The Unending Gift

jueves, marzo 28, 2019

DE NUEVO A LA BATALLA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Miércoles, 27.03.19

Trump decía la verdad, los medios mentían

Un día antes de que el investigador Robert Mueller cerrara su informe que exonera a Donald Trump de toda implicación en una trama rusa, este firmaba una orden ejecutiva muy importante, de la que en España nada se ha oído. La orden de «Libertad de expresión» establece que será anulada toda ayuda financiera y subvención federal a las universidades que permitan censura, acoso y limitaciones ideológicas en sus campus. Para acabar con la dictadura de lo políticamente correcto, el arma de la izquierda para la coacción y la represión de libertad, pluralidad y en especial pensamiento conservador o liberal.
Es un ejercicio muy divertido observar estos días las contorsiones de los medios norteamericanos, en su posición izquierdista gregaria, para no reconocer que las conclusiones del Informe Mueller son una enmienda a la totalidad, a la vergonzosa conducta de la mayoría de ellos. Porque el informe es la certificación de 22 meses de mentiras, medias verdades e infames manipulaciones del periodismo militante. Que no quería saber la verdad sino fabricar una realidad paralela para derribar a Trump. También ha sucedido en España y el resto de Europa. La fiebre anti-Trump ha generado medias verdades, mentiras totales e infinidad de ridículos. Nadie se disculpará. En España coincide además con el recuerdo de otra página negra para el periodismo como fue el caso Juana Rivas. Allí como aquí, el periodismo ahora ya es misionero, surgido de universidades secuestradas por el izquierdismo. Ya no es un instrumento de información sino de adoctrinamiento y manipulación «progresista».
El frente enemigo de Trump se ha quedado sin su arma favorita. Nunca aceptó el resultado de las urnas. Y creyó poder derribarle mediante una inmensa farsa sobre la conexión rusa. Con otro quizás lo habrían logrado. Pocos aguantarían la presión soportada por Trump sobre su persona, su familia y entorno. Pues sí, mal que les pese Trump decía la verdad y sus enemigos mentían. Él ha ganado y ellos están confundidos y dispersos. Querían impedirle terminar un mandato y le han hecho la campaña para el segundo. Para seguir esa batalla ideológica que acabe con el rodillo izquierdista que genera este periodismo de vergüenza que acaba de ser humillado.

EL SALTO A LA PESADILLA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 26.03.19

Todo voto es útil si evita la senda venezolana en España

TENÍA razón ayer Ignacio, mi vecino Ignacio Camacho, al advertir de que Podemos es una terrible amenaza que se incrementa por ser subestimada. Lo es por diversas razones. Por el espectacular deterioro de la imagen, política, personal y hasta física, de su líder Pablo Iglesias. Por las debilidades que hoy ya son de dominio público, de un partido siniestro pero frágil, tan fanático como vividor, mitad cheka soviética, mitad parranda golfa. Ya se conocen su ineptitud, su desunión, su frivolidad y su corrupción. Dan menos miedo. Ya se sabe que sus dirigentes son tan vulgares como la inmensa mayoría o más. También porque las cifras cantan. Los sondeos muestran una clara tendencia al desfondamiento. Que se confirma en las calles con los fiascos de convocatoria a lo largo del pasado año. Y que ha vuelto a quedar en clamorosa evidencia en el raquítico mitin del retorno del maltrecho profeta. Cuya frase más brillante en ese momento estelar ha sido: «Después de tres meses limpiando culos me siento más preparado para ser presidente».
El ridículo que hacen Iglesias y su consorte Montero cada vez que hablan de su nuevo estado como padres y propietarios en la casa de La Navata no debe ocultar la seriedad de la amenaza extrema para la democracia y unidad nacional. Este peligro del triunfo de una voluntad totalitaria llega bien disfrazada. Pedro Sánchez, usurpador desvergonzado
del aparato del Estado, abusa a diario del mismo sin ningún escrúpulo. Con la servidumbre de los medios, públicos y privados, construye una fachada electoral de proyecto de gobierno moderado. Su pretensión de engaño llega a modular voz y gestos para ocultar la violencia interior que sacude a ese hombre tan poco sereno y equilibrado. E igual que tras sus sonrisas hay rabia, tras la fachada política de la moderación está el proyecto de cambio de régimen que Pablo Iglesias aspiró a encabezar. Sánchez le ha robado la cartera. Le ha quitado el programa y el mensaje, aliados, tiempos y votantes, todo. Hasta la energía física y la imagen dinámica y juvenil se la ha arrebatado Sánchez a un Iglesias avejentado, que parece haber compartido con sus hijos todos los biberones del trimestre. Sánchez le ha sorbido el alma. Sánchez es Iglesias con buena planta. Lo inaudito es que sus adversarios políticos no han reaccionado aun. PP y Cs actúan como si aspiraran a gobernar en solitario. Y si no, llevarse bien cuatro años con el rival gobernante. No podrán ni lo uno ni lo otro. El Frente Popular bajo Sánchez/Iglesias llega para acabar con el régimen y la continuidad histórica de la nación española. Los tres partidos que defienden la Constitución, la unidad nacional y la Monarquía, PP, Cs y Vox, tienen la misión histórica de hacer frente a quienes –Sánchez no lo oculta– tienen su modelo en un Frente Popular que mataba a su oposición. Yerran quienes pretenden que un hipotético acuerdo con Cs evitaría la marcha de Sánchez contra la España constitucional y por el cambio de régimen. Con Europa inmersa en una vorágine de cambios, nadie espere ayuda exterior para defender instituciones, leyes y reglas democráticas. Estas serán un obstáculo para quienes, con Sánchez/Iglesias a la cabeza, destruirán la economía en meses y recurrirán pronto a medidas especiales para aumentar dependencias y reprimir las quejas. PP, Cs y Vox no deberían perder una frase ni instante en criticarse. Toda su campaña ha de centrarse en explicar a los españoles que si se dejan engañar por Sánchez/Iglesias, España dará un salto hacia la pesadilla que será de muy difícil retorno pacífico hacia la democracia y la libertad.

