The Unending Gift

martes, enero 30, 2018

LOS NOMBRES DEL PEDESTAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 30.01.18

Quieren borrar toda huella para negar lo sucedido

LA parroquia de Callosa de Segura en la provincia de Alicante, titular de la propiedad de la Plaza de la Iglesia y de la gran cruz de piedra que en ella se erguía, denunció ayer que en la madrugada del día 29, «un dispositivo policial y operarios enviados por el Ayuntamiento se han personado sin previo aviso en la Plaza de la Iglesia y han procedido por medios mecánicos, a la ocupación y retirada del Monumento denominado Cruz de los Caídos». Obreros bajo órdenes del poder político invaden una propiedad privada y se apoderan de objetos que sustraen al dueño legítimo, la parroquia. Lo hacen con nocturnidad y sin orden judicial.
Así, contra la voluntad expresa de multitud de vecinos, ha querido solucionar el alcalde socialista, Fran Maciá, que gobierna con comunistas en perfecto Frente Popular este pueblito alicantino, el terrible problema que es la existencia junto a la iglesia de una gran cruz en cuyo pedestal figuran los nombres de 81 vecinos asesinados como creyentes. ¿Por qué molestan? Porque son memoria auténtica de la mayor explosión de odio y crimen anticristiano habido en el mundo. España fue su escenario entre 1931 y 1939. Por eso es España el país con más mártires de la Iglesia. Porque en ocho años se asesinó a más inocentes por su fe que en siglos de persecuciones romanas del cristianismo. Estos mártires son tan poco políticos ya como esos nombres extraños del santoral cristiano de mártires de los siglos iniciales de nuestra era. Esos nombres solo son políticos para quienes quieren que se olvide que los mataron y que eran inocentes. Sus nombres allí inscritos son el testimonio que desmiente la falsaria historia que quiere contar a las nuevas generaciones gente como la de ese consistorio. Que no quiere que se sepa que fueron los de sus partidos quienes asesinaron a esos hombres. Lo que demuestra que no, que los socialistas y comunistas no fueron todos unos héroes de la libertad, tal como dicen ahora. Que no hubo un bando bueno, muy bueno, el suyo, y un bando malo, muy malo, el de los franquistas. A esos nombres del pedestal no les dieron tiempo para ser franquistas ni malos, los mataron antes. Ese pedestal y esa cruz recuerdan que los suyos, los de Maciá, mataron mucho y además, aunque no les guste oírlo, mataron primero. Y provocaron así que mataran todos y que murieran tantos, inocentes o no, en ambos bandos. Quieren borrar huellas que desmienten y acusan.

El alcalde se ampara en esa Ley de Memoria Histórica que Rodríguez Zapatero fraguó como eje de su política de revancha guerracivilista para imponer el dictado histórico ideológico del Frente Popular. Esa ley que el Gobierno de Mariano Rajoy no ha tenido jamás el valor y la decencia política de derogar cuando pudo. Ahora ya se le ha quedado pequeña al revanchismo que prepara una reforma que ya dicta prisión e inhabilitaciones para quienes contradigan las falsedades sobre República, Guerra Civil y franquismo que establezca una fantasmal «Comisión de la Verdad». La mayoría de los políticos creen que esta es una batalla secundaria. Inmenso error. Es parte de la ofensiva contra la Nación que se sufre también en el frente separatista. Con la inmensa mentira que alberga todo el programa ideológico tras la «memoria histórica» quieren destruir toda legitimidad de la transición, la reconciliación y las instituciones, la Corona la primera. El Tribunal Superior de Justicia Valenciano paralizó ayer el desmantelamiento del pedestal. Veremos cómo termina el pulso de Callosa que se da con más o menos ruido en todos los rincones de España. Se intenta borrar nuestra verdad. Y con ella nuestra libertad.

lunes, enero 29, 2018

¡RUSIA ES CULPABLE!

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 28.01.18

Es moda echar a Moscú la culpa de todo lo que no gusta

SE ha puesto de moda echar a Rusia la culpa de todo mal. Llega el «Rusia es culpable» ahora como caricatura. Ahí tienen al Partido Demócrata y la izquierda norteamericana. Han decidido que su humillante derrota ante Donald Trump es culpa del Kremlin y en ello seguirán mientras no encuentren otra forma de intentar derribar a su odiado enemigo y presidente. En Europa también pasa. Ahí tienen a Austria, donde las injerencias electorales de la UE y Alemania son obscenas. Pues es Rusia, dicen. O a los que pretenden que la crisis catalana es fruto de una intriga del Kremlin. O los que ven la mano rusa en toda reacción contra de gestos despóticos de la Comisión Europea. O de sus imposiciones ideológicas socialdemócratas, en favor de la fracasada y peligrosa multiculturalidad. El Kremlin enreda. Pero no es culpable de todo lo que no gusta a la UE o la prensa de izquierdas.
Moscú intenta influir. Gasta mucho dinero en agitación en toda Europa y en pagar a grupos extremistas de todo pelaje. Putin intenta aprovechar toda debilidad y fisura para dinamitar a una UE que promovió con éxito sociedad abierta, mercado y libertad. Llegó a las fronteras de Rusia. El éxito cuajó en el Báltico. Si cuajara en Ucrania sería la prueba de que es posible en la hermana Rusia. Los propios rusos podrían cuestionar ese mandamiento de que en Rusia las cosas hay que hacerlas como siempre. Con arbitrariedad, brutalidad y sumisión. Tan falso es que la OTAN quiera invadir Rusia como que la culpa de la crisis de la UE sea de Rusia.
No debe demonizarse a nadie por mucho que haya gobernado en el Kremlin mucho demonio. Eso no es culpa de los rusos, siempre los mayores pagadores en vidas rotas. Rusia no es un problema de comunismo aunque Putin mantenga los mecanismos de control social propios del mismo. Rusia siempre quiso ser respetada y solo ha sido temida. Con un pueblo en su día muy religioso, siempre sentimental y maltratado, la dignidad nacional siempre fue un consuelo. Paradójico, pero útil para el jefe. Ahí siguen las dos partes del alma rusa, con su atracción y despecho a Europa.

Aunque en el interior la descomposición social y moral, efecto de 70 años de destrucción de inteligencia, verdad y dignidad individual, haya hecho estragos. Putin necesita límites claros. No los tuvo bajo Obama y Occidente lo pagó caro. Trump que –se lo digo yo– no es un agente ruso, podría marcar con éxito esos límites. Y el precio de violarlos. Harán más fácil una convivencia que sirva también a Rusia para esa modernización que jamás llega al ruso común. Putin no es nuestro amigo, por mucho que cierta derecha europea tenga la terrible tentación de ensalzar a este autócrata por resolutivo. Pero Putin no es causa de todo mal. Ni siquiera de todos los que quisiera.

