The Unending Gift

martes, enero 29, 2019

IDIOTAS MORALES

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 29.01.19

Quien prefiere a Iglesias y Otegi a Abascal y Ortega Lara no tiene planes sanos

FEDERICO, que ausente Lorca es Jiménez Losantos, dice que Alfonso Guerra es un mentiroso incorregible incapaz de verdad alguna. Los más damnificados por aquel tándem de tahures que eran Felipe y Alfonso de jóvenes no aceptan que la edad los haya podido mejorar. Pero a Guerra sí se le escucha últimamente alguna verdad. Aunque, como a otros ilustres socialistas que ahora denuncian el daño devastador para España causado por el PSOE de Zapatero y Sánchez, le asalte la pulsión por la verdad cuando ya nada significa. A Guerra se le han revuelto en las redes las jaurías izquierdistas, esas que reaccionan ante la verdad como un vampiro ante los ajos, por decir que hay dictaduras y dictaduras. Que todas son malas, faltaría más, pero que hay algunas que consiguen el desarrollo económico y otras que son una catástrofe sin paliativos porque a la falta de libertad y la represión se suman miseria y hambre. Lo hizo con la comparación de la dictadura de Pinochet con la de Maduro. Habría sido un exceso que Alfonso Guerra pusiera la de Franco como ejemplo de dictadura evolutiva, racional y próspera frente a la brutalidad paralizante y pauperizante de los satélites soviéticos centroeuropeos. Aunque probablemente no lo niegue en privado. Es la perogrullada de decir que la dictadura de Primo de Rivera no fue lo mismo que la albanesa de Enver Hoxha.
La jauría se ha echado encima de Guerra para insultarlo ante lo que consideran una herejía, es decir, la verdad. En estos tiempos hay que agradecer a Guerra que sepa distinguir entre lo claramente distinguible. Y que solo cobardía, ideología y tontería logran mezclar y confundir. Esto se ha llenado de idiotas morales intoxicados por el pensamiento débil socialdemócrata de izquierdas, derechas y extremo centro, que todo lo confía a la trampa intelectual y la mentira hecha hábito. Todo por conveniencia. Ahí tienen a ese Juan Carlos Cano del PP en el País Vasco, menguante partido que tras haber tenido a Gregorio Ordoñez y María San Gil hoy tiene a Borja Semper y a Javier Maroto. Y a Cano, claro. Dice Cano que para él son lo mismo Vox y Bildu. Es decir Santiago Abascal y Jose Antonio Ortega Lara son para él lo mismo que Arnaldo Otegui o José Ternera. Como Juan Benet, uno entre tantos idiotas morales de los juntaletras de nuestra Transición, que decía que Alexander Soljenitsin era, no ya igual, peor que Stalin.
No crean que estas confusiones son exclusivas del PP. Ahí tienen a Ciudadanos, que se queja, con razón, de que separatistas y ultraizquierdistas agreden a sus militantes. Pero después se sientan con los agresores a firmar un cinturón sanitario que prohíbe las alianzas, no con los agresores, golpistas y filoterroristas, no. Las prohíbe con Vox. En la cadena amiga del golpismo, La Sexta, se junta Inés Arrimadas con Irene Montero, la del partido comunista franquicia de un régimen criminal que ahora agoniza. Como antes Albert Rivera confraternizó con Pablo Iglesias, partidario de esa mafia de Maduro que asesina, trafica, roba y siembra el terror. Jamás se oyó eso del cinturón sanitario contra ese partido creado para destruir la democracia, la monarquía y la unidad de España. Lo hubo contra el PP y lo hay ahora contra Vox. Lo querrá siempre la izquierda contra quien haga peligrar su hegemonía en el mensaje y en el lenguaje. Ciudadanos verá lo que hace. Con ese cordón entregaría todo el poder municipal a la izquierda. Y en las generales quedaría de vagón socialdemócrata en via muerta. Sánchez debería facilitar la elección. Quien quiera restablecer la ley en toda España ha de contar con Vox. Si no, está a otra cosa.


domingo, enero 27, 2019

TOTALÁN EN NUEVA YORK

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 27.01.19

Sobre el valor de la vida de un niño

IMPRESIONA el inmenso poder de conmoción y empatía que genera la tragedia de un niño. En toda Europa y más allá se ha seguido con interés y admiración el dramático esfuerzo colectivo que fue el rescate de Julen, de dos años, caído en un pozo en la localidad malagueña de Totalán. Durante casi catorce días, la pesadilla de saber a un niño en un profundo pozo de perforación concitó toda la solidaridad y esfuerzos imaginables para salvar esa corta vida. Aun cuando el paso del tiempo había convertido en irracional la esperanza de salvarla. Afloraba esa inmensa veta de calidad humana que atraviesa toda la sociedad española. Que sigue ahí, profundamente arraigada y firme como la roca que convirtió en titánica la lucha de mineros, Guardia Civil y todos los implicados por llegar a Julen. Es un fondo común de generosidad genuina y conciencia compasiva que no han logrado destruir los egoísmos regionalistas, el cínico ruido amoral mediático o la doctrina del resentimiento. Ni el odio que la política ha generado en los pasados tres lustros. Ni siquiera la torpe y zafia utilización mediática resta un ápice de grandeza al colosal esfuerzo colectivo desplegado en la sierra malagueña.
Todo el mundo se ha enterado de la tragedia de Julen y sus padres. Todos han vivido con ellos la terrible congoja mientras se abría literalmente una montaña en su busca. Pues mientras todo el mundo ponía su atención en el remoto pueblito andaluz de Totalán, nadie reparaba que en el Senado del estado de Nueva York, para muchos la capital del mundo, se aprobaba con gran entusiasmo del feminismo, la izquierda y del propio gobernador Andrew Cuomo, el Acta de Salud Reproductiva que permite interrumpir el embarazo por iniciativa de la mujer hasta el mismísimo día del parto. Si la madre quiere, puede abortar hasta con el parto en retraso. Se ofrece cobertura legal para que los niños que, dado su desarrollo pleno, sobrevivan a la violenta extracción, puedan dejarse morir como supuestos fetos. ¡Qué barbaridad!, dirán algunos. En efecto. Pero no se acordarán que esta ley era una oferta electoral de Hillary Clinton, esa candidata que apoyaron obispos y conservadores de todo el mundo para que ganara al «malvado» Donald Trump. La nueva ley en el Estado de Nueva York se aprobó el 22 de enero, en el 46 aniversario de la primera ley de despenalización del aborto. Es la definitiva vuelta de tuerca. Permite acabar con la vida del feto/niño hasta el final del embarazo y, para evitar las engorrosas objeciones de conciencia, no tendrá que participar un médico porque basta legalmente con un enfermero u otro personal sanitario. Menos trámites para matar a un niño que para sacar una muela. Progresismo puro. Ahora que cada cual discuta si es más niño un feto de dos meses que uno de nueve. Si es o no tan niño, tan humano, un ochomesino como Julen, por el que sufrió el mundo y se abrió la montaña en Totalán.