EL GRAN FIASCO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 24.03.19

El informe Mueller es un desastre para los enemigos de Trump

Durante dos años, la investigación sobre los supuestos vínculos secretos del presidente Donald Trump con Rusia ha generado cientos de titulares y portadas y llenado páginas e informativos en los medios españoles. Cualquier indicio, movimiento o comentario de los enemigos del presidente que participaban o reportaban en esa investigación dirigida por Robert Mueller era noticia destacada. Y motivo de esos imperecederos titulares como «Se estrecha el cerco», «Trump contra las cuerdas» o el ya mítico «Trump acorralado», repetidos sin pudor. Se agotaron los calificativos para las culpas supuestamente probadas de Trump en estos 694 días de la mayor operación de escrutinio personal jamás hecha a un presidente norteamericano.
Resulta por eso divertido que ahora que se ha cerrado y entregado a la Fiscalía el resultado, Trump y Mueller desaparecieran ayer de las portadas digitales de los medios españoles. Se perdió todo interés. En las televisiones solo informaban del cierre de la investigación, pero ocultaban su conclusión principal. Por una razón muy evidente: el informe es un colosal e infinito fiasco para los enemigos de Trump. Y un gran regalo para el presidente y los republicanos que afrontan ahora la reelección casi con tranquilidad. Mientras se devoran entre sí las legiones de ultraizquierdistas en las primarias del Partido Demócrata.
No se conoce el contenido del informe y es probable que solo se conozca parcialmente, porque la investigación ha entrado hasta las zonas más sensibles y secretas de la administración. Todo en busca de algo que pudiera satisfacer las ansias de imputar a Trump para derrocarle y corregir así un resultado electoral que jamás ha sabido aceptar el partido de la fracasada Hilaria. Han vuelto a fracasar. Toda la investigación de cuerpos federales con el FBI y sus jefes enemigos acérrimos de Trump y las decenas de millones de dólares gastados no han servido para nada. Ni siquiera las nada ortodoxas formas de extorsionar y ofrecer, a cambio de pruebas contra Trump, ventajas judiciales a gentes imputadas por asuntos ajenos al presidente, han logrado montar un caso para encausar a Trump ni a nadie de su familia. Nunca se ha investigado tanto a alguien y por muchas cosas estéticamente cuestionables que hubiere en el informe, no hay causa, luego no hay nada. Nada.
Los demócratas estaban ayer aturdidos al ver destruido su arma favorita contra Trump: probar que trabajó con Rusia para ganar las elecciones. Para imputarle y destituirle. Querían acabar con él a mitad del primer mandato. Pues van a tener dos. Ahora pretenden que se publique todo el informe, lo que saben no será posible. Es un esfuerzo desesperado por mantener viva la duda. Los medios de EE.UU., con excepciones, la más fanatizada oposición al presidente, hacían ayer puro contorsionismo conceptual y lanzaban torpes dudas para mantener algunas sospechas. Es inútil. Veremos si algún medio o periodista, por distinguirse de los demás, pide perdón por las acusaciones de terribles culpas ya declaradas infundadas. Auguro que van a ser pocos a ambos lados del Atlántico

LA HUMILLACIÓN REBOSANTE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 22.03.19

Algunos no calculan la voluntad que generan rabia y hartazgo ante tanta afrenta separatista

LOS españoles están acostumbrados a la severidad del Estado. Saben que sus infracciones, de tráfico o urbanismo, fiscal o laboral, son castigadas de forma implacable y dolorosa. Con multas que siempre superan en mucho las sanciones en otros países con ciudadanos de mayor poder adquisitivo. La cantidad media de las multas de aparcamiento en una ciudad alemana es de 20 euros, en Madrid, de entre 90 y 180. Dos multas de tráfico pueden destruir aquí el presupuesto mensual de una familia modesta. El trato de los españoles con el Estado está cuajado de humillaciones. Por el desprecio y por la dureza del castigo de las faltas, la infracción del hombre honrado. En cambio, hay pocos países en los que se perdonen tanto los más graves crímenes. En España andan por la calle ladrones que son detenidos varias veces por semana, violadores condenados hace menos de un lustro y asesinos múltiples que han cumplido 18 meses por muerto a sus espaldas. A la humillación del trato injusto y severo al español honrado se suma la que causa la impunidad del más canalla.
Porque la cara más amable la reserva siempre el Estado a los peores matones. No hablemos de Josu Ternera, libre para que no hable de sus apaños con Zapatero. Ni de Mikel Antza, responsable en cientos de asesinatos, puesto en la calle al ser entregado por Francia. Hablemos de Quim Torra. Un jefe regional se burla de toda España. Se mofa de la Junta Electoral Central, se ríe de las instituciones y de las leyes y se cisca en los españoles. Se le ordenó quitar de los edificios oficiales pancartas y lazos amarillos que nunca debieron ser tolerados en ellos. Por ser un insulto a España y su Justicia y una amenaza a todos los catalanes no separatistas. Además de apología del crimen golpista. No los quitó. Hizo alarde de desacato hasta con broma de cambio de unos insultos por otros.
Es Torra el mismo sujeto al que la Guardia Civil vio en uno de los depósitos de material de la operación criminal en días de autos. Ahora, mientras Torra se ríe de los españoles porque sabe que el jefe del Gobierno de España está de su parte, se demuestra a diario en la Sala del Supremo que el golpe de Estado fue urdido y ejecutado por los acusados y muchos otros. Entre ellos, Torra. Había planes para situaciones de violencia extrema y se aplicó la violencia de forma calculada. Hubo acciones de vigilancia a la policía y coordinación de operaciones clandestinas con los cuerpos armados de los Mozos de Escuadra, destrucción de pruebas y las peores intenciones criminales. Sí, el golpe de Estado era y es ese golpe de Estado y todos los acusados y muchos más están implicados. También Torra, que sigue riéndose de los españoles. Sí, porque sabe que, pese a todos los disimulos y aunque no les gusten las maneras, Sánchez, el PSOE y los comunistas de Podemos le necesitan.
Sánchez y sus ministros, todos dedicados a la representación de la mentira, no perciben el calado de la indignación que generan estas humillaciones añadidas del golpismo. Millones de españoles asisten con rabia y estupefacción al circo montado por Torra y permitido por su socio Sánchez. A muchos sorprendió aquella manifestación de un millón en Barcelona de 2017. Fue el comienzo de una respuesta de los españoles a tanta humillación acumulada. En un eco atronador de la dignidad solitaria del Rey Felipe VI. Las humillaciones que generan otra vez los golpistas y quienes los amparan, ya son rebosantes. Como rebosan ya las emociones y voluntades ante una batalla decisiva de los defensores de la continuidad histórica de España contra sus enemigos.