UNA RUPTURA ASUMIBLE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 27.01.18

No hay relaciones diplomáticas normales con un régimen criminal

Que un régimen tan corrupto, violento y delincuente como el venezolano expulse al embajador de España, Jesús Silva Fernández, es una honra. A la que se responde con serenidad y reciprocidad al expulsar al indeseable de su embajador en Madrid, Mario Isea. Honra también porque no se debe a un conflicto de intereses sino a una pataleta del tiranuelo Nicolás Maduro porque la Unión Europea ha empezado a aplicar sanciones a sus compinches. Una camarilla que ya solo pueden gobernar por medio del crimen sistemático no debe tener relaciones normalizadas con países civilizados.
Debería saberlo Federica Mogherini, la jefa de la Política Exterior europea, en permanente y vergonzante idilio con tiranos, especialmente con Cuba que manda sobre Maduro y es responsable último de lo que pasa en Venezuela.
Ya en la peor miseria mundial, con una inflación que este año puede ser del 13.000 por ciento, el dictador necesita cultivar a su enemigo favorito, Mariano Rajoy. Blanco, europeo, supuestamente de derechas y además español, luego imperialista, colonizador y todas esas monsergas.
Rajoy ha dado pie a la ira de Maduro y eso le honra. Con Venezuela, Rajoy ha vencido a su desinterés por todo lo ajeno. Apoyó a los presos y la oposición como jamás ha hecho con Cuba. Por desgracia defendió la miserable actuación de Zapatero como agente de Maduro y aún no ha retirado tal apoyo.

Las sanciones individualizadas son una práctica instaurada por EE.UU. en la pasada década con mucho éxito en «países canallas». Bloquear cuentas, patrimonio y viajes y movimientos de oligarcas resulta muy eficaz. La lista venezolana crecerá. Para dificultar el blanqueo, evasión e inversión en el exterior de bienes robados en un saqueo de dimensiones colosales, solo posible en una potencia de petróleo y cada vez más del tráfico de la cocaína. Pese a todo, la dictadura es hoy más fuerte que hace un año. La oposición está rota y el proceso de cubanización es imparable. Salvo que pase algo. Algo que toda la gente de bien dentro y fuera esperan sin saber qué y cómo.

viernes, enero 26, 2018

ESPAÑA AMORDAZADA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 26.01.18

La nueva ley de memoria histórica del PSOE mata la libertad

LO que más asusta es que nadie haya dado la alarma en el Congreso. Revela lo frágil que es nuestra libertad. Lo precaria que es nuestra seguridad. Alarma y espanta que no haya habido ningún diputado español que al leer la proposición de Ley del PSOE para la reforma de la Memoria Histórica que publicó el 22 de diciembre de 2017 el Boletín Oficial de las Cortes, no corriera a los medios de comunicación a advertir que se urde una operación en el Parlamento para arrebatar toda libertad de expresión a los españoles. Para legalizar unos comisariados políticos con poder para confiscar, destruir, intervenir, silenciar y multar y encarcelar a todo español que muestre alguna discrepancia con la versión frentepopulista de la historia de España del siglo XX. Escribo estas líneas horas antes de ir a moderar un debate en Madrid sobre Hispanofobia y Leyenda Negra, con Stanley Payne, Elvira Roca Barea y Ricardo García Cárcel. Con esta nueva Ley de Memoria Histórica en vigor, los cuatro seríamos detenidos, multados y condenados a entre uno y cuatro años de prisión. Cualquiera que atribuya un mínimo sentimiento noble a la mitad de España que luchó en el bando nacional contra el frente popular de comunistas, socialistas y anarquistas, será reo en potencia. Una «Comisión de la Verdad», –no es broma, una «Comisión de la Verdad», George Orwell en la Carrera de San Jerónimo– establecerá el dogma. Y la policía política de la Verdad lo impondrá. Todo el que quiera vivir en la legalidad habrá de asumir la versión de la historia de España que comparte Pablo Iglesias con las más conspicuas ratas radicales del resentimiento socialista.
Lean el grado de cinismo con el que se presenta. «La presente ley de reforma (…) incluye diversos tipos penales dirigidos al castigo de las manifestaciones de odio contra víctimas del franquismo y de la Guerra Civil Española, el enaltecimiento del franquismo, así como la necesidad en democracia, de la ilegalización de asociaciones o fundaciones que, con la justificación de fines sociales, realizan actos de exaltación franquista. (..) Aunque el espíritu de la ley de Memoria se basa en unos principios humanitarios, el tiempo ha demostrado la necesidad de introducir sanciones y plazos contra todos aquellos que, aún tras 40 años de democracia, no han asumido su deber de cumplimiento con las leyes y la Memoria Histórica».

El aparato del Estado deberá por ello reprimir y liquidar cualquier cuestionamiento de la Verdad. Serán castigados con penas de prisión de uno a cuatro años, multas de hasta seis dígitos y largas inhabilitaciones «quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo». Ellos decidirán qué es odio en esos comisariados cuyos integrantes habrán de ser ideológicamente impecables. Largas penas también para quienes produzcan, elaboren, posean con la finalidad de distribuir, faciliten a terceras personas el acceso, distribuyan, difundan o vendan escritos o cualquier otra clase de material o soportes que por su contenido sean idóneos para fomentar, promover, o incitar directa o indirectamente al odio a las víctimas del franquismo. En todos los casos, se impondrá además la pena de inhabilitación por un tiempo superior entre tres y diez años al de la duración de la pena de privación de libertad». Estamos ante un intento del revanchismo de dar el golpe de gracia a la España democrática por la puerta de atrás. Con esperanzas de que Ciudadanos vuelva a dejarse intimidar ante la coacción del «antifranquismo», tan miserablemente eficaz en estas pasadas décadas, y se abstenga. Entonces España habrá sido amordazada.

martes, enero 23, 2018

TEUTONIA VERSUS KAKANIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 23.01.18

