The Unending Gift

viernes, septiembre 30, 2016

HUNGRÍA VOTARÁ CONTRA LA CUOTA DE REFUGIADOS IMPUESTA POR BRUSELAS

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Budapest
ABC  Viernes, 30.09.16


Las encuestas auguran un «no» rotundo en la consulta que se celebrará el domingo

El próximo domingo los húngaros acudirán a las urnas en referéndum para decir «sí» o «no» a la siguiente frase: «Quiere usted que la Unión Europea imponga la residencia en Hungría de ciudadanos no húngaros incluso sin permiso del Parlamento (húngaro)». Es muy probable que en muchos países europeos el resultado de una encuesta con esa pregunta fuera tan rotundo como se espera lo será aquí. La única duda está en la participación. La oposición, incapaz de hacer campaña en favor de la inmigración, ha optado por la abstención. A favor de esta juega la certeza del resultado favorable a las tesis del gobierno. Carreteras y ciudades están jalonadas por carteles que llaman a dejarle claro a Bruselas que a Hungría llegarán los inmigrantes que los húngaros y solo los húngaros quieran. Todos saben que estos serán pocos, serán occidentales y desde luego no musulmanes. Orban quiere parar de raíz el intento de imponer a Hungría cuotas para repartir inmigrantes.
                                                                              EFE
Residentes húngaros en Rumanía votaron ayer en su consulado

El primer ministro húngaro ya avisó hace años de que la lucha contra el multiculturalismo y la inmigración no europea era más que una prioridad, el eje de su política. El referéndum es una pieza clave en esta política. Basta con evocar el Brexit para entender el nerviosismo cuando alguien consulta al electorado sobre cuestiones relacionadas con la Unión.

Guerra cultural
Lo cierto es que no solo Viktor Orban considera que Europa es escenario ya de una guerra cultural en la que se dirime la supervivencia de la sociedad abierta. Las reservas y los temores ante el imparable avance de la presencia musulmana en los espacios públicos en Europa occidental no dejan de aumentar y se han intensificado en los últimos tiempos tanto por los flujos masivos de inmigrantes como por el debate cultural y político que ha dinamitado escenarios políticos de larga tradición. Países que por razones históricas han llegado al siglo XXI con homogeneidad cultural y son testigos de los inmensos problemas de las sociedades europeas occidentales con gran inmigración como el Reino Unido, Francia, Bélgica o Alemania, han decidido hacer lo posible por no correr la misma suerte.
La inmigración es el fenómeno político más poderoso y profundo en Europa. El hecho de que la inmigración al territorio Schengen estuviera durante meses de control ha tenido unos efectos políticos colosales que determinarán en gran medida el futuro de la UE. Ninguna crisis financiera ni de otro tipo había puesto tan en evidencia el peligro del fracaso del proyecto común. Cuando centenares de miles de refugiados tomaron al asalto las fronteras exteriores europeas ante la impotencia general todos se alarmaron.

La decisión de Merkel 
Pero cuando Angela Merkel, líder del país más poderoso de la Unión, decidió ante la situación dramática creada en la Ruta de los Balcanes olvidarse de las leyes, del Tratado de Dublín en concreto, y aceptar sin límite a los refugiados en Alemania, solo hubo una voz que advirtió sobre la ilegalidad y sus consecuencias. Era la de Orban. Aunque la decisión de Merkel le beneficiaba porque vaciaba Hungría de refugiados. Entonces Hungría se alzó contra el espectáculo, jaleado por medios de todo el mundo, del asalto de fronteras que destruía toda legalidad y soberanía y anunció que construía una valla. Las acusaciones contra Orban fueron terribles. Pero a lo largo del año todos los demás países, tan críticos con Hungría, la imitaron. La restauración de la ley y del control de las fronteras era necesario para evitar situaciones de descontrol y riesgo como demostraron después los zarpazos del terrorismo islamista.

