The Unending Gift

viernes, octubre 28, 2016

ESAS EXCESIVAS CORTESÍAS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 28.10.16


La excesiva cortesía con los enemigos del Estado es una actitud suicida española única en Europa

LA diputada Marian Beitialarrangoitia anunció ayer muy solemne que ellos, su organización Bildu que surgió como brazo político de la banda terrorista ETA, busca sus referentes en «los países más avanzados de Europa» y no en este Madrid atrasado y reaccionario de Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno, que parece disfrutar en estos debates parlamentarios muy especialmente en sus diálogos con los peores enemigos del Estado, no se dejó por supuesto ofender tampoco por ella y la trató con enorme cortesía. Beitialarrangoitia no habla mal. Cierto que viste con ese uniforme abertzale de desaliño codificado que parece tener que probar que se vive en el bosque con Kaspar Hauser, se duerme en un coche o se quiere asustar a la suegra. Pero esta mujer articula mucho mejor sus malas ideas que los eslabones perdidos que el filoetarrismo solía enviar a la Villa y Corte. Rajoy con estos radicales siempre es un bienqueda. Y por ello no contestó como habría sido necesario para aclarar unas cuestiones que pronto pueden tener cierta urgencia a la vista del tono de las intervenciones de otros enemigos del Estado como el propio Iglesias. Porque cuando Beitialarrangoitia le dijo a Rajoy que ellos prefieren mirar hacia otros países europeos más avanzados, el presidente debió decirle que tenga cuidado y no mire mucho, porque acaba de extraparlamentaria. Porque en todos los países europeos más avanzados, que lo son precisamente por cosas como esta, los enemigos del Estado, de su unidad, de su integridad, de su soberanía y su Constitución, no están en el Parlamento, sino en la marginalidad extraparlamentaria.

Solo España, señora Beitialarrangoitia, es tan ridículamente generosa con los enemigos de la Constitución que les permite acudir a las elecciones, les paga la campaña, les perdona los delitos y les entrega televisiones y radios públicas y privadas. Cuando intervienen sus representantes en el Parlamento se les trata con guante blanco como si fueran los más dignos y nobles delegados de los más probos y patriotas partidos fieles a las leyes. Con leyes de otros países europeos doña Marian estaría en la calle o en una pestilente taberna con sus correligionarios. Que serían muchos menos si no hubieran recibido, desde hace más de 35 años, inmensas cantidades de dinero por las buenas y las malas. Hoy ya no necesitan asustar. En el País Vasco como en Cataluña, ser leal a la Constitución es garantía de un calvario mientras ser enemigo del Estado solo acarrea ventajas para la vida privada y social. La excesiva cortesía con los políticos anticonstitucionales por parte de los gobernantes encargados de proteger el Estado y la Constitución es la metáfora total de la actitud de España frente a sus enemigos. Que en la República, cuando ya podían ir a buscarte a casa para pegarte un tiro, la Pasionaria se ciscara en el Parlamento, era lógico porque apenas quedaban demócratas que lo defendieran. Que ayer Pablo Iglesias llamara a los parlamentarios delincuentes potenciales, dijera que él no debe respeto al Parlamento sino «al pueblo» y defendiera a las marabuntas ideológicas que lo deslegitiman revela que estamos ante el principio de un acoso al sistema democrático que será brutal en cuanto se escenifique mañana sábado el fracaso del Frente Popular que planeaba Pedro Sánchez. Si Sánchez y sus seguidores eran capaces de fraguar una alianza con tales enemigos de la democracia y el Estado, es que ya son parte de ellos. Cuando tenga constancia Rajoy de ello, lo mismo empieza a tratarlo con cariño. Sería preferible que no. Que fueran los demócratas españoles quienes miraran a Europa y sin complejos ridículos trataran a los enemigos de España y la democracia como otros países tratan a los suyos. Como enemigos que quieren hacer daño a todo lo que se ha de proteger.

martes, octubre 25, 2016

SEXO, DINERO Y HORDAS PODEMITAS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 25.10.16


Los mentores de Podemos asaltando el Parlamento en Caracas son el mejor argumento para un PSOE constitucional

YA sabemos todos que en España se habla en debate público de lo que quiera la izquierda. La izquierda en general y la extrema izquierda en particular. Y es así por una exótica comunidad de intereses de propietarios de televisiones con pocos escrúpulos y la cúpula del Gobierno del Partido Popular, además de una hegemonía mediática izquierdista siempre promovida y financiada por la izquierda por lógica, y por la derecha por cobardía. Esto pasa con la corrupción, a diario y de forma obscena. Porque parece haberse asumido que robar para la izquierda es una forma algo irregular y poco burocrática de redistribuir. Mientras que la derecha roba por pura codicia para el Jaguar, el Rolex y el esquí en helicóptero. Ahí mismo está esa grotesca pirueta intelectual por la que los presidentes José Antonio Griñán y Manuel Chaves son unos señores honradísimos que jamás se han beneficiado personalmente con un par de miles de millones robados. Cuando ese dinero robado es lo que les permitió comprar y secuestrar voluntades durante décadas, convertirse en reyezuelos con mando incontestable y hacer de Andalucía su cortijo socialista de subdesarrollo, ignorancia y dependencia. Con poder y fortuna para hundir en la miseria y aupar a la opulencia a enemigos, amigos, familiares y compañeros. A ver si eso no es beneficiarse personalmente.
La doble vara es también escandalosa con las supuestas afrentas morales. Un alcalde del PP que dice que una señora tiene las tetas gordas sufre un acoso infernal, él y su familia. Si uno de Izquierda Unida dice que una señora, incluso la misma, tiene las tetas gordas, igual de gordas, se comenta un día, se sonríe y a otra cosa. Imaginen que un dirigente del PP hubiera dicho que sueña con darle una paliza hasta hacer sangrar a una presentadora de televisión. Pues el caudillo de Podemos lo dijo y aún esperamos a que sus jaurías feministas de ultraizquierda nos cuenten si les parece mal hacer sangrar a una mujer para la mejor excitación sexual de su líder o directamente comprenden el placer de Pablo Iglesias.

Todo esto serían meros ejemplos del encanallamiento y la vileza general de las televisiones, si no tuviera una vertiente política tan tóxica que es una causa principal del deterioro de la convivencia y de las instituciones. Las dos televisiones políticas de ese increíble y vergonzoso duopolio estaban volcadas en hacer campaña contra la gestora socialista y agitar en favor del voto del «No» en desacato de la decisión del Comité Federal. Les urge romper el PSOE. Para impedir su retorno al constitucionalismo. Los frentepopulistas, que el 26 de junio a las 20.00 horas se creían en La Moncloa, han fracasado en todo desde entonces. No les queda sino la pataleta. Y hacer planes para sembrar la violencia en las calles. Para lo que contarán como siempre con la ayuda inestimable y gratuita de dichas televisiones. Con dichas cadenas todo el día llenas de podemitas y de los periodistas omnipresentes, nadie, absolutamente nadie, ha sacado a colación muy pertinente el acto más escandaloso y brutal que en el escenario político internacional se ha producido estos días: el asalto al Parlamento venezolano por las turbas del régimen de Maduro, patrono y financiador de la dirección de Podemos. La noticia de que el Parlamento de Venezuela ha sido ocupado y violentado por las hordas del hampa que obedece a los mentores de Podemos habría ayudado mucho a explicar por qué el PSOE debe recuperar la hegemonía de la izquierda dentro de la Constitución y no entrar en alianza con grupos totalitarios dirigidos por agentes de un régimen delincuente. Que intenta en España como allí usar la violencia contra la ley. Pero el duopolio habla de lo que quiere. Y sus respectivas cadenas podemitas, siempre de lo mismo.

lunes, octubre 24, 2016

BUDAPEST, 1956: UN GRITO DE LIBERTAD

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 23.10.16


«Era el 23 de octubre de 1956 y los jóvenes que acudían al centro no podían imaginar que la fecha pasaría a la historia como una de las fechas simbólicas del heroísmo colectivo y de la voluntad de una nación de luchar y morir por su libertad y dignidad»