Viena se alinea con Mitteleuropa frente a Berlín

LOS cocheros del Fiaker, de la tradicional calesa de Viena, solían ser del barrio de Ottakring que cultiva un dialecto propio dentro de lo que es el vienés, una críptica y sandunguera perversión de la lengua alemana. El cochero negocia con el turista alemán en un diálogo en el que solo el primero sabe qué se dice. Porque el vienés entiende al alemán, pero el alemán a él solo lo que él quiera dejarle entender. El vienés siempre se cree más listo que el alemán. Incluso cuando ha matado por ser parte de Alemania. Es un sentimiento que compensa la incómoda sensación de tener un hermano demasiado grande, demasiado fuerte y demasiado torpe. El listo no tiene raza pura sino puro cruce como muestra la ensalada de nombres de la guía de teléfonos de Viena.
Prueba de que son más espabilados, dicen, es que convencieron al mundo de que Hitler era alemán y Beethoven austriaco. Cuando es al revés. Es cierto que Beethoven nació en Bonn, pero hizo su carrera y su obra fundamentalmente en Viena. Hitler nació en Braunau, cerca de Linz, pero en Austria no fue más que un miserable suboficial y un vagabundo. Tuvo que irse a la marcial y estirada Teutonia a lograr un terrible triunfo que nunca había tenido en la relajada y descreída Kakania. Eso sí, cuando triunfó en casa del vecino grande y rico, Austria recibió al hijo despreciado con entusiasmo digno de mejor causa.
Kakania puede ser algo pretenciosa. Y no dan ningún miedo. Pero cuando Teutonia se pone soberbia se asustan hasta las piedras. Los austriacos nunca se han tomado ellos en serio, ni cuando eran un gran imperio desde Silesia a Dalmacia y Lombardía. Los alemanes se toman tan en serio que obligan a los demás a hacerlo. Y Teutonia vuelve a estar arrogante. En otoño del 2015, su canciller violó todas las leyes y convenciones habidas y firmadas y abrió, porque sí, sus fronteras a todos los extranjeros de fuera de Europa. Lo hizo al grito de «Wir schaffen es», con énfasis en el Wir. «Nosotros lo conseguimos». Es la versión laica del «Gott mit uns» de las hebillas con las que se quiso conquistar el mundo. O del «Deutschland über Alles», como rezaba una estrofa el himno que se tachó para fingir modestia después de que su soberbia fabricara un infierno.

Ahora Alemania vuelve a ser la patria de los que se creen los más buenos, ergo: los mejores. Buenismo de la izquierda global con idealismo alemán es una combinación terriblemente indigesta. Vuelven a querer salvar el mundo y creen que deben obligar a todos a participar en tan gran obra. «Am deutschen Wesen soll die Welt genesen» significa ni «La esencia alemana ha de sanar al mundo». El romanticismo alemán está lleno de esas ocurrencias. Así, Berlín ahora regaña a Polonia y a Hungría, a Eslovaquia y a Chequia porque no quieren ayudar a acoger a todos los refugiados del mundo que Merkel, sin consultar a nadie, invitó a venir. Alemania se enfada. No, no va a invadir otra vez estos países, pero sí amenaza con castigarlos porque no quieren llenar sus ciudades de musulmanes. En esta situación fue Sebastian Kurz el jovencísimo nuevo canciller de Kakania a visitar Teutonia. Políticos y medios teutones lo recibieron con ataques a su gobierno de derechas de ÖVP y FPÖ. Kurz, como un cochero de Fiaker, les explicó en perfecto alto alemán por qué Austria comprende tan bien a Polonia y Hungría, Chequia y Eslovaquia. Porque Kakania es modesta y el corazón de Mitteleuropa. Sabe que esa inmigración sin medida ni pausa destruirá convivencia y democracia. Kurz triunfó en Berlín y cada vez más teutones son forofos de Kakania.

domingo, enero 21, 2018

TRES NIÑOS Y UNA RADIO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 21.01.18

El instante más oscuro o la dura lucha por la integridad

EN la madrugada del 25 de enero de 1965 tres niños entre los nueve y los cinco años estaban de pie casi formados frente a su padre en un salón en la planta baja de una casa en la calle Maestro Lasalle de Chamartín en Madrid. En pijama con sus batas, confusos y somnolientos, no habían entendido por qué su padre los despertaba en medio de la noche como nunca había hecho antes y les pedía que bajaran al salón. Una vez allí, los tres en fila, ordenados por edad, junto a un gran aparato de radio de caja de madera bajo las escaleras, vieron a su madre, en bata y sentada en un sillón, que observaba la escena en silencio. Insólita era la imagen del padre. Porque estaba allí de pie, firme y llorando. De la radio surgía, entre el crepitar de las interferencias en la recepción de la onda corta, una voz profunda que relataba momentos especiales del siglo XX. Hablaba en inglés. Era la «BeeB», la BBC. Hablaba de las guerras mundiales, de los del parlamento de Westminster, del Rey Jorge VI, de la Reina Isabel II y del Nobel. Instantes de la vida de un hombre muerto unas horas antes en Londres; era una larga necrológica de Winston Churchill.
Allí estábamos los niños sin entender mucho más allá que el hecho incuestionable que había muerto alguien muy importante en Londres por quien nuestro padre sentía un afecto que no le conocíamos por nadie más. Porque es la primera vez que le veíamos llorar. Para mí ha sido de los recuerdos de la infancia imperecederos. Desde entonces siempre supe que aquel hombre al que mi padre había otorgado desde la lejanía de Madrid e intimidad de su casa aquel emocionado homenaje tenía un especial significado. La figura de Churchill ha sido, tal como quiso mi padre ya desde aquel día, un punto de referencia y de reverencia para mí. Mucho hablaríamos de Churchill hasta su muerte.

Todo viene a cuento porque fui a ver la película de «El instante más oscuro» y me emocioné con ella en los momentos de derrota del Churchill solo y abandonado, despreciado y temido a un tiempo. En los instantes en que parece tener la tentación de ceder a las presiones de Chamberlain y Halifax y de convertirse en uno como ellos. No sé qué fidelidad histórica hay en la visita decisiva del Rey Jorge VI a un Churchill en pleno infierno de dudas en su casa. Cuando le dice que cuente con él para rechazar la negociación con el monstruo y anunciar la guerra para combatirlo. Recordé a mi padre y sus relatos sobre el fracaso moral terrible de cobardía e indolencia en la que cayeron las elites alemanas y austriacas. Él entre ellos. Y las elites inglesas y las continentales. Y el presidente norteamericano que le negó todo a Churchill en esos días oscuros. Recordarlo es el mejor antídoto contra la tentación de claudicar ante el matonismo y la barbarie, acomodarse al poder injusto o callar por conveniencia.

VIRTUDES IMPERECEDERAS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 20.01.18

La nueva mili tiene menos que ver con la defensa que con la cohesión e integración social

El presidente francés, Emannuel Macron, ha confirmado el restablecimiento del servicio militar obligatorio. Tal como afirmó ayer en la base naval de Toulon, todos los jóvenes franceses tendrán que prestar un «servicio nacional universal» que durará en principio un mes. Es una decisión que será impopular en ciertos sectores de la juventud, pero que cuenta cada vez con más partidarios en las sociedades desarrolladas occidentales. Suecia ya anunció en 2017 que volvía al servicio militar obligatorio. Austria votaba en referéndum mantenerlo. En Suiza nadie lo cuestiona.
Las causas son varias. Se frustraron las esperanzas de un futuro sin amenazas que parecían una certeza en Europa tras el fin de la Guerra Fría. Las tensiones militares no han desaparecido, sino que aumentan. Y los interrogantes sobre la seguridad interna se han intensificado con las crisis de refugiados, el terrorismo, las guerras próximas y las tensiones con Rusia. La cohesión interna está amenazada por un multiculturalismo de guetos y comunidades tribales urbanas. La nueva mili tiene menos que ver con la defensa militar que con la cohesión e integración social, la capacidad de reacción ante ataques, catástrofes y emergencias, la formación en el servicio, la responsabilidad ciudadana y la formación del carácter del individuo. Y con el sentido de pertenencia al país y nación de origen o acogida.

