EL SOCIALISMO SE ALIARÍA CON LA ULTRADERECHA PARA ECHAR A ORBAN
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Budapest
ABC Domingo,
08.04.18
Elecciones en Hungría - Los candidatos
Elecciones en Hungría - Los candidatos
El presidente húngaro se mantiene como claro favorito en las
elecciones de hoy
Alternativa tecnócrata Si Orban pierde la mayoría absoluta,
los socialistas colaborarían con los ultras en un gobierno tecnócrata
Unos ocho millones de húngaros van hoy a las urnas a elegir
a los 199 diputados de su Parlamento con la certeza de que Viktor Orban vuelve
a ser el gran favorito y todo apunta que podrá asumir su tercera legislatura
consecutiva, cuarta en total. Todos los sondeos le atribuyen a la alianza entre
el partido de Orban, Fidesz, y los democristianos del KDNP una amplia mayoría.
Sus posibilidades van desde el no lograr la mayoría absoluta, que sería su peor
fracaso posible, a obtener la mayoría de dos tercios que le da en el parlamento
mano libre absoluta y poder legislativo y de nombramientos incontestado.
Con un sistema de elección mixto –de listas y directa– la
oposición vuelve a acudir a las urnas con una división que es desde hace dos
legislaturas un inmenso regalo para Orban. El naufragio que sufrió la izquierda
tras su gobierno derrotado en 2010 fue tal, que el segundo partido después de
Fidesz es hoy la extrema derecha de Jobbik, con entre el 16 y el 20%. Y solo
después aparece el Partido Socialista (MSZP- Dialog) que en ningún sondeo
alcanza el 20% y todo concentrado en ciudades y especialmente en Budapest.
Después vienen los Verdes y otros grupos menores.
El candidato socialista Gergely Karacsony es un sociólogo,
de una izquierda moderada, que trabajaba en una compañía demoscópica y asume un
cargo, el de rival de Orban, que ha devorado a todos sus antecesores. Ayer
conversó con ABC poco antes de su último acto de campaña y se mostraba
esperanzado en cuanto a las posibilidades de romper o al menos cuestionar el
poder de un Orban que levanta pasiones entre sus seguidores y cuyo carisma
eclipsa todos los esfuerzos de otros en campaña. «Se puede batir a Orban. Creo que
tenemos la posibilidad de dejarle sin una mayoría absoluta y desde luego creo
que puede excluirse que recupere la mayoría de los dos tercios». El líder
socialista cree que esto es fundamental «para evitar que cambie el régimen
local. Los ayuntamientos son hoy los únicos que crean un cierto contrapoder al
poderoso gobierno de Orban. No solo los ayuntamientos que tiene la izquierda y
Jobbik, también los de Fidesz».
La relación de los socialistas y el resto de oposición de
izquierda con la extrema derecha de Jobbik es muy atípica. Colaboran con ella
en ayuntamientos para hacer frente al gran partido del poder. Jobbik, que
surgió como una fuerza cuasi nazi, se ha moderado y puja con la izquierda en
favor de mayor transparencia y lucha anticorrupción, el gran talón de Aquiles
de Orban. Jobbik tiene una difícil posición ya que Fidesz monopoliza el
discurso nacional, de seguridad, de «hungaridad» y de defensa frente al ataque
exterior. Karacsony no descarta una colaboración con la extrema derecha si
Orban perdiera la mayoría absoluta. Se declara contrario a repetir elecciones y
aboga por un acuerdo de emergencia y provisional. «La izquierda no puede
presentar el caos como alternativa a Orban». «Si logramos que Orban pierda la
mayoría absoluta lo mejor es crear un gobierno de tecnócratas para un tiempo
tasado, con una personalidad de consenso a su cabeza. Para eso nosotros
estaríamos dispuestos a colaborar con Jobbik».
Éxito económico
Orban presenta un balance económico con bastantes éxitos con
un fuerte crecimiento del 4% y una tasa de paro que bajó de más del 10 al 4,2%.
La oposición vierte serias críticas a la desigualdad social que considera la
mayor de Europa y a la educación y sanidad que ve en situación desastrosa. Pero
Orban ha aplicado una política de apoyo a las familias y de empleo social que
ha surtido efectos positivos. Y una política de seguridad que la oposición no
discute. Los que desde el exterior, con casi todo el periodismo europeo, con la
Comisión, el aparato de Bruselas, con las ONG izquierdistas y la masiva
financiación anti Orban del magnate George Soros atacan sin cesar la política
de rechazo a cuotas y la valla construida por Orban no parecen saber que la
oposición de izquierdas también está en contra de cuotas de refugiados e
inmigrantes y defiende la existencia de la frontera fortificada. Karacsony
critica a Orban en este campo no en el fondo, sino en su retórica de alarma
para generar temores en la población a que Hungría podría pronto estar como las
ciudades occidentales lo que es puro alarmismo y demagogia, dice.
GERGELY KARACSONY, LÍDER SOCIALISTA
«La izquierda paga hoy su desprecio a la causa nacional»
Gergely Karacsony, candidato socialista, ofrecía ayer a ABC
algunas de las claves de los éxitos de Orban y de los motivos por los que la
oposición no logra capitalizar la enorme hostilidad que el jefe de gobierno
húngaro genera en el exterior. Dice que las campañas contra Orban de la mayoría
de los medios de Europa y EE.UU., los gobiernos occidentales, las ONG y el
Parlamento Europeo siempre benefician al atacado. Porque realzan su papel de
protector de la nación húngara frente a unos ataques del exterior que el líder
presenta como ataques a la voluntad de los húngaros, un argumento con enorme
fuerza evocadora. En 1919 en el Tratado de Trianon las potencias vencedoras
partieron no solo el Imperio Austro-Húngaro sino la propia Hungría y entregaron
gran parte de su territorio a los vecinos, dejando al país con solo un tercio
de su territorio y gran parte de la población húngara fuera de sus fronteras.
«Desde entonces las heridas en el alma húngara son muy profundas». Aquello fue
una terrible mutilación por intervención extranjera. Y existe una especial
sensibilidad ante una agresión exterior real o imaginada. «La izquierda húngara
cometió un grave pecado al ser antinacional. Y su desprecio a la causa nacional
la pagará aun mucho tiempo». «La izquierda rechazó en su día dar la doble
nacionalidad a los húngaros que residen fuera de nuestras fronteras. Yo estaba
a favor. Después Orban se la otorgó. Los húngaros de Transilvania por ejemplo
le adoran». Orban se ganó así la baza de defensa de la nación.
REUTERS
El
candidato socialista húngaro, Gergely Karacsony, en un mitin electoral
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