DOS GIGANTES AFINES

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Miércoles, 20.03.19

Bolsonaro y Trump confirman su voluntad de acabar con las tiranías en el continente

Jair Bolsonaro y Donald Trump están decididos a liberar a Venezuela de la pesadilla de la tiranía del régimen narcocomunista de Nicolás Maduro. En Washington han discutido los próximos pasos para que esto suceda pronto. Como dijo ayer Trump, todas las opciones están abiertas para hacer caer a ese régimen criminal, incluida la militar. Pero insistió en que aún hay un serio recorrido de sanciones que, aplicadas con creciente dureza, pueden cambiar voluntades en el Ejército y el régimen y hacer innecesaria una escalada militar que todos quieren evitar. Aunque no todos a toda costa. Nadie debe excluir que se produzcan intervenciones de castigo contra miembros del aparato de la dictadura.
En Europa, en especial en España, se han oído sobre todo insultos y descalificaciones a los protagonistas del encuentro entre el presidente Jair Bolsonaro y Donald Trump en la Casa Blanca. Resulta inaudito que en medios públicos y privados en España se hable del presidente de Brasil como «el líder ultraderechista». Por no hablar de los improperios hacia Trump. Lo cierto es que Bolsonaro y Trump son los presidentes de los dos mayores países del continente americano y piensan de forma muy similar en muchas cosas.
Esto permite expectativas hasta ahora impensables en beneficio de una política de mayor libertad del mercado y el comercio. Y ante todo de mayor firmeza en la lucha contra las tiranías en el continente. Hay un amplio movimiento en toda Iberoamérica en favor de la libertad y en contra de los fracasados regímenes del socialismo del siglo XXI, contra el terrorismo de las FARC, ELN y otras bandas así como contra la red del narcosistema de Foro de Sao Paulo controlado por Cuba. Hay cada vez más indicios de que la previsible caída del régimen de Venezuela lleve a la del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. Y de que la comunidad americana emprenda esa tarea pendiente de liberar al continente de su peor foco infeccioso criminal, generador de las peores tragedias desde hace 60 años, es el régimen comunista de Cuba. Ya es hora.

LAS AMARGAS LETANÍAS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 19.03.19

La campaña contra Vox distrae de la batalla contra el sanchismo, el enemigo real de España

NO hay día en que no lluevan los insultos a quien pretenda no votar a ninguno de los partidos hoy representados en el parlamento. Objeto de todos esos epítetos del desprecio son los españoles que en poco tiempo han adquirido la convicción o la esperanza de que hay una nueva opción política que tiene voluntad de representarlos a ellos. Que es Vox. Y de la que esperan que los defienda a ellos y a sus opiniones y sus intereses como ninguno lo ha hecho en pasadas legislaturas. Todos los días se suman nuevos fustigadores a la campaña que dirigen algunos ya realmente obsesivos. ¡Cuánto empeño en descalificar la libertad y la voluntad del prójimo! ¡Cuánta fatuidad en esas admoniciones! Que llegan a cuestionar la capacidad política, la madurez, el criterio y hasta la salud mental y la pertinencia del derecho de voto de todos aquellos que pudieran optar por votar a Vox. Los llaman fanáticos y patrioteros, pulseritas, idiotas y hasta agentes del sanchismo. Les conminan a la enmienda y a salvarse de sus bajos instintos no votando lo que desean sino lo que les digan las elites pensadoras y sofisticadas.
Poco favor hacen así a otros partidos con estas amargas letanías. Porque esta insistencia en que la salvación de España depende de que un número cada vez mayor de españoles no voten lo que quieren no tiene credibilidad y tampoco honradez intelectual
ni política. Y menos aun cuando procede de quienes han jaleado y elogiado a los culpables de que la continuidad histórica de España y su régimen democrático estén hoy en grave peligro. En una crisis existencial comparable a las dos mayores tragedias que fueron la invasión napoleónica y la guerra civil. Estamos donde estamos porque el proyecto de cambio de régimen fraguado por la izquierda, el separatismo y el terrorismo bajo Zapatero recibió el visto bueno y la protección de un gobierno de Rajoy que tuvo la mayoría absoluta para acabar con él. Y estamos aquí porque el bolso de Soraya nos dejó en manos de un desaprensivo cómplice con todos los enemigos del régimen democrático y la nación.
El PP ha acometido cambios profundos bajo un Pablo Casado que tiene inmenso mérito dada la inmensa mochila de piedras heredada. Y recuperará fuerzas en campaña. Pero eso no basta. Porque ese partido sigue inmerso en los tóxicos efluvios del consenso político que le hace defender leyes ideológicas de la izquierda o políticas lingüísticas como la gallega. Casado ve el camino. Pero es Vox quien le ayuda a arrastrar en la dirección adecuada esa mochila que heredó de gobernantes que merecerían condena. La defensa eficaz de España, de su unidad nacional, su constitución, su lengua común y su libertad tiene aún posibilidad de éxito político e incruento gracias a esta revuelta popular nacional gestada desde 2017. Su incuestionable referente es Vox. Pedir que desaparezca es castrar la revuelta imprescindible para salvar a España. Es pedir que se suicide la esperanza.
La revuelta fue inicialmente una reacción al golpe de estado en Cataluña. Hoy es ya el inaplazable levantamiento popular en favor de la continuidad de la nación española y su democracia para derrotar la muy clara amenaza que supone un frente popular de socialistas radicales, comunistas, golpistas separatistas y filoetarras, liderado por un personaje sin escrúpulos ni freno moral ninguno. Vote cada español en conciencia y libertad a quien crea que le representará y defenderá mejor. Concentren los partidos y los medios sus campañas, no en insultar a su posible o imposible votante, sino en denunciar a quienes quieren destruir España y podrían tener después del 28A medios y tiempo para hacerlo.

