martes, enero 30, 2018
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes,
30.01.18
Quieren borrar toda huella para negar lo sucedido
LA parroquia de Callosa de Segura en la provincia de
Alicante, titular de la propiedad de la Plaza de la Iglesia y de la gran cruz
de piedra que en ella se erguía, denunció ayer que en la madrugada del día 29,
«un dispositivo policial y operarios enviados por el Ayuntamiento se han
personado sin previo aviso en la Plaza de la Iglesia y han procedido por medios
mecánicos, a la ocupación y retirada del Monumento denominado Cruz de los
Caídos». Obreros bajo órdenes del poder político invaden una propiedad privada
y se apoderan de objetos que sustraen al dueño legítimo, la parroquia. Lo hacen
con nocturnidad y sin orden judicial.
Así, contra la voluntad expresa de multitud de vecinos, ha
querido solucionar el alcalde socialista, Fran Maciá, que gobierna con
comunistas en perfecto Frente Popular este pueblito alicantino, el terrible
problema que es la existencia junto a la iglesia de una gran cruz en cuyo
pedestal figuran los nombres de 81 vecinos asesinados como creyentes. ¿Por qué
molestan? Porque son memoria auténtica de la mayor explosión de odio y crimen
anticristiano habido en el mundo. España fue su escenario entre 1931 y 1939.
Por eso es España el país con más mártires de la Iglesia. Porque en ocho años
se asesinó a más inocentes por su fe que en siglos de persecuciones romanas del
cristianismo. Estos mártires son tan poco políticos ya como esos nombres
extraños del santoral cristiano de mártires de los siglos iniciales de nuestra
era. Esos nombres solo son políticos para quienes quieren que se olvide que los
mataron y que eran inocentes. Sus nombres allí inscritos son el testimonio que
desmiente la falsaria historia que quiere contar a las nuevas generaciones
gente como la de ese consistorio. Que no quiere que se sepa que fueron los de
sus partidos quienes asesinaron a esos hombres. Lo que demuestra que no, que
los socialistas y comunistas no fueron todos unos héroes de la libertad, tal
como dicen ahora. Que no hubo un bando bueno, muy bueno, el suyo, y un bando
malo, muy malo, el de los franquistas. A esos nombres del pedestal no les
dieron tiempo para ser franquistas ni malos, los mataron antes. Ese pedestal y
esa cruz recuerdan que los suyos, los de Maciá, mataron mucho y además, aunque
no les guste oírlo, mataron primero. Y provocaron así que mataran todos y que
murieran tantos, inocentes o no, en ambos bandos. Quieren borrar huellas que
desmienten y acusan.
El alcalde se ampara en esa Ley de Memoria Histórica que
Rodríguez Zapatero fraguó como eje de su política de revancha guerracivilista
para imponer el dictado histórico ideológico del Frente Popular. Esa ley que el
Gobierno de Mariano Rajoy no ha tenido jamás el valor y la decencia política de
derogar cuando pudo. Ahora ya se le ha quedado pequeña al revanchismo que
prepara una reforma que ya dicta prisión e inhabilitaciones para quienes
contradigan las falsedades sobre República, Guerra Civil y franquismo que
establezca una fantasmal «Comisión de la Verdad». La mayoría de los políticos
creen que esta es una batalla secundaria. Inmenso error. Es parte de la
ofensiva contra la Nación que se sufre también en el frente separatista. Con la
inmensa mentira que alberga todo el programa ideológico tras la «memoria
histórica» quieren destruir toda legitimidad de la transición, la
reconciliación y las instituciones, la Corona la primera. El Tribunal Superior
de Justicia Valenciano paralizó ayer el desmantelamiento del pedestal. Veremos
cómo termina el pulso de Callosa que se da con más o menos ruido en todos los
rincones de España. Se intenta borrar nuestra verdad. Y con ella nuestra
libertad.
lunes, enero 29, 2018
¡RUSIA ES CULPABLE!
Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo,
28.01.18
Es moda echar a Moscú la culpa de todo lo que no gusta
SE ha puesto de moda echar a Rusia la culpa de todo mal.
Llega el «Rusia es culpable» ahora como caricatura. Ahí tienen al Partido
Demócrata y la izquierda norteamericana. Han decidido que su humillante derrota
ante Donald Trump es culpa del Kremlin y en ello seguirán mientras no
encuentren otra forma de intentar derribar a su odiado enemigo y presidente. En
Europa también pasa. Ahí tienen a Austria, donde las injerencias electorales de
la UE y Alemania son obscenas. Pues es Rusia, dicen. O a los que pretenden que
la crisis catalana es fruto de una intriga del Kremlin. O los que ven la mano
rusa en toda reacción contra de gestos despóticos de la Comisión Europea. O de
sus imposiciones ideológicas socialdemócratas, en favor de la fracasada y
peligrosa multiculturalidad. El Kremlin enreda. Pero no es culpable de todo lo
que no gusta a la UE o la prensa de izquierdas.
Moscú intenta influir. Gasta mucho dinero en agitación en
toda Europa y en pagar a grupos extremistas de todo pelaje. Putin intenta
aprovechar toda debilidad y fisura para dinamitar a una UE que promovió con
éxito sociedad abierta, mercado y libertad. Llegó a las fronteras de Rusia. El
éxito cuajó en el Báltico. Si cuajara en Ucrania sería la prueba de que es
posible en la hermana Rusia. Los propios rusos podrían cuestionar ese
mandamiento de que en Rusia las cosas hay que hacerlas como siempre. Con
arbitrariedad, brutalidad y sumisión. Tan falso es que la OTAN quiera invadir
Rusia como que la culpa de la crisis de la UE sea de Rusia.
No debe demonizarse a nadie por mucho que haya gobernado en
el Kremlin mucho demonio. Eso no es culpa de los rusos, siempre los mayores
pagadores en vidas rotas. Rusia no es un problema de comunismo aunque Putin
mantenga los mecanismos de control social propios del mismo. Rusia siempre
quiso ser respetada y solo ha sido temida. Con un pueblo en su día muy
religioso, siempre sentimental y maltratado, la dignidad nacional siempre fue
un consuelo. Paradójico, pero útil para el jefe. Ahí siguen las dos partes del
alma rusa, con su atracción y despecho a Europa.
Aunque en el interior la descomposición social y moral,
efecto de 70 años de destrucción de inteligencia, verdad y dignidad individual,
haya hecho estragos. Putin necesita límites claros. No los tuvo bajo Obama y
Occidente lo pagó caro. Trump que –se lo digo yo– no es un agente ruso, podría
marcar con éxito esos límites. Y el precio de violarlos. Harán más fácil una
convivencia que sirva también a Rusia para esa modernización que jamás llega al
ruso común. Putin no es nuestro amigo, por mucho que cierta derecha europea
tenga la terrible tentación de ensalzar a este autócrata por resolutivo. Pero Putin
no es causa de todo mal. Ni siquiera de todos los que quisiera.
UNA RUPTURA ASUMIBLE
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Sábado, 27.01.18
No hay relaciones diplomáticas normales con un régimen
criminal
Que un régimen tan corrupto, violento y delincuente como el
venezolano expulse al embajador de España, Jesús Silva Fernández, es una honra.