LOS turistas en esa joya de gran ciudad fluvial centroeuropea que es Budapest tienen desde hace unos años una atracción añadida a museos, palacios y cafés en una exposición permanente en la calle Andrassy 60. Durante muchos años en el siglo XX, la mera mención de esta dirección producía escalofríos a los húngaros. Allí estaba la «Casa del terror», el cuartel general de la Policía política, primero de nazis húngaros y alemanes durante la II Guerra Mundial e inmediatamente después, y durante décadas, de los comunistas. Que heredaron de los nazis el cuartel, los calabozos, los métodos y hasta algunos verdugos. Ellos ampliaron los calabozos por los sótanos hasta convertirlos en un inmenso laberinto subterráneo bajo los venerables edificios de aquel barrio de bulevares de la alta burguesía. El chekismo húngaro del AVH alcanzó cotas de sadismo legendarias. «Me tumbaron boca abajo, uno se me sentó en el culo y me levantó los pies y otro me golpeó las plantas con una barra de hierro hasta que eran un guiñapo de carne. Después de eso me obligaron a estar nueve días de pie sobre las heridas, sin comer, beber ni lavarme». Así describía su experiencia Bela Szasz, uno de los pocos supervivientes a la purga de «titoístas» de 1949 en la que fue ejecutado Laszlo Rajk, ministro del Interior comunista. A Rajk, Szasz y otros se les acusó de titoístas, socialdemócratas y espías. Todo falso. Rajk había sido otro comunista igual de implacable que sus verdugos.
Y, sin embargo, en un guiño peculiar de la historia, la mentira y la injusticia con Laszlo Rajk lo habrían de convertir en el símbolo del lamento nacional por toda la larga y cruel noche de crueldad, arbitrariedad, mentira y terror. Sería el nombre de Rajk el que habría de desencadenar el alud de acontecimientos insospechados y colosales que se convertirían en el gran levantamiento nacional contra el imperio soviético, en la gesta inspiradora de todas las insurrecciones contra la tiranía comunista. Praga en 1968 sería, doce años después, el siguiente gran hito y trágica frustración. Otros doce años más tarde, en 1980 y en Polonia, se pondría finalmente en marcha la definitiva revuelta general de Europa oriental contra el imperio soviético. Llegaría en 1989 con la caída del Muro de Berlín y la reunificación alemana y europea. El 23 de octubre de 1956 húngaro desenmascaró para siempre al poder soviético y expuso que la culpa no era de un hombre ni cien, sino del sistema y la ideología comunistas.
Todo comenzó con la muerte de Stalin el 5 de marzo de 1953. En Alemania Oriental y en Polonia estallaron revueltas. Fueron rápidamente aplastadas. Moscú dejaba saber que, aun muerto Stalin, el imperio era inamovible. Pero en Hungría se abrió pronto la lucha de reformistas y ortodoxos. Antes de que, en el XX Congreso del PCUS, el líder soviético Nikita Jruschov denunciara los crímenes de Stalin. Era una paradoja que el impulso reformista de Jruschov llegara a Hungría cuando los estalinistas habían cerrado el breve paréntesis abierto por el reformista Imre Nagy. Pero el XX Congreso fue un muy duro revés para los estalinistas, y los reformistas húngaros habrían de aprovecharlo. El 6 de octubre, fecha solemne porque en 1849 el Imperio austriaco ejecuta ese día en Transilvania a los 13 líderes de la revolución de 1848, organizan en Budapest el entierro público de Laszlo Rajk y otros dirigentes liquidados en 1949. Acuden centenares de miles. «Siete años han estado los huesos de Laszlo Rajk, ejecutado por acusaciones falsas, en una tumba sin nombre. Pero su muerte es ya un símbolo para la nación húngara y el mundo. Los cientos de miles que desfilan ante estos féretros les presentan honores, pero ante todo quieren, con apasionada esperanza y decisión inamovible, llevar a la tumba a una época». Quien así hablaba en el discurso fúnebre era Bela Szasz, compañero de Rajk, antes citado por las torturas que sufrió. Aquel acto fue un golpe letal a la dirección de Rakosi. Los húngaros comenzaban a creer que la libertad era posible. La chispa, como en 1848, fue un memorándum de demandas al poder, esta vez no a Viena, sino a Moscú. Y se hizo en la Universidad Técnica de Budapest, el 22 de octubre. Se exigían elecciones libres, pluralismo político, prensa libre, reintegración de los símbolos nacionales y el nombramiento de Imre Nagy como jefe del Gobierno. Pronto hubo una demanda más: la salida de las tropas soviéticas de Hungría. Habían salido de Austria un año antes, un envidiado precedente. Y se concluía con un llamamiento a una concentración en memoria de 70 trabajadores polacos muertos por la Policía en junio en Poznan. El cóctel explosivo estaba servido.
El día de la manifestación, hoy hace 60 años, la dirección comunista entró en pánico. Era el 23 de octubre de 1956 y los jóvenes que acudían al centro no podían imaginar que la fecha pasaría a la historia como una de las fechas simbólicas del heroísmo colectivo y de la voluntad de una nación de luchar y morir por su libertad y dignidad. Por la mañana, el poder comunista había prohibido la manifestación. Cuando ya habían sonado los primeros disparos, encargó al estalinista Ernö Gerö una alocución radiada que, lejos de intimidar, incendió al país entero. A partir de ahí los acontecimientos escapan a todo control. Y en la madrugada del 24 rugen los primeros tanques rusos por las calles de Budapest. El legendario Paul Lendvai, entonces un joven periodista en la agencia MTI, se topa con un T-34 en la puerta de su casa. «Cuando vi el tanque ruso comprendí que ya no era una revuelta contra la dictadura. Era un levantamiento nacional».

El poder comunista colapsó, los insurgentes se armaron en cuarteles y comisarías y los combates con los rusos y las fuerzas leales al régimen se extendieron por toda la ciudad. Cines y galerías, bloques de viviendas, cafés y museos se convirtieron en trincheras, la ciudad se llenó de barricadas. Se sacó a Imre Nagy de su arresto domiciliario y ya el 24 era nuevo jefe de Gobierno del movimiento nacional, se dictó una amnistía y anunció la reactivación de los partidos políticos. Matanzas como la muerte de cientos de manifestantes a tiros de las fuerzas soviéticas ante el Parlamento no debilitaron la voluntad del ejército de civiles improvisado y dirigido por militares y policías. En medio de cruentas batallas en la ciudad, Nagy anunciaba la salida de Hungría del Pacto de Varsovia y la proclamación de una neutralidad como la lograda por Austria. Y pronunciaba aquel dramático llamamiento a las potencias aliadas a no dejar solo al pueblo húngaro. Solo respondió el silencio. El 4 de noviembre llegaban a Budapest masivos refuerzos soviéticos desde la URSS y de forma implacable imponían la lógica militar y después la represión y búsqueda de insurgentes. Nagy y sus colaboradores huyeron a la Embajada yugoslava, que creía amiga. Hoy se sabe que Tito colaboró con Moscú en la crisis. Nagy fue entregado, ejecutado dos años después y enterrado en una fosa sin nombre, como Rajk en su día. Y volvieron las tinieblas de la dictadura. Pero nada volvería a ser como antes. Y en 1989 una multitud mayor aún que la que honró a Rajk en 1956 se reunió para enterrar con nombre y honores a Imre Nagy. Y ante el féretro y casi un millón de personas, un joven pidió la salida inmediata de las tropas soviéticas de Hungría. Y aquella vez sí sucedió, los rusos se fueron. Aquel joven era Viktor Orban, un líder húngaro ya de otra época. Pero que también habría y habrá de dar que hablar.