Nadie pretende que los reclutas aprendan técnica de combate. Con las armas modernas y la tecnología eso no es posible. Pero suplirán en servicios a un ejército profesional cada vez más especializado. Otros países imitarán a Suecia y Francia. Para España sería una bendita revolución que alguien tuviera el valor de revertir aquella malhadada decisión de Aznar de acabar con la mili. Para que convivencia, compromiso y servicio común hagan entender a los españoles todo lo que tienen en común en pasado, presente y futuro. A medio siglo de 1968, tras 50 años de culto a los derechos individuales y desprestigio de la milicia, del compromiso y del deber, la necesidad de los tiempos modernos promueve virtudes antiguas. E imperecederas.

viernes, enero 19, 2018

LA PRESERVACIÓN DEL ENEMIGO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 19.01.18

El separatismo golpista es el principal aliado del gatopardismo

¿CÓMO es posible que en España, un país desarrollado, los medios de comunicación no se dediquen desde hace días a otra cosa que a debatir si un supuesto delincuente fugado, con cargos que pueden suponerle 30 años de prisión, va a ser o no el próximo presidente del gobierno de una de sus principales regiones? ¿Cómo es posible que el ministro del Interior explique que un cuerpo policial regional está todo él implicado en un acto generalizado de desacato, siendo un cuerpo armado, de rebelión, el pasado 1 de octubre y todos los miembros sigan armados y en funciones? ¿Cómo es posible que los partidos separatistas ignoren el mensaje –ya meridianamente claro por las medidas judiciales– de que la ruptura de España y por tanto la independencia de Cataluña es imposible de forma pacífica?
Todo ello es posible porque en la política del gobierno de España hacia los separatistas no ha cambiado nada. Todo lo que realmente ha cambiado se debe a unos cuantos jueces que han cumplido con su deber. Ante la sorpresa de los enemigos de España y de muchos que supuestamente están en la otra trinchera. Muchos sorprendidos por la actitud de los jueces disimulan. Los que han colaborado con los separatistas durante los últimos cinco años en busca de unos acuerdos que a ellos convinieran. Han jugado con el dinero y la seguridad de los españoles, con los medios del monopolio de información y publicidad y a la postre han jugado con la supervivencia de la nación. Han hecho peligrar con irresponsables operaciones de ventajismo político y trampas para pactar las permanencias en el poder, la propia y la de los enemigos de España. La agenda enloquecida del separatismo precipitado era imposible. La pararon los jueces. Ahora les urge reconducir todo. La reacción de los españoles en las calles y en sus balcones les asusta. Un despertar de la nación que se articulara políticamente sería letal para sus intereses. Una reacción nacional de las clases medias saqueadas no sería un juvenil 15-M y sí podría suponer el fin para partidos, redes y santones corruptos hasta ahora intocables, para las estructuras parasitarias autonómicas y para las aventuras anticonstitucionales. La mera idea los hace temblar.

En ese contexto nada más lógico que un artículo de Juan Luis Cebrián. Como el que publicó el 18 de mayo de 2001 titulado «El discurso del método». Entonces logró enterrar el proyecto constitucionalista de PP y PSOE que había rozado la victoria en las elecciones vascas. Y encarriló a la izquierda hacia el pacto con los nacionalismos y con ETA en Cataluña y País Vasco. Zapatero lo consumó y derivó hacia el separatismo golpista y el surgimiento del Podemos comunista. Pocos artículos han hecho más daño a España. Cebrián vuelve con otro igual de tóxico y se supone que también este con apoyos en el poder. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que impuso la supervivencia de «El País» y del propio Cebrián a acreedores, a accionistas y al mercado, podría tener que ver con ello. En su nuevo artículo dice que el peligro real para España está, agárrense, en el centralismo. Que es necesario reformar la Constitución de inmediato. Se supone que antes de que la nación española pueda defenderla. También para dar a todas las autonomías el derecho de autodeterminación. No se rían, porque va en serio. Cierto que Cebrián no es ya lo que era. Pero no está solo en su fervor por salvar de la derrota a los enemigos de España. Porque son los aliados necesarios que les garantizan la supervivencia del inmenso negociado.

martes, enero 16, 2018

DE VÍCTIMAS, HÉROES Y EL HONOR

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 16.01.18

El Rey y las víctimas son el referente ideal para el rearme moral de la nación

EL Rey de España fue premiado ayer por las víctimas del terrorismo en una ceremonia en el Museo Reina Sofía de Madrid. Lo fue con razón porque siempre, antes y después de asumir el trono, ha mostrado una inmensa empatía y permanente cercanía con todos los compatriotas que han visto sus vidas quebradas por atentados. Siempre fue así. Como ejemplo de ese compromiso solo hay que recordar su presencia este verano en las calles de Barcelona para honrar a las víctimas del atentado de las Ramblas pese al hostigamiento de la canalla separatista organizada. Los muertos demandan recuerdo, respeto y presencia y los vivos merecen apoyo, afecto y reconocimiento. Porque son, como dijo ayer Felipe VI, «el ejemplo y la memoria viva del mayor sacrificio que nuestra sociedad ha hecho por defender la libertad, la democracia, la convivencia y nuestro Estado de Derecho». Los Reyes demostraron ayer que saben muy bien lo que significan para España nuestros caídos ante el enemigo y sus familias. Mucho mejor que tantos políticos que los tratan como víctimas de accidentes a los que ignoran o utilizan según momento y conveniencia.
Como «ejemplo y memoria viva del sacrificio», las víctimas del terrorismo son el exponente capital de la dignidad nacional. El culto a los héroes caídos da la medida de la dignidad de las grandes naciones. La presencia en la conciencia de la sociedad de estas vidas y muertes de nuestros héroes es el reflejo del respeto que nos tenemos como nación. De nuestro honor. Y del músculo moral para frotar presente y futuro. Es la autoestima imprescindible para una comunidad humana libre con vocación de crecer, prosperar, superar adversidades y tener la fuerza para defender a los débiles. Si a libertad, democracia, convivencia y Estado añadimos historia, legado y memoria, lo que tenemos es la Patria. Es palabra para muchos hoy tan hueca como la de honor. Ambas merecen volver con fuerza al vocabulario porque nada hay más actual y más necesario que la voluntad de entrega, la capacidad de sacrificio y la disposición a la defensa del bien común.