Contrarios a la inmigración musulmana

Si ya las cuotas que se establecieron para un reparto único despertaron el rechazo de Hungría, la idea después expuesta de que se establecieran unas cuotas que automáticamente repartirían por los países los inmigrantes que entraran despertó tanta indignación como pánico también en otros países. A principios de año, Budapest se decidió a convocar este referéndum con el visto bueno del Tribunal Supremo. Hungría volvía a ponerse así en cabeza del grupo de Visegrado –Polonia, Hungría, Chequia y Eslovaquia–. Todos ellos contrarios a las cuotas y a la inmigración musulmana en sí. Pero conscientes de que cuentan con simpatías en países europeos occidentales.

BAUTZEN Y SU LEYENDA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 30.09.16


Bautzen y alrededores soporta la presencia de varios miles de refugiados musulmanes

BAUTZEN es una bella ciudad medieval en lo que era la Alemania central que quedó en el este cuando Stalin corrió el mapa y sus fronteras en dirección contraria. A pesar de dar nombre a una de las últimas feroces batallas de 1945, no ardió ni quedó reducida a escombros como cientos de otros pueblos y ciudades de Alemania. La lejanía de los combates del núcleo urbano preservó la joya de su núcleo urbano medieval, sus casas barrocas, sus iglesias, murallas, torres y fortalezas. Una joya. Bautzen también fue famosa bajo la dictadura comunista entre 1945 y 1989 como la peor dirección postal posible. Porque allí había que mandar el correo a los presos políticos en la principal prisión del Ministerio de Seguridad del Estado, conocido como Stasi, donde hoy está el «Memorial para las víctimas de la dictadura de comunismo y socialismo».
Mucho se invirtió en los pasados veinte años para que esta ciudad pudiera por fin dejar tras de sí su mala fama y beneficiarse de su belleza como monumento histórico. Inversiones públicas y privadas para acondicionamiento, hoteles e infraestructuras prometían trabajo y prosperidad para este rincón oriental remoto. Pero los sueños se frustraron bruscamente cuando parecían cerca de cristalizar. Hoy los medios alemanes y extranjeros vuelven a hablar de Bautzen como antaño con temor. O peor aún, con desprecio. Y lo tachan de foco indeseable de nazis y racistas. Difícil lo tendrían los hoteles para seducir a turistas con los titulares de esos medios políticamente correctos y autocomplacientes. Bautzen es de las pocas ciudades pequeñas de Alemania oriental que no tenía que resignarse a que la falta de trabajo e inversión forzara la emigración hacia el oeste de todos sus mejores jóvenes. Hoy hay hoteles que no podrían acoger a los turistas aunque llegaran. Porque están llenos de extranjeros de países remotos cuyas facturas paga el erario alemán. Son los refugiados que suponen la condena objetiva para la ciudad, convertida ya en símbolo de todos los damnificados por una política de inmigración que en un año ha cambiado Alemania.

Bautzen y alrededores soporta la presencia de varios miles de refugiados musulmanes. Muchos son familias pacíficas e intentan salir adelante en residencias en las que muchas veces malviven aterrorizados por fanáticos. Pero hay grupos de jóvenes con una agresividad y desprecio a todo que han trastornado la vida de la ciudad. Y generado un miedo y permanente inseguridad que nunca tendrán que soportar los barrios en los que viven los políticos y periodistas alemanes. Desde hace más de un año hay agresiones cotidianas a las mujeres, robos, peleas, agresiones, palizas. Nadie se siente ya seguro. No hay suficiente Policía. Y la inmensa mayoría de los ciudadanos honrados y de todas las ideologías no se atreven a protestar por miedo a que las televisiones estigmaticen aún más a la ciudad como «urbe nazi» y la hundan en mayor miseria. En las últimas semanas jóvenes árabes han agredido tanto a los pocos grupos de habitantes que se atreven a protestar como a las decenas de ultraderechistas que acuden y también a la Policía. Pues toda la culpa la tienen los nazis. Eso dice la corrección política de los medios, que por el bien del supuesto «antirracismo» oculta toda realidad que le resulte incómoda. Como se intentaron ocultar y negar las agresiones sexuales masivas de Colonia de Nochevieja. Y como se hace a diario en estadísticas e informaciones en todos los medios alemanes. La cómoda e injusta leyenda. Bautzen no es un símbolo del racismo ni el nazismo, sino de la hipocresía de un sistema que no sabe sino mentir para ocultar las miserias que genera. Y que después se lamenta en sus medios cuando cada vez más alemanes demuestran haber dejado de creerles con su voto a una «alternativa» que no les gusta.