A la que se responde con serenidad y reciprocidad al expulsar al indeseable de
su embajador en Madrid, Mario Isea. Honra también porque no se debe a un
conflicto de intereses sino a una pataleta del tiranuelo Nicolás Maduro porque
la Unión Europea ha empezado a aplicar sanciones a sus compinches. Una
camarilla que ya solo pueden gobernar por medio del crimen sistemático no debe
tener relaciones normalizadas con países civilizados.
Debería saberlo Federica Mogherini, la jefa de la Política
Exterior europea, en permanente y vergonzante idilio con tiranos, especialmente
con Cuba que manda sobre Maduro y es responsable último de lo que pasa en
Venezuela.
Ya en la peor miseria mundial, con una inflación que este
año puede ser del 13.000 por ciento, el dictador necesita cultivar a su enemigo
favorito, Mariano Rajoy. Blanco, europeo, supuestamente de derechas y además
español, luego imperialista, colonizador y todas esas monsergas.
Rajoy ha dado pie a la ira de Maduro y eso le honra. Con
Venezuela, Rajoy ha vencido a su desinterés por todo lo ajeno. Apoyó a los
presos y la oposición como jamás ha hecho con Cuba. Por desgracia defendió la
miserable actuación de Zapatero como agente de Maduro y aún no ha retirado tal
apoyo.
Las sanciones individualizadas son una práctica instaurada
por EE.UU. en la pasada década con mucho éxito en «países canallas». Bloquear
cuentas, patrimonio y viajes y movimientos de oligarcas resulta muy eficaz. La
lista venezolana crecerá. Para dificultar el blanqueo, evasión e inversión en
el exterior de bienes robados en un saqueo de dimensiones colosales, solo
posible en una potencia de petróleo y cada vez más del tráfico de la cocaína.
Pese a todo, la dictadura es hoy más fuerte que hace un año. La oposición está
rota y el proceso de cubanización es imparable. Salvo que pase algo. Algo que
toda la gente de bien dentro y fuera esperan sin saber qué y cómo.
viernes, enero 26, 2018
ESPAÑA AMORDAZADA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
26.01.18
La nueva ley de memoria histórica del PSOE mata la libertad
LO que más asusta es que nadie haya dado la alarma en el
Congreso. Revela lo frágil que es nuestra libertad. Lo precaria que es nuestra
seguridad. Alarma y espanta que no haya habido ningún diputado español que al
leer la proposición de Ley del PSOE para la reforma de la Memoria Histórica que
publicó el 22 de diciembre de 2017 el Boletín Oficial de las Cortes, no
corriera a los medios de comunicación a advertir que se urde una operación en
el Parlamento para arrebatar toda libertad de expresión a los españoles. Para
legalizar unos comisariados políticos con poder para confiscar, destruir,
intervenir, silenciar y multar y encarcelar a todo español que muestre alguna
discrepancia con la versión frentepopulista de la historia de España del siglo
XX. Escribo estas líneas horas antes de ir a moderar un debate en Madrid sobre
Hispanofobia y Leyenda Negra, con Stanley Payne, Elvira Roca Barea y Ricardo
García Cárcel. Con esta nueva Ley de Memoria Histórica en vigor, los cuatro
seríamos detenidos, multados y condenados a entre uno y cuatro años de prisión.
Cualquiera que atribuya un mínimo sentimiento noble a la mitad de España que
luchó en el bando nacional contra el frente popular de comunistas, socialistas
y anarquistas, será reo en potencia. Una «Comisión de la Verdad», –no es broma,
una «Comisión de la Verdad», George Orwell en la Carrera de San Jerónimo–
establecerá el dogma. Y la policía política de la Verdad lo impondrá. Todo el
que quiera vivir en la legalidad habrá de asumir la versión de la historia de
España que comparte Pablo Iglesias con las más conspicuas ratas radicales del
resentimiento socialista.
Lean el grado de cinismo con el que se presenta. «La
presente ley de reforma (…) incluye diversos tipos penales dirigidos al castigo
de las manifestaciones de odio contra víctimas del franquismo y de la Guerra
Civil Española, el enaltecimiento del franquismo, así como la necesidad en
democracia, de la ilegalización de asociaciones o fundaciones que, con la
justificación de fines sociales, realizan actos de exaltación franquista. (..)
Aunque el espíritu de la ley de Memoria se basa en unos principios
humanitarios, el tiempo ha demostrado la necesidad de introducir sanciones y
plazos contra todos aquellos que, aún tras 40 años de democracia, no han
asumido su deber de cumplimiento con las leyes y la Memoria Histórica».
El aparato del Estado deberá por ello reprimir y liquidar
cualquier cuestionamiento de la Verdad. Serán castigados con penas de prisión
de uno a cuatro años, multas de hasta seis dígitos y largas inhabilitaciones
«quienes públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al
odio, hostilidad, discriminación o violencia contra las víctimas de la Guerra
Civil y del franquismo». Ellos decidirán qué es odio en esos comisariados cuyos
integrantes habrán de ser ideológicamente impecables. Largas penas también para
quienes produzcan, elaboren, posean con la finalidad de distribuir, faciliten a
terceras personas el acceso, distribuyan, difundan o vendan escritos o
cualquier otra clase de material o soportes que por su contenido sean idóneos
para fomentar, promover, o incitar directa o indirectamente al odio a las víctimas
del franquismo. En todos los casos, se impondrá además la pena de
inhabilitación por un tiempo superior entre tres y diez años al de la duración
de la pena de privación de libertad». Estamos ante un intento del revanchismo
de dar el golpe de gracia a la España democrática por la puerta de atrás. Con
esperanzas de que Ciudadanos vuelva a dejarse intimidar ante la coacción del
«antifranquismo», tan miserablemente eficaz en estas pasadas décadas, y se
abstenga. Entonces España habrá sido amordazada.
martes, enero 23, 2018
TEUTONIA VERSUS KAKANIA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 23.01.18
Viena se alinea con Mitteleuropa frente a Berlín
LOS cocheros del Fiaker, de la tradicional calesa de Viena,
solían ser del barrio de Ottakring que cultiva un dialecto propio dentro de lo
que es el vienés, una críptica y sandunguera perversión de la lengua alemana.
El cochero negocia con el turista alemán en un diálogo en el que solo el
primero sabe qué se dice. Porque el vienés entiende al alemán, pero el alemán a
él solo lo que él quiera dejarle entender. El vienés siempre se cree más listo
que el alemán. Incluso cuando ha matado por ser parte de Alemania. Es un
sentimiento que compensa la incómoda sensación de tener un hermano demasiado
grande, demasiado fuerte y demasiado torpe. El listo no tiene raza pura sino
puro cruce como muestra la ensalada de nombres de la guía de teléfonos de
Viena.