MATARÁN MUCHO MÁS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 22.10.16


Maduro y Cabello no se van a arriesgar a acabar en una cárcel norteamericana. Han decidido cerrar la jaula y oficializar la dictadura

Nadie podía seriamente esperar que el régimen de Nicolás Maduro cumpliera con buena fe y lealtad institucional sus propias reglas constitucionales porque estas lo llevaban directamente a su autoliquidación. Por eso, la suspensión del recuento de firmas por parte de unos cuantos juzgados, que da al traste con todo el proceso revocatorio de la presidencia de Maduro, no puede extrañar a nadie. Maduro y el régimen criminal narco-político-militar que preside no creen posible dejar el poder en impunidad y con su inmenso botín intacto. Por eso van a aferrarse al poder. Por todos los medios. Y todos son todos.
Emulan la resistencia de sus patronos cubanos, los Castro. Estos se acercan a los sesenta años en el poder. Quienes crean imposible, por las dimensiones de la catástrofe, que pueda sobrevivir el régimen, deben recordar situaciones dramáticas en Cuba o Zimbabue que el poder capeó graduando el nivel de la represión. Modulando la miseria y el miedo. Durante décadas. Maduro y Cabello no se van a arriesgar a acabar en una cárcel norteamericana. Han decidido cerrar la jaula, oficializar la dictadura y cubanizar la gestión del miedo. En ello ayuda a Maduro el expresidente español Rodríguez Zapatero, en el que es probablemente el más ignominioso e infame papel jamás desempeñado por un exmandatario español en el extranjero.

La oposición tiene que enfrentarse a la certeza de que su apuesta era perdedora desde un principio. Gran parte de la MUD se obstina en ignorar con quién trata. No son gobernantes que discrepan en formas o valores. Son una mafia comunista dedicada a la usurpación, el robo y el narcotráfico. Debe asumir que no hay forma constitucional de poner fin a la pesadilla. Por lo que o busca otra o se resigna a sufrir una dictadura en miedo y hambruna muchos años. Porque Maduro y Cabello no se irán sin matar mucho más de lo que ya han matado.

viernes, octubre 21, 2016

LEÑA AL MONO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 21.10.16


El PSOE podría enviar a Podemos a esa marginalidad de la que nunca debió salir

LLEGABA ayer cargada de razón la portada de ABC. La gestora del PSOE –su presidente, Javier Fernández, ya lo había hecho hace semanas con coraje– desenmascara a Podemos como organizador de la agresión violenta a Felipe González y de la campaña de descalificación y hostigamiento contra los socialistas en general. Así es. Los intentos de Pablo Iglesias de secuestrar al PSOE han fracasado con la defenestración de Pedro Sánchez, ese socialista que había interiorizado tanto el mensaje anticonstitucional de sus potenciales socios comunistas que se había convertido en un infiltrado en la cúpula de su propio partido. Los tumultos del 1 de octubre en Ferraz acabaron con aquella grotesca contradicción. Dinamitaron esa alianza de todo lo peor que había fraguado Sánchez en el verano entre chiringuito y playa.
Ahora Podemos se lanza al monte y a la calle. Quiere violencia. Necesita violencia porque el parlamentarismo escandinavo se le ha atragantado. En junio la dirección del proyecto neocomunista de Podemos sufrió su peor revés desde que inició su desembarco con la infiltración y el secuestro del movimiento 15-M gracias a los dineros del régimen chavista de Venezuela. Cuando todos estaban convencidos de que las encuestas estaban en lo cierto y el impulso de la agitación mediática era suficiente para la conquista de la hegemonía de la izquierda, llegó el gran fiasco. El sorpasso tan cacareado y pretendidamente seguro se quedó en el peor gatillazo del macho alfa Pablo Iglesias. El asalto a La Moncloa, que al cierre de colegios a las ocho de la tarde se daba por hecho, quedó en gran cagada. De aquella frustración nacen los sinsabores y las desavenencias, los piques personales, los desacuerdos tácticos y los cismas ideológicos. La magia de Iglesias se ha desvanecido. Su narcisismo incontenible y cada vez más ridículo comienza a aburrir hasta a la parroquia de la ultraizquierda.

El PSOE tiene la oportunidad de desenmascarar, leña al mono, este proyecto totalitario, peligroso, corrupto y ridículo a la vez. Para que la izquierda democrática recupere su espacio político que dejó ocupar por estos hijos totalitarios de Zapatero. Del hombre que, después de generar estos monstruos podemitas y otros enemigos de la convivencia entre españoles, prosigue su caída al pozo más profundo de la vergüenza e iniquidad, ahora fuera de nuestras fronteras. El PSOE hace bien en denunciar la violencia y el encanallamiento de Podemos. Pero debe hacerlo mirando a sus filas. Dos días después de la agresión a Felipe González, el PSOE aún otorga a Podemos el control de las instituciones locales en las principales capitales españolas. Y muchos dirigentes aún prefieren pedir perdón a Podemos que derrotar su miserable discurso. El PSOE debería probar ahora una política con autoestima y de izquierdas dentro del marco de la Constitución y con lealtad a España. Quizás así pudiera empujar a Podemos a las cavernas de la marginalidad violenta. De las que nunca debió salir. Y de las que nunca habría salido sin un PSOE envenenado por Zapatero, sin ayuda foránea totalitaria y sin el apoyo masivo de unas televisiones y un Gobierno del PP carente de toda idea u objetivo que no sea la supervivencia del jefe. La alternativa es muy negra. El PP y el PSOE en crónica debilidad encaran una ofensiva violenta en la calle que sin duda ganará adeptos con el deterioro general de la situación y la urgencia de aplicar unas reformas que el PP de Rajoy ha sido incapaz de hacer hasta hoy. Eso podría darle a Podemos la oportunidad que no merece y que no merece España.

martes, octubre 18, 2016

EL INFIERNO DEL MAL PERDÓN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 18.10.16


Cuando se perdona lo imperdonable y se tolera lo intolerable se rompen los códigos de convivencia

EL Papa Benedicto XVI, en una de las célebres conversaciones con Peter Seewald, comentó hace años el mucho daño que había hecho a la Iglesia el perdón. Puede sorprender la frase cuando el perdón es esencia misma del mensaje de Cristo y de la Iglesia misma. Hablaba el Papa bávaro de los escándalos de abusos sexuales habidos en el seno de la Iglesia católica y que tan infinito daño hicieron a la misma. Y lamentaba que durante décadas se entendiera la caridad cristiana en el perdón de forma que había generado una fatal percepción de impunidad. Porque no puso coto a los desmanes y probablemente hizo proliferar esas detestables prácticas. Y porque por bien intencionado que fuera, aquel perdón era muchas veces una afrenta y un dolor añadido a las víctimas. El Papa lamentaba que tras el perdón cristiano hubiera otras motivaciones como la comodidad o miedo al conflicto de las autoridades eclesiásticas.
Las sabias palabras de Benedicto XVI contra el mal perdón vienen a cuento cuando se buscan explicaciones a conductas execrables como las de Alsasua el sábado. Cuando se perdona lo imperdonable y se tolera lo intolerable se rompen los códigos de convivencia. Y la impunidad hace crecerse al injusto, al violento y al malvado, que recurrirá a su ventaja para cometer nuevas afrentas, nuevos crímenes y abusos. Cuando se concentran cincuenta adultos para dar todos juntos, sin objeción de ninguno de ellos, una paliza de hospitalización a cuatro personas indefensas, entre ellas dos mujeres, es que allí fallan esos códigos de la convivencia civilizada. Que tantos individuos tengan atrofiado todo sentido de nobleza y justicia no es accidental. Tamaña vileza solo puede deberse al odio. Y revela el daño del mal perdón que durante tantos años se ha aplicado al movimiento separatista antiespañol, a sus crímenes y a su constante labor de destrucción de la legalidad española en Navarra y el País Vasco y la libertad constitucional.