martes, septiembre 27, 2016

EL CIERVO EN FUGA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 27.09.16


Pedro Sánchez es un lógico producto de la siembra revanchista de odio sectario de Rodríguez Zapatero

UN ciervo en fuga aparece en las leyendas de fundación de muchas ciudades de la Europa y el Asia medieval. Animal presumido donde los haya, se va a la berrea pretencioso a intimidar a sus rivales y de tanto mirarse desde la roca en el lago no se entera de que está en el punto de mira de la ballesta de un rey cazador, menesteroso y hambriento. Despistado en el disfrute de su buen porte y sus ciervas, nota que tiene un problema cuando siente un dolor en la nalga, la flecha. Huye sorprendido, ofendido y aterrado, y el rey, detrás del guapo animal. Al final el ciervo desaparece porque queda mal que se lo coma el rey antes de fundar la ciudad en aquel glorioso paraje. A Pedro Sánchez tampoco se lo va a comer nadie al final de su escapada. Ya ni siquiera a besos. No va a quedar de él ni trofeo. Presumió de porte y ha quedado en percha. Lo devorará su impotencia ante el fracaso. Pero en su desesperada huida hacia adelante bien puede hacernos a todos un servicio involuntario. Como ciervo herido puede llevar a los políticos españoles a una nueva situación en la que vuelvan a encajar ciertos intereses y voluntades nacionales que habían quedado sin control. Como el valle escondido de abundantes aguas y tierras negras de la leyenda, este desesperado puede acabar orientando a muchos, siempre sin querer, hacia unas bases para la reordenación del mapa político español cuyo trastorno ha causado un bloqueo institucional que, como sigamos así, dinamitará nuestra paz civil y la convivencia.

Quizás nos haga ese gran favor el político menos dispuesto a hacer favores que hemos tenido, el más mal encarado en décadas, el que une en sí la irresponsabilidad dolosa de Zapatero con la hosquedad de ese tal Gabriel Rufián, ese apolítico rufián que entendió que no hay mejor oportunidad laboral en Cataluña que hacerse violentamente separatista. Pedro Sánchez es un lógico producto de la siembra revanchista de odio sectario de Zapatero que llevó de hecho al PSOE a romper con el constitucionalismo. Que carecen de otro concepto político que no sea el del enfrentamiento que refleja y recrea los bandos guerracivilistas. Hoy, todos los dirigentes medianamente sensatos y responsables, que toleraron y participaron en aquella deriva zapateril por cobardía, interés propio o ambas cosas, saben ya bien que ese camino del abrazo a Podemos los convierte en Podemos más pronto que tarde. Eso al ciervo en fuga no le importa porque él es parte del proyecto podemita que lleva a una unión de la izquierda que acata al final la hegemonía de los más radicales. Por primera vez desde el malhadado congreso del año 2000 en que llegó el Atila leonés, los socialistas habrán de decidir si se lanzan a ese abrazo podemita con la desaparición del PSOE a corto/medio plazo o intentan la reconquista de la hegemonía de la izquierda para el constitucionalismo, tarea dura y de incierto final. Sánchez ha hecho ya imposible que el PSOE sobreviva en la agonía que dejó tras de sí Zapatero en 2011. Hoy ya la única posibilidad real de supervivencia del PSOE radica en recuperar una vocación institucional y expulsar a los arrabales políticos a los proyectos totalitarios en alianza con los separatistas. La agonía en la indefinición del PSOE se acaba. Siempre será para bien. Porque una de las partes ha de morir para que no mueran todas. Y si mueren, las dos otras vendrán. Nadie debiera llorarlo mucho. Después se verá qué sucede en la otra pata de nuestro escenario político. Con esa derecha que hoy no es nada más que triste refugio ante la amenaza de los bárbaros.