sábado, enero 26, 2019

EL PULSO LETAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 26.01.19

La vergonzosa actitud europea ha ayudado ya a Nicolás Maduro

Lo peor de la vergonzosa actitud de la UE ante los acontecimientos en Venezuela es el balón de oxígeno que ha supuesto para el dictador Nicolás Maduro. Es imperdonable y causará un daño permanente a la UE. La posición europea, cabe sospechar que bajo nefasta y deplorable influencia del Gobierno español, ayuda objetivamente al régimen narco-comunista. Incluida esa mafia de generales que el régimen puso a la cabeza de los ejércitos mientras encarcelaba y perseguía a todo general no corrupto. La siniestra junta solo apoyó a Maduro tras verse las fisuras en la comunidad occidental. Entre la firme postura de Washington, Canadá y la mayoría de países iberoamericanos y las indignas tibiezas europeas.
Juan Guaidó, presidente proclamado por la Asamblea Nacional, única institución legítima en Venezuela, tuvo que decir frases que no habría querido. «Este movimiento no se va a desinflar. Aquí nadie se rinde». En una actitud defensiva que debería haber sido más propia de los criminales que de los justos. Y volvió hablar de la amnistía para Maduro. Cuando las transacciones a cambio de derecho solo fortalece a quien quiere ganar tiempo. «Elecciones» pedía para Venezuela Pedro Sánchez, ya otra vergüenza nacional como Zapatero. Él, que se las niega a los españoles. Pedir elecciones en Venezuela con Maduro y el Sebin en el poder es una broma canalla.
Europa ha debilitado a los demócratas y fortalecido a la dictadura. Este hecho innegable aumentará el desapego hacia la UE. Sus petulantes pretensiones de superioridad moral están lejos ya de sus conductas y decisiones. Todos dispuestos a condenar y atacar a un Orban o a Trump, porque discrepan de sus dogmas socialdemócratas. Pero tímidos y comprensivos con criminales comunistas que asesinan, aterrorizan y hunden en la miseria su país. Una intervención del Ejército para frenar la caída del régimen acabaría en matanza. La pedía el comunista Alberto Garzón en un tuit que después borró. Se comprende que los comunistas quieran un Tiananmen en Caracas. Terrible es que no se sepa con quién está la UE en este letal pulso.


viernes, enero 25, 2019

MAFIA CON MIEDO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 25.01.19

La agonía del narcocomunismo de Maduro aún causará mucho dolor y muerte

ASISTIMOS a momentos dramáticos en Venezuela, con una cifra de muertos por los matones del régimen que aumenta por horas. Y es por desgracia probable que aún no hayamos visto lo peor. Porque el levantamiento popular e institucional no se enfrenta a políticos con los que se discrepa más o menos radicalmente pero cabe una transición pacífica para no destruir la convivencia. No. Se enfrenta a una mafia de criminales que saben que destruyeron toda esperanza de convivencia entre ellos y sus víctimas. Conscientes de que si pierden el poder habrán de elegir entre cárcel y exilio. Han cometido brutales crímenes contra su pueblo. Han asesinado a muchos de los mejores, han hecho morir, enfermar o huir a millones y han sumido en hambre y terror a todos menos a la casta comunista en el poder y a sus sicarios.
Además han protagonizado el que podría ser el mayor saqueo de un Estado jamás habido en tiempos modernos. Han acumulado fortunas obscenas dentro y fuera del país, pero tienen razones para temer no poder disfrutarlas. Por eso tienen ominosa credibilidad las afirmaciones de Maduro y cómplices militares y civiles de que defenderán su poder y privilegio con las armas y por todos los medios a su alcance. Es trágicamente creíble la amenaza de un gran baño de sangre al estilo de Tiananmen, inspirador ejemplo de cómo una dictadura comunista, con una matanza y la escalada de terror, se garantiza el poder para un par de generaciones.
Tienen mucho que perder todos los miembros y beneficiarios de la inmensa maquinaria de poder, privilegio e impunidad en el crimen que ha sido construida a lo largo de más de tres lustros en el Partido Socialista (PSUV). Y tienen siempre presente, no solo el ejemplo de Tiananmen, sino el del régimen comunista de Cuba, que ha superado, con la represión, todas sus crisis, y ha cumplido 60 años. Y es implacable para salvaguardar los privilegios y la impunidad de esa minoría parasitaria comunista que basa su bienestar en la dictadura esclavizante. Cuba colonizó Venezuela hace lustros. No querrá permitir el colapso de un aparato criminal que le granjea inmenso beneficios. No solo son el petróleo y otras materias primas. Es el tráfico de cocaína que financia lujos de los estados mayores de todas las bandas terroristas que residen en Cuba. Que paga las voluntades políticas e influencias compradas por todo el mundo. Que lubrica organizaciones terroristas y subversivas extranjeras, desde las FARC y el ELN a Hizbolá en Líbano y Siria. Y el tren de vida de tantos cómplices de La Habana en democracias occidentales que han permitido sobrevivir a tan despreciable régimen.
Lo maravillosamente nuevo es que con Donald Trump y Jair Bolsonaro el momento es ya muy peligroso para la mafia en Caracas, pero también para la supermafia en La Habana. Washington prepara medidas para que el régimen cubano sienta de veras los efectos de ser un paria que desprecia los derechos humanos y trafica con subversión, ideología criminal y drogas. Las empresas españolas que colaboran con el régimen castrista pronto sabrán de ello. Bolsonaro ya anunció que el fin del siniestro Foro de Sao Paulo acaba con muchas aventuras izquierdistas que protegían sus antecesores. También España se beneficiará del triunfo de las verdades. Es de esperar y desear que cuando caiga el régimen criminal de Maduro, afloren pruebas de las auténticas razones de la abominable complicidad de tantos políticos españoles con la mafia criminal del régimen hoy agonizante. Desde los comunistas podemitas que medraron allí a los socialistas que se enriquecieron aquí. ¿Y la UE? La inanidad moral que ya define su conducta ridiculiza sus petulantes pretensiones. Para los venezolanos los héroes, amigos y hermanos son Trump, Bolsonaro, Almagro, Piñera y el Club de Lima. Los gobernantes europeos, unos indolentes, cínicos y cobardes cuando no cómplices directos del dictador como es el Gobierno español.

martes, enero 22, 2019

NUEVA ERA EN LA MONTAÑA MÁGICA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 22.01.19