Se ha tolerado lo intolerable que es la siembra del odio. Las componendas en Madrid con los nacionalistas y la indolencia de la clase política hicieron que la única ley que realmente se aplicara fuera la del mínimo esfuerzo. Ese perdón culpable empezó por tolerar que se quitaran unas banderas preceptivas y culminó décadas después en un cobarde acuerdo bajo la manta entre el gobierno Zapatero y la banda terrorista ETA. El Estado incurrió en complicidades inconfesables y en parte delictivas para cumplir ese pacto infame. Desde entonces los postulados del terror avanzan y ganan fuerza en las instituciones. Aunque en los últimos años Cataluña tomara el papel de vanguardia destructora. La derrota policial de ETA se convirtió por interés de Zapatero en la victoria de un separatismo que el frentepopulismo quiere de aliado. Con unas generaciones jóvenes que ya solo conocen su historia inventada. La cultura de la impunidad, del mal perdón, ha sido el principal motor de la expansión del separatismo antiespañol del País Vasco y Cataluña. Que no mata porque no lo necesita. Que tiene de cómplice a la izquierda antisistema de Podemos. Y a la indiferencia general de la sociedad española como mejor aliado. Nada simboliza mejor la impunidad que los 300 asesinatos de ETA sin resolver que no se investigan. Hay quienes no resignan. Ahora se estrena una película de Iñaki Arteta sobre «los 300». La Fundación Villacisneros lanza una iniciativa para reabrir casos no resueltos. Quien quiera que hechos como los de Alsasua se hagan imposibles, quien crea en reconquistar para la legalidad y la libertad toda España debe entender que la batalla se centra en el fin de la impunidad. De los asesinos no identificados, de los bárbaros del sábado o de Arturo Mas.

TRUMP PIERDE, NADIE GANA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 15.10.16


Lo dijo el venerado ex secretario Henry Kissinger: «El poder es el mayor afrodisiaco para las mujeres»

Todo indica que ahora sí, que se ha conseguido romper la campaña y la carrera de Donald Trump hacia la Casa Blanca. Los últimos cartuchos parecen definitivos. No para romper la voluntad del fiero candidato. Sí para quebrar la de su entorno. No solo la de los republicanos de piel más fina. La presión ha sido brutal. Inaudita incluso para los altos niveles de crueldad de estas campañas. El golpe final pueden haber sido estas mujeres que se han acordado a tres semanas de las elecciones de que Trump las había acosado de forma terrible. No se habla de esas otras mujeres que reclaman desde hace años ser reconocidas como víctimas del matrimonio Clinton, del expresidente demócrata Bill como violador y de Hillary como encubridora que las hizo callar para proteger la carrera de ambos. Antes fue el vídeo en el que el multimillonario Trump decía unas groserías como las que Ted o Jack Kennedy dirían a diario en el gimnasio. Y sin otro sentido que lo dicho por el venerado ex secretario de Estado, Henry Kissinger. Que «el poder es el mayor afrodisíaco para las mujeres».

Con esos mimbres se organizó la última ofensiva para demonizar y criminalizar a Donald Trump. Con éxito. Se abre la distancia entre los dos candidatos. Los donantes tiran la toalla. El villano Trump ha puesto tan nerviosos a todos que les ha forzado a tirar sus caretas y mostrar lo peor. Y lo peor de las elites políticas, económicas y culturales queda grabado en el disco duro de la nación. También la falta de escrúpulos del presidente Barack Obama con su administración volcada en liquidar a un candidato. Erigieron a Trump en mal absoluto y han generado un odio que no amainará el 8 de noviembre. Va a ganar una Hillary Clinton a la que no respetan ni los suyos. En una constelación internacional maldita, los Estados Unidos comenzarán una presidencia débil y podrida desde un principio, con los peores augurios.

viernes, octubre 14, 2016

LA ZONA DE CONFORT

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 14.10.16


El Nobel a Dylan es casi tan ofensivo, en todo caso tan significativo, como el Nobel de la Paz a Juan Manuel Santos

ES difícil enfadarse porque le den el premio Nobel de Literatura a Bob Dylan, ese poeta judío americano cuyas canciones son parte de la vida de todo Occidente desde hace tres generaciones. Pero es más difícil aún argumentar que Bob Dylan es el literato vivo que más merece un galardón mundial, lo que era al fin y al cabo el objetivo de este premio antes. Antes. Cuando todavía teníamos aquello que llamaban un canon. Aquello que, como Harold Bloom advertía, era un código de calidades y autoridades y un mapa espiritual y moral, creado con la acumulación por los siglos del talento, el conocimiento, la sabiduría y el trabajo de los mejores testimonios de la existencia del ser humano sobre la tierra. Ese canon, otrora instrumento de formación con vocación de código universal es ya solo una vieja referencia para una comunidad letrada menguante y marginal. Bob Dylan gana porque el jurado quiere dar el Nobel a alguien cuyo nombre y cuyas obras no tengan que buscarse en wikipedia. Estamos en la segunda generación en la que pocos individuos leen textos que superen las dos páginas. Otorgar un premio de literatura que sea popular entre gente que no lee es una tarea complicada que se resuelve con Bob Bylan. Cuyos textos son por cierto bellísimos. Todo adecuado a las comodidades de las nuevas generaciones occidentales. Todo debe adecuarse a la zona de confort en la que se consume con buena conciencia, sentimentalismo y superioridad moral. Las sociedades desarrolladas se sienten bien con las certezas y los sentimientos acompasados. Mientras se multiplican las amenazas externas y crece la indefensión de estas sociedades tan dormidas como decididas a combatir con furia todo lo que les moleste el sueño.

Esta zona de confort es una de las consecuencias catastróficas del sesentaiochismo en EE.UU. y en Europa. Que nos ha traído en medio siglo de deterioro permanente a esta situación de perfecta postración intelectual y moral que hoy vemos en los medios de comunicación, en las universidades y en la cultura, todo bajo la vigilancia de un izquierdismo difuso pero implacable. El producto final es la tiranía de la corrección política que es ya la peor amenaza para la democracia y el pensamiento libre. Todo comenzó con la relativización general y obligatoria de todos los valores, empezando por los cristianos. Y hemos llegado ya a la inversión total de los valores de la civilización occidental. En esa zona de confort solo hay que estar de acuerdo en que todo viene a ser lo mismo, Mozart y los Fitipaldis, el perdón cristiano y la venganza musulmana, la libertad y la ausencia de ella, el terrorista de las FARC o su víctima, mentir o decir la verdad, Bob Dylan o Theodor Mommsen. Como lógica consecuencia ya tenemos fuerzas que otorgan más valor a la vida de los animales que a la humana. Y nadie se inmuta ya ante la permanente carnicería del aborto de humanos tan fácilmente asumida como si fuera extirpar espinillas. En el centro de todo se sitúa el bienestar que no es sino dispersa comodidad, y el «pensamiento puré» de la emoción primaria, y la entonación en contraposición al esfuerzo, a la disciplina, a la autoridad, al rigor y a la verdad, y por supuesto en lucha a muerte contra un canon occidental cuyos pilares están en nuestras raíces judeocristianas. En el fondo es por ello el Nobel a Dylan casi tan ofensivo, en todo caso tan significativo, como el Nobel de la Paz a Juan Manuel Santos por su acuerdo con el narcoterrorismo de las FARC. Ambos son prueba de la imparable quiebra de los valores que hicieron de Occidente la tierra de los hombres libres.

martes, octubre 11, 2016

LA BELLA Y LA BESTIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 11.10.16


(Con manipulación y sin escrúpulo) han convertido a Trump en una colosal caricatura del mal absoluto