LA LUCHA POR PERDER

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 24.09.16


La izquierda democrática está en profunda crisis

Hoy se conocerá el resultado de las primarias en el Partido Laborista británico entre su actual líder Jeremy Corbyn y Owen Smith, un experiodista que intenta capitalizar el descontento con el radicalismo del primero. Todo indica que Corbyn volverá a ganar y mantendrá ese liderazgo laborista que es el más cómodo para sus rivales del Partido Conservador desde aquel legendario Michael Foot. Está claro que entre la militancia del partido y los sindicalistas con derecho a voto el apoyo al izquierdismo radical de Corbyn es mayoritario. La representación parlamentaria dejó muy claro antes del verano su rotundo rechazo – 170 en contra, solo 40 a favor– a un Corbyn con el que nadie cree posible una mayoría en Westminster. Porque tanto el electorado como sus diputados están mucho más al centro que sus militantes. No sucede solo en el Reino Unido. Todos los partidos de la izquierda democrática están en profunda crisis. La falta de alternativas económicas creíbles a las reformas de la derecha los condena a una oposición ideológica que radicaliza las bases hasta niveles pueriles. El laborismo llegó al poder tras la revolución thatcheriana cuando un líder rompió la obediencia del partido a radicales y sindicalistas. Era Tony Blair. La previsible confirmación de Corbyn quita un peso a unos tories acosados por sus propias cuitas con el Brexit. Corbyn gana hoy, pero solo para perder.

viernes, septiembre 23, 2016

AUNQUE ARDA ESPAÑA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 23.09.16


Cuaje o no, lo cierto es que no hay hoy una opción real de gobierno estable

Parece que Pedro Sánchez ya lo ha dicho en voz alta, que ya ha decidido dar el paso y que pretende crear una mayoría de gobierno alternativa a la del Partido Popular. Y enemiga del Partido Popular. Quiere impedir nuevas elecciones. Pero ante todo presidir él un gobierno gracias a sus 85 diputados socialistas. Sánchez sabe muy bien que, como no dispone ni de los votos populares ni de los de Ciudadanos, va a tener que recabar los de todas las fuerzas de izquierda, extrema izquierda y separatismo que pueblan el Congreso de los Diputados. Gran parte de ellas, Sánchez lo sabe, son enemigos declarados del Estado y de la Constitución. Unos quieren derribar la monarquía parlamentaria e imponer una tiranía socialista de tipo tercermundista. A la cabeza de estos grupos está Podemos, financiado por regímenes extranjeros para socavar la democracia española. Otros quieren además dinamitar la soberanía nacional y la integridad territorial y crear diversos estados siniestros. España es el único país de Europa que se permite la extravagancia suicida de otorgar legalidad a partidos cuya razón de existir es la destrucción del Estado democrático. Por eso tiene hoy, clara culpa de PP y PSOE, una amplia panoplia de enemigos, alimentados y protegidos por el Estado que quieren destruir. La extrema izquierda, cuajada de odio revanchista, avanza con la educación socialista para la ignorancia, de universidades tóxicas y de medios de comunicación obscenamente militantes. El centro del espectro político se ha movido constantemente a la izquierda. La supuesta derecha actual, el PP, está a la izquierda del centro de hace 35 años. Y en el PSOE se defienden posturas que eran de partidos extremistas, a la izquierda del PCE de la Transición. La defensa de la Constitución con todos sus artículos se ha quedado en la ultraderecha. Y nadie se atreve a ejercerla.