Prueba de que son más espabilados, dicen, es que
convencieron al mundo de que Hitler era alemán y Beethoven austriaco. Cuando es
al revés. Es cierto que Beethoven nació en Bonn, pero hizo su carrera y su obra
fundamentalmente en Viena. Hitler nació en Braunau, cerca de Linz, pero en
Austria no fue más que un miserable suboficial y un vagabundo. Tuvo que irse a
la marcial y estirada Teutonia a lograr un terrible triunfo que nunca había
tenido en la relajada y descreída Kakania. Eso sí, cuando triunfó en casa del
vecino grande y rico, Austria recibió al hijo despreciado con entusiasmo digno
de mejor causa.
Kakania puede ser algo pretenciosa. Y no dan ningún miedo.
Pero cuando Teutonia se pone soberbia se asustan hasta las piedras. Los
austriacos nunca se han tomado ellos en serio, ni cuando eran un gran imperio
desde Silesia a Dalmacia y Lombardía. Los alemanes se toman tan en serio que
obligan a los demás a hacerlo. Y Teutonia vuelve a estar arrogante. En otoño
del 2015, su canciller violó todas las leyes y convenciones habidas y firmadas
y abrió, porque sí, sus fronteras a todos los extranjeros de fuera de Europa.
Lo hizo al grito de «Wir schaffen es», con énfasis en el Wir. «Nosotros lo
conseguimos». Es la versión laica del «Gott mit uns» de las hebillas con las
que se quiso conquistar el mundo. O del «Deutschland über Alles», como rezaba
una estrofa el himno que se tachó para fingir modestia después de que su
soberbia fabricara un infierno.
Ahora Alemania vuelve a ser la patria de los que se creen
los más buenos, ergo: los mejores. Buenismo de la izquierda global con
idealismo alemán es una combinación terriblemente indigesta. Vuelven a querer
salvar el mundo y creen que deben obligar a todos a participar en tan gran
obra. «Am deutschen Wesen soll die Welt genesen» significa ni «La esencia
alemana ha de sanar al mundo». El romanticismo alemán está lleno de esas
ocurrencias. Así, Berlín ahora regaña a Polonia y a Hungría, a Eslovaquia y a
Chequia porque no quieren ayudar a acoger a todos los refugiados del mundo que
Merkel, sin consultar a nadie, invitó a venir. Alemania se enfada. No, no va a
invadir otra vez estos países, pero sí amenaza con castigarlos porque no
quieren llenar sus ciudades de musulmanes. En esta situación fue Sebastian Kurz
el jovencísimo nuevo canciller de Kakania a visitar Teutonia. Políticos y
medios teutones lo recibieron con ataques a su gobierno de derechas de ÖVP y
FPÖ. Kurz, como un cochero de Fiaker, les explicó en perfecto alto alemán por
qué Austria comprende tan bien a Polonia y Hungría, Chequia y Eslovaquia.
Porque Kakania es modesta y el corazón de Mitteleuropa. Sabe que esa
inmigración sin medida ni pausa destruirá convivencia y democracia. Kurz
triunfó en Berlín y cada vez más teutones son forofos de Kakania.
domingo, enero 21, 2018
TRES NIÑOS Y UNA RADIO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo,
21.01.18
El instante más oscuro o la dura lucha por la integridad
EN la madrugada del 25 de enero de 1965 tres niños entre los
nueve y los cinco años estaban de pie casi formados frente a su padre en un
salón en la planta baja de una casa en la calle Maestro Lasalle de Chamartín en
Madrid. En pijama con sus batas, confusos y somnolientos, no habían entendido
por qué su padre los despertaba en medio de la noche como nunca había hecho
antes y les pedía que bajaran al salón. Una vez allí, los tres en fila,
ordenados por edad, junto a un gran aparato de radio de caja de madera bajo las
escaleras, vieron a su madre, en bata y sentada en un sillón, que observaba la
escena en silencio. Insólita era la imagen del padre. Porque estaba allí de
pie, firme y llorando. De la radio surgía, entre el crepitar de las
interferencias en la recepción de la onda corta, una voz profunda que relataba
momentos especiales del siglo XX. Hablaba en inglés. Era la «BeeB», la BBC.
Hablaba de las guerras mundiales, de los del parlamento de Westminster, del Rey
Jorge VI, de la Reina Isabel II y del Nobel. Instantes de la vida de un hombre
muerto unas horas antes en Londres; era una larga necrológica de Winston
Churchill.
Allí estábamos los niños sin entender mucho más allá que el
hecho incuestionable que había muerto alguien muy importante en Londres por
quien nuestro padre sentía un afecto que no le conocíamos por nadie más. Porque
es la primera vez que le veíamos llorar. Para mí ha sido de los recuerdos de la
infancia imperecederos. Desde entonces siempre supe que aquel hombre al que mi
padre había otorgado desde la lejanía de Madrid e intimidad de su casa aquel
emocionado homenaje tenía un especial significado. La figura de Churchill ha
sido, tal como quiso mi padre ya desde aquel día, un punto de referencia y de
reverencia para mí. Mucho hablaríamos de Churchill hasta su muerte.
Todo viene a cuento porque fui a ver la película de «El
instante más oscuro» y me emocioné con ella en los momentos de derrota del
Churchill solo y abandonado, despreciado y temido a un tiempo. En los instantes
en que parece tener la tentación de ceder a las presiones de Chamberlain y
Halifax y de convertirse en uno como ellos. No sé qué fidelidad histórica hay
en la visita decisiva del Rey Jorge VI a un Churchill en pleno infierno de
dudas en su casa. Cuando le dice que cuente con él para rechazar la negociación
con el monstruo y anunciar la guerra para combatirlo. Recordé a mi padre y sus
relatos sobre el fracaso moral terrible de cobardía e indolencia en la que
cayeron las elites alemanas y austriacas. Él entre ellos. Y las elites inglesas
y las continentales. Y el presidente norteamericano que le negó todo a
Churchill en esos días oscuros. Recordarlo es el mejor antídoto contra la
tentación de claudicar ante el matonismo y la barbarie, acomodarse al poder
injusto o callar por conveniencia.
VIRTUDES IMPERECEDERAS
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 20.01.18
La nueva mili tiene menos que ver con la defensa que con la
cohesión e integración social
El presidente francés, Emannuel Macron, ha confirmado el
restablecimiento del servicio militar obligatorio. Tal como afirmó ayer en la
base naval de Toulon, todos los jóvenes franceses tendrán que prestar un
«servicio nacional universal» que durará en principio un mes. Es una decisión
que será impopular en ciertos sectores de la juventud, pero que cuenta cada vez
con más partidarios en las sociedades desarrolladas occidentales. Suecia ya
anunció en 2017 que volvía al servicio militar obligatorio. Austria votaba en
referéndum mantenerlo. En Suiza nadie lo cuestiona.
Las causas son varias. Se frustraron las esperanzas de un
futuro sin amenazas que parecían una certeza en Europa tras el fin de la Guerra
Fría. Las tensiones militares no han desaparecido, sino que aumentan. Y los
interrogantes sobre la seguridad interna se han intensificado con las crisis de
refugiados, el terrorismo, las guerras próximas y las tensiones con Rusia. La
cohesión interna está amenazada por un multiculturalismo de guetos y
comunidades tribales urbanas. La nueva mili tiene menos que ver con la defensa
militar que con la cohesión e integración social, la capacidad de reacción ante
ataques, catástrofes y emergencias, la formación en el servicio, la
responsabilidad ciudadana y la formación del carácter del individuo. Y con el
sentido de pertenencia al país y nación de origen o acogida.