DICE el actor Robert De Niro que el candidato Donald Trump «es un cerdo y un perro», «un estafador» y «un mierda», para no quedar mal con sus compañeros de Hollywood que llaman al candidato republicano «criminal», «gusano», «reptil», «miserable» y «basura». ¿Se acuerdan del pecado capital que se achacaba a Donald Trump al principio de la campaña? Que insultaba. ¡Qué horror! Qué finos éramos todos entonces. Ahora hasta en las radios más piadosas en España se vomitan desprecio, odio justiciero y epítetos terribles contra ese Trump. Y los periódicos de la moderación de EE.UU. y Europa adjetivan como «hooligans» barriobajeros cuando castigan como dicen que merece a ese vil sujeto. En un año de permanente ridiculización y demonización, con una voluntad manipuladora libre de todo escrúpulo para causa supuestamente tan noble, han convertido a Trump en una colosal caricatura del mal absoluto. Pero el éxito enemigo no ha sido total aún. Trump no queda descolgado por reveses que reciba. El monstruo sigue vivo. Y aunque han intentado destruirlo para que no se presentara a las elecciones cuando falta un mes, fue al debate con sus enemigos preparados para enterrarlo y salió mucho más que vivo. Tras hacerle un inmenso roto a su rival, la dama impecable que pretende cumplir todos los postulados de generosidad, compasión, honradez y bondad que el alma más bella de la democracia anhela.
Dicen que el monstruo es además un puerco y un depravado porque en un vídeo de hace doce años vierte en privado entre amigos comentarios muy groseros sobre mujeres. De esos que no hacen todos los hombres, pero sí los muy groseros. Y se escuchan en millones de vídeos porno que circulan por todo el mundo. Por esas frases se pretendía que abandonara, que no se presentara a las urnas. Tras ganar a 16 rivales republicanos. Y sin las trampas utilizadas por Hillary Clinton contra Bernie Sanders. Le acusa a Trump de ser un peligro para las mujeres precisamente su rival, que humilló y maltrató a víctimas del más agresivo depredador sexual que ha pasado por la Casa Blanca, su marido. Al que ella ayudó a silenciar a agredidas. Por el bien de la carrera política de ambos. A Trump le acusan también de haberse beneficiado de trucos contables y otras maniobras legales para maximizar su exención fiscal. ¡Qué monstruosidad! Lo que hacen todos los grandes empresarios que convirtieron a la pareja Bill y Hillary Clinton en una máquina de hacer dinero. Una Hillary que cobra a precio de oro favores que van desde elogios al Rey saudí por «su defensa de los derechos de la mujer» a centenares de gestiones que son allí, aquí y en China tráfico de influencias. La mujer que destruyó 33.000 correos secretos que le habían pedido. Y que se sabe ha mentido para ocultar terribles fallos de gestión en el departamento de Estado. Esa es la que acusa a Trump de falta de transparencia.

Yo detesto las formas de Donald Trump, su chulería y matonismo, detesto el proteccionismo económico y comercial que propugna y detesto su falta de matices. No querría un Trump presidente. Pero es un ser humano más auténtico la bestia que la bella. Donald tiene una honradez básica de la que Hillary carece. Clinton es gélida mentira toda ella. Alarma ver cómo la hipocresía y el cinismo de la bella Hillary han logrado reunir tras de sí a todo lo que hasta ahora era política y moralmente respetable en EE.UU. y Europa. Todos en la caravana de la complicidad de su manipulación y mentira. Aunque maten a la bestia, han quedado convertidos en un páramo de escombros los aplaudidos jardines de la probidad ilustrada de nuestra democracia.

UN PREMIO MENTIROSO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 08.10.16


Sin gloria Se premia a Santos para evitar su final político


No hay que ser muy malpensado para albergar la convicción de que el premio Nobel que ayer le dieron a Juan Manuel Santos por un Acuerdo de Paz rechazado por su pueblo iba en principio a ser compartido. Y que solo el alarde de coraje cívico y dignidad de Colombia, que votó mayoritariamente «no» a la impunidad del crimen, impidió que recibiera también el Premio Nobel el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, Timochenko. Y quizás también Raúl Castro, el anfitrión y maestro de ceremonias de las negociaciones y del acuerdo de paz fallido. Acuerdo fallido, porque los colombianos entendieron que su principal objetivo era blanquear el crimen y legalizar sus conquistas bajo la permanente amenaza de la reanudación de la violencia criminal contra la democracia colombiana. El veredicto de los colombianos hacía muy difícil premiar a todos los responsables del acuerdo rechazado. Por lo que se premia a Santos para evitar su final político y lograr que las negociaciones sigan bajo la batuta de un director tan comprensivo hacia las exigencias de los mandos del narcoterrorismo instalados con su amo protector en La Habana. A la socialdemocracia europea le gustan mucho los experimentos sociales exóticos. Es la permanente debilidad por Castro, por Chávez, por Timochenko. Lejos de su casa, claro. El premio Nobel de la Paz fue siempre controvertido. Pero ya ha derivado en lo que parece la elección anual de un personaje u organización como símbolo de la bondad de intenciones de toda la corrección política. Junto a personalidades sin duda muy dignas se ha premiado a izquierdistas comprometidos con las peores causas enemigas de la libertad y se llegó al ridículo con el Premio en 2009 a un presidente Barack Obama cuando su único mérito era ser presidente medio negro. Ayer tampoco se cubrió el Nobel de gloria. Aunque gracias al pueblo colombiano se evitó lo peor.

viernes, octubre 07, 2016

BENDITO DESASTRE EL SUYO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 07.10.16


Vuelve a haber esperanzas razonables de que no nos volvamos todos locos en España

LA dinamitación del PSOE de Rodríguez Zapatero se ha consumado. Ese inmenso favor a los españoles, la liquidación de la peor amenaza para el régimen democrático, se lo debemos a Pedro Sánchez. Nadie vio las inauditas cualidades destructivas del dirigente socialista cuando llegó hace dos años al mando. Pero ha hecho un gran servicio de voladura y demolición. Su desastre es nuestra bendición. Tiene sentido que fuera el líder socialista más polarizador y al tiempo más obtuso de su historia el que llevara las contradicciones de la vetusta organización más allá de sus límites de tolerancia. Y nos liberara así de tan perverso artilugio que había permitido combinar en su juego de poder la pretensión legitimista con el asalto revolucionario y anticonstitucional. Mientras armaba y nutría a los enemigos del Estado en sus diversas formas separatistas y totalitarias. El sábado pasado reventó hecha añicos la organización que, desde esa pretendida lealtad a la Constitución de 1978, ha alimentado desde antes ya del 2004, año negro para la historia de España, la permanente agresión a las estructuras institucionales, a las leyes y al orden político y económico de España y Europa. Con Sánchez ha estallado el PSOE de las cabezas, dos almas y dos colas. Zapatero lo creó y Sánchez lo ha dinamitado.
Al posarse el polvo y disiparse el humo ha hecho aparición un hombre sereno para decir las verdades necesarias para neutralizar tantas mentiras acumuladas desde hace tres lustros y en su apoteosis estos dos pasados años. Javier Fernández, un miembro socialdemócrata del PSOE que no pide perdón por considerarse un defensor del sistema democrático, ha expresado esa verdad evidente que hizo inevitable la voladura. El PSOE está podemizado porque lleva muchos años secuestrado por quienes han querido hacer del bloque de izquierda una formación guerracivilista enemiga de la constitución y de la ley, en la que nunca puede gobernar la moderación. Porque el mensaje revanchista totalitario cuajó en gran parte de su militancia, especialmente en la joven, cuanto más ignorante más adoctrinada en el frentepopulismo. Los cuadros democráticos del PSOE son pocos y débiles por muchas razones. Entre otras porque la derecha ha entregado los medios disponibles a la izquierda radical para destruir todo atisbo de moderación en una guerra mediática inaudita.