Y ahí está Sánchez. Su tentación es muy lógica. Su discurso no entiende otra prioridad que expulsar al Mal absoluto del templo y eso quiere decir defenestrar al PP de Rajoy. Aunque arda España. Y en eso nadie en su partido le llevó la contraria. Este hombre es un peligroso subproducto de la peste política que con total impunidad, inmensa eficacia y nula resistencia sembró Zapatero por España durante ocho años. Es el más desasistido y mediocre líder que jamás ha tenido el PSOE. Pero ha demostrado ser correoso y duro. Hoy cree poder ser el beneficiario de la polarización total, del desmoronamiento del consenso en valores básicos y voluntad de convivencia habido desde la Transición. Hay muchos culpables. Quien hace cinco años fue elegido para revertir y combatir dicha peste ideológica ha ignorado sus peligros y ha facilitado su expansión como si fuera un objetivo propio. El avance de la hegemonía izquierdista y la erosión de todas las resistencias a la misma hacen en este sentido de la legislatura de Rajoy la tercera de Zapatero. Todo unido hace posible esa inaudita amenaza de que alguien tan irresponsable y ajeno a los criterios europeos de gobierno como Sánchez pueda hacerse con el gobierno. Los barones del socialismo, sus viejas glorias y quienes aún creen en un socialismo democrático europeo pueden quedar impotentes ante el montaje de un Frente Popular por Sánchez. Las terceras elecciones son el mal menor frente a un gobierno Frankenstein que reuniría todo lo que repugnan y rechazan la Europa democrática y la decencia. Pero, cuaje o no, lo cierto es que no hay hoy una opción real de gobierno estable. Y puede no haberla después. Con los mismos líderes estaremos a lo peor en la misma situación. Hasta que cualquier día se nos caiga el Estado encima. Y entonces nos veremos en la calle. Y esta puede arder.

martes, septiembre 20, 2016

TROVADORES DE PUTIN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 20.09.16


Como en Venezuela, los déspotas prefieren invertir en pagar mentiras antes que en las vidas de sus sufridos súbditos

ESCUCHABA ayer en la radio a uno de los muchos propagandistas que Vladimir Putin cultiva y mantiene en todo el mundo para que le ensalcen como gran líder cristiano de Eurasia y salvador y redentor de la decadente Europa. Igual que Neruda, Alberti, Sartre, Thomas Mann y tantos otros poetas buenos y malos cantaron miserables y vergonzosas loas a Stalin mientras este organizaba sus peores picadillos de carne humana rusa, hoy tenemos a personajes mucho menores que entonces dedicados a esa impúdica alabanza de Putin. El caudillo ha creado una inmensa trama mediática en todo el mundo que eclipsa a todas las organizaciones propagandísticas soviéticas habidas. Con su omnipresente televisión de RT y Sputnik que tiene una red con un presupuesto mayor que bastantes Estados, la labor de propaganda y captación de voluntades es permanente y obsesiva. Por supuesto en vieja tradición chekista, todo el aparato mediático ramificado por el mundo cuenta con la presencia, el servicio y la coordinación de los servicios de información del Kremlin. Se trata de fomentar las contradicciones de las democracias occidentales que son muchas y están en aumento. Y alimentar a todas las fuerzas enemigas del sistema democrático desde la extrema izquierda a la extrema derecha. Se trata de intoxicar mucho para que nunca se sepa qué es realidad comprobada y qué rumor o maledicencia. De presentar a Europa como un caos decadente y a Rusia como la firme y serena patria de la calma cristiana. Y sobre todo se trata de impedir que se sepa y vea que Putin es un presidente que ha matado o enviado al exilio a todos los que le molestaban. Con una fusión de mafias y aparato del Estado bajo control estricto de su gente chekista se garantiza el poder para siempre en un país que alimenta a su población cada vez peor de lo que ingresa cada vez menos de sus materias primas. Como el Tercer Mundo.

