre
el 65 y el 70 por ciento del censo; un 20 por ciento no lo hizo ayer
El referéndum sobre las cuotas de inmigración no alcanzó en
Hungría ayer el 50% de participación necesario para ser jurídicamente válido.
Votó en torno al 42,4% del censo con un abrumador 98% de votos de rechazo a las
cuotas de inmigrantes que pueda imponer la Unión Europea. Sin embargo, nada
estaba ayer más fuera de lugar que las campanas triunfales procedentes de
Europa occidental, y Berlín y Bruselas en especial, muy hostiles a la política
del Gobierno húngaro que al saberse que no se alcanzaba el 50% daban por nula y
sin ningún efecto a la consulta. Porque el primer ministro Viktor Orban
anunciaba que el resultado es suficiente para emprender un cambio
constitucional que sancione la opinión masivamente mayoritaria de rechazo
frontal a toda inmigración impuesta.
EFE
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ayer en el
momento de depositar su voto en Budapest
«Es un gran acuerdo nacional en el que nueve de cada diez
húngaros que han votado han optado por nuestra voluntad soberana en una
cuestión capital para el futuro de nuestros hijos. La cuestión era quién va a
decidir quienes van a vivir en el futuro con los húngaros, Bruselas o Budapest.
Y la respuesta esta clara, Budapest. Este era un paso capital. Ahora hay que
dar forma legal a esta decisión del pueblo húngaro. En los próximos días
presentaré una propuesta de cambio constitucional en la que se plasme la
decisión del pueblo. Bruselas tendrá que entender que no puede imponerse contra
la voluntad de una opinión como la hoy expresada», aseguró ayer el primer
ministro.
Orban ya había anunciado por la mañana cuando votaba y
parecía asumir ya que no alcanzaba la mitad del censo, que no necesitaba una
validez jurídica de un referéndum que iba a interpretar como mandato político.
Y nada más cerrar los colegios, el vicepresidente de Fidesz, el partido de
Orban y vicepresidente del Parlamento Gergely Gyulas informó a ABC que «en
cuestión de días su gobierno presentará un proyecto legislativo para anclar
legalmente la voluntad expresada por los húngaros».
Medidas legislativas
Fuentes de Fidesz reafirmaban esta línea argumental de que
no se llegara al 50 por ciento lo que se había comenzado a estimar probable en
las últimas semanas. «Más de 3.200.000 votantes han expresado su temor a que,
desde el exterior y en contra de la voluntad de los húngaros, se tomen medidas
que puedan cambiar dramáticamente la vida en Hungría como sucede en otros
países». Por ello se van a tomar, y con carácter urgente según reafirmaba el
vicepresidente del parlamento, medidas legislativas para blindar la prohibición
de aceptar cuotas obligatorias de refugiados.
Declaración de guerra
Estas serán recibidas por Bruselas previsiblemente como una
declaración de guerra. Lo cierto es que el gobierno contará con una amplia
mayoría para aprobar tanto leyes como la reforma constitucional. Le sobrarán
votos porque el partido ultraderechista Jobbik que también había pedido el No
en el referéndum, difícilmente podría negárselo en el parlamento para dicha
reforma constitucional. Este partido había anunciado que pediría la dimisión de
Orban si no alcanzaba el 50%, como ha sido el caso. La ultraderecha es el único
partido de la oposición que puede realmente hacer daño a Orban que sin duda
intenta fortalecer su plataforma electoral de cara a las elecciones de 2018 en
que ambiciona repetir por tercera vez consecutiva su mayoría absoluta. Los
demás partidos de la oposición, salvo el minúsculo partido liberal, no se
atrevieron a pedir el Sí a los refugiados ante el masivo rechazo popular a tal
opción. El habitual cuerpo electoral está entre el 65 y 70%. Un 20% ha dado la
espalda a la consulta por diversas razones. Por rechazo al obvio uso de la
consulta para la reafirmación del poder político de Orban o por saber que la
opción de rechazo estaba asegurada. Un mero 1,8% de los participantes ha votado
a favor de las cuotas y de las tesis de Bruselas sobre el reparto obligatorio.
Improbable
Gyulas ya había manifestado a este periódico dos días antes
que era improbable que se lograra ese 50% y recordó que ni en el ingreso de
Hungría en la UE ni en su entrada en la OTAN hizo falta esa mitad del censo y
en ambos casos estuvo por debajo. Quitó importancia a los entusiasmos de los
medios de Europa occidental ante la noticia de que no se había alcanzado el
quórum. «Lo importante es nuestra labor legislativa al respecto que se iniciará
en los próximos días. Este resultado es un voto muy contundente para tomar
medidas que impidan peligros para Hungría». Para quienes desde la Unión Europea
vayan a poner en duda el peso político de un voto como el habido ayer en
Hungría del 95% del 45% del electorado, Budapest puede recordar que también
ayer se celebró un referéndum apoyado por Bruselas en Colombia para el llamado
«Acuerdo de paz de La Habana» con las guerrillas narcoterroristas de las FARC.
En este referéndum, que la Unión Europea celebra con
entusiasmo, la aprobación de la tesis oficial no exigía más que el Sí del 13%
del electorado.
42,4 por ciento
Es la participación registrada en la consulta celebrada ayer
contra las cuotas de inmigrantes impuestas por Bruselas
SÍ
De los húngaros que acudieron a votar, sólo el 2 por ciento
acepta la llegada de inmigrantes a su país
NO
El 98 por ciento de los húngaros no quieren que lleguen
inmigrantes, y mucho menos si se trata de musulmanes
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