No va a ser fácil salvar lo que queda de PSOE de ser arrastrado definitivamente al odio revolucionario de Podemos y a la aventura destructora del separatismo en Cataluña. Sus muchos militantes «podemizados» son resultado de esa incansable agitación ideológica radical cuyo único motor real de voluntad política es el odio al PP, a la derecha «franquista» imaginaria y a la propia idea de España. Pero precisamente porque Podemos y sus satélites no son una opción democrática, sino totalitaria y violenta, hay espacio en España para una izquierda democrática. Que puede ocupar la linde izquierda del centro mucho mejor y con mejor derecho que esos sucedáneos socialistas que le salen al PP y que sistemáticamente traicionan al voto recibido con actitudes y políticas ajenas. Podemos puede inicialmente beneficiarse de la frustración de verse alejar el gobierno de un Frente Popular que creían ya hecho. Pero si se racionaliza el debate político entre partidos democráticos, se renuevan sus cúpulas y se entierran ciertos discursos, puede darse la oportunidad de acabar con la grotesca anomalía de los extremismos comunista y separatista. Se puede refundar un acuerdo nacional que muestre al separatismo sus límites en las fronteras inamovibles del territorio y el Derecho. Y afrontar los duros tiempos europeos que se vienen encima. Gracias a las inmensas insuficiencias de Sánchez, vuelve a haber esperanzas razonables de que no nos volvamos todos locos en España.

martes, octubre 04, 2016

LA TOLERANCIA INTOLERABLE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 04.10.16


Las elites tienden a una tolerancia peligrosa para quien la sufre. Peligrosa e intolerable

EN Dresde corrieron ayer las lágrimas durante la celebración del Día de la Unidad Alemana. Algunas invitadas a las solemnes ceremonias se echaron a llorar de miedo y angustia en la agónica travesía que sufrieron desde el templo de la Frauenkirche a la ópera de Semper. El cortejo oficial que hizo a pie el breve trayecto se vio flanqueado por una turba que gritaba con indignación y odio: «Fuera, fuera», «Merkel, largo de aquí», «traidores», «vergüenza». Había mucha gente ayer en las calles de Dresde que no había ido a celebrar sino a demostrar la muchísima loza de convivencia que se ha roto en Alemania. No respetaron ni a Angela Merkel ni al jefe del Estado, Joachim Gauck. El domingo abuchearon al alcalde de la ciudad por invitar a musulmanes a la fiesta. Hace días atacaron al alcalde de un pueblo cercano porque quería acoger a refugiados en una casa restaurada del pueblo. Los incendios en centros de refugiados proliferan. A los bomberos se les impide el paso. Siempre hay gente aplaudiendo las llamas.
El centro de Dresde fue mucho tiempo paisaje de ruinas por las bombas británicas del 13 de febrero de 1945 sobre una Alemania ya vencida. Bombas incendiarias lanzadas por el odio británico desencadenado por los alemanes en Coventry o Londres cinco años y millones de muertos antes. Ayer odiaba allí gente que no odiaba hace unos años. ¿Se han vuelto locos? ¿Habrá alguien responsable? Merkel no se hacía esta pregunta ayer. Con esa manida coletilla de «vamos solucionando las cosas» y una frase displicente hacia «los intolerantes», daba por zanjado el asunto. Así las cosas, cada vez serán más. Porque allí estaba la extrema derecha que tanto ha crecido y muchos alemanes que nunca han sido ultraderechistas pero no soportan ya esa arrogancia del nuevo despotismo ilustrado. De unos gobernantes que desprecian la intolerancia de los pobres y de quienes no son tan elegantemente indolentes como ellos. Quizás porque ellos no han de convivir en sus barrios con pobres de países remotos y compartir la escasez de vivienda, servicios, sanidad. Y sufrir la intolerancia del recién llegado y su acoso e imposición de formas ajenas y hostiles en los espacios públicos.

Horas antes comparecía en Budapest el principal adversario político de Merkel en Europa, Viktor Orban. Había convocado un referéndum para pedir a los húngaros que no acepten cuotas de refugiados. Y aunque la participación no llegó al 50 por ciento, anunció que cambia la constitución para anclar en ella el veto a dichas cuotas. Orban es tachado de ultraderechista despreciable por los medios europeos biempensantes. Generador de odio, dicen, intolerante. Sin embargo, en Hungría no hay incendios ni acosan ni agreden a los alcaldes ni atacan a las autoridades en ceremonias de fiestas nacionales. Y ese baremo tan fiable como es la presencia judía para medir tolerancia y seguridad también revela que en la demonizada Hungría cada vez viven más judíos, mientras de la tolerante Francia huyen amenazados. Pero la prensa alemana y francesa está empeñada en que Hungría tenga los mismos problemas que Alemania y Francia. Orban se niega y no se le perdona. Como no se quiere perdonar a los británicos que decidieran el Brexit. Es más fácil insultar que ver qué sucede en Europa para que cada vez menos se fíen de los ilustrados gobernantes. Como muchos no querían ayer perdonar a los colombianos su maravilloso heroísmo, ejemplo de dignidad y sentido de la justicia. Ese que les ha llevado al glorioso corte de mangas a los ilustrados amorales de todo el mundo que querían imponerles la tolerancia con el mal que es la impunidad del crimen de la narcomafia izquierdista latinoamericana. Las elites tienden a una tolerancia peligrosa para quien la sufre. Peligrosa e intolerable.

ORBAN CAMBIARÁ LA CONSTITUCIÓN PARA QUE NO ENTREN REFUGIADOS

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Budapest
ABC  Martes, 04.10.16


Presentará la reforma en el Parlamento y buscará el apoyo de la extrema derecha

Un nuevo partido liberal El «Perro de dos colas» obtuvo muchos votos tras pedir a los húngaros que tacharan el «sí» y el «no»

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, presentará mañana mismo en Consejo de Ministros sus planes para una reforma constitucional que haga imposible a todo gobierno húngaro aceptar cuotas de inmigración impuestas desde el exterior. El Partido de Orban y su aliado democristiano están hoy a falta de dos escaños para los dos tercios requeridos para esa reforma constitucional. Pero el primer ministro tiene la tranquilidad de que el partido ultraderechista Jobbik no podría nunca negarle los votos necesarios para una reforma que él mismo había pedido, eso sí, sin referéndum.
                                                                                        AFP
Orban, ayer en el Parlamento húngaro, se dispone a pronunciar un discurso

Con esta rápida iniciativa legislativa, Orban quiere dejar claro que el evidente revés que supuso no alcanzar el quórum necesario para dar validez a un referéndum convocado por él mismo no entorpecerá su proyecto político en este campo de la inmigración. El primer ministro dijo el domingo que la cuestión principal para Hungría y para Europa en los próximos tiempos estará en el debate sobre esta inmigración que quieren imponer desde fuera. «Hemos decidido que serán los húngaros y no otros quienes decidan con quién conviven sus hijos y nietos en el futuro. Decide Budapest, no Bruselas».
Con las cifras alcanzadas, el Gobierno subraya que el domingo se emitieron más votos favorables al rechazo de las cuotas que síes en el referéndum para el ingreso de Hungría en la Unión Europea. También han citado muchas otras consultas con plena vigencia y unos listones muchísimo más bajos como el reciente de Holanda sobre la política de la UE en Ucrania. Todo ello no puede eclipsar el revés político que supone no lograr validar por falta de participación un referéndum convocado desde el poder sin que nadie le urgiera a ello. El primer ministro quiere hacer olvidar cuanto antes este error de cálculo y a un tiempo mantener vivo el debate político de la inmigración que considera el eje de toda la política europea, pero también de su agenda de batalla de las ideas de cara a Europa y a sus elecciones generales en 2018. Las elecciones que habrá el próximo año en Francia y Alemania parecen garantizarlo.

Partido liberal
Está claro que le costará a Orban renovar por tercera vez consecutiva una mayoría absoluta abrumadora como la que ha gozado. Aunque nadie interprete la abstención en el referéndum como un reforzamiento de la muy débil oposición de izquierdas sí hay un factor nuevo que podría causar inquietud en las filas del partido Fidesz de Orban. Los votos nulos han sido muchos en las grandes ciudades, en algunos barrios de Budapest hasta por encima del 10%. Parecen responder al llamamiento de un fantasmal partido liberal que, medio en serio medio en broma, se hace llamar el Perro de dos colas (MKKP) y en octavillas y carteles pidió se tachara en la papeleta tanto el sí como el no. Esto los distinguía de los partidos de izquierda que pidieron la abstención. Un pequeño partido liberal podría hacerle daño entre la gente joven en un momento en el que tendrá que prestar también atención al discurso de la ultraderecha de Jobbik, que ya es la segunda fuerza según los sondeos, bien por encima del partido socialista. En el Parlamento aún tiene el partido socialista más escaños (29) que la ultraderecha (23).