Las élites se reúnen en Davos, más cuestionadas que nunca

LOS organizadores del Foro Mundial de Economía de la localidad alpina suiza de Davos venden su producto como cualquier turoperador sus ofertas veraniegas. En los idílicos pueblos de los valles de los Alpes, en el pasado paupérrimas aldeas de montaña, solo hay salvación si se tienen buenas instalaciones de esquí, suerte con la nieve y renombrados balnearios de lujo con muchos millonarios y famosos como Kitzbühel, Bad Gastein, Zell, Gstaad o tantos otros. Eso o se organiza algo muy especial y único, como se hace en Davos desde hace casi medio siglo: un sarao anual para líderes políticos, económicos y mediáticos y sesudas celebrities. Se vive del éxito de la imagen. Es una industria del famoseo. Eso sí, del más poderoso.
Por eso este año ya se ha dicho que no tiene ninguna importancia que no asistan Donald Trump ni Theresa May ni Emmanuel Macron, todos ellos entretenidos con sus cuitas internas. Porque el entretenimiento lo van a garantizar Matteo Salvini y Jair Bolsonaro. Y el vicepresidente chino que no explicará por qué ha entrado su país en crisis de crecimiento. O los socialdemócratas europeos de derecha e izquierda que sí explicarán que el gran problema es el populismo y que el populismo, por supuesto, son siempre los otros. No ellos que ocultan las realidades a sus votantes y ya no permiten que se articulen las verdades en el continente por puro miedo a la reacción de sus pueblos. Estarán durante tres días muchos presidentes y premios Nobel, espabilados demagogos y vividores de las ONG y artistas y literatos opinadores de casi todo. Pero los tiempos han cambiado. Thomas Mann hacía del hospital en la Montaña Mágica un escenario de transformaciones existenciales en un mundo en el cambio supremo de era de una guerra que acababa con una civilización. Mann situaba su novela precisamente en Davos. Hoy, sin guerra de momento, estamos ante unos cambios tan profundos como aquellos. La globalización en la Cuarta Revolución Industrial es el título genérico de los encuentros este año. Los imparables avances en comunicación y ubicuidad, computación, inteligencia artificial y neurotecnología hacen saltar todos los conceptos en las relaciones humanas mientras las sociedades se repliegan a recuperar conquistas durante décadas menospreciadas como la nación, la seguridad, la intimidad, la honradez o la familia. Las contradicciones no pueden ser más brutales ni sus repercusiones políticas inmediatas más profundas. Las sociedades más desarrolladas exigen el fin de ese despotismo más o menos ilustrado que ha llevado a las élites a exigir, en aras de su propia ideología de progreso globalista, unos sacrificios y renuncias de la población que cada vez son menos asumibles.
El rechazo a esta deriva de la civilización ya esta aquí y con consecuencias políticas. No acude Trump porque quiere construir un muro en su país en defensa de la nación frente a aquellos que quieren que la nación se disuelva. Pero llega Bolsonaro que tiene el mismo concepto de esas élites reunidas en montañas mágicas para divagar sobre lo que conviene a unas masas a las que se pastorea ideológicamente en contra de la realidad. Y Salvini ya ha dicho que lo que opine el FMI de su política le importa tanto como lo que pudiera opinar sobre Dios un Hans Castorp, el héroe de la Montaña Mágica. Los cambios en un mundo libre amenazado por la inmigración, por la potencia emergente de China o los proyectos totalitarios internos, ponen ya todo en cuestión y todo en peligro. Pero paradójicamente mantienen al menos por ahora el valor de entretenimiento que supone el circo mediático de las elites mundiales en el valle remoto de la Montaña Mágica.

domingo, enero 20, 2019

TRES HEROÍNAS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 20.01.19

En memoria de Gregorio Ordóñez, la indómita esperanza de España

AYER estaban otra vez en el cementerio de Polloe, 24 años después. Habían vuelto a reunirse, como cada año, con un fiel grupo de amigos, para recordar a un español asesinado por serlo. Por ejercer su dignidad y libertad como hijo de España en el entorno más hostil imaginable, el de esa ciudad tan espectacularmente bonita como es San Sebastián. Sí, esa estrella entre los destinos turísticos europeos, la Bella Easo, en la que nadie parece ya recordar que cada pocas manzanas hay una inmensa mancha de sangre invisible en las decenas de escenarios de asesinatos terroristas. De crímenes no remotos de guerras civiles ni invasiones, sino de asesinatos recientes para sembrar el terror y echar a España de esta parte de España, un objetivo tan canalla como parcialmente logrado.
Muchos españoles piensan que es mejor pasar página. Aun más ahora que ETA ya se ha disuelto oficialmente, dicen. A los muertos nadie los va a resucitar. Y los asesinos detenidos y condenados vuelven poco a poco a sus casas y, total, ya no van a matar más. Otros muchos asesinos siguen impunes y viven en ciudades y pueblos vascos o navarros con la práctica certeza de que el Estado ya no les busca. Antes persigue la Policía a algún español honrado por decir una verdad que irrite a la oficina fantasmal del siniestro Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio, que es todo lo que no guste al Ministerio de la Verdad. No será este gobierno, asociado con separatistas, golpistas y los herederos de ETA en Bildu, el que inste a buscar a asesinos de ETA por crímenes nunca investigados y cerca de la prescripción.
Pero hay muchos españoles, cada vez más cabe pensar a la vista de lo que ahora pasa, que saben que, con su indolencia y su renuncia a la defensa de la verdad y la justicia en pasadas décadas, España ha generado una sociedad cada vez más débil, vulnerable y confundida. Son los que añoran y demandan una reacción nacional para la reconstrucción de una sociedad española reconciliada consigo y con su historia verdadera, con fuerza, conciencia y autoestima para luchar contra los inmensos retos del presente. Un pilar central ha de ser el cultivo de memoria y justicia para esos españoles muertos en la vil operación de exterminio de la presencia de España en ciertas regiones, sobre todo en País Vasco, Navarra y Cataluña. Entre esos españoles indómitos destacan estas tres heroínas, figuras centrales de la inspiración para la lucha en demanda de justicia y verdad por el bien de España. Son Ana Iríbar, Consuelo Ordóñez y María San Gil, tres mujeres coraje, un regalo providencial para todos los que creemos en una España con justicia y libertad para todos los españoles en todos los rincones de la patria. Ayer ante la tumba del marido, hermano y amigo, aquel valiente e inolvidable joven español que era Gregorio Ordóñez, las tres heroínas eran, una vez más, el símbolo de la indómita esperanza.