En el ejercicio de estas tres virtudes cayeron muchas de las víctimas que ayer honró el Rey al recoger este premio. Cayeron cobardemente asesinadas y muchos recibieron un funeral semiclandestino. No fue la honra del caído sino la dignidad del Estado y de la sociedad española la maltratada. Más allá de la miserable complicidad de quienes arropaban y arropan a los asesinos, hubo mucha vergonzosa indiferencia. Y desidia. La Fundación Villacisneros reactiva ahora, con fondos privados y sin ayudas, casos de asesinatos aun impunes –¡hay 314!–. Encuentra lamentables sumarios de atentados de hace tres y cuatro lustros aun impunes que son polvorientas carpetas con apenas unos folios y unas tristes fotos, sin investigación ninguna, que revelan desidia, indolencia y lo peor, olvido. Asociaciones de víctimas y otros intentan luchar contra desinterés y desmemoria. La precaria sociedad civil que es un obstáculo para cualquier causa noble. Pero el estado de cosas no debería generar abatimiento. Hemos estado mucho peor. En 2017 ha despertado en la sociedad española un clamor en una exigencia de respeto mucho tiempo dormida. Que se expresa con la bandera nacional y la imparable demanda del fin a las afrentas a la nación, a su lengua y su integridad territorial. Buena señal es la alarma de los que viven de la debilidad y los complejos de la nación, entre separatistas como hispanófobos en el corazón de España. Insisten en las vías del fracaso centrífugo y la desunión. Pero todo indica que la nación española despierta. Los Reyes y las víctimas son los referentes perfectos para el rearme moral en esta senda de unión, autodefensa, superación y honor.

lunes, enero 15, 2018

DE HAITÍ A DETROIT

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 14.01.18

Así, los enemigos de Trump repetirán pataleta en 2020

LA compañía FIAT Chrysler (FCA) anunció el jueves que traslada su producción de camionetas de México a Michigan en EE.UU. La fabricación pasará de El Saltillo mejicano a la localidad de Warren, cerca de Detroit ya en el 2020 y creará 2.500 empleos. La región de Detroit, otrora capital de la producción automovilística, se hundió en la desindustrialización, el paro, la pobreza y el crimen hace décadas. Esta noticia es para sus habitantes un acontecimiento milagroso. LA FCA anunció que vuelve a fabricar allí por la reforma fiscal.
Pero se habla poco de eso porque Trump volvió a demostrar que es un racista, dicen. Eso cuando acaba de declarar Fiesta Federal como «Día de Martín Lutero King» el próximo día 15 de enero. Resulta que en una conversación privada Trump se refirió a algunos países del Tercer Mundo como «agujeros de mierda» (shitholes). Llamar agujero de mierda a Haití o Somalia o Salvador está feo. Aunque seguro que Trump no es el primero en pensarlo o decirlo. Pero dicho por Trump eso es un escándalo mundial que ha movilizado hasta a la ONU, esa que llama «genocida» a Israel, insulta a EE.UU. casi a diario y protege a regímenes criminales que no insultan sino ahorcan, fusilan y torturan. Es intolerable, dicen, un exabrupto en una conversación privada. Merece una condena universal si es de Trump, el hombre más insultado, injuriado y difamado públicamente por periodistas, políticos y comediantes del mundo entero. ¿Cómo se le ocurriría? Cuando Haití es Suiza y todos quieren mandar a sus hijas a Somalia a estudiar. Quizás sea menos racista constatar que Haití está hecho una mierda que pedir donaciones para Haití y que llegue a su destino menos del 10% de millones recaudados. Eso hizo la Fundación Clinton, según publicaron diversos medios.
Con el comienzo de año más espectacular en la Bolsa desde hace mucho tiempo, The New York Times, enemigo mortal de Trump, siempre con su portada repleta de titulares contra el presidente, abría ayer con este título: «Tightest Job Market in Years Aids Applicants Once Shunned». La ingente demanda en el mercado laboral ayuda a quienes antes buscaban trabajo inútilmente. «La escasez de mano de obra da oportunidades a quienes eran evitados por las empresas, como trabajadores con antecedentes penales, minusválidos o parados de larga duración». El paro en las comunidades negras baja a mínimos históricos. La economía norteamericana genera la demanda de mano de obra más feroz en décadas. Las televisiones especializadas en el «odio eterno al facha de Trump» no tienen hueco para eso. Proclaman día y noche que Trump es racista, machista y está loco. Pero en Warren, Michigan, en todo EE.UU. entre los minusválidos, parados de larga duración y población negra marginal que estrenan empleo, la opinión sobre Haití importa poco. Importa, junto al trabajo, la seguridad. Y si Trump les da ambas cosas, los enemigos de Trump volverán a patalear en 2020. Ni «impeachment» ni inhabilitación ni gaitas. Si quieren deshacerse de él, tendrán que matarlo.

POR EVITAR MALES MAYORES

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 13.01.18

Otra vez habrá, salvo sorpresa de última hora, una Gran Coalición en el gobierno de Alemania. Otra vez vuelve lo que, antes y después de las elecciones del 24 de septiembre, se descartó con rotundidad en los dos grandes partidos, el democristiano CDU/CSU y el socialdemócrata SPD. Es difícil recordar una alianza más forzada y desde un principio menos apetecida, menos ilusionante, menos prometedora. Se unen los que no se quieren unir, porque no hay más remedio, con unos líderes cuyas carreras agonizan –Angela Merkel, Martin Schulz– y bajo el lema con el que titulaba ayer tarde el diario «Sueddeutsche Zeitung»: «Todo lo demás sería peor».
En realidad, todo está dominado por un partido ausente de estas negociaciones como de las anteriores. La Gran Coalición, su programa inicial –sin subida de impuestos y con topes a la inmigración–, la angustia por lograr un acuerdo sin aliciente alguno y el miedo cerval a unas elecciones, todo se debe a la radical novedad que produjeron las elecciones de septiembre: la irrupción en el Bundestag con 93 escaños del partido derechista «Alternative für Deutschland» (AfD). Su triunfal entrada al parlamento con el voto de la derecha abandonado por Merkel ha cambiado radicalmente todo. Demonizada y tachada de ultraderechista por todos los demás, la AfD ha roto el consenso alemán cuya máxima expresión es la gran coalición. Su existencia disuadía de la gran coalición porque con ella la AfD es la principal fuerza de la oposición en el Bundestag. Pero también obligaba a la gran coalición porque se teme que en nuevas elecciones el AfD siga creciendo.