Nadie pretende que los reclutas aprendan técnica de combate.
Con las armas modernas y la tecnología eso no es posible. Pero suplirán en
servicios a un ejército profesional cada vez más especializado. Otros países
imitarán a Suecia y Francia. Para España sería una bendita revolución que
alguien tuviera el valor de revertir aquella malhadada decisión de Aznar de
acabar con la mili. Para que convivencia, compromiso y servicio común hagan
entender a los españoles todo lo que tienen en común en pasado, presente y
futuro. A medio siglo de 1968, tras 50 años de culto a los derechos
individuales y desprestigio de la milicia, del compromiso y del deber, la
necesidad de los tiempos modernos promueve virtudes antiguas. E imperecederas.
viernes, enero 19, 2018
LA PRESERVACIÓN DEL ENEMIGO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
19.01.18
El separatismo golpista es el principal aliado del
gatopardismo
¿CÓMO es posible que en España, un país desarrollado, los
medios de comunicación no se dediquen desde hace días a otra cosa que a debatir
si un supuesto delincuente fugado, con cargos que pueden suponerle 30 años de
prisión, va a ser o no el próximo presidente del gobierno de una de sus
principales regiones? ¿Cómo es posible que el ministro del Interior explique que
un cuerpo policial regional está todo él implicado en un acto generalizado de
desacato, siendo un cuerpo armado, de rebelión, el pasado 1 de octubre y todos
los miembros sigan armados y en funciones? ¿Cómo es posible que los partidos
separatistas ignoren el mensaje –ya meridianamente claro por las medidas
judiciales– de que la ruptura de España y por tanto la independencia de
Cataluña es imposible de forma pacífica?
Todo ello es posible porque en la política del gobierno de
España hacia los separatistas no ha cambiado nada. Todo lo que realmente ha
cambiado se debe a unos cuantos jueces que han cumplido con su deber. Ante la
sorpresa de los enemigos de España y de muchos que supuestamente están en la
otra trinchera. Muchos sorprendidos por la actitud de los jueces disimulan. Los
que han colaborado con los separatistas durante los últimos cinco años en busca
de unos acuerdos que a ellos convinieran. Han jugado con el dinero y la
seguridad de los españoles, con los medios del monopolio de información y
publicidad y a la postre han jugado con la supervivencia de la nación. Han
hecho peligrar con irresponsables operaciones de ventajismo político y trampas
para pactar las permanencias en el poder, la propia y la de los enemigos de
España. La agenda enloquecida del separatismo precipitado era imposible. La
pararon los jueces. Ahora les urge reconducir todo. La reacción de los
españoles en las calles y en sus balcones les asusta. Un despertar de la nación
que se articulara políticamente sería letal para sus intereses. Una reacción
nacional de las clases medias saqueadas no sería un juvenil 15-M y sí podría
suponer el fin para partidos, redes y santones corruptos hasta ahora
intocables, para las estructuras parasitarias autonómicas y para las aventuras
anticonstitucionales. La mera idea los hace temblar.
En ese contexto nada más lógico que un artículo de Juan Luis
Cebrián. Como el que publicó el 18 de mayo de 2001 titulado «El discurso del
método». Entonces logró enterrar el proyecto constitucionalista de PP y PSOE
que había rozado la victoria en las elecciones vascas. Y encarriló a la
izquierda hacia el pacto con los nacionalismos y con ETA en Cataluña y País
Vasco. Zapatero lo consumó y derivó hacia el separatismo golpista y el
surgimiento del Podemos comunista. Pocos artículos han hecho más daño a España.
Cebrián vuelve con otro igual de tóxico y se supone que también este con apoyos
en el poder. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que impuso la
supervivencia de «El País» y del propio Cebrián a acreedores, a accionistas y
al mercado, podría tener que ver con ello. En su nuevo artículo dice que el
peligro real para España está, agárrense, en el centralismo. Que es necesario
reformar la Constitución de inmediato. Se supone que antes de que la nación
española pueda defenderla. También para dar a todas las autonomías el derecho
de autodeterminación. No se rían, porque va en serio. Cierto que Cebrián no es
ya lo que era. Pero no está solo en su fervor por salvar de la derrota a los
enemigos de España. Porque son los aliados necesarios que les garantizan la
supervivencia del inmenso negociado.
martes, enero 16, 2018
DE VÍCTIMAS, HÉROES Y EL HONOR
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 16.01.18
El Rey y las víctimas son el referente ideal para el rearme
moral de la nación
EL Rey de España fue premiado ayer por las víctimas del
terrorismo en una ceremonia en el Museo Reina Sofía de Madrid. Lo fue con razón
porque siempre, antes y después de asumir el trono, ha mostrado una inmensa
empatía y permanente cercanía con todos los compatriotas que han visto sus
vidas quebradas por atentados. Siempre fue así. Como ejemplo de ese compromiso
solo hay que recordar su presencia este verano en las calles de Barcelona para
honrar a las víctimas del atentado de las Ramblas pese al hostigamiento de la
canalla separatista organizada. Los muertos demandan recuerdo, respeto y
presencia y los vivos merecen apoyo, afecto y reconocimiento. Porque son, como
dijo ayer Felipe VI, «el ejemplo y la memoria viva del mayor sacrificio que
nuestra sociedad ha hecho por defender la libertad, la democracia, la
convivencia y nuestro Estado de Derecho». Los Reyes demostraron ayer que saben
muy bien lo que significan para España nuestros caídos ante el enemigo y sus
familias. Mucho mejor que tantos políticos que los tratan como víctimas de
accidentes a los que ignoran o utilizan según momento y conveniencia.
Como «ejemplo y memoria viva del sacrificio», las víctimas
del terrorismo son el exponente capital de la dignidad nacional. El culto a los
héroes caídos da la medida de la dignidad de las grandes naciones. La presencia
en la conciencia de la sociedad de estas vidas y muertes de nuestros héroes es
el reflejo del respeto que nos tenemos como nación. De nuestro honor. Y del
músculo moral para frotar presente y futuro. Es la autoestima imprescindible
para una comunidad humana libre con vocación de crecer, prosperar, superar
adversidades y tener la fuerza para defender a los débiles. Si a libertad,
democracia, convivencia y Estado añadimos historia, legado y memoria, lo que
tenemos es la Patria. Es palabra para muchos hoy tan hueca como la de honor.
Ambas merecen volver con fuerza al vocabulario porque nada hay más actual y más
necesario que la voluntad de entrega, la capacidad de sacrificio y la
disposición a la defensa del bien común.