DEMAGOGIA Y DRAMA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 17.03.19

Los medios occidentales cada vez adoctrinan más e informan menos

PRODUCE estupor saber que ciudades europeas son hoy más peligrosas que países africanos conocidos por su miseria y violencia. Pese a ello, la noticia apenas tuvo eco. Eso pasa porque los medios en Occidente están tan volcados en adoctrinamiento e instrucciones para la conducta y el pensamiento del probo ciudadano. Apenas tienen tiempo, espacio e interés para informar de hechos relevantes. Menos aún de aquellos que contradigan el mensaje canónico de la cada vez más implacable, represiva y totalitaria corrección política. Ahí tienen ahora a todos los medios públicos y privados implicados en la aberrante campaña de abuso de menores que es la movilización de niños en contra del cambio climático. Con la imperdonable complicidad de los estamentos oficiales, la cobarde inhibición de los partidos políticos, se moviliza a los niños hacia una militancia fanatizada en un falsario «combate final en favor del planeta» y contra sus enemigos. Que ya se ocupan algunos mayores de identificar como todo aquel que se resista a las coacciones, supresiones y prohibiciones, todas en aras del bien supremo de la salvación del planeta. El enemigo de la supervivencia del planeta no merece perdón. Como en la revolución cultural china, cuando los colegiales humillaban y ejecutaban a profesores u otros adultos por no ser suficientemente comunistas, ahora, entre consignas «antifascistas» y anticapitalistas, los niños manipulados demandan medidas colectivistas de disciplina social y, por si hubiera dudas sobre la orientación, con la canción partisana comunista «Bella Ciao» como himno.
Mientras, y aquí pasamos de la demagogia al drama, cientos de jóvenes de origen somalí de ciudades inglesas han sido enviados por sus familias a Somalia por miedo a que sean asesinados en la plaga de acuchillamientos en sus barrios. Los hijos de refugiados somalíes llegados al Reino Unido en huida de la violencia sectaria en Somalia huyen de vuelta porque allí están más seguros. Los padres devuelven a sus jóvenes a África. Allí corren menos peligro que en los suburbios de Londres, Birmingham o Mánchester.
Los acuchillamientos entre jóvenes son ya una epidemia en el Reino Unido. En doce meses hasta septiembre de 2018 se produjeron 39.818 ataques con arma blanca. Hoy hay un ataque con arma blanca cada 14 minutos. La mayor parte de los afectados e implicados son ciudadanos procedentes de antiguas colonias. La pesadilla multicultural de los barrios pobres británicos genera así situaciones tan graves como aquellas de las que huyeron sus habitantes. Huyeron de un infierno y han recreado el infierno donde fueron acogidos. Hay otros ciudadanos que huyen ya de Europa por miedo. Por los efectos de esa multiculturalidad que, como avisó Giovanni Sartori, destruye el «demos», la convivencia, y al final, la democracia. Los judíos europeos emigran a Israel ante el nuevo activismo antisemita importado con la inmigración musulmana. Todos los medios agitan la enésima campaña de histeria y demagogia izquierdista. Con la fiel colaboración del ultracentrismo que es la derecha idiota. Y todos ocultan las auténticas catástrofes sociales. Porque son parte de sus planes.

PASAN COSAS QUE NO PASABAN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 15.03.19

Europa está convulsa y confusa, en América cristaliza un nuevo proyecto de libertad

EN Europa proliferan los focos de crisis. Desde el caos del Brexit a la agonía de la coalición alemana y el hundimiento de sus expectativas económicas, desde la incógnita italiana, al fiasco Macron en Francia y la terrible posibilidad de que España legitime en elecciones a un gobierno de la izquierda radical con golpistas enemigos del Estado. Mientras, en toda América pasan cosas apasionantes. Algunas son trágicas. Como las riadas de muertes por hambre, debilidad, enfermedades y crimen en Venezuela que se prolonga, tras conseguir el dictador Nicolás Maduro, con ayuda de cómplices y socios en Europa, Rusia y China, impedir una acción coordinada para el cambio de régimen. El Gobierno español ha ayudado como pocos a salvaguardar a la dictadura. Es su vergüenza y la nuestra. Lamentable es también la rápida deriva de México con AMLO a la comisión de todas las mismas locuras y ridiculeces económicas y políticas marcadas por ideología indocumentada que llevaron a Venezuela a hundirse en el caos, el crimen y el hambre.
Muy ilustrativa es una viñeta en la que se ve a un Castro que deja tirada la vaca muerta de Venezuela y se dirige a la aun saludable vaca mexicana a sacarle la sangre a ella. Cuba como el eterno parásito y el mayor exportador de veneno ideológico y criminal. Entre las mejores cosas que pasan en América está la creciente conciencia de que hay que acabar de una vez por todas con ese foco infeccioso. Soberbio fue el discurso de Donald Trump en Florida con su visión de un hemisferio americano libre del terror y del socialismo que impide el desarrollo en seguridad de tantos países al sur del Río Grande. Venezuela, Nicaragua y Cuba podrían ser como los más prósperos rincones de EE.UU. de tener libertad. Lo dijo Trump, lo ratificó Mike Pompeo. Hay planes para ayudar por fin a los cubanos a acabar con la dictadura. No se ha intentado desde 1963.
En Europa parece prohibido decir nada positivo sobre Trump. Como es el caso en Nueva York o California, los dos epicentros de la histeria izquierdista norteamericana. O algunos rincones de Washington. En España, fuera de las habituales dosis de insultos hacia su persona y su familia y los grotescos y manidos vaticinios sobre su caída, los medios, los periodistas y analistas apenas encuentran nada de interés que decir sobre el presidente. No solo es el inmenso éxito de la política económica de Trump que ha generado en EE.UU. un ambiente de confianza económica desconocido desde hace décadas. Los sesudos analistas españoles lo ocultan, salvo excepciones como Daniel Lacalle y alguno más. No solo que ha logrado bajar el índice de paro a un 3,8% también apenas recordado o que las cifras de empleo de minorías como negros e hispanos estén en un máximo histórico.
La gran política del presidente mueve a un tiempo muchas teclas en el escenario internacional, desde Corea del Norte, donde aprieta si el sátrapa coreano está terco, a China con quien habrá un acuerdo mejor para EE.UU. Los europeos, cobardes siempre en el reto, que tanto le criticaron por su «insensatez» que podía traer una guerra comercial terrible, están rumiando ya pasos muy similares. El déficit creció sí, pero los nuevos acuerdos cambiarán el tablero como nada en décadas. Aquí se acercan unas elecciones europeas en las que las fuerzas que desafíen a la socialdemocracia omnipresente van a irrumpir con inmensa fuerza. En América, Trump, el brasileño Bolsonaro, el colombiano Iván Duque y otros desmarcados del socialismo como Lenin Moreno, se aprestan a forjar una gran coalición por la libertad americana que irá a por Cuba. Pasan cosas que no pasaban.

TODO EN EL AIRE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Miércoles, 13.03.19

La salvaguarda para evitar la frontera a través de la isla de Irlanda despierta recelos insuperables en Londres

Otra vez ha llegado Theresa May a Westminster con una propuesta de acuerdo con Bruselas para el divorcio del Brexit y otra vez se lo ha tirado por la borda una gran mayoría. No ha sido tan brutal como el 432 a 202 de hace unas semanas, pero la derrota de ayer, 391 a 242, tampoco es menor. La tierra ignota de la salida de la UE se ha revelado un infierno político en el que se sufre toda la sociedad británica bajo una clase política desarbolada por las dificultades de cuadrar este círculo. Y en el centro de ese infierno una gran pira en la que arde desde hace muchos meses ya un gobierno conservador y su jefa, esta con inmenso aguante pero poco éxito y menos suerte.
Quedan apenas 17 días para la fecha en que está prevista la salida y no hay marco legal para la misma. La salvaguarda para evitar la frontera a través de la isla de Irlanda despierta recelos insuperables en Londres sobre la posible hipoteca de la soberanía británica.
May anunció que hoy pondrá a votación la salida sin acuerdo en la cámara. Si vota en contra afrontará una extensión. El líder laborista pidió una vez más elecciones generales. Aunque nadie quiera creer que sea inevitable el caos de una salida sin acuerdo, lo cierto es que el escenario de un caos resultante es uno de los posibles. Hay otros. Como las elecciones generales o ese nuevo referéndum con el que sueñan los más militares de los adversarios del Brexit. Quizás sin razón, porque solo en la prensa y la política continentales hay convicción de que un nuevo referéndum traería un resultado favorable a la permanencia. Y que los británicos asustados ante las dificultades del Brexit iban a arrepentirse y regresar humildes y solícitos al seno de la UE.
Nadie puede excluir que se reafirmara la opinión de que la mejor suerte del Reino Unido está fuera de una UE que algunos como Emmanuel Macron quieren hacer aún más centralizada y regulada. Lo cierto es que todo sigue en el aire.