EL FOCO DEL MAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 19.01.19

Desde hace 60 años, toda la subversión y el terrorismo en Iberoamérica son «gentileza» de Cuba

Los terroristas matan para conseguir objetivos por medio del terror. Saben que nunca van a ganar militarmente a los estados que quieren doblegar. Les basta con que el miedo y la intimidación les otorguen las concesiones de las sociedades que, por cansancio, resignación y debilidad no quieran o sepan combatir al enemigo. El atentado contra la Academia de Policía en Bogotá que causó el jueves más de 20 muertos y cerca de 70 heridos es, según confirma el Gobierno colombiano, un ataque del grupo terrorista comunista Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo en importancia del país después de las FARC. Había roto en 2017 una negociación con el gobierno de Juan Manuel Santos similar a la de las FARC.
Cualquiera de estos grupos puede poner una bomba o asesinar a soldados y policías o periodistas como hacen grupúsculos de las FARC. Poco ha costado identificar al autor del ataque. Fue José Aldemar Rojas Rodríguez, histórico miembro del ELN experto en explosivos. Ha entrenado a terroristas en territorio venezolano donde estas bandas, tanto las FARC como el ELN, gozan de la protección del régimen de Caracas, su socio en el tráfico de la cocaína. Venezuela, hoy maltratada provincia de la Cuba comunista, es la mayor base de terroristas del mundo.
Ahí está el meollo de la tragedia iberoamericana que se quiere obviar por consideraciones políticas. Más allá de escisiones y rivalidades intestinas en negocios criminales y el clientelismo del terrorismo, más allá de negociaciones y acuerdos torticeros o traidores. Todos los países de la región están expuestos a que los intereses puntuales o estratégicos de Cuba y sus títeres venezolanos aconsejen la reactivación de un frente o un baño puntual de sangre. Desde hace 60 años toda la subversión y el terrorismo en Iberoamérica son «gentileza» de Cuba. Ahora soplan nuevos tiempos y parece haber ganas en EE.UU., como en Brasil y otros países afectados, en acabar con ese foco del mal. Saben que con una Cuba comunista y sus conquistas en el continente, el terrorismo siempre tendrá recursos para asomarse de forma sangrienta a la vida de los pueblos iberoamericanos.

viernes, enero 18, 2019

VIENTOS SALUTÍFEROS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 18.01.19

La nación tocó a rebato y pasan cosas que nunca habían pasado

LA irrupción de un nuevo partido en el escenario político no ha sido celebrada por el periodismo como en su día lo fue la llegada de Podemos. La inmensa mayoría de los medios celebró alborozada hace cuatro años el triunfo europeo y después municipal y regional de un partido ultraizquierdista. ¡Qué contentos estaban los periodistas con esos jóvenes que iban a refrescar la política! Ahora, en cambio, están las televisiones repletas de cacatúas en diferente grado de histerismo que anuncian la llegada de las Panzerdivisionen a acabar con la democracia y resucitar a Franco. Pero cada vez se les cree menos. Los medios dan a conocer a sus audiencias unos objetivos de Vox que –¡Vaya por Dios!–, son lo que muchos desean hace tiempo. Y no se atrevían a decirlo. Es un fenómeno de todo Occidente. La sociedad da la espalda a unas élites mediáticas que no informan, sino predican, agitan y regañan para mayor gloria de sus círculos privilegiados y sus proyectos ideológicos, con desprecio a los intereses reales de la gente común.
Los beneficiarios de esa hegemonía cultural izquierdista –partidos, medios y las colosales redes de chiringuitos– están alarmando y pretenden que el nuevo partido es una amenaza para las libertades y la Constitución. No veían problemas en Podemos, ultraizquierdista simpatizante de ETA, con líderes pagados por dictadores y amigos de narcotraficantes terroristas de las FARC y Cuba. Decidido a acabar con España. Pero se dicen aterrados por un partido dirigido por dos exmiembros del PP, víctimas de ETA, con un programa que comienza con la defensa de España, su Rey y su Constitución. Lo que está amenazado, más que nunca y para entusiasmo de millones, es la supremacía de ese chiringuito supremo que es el consenso bajo la estricta observancia de las reglas ideológicas de la izquierda, que el centro y la derecha en España habían acatado con docilidad desde 2004.
Si ridículos son los gritos de estas casandras televisivas, más lo son esas voces que dicen que no pasa nada y que el nuevo partido puede ser ignorado porque no logra ni logrará nada. El nuevo partido no es sino una forma más de expresión de la reacción de autodefensa de la nación española. Que tan bien encauzó y representó el discurso del Rey en 2017. Tan cuestionada, maltratada, despreciada y saqueada, la nación ha dicho basta y toca a rebato. Y de repente pasan cosas que nunca habían pasado. En Sevilla el PSOE pierde el poder. Pablo Casado salva al PP de una catástrofe segura. Y aunque aun rodeado de culpables del naufragio, nombra a gente dispuesta a defender el español en Galicia como en Cataluña. Y a combatir leyes ideológicas del colectivismo neomarxista inaceptables. El partido Ciudadanos está en un dilema en el que se juega su existencia. No podrá quedar en medio entre quienes defienden la nación y quienes la atacan. Podemos salta en pedazos. Pablo Echenique pone en su perfil de Twitter la bandera nacional, la que da asco a Pablo Iglesias. Íñigo Errejón habla de su amor a España como si fuera Ramiro de Maeztu. Y en Extremadura, el parlamento regional con el voto socialista exige al Gobierno de Pedro Sánchez, ese máximo exponente del embuste, que aplique el 155 en Cataluña e imponga la ley en defensa de la unidad de España.
Van a pasar muchas más cosas una vez desatados estos vientos salutíferos. Y no será un partido el protagonista, sino todos aquellos que participen en esta genuina reacción nacional de reconquista de la verdad y el sentido común frente a la permanente farsa ideológica liberticida, amordazante y empobrecedora.

martes, enero 15, 2019

LA CONSPIRACIÓN «PROGRE»