En el ejercicio de estas tres virtudes cayeron muchas de las
víctimas que ayer honró el Rey al recoger este premio. Cayeron cobardemente
asesinadas y muchos recibieron un funeral semiclandestino. No fue la honra del
caído sino la dignidad del Estado y de la sociedad española la maltratada. Más
allá de la miserable complicidad de quienes arropaban y arropan a los asesinos,
hubo mucha vergonzosa indiferencia. Y desidia. La Fundación Villacisneros
reactiva ahora, con fondos privados y sin ayudas, casos de asesinatos aun
impunes –¡hay 314!–. Encuentra lamentables sumarios de atentados de hace tres y
cuatro lustros aun impunes que son polvorientas carpetas con apenas unos folios
y unas tristes fotos, sin investigación ninguna, que revelan desidia,
indolencia y lo peor, olvido. Asociaciones de víctimas y otros intentan luchar
contra desinterés y desmemoria. La precaria sociedad civil que es un obstáculo
para cualquier causa noble. Pero el estado de cosas no debería generar
abatimiento. Hemos estado mucho peor. En 2017 ha despertado en la sociedad
española un clamor en una exigencia de respeto mucho tiempo dormida. Que se
expresa con la bandera nacional y la imparable demanda del fin a las afrentas a
la nación, a su lengua y su integridad territorial. Buena señal es la alarma de
los que viven de la debilidad y los complejos de la nación, entre separatistas
como hispanófobos en el corazón de España. Insisten en las vías del fracaso
centrífugo y la desunión. Pero todo indica que la nación española despierta.
Los Reyes y las víctimas son los referentes perfectos para el rearme moral en
esta senda de unión, autodefensa, superación y honor.
lunes, enero 15, 2018
DE HAITÍ A DETROIT
Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo,
14.01.18
Así, los enemigos de Trump repetirán pataleta en 2020
LA compañía FIAT Chrysler (FCA) anunció el jueves que
traslada su producción de camionetas de México a Michigan en EE.UU. La fabricación
pasará de El Saltillo mejicano a la localidad de Warren, cerca de Detroit ya en
el 2020 y creará 2.500 empleos. La región de Detroit, otrora capital de la
producción automovilística, se hundió en la desindustrialización, el paro, la
pobreza y el crimen hace décadas. Esta noticia es para sus habitantes un
acontecimiento milagroso. LA FCA anunció que vuelve a fabricar allí por la
reforma fiscal.
Pero se habla poco de eso porque Trump volvió a demostrar
que es un racista, dicen. Eso cuando acaba de declarar Fiesta Federal como «Día
de Martín Lutero King» el próximo día 15 de enero. Resulta que en una
conversación privada Trump se refirió a algunos países del Tercer Mundo como
«agujeros de mierda» (shitholes). Llamar agujero de mierda a Haití o Somalia o
Salvador está feo. Aunque seguro que Trump no es el primero en pensarlo o
decirlo. Pero dicho por Trump eso es un escándalo mundial que ha movilizado
hasta a la ONU, esa que llama «genocida» a Israel, insulta a EE.UU. casi a
diario y protege a regímenes criminales que no insultan sino ahorcan, fusilan y
torturan. Es intolerable, dicen, un exabrupto en una conversación privada.
Merece una condena universal si es de Trump, el hombre más insultado, injuriado
y difamado públicamente por periodistas, políticos y comediantes del mundo
entero. ¿Cómo se le ocurriría? Cuando Haití es Suiza y todos quieren mandar a
sus hijas a Somalia a estudiar. Quizás sea menos racista constatar que Haití
está hecho una mierda que pedir donaciones para Haití y que llegue a su destino
menos del 10% de millones recaudados. Eso hizo la Fundación Clinton, según
publicaron diversos medios.
Con el comienzo de año más espectacular en la Bolsa desde
hace mucho tiempo, The New York Times, enemigo mortal de Trump, siempre con su portada
repleta de titulares contra el presidente, abría ayer con este título:
«Tightest Job Market in Years Aids Applicants Once Shunned». La ingente demanda
en el mercado laboral ayuda a quienes antes buscaban trabajo inútilmente. «La
escasez de mano de obra da oportunidades a quienes eran evitados por las
empresas, como trabajadores con antecedentes penales, minusválidos o parados de
larga duración». El paro en las comunidades negras baja a mínimos históricos.
La economía norteamericana genera la demanda de mano de obra más feroz en
décadas. Las televisiones especializadas en el «odio eterno al facha de Trump»
no tienen hueco para eso. Proclaman día y noche que Trump es racista, machista
y está loco. Pero en Warren, Michigan, en todo EE.UU. entre los minusválidos,
parados de larga duración y población negra marginal que estrenan empleo, la
opinión sobre Haití importa poco. Importa, junto al trabajo, la seguridad. Y si
Trump les da ambas cosas, los enemigos de Trump volverán a patalear en 2020. Ni
«impeachment» ni inhabilitación ni gaitas. Si quieren deshacerse de él, tendrán
que matarlo.
POR EVITAR MALES MAYORES
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Sábado, 13.01.18
Otra vez habrá, salvo sorpresa de última hora, una Gran
Coalición en el gobierno de Alemania. Otra vez vuelve lo que, antes y después
de las elecciones del 24 de septiembre, se descartó con rotundidad en los dos
grandes partidos, el democristiano CDU/CSU y el socialdemócrata SPD. Es difícil
recordar una alianza más forzada y desde un principio menos apetecida, menos
ilusionante, menos prometedora. Se unen los que no se quieren unir, porque no
hay más remedio, con unos líderes cuyas carreras agonizan –Angela Merkel,
Martin Schulz– y bajo el lema con el que titulaba ayer tarde el diario
«Sueddeutsche Zeitung»: «Todo lo demás sería peor».
En realidad, todo está dominado por un partido ausente de
estas negociaciones como de las anteriores. La Gran Coalición, su programa
inicial –sin subida de impuestos y con topes a la inmigración–, la angustia por
lograr un acuerdo sin aliciente alguno y el miedo cerval a unas elecciones,
todo se debe a la radical novedad que produjeron las elecciones de septiembre:
la irrupción en el Bundestag con 93 escaños del partido derechista «Alternative
für Deutschland» (AfD). Su triunfal entrada al parlamento con el voto de la
derecha abandonado por Merkel ha cambiado radicalmente todo. Demonizada y
tachada de ultraderechista por todos los demás, la AfD ha roto el consenso
alemán cuya máxima expresión es la gran coalición. Su existencia disuadía de la
gran coalición porque con ella la AfD es la principal fuerza de la oposición en
el Bundestag. Pero también obligaba a la gran coalición porque se teme que en
nuevas elecciones el AfD siga creciendo.