CUENTOS QUE SE PAGAN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 12.03.19

La mentira del 11-M, como la antifranquista, amordaza a los españoles

TODOS saben que es mentira. Que no fueron un puñado de camellos confidentes de la Policía los que cambiaron radicalmente la historia de España el 11 de marzo de 2004. Todos saben que no eran ocho «pirados» marroquíes con unos cuantos desgarramantas de la pequeña delincuencia los que coordinaron en la perfección una cadena de atentados que tenían que helar el corazón y lo hicieron de una nación milenaria como la española. Unos chorizos descerebrados no ejecutan con ese virtuosismo de organización y desarrollo un atentado perfecto en su terrorífica eficacia. Toda España sabe que es mentira. Pero no se dice.
Porque, quince años después, si hay algo firme en España es el tabú oficial que condena radicalmente todo cuestionamiento de la versión más inverosímil sobre el 11-M que es la oficial. Por lo que firme es aun hoy la voluntad de destruir profesional y personalmente a quien diga lo que todos saben: que se quiso cambiar la historia de España con aquella matanza y que se consiguió. Que se quiso hacer volver a España a la senda de la división, la debilidad exterior e interior y el fracaso político y se logró. Que se decidió crear de forma traumática unas condiciones para acabar con el régimen constitucional de la Transición de 1978 y la Reconciliación Nacional y se hizo. Desde entonces todo ha ido en la misma dirección. Mariano Rajoy obtuvo una
mayoría absoluta para impedirlo. Pero esa historia de abismal cobardía y fracaso es otro cantar.
Hoy vemos triunfar posiciones políticas y personales de quienes no habrían sido nada ni nadie sin aquello. Vemos el bienestar material de muchos que sin el 11-M habrían sido menos que nada en sus partidos, academias, facultades y garitos diversos. Si Zapatero pierde aquellas elecciones habría acabado probablemente de abogado en el turno de oficio en León y no de agente internacional del narcotirano Nicolás Maduro con gran casoplón ya en Aravaca. Sin Zapatero, Cataluña no habría delirado de la forma en que lo hizo cuando se le dijo que las leyes no importaban. Ternera estaría en la cárcel, ETA no compartiría con el PNV el maná tributario del Concierto y sin las campañas de revancha la guerra civil no habría estallado en tantos corazones y cabezas y el odio no se habría desparramado por las calles de las ciudades españolas. Al menos no tan brutalmente. Sin Zapatero, no habría un partido leninista de 70 diputados, ni Pablo Iglesias tendría mansión en la Navata. Pedro Sánchez estaría, lógicamente, en el paro de larga duración. Los partidos terroristas estarían ilegalizados y no podrían ser socios del gobierno.
Ayer, el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, felicitaba en la radio, quince años después, a las fuerzas de seguridad por su investigación del atentado del 11-M. Dice que «llegó hasta el fondo». «Sustancialmente se sabe toda la verdad sobre los atentados del 11-M». Quien tenga dudas al respecto es un Villarejo que solo merece desprecio. La inmensa mayoría de los periodistas han asumido esa versión. No están los tiempos para audacias. Políticos y medios toman por imbécil a la ciudadanía. Grande-Marlaska, un juez respetable hasta que entró al gabinete de los horrores, está feliz con la investigación del 11-M. Como el juez Bermúdez en cuanto supo de su propio éxito. Y toda la tropa del consenso aplaude esta inmensa farsa que solo genera falsedad. Porque el 11-M es la otra gran traición de los españoles a su convicción con la mentira antifranquista. Esa que reza que los españoles eran demócratas reprimidos por Franco y tres curas y tres militares. Y la izquierda era la resistencia demócrata y civilizada. Y que la república fue decente y además funcionó. En fin, cuentos que se pagan.

POGROMO CONTRA EL CONSTITUCIONALISMO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 10.03.19

El secuestro del 8M anuncia una campaña sin escrúpulos del sanchismo

LA imagen de esas mujeres detrás de la pancarta es lo que quería Pedro Sánchez. Quería mucha imagen para la campaña y la tendrá. Aunque quizás no todas le sean útiles para prolongar su cabalgada sobre el tigre enloquecido. Hay imágenes que le servirán. Pero otras son un regalo para la campaña de los partidos constitucionalistas. La inmensa mayoría de las mujeres de España no se identifica con el alarde de zafiedad y mentiras, exageraciones, histeria, agresión, insulto y desprecio al prójimo. Hay imágenes nauseabundas que generarán mucho rechazo. El Día de la Mujer Trabajadora fue secuestrado de antemano por una apuesta totalitaria y su manifiesto lo dejaba claro. Hicieron bien en no ir quienes no fueron e hicieron el ridículo quienes pretendían que iban a un acto en defensa de la igualdad de derechos. Porque acudieron a la apertura de la campaña del Gobierno contra la España constitucional.
Las manifestaciones comenzaron ya con insultos y se degradaron en el delirio hasta convertirse en el gran amago de un pogromo contra la oposición constitucionalista. «¡Abajo el fascismo, arriba el feminismo! ¡Frente a Colón somos legión! ¡Dónde están, no se ven, las banderas del PP». Allí estaba Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno del Reino de España, gritando «abajo el fascismo» en coro con otras señoras de mediana edad. Allí estaban la básica Adriana Lastra y otras en griterío adolescente tan zafio y romo como el de las bandas agresivas de extremistas en marchas con insultos, agresiones verbales y algunos ataques a sedes de partidos como masivas intimidaciones a discrepantes. Destacaba junto a la vicepresidenta una rubia grandullona que saltaba, gritaba y palmoteaba más que el resto. Fue identificada como la señora Begoña Gómez de Sánchez, la del Falcón y los palacetes, la aprendiz de reina, la de los viajes impertinentes e inexplicables, la de la nómina secreta en el Instituto de Empresa –qué vergüenza, señores–, la de las dietas y facturas secretas. ¡Abajo el fascismo!, gritaba. Sonaba a ¡Yo me quedo! ¡Fascismo, fascismo!
Esta desvergonzada operación con el uso y abuso de todos los medios del poder convertía el 8M en la respuesta a la manifestación de Colón. Y se hizo. Es el comienzo de una campaña para acosar a «las derechas» como «fascistas». Dirigida desde Moncloa con la implicación masiva de todo el «Frente Popular» con comunistas, separatistas y demás fuerzas enemigas de la monarquía y la democracia y la unidad nacional. Contará con todo el aparato mediático y propagandístico en manos de la izquierda. Esto acaba de empezar. Con terminología propia de la guerra civil para plantear las elecciones de abril como la revancha de la Batalla del Ebro. Nadie excluya que haya violencia y no solo en Cataluña. Porque el poder ha descalificado a la oposición hasta criminalizarla y las huestes izquierdistas más descerebradas están desinhibidas por ese «macarrismo gubernamental». Y sin embargo, puede que toda esta peligrosa y odiosa operación les salga mal a Sánchez y las chicas de la pancarta.