Merkel había intentado formar un gobierno con los Liberales (FDP) y los Verdes. Aquel intento con dos partidos antitéticos fracasó estrepitosamente. Después solo quedaban dos opciones, la gran coalición o nuevas elecciones. El pánico a la segunda obligaba a la primera. Su principal, quizás única virtud, será acabar con el gobierno en funciones y transmitir en Europa la sensación de que se desatasca la crisis alemana. Pero no se sabe hasta qué punto. Ni hasta cuándo.

viernes, enero 12, 2018

GALLARDOS CAUDILLOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 12.01.18

La Nación española tiene otra prueba de lo poderosa que es con la ley en la mano

PUEDE que sea una nueva estratagema para demostrarnos que, más allá del ADN fino y francés de los catalanes y el tosco y canalla africano de los habitantes del resto de España, es cierto que somos tan distintos los demás españoles de ellos. De ellos, los separatistas. Porque el espectáculo que nos dan estos días todos los cabecillas del golpe de Estado en Cataluña es algo que tiene muy poco de español. Algunos lo verán como una prueba de las virtudes del pragmatismo. También puede entenderse como una simple añagaza para salir de la cárcel. Pero también es el mayor alarde de cobardía visto en tierra española en siglos. Como la demostración de la peor falta de gallardía y honor de quienes estuvieron muy dispuestos a asumir inmensos daños para otros e intentan evitar todo perjuicio propio. Cobardía de máxima pureza. Algo impropio de España donde siempre hay valor y gallardía individual que, si no compensan, sí consuelan por debilidades y cobardías. Si los golpistas de la Generalitat en 1934 huyeron por las alcantarillas ante cuatro tiros del general Batet, las cloacas son hoy esa retractación falsaria que evidencia la ínfima calidad y catadura. Hubo un tiempo en el que los nacionalistas encarcelados por atentar contra el Estado morían de huelgas de hambre. Estos hoy no perdonan una merienda.
Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, son máximos dirigentes de la ANC y de Òmnium Cultural, dos de los más aguerridos caudillos separatistas que desde hace años amenazan a los españoles con catástrofes si no se avienen a sus planes de ruptura de España, su Nación y Estado. Ayer, ante el juez, los Jordis juraron fidelidad incondicional a la Constitución. Si le ponen el himno de la Guardia Civil o la Legión, habrían desfilado por el despacho judicial. Gastaron millones de euros y de horas laborales en hacer daño a España. Estafaron a la sociedad. Ahora dicen que todo eran actos simbólicos, poco menos que una broma. Ni rastro ya de provocaciones, amenazas y ultimátums. Todo gracias a Estremera.
También rectificó Joaquim Forn, tan agresivo y provocador él que llegó a amenazar a Guardia Civil y Policía Nacional con que los Mozos de Escuadra les harían frente. Ahora dice que él no mandaba y los Mozos golpistas estaba a las órdenes de Josep Lluis Trapero. Que por cierto aún no está en la cárcel. Como Artur Mas, todos echan la culpa al prójimo. Peor aun, al subordinado. Mientras estos se retractaban de todo y juraban lealtad eterna a la Constitución, Carmen Forcadell anunciaba que no presidiría el Parlamento catalán. Con una previsible petición de quizás veinte años de prisión no le apetece repetir. Otros imputados también se han quitado de en medio, unos de forma más discreta que otros.

La moraleja es evidente. Cuando en España se aplica la ley contra los enemigos del Estado los efectos son más que beneficiosos, son milagrosos e inmediatos. Lástima que se haga tan poco. Afortunadamente Cataluña no tenía un espacio judicial propio como tantos quisieron otorgarle. Y estaban los jueces para imponer la ley. Si es por los políticos, mal vamos. Porque tienen más miedo a que se aplique la ley que los delincuentes. Porque les impide consumar sus cambalaches. Los caudillos separatistas además de cobardes son tramposos y mentirosos. Que reincidirán, nadie lo dude. El reto separatista continuará. Pero la Nación española tiene la prueba de lo inmensamente poderosa que es con la ley en la mano. Si comienza a aplicarla con firmeza y consecuencia en todo el territorio nacional e impide que la vacíen con indultos que nunca tuvieron otros golpistas, España podría estar al principio del final de algunas de sus peores pesadillas.

martes, enero 09, 2018

EL DEPREDADOR Y SU CORTE PROGRESISTA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 09.01.18

Con su odio inagotable, Hollywood no deja de hacerle favores a Trump

LA entrega de los Globos de Oro, como también la de los Oscar, va camino de convertirse en el acto supremo de propaganda política en favor del presidente Donald Trump. Cada aquelarre del mundillo de los millonarios del faranduleo de Hollywood con su pringue moralizante en contra del presidente es un auténtico festín de autoestima y reafirmación para las masas que dieron a Trump la Casa Blanca, que apoyan al presidente y que, salvo accidente o crimen, le llevarán a siete años de revolución conservadora. Esto horroriza a Hollywood como a toda la izquierda. La certeza de que la agenda de Trump se cumple. Hollywood en histeria anti Trump. Pero ya no impresiona. Indigna o divierte. No queda nada admirable. No queda ni cine ni dioses ni estrellas. Hoy alberga a un rebaño enjoyado que chapotea el pozo negro de la ideología más mentirosa de la actualidad. Hubo un tiempo en que allí se juntó gran parte de la inteligencia huida del nazismo de Europa. Hoy la única inteligencia allí es James Woods, proscrito como ferviente defensor de Trump. Lo demás es carne y baba. Que declama sus letanías de izquierdas para hacerse perdonar su vida inane adinerada. Presunción, autosatisfacción y farsa. Pero para gustarse tanto como quieren, necesitan de una buena causa. También en los Goya hay causa para su propia llantina solidaria, más zarrapastrosa, pero igual de auténtica en su falsedad. Es ideal el victimismo. Permite un acto caritativo y además con uno mismo. Todo es ganancia. Resulta que las actrices, mejores y peores, mayores y menores, reales o imaginarias han decidido ahora que sufrieron muchísimo antaño con los abusos sexuales a los que se sometieron para promocionar sus carreras. Sufrieron, calcularon, sopesaron y callaron. Aunque algunas dicen haber recibido favores sin pagar peaje en carne. Dicen. Sería el talento.
Detonante ha sido la caída de Harvey Weinstein, el productor total de Hollywood, acusado e imputado como agresor sexual sistemático y violador. Surgen como setas lastimeras las maltratadas bientratadas por Weinstein. Las que recibieron favores y solo ahora hablan de un precio. Cuanto más hipócritas, merengones y falsarios son los discursos más gracia tiene la farsa. Especialmente con Oprah Winfrey y Merryl Streep, íntimas del gran Weinstein. Ellas son las amiguitas del alma del monstruo depredador y violador. Pero pretenden que no sabían nada de las aficiones del amigote. Ellas, las amas de Hollywood, no sabían lo que todo Hollywood sabía. Centenares pasaron por «la amistad de Harvey» camino del estrellato y ninguna de las que llegó dijo nada hasta ahora. ¿Y ellos? Ellos igual, amiguísimos de Harvey. Qué iban a hacer sin Harvey en Hollywood, se preguntarían todos, también Bardem y su mujer, protegidos de Weinstein, que tampoco sabían nada. Si hubo alguna valiente que en su día se enfrentó a Weinstein no estaba en los Globos de Oro. Está, en el mejor de los casos, sirviendo hamburguesas en algún tétrico local del extrarradio de Los Ángeles.