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 15.01.19

Las elites violan sus propias reglas cuando la nación no obedece

RESULTA que es cierto. «The deep state», «el estado profundo», ese aparato de poder sumergido y parainstitucional funciona a plena máquina en conspiraciones contra el presidente Donald Trump. Pero además, en su precipitación y su obsesión hostil hacia su objetivo, esa organización clandestina del antitrumpismo amenaza con dejar en ridículo a las principales instituciones federales de seguridad. Y crear una cuña inmensa de desconfianza entre la nación norteamericana y órganos vitales del Estado. Como muchos sospechaban y el afectado había denunciado, fuerzas de ese «estado paralelo» intentan acabar con la presidencia de Trump antes de las nuevas elecciones. Como en dos años de frenética investigación no han logrado nada que pueda seriamente garantizar ese «impeachment» soñado, optaron por la vía de la creatividad. Y han cruzado muchas líneas rojas. Cuando el «NYT», ya ridículo órgano del frente anti Trump, anunció hace días una investigación del FBI contra Trump como espía ruso, pretendía una acusación directa al presidente. El tiro, otra vez por la culata. Los acusados serán quienes en el FBI urdieron sin base esa operación tras el despido de su jefe James Comey, otro muy desleal miembro de esta conspiración.
Al final los conspiradores han actuado con tanta virulencia por su frustración y su odio al enemigo que es Trump, que se han traicionado. Y quedan ahora en dramática evidencia. El submarino que quiere hundir al presidente, con su tropa de funcionarios saboteadores, medios intoxicadores, analistas desleales, personajes con dobles agendas y políticos cómplices, se ha visto obligado a subir rápidamente a la superficie. Y al final, por medio de quienes son a un tiempo aliados y miembros de ese aparato en las sombras, la llamada «prensa progresista» que es «mainstream», es decir mayoritaria a base de ser la más cercana al poder económico y cultural, han querido denunciar al presidente en otra guerra vacua y quedarán denunciados ellos.
Son esas élites, dentro y fuera del aparato de la administración, que se consideran defensores del Estado más allá de las reglas propias del Estado democrático. Y que entienden que representan los intereses del Estado, por cauces no regulares ni públicos, más genuinamente que quienes ejercen poder con mandato popular y cauces legales, democráticos e institucionales. Dirigen una guerra contra Trump como contra nadie en la política norteamericana en siglo y medio. Sin éxito de momento. Desde aquel 9 de noviembre en que comprobaron estupefactas y fuera de sí que su candidata Hillary Clinton –declarada presidenta con la portada de la revista «Time» ya impresa– era derrotada por el incontrolable y tan despreciado rubio de Queens.
Son las elites académicas de EE.UU. que desde hace medio siglo salen de las universidades intoxicadas por la Escuela de Fráncfort para servir en la administración, las finanzas, la política, los medios y las instituciones. Con la idea de utilizar a la población para sus juegos intelectuales. Detestan la brutalidad de Mao, Stalin o Hitler, pero consideran como ellos a la población una masa de seres moldeables e intercambiables entre sí. No soportan la idea de que la nación no les obedezca a ellos, los listos, cultos, sofisticados y finos, pese al coloso rodillo que pasa una y otra vez sobre las cabezas de los votantes. Lo mismo pasa en otros países en los que la nación se niega a obedecer a esas elites progresistas que pretenden que la población se someta a sus programas ideológicos de transformación neomarxista y que pierdan su identidad, su nación, sus referencias, creencias y sus valores para ser más fácilmente manipulables, más sumisos y más baratos para esa aristocracia progresista.

SE ROMPIÓ EL CORRAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 13.01.19

Pánico ante el colapso de la hegemonía cultural izquierdista

ES indudable que sectores de la izquierda han entrado en pánico ante la evidencia de que surge, por primera vez en cuarenta años, una oposición real y firme a su hegemonía cultural y a su pretensión monopolizadora de la interpretación del pasado y de guía ideológica del presente. Pasa ya en otros sitios. Pero en España es especial. Por ello, ya recurren a la violencia, llaman a la «alerta antifascista», a manifestaciones y acosos, agreden a miembros del nuevo partido herético y amenazan de muerte a sus dirigentes. No pasa un día sin agresiones al partido intruso. Si fueran contra otros serían objeto de rotundas condenas. Silencio general. Eso sí, no pasa un día sin que, desde los comunistas venezolanos a los separatistas vascos, pasando por el jefe de Gobierno español, sus socio golpistas o hasta todo un presidente Macron, adviertan sobre el peligro terrible que suponen los diariamente agredidos.
Eso no es nada nuevo. España tiene larga experiencia de la violencia que unos practican y otros critican con la boca pequeña. Algunos se extrañan aun ahora por esta unión de intereses en torno al socialista Pedro Sánchez de comunistas, filoterrroristas de Bildu, simples antiespañoles como el PNV y el popurrí de golpistas catalanes las CUP y CDR filoetarras. La mayoría de estas fuerzas siempre han trabajado más o menos juntas, de una u otra forma, en la destrucción de la España unida y constitucional. La quieren hacer desaparecer porque su propia existencia es un recordatorio permanente de su terrible y sangriento fracaso, allá en las lejanías de la II República a las que siempre se remontan. Y es el resultado feliz de la voluntad de reconciliación de los españoles gracias a la prosperidad, la transformación y estabilidad logradas en el franquismo.
Porque el nuevo régimen de libertades, con todas sus limitaciones e imperfecciones, es una democracia que nada tiene que ver con aquel régimen fracasado y secuestrado por la voluntad totalitaria. Los españoles deben mucho más su libertad al régimen franquista que creó las condiciones para la misma que a quienes mantienen de referente el régimen anterior a la guerra que solo generó miseria, terror y desgracia. Por eso ellos pretenden que España les debe algo por su derrota: su desaparición. El revanchismo de Zapatero que dinamitó la razonable convivencia política es de este siglo. Pero la mentira antifranquista se implantó en la Transición. Y sirvió para imponer, sin oposición por la cobarde y egoísta dejación de quienes debieron ejercerla, esa supremacía ideológica y cultural de la izquierda que llaman consenso y que impone estas leyes ideológicas enemigas de la libertad y del sentido común. Con su colapso cunde el pánico. Veremos cosas curiosas ahora que los guardianes intentan cerrar como sea, intimidación masiva, mentiras, amenazas y violencia incluida, el corral del consenso que se ha roto. Los mercenarios del pastoreo están histéricos. Parte del rebaño está asustado. Pero otros, cada vez más, han perdido el miedo y empiezan a disfrutar con la verdad y la libertad.

«BULLSHIT»

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 12.01.19

Trudeau vende como filantropía lo que es captación

El joven presidente de Canadá, Justin Trudeau, es el gobernante occidental que mejor simboliza el mantra cultural del «progresismo», izquierdismo sentimental que combina su vocación ternurista con su voluntad de implacable imposición y obsesión por la imagen. Es notorio que a Trudeau le gusta disfrazarse. Y su mejor disfraz es el de tierna alma sensible. Le gusta presentar a Canadá como el país bondadoso frente a Estados Unidos. Así hay que entender el anuncio de Canadá de que «abrirá las puertas a un millón de inmigrantes». Su vecino Donald Trump diría que es «bullshit», en traducción libre, «caca de la vaca». Y tiene razón. Trudeau vende como caridad la rutina interesada.
Anuncia Trudeau que dará residencia a unos 370.000 extranjeros al año hasta 2020. A inmigrantes con cualificaciones
para sectores con demanda. El año pasado Canadá regularizó la residencia a unos 300.000. Es decir, serán pocos más. Eso sí, intensifica la captación de ingenieros, informáticos y otros técnicos. Los llama a que abandonen los países donde fueron formados para irse a nutrir la economía canadiense. Es legitimo. Lo cierto es que EE.UU. regulariza la residencia de más de un millón de inmigrantes al año entre quienes solicitan su entrada desde el exterior y quienes la regularizan dentro. Luego «el malo», EE.UU., abre la puerta legal al año a más de un millón de inmigrantes, tres veces más que «el bueno», Canadá.
La prensa occidental elogiará la «generosidad de Trudeau» que acoge a un millón frente a la «mezquindad de Trump» que cierra su frontera sur. Porque es un coladero para inmigrantes ilegales que son una cosa muy distinta. Es parte de ese postureo falsario que tanto le gusta alimentar a Trudeau. Porque él tiene la suerte de no tener una frontera con México sino solo con EE.UU., el país al que todo el mundo quiere ir. De EE.UU. no le llegarán nunca las permanentes oleadas que hacen de la fortificación de la frontera meridional de EE.UU. una demanda tan justificada. Cuando ya se está en casa de Trump pocos quieren irse a casa de Trudeau. Por sensible que este sea. Ni aquellos hipócritas actores que anunciaron su huida si ganaba Trump se han ido con Justin.