Ha creado una clase de hipermillonarios que le deben su seguridad, unos militares y policías privilegiados en un mar de pobreza, aparatos de funcionarios corruptos jerarquizados y unas masas de rusos que malviven en la escasez, el alcoholismo, la depresión, la malnutrición y la descomposición social. Los hijos y nietos de los oligarcas estudian en Londres o EE.UU., pero al ruso común no le han asfaltado el camino desde que se hundió la URSS. Moscú y San Petersburgo son sitios gloriosos para quienes se puedan pagar cenas, hoteles y putas, pero el resto del país sucumbe en el barro. Ese Putin que dicen muy cristiano porque tiene tan domesticada y financiada a la cúpula de la Iglesia Ortodoxa como a sus poetas en el exterior es un presidente que ha organizado matanzas dentro y fuera del país. Y que se hace temer como Stalin. Cultiva su imagen de padrecito generoso pero implacable y cruel si es decepcionado o desobedecido por sus huestes. Decía el trovador de Putin en las ondas españolas que las elecciones del domingo son prueba de lo unido que esta el pueblo ruso a su caudillo que los protege de las agresiones exteriores. El resultado de las elecciones da una mayoría amplia al partido de Putin, el segundo puesto a su pelele nacionalista Zirinovski y el tercer puesto a su pelele comunista Ziuganov. Eso es lo que hay: nada aparte de propaganda y miedo. Rusia no produce hoy más que materias primas cada vez más baratas, propaganda patriótica mentirosa y muchísimo miedo. Quizás si ahorraran en propaganda exterior podrían elevar algo el nivel de la asistencia médica. Pero como en Venezuela y tantos otros rincones, los déspotas prefieren invertir en pagar mentiras antes que en las vidas de sus sufridos súbditos.

lunes, septiembre 19, 2016

LA IMPUNIDAD MÁS TÓXICA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Lunes, 19.09.16


«Las víctimas del terrorismo son pieza esencial en ese relato para el rearme moral de la Nación Española, necesario para una reacción general ante los desafíos actuales. Una entidad privada, la Fundación Villacisneros, lanza una iniciativa para intentar que la epopeya de Pablo Romero no quede en caso aislado»

EL 21 de junio de 1993 fue un día especial para mí. Me hallaba en un pueblo casi abandonado y ya semidestruido por la guerra en el paisaje siempre duro de la Herzegovina occidental. Aquel día, gracias a uno de aquellos trastos de teléfono por satélite, supe que había nacido en Madrid mi hija. Tardé una semana en salir de aquel maltratado agujero balcánico para conocerla. En aquella inolvidable llamada me dieron otra noticia. Muy cerca del hospital madrileño donde nació María, donde había nacido yo, el «San Francisco de Asís», en la calle Joaquín Costa, esquina Velázquez, había estallado una bomba de ETA poco antes de nacer la niña. El balance: siete muertos y muchos heridos. Yo veía muchos muertos en aquella guerra, pero quedé impresionado por aquella terrible coincidencia de los siete españoles arrebatados a la vida a unos cientos de metros de donde entraba a la vida mi hija. Si me siento en deuda con todas y cada una de las víctimas del terrorismo, de forma muy especial con quienes murieron en aquel día tan feliz para mí.
La bomba de aquel día vuelve a ser hoy actualidad. Cuando la mayoría de los españoles no quiere saber nada de ETA y tampoco de sus víctimas. No nos engañemos. Es un hecho triste pero cierto. Y no debe ocultarse ni siquiera por pudor. A los españoles se les ha dicho que aquel capítulo tan doloroso está felizmente cerrado. Hay consenso tácito en la política en que de ETA y sus víctimas se debe hablar lo menos posible. Los medios de comunicación se han sumado al pacto no escrito que yo creo un grave error moral y político. Todos creen que se vive con más comodidad así. Pero lo cierto es que esa falta de elaboración de nuestro trágico pasado reciente agudiza muchas carencias morales que se reflejan dramáticamente en nuestra vida en común. Unos pocos rompen una y otra vez ese pacto que veo innoble. Hoy lo hago yo para celebrar una bella gesta de un joven español en honor y reconocimiento de su padre, víctima de ETA aquella mañana tan especial para mí. Se llama Pablo Romero y es periodista. Su epopeya ha sido la lucha contra la impunidad total de aquel crimen. En sus peripecias de tres años ha desvelado terribles verdades sobre la forma en que autoridades políticas, policiales y judiciales han actuado o dejado de actuar contra esta peste sangrienta que tanto daño ha hecho a España. Y que tanta venenosa influencia han tenido sobre el devenir de nuestra patria. No hay frase más falsa en España que esa tantas veces repetida de que «el terrorismo jamás logrará nada». El terrorismo ha sido enormemente eficaz y rentable para sus promotores y autores en primera línea y para sus instigadores y protectores en la sombra, sus grandes beneficiarios políticos. Nadie dude de que España sería muy distinta si el terrorismo hubiera desaparecido con la llegada de la democracia. Es fácil concluir que no sufriríamos con la gravedad actual el separatismo, el odio antiespañol, el revanchismo y el recuperado guerracivilismo.