Harvey Weinstein es un depredador sexual al que todo Hollywood ha adorado. Es también mecenas de esa subcultura izquierdista cuya sacerdotisa máxima es la insufrible monja laica que es la Streep. Amigo y donante de Obama y los Clinton, gran símbolo del pijerío cosmopolita que desprecia a la América trabajadora y arraigada. Es decir, el depredador sexual, el violador compulsivo era de los suyos. Bueno, pues sus amigas, víctimas y beneficiadas que evocaron el sufrimiento de la violencia y brutalidad sexual, solo veían un culpable para su trágica suerte: el facha de Donald Trump. La farsa es tan obscena que resulta terapéutica. Como bestia negra de semejante gentuza falsaria, el presidente norteamericano goza en Hollywood de una fuente inagotable de argumentos, de fuerza y favores.

domingo, enero 07, 2018

LA NUEVA RECONQUISTA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 07.01.18

Los españoles tienen que poder volver a poder vivir, trabajar y estudiar en español en todos los rincones de España

HOY clausura la Fundación Mapfre la preciosa exposición de Ignacio de Zuloaga con algunos de sus cuadros «más españoles». Algún amigo suyo dijo del pintor eibarrés que era más profundamente español que Velázquez. Como lo era Darío de Regoyos, pintor asturiano del tiempo de Zuloaga. Mi favorita entre sus obras es «Toros en Pasajes». Muestra la aldea guipuzcoana de Pasajes de San Juan vista desde el alto al otro lado de la ría. En la plaza del pueblo, una corrida de toros reúne a una gran multitud. Pequeñas embarcaciones se mecen en unas aguas tranquilas en un día sonriente. Y todos los balcones de la plaza engalanada lucen orgullosos la bandera rojigualda. Regoyos lo pintó en 1898. Habrá quien crea que fue bajo presiones de Franco. Nunca servirá para un cartel de las fiestas en el siglo XXI. Porque revela el profundo apego del pueblo vasco entonces hacia la bandera española en un Pasajes en el que no existía la ikurriña. Además, Pasajes ya no existe. Hoy es Pasai. Como Villarreal de Alava, fundada por Alfonso XI, que hoy oficialmente no existe y se llama, agárrense, Legutio. Que es como pasar de ser excelentísimo a que te llamen pichi.
La guerra contra la toponimia española comenzó muy pronto en la democracia. Viví mi juventud entre carteles con los nombres históricos tachados con pintura en los pueblos. Así se abrió la ofensiva de la hispanofobia que nos ha traído a la guerra contra España del separatismo catalán. Los nacionalismos asumieron la lengua como su principal arma contra España. La izquierda se unió a ellos contra la idea nacional de España que identificaron, en terrible y trágico error histórico, con el régimen de Franco. La derecha, con su mala conciencia y cobardía proverbial, no se atrevió a hacerles frente para no ser acusada de franquista. Así llegamos a la indignidad y postración de la lengua común, perseguida impunemente en muchas regiones. Ante la estupefacción de cualquier visitante extranjero, no solo de los 500 millones de hispanohablantes. Leyes de vergüenza aprobadas en las Cortes españolas obligan a usar en documentos españoles los nombres no españoles de ciudades españolas. Ahí están esos carteles ridículos de Girona o Lleida o A Coruña. El BOE publica grotescos nombres inventados solo para hacer olvidar los auténticos nombres españoles.

Pero 2017 ha traído conciencia. Sabemos a dónde lleva el cobarde abandono. Sabemos que la enmienda es necesaria. Porque ellos quieren erradicar lengua, toponimia y hasta las lápidas, para negar a nuevas generaciones la propia existencia allí de España. Ha llegado el momento de la reconquista de España para la lengua española. Ya hay varias iniciativas a las que que unirse. Con acciones legales, protestas puntuales, exigencias particulares en administración, comercios, empresas e instituciones. Los españoles tenemos que poder volver a vivir, trabajar y estudiar en español en todos los rincones de España. Es un soberbio objetivo patriótico. Es más que lógico. Nos va la vida de España en ello.

sábado, enero 06, 2018

TRUMP LO DIGERIRÁ

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 06.01.18

Otra vez creen algunos que tienen la receta para liquidar al presidente Trump

Los medios en todo Occidente se frotan las manos por lo que caricaturizan –siempre que hablan de Donald Trump caricaturizan– como la guerra entre el presidente y Steve Bannon, el que fuera su asesor ideológico y estratega electoral. Presentado por los medios como un terrible ultraderechista, Bannon fue apartado de la Casa Blanca hace meses. Ahora aparecen frases suyas muy ofensivas para Trump, familia y entorno en el libro «Fuego y furia», de Michael Wolff, un periodista al que Bannon abrió las puertas de la Casa Blanca. El libro es una larga descripción de Trump como un demente y la Casa Blanca como un patio de Monipodio. Wolff es un notorio fabricador de noticias e informaciones. Aunque los medios prefieran obviarlo.
¿Está Trump loco? se pregunta el «Frankfurter Allgemeine», que siempre fue serio. No es el presidente, son los medios los que pierden la cabeza con él. El acoso mediático a Trump, su demonización, criminalización y escarnio alcanza niveles de brutalidad y obsesión jamás visto en las relaciones entre prensa y Casa Blanca. Pero Trump no va perdiendo. Muchos medios han sacrificado ya su prestigio en la hoguera de esta fobia y el afán por derrocarlo. Y no están más cerca. Por el contrario, ayer «The New York Times», enemigo mortal de Trump, tuvo que escribir en portada: «Una oleada de optimismo ha alcanzado a los líderes empresariales norteamericanos y se traduce ya en ese tipo de inversión de nuevas plantas, bienes de equipo y modernización de fábricas que activa el crecimiento económico, promueve la creación de nuevo empleo y por fin podría traer aumentos salariales significativos».

El libro tendrá éxito. También porque Donald Trump en reacción iracunda quiso impedir su publicación. Pero otra vez se precipitan sus enemigos. Su guerra con Steve Bannon le beneficiará entre los republicanos que ya cierren filas con él. La deslealtad de Bannon y los ataques a la familia movilizan a los partidarios de Trump. Y los medios, abrazados a un notorio mentiroso como Wolff, se dejarán aun más dientes.

viernes, enero 05, 2018

REBROTES DEL IDEALISMO ALEMÁN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 05.01.18