Merkel había intentado formar un gobierno con los Liberales
(FDP) y los Verdes. Aquel intento con dos partidos antitéticos fracasó
estrepitosamente. Después solo quedaban dos opciones, la gran coalición o
nuevas elecciones. El pánico a la segunda obligaba a la primera. Su principal,
quizás única virtud, será acabar con el gobierno en funciones y transmitir en
Europa la sensación de que se desatasca la crisis alemana. Pero no se sabe
hasta qué punto. Ni hasta cuándo.
viernes, enero 12, 2018
GALLARDOS CAUDILLOS
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
12.01.18
La Nación española tiene otra prueba de lo poderosa que es
con la ley en la mano
PUEDE que sea una nueva estratagema para demostrarnos que,
más allá del ADN fino y francés de los catalanes y el tosco y canalla africano
de los habitantes del resto de España, es cierto que somos tan distintos los
demás españoles de ellos. De ellos, los separatistas. Porque el espectáculo que
nos dan estos días todos los cabecillas del golpe de Estado en Cataluña es algo
que tiene muy poco de español. Algunos lo verán como una prueba de las virtudes
del pragmatismo. También puede entenderse como una simple añagaza para salir de
la cárcel. Pero también es el mayor alarde de cobardía visto en tierra española
en siglos. Como la demostración de la peor falta de gallardía y honor de
quienes estuvieron muy dispuestos a asumir inmensos daños para otros e intentan
evitar todo perjuicio propio. Cobardía de máxima pureza. Algo impropio de
España donde siempre hay valor y gallardía individual que, si no compensan, sí
consuelan por debilidades y cobardías. Si los golpistas de la Generalitat en
1934 huyeron por las alcantarillas ante cuatro tiros del general Batet, las
cloacas son hoy esa retractación falsaria que evidencia la ínfima calidad y
catadura. Hubo un tiempo en el que los nacionalistas encarcelados por atentar
contra el Estado morían de huelgas de hambre. Estos hoy no perdonan una
merienda.
Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, son máximos dirigentes de la
ANC y de Òmnium Cultural, dos de los más aguerridos caudillos separatistas que
desde hace años amenazan a los españoles con catástrofes si no se avienen a sus
planes de ruptura de España, su Nación y Estado. Ayer, ante el juez, los Jordis
juraron fidelidad incondicional a la Constitución. Si le ponen el himno de la
Guardia Civil o la Legión, habrían desfilado por el despacho judicial. Gastaron
millones de euros y de horas laborales en hacer daño a España. Estafaron a la
sociedad. Ahora dicen que todo eran actos simbólicos, poco menos que una broma.
Ni rastro ya de provocaciones, amenazas y ultimátums. Todo gracias a Estremera.
También rectificó Joaquim Forn, tan agresivo y provocador él
que llegó a amenazar a Guardia Civil y Policía Nacional con que los Mozos de
Escuadra les harían frente. Ahora dice que él no mandaba y los Mozos golpistas
estaba a las órdenes de Josep Lluis Trapero. Que por cierto aún no está en la
cárcel. Como Artur Mas, todos echan la culpa al prójimo. Peor aun, al
subordinado. Mientras estos se retractaban de todo y juraban lealtad eterna a
la Constitución, Carmen Forcadell anunciaba que no presidiría el Parlamento
catalán. Con una previsible petición de quizás veinte años de prisión no le
apetece repetir. Otros imputados también se han quitado de en medio, unos de
forma más discreta que otros.
La moraleja es evidente. Cuando en España se aplica la ley
contra los enemigos del Estado los efectos son más que beneficiosos, son
milagrosos e inmediatos. Lástima que se haga tan poco. Afortunadamente Cataluña
no tenía un espacio judicial propio como tantos quisieron otorgarle. Y estaban
los jueces para imponer la ley. Si es por los políticos, mal vamos. Porque
tienen más miedo a que se aplique la ley que los delincuentes. Porque les
impide consumar sus cambalaches. Los caudillos separatistas además de cobardes
son tramposos y mentirosos. Que reincidirán, nadie lo dude. El reto separatista
continuará. Pero la Nación española tiene la prueba de lo inmensamente poderosa
que es con la ley en la mano. Si comienza a aplicarla con firmeza y
consecuencia en todo el territorio nacional e impide que la vacíen con indultos
que nunca tuvieron otros golpistas, España podría estar al principio del final
de algunas de sus peores pesadillas.
martes, enero 09, 2018
EL DEPREDADOR Y SU CORTE PROGRESISTA
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 09.01.18
Con su odio inagotable, Hollywood no deja de hacerle favores
a Trump
LA entrega de los Globos de Oro, como también la de los
Oscar, va camino de convertirse en el acto supremo de propaganda política en
favor del presidente Donald Trump. Cada aquelarre del mundillo de los
millonarios del faranduleo de Hollywood con su pringue moralizante en contra
del presidente es un auténtico festín de autoestima y reafirmación para las
masas que dieron a Trump la Casa Blanca, que apoyan al presidente y que, salvo
accidente o crimen, le llevarán a siete años de revolución conservadora. Esto
horroriza a Hollywood como a toda la izquierda. La certeza de que la agenda de
Trump se cumple. Hollywood en
histeria anti Trump. Pero ya no impresiona. Indigna o divierte. No queda
nada admirable. No queda ni cine ni dioses ni estrellas. Hoy alberga a un
rebaño enjoyado que chapotea el pozo negro de la ideología más mentirosa de la
actualidad. Hubo un tiempo en que allí se juntó gran parte de la inteligencia
huida del nazismo de Europa. Hoy la única inteligencia allí es James Woods,
proscrito como ferviente defensor de Trump. Lo demás es carne y baba. Que
declama sus letanías de izquierdas para hacerse perdonar su vida inane
adinerada. Presunción, autosatisfacción y farsa. Pero para gustarse tanto como
quieren, necesitan de una buena causa. También en los Goya hay causa para su
propia llantina solidaria, más zarrapastrosa, pero igual de auténtica en su falsedad.
Es ideal el victimismo. Permite un acto caritativo y además con uno mismo. Todo
es ganancia. Resulta que las actrices, mejores y peores, mayores y menores,
reales o imaginarias han decidido ahora que sufrieron muchísimo antaño con los
abusos sexuales a los que se sometieron para promocionar sus carreras.
Sufrieron, calcularon, sopesaron y callaron. Aunque algunas dicen haber
recibido favores sin pagar peaje en carne. Dicen. Sería el talento.
Detonante ha sido la caída de Harvey Weinstein, el productor
total de Hollywood, acusado e imputado como agresor sexual sistemático y
violador. Surgen como setas lastimeras las maltratadas bientratadas por
Weinstein. Las que recibieron favores y solo ahora hablan de un precio. Cuanto
más hipócritas, merengones y falsarios son los discursos más gracia tiene la
farsa. Especialmente con Oprah Winfrey y Merryl Streep, íntimas del gran
Weinstein. Ellas son las amiguitas del alma del monstruo depredador y violador.
Pero pretenden que no sabían nada de las aficiones del amigote. Ellas, las amas
de Hollywood, no sabían lo que todo Hollywood sabía. Centenares pasaron por «la
amistad de Harvey» camino del estrellato y ninguna de las que llegó dijo nada
hasta ahora. ¿Y ellos? Ellos igual, amiguísimos de Harvey. Qué iban a hacer sin
Harvey en Hollywood, se preguntarían todos, también Bardem y su mujer,
protegidos de Weinstein, que tampoco sabían nada. Si hubo alguna valiente que
en su día se enfrentó a Weinstein no estaba en los Globos de Oro. Está, en el
mejor de los casos, sirviendo hamburguesas en algún tétrico local del
extrarradio de Los Ángeles.