Pablo Romero es hijo del teniente coronel Juan Romero Álvarez, una de las víctimas de aquel atentado. Ha publicado en seis capítulos en el portal digital ElEspañol la narración de una aventura personal que nos atañe profundamente a todos los españoles. Su texto produce emoción y vergüenza. Romero, que tenía 17 años cuando su padre es asesinado, cuenta como sintió un aguijonazo en la conciencia ante la vergüenza de que prescribiera el caso sin siquiera identificarse a los autores materiales de aquel atentado que mató a siete hombres inocentes en una furgoneta del Ministerio de Defensa. «Una compañera comentó en voz alta que el “problema” de ETA estaba superado (…) y que no merecía la pena “remover” los casos. En ese momento algo cambió en mi cabeza. Me di cuenta de que en pocas semanas se iban a cumplir dos décadas de la muerte de mi padre y de que los delitos cometidos por los autores –jamás juzgados ni condenados– podrían prescribir (…) Como movido por un resorte levanté el teléfono, llamé a la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo de la Audiencia Nacional y solicité el acceso al sumario 17/94, el correspondiente al caso».
Romero investiga con la única ayuda de su sumario, la hemeroteca y algunos voluntarios que se le acercan para ello. Consigue encontrar pistas y conexiones que después de una larga pelea con los papeles, la administración y el tiempo que casi todo lo borra, le llevan al final al premio a tanto esfuerzo que era su meta: la identificación de un terrorista, de una cara, de alguien que responda por la muerte de su padre y seis compañeros. El sospechoso se llama José Corporales. Ya se le ha tomado declaración en el caso reabierto, el gran éxito de esta lucha. En el relato queda claro que, con los medios tecnológicos policiales actuales y solo un poco de interés y dedicación de la política y la justicia habría sido fácil evitar muchas prescripciones. Y haber esclarecido muchos de los más de 300 asesinatos de ETA que siguen sin resolver. En su libro «Agujeros del sistema», Juanfer. F. Calderín hace una demoledora exposición de la desidia, negligencia y errores judiciales habidos en la investigación de cientos de crímenes terroristas. Que más de 300 asesinatos no hayan sido jamás resueltos y se acepte sin más la impunidad para tanto asesino no ha hecho temblar los cimientos de nuestra justicia. Dice mucho y nada bueno de nosotros. Sumarios que languidecen a la espera de la prescripción e impunidad definitiva del asesino jamás han sido sometidos a cruces de datos como los que de forma muy rudimentaria llevaron a Romero a señalar ya a José García Corporales, alias Gitanillo y Legionario, como autor material del atentado contra su padre.
Emociona el relato de Pablo Romero pero desespera y avergüenza como español tanto como lo hace el libro «Agujeros del sistema» de Calderín. Y dejan al lector con la convicción de que con un poco de esfuerzo, apenas dinero y los medios existentes, la justicia era posible. Y con la amarga certeza de que no se hará por falta de interés, por indolencia, por nulo apego a la verdad y la justicia. Cuando muchos etarras reciben homenajes y recompensas que se les han negado a sus víctimas, este abandono y desamor oficial hacia los españoles más castigados revelan mucho de las causas de otros fracasos en una España en la que la verdad significa tan poco. El maltratado, inarticulado y por ello fácilmente manipulable pueblo español sufre de la debilidad de su sociedad civil y del fracaso y la traición permanentes de sus élites, volcadas en sus intereses particulares, estos muchas veces hostiles a España, su cohesión y la dignidad nacional imprescindible para todo proyecto común de futuro.