El consenso merkeliano quiere censurar todo lo que revele sus fracasos

ALEMANIA es un país traumatizado por su pasado. Cierto que lo son muchos otros países, entre ellos el nuestro. Pero Alemania lo es de una forma especial. Con razón. Lo allí sucedido durante doce años de la primera mitad del siglo XX fue algo jamás habido y ni siquiera concebido en toda su monstruosidad. Desde el final de aquella pesadilla del III Reich en 1945, los alemanes no han hecho otra cosa que trabajar para resurgir del páramo de escombros e intentar demostrar que aquello fue un terrible accidente histórico que jamás se repetirá en Alemania. Los alemanes son hoy otra vez muy respetados, pero no queridos como quisieran. Pese a sus esfuerzos por destacar como nación generosa y compasiva, lo opuesto a la impresión que dejaron las generaciones anteriores al invasor y ocupar el continente.
El entusiasmo en el ejercicio de la bondad y entrega de los alemanes en el otoño de 2015 con la llegada de inmensas oleadas de refugiados fue otro esfuerzo, uno de los más espectaculares y meritorios, sin duda, por borrar esa imagen del alemán uniformado grabada en la memoria y retina del mundo. Tras la decisión de Angela Merkel de abrir las fronteras, centenares de miles de alemanes recibían a los desconocidos con regalos, pancartas de bienvenida y abrazos, ayudas de todo tipo y hospitalidad conmovedora. Los observadores más lúcidos ya advirtieron que más allá de la solidaridad, aquello tenía otra faceta con efectos imprevisibles. Avisaron que Merkel ponía de nuevo en danza el con razón temido idealismo alemán. Que la muy irracional decisión unilateral de anunciar que se acogería a todo refugiado que llegara a Alemania era un rebrote de la temida autoestima que lleva una y otra vez a los alemanes a creerse capaces de lo que no es capaz nadie. Para mal y para bien.

Había que demostrar la infinita capacidad de la nación alemana de hacer el bien. La cosa tenía que salir mal. Los alemanes esperaban reciprocidad para tamaño derroche de generosidad. No la ha habido. Las masas que invadieron la cotidianidad alemana no se muestran agradecidas. Exigen, pretenden, imponen. No se produce la alegre integración que demostraría al mundo que con buena intención y orden y trabajo alemán se puede redimir al mundo de sus peores sufrimientos. Al contrario, el deterioro es dramático. Gran parte de los llegados tiende sistemáticamente al abuso y un porcentaje alto a la delincuencia. La seguridad ha colapsado. Especialmente para las mujeres. El desengaño es profundo. Como después de Stalingrado, el sueño se frustra, la realidad se impone. Muchos protestan. Contra Merkel y contra su indefensión en conflicto con los recién llegados. Pero no tienen cauce en los partidos tradicionales. Porque la ideología del Estado no puede aceptar el fracaso del proyecto masivo y urgente de integración multicultural. Porque la defensa de la identidad alemana lleva el inmenso lastre de la historia. Pero crece. El sistema ha entrado en pánico, persigue a quienes denuncian el fracaso y a quienes defienden dicha nación alemana que la izquierda querría disolver y el centrismo no se atreve a defender. Prioridad es combatir a la AfD, el partido surgido a la derecha de la CDU gracias al espacio abandonado por Merkel. Ya tiene 93 escaños. Ahora saca el Gobierno una ley que exige a las redes sociales, bajo amenaza de ingentes multas, una censura implacable de todo lo que considere ultraderechista. No así para lo ultraizquierdista. Así se cierra el círculo y en Alemania se recorta la libertad de expresión y muchas verdades quedan proscritas. Todo en aras del bien. Como siempre. Otro rebrote del idealismo alemán que acabará mal.

martes, enero 02, 2018

EL PERSA INCONVENIENTE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 02.01.18

La UE calla, pero Trump y Netanyahu animan a liberar Irán del yugo clerical islamista

OTRA vez están los europeos metidos en el lío de la lucha entre sus alardes de buenismo y probidad moral y su envilecedora obsequiosidad ante socios nada probos. En Irán la población sale a la calle a pedir democracia y el fin de la dictadura. En Bruselas todos miran hacia otra parte. Otra vez la UE con curiosos distingos y ominosos silencios. No puede atribuirse solo a la representante de la política exterior europea, Federica Mogherini. Aunque ella es todo un síntoma. Solo el «pensamiento puré» socialdemócrata explica que la política exterior de los 27 la represente una señora, devota de Cuba, que no puede evitar la lagrimita con la muerte de Fidel. Llora por el dictador, pero no llora por los asesinados en Venezuela. Y no es capaz de asistir a la entrega del premio Sajarov del Parlamento Europeo a la oposición venezolana. Porque Maduro no es sino un pelele cubano. Sobre Irán, la UE guarda silencio. Con lo rápido que condena Bruselas lo que no le gusta de Trump, presidente de la mayor y mejor democracia del mundo.
Resulta que en Irán se han extendido las protestas contra la dictadura de los ayatolás. Lo que hace días eran manifestaciones menores contra subidas de precios, abandono y corrupción son ya grandes concentraciones en las que se pide la caída del máximo líder religioso Jamenei, la disolución de la Policía secreta y la Guardia Revolucionaria, el fin de la ayuda –al terrorismo– en Gaza o Líbano y, ni más ni menos que el fin de la República Islámica. Que es el régimen teocrático de terror que instauró el Ayatolá Jomeini hace 40 años con la necia, cobarde y ciega ayuda de los europeos y de un presidente de EE.UU. tan fallido y tan dañino que aún goza de prestigio en la izquierda occidental. Ya hay muertos. No se sabe cuántos. Nunca se supo de las protestas sofocadas a tiros en 2009. Oficialmente unos 40. Extraoficialmente, cientos.
A los gobiernos europeos les viene ahora mal que los iraníes exijan dignidad, libertad y derechos. Terrible inconveniencia será que la dictadura islámica, que pintaban como un alumno aventajado en buenas maneras, se muestre como la brutal dictadura que es. Irán no solo aplasta a los suyos. Dirige la inmensa organización terrorista Hizbolá desde el Líbano en todo el mundo, con la que lleva a cabo la penetración en Iberoamérica con una red mafiosa que trafica con la cocaína de las FARC y del régimen de Maduro, con armas y otros bienes. Manda en Siria, interviene en el Golfo, controla a las bandas terroristas de Hamás en Gaza. Tiene un programa de armas nucleares que el acuerdo con Obama retrasa pero también legitima. Y tiene como razón de Estado la destrucción de Israel. Los europeos se unieron al saliente Obama para presentar a Irán como un país impecable en marcha hacia la democracia. Obama necesitaba aquel acuerdo para adecentar un pésimo balance. Los europeos para hacer negocios con quien, sin sanciones, vuelve a tener dinero. Una auténtica lata para Europa que los iraníes se levanten ahora para exigir libertad y derechos, eso que tanto defiende la UE.

El ministro alemán Sigmar Gabriel ha pedido a Teherán que no se exceda matando. Pero en general todos callan. Salvo Trump y Netanyahu, que han hablado y bien. Se han visto reafirmados por los iraníes en las calles, no desautorizados como los europeos. Han animado a los iraníes a liberar a Persia, una nación antigua, sofisticada y articulada, de la dictadura de los clérigos islámicos y unirse al mundo libre. Imaginen qué glorioso cambio. En principio nadie decente debería tener algo en contra.