Harvey Weinstein es un depredador sexual al que todo
Hollywood ha adorado. Es también mecenas de esa subcultura izquierdista cuya
sacerdotisa máxima es la insufrible monja laica que es la Streep. Amigo y
donante de Obama y los Clinton, gran símbolo del pijerío cosmopolita que
desprecia a la América trabajadora y arraigada. Es decir, el depredador sexual,
el violador compulsivo era de los suyos. Bueno, pues sus amigas, víctimas y beneficiadas
que evocaron el sufrimiento de la violencia y brutalidad sexual, solo veían un
culpable para su trágica suerte: el facha de Donald Trump. La farsa es tan
obscena que resulta terapéutica. Como bestia negra de semejante gentuza
falsaria, el presidente norteamericano goza en Hollywood de una fuente
inagotable de argumentos, de fuerza y favores.
domingo, enero 07, 2018
LA NUEVA RECONQUISTA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo,
07.01.18
Los españoles tienen que poder volver a poder vivir,
trabajar y estudiar en español en todos los rincones de España
HOY clausura la Fundación Mapfre la preciosa exposición de
Ignacio de Zuloaga con algunos de sus cuadros «más españoles». Algún amigo suyo
dijo del pintor eibarrés que era más profundamente español que Velázquez. Como
lo era Darío de Regoyos, pintor asturiano del tiempo de Zuloaga. Mi favorita
entre sus obras es «Toros en Pasajes». Muestra la aldea guipuzcoana de Pasajes
de San Juan vista desde el alto al otro lado de la ría. En la plaza del pueblo,
una corrida de toros reúne a una gran multitud. Pequeñas embarcaciones se mecen
en unas aguas tranquilas en un día sonriente. Y todos los balcones de la plaza
engalanada lucen orgullosos la bandera rojigualda. Regoyos lo pintó en 1898.
Habrá quien crea que fue bajo presiones de Franco. Nunca servirá para un cartel
de las fiestas en el siglo XXI. Porque revela el profundo apego del pueblo
vasco entonces hacia la bandera española en un Pasajes en el que no existía la
ikurriña. Además, Pasajes ya no existe. Hoy es Pasai. Como Villarreal de Alava,
fundada por Alfonso XI, que hoy oficialmente no existe y se llama, agárrense,
Legutio. Que es como pasar de ser excelentísimo a que te llamen pichi.
La guerra contra la toponimia española comenzó muy pronto en
la democracia. Viví mi juventud entre carteles con los nombres históricos
tachados con pintura en los pueblos. Así se abrió la ofensiva de la
hispanofobia que nos ha traído a la guerra contra España del separatismo
catalán. Los nacionalismos asumieron la lengua como su principal arma contra
España. La izquierda se unió a ellos contra la idea nacional de España que
identificaron, en terrible y trágico error histórico, con el régimen de Franco.
La derecha, con su mala conciencia y cobardía proverbial, no se atrevió a
hacerles frente para no ser acusada de franquista. Así llegamos a la indignidad
y postración de la lengua común, perseguida impunemente en muchas regiones.
Ante la estupefacción de cualquier visitante extranjero, no solo de los 500
millones de hispanohablantes. Leyes de vergüenza aprobadas en las Cortes
españolas obligan a usar en documentos españoles los nombres no españoles de
ciudades españolas. Ahí están esos carteles ridículos de Girona o Lleida o A
Coruña. El BOE publica grotescos nombres inventados solo para hacer olvidar los
auténticos nombres españoles.
Pero 2017 ha traído conciencia. Sabemos a dónde lleva el
cobarde abandono. Sabemos que la enmienda es necesaria. Porque ellos quieren
erradicar lengua, toponimia y hasta las lápidas, para negar a nuevas
generaciones la propia existencia allí de España. Ha llegado el momento de la
reconquista de España para la lengua española. Ya hay varias iniciativas a las
que que unirse. Con acciones legales, protestas puntuales, exigencias
particulares en administración, comercios, empresas e instituciones. Los
españoles tenemos que poder volver a vivir, trabajar y estudiar en español en
todos los rincones de España. Es un soberbio objetivo patriótico. Es más que
lógico. Nos va la vida de España en ello.
sábado, enero 06, 2018
TRUMP LO DIGERIRÁ
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Sábado, 06.01.18
Otra vez creen algunos que tienen la receta para liquidar al
presidente Trump
Los medios en todo Occidente se frotan las manos por lo que
caricaturizan –siempre que hablan de Donald Trump caricaturizan– como la guerra
entre el presidente y Steve Bannon, el que fuera su asesor ideológico y
estratega electoral. Presentado por los medios como un terrible
ultraderechista, Bannon fue apartado de la Casa Blanca hace meses. Ahora
aparecen frases suyas muy ofensivas para Trump, familia y entorno en el libro
«Fuego y furia», de Michael Wolff, un periodista al que Bannon abrió las
puertas de la Casa Blanca. El libro es una larga descripción de Trump como un
demente y la Casa Blanca como un patio de Monipodio. Wolff es un notorio
fabricador de noticias e informaciones. Aunque los medios prefieran obviarlo.
¿Está Trump loco? se pregunta el «Frankfurter Allgemeine»,
que siempre fue serio. No es el presidente, son los medios los que pierden la
cabeza con él. El acoso mediático a Trump, su demonización, criminalización y
escarnio alcanza niveles de brutalidad y obsesión jamás visto en las relaciones
entre prensa y Casa Blanca. Pero Trump no va perdiendo. Muchos medios han
sacrificado ya su prestigio en la hoguera de esta fobia y el afán por
derrocarlo. Y no están más cerca. Por el contrario, ayer «The New York Times»,
enemigo mortal de Trump, tuvo que escribir en portada: «Una oleada de optimismo
ha alcanzado a los líderes empresariales norteamericanos y se traduce ya en ese
tipo de inversión de nuevas plantas, bienes de equipo y modernización de
fábricas que activa el crecimiento económico, promueve la creación de nuevo
empleo y por fin podría traer aumentos salariales significativos».
El libro tendrá éxito. También porque Donald Trump en
reacción iracunda quiso impedir su publicación. Pero otra vez se precipitan sus
enemigos. Su guerra con Steve Bannon le beneficiará entre los republicanos que
ya cierren filas con él. La deslealtad de Bannon y los ataques a la familia
movilizan a los partidarios de Trump. Y los medios, abrazados a un notorio
mentiroso como Wolff, se dejarán aun más dientes.
viernes, enero 05, 2018
REBROTES DEL IDEALISMO ALEMÁN
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
05.01.18
El consenso merkeliano quiere censurar todo lo que revele
sus fracasos
ALEMANIA es un país traumatizado por su pasado. Cierto que
lo son muchos otros países, entre ellos el nuestro. Pero Alemania lo es de una
forma especial. Con razón. Lo allí sucedido durante doce años de la primera
mitad del siglo XX fue algo jamás habido y ni siquiera concebido en toda su
monstruosidad. Desde el final de aquella pesadilla del III Reich en 1945, los
alemanes no han hecho otra cosa que trabajar para resurgir del páramo de
escombros e intentar demostrar que aquello fue un terrible accidente histórico
que jamás se repetirá en Alemania. Los alemanes son hoy otra vez muy
respetados, pero no queridos como quisieran. Pese a sus esfuerzos por destacar
como nación generosa y compasiva, lo opuesto a la impresión que dejaron las
generaciones anteriores al invasor y ocupar el continente.