viernes, enero 11, 2019

EL SICARIO SE CELEBRA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 11.01.19

El régimen criminal de Maduro sobrevive gracias a sus cómplices

YA se ha consumado la enésima estafa en Caracas, que si no fuera por lo sangrienta, criminal y monstruosamente dolorosa que es para la población, sería uno de los más ridículos esperpentos jamás habidos. Ayer Nicolás Maduro, dictador y pelele a un tiempo, organizó una ceremonia para mayor gloria propia y perfecta inutilidad más allá, con la que dar por inaugurado su segundo mandato como presidente de la República de Venezuela. Dice que por seis años gracias a los votos del pueblo. Él sabe que ambas cosas son mentira. En realidad, todo lo que rodea a Maduro es mentira, menos el hambre, el terror, el colapso del Estado y la agonía del pueblo. Cierta es también la demencial arbitrariedad que todo lo envenena y nada respeta. Como cierto es el dinero que ha comprado voluntades y la servidumbre inmoral e indigna de políticos extranjeros, especialmente españoles.
Es mentira que haya sido elegido. Porque no ha habido elección que merezca tal nombre desde las legislativas de diciembre de 2015 que le propinaron el brutal golpe de rechazo que le llevó a perder todo escrúpulo en la represión criminal. Y es mentira su mandato. Porque sus opciones reales de futuro están en la huida a un exilio en China, Rusia u otra guarida donde comprar seguridad con su botín. O ser arrastrado por las calles de Caracas y muerto a golpes como un perro, tal como sueñan tantos venezolanos.
Ayer estaban ausentes hasta muchos de los más conspicuos cobardes gobernantes de países de la OEA que, por temor reverencial al castrismo ocupante en Venezuela, aún apoyaban hace poco a Maduro, el sicario incombustible. Solo le acompañaron ayer ya cómplices más directos, dictadores comunistas como él, de Bolivia, Evo Morales; el de Nicaragua, Daniel Ortega, y por supuesto de Cuba, el amo, ahora Miguel Díaz-Canel. México, que con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) podría estar, según los más pesimistas, en un camino del delirio destructor similar al de Venezuela, no se quiso unir a los miembros de la OEA que condenaron la farsa, tacharon de ilegítimo al régimen y boicotearon la ceremonia. Pero hasta a AMLO le dio vergüenza enviar a nadie más que a su encargado de negocios de la embajada en Caracas.
Con este aislamiento muchos se preguntan cómo aguanta un régimen que ha logrado la inaudita gesta destructiva de hundir en la hambruna al país más rico de Iberoamérica, con la mayor reserva de petróleo del mundo. Por lo mismo que se mantiene desde hace 60 años el régimen de La Habana. Porque tiene suficientes cómplices en las democracias como para impedir todo intento de liberar a esos países de un régimen tan fracasado como asesino, tan canalla como brutal en su eficacia represiva.
En el capítulo de las complicidades con la mafia de ladrones y asesinos que componen la cúpula del poder en Venezuela y Cuba, España juega un tristísimo papel. En España está la única franquicia europea parlamentaria de esa mafia comunista. Y un exjefe de Gobierno español avergüenza a toda España como principal agente defensor de un dictador que asesina a diario a su población. Así sobrevive Maduro, supremo capataz de un régimen criminal y de una inmensa red de narcotráfico y lavado de dinero con mando en La Habana. Allí estuvo hace poco Pedro Sánchez, en un viaje tan absurdo y poco explicado como la visita que él recibió en La Moncloa del especulador George Soros, otro financiador de favores políticos del izquierdismo. Los vínculos que forjan complicidad ideológica e ingentes sumas de dinero de negocios legales e ilegales hacen la malla que impide se estrelle el capataz asesino del régimen que ayer se celebraba a sí mismo.

martes, enero 08, 2019

EL DESPRESTIGIO DEL CÁLCULO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 08.01.19

Es poco sabio imitar a quien naufraga

NADIE sabe cómo acabará el culebrón andaluz y si los miedos a los efectos de la propaganda «antifascista» de la izquierda y las ganas de buscar posiciones ante unas elecciones, primero europeas y municipales y después generales, van a obrar el milagro de salvar a Susana Díaz. Es improbable. El partido que crece como esperanza de aquellos que la habían perdido, basa su mensaje e identidad en ser distinto a los demás. Y debe suponerse que en la investidura primará el interés de España. Sin caer en trampas de fuerzas filosocialistas para una investidura de Díaz por rebote o nuevas elecciones que permitan a Marín volver al redil socialista como algunos querrían. El bien de España hoy pasa por no frustrar el poderoso mensaje de esperanza para toda la nación que es el acontecimiento de que los socialistas saquen sus sucias manos del poder en Andalucía por primera vez en 37 años. Aunque se vea como premio a la petulancia de Cs, incapaz de tratar con respeto a quien le cede los votos necesarios para el gobierno con el PP.
Deberían saber entretanto que las ofensas a Vox siempre benefician al ofendido. El despreciar a sus demandas ha provocado el extraordinario fenómeno de que hoy toda España es consciente de la existencia de unas leyes de género grotescas, injustas, anticonstitucionales y bribonas que la izquierda impuso en Andalucía. Que son además de una aberración jurídica y un rodillo totalitario que despoja de derechos a los españoles, un mecanismo de saqueo continuado, masivo y obsceno del erario español. Como dice el que fuera dirigente de UPyD Andrés Herzog: «No había leído la ley de violencia de género de Andalucía, pero, una vez hecho, me parece un auténtico despropósito, de fondo y forma». Las brutales, injustas e infames leyes de género, como las de memoria histórica, que en Andalucía agravan las nacionales promulgadas por el zapaterismo, han quedado en evidencia y todos saben ya que son inaceptables. Cs y el PP no pueden defenderlas sin perder la razón, coherencia y credibilidad política.
Por eso no debieran confiar demasiado en Cs en que, ninguneando a Vox, van a ganar mucho aplauso. Más allá del de un decrépito Emmanuel Macron y un Manuel Valls cada vez más desubicado. La sociedad española está harta de maniobras, de listos y de tacticismos. Quiere verdades articuladas. Los cálculos maniobreros del politiquerío están tan desprestigiados como el eufemismo. Es probable que los gestos inequívocos de denuncia política de Vox, parejos a su generosidad al dar a quien le ofende unos votos necesarios para abatir al corrupto socialismo andaluz, le suponga un rédito mayor a ese partido que a Ciudadanos su altanería. A Albert Rivera le perseguirán las muchas imágenes de sus idilios y carantoñas con el líder de un partido antisistema, anticonstitucional, comunista, antidemócrata, amigo de Bildu y de las FARC y de Maduro y Ortega y de los golpistas en Cataluña. Con el que no tuvo empacho de hacer programas comunes. Mientras le niega una foto y no tiene más que desplantes e improperios para un partido nuevo que se declara ferviente defensor de la legalidad y la unidad de España, del Rey, las instituciones y la Constitución, aunque aspire a cambiarla legal y constitucionalmente. El furor antifascista frente a quienes no son fascistas sino fuerzas que desafían el marco del consenso socialdemócrata que impide la representación real es un autoengaño de los partidos tradicionales. Lo inaudito es que obnubile a Ciudadanos, que se ponga a imitar al náufrago, como si quisiera seguir al PSOE a la agonía final de la socialdemocracia en las sociedades desarrolladas.