La verdadera extrema derecha
En Hungría se produjo, tras hundirse los socialistas en 2010, un fenómeno opuesto al de Europa Occidental donde, hasta surgir los populismos, todos los partidos migraban hacia la izquierda. La izquierda húngara se redujo a un partido socialista con 29 escaños de una cámara de 199. Mientras Fidesz (Orban) ocupaba todo el centro derecha y la derecha. Y en la ultraderecha quedaba Jobbik con una retórica inicial racista y radical. Jobbik ha suavizado sus formas y está al alza en los sondeos. Y es la oposición más firme a FIDESZ.

VIKTOR ORBAN SE DECLARA VENCEDOR EN UN REFERÉNDUM QUE CARECE DE VALIDEZ JURÍDICA

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Budapest
ABC  Lunes, 03.10.16


Sólo votó el 42,4 % y se necesitaba más del 50% de participación para que fuera vinculante

Interpretación libre Orban interpreta el resultado como un mandato político para no aceptar refugiados

Otras votaciones En otras elecciones, en el país votó entre el 65 y el 70 por ciento del censo; un 20 por ciento no lo hizo ayer

El referéndum sobre las cuotas de inmigración no alcanzó en Hungría ayer el 50% de participación necesario para ser jurídicamente válido. Votó en torno al 42,4% del censo con un abrumador 98% de votos de rechazo a las cuotas de inmigrantes que pueda imponer la Unión Europea. Sin embargo, nada estaba ayer más fuera de lugar que las campanas triunfales procedentes de Europa occidental, y Berlín y Bruselas en especial, muy hostiles a la política del Gobierno húngaro que al saberse que no se alcanzaba el 50% daban por nula y sin ningún efecto a la consulta. Porque el primer ministro Viktor Orban anunciaba que el resultado es suficiente para emprender un cambio constitucional que sancione la opinión masivamente mayoritaria de rechazo frontal a toda inmigración impuesta.
                                                                                         EFE
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ayer en el momento de depositar su voto en Budapest

«Es un gran acuerdo nacional en el que nueve de cada diez húngaros que han votado han optado por nuestra voluntad soberana en una cuestión capital para el futuro de nuestros hijos. La cuestión era quién va a decidir quienes van a vivir en el futuro con los húngaros, Bruselas o Budapest. Y la respuesta esta clara, Budapest. Este era un paso capital. Ahora hay que dar forma legal a esta decisión del pueblo húngaro. En los próximos días presentaré una propuesta de cambio constitucional en la que se plasme la decisión del pueblo. Bruselas tendrá que entender que no puede imponerse contra la voluntad de una opinión como la hoy expresada», aseguró ayer el primer ministro.
Orban ya había anunciado por la mañana cuando votaba y parecía asumir ya que no alcanzaba la mitad del censo, que no necesitaba una validez jurídica de un referéndum que iba a interpretar como mandato político. Y nada más cerrar los colegios, el vicepresidente de Fidesz, el partido de Orban y vicepresidente del Parlamento Gergely Gyulas informó a ABC que «en cuestión de días su gobierno presentará un proyecto legislativo para anclar legalmente la voluntad expresada por los húngaros».

Medidas legislativas
Fuentes de Fidesz reafirmaban esta línea argumental de que no se llegara al 50 por ciento lo que se había comenzado a estimar probable en las últimas semanas. «Más de 3.200.000 votantes han expresado su temor a que, desde el exterior y en contra de la voluntad de los húngaros, se tomen medidas que puedan cambiar dramáticamente la vida en Hungría como sucede en otros países». Por ello se van a tomar, y con carácter urgente según reafirmaba el vicepresidente del parlamento, medidas legislativas para blindar la prohibición de aceptar cuotas obligatorias de refugiados.

Declaración de guerra
Estas serán recibidas por Bruselas previsiblemente como una declaración de guerra. Lo cierto es que el gobierno contará con una amplia mayoría para aprobar tanto leyes como la reforma constitucional. Le sobrarán votos porque el partido ultraderechista Jobbik que también había pedido el No en el referéndum, difícilmente podría negárselo en el parlamento para dicha reforma constitucional. Este partido había anunciado que pediría la dimisión de Orban si no alcanzaba el 50%, como ha sido el caso. La ultraderecha es el único partido de la oposición que puede realmente hacer daño a Orban que sin duda intenta fortalecer su plataforma electoral de cara a las elecciones de 2018 en que ambiciona repetir por tercera vez consecutiva su mayoría absoluta. Los demás partidos de la oposición, salvo el minúsculo partido liberal, no se atrevieron a pedir el Sí a los refugiados ante el masivo rechazo popular a tal opción. El habitual cuerpo electoral está entre el 65 y 70%. Un 20% ha dado la espalda a la consulta por diversas razones. Por rechazo al obvio uso de la consulta para la reafirmación del poder político de Orban o por saber que la opción de rechazo estaba asegurada. Un mero 1,8% de los participantes ha votado a favor de las cuotas y de las tesis de Bruselas sobre el reparto obligatorio.

Improbable
Gyulas ya había manifestado a este periódico dos días antes que era improbable que se lograra ese 50% y recordó que ni en el ingreso de Hungría en la UE ni en su entrada en la OTAN hizo falta esa mitad del censo y en ambos casos estuvo por debajo. Quitó importancia a los entusiasmos de los medios de Europa occidental ante la noticia de que no se había alcanzado el quórum. «Lo importante es nuestra labor legislativa al respecto que se iniciará en los próximos días. Este resultado es un voto muy contundente para tomar medidas que impidan peligros para Hungría». Para quienes desde la Unión Europea vayan a poner en duda el peso político de un voto como el habido ayer en Hungría del 95% del 45% del electorado, Budapest puede recordar que también ayer se celebró un referéndum apoyado por Bruselas en Colombia para el llamado «Acuerdo de paz de La Habana» con las guerrillas narcoterroristas de las FARC.
En este referéndum, que la Unión Europea celebra con entusiasmo, la aprobación de la tesis oficial no exigía más que el Sí del 13% del electorado.

42,4 por ciento
Es la participación registrada en la consulta celebrada ayer contra las cuotas de inmigrantes impuestas por Bruselas

De los húngaros que acudieron a votar, sólo el 2 por ciento acepta la llegada de inmigrantes a su país

NO
El 98 por ciento de los húngaros no quieren que lleguen inmigrantes, y mucho menos si se trata de musulmanes

ORBAN DESAFÍA A BRUSELAS

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Budapest
ABC  Domingo, 02.10.16


El primer ministro húngaro asegura que más de un 40 por ciento de participación daría validez política a la consulta

Unos ocho millones de húngaros están hoy llamados a las urnas para decidir si aceptarían o no la asignación por parte de la Unión Europea de cuotas de refugiados. El resultado está ya claro. El rechazo a la llegada de refugiados en cualquier circunstancia es masivo. La única duda que ayer se mantenía era si la participación superará o no la barrera del 50% que valida el referéndum. Esta consulta es una movilización política del Gobierno húngaro en favor de su propia cohesión y su hegemonía en la sociedad húngara, además de un pulso político e ideológico a una Unión Europea dominada por la política de Angela Merkel de aceptar a los refugiados y minimizar las dificultades y los problemas resultantes.
                                                                                        EFE
Orban, durante una visita a la valla levantada en la frontera entre Bulgaria y Turquía

El primer ministro, Viktor Orban, se ha convertido en el líder del bloque opositor a la política de Merkel y los países occidentales en materia de refugiados. No solo los gobiernos de países del este integrados en el grupo de Visegrado, la propia Hungría, Polonia, Eslovaquia y Chequia, también fuerzas políticas emergentes en muchos países de la UE muestran una creciente oposición a la inmigración en Europa. El Gobierno húngaro es muy consciente de que está lanzando también una señal a un año 2017 repleto de citas electorales, incluidas las presidenciales francesas y las federales alemanas. El Gobierno húngaro lanza por tanto un pulso a lo que llama «la hegemonía de la izquierda liberal europea» –en la que incluye democristianos y socialdemócratas– que según Budapest pone en peligro los propios cimientos de la sociedad libre y de la identidad europea. Las campañas que en este sentido y contra la inmigración musulmana ha orquestado el Gobierno húngaro han sido tachadas por esa izquierda europea y por muchas ONG como xenófoba y racista.