MUGRIENTA CHATARRA IDEOLÓGICA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 08.03.19

Ningún liberal sale a la calle por un manifiesto totalitario

LA política es el arte de lo posible, dicen. Pero no todo es posible y menos conveniente. Como estar en varios sitios a la vez y decir lo uno y lo contrario. No es por Pedro Sánchez que es mero campeón de la falsedad y la mentira. Él está donde está. Preocupan otros. Por ejemplo los que anuncian hace cuatro días un programa de «feminismo liberal» –sepa Judas qué es eso– y marchan hoy junto a las peores bandas totalitarias y partidos extremistas en favor de un manifiesto de chatarra ideológica mugrienta que por su ridículo radicalismo avergonzaría hasta a comunistas de épocas intelectualmente más aseadas. La manifestación feminista de hoy no tendría más importancia que cualquier acto de propaganda de la izquierda española si no se hubieran sumado a ella otras fuerzas que una vez más son esclavos morales e ideológicos de la hegemonía cultural neomarxista.
Desde hace ya mucho la izquierda es incapaz de ofrecer proyectos alternativos de creación de riqueza y bienestar y desarrollo económico. Vive de las banderas excluyentes de combate en la coacción e intimidación social que son el feminismo, el animalismo, el ecologismo radical, la guerra contra el comercio, el odio al empresariado, el homosexualismo o la ideología de género y demás. Es algo tan transparente que quienes dicen no participar en proyectos colectivistas, igualitaristas y por tanto antiliberales no tienen excusa. Porque alimenta sospechas de obediencias no declaradas y de dependencias similares a la que los comunistas de Podemos con sus financiadores extranjeros.
España está a punto de librar una batalla decisiva en la que va a sentenciarse si los españoles reaccionan y salvan a la nación y la democracia de un asalto que comenzó ahora hace tres lustros o triunfa un Frente Popular que pretende un cambio de régimen y el fin de la continuidad histórica de la nación española. En estas circunstancias, las incongruencias y frivolidades de algunos son tan peligrosas como las amenazas de los enemigos de la constitución, la nación y la libertad. Quienes hoy se manifiestan no lo hacen por los derechos de la mujer sino por cosas como no ocultan. «Contra el extractivismo, las empresas transnacionales, y los tratados de libre comercio; contra las viejas y nuevas formas de explotación. Porque somos antirracistas estamos contra la ley de extranjería y los muros (…); porque somos antimilitaristas estamos contra las guerras (…); contra los Estados autoritarios y represores que imponen leyes mordaza y criminalizan la protesta y la resistencia feminista».
La letanía de lemas majaderos del marxismo clásico da pereza: «Para romper con las fronteras, el racismo y la xenofobia (…) Para que ninguna mujer tenga que migrar forzada por las políticas coloniales, neoliberales y racistas del Norte Global, que producen situaciones económicas, bélicas, sociales y ambientales insostenibles (…) Plantamos cara al orden patriarcal, racista, colonizador, capitalista y depredador con el medio ambiente. Somos un movimiento internacional diverso que planta cara al orden patriarcal, racista, colonizador, capitalista. (…) Nos preceden las mujeres (..) que combatieron al colonialismo, las que trajeron la II República, las que lucharon en la Guerra Civil, y contra la Dictadura franquista».
En las próximas elecciones nos jugamos la existencia de España. Debiera estar claro. Hay fuerzas decididas a destruir la nación, la democracia y la monarquía. Y otras, que por conservar el poder son capaces de todo, también de colaborar con aquellas en la voladura. Para hacerles frente conviene tener muy claros los conceptos que manejan los partidos que concurren. A España, su monarquía y su democracia no la va a salvar nadie dispuesto a desfilar con los enemigos de la libertad que han escrito ese siniestro manifiesto.

jueves, marzo 14, 2019

ANTISEMITAS Y TOTALITARIOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Miércoles, 06.03.19

La radicalización del Partido Demócrata amenaza con dinamitarlo

Estalla la guerra civil en el Partido Demócrata. La espiral de radicalización ideológica que Hillary Clinton y sus grupos multiculturales fomentaron en los pasados años ha generado una marea izquierdista que ya ha llegado a Washington. Llega con banderas que van desde el feminismo y el animalismo al culto al LGTBismo o la violencia. Pero una muy destacada que nunca falta en ambientes totalitarios: la del antisemitismo. Como en los partidos de izquierda en Europa, el llamado «antisionismo» ha dado vía a la abierta judeofobia y antisemitismo. En Reino Unido ya amenaza con destruir el Partido Laborista con numerosas deserciones.
En EE.UU., con Ilhan Omar y Alexandria Ocasio-Cortez a la Casa de Representantes el pasado otoño entraban dos perfectas representantes de la radicalidad etnicista antioccidental de la nueva izquierda formada en la histeria de la corrección política neomarxista. Que es la brutal revolución cultural que conquistó desde las universidades el control del discurso de las elites urbanas y mediáticas. Ambas furiosas enemigas de Israel, una musulmana de Minnesota y la otra neoyorquina de origen puertorriqueño. El problema está en que la inmensa mayoría de los judíos norteamericanos, entre el 70 y el 80% en las presidenciales, son votantes demócratas. A Trump, pese a una política proisraelí como pocas, solo le apoyó el 24% del votante judío.
Omar ha tardado poco en salir en defensa del terrorismo palestino. Eso queda como feo. Tanto que la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi y el jefe de la mayoría han lanzado una iniciativa de apoyo a Israel para intentar calmar los ánimos de sus votantes judíos. Pero Ocasio-Cortez, frenética ultraizquierdista, ha salido en socorro de Omar y dice que ya está bien de proteger a los judíos. Mal asunto para el Partido Demócrata. Y otra buena noticia para Trump después de que la declaración jurada del abogado Michael Cohen quedara en lamentable «gatillazo» para los que esperaban pruebas de terribles crímenes y conexiones con sicarios de Putin y hasta con Rasputín. Pues no las tiene. Pero tranquilos, los medios allí y aquí seguirán con su letanía de «Trump contra las cuerdas».