domingo, enero 06, 2019

EL GABINETE HIPERSENSIBLE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 06.01.19

Ofenden nimiedades y se ocultan atrocidades

PEDRO Sánchez, probablemente el único español adulto que ha pasado dos semanas de vacaciones en navidades y desde luego el único en la historia que lo ha hecho a todo lujo a cargo del erario público, ha contagiado a su gabinete el amor incondicional y exaltado que cultiva hacia su persona. Por eso gabinete y partido están siempre angustiados por la seguridad y el bienestar del líder supremo. Acuérdense del numerito que montaron con el francotirador de feria al que presentaron como un «Chacal» de extrema derecha. Pronto dio tanta vergüenza que La Moncloa tocó retirada para evitar más ridículo.
Lo dicho, el Gobierno considera Bien Supremo de la Patria a la figura del doctor Sánchez. Y todo lo que le atañe produce sobreactuaciones inauditas. Por eso, igual que disfrutarían al ver fotos de su presidente mostrando torso en las rocas en Lanzarote, quedaron horrorizadas por un tuit sobre el amado líder. ¡Qué espanto, un tuit! Era un chiste que lleva años circulando con otros protagonistas: Un niño pide a los Reyes que se lleven a Sánchez como se habían llevado a personalidades fallecidas. Lo puso en Twitter el cómico sevillano Ignacio Puerta y lo publicó el PP en su cuenta oficial. Es conmovedora la hipersensibilidad de quienes no dicen nada cuando las revistas de basura humorística de ultraizquierdas bromean con enterrar vivas a las hijas de los Reyes de España. Con ejecutar al Monarca o bárbaras torturas a políticos, de derechas siempre, claro. Son los que aluden al humor y la libertad de expresión para bendecir chistes sobre judíos en Auschwitz, los huesos de Irene Villa o de otras víctimas del terrorismo o el atentado contra Aznar. Ven un terrible delito en bromear con que a los españoles nos iría mucho mejor si el doctor Sánchez no estuviera por aquí. A la primera protesta, el PP quitó el tuit y se disculpó. Eso no lo hacen otros. Es una cortesía ante lo que es una broma de dudoso gusto. Pero irritante por la facilidad para la izquierda de imponer con su rodillo mediático la indecente doble vara de medir.
El chiste y el consiguiente alarde de hipocresía del gobelino ofendidito eclipsaba la noticia del trágico incendio en Badalona. Con tres muertos y muchos heridos y unos vecinos que niegan la versión de la Generalidad de que los bomberos llegaran en 9 minutos. Dicen que fueron 45 o más y decisivos para la tragedia. Los bomberos de la Generalidad tan presentes en acciones del golpismo separatista, no estaban donde debían. Las discrepancias en el tiempo de los bomberos ayer son como las no resueltas en la terrible muerte de Laura Luelmo. ¿La asesinó Montoya el mismo día o dos días después de un calvario de horror? La peor política amenaza a la seguridad de los españoles más de lo que se quiere que se sepa. Porque la verdad puede ser peligrosa para algunos cuando la sociedad cada vez está más dispuesta a replantearse posiciones, tanto en relación con las autonomías como en la lucha contra el crimen. Y tantos otros.

CATÁSTROFE REPUTACIONAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 05.01.19

Para un gobierno sufrir un acto de hackeo es una humillación y una pérdida de prestigio y seguridad

Pues sí, una vez más han entrado unos hackers en los sistemas del Gobierno alemán y se han dedicado a gamberrear durante un mes con datos privados de políticos y funcionarios, pero también periodistas y algún artista. El fiasco de seguridad estalló cuando algunos políticos, entre ellos el defenestrado líder del SPD, Martin Schulz, comenzaron a recibir llamadas de desconocidos. Pronto se vio que el robo de datos era grande, el mayor habido nunca en Alemania. La alarma inicial fue por ello extrema. Se habló de «agresión al cerebro del Gobierno federal». Y de «grave ataque a la democracia». Enseguida surgió la sospecha de una autoría rusa, que sí parece haber estado tras los ataques de 2015 y 2017 al Bundestag y varios ministerios. También se ha hablado de «la ultraderecha», un recurso omnipresente. Sobre todo después de saberse que del único grupo del Bundestag que no había datos filtrados era de Alternativa para Alemania (AfD). La CDU es la mayor víctima, Angela Merkel incluida, pero también SPD, FDP, Verdes y die Linke.
A lo largo del día, Berlín quiso reducir la gravedad de lo sucedido. Y se cuestionó que fueran hackers obedientes a un estado extranjero. Como el ruso o el chino, sospechoso este del robo reciente de los datos de 383 millones de clientes de los Hoteles Starwood. Cuentan policía y fiscalía alemana que fue una cuenta de Twitter la que puso en circulación los datos. En parte con un calendario de adviento con ventanillas que ofrecían a diario esos datos desde direcciones, correos y números de teléfono hasta textos de diversa índole.
El Gobierno alemán asegura que no hay material de alto secreto entre los datos robados. Es la forma de limitar daños y el propio fracaso que supone para un gobierno que les roben información secreta en su «sancta santorum» informático. La guerra cibernética está en marcha. Aunque de momento no haya pasado de escaramuzas. Pero cada hackeo que un gobierno sufre, sea quien sea su autor, es una derrota, una seria humillación y una grave merma de prestigio y seguridad. Eso que ahora llaman una «catástrofe reputacional».

viernes, enero 04, 2019

SEXAGENARIA PESADILLA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 04.01.19