Contra la corrección política
El Gobierno de Orban niega tal extremo y atribuye estas acusaciones a los lobbies izquierdistas y liberales que dominan la política de Bruselas y a los que considera culpables de la mayor parte de los problemas de Europa, entre otros de la ceguera ante los problemas que genera la corrección política. Respeto al resultado ya ha dicho que uno similar de votantes al que aprobó el ingreso en la UE o la OTAN, entre el 40 y el 50% tiene plena validez si no jurídica, sí política para lo que se propone. Que no es otra cosa que exigir que cuestiones capitales para el futuro de los estados nacionales las decidan estos y no la UE. Húngaros entrevistados por medios occidentales mostraban al mismo tiempo su rechazo a toda inmigración y especialmente a la musulmana, pero también escaso interés por acudir a las urnas para algo que creen resuelto. Una de las respuestas más repetidas era que está claro que los refugiados no quieren venir a Hungría. «Todos quieren ir a Alemania». Y no solo Hungría ve con espanto la pretensión de que se instalen una cuotas que automáticamente repartan a todos los refugiados que van llegando a Europa y así se modifique la composición demográfica y se generen los problemas que aquejan a países europeos occidentales con sus grandes comunidades de inmigrantes.

BESTIA NEGRA DE LA CORRECCIÓN POLÍTICA

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Budapest
ABC  Sábado, 01.10.16


VIKTOR ORBAN PREMIER HÚNGARO
Perfil
                                                                                    IGNACIO GIL
Viktor Orban, en una reciente entrevista con ABC


Es el primer ministro de un pequeño país que no llega a los diez millones, pero tiene un protagonismo que trasciende en mucho al papel de su país. A Viktor Orban se le odia o se le admira. A sus 53 años es ya un veteranísimo político en el escenario europeo. Muchos le llaman derechista y autoritario y es la bestia negra de la izquierda liberal y del consenso socialdemócrata de Europa occidental. Pero nadie le puede acusar de incumplir leyes o violarlas. Todas las enmiendas que se le impusieron desde Bruselas a su política las ha acatado. A los 26 años era un brillantísimo joven que en la ceremonia histórica del 16 de junio de 1989 exigía ante una multitud elecciones libres y la retirada de las tropas soviéticas. Y fue becado por la Fundación Soros, hoy quizás su peor enemigo. Fue primer ministro la primera vez con 35 años. Cuatro años después perdía y pasó ocho en la oposición. Después ganó de forma abrumadora. Valiente en sus reformas económicas antes como ahora, culto como pocos políticos europeos, padre de cinco hijos, solo la corrupción que acecha siempre a las amplias mayorías puede frustrar su futuro como líder de una nueva forma de hacer política en Europa.

LA ABSTENCIÓN AMENAZA EL REFERÉNDUM HÚNGARO SOBRE LOS REFUGIADOS

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Budapest
ABC  Sábado, 01.10.16

El Gobierno ganará, pero necesita una participación de más del 50% para que la consulta sea vinculante


El Gobierno húngaro reconoce dificultades para movilizar al electorado a acudir al referéndum de mañana, en el que pide el rechazo a las cuotas de inmigrantes que pudiera imponer la Unión Europea. El resultado será abrumador a favor del rechazo a las cuotas, tal como pretende el Gobierno. La única duda está en esa participación. Salvo pequeños grupos de oposición de la izquierda liberal urbana no hay partidarios de una acogida de refugiados. Ayer los citados grupos de artistas e intelectuales de izquierdas que defienden ese «welcome refugees» apenas reunieron en un mitin fin de campaña a cinco mil personas en una Budapest de más de dos millones. El Partido Liberal tiene 5 escaños; los cristianodemócratas, 16; el ultraderechista Jobbik, 23; los socialistas, 29, y Fidesz, 119. Como la oposición socialista se ha refugiado en el boicot al referéndum, los partidarios de dar un «sí» a posibles cuotas europeas son una minúscula minoría en el Parlamento como en la calle. La actitud general entre la población, incluida la gente joven, está marcado por un rechazo contundente a una inmigración que se relaciona directamente con el islamismo. «No podemos correr el riesgo», dicen los carteles oficiales que invitan a votar «no» el domingo. Y la propaganda sobre los problemas generados por la inmigración musulmana en Europa occidental es constante.
El vicepresidente del Parlamento y del partido gubernamental Fidesz, Gergely Gyulas, en conversación ayer con ABC en el Parlamento quitó importancia a alcanzar el 50% que convierte en vinculante este referéndum y dijo que cualquier cifra similar a la que aprobó la entrada en la UE o la OTAN, unos tres millones y ambos por debajo de la mitad del electorado, cumple no la obligación legal pero sí el papel político que el primer ministro, Viktor Orban, confiere a la consulta. Como arma frente a la UE, que podría pretender imponer unas cuotas permanentes de refugiados. A esto se niegan rotundamente el Gobierno húngaro y también la población. Nadie duda de que el voto emitido será de rechazo. Pero con una participación electoral que nunca pasa del 65%, la movilización del 50% del electorado para votar sobre un resultado que se da por hecho está costando mucho.

Denuncias de la oposición
Fuentes de la muy débil oposición liberal de izquierdas señalan que el Gobierno ha advertido a los ayuntamientos que aquellos que no logren una alta participación serán los primeros candidatos a recibir refugiados en cualquier reparto. Y también hay instrucciones a los empleados públicos de acudir a las urnas.
Al igual que el primer ministro Orban, en una larga entrevista en Radio Kossuth, el vicepresidente Gyulas, a sus 35 años hombre fuerte en el partido, dejó claro que su Gobierno va a impedir en todo caso que una decisión tan terriblemente transcendental como unos flujos migratorios que determinarían la composición étnica, religiosa y cultural de Hungría se tome fuera de sus fronteras. Budapest está dispuesta a la ayuda exterior con la UE y a una mayor cooperación, pero rechaza radicalmente una inmigración que construye sociedades paralelas como las que existen en países con pasado colonial o mucha inmigración laboral como Francia, Reino Unida, Bélgica, o Alemania. «Aceptamos de buena gana que favorezcan ese tipo de sociedad pero deben respetar nuestra decisión de no hacer lo mismo. Bruselas no puede decidir en contra de las voluntades nacionales estas cuestiones». Gyulas dijo que catastróficas actitudes recientes de gobernantes occidentales y de Bruselas son culpables del Brexit. Este no se habría producido, señala, sin el caos migratorio del pasado año, «en el que las élites dirigentes europeas aplaudían la anarquía en las fronteras y nos demonizaban a los únicos que cumplíamos las leyes».

La pregunta
Esta es la larga pregunta a la que los ciudadanos tendrán que contestar sí o no en el referéndum de mañana: «¿Quiere usted que la Unión Europea imponga la residencia en Hungría de ciudadanos no húngaros incluso sin permiso del Parlamento (húngaro)?»

Sondeos
Según las últimas encuestas, el 70% de los votantes rechazarán la imposición de cuotas para aceptar refugiados, frente a un 5% que estarían a favor, y un 16% de indecisos.

Participación
Según la ley, al menos el 50% más uno de los 8,27 millones de ciudadanos que tienen derecho a voto deberán ejercerlo para que sea válido el referéndum. Una cifra que no parece seguro pueda superarse con claridad, según los sondeos, que sitúan la participación al borde del 50%. En todo caso, el Gobierno cree que la consulta sería válida si se pronuncian al menos tres millones de personas, como sucedió con la consulta sobre la OTAN.