LA RATA DE BENSHEIM

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 05.03.19

La falta de noción de la fragilidad de la vida humana produce monstruos

HACE unos días pasó algo en Bensheim. Eso ya sería noticia en tan idílica como tediosa localidad del estado alemán de Hesse. Cualquier suceso allí es un acontecimiento. Pero esto fue lo nunca visto. Y trajo la fama efímera con imágenes que dieron la vuelta al mundo. Una dotación de siete bomberos y un veterinario paralizó la ciudad para salvar la vida a una rata. Todo documentado con vídeo. Se había cebado tanto que quedó enganchada en un respiradero de una tapa de alcantarilla a ras de calzada. Boqueaba la rata gorda, ni palante ni patrás. Hubo multitud de testigos emocionados con el salvamento de la rata. Daban gracias al cielo de que se llegara a tiempo. Podía haber sido atropellada. Imaginen, habría muerto. O haber sufrido hasta morir de sed o hambre. Podía haber corrido la suerte de un niño venezolano. Habría sido insoportable. La rata fue liberada y pronto los dueños de locales y almacenes pagarán por matar a sus descendientes.
Sí, la vida en Bensheim, tiene un antes y un después de aquel instante en el que se paró hasta el tiempo para salvar la vida de esa rata sin nombre. Con lo caro que se paga matarlas. Por los daños que generan y la plaga que suponen. Es parte de la cultura universal el cuento de Hamelín en la Baja Sajonia, no lejos de Bensheim, donde un flautista en el medievo se enfadó, porque el pueblo no quería pagarle su eficaz desratización. Y se llevó, como a las ratas, seducidos por la flauta, a todos los niños de la ciudad. Hoy el cuento se habría inventado al revés. No hay niño nato o no nato que conmueva como la rata de Bensheim. Políticos de la izquierda occidental, no de los jemeres rojos, dicen que la mujer tiene el derecho a interrumpir su embarazo hasta el día del parto. ¿Por qué no después? Y que si en la propia extracción el niño no muere, se le puede dejar morir allí mismo. Si alguien propone dejar morir a la rata, lo linchan. Porque necesitamos desparramar los sentimientos pero siempre en el cauce que los amos del discurso ideológico nos dicten.
Es un dicho viejo que las generaciones que no conocen la guerra entran en confusión total de prioridades y por falta de miedo a morir no saben vivir. Porque en la percepción de seguridad garantizada pierden la noción del valor real de las cosas. Dejan de jerarquizar y entender. El resultado es el desorden, la confusión y el caos. Hasta que la guerra restablece la lógica implacable de los valores que reflejan la relación permanente del humano vivo con su muerte. Lo cierto es que en siglos pasados generaciones que no conocieran la guerra había muy pocas. Y todos, desde los más doctos y eruditos a los más brutos y sencillos percibían de una forma u otra la gravedad y fragilidad de la existencia. Hoy resulta todo esto mucho más complicado. Escolares lloran contra el fin del mundo por el cambio climático y harían cualquier cosa contra quienes sus adoctrinadores vilmente señalan como «negacionistas». Véase Trump. Se desprecia a humanos como para permitir que mueran miles de niños y ancianos en Venezuela porque no reciben medicinas y alimentos que están a pocos kilómetros. Y grupos de jóvenes acuden a los mataderos a consolar a animales por sacrificar para carne, mientras pisan muñecos de humanos en demanda del derecho de mamá de matar al hermano que no viene bien. La guerra es monstruosa. Ignorar el hecho de que existe y la gravedad, profundidad y fragilidad de la vida humana genera necios y monstruos.

miércoles, marzo 13, 2019

DERIVA ESCALOFRIANTE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 03.03.19

Sánchez asalta ideológicamente hasta a la Guardia Civil

ESTABA claro que Pedro Sánchez no tendría ningún escrúpulo a la hora de aprovechar los recursos que le facilita la Presidencia del Gobierno para su campaña electoral y su ya delirante proselitismo demagógico. Pero lo que sucede estos días supera con mucho lo que es el abuso del privilegio y el clásico ventajismo. Estos días se multiplican las razones de alarma. Ya no están solo en el lenguaje prepotente y despreciativo hacia los adversarios políticos y la oposición como no se recordaba en España. Lenguaje y tono que evoca directamente aquel Parlamento de la II República que Sánchez declara ejemplar y su gran referente. Aquel Parlamento en el que se hacía apología de la violencia para imponer la dictadura del proletariado y se amenazaba de muerte a la oposición. Amenazas no siempre vanas. Ni siquiera son el peor signo de alarma esos supuestos «decretos sociales» que nada tienen de sociales, porque sus efectos devastadores sobre la economía y el empleo son ya perfectamente previsibles. Que son pura compra de votos al estilo más zafio, con un aumento del gasto para el erario que la sociedad española pagará muy caro y sin mucho esperar. Que demuestran no solo la irresponsabilidad del Gobierno y la mayoría que lo apoya. Todos ellos son culpables directos de todo el daño que ya están haciendo.
También demuestran, por si alguien todavía lo dudaba, que a Sánchez el bienestar, la seguridad y el futuro de los españoles le importan una higa. Por conseguir engañar a una mayoría que le garantice la prolongación de su delirante paso por la Presidencia del Gobierno es capaz de dinamitar hasta los más elementales equilibrios y anclajes de la economía nacional. Es imposible no asociarlos a los más catastróficos referentes del izquierdismo iberoamericano. Practica la limitación de precios de alquileres con desprecio a la propiedad como los comisarios de Chávez obligaban a los comercios a bajar los precios de los productos. El ingenuo público venezolano aplaudía los precios más bajos. Hoy come basura.
Con ser todo esto gravísimo, la máxima alarma llega de la ofensiva ideológica en la Administración del Estado. Las cuentas oficiales de servicios, cuerpos y organismos estatales han aparecido con llamamientos ideológicos feministas en adhesión a la agitación para la grotesca convocatoria de huelga de mujeres para el 8-M. Estremece ver que se convoca desde los ministerios y órganos estatales. Escalofriante es ver la cuenta oficial de la Guardia Civil con el mensaje del feminismo de guerra ideológica de género del izquierdismo más radical. Peor aún, ver los mensajes en Twitter del Instituto Armado en los que miembros uniformados se unen a una fantasmal y demagógica campaña contra la «pobreza infantil», un remedo de aquella alarma cínica y falsaria contra la supuesta hambruna infantil que convocó Manuela Carmena en campaña electoral. Por este camino no tardarán en usar a la Benemérita para sacar de madrugada de sus casas a quienes se nieguen a participar en esta repugnante orgía de demagogia izquierdista que es la actualidad mediática del sanchismo en el poder.