Acabar con la dictadura cubana es una necesidad política y moral

SON ya sesenta años, lo que era hasta hace poco una larga vida. Fue en estos días de enero allá en 1959 cuando quedó echada la suerte de aquella isla hasta entonces tan afortunada. Cuánto se alegraron todas las almas más puras en todo el mundo de que caía aquel régimen tan antipático de Fulgencio Batista, tan corrupto y vulgar. Entonces comenzó el idilio con los líderes revolucionarios, con aquel hombretón atractivo, tan simpático, incluso gracioso y carismático, Fidel Castro. Aquel que seducía a todo el que se acercaba. Seis décadas después la biología se ha llevado al dictador comunista más longevo de la historia. No se sabe si fue el más cínico, el más cruel y el más mentiroso de todos los tiranos rojos. Desde luego fue el que más tiempo pudo ejercer su cinismo, su crueldad y su farsa criminal.
En sesenta años da tiempo a destruir mucho. Las ciudades más bonitas y sofisticadas del Caribe son hoy ruinas. Salvo las mansiones e instalaciones que ocupa la mafia comunista, la degradación es propia de una guerra que no hubo. Les dijeron entonces a los cubanos, hace tanto, que pronto habría riqueza para todos, que solo había que repartir lo de los ricos y explotadores. Hoy no queda nada. Ni azúcar. Son tres generaciones ya las que se viven en el fracaso, en la miseria, en el miedo a la verdad y el uso normalizado de la mentira como instrumento para sobrevivir. Tras sesenta años de adoctrinar farsa oficial, miseria moral y permanente drenaje de la emigración de los mejores, aquella sociedad ágil, lista y rebosante de talento es la misma ruina que sus palacios y grandes almacenes de las épocas de esplendor. La frivolidad con que los cineastas y gacetilleros españoles u otros presentan la «vida alegre» de Cuba solo genera náuseas. Todo lo restaurado es mentira. Solo son auténticas las ruinas. Porque la podredumbre y la carcoma habitan las profundidades no solo de los cimientos, también de las conductas y los pensares.
La tiranía comunista en Cuba, su sangrienta y siniestra trayectoria de sufrimiento, privaciones, dolor y terror son un drama que encoge el alma. Y la causa exterior que lo ha hecho posible es un capítulo inverosímil de hipocresía y bajeza de las sociedades democráticas occidentales. Que la dictadura comunista cubana exista es un insulto a la humanidad perpetrado por los gobiernos democráticos, cómplices del crimen que se comenzó a perpetrar entonces contra un pueblo y que se ha sostenido con crueldad y saña infinita hasta nuestros días.
Gobernantes democráticos se han arrastrado uno tras otros durante más de medio siglo hasta La Habana a presentar su respeto a un régimen criminal y cruel como pocos. El periodismo ha escrito hagiografías del asesino supremo y las alabanzas de su régimen en ríos de mentira que han intoxicado a generaciones, provocado ríos de sangre y golpes de estado. La Habana es la capital del crimen. Allí no solo se producían guiones para que televisiones en España adoctrinaran en el mensaje comunista. Allí se blanquea y trafica con la cocaína para medio mundo. Desde allí se dirigen operaciones terroristas, militares y financieras, ideológicas y criminales. Allí encuentran refugio los peores asesinos. Toda la región lleva 60 años infectada por el veneno que surge de la bella isla. Ahora por primera vez en más de medio siglo hay poderes sólidos y vecinos que coinciden en la necesidad de acabar con el pozo negro de desestabilización y crimen que es la Cuba comunista. Las claves son Donald Trump y Jair Bolsonaro. En ellos hay depositadas esperanzas para un fin de esa sexagenaria pesadilla.

martes, enero 01, 2019

COMIENZA LA GRAN BATALLA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 01.01.19

Europa va a vivir profundos cambios en este 2019

ENTRAMOS en un año 2019 que anuncia momentos y decisiones que marcarán para mucho tiempo el futuro de Europa y del mundo. La política tendrá su especial momento en unas elecciones europeas que suponen el primer gran desafío al sistema desde la creación de la UE y la Eurocámara. Por primera vez tendrán una muy considerable fuerza e influencia quienes demandan una reforma de la Unión con la reactivación de las soberanías nacionales, seguridad, mayor subsidiaridad y freno a la obsesión regulatoria desde Bruselas. La política socialdemócrata hegemónica que marca con su izquierdismo ideológico todo el mensaje cultural y político de la UE, va a ser abiertamente cuestionada.
La batalla cultural comenzó hace ya años, pero es ahora cuando entra de lleno a librarse en la Europa institucional. Se acaban los tiempos en que la izquierda y el centrismo y la derecha cristiana, socialdemocratizados, vetaban todo cuestionamiento de sus políticas de consenso al grito de «¡Eso es ultraderechismo!». Se cierra un largo ciclo, iniciado en la posguerra, dramáticamente agudizado en 1968, que condenó al ostracismo toda posición política que no aceptara el compromiso cercano a la claudicación ante las diversas variaciones de la ideología colectivista.
El multiculturalismo está en retirada ante las fuerzas defensoras de la identidad de las naciones para la salvaguarda de la libertad individual, del derecho a la propiedad y de la libertad de expresión, amenazados por la hegemonía izquierdista, sus grupos de interés y sus armas de intimidación y censura como la corrección política.
Pero la gran cuestión, la clave de bóveda del espacio en que se dirimirá la mayor batalla cultural en Europa desde el fin del nazismo y el comunismo clásico, es la inmigración. Desastrosas decisiones del pasado, en especial la de Angela Merkel el 4 de septiembre de 2015 de abrir las fronteras de su país e invitar al mundo a vincular sus esperanzas de bienestar con Europa, han supuesto un terremoto político, social y cultural. Han disparado las alarmas ante el pulso demográfico del Islam y la inviabilidad de las formas de vida propias ante la afluencia de una inmigración de culturas antagónicas. Hay declaración de guerra al modelo multicultural que ya denunciaron Sartori, Fallaci o Azurmendi, como la peor amenaza para democracia y libertad.
Así, la política de Merkel que defiende la izquierda se ha revelado como un atentado contra el futuro europeo. Expertos urgen un mensaje común y único desde Europa para que el mundo sepa que cierra totalmente sus puertas a la inmigración ilegal. Y que solo por vías legales hay posibilidad de quedarse en Europa, en una inmigración necesaria y controlada. La izquierda, las ONG y gobiernos como el español fomentan un tráfico de personas que nada tiene que ver con guerras ni refugiados. Alemania no salvó la vida ni a un solo sirio. Su política causó muertes. Y despoja de sus individuos más calificados y necesitados a los países afectados. Como Sánchez y las ONG de George Soros salvan de un naufragio y fomenta cien. La inmigración y la identidad son el caballo de batalla.
Las fuerzas del globalismo con su cultura izquierdista darán la batalla con todos sus inmensos medios en defensa del consenso socialdemócrata. Porque el tráfico de inmigrantes, el multiculturalismo y el fin de las identidades nacionales hacen sumisas a las sociedades para imponerles hábitos y controles. No está escrito el final de esta colosal batalla cultural que se abre. Pero es un consuelo para todo amante de la libertad del individuo, de las creencias, de la palabra y del pensamiento saber que esa batalla esta en marcha y que hay fuerzas para lucharla.