Las víctimas del terrorismo son pieza esencial en ese relato para el rearme moral de la Nación Española, necesario para una reacción general ante los desafíos actuales. Una entidad privada, la Fundación Villacisneros, lanza ahora una iniciativa para intentar que la epopeya de Pablo Romero no quede en caso aislado. Sin aportación pública ninguna y afrontando el ya descrito desinterés abismal de personalidades y entidades públicas y privadas que no consideran ya «de moda» ni «conveniente», ni «políticamente correcto», lanza el «Proyecto Dignidad». Será una ofensiva legal y política para romper esa inercia hacia la injusticia que imponen desidia y olvido e impedir todas las prescripciones de asesinatos sin resolver que sea posible. La quiebra general de los referentes morales y el colapso de la ejemplaridad son causas profundas de muchos de nuestras dificultades actuales, incluida nuestra ruina política y la crisis institucional. Toda iniciativa tendente a la reconstrucción de referencias en la defensa de la dignidad, la justicia y la verdad es hoy un acto patriótico en un momento de clara emergencia nacional. Uno de ellos es esta iniciativa de la Fundación Villacisneros, que debiera animar a muchos más y que merece aplauso y apoyo.

sábado, septiembre 17, 2016

EL ÉXITO SERÁ SEGUIR

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 17.09.16


Se han acabado los tiempos del despotismo ilustrado de negociada discrepancia en Bruselas entre Comisión y Consejo

Tenía ayer razón Mariano Rajoy al decir que en los últimos 60 años, desde el Tratado de Roma en 1957, origen de la UE, a Europa le ha ido mucho mejor que en los 60 anteriores con dos guerras mundiales. Claro. Pero no la tenía cuando aseguraba que en la Cumbre de Bratislava ha habido un cerrado apoyo al proyecto de mayor integración. Les habría gustado a él o Jean Claude Juncker. Y a muchos otros. Pero la propia Angela Merkel o Donald Tusk y otros líderes dejaban ayer claro que nada será como antes del Brexit y de la crisis de refugiados. El proyecto europeo ha sufrido ya en un año una profunda e irreversible transformación que nadie puede ignorar. Ni quienes aún se aferran a una mayor integración como a la tambaleante bicicleta.

Como dijo Merkel, el momento es crítico. La UE se juega en esta reacción su supervivencia. La crisis de los refugiados y la salida del Reino Unido han desencadenado un movimiento que siendo paneuropeo entierra el sueño de la Europa federal. Surgió en Londres y en Visegrado, enclave danubiano cercano a Bratislava donde cuatro países se conjuraron para una defensa de la soberanía nacional. Cada vez tiene más adeptos en todo el continente. Se han acabado los tiempos del despotismo ilustrado de negociada discrepancia en Bruselas entre