NIÑO PRODIGIO EN APUROS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 02.03.19

El francés es un Estado saturado de empleados públicos, prejubilados y parados con fobia a no serlo

Emmanuel Macron dice que esta primavera va a afrontar una reforma global de las pensiones y del desempleo para intentar que los franceses prefieran trabajar a vivir sin hacerlo. Muchos dudan de que vaya a intentarlo en serio. Apenas hay quien crea que pueda conseguirlo. Los chalecos amarillos ya le han arrancado tantas concesiones que resulta poco creíble que el presidente se meta ahora en un conflicto del que saldrían chalecos de todos los colores. En la reforma de un estado sobrecargado por una acumulación colosal de prestaciones en gran medida disparatadas y contraproducentes se han estrellado todos los presidentes franceses de este siglo.
Los últimos fracasados han sido Nicolás Sarkozy y Francois Hollande. La vida es corta, la presidencia también y nadie en el Elíseo quiere pasar los años de esplendor en estado de excepción permanente. Por eso bastan las primeras andanadas de violencia para disuadir de los intentos de desmantelar esa inmensa burbuja en la que viven millones de franceses trabajando nada o muy poco. En unas condiciones que no podría soportar ni un Estado social eficaz y competitivo. No digamos el francés, saturado de empleados públicos, prejubilados, parados con fobia a no serlo y repleto de trabajos improductivos sindicalizados.
Macron llegó a la Presidencia como un elegido por los dioses que son todos los poderes fácticos de Francia que querían impedir un accidente que llevara a Marine Le Pen al Eliseo. Ella ayudó con sus propuestas antiliberales y sus terribles errores. Pero lo cierto es que nunca estuvo tan unido el «establishment» francés a la hora de inventar a un salvador como en la fabricación de la opción Macron a partir de la quiebra general del Partido Socialista y el naufragio uno tras otro de las opciones de centroderecha. Dos años después, Macron, el niño prodigio artificial, está tan desgastado como una Merkel que lleva veinte años en el negocio. Apenas ha hecho nada con trascendencia para un saneamiento del discurso y del funcionamiento de la república. Como Merkel, goza fuera de su país de prestigio, pero dentro carece de él. El problema está en que Merkel está de salida y él pretende quedarse.

LA CAZA Y LA LIBERTAD

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 01.03.19

Habrá reacción en España a la permanente agresión de las minorías totalitarias

LOS peores crímenes siempre nacen de la idea delirante de muy pocos, que muchos otros por cobardía e indiferencia dejan convertirse en realidad. Cuando los malos ganan es porque se lo permiten aquellos que habrían podido pararles los pies y no lo hicieron. Esto no solo es aplicable a las grandes tragedias. Sino a la vida cotidiana de las sociedades democráticas desarrolladas en las que las múltiples variedades del rodillo ideológico marxista aplastan, cada vez con mayor agresividad, los derechos civiles de los individuos y destruyen lenta pero implacablemente nuestro sistema de defensa de la libertad. En Castilla y León asistimos a una absoluta aberración con la prohibición de la caza por una intervención grotesca ante la Justicia de uno de esos partidos instrumentales de la red totalitaria que se llama Pacma, del frente animalista. Otros son el feminista, el ecologista radical, el LGTB, toda la política de género y cualquier otra cuestión susceptible de ser utilizada para dividir, intimidar y criminalizar al discrepante. Para imponer pautas de conducta que la población no quiere y rechaza. Y para liquidar aquellas tradiciones, hábitos y fuentes de cultura y de voluntad propia en libertad que mantienen los afectos humanos y así fortalecen a los individuos frente al Estado.
De la caza viven decenas de miles de personas. Y nadie ha llamado aún a los ciudadanos a ponerse en pie para defender sus derechos, sus tradiciones, las actividades económicas, lúdicas, culturales que forman parte de su identidad ante la intolerable agresión de grupos radicales de izquierdistas de las grandes ciudades, que agreden al mundo rural y pretenden imponer criterios ideológicos desde la ignorancia, la prepotencia y el desprecio.
Los partidos tradicionales no reaccionan ante estas minorías agresivas que intentan imponer unos códigos radicales de conducta a toda la sociedad. No reaccionan y además asumen los razonamientos que la izquierda totalitaria fabrica para sus operaciones de voladura de los fundamentos del Estado moderno democrático y sus leyes. Por ejemplo, el hecho de que el PP y Cs defiendan ahora en Andalucía leyes ideológicas tan bárbaras como las de Ideología de Género y Memoria Histórica es triste prueba de ese síndrome de Estocolmo. Secuestrada en la perversión absurda por la que la izquierda gobernante impone leyes y mensaje, la derecha cuando gobierna jamás revierte esas leyes de encumbramiento de la arbitrariedad, normas que destruyen la igualdad, el derecho, la verdad y la libertad. No tienen coraje para abolirlas. Porque han interiorizado el mensaje de la izquierda y temen la reacción del mundo mediático, en su inmensa mayoría pura soldadesca instrumental para esa experimentación social totalitaria.
Desde el izquierdismo de los medios, de los colegios y universidades surgen nuevos mensajes de intolerancia que mutan sus formas en estrategia gramsciana de hegemonía cultural y dominio social. Para eso hay que criminalizar a los cazadores, a la familia tradicional, a los católicos, a los taurinos, a todos los grupos que sean declarados enemigos. Para un control y disciplina que garanticen la plena sumisión de los individuos a la ingeniería social referida. Todo ello es incompatible con la libertad y la verdad. Por eso la caza y los toros, pero también tantas otras manifestaciones culturales y familiares, son ya expresiones de la voluntad de ejercer la libertad frente a esa voluntad de imposición y coacción. Y de luchar contra la mentira que subyace a estas leyes. Solo hay de momento un partido que lucha abierta y militantemente contra este rodillo que es Vox. Su éxito en Andalucía y el que se adivina próximo en la España rural revelan que la reacción contra la permanente tropelía totalitaria ha tardado pero va a llegar. Los demás partidos no podrán ser indiferentes mucho ante este atropello liberticida.