El entusiasmo en el ejercicio de la bondad y entrega de los
alemanes en el otoño de 2015 con la llegada de inmensas oleadas de refugiados
fue otro esfuerzo, uno de los más espectaculares y meritorios, sin duda, por
borrar esa imagen del alemán uniformado grabada en la memoria y retina del
mundo. Tras la decisión de Angela Merkel de abrir las fronteras, centenares de
miles de alemanes recibían a los desconocidos con regalos, pancartas de
bienvenida y abrazos, ayudas de todo tipo y hospitalidad conmovedora. Los
observadores más lúcidos ya advirtieron que más allá de la solidaridad, aquello
tenía otra faceta con efectos imprevisibles. Avisaron que Merkel ponía de nuevo
en danza el con razón temido idealismo alemán. Que la muy irracional decisión
unilateral de anunciar que se acogería a todo refugiado que llegara a Alemania
era un rebrote de la temida autoestima que lleva una y otra vez a los alemanes
a creerse capaces de lo que no es capaz nadie. Para mal y para bien.
Había que demostrar la infinita capacidad de la nación
alemana de hacer el bien. La cosa tenía que salir mal. Los alemanes esperaban
reciprocidad para tamaño derroche de generosidad. No la ha habido. Las masas
que invadieron la cotidianidad alemana no se muestran agradecidas. Exigen,
pretenden, imponen. No se produce la alegre integración que demostraría al
mundo que con buena intención y orden y trabajo alemán se puede redimir al
mundo de sus peores sufrimientos. Al contrario, el deterioro es dramático. Gran
parte de los llegados tiende sistemáticamente al abuso y un porcentaje alto a
la delincuencia. La seguridad ha colapsado. Especialmente para las mujeres. El
desengaño es profundo. Como después de Stalingrado, el sueño se frustra, la
realidad se impone. Muchos protestan. Contra Merkel y contra su indefensión en
conflicto con los recién llegados. Pero no tienen cauce en los partidos
tradicionales. Porque la ideología del Estado no puede aceptar el fracaso del
proyecto masivo y urgente de integración multicultural. Porque la defensa de la
identidad alemana lleva el inmenso lastre de la historia. Pero crece. El sistema
ha entrado en pánico, persigue a quienes denuncian el fracaso y a quienes
defienden dicha nación alemana que la izquierda querría disolver y el centrismo
no se atreve a defender. Prioridad es combatir a la AfD, el partido surgido a
la derecha de la CDU gracias al espacio abandonado por Merkel. Ya tiene 93
escaños. Ahora saca el Gobierno una ley que exige a las redes sociales, bajo
amenaza de ingentes multas, una censura implacable de todo lo que considere
ultraderechista. No así para lo ultraizquierdista. Así se cierra el círculo y
en Alemania se recorta la libertad de expresión y muchas verdades quedan
proscritas. Todo en aras del bien. Como siempre. Otro rebrote del idealismo
alemán que acabará mal.
martes, enero 02, 2018
EL PERSA INCONVENIENTE
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 02.01.18
La UE calla, pero Trump y Netanyahu animan a liberar Irán
del yugo clerical islamista
OTRA vez están los europeos metidos en el lío de la lucha
entre sus alardes de buenismo y probidad moral y su envilecedora obsequiosidad
ante socios nada probos. En Irán la población sale a la calle a pedir
democracia y el fin de la dictadura. En Bruselas todos miran hacia otra parte.
Otra vez la UE con curiosos distingos y ominosos silencios. No puede atribuirse
solo a la representante de la política exterior europea, Federica Mogherini.
Aunque ella es todo un síntoma. Solo el «pensamiento puré» socialdemócrata
explica que la política exterior de los 27 la represente una señora, devota de
Cuba, que no puede evitar la lagrimita con la muerte de Fidel. Llora por el
dictador, pero no llora por los asesinados en Venezuela. Y no es capaz de
asistir a la entrega del premio Sajarov del Parlamento Europeo a la oposición
venezolana. Porque Maduro no es sino un pelele cubano. Sobre Irán, la UE guarda
silencio. Con lo rápido que condena Bruselas lo que no le gusta de Trump,
presidente de la mayor y mejor democracia del mundo.
Resulta que en Irán se han extendido las protestas contra la
dictadura de los ayatolás. Lo que hace días eran manifestaciones menores contra
subidas de precios, abandono y corrupción son ya grandes concentraciones en las
que se pide la caída del máximo líder religioso Jamenei, la disolución de la
Policía secreta y la Guardia Revolucionaria, el fin de la ayuda –al terrorismo–
en Gaza o Líbano y, ni más ni menos que el fin de la República Islámica. Que es
el régimen teocrático de terror que instauró el Ayatolá Jomeini hace 40 años
con la necia, cobarde y ciega ayuda de los europeos y de un presidente de
EE.UU. tan fallido y tan dañino que aún goza de prestigio en la izquierda
occidental. Ya hay muertos. No se sabe cuántos. Nunca se supo de las protestas
sofocadas a tiros en 2009. Oficialmente unos 40. Extraoficialmente, cientos.
A los gobiernos europeos les viene ahora mal que los iraníes
exijan dignidad, libertad y derechos. Terrible inconveniencia será que la
dictadura islámica, que pintaban como un alumno aventajado en buenas maneras,
se muestre como la brutal dictadura que es. Irán no solo aplasta a los suyos.
Dirige la inmensa organización terrorista Hizbolá desde el Líbano en todo el
mundo, con la que lleva a cabo la penetración en Iberoamérica con una red
mafiosa que trafica con la cocaína de las FARC y del régimen de Maduro, con
armas y otros bienes. Manda en Siria, interviene en el Golfo, controla a las
bandas terroristas de Hamás en Gaza. Tiene un programa de armas nucleares que
el acuerdo con Obama retrasa pero también legitima. Y tiene como razón de
Estado la destrucción de Israel. Los europeos se unieron al saliente Obama para
presentar a Irán como un país impecable en marcha hacia la democracia. Obama
necesitaba aquel acuerdo para adecentar un pésimo balance. Los europeos para
hacer negocios con quien, sin sanciones, vuelve a tener dinero. Una auténtica
lata para Europa que los iraníes se levanten ahora para exigir libertad y
derechos, eso que tanto defiende la UE.
El ministro alemán Sigmar Gabriel ha pedido a Teherán que no
se exceda matando. Pero en general todos callan. Salvo Trump y Netanyahu, que
han hablado y bien. Se han visto reafirmados por los iraníes en las calles, no
desautorizados como los europeos. Han animado a los iraníes a liberar a Persia,
una nación antigua, sofisticada y articulada, de la dictadura de los clérigos
islámicos y unirse al mundo libre. Imaginen qué glorioso cambio. En principio
nadie decente debería tener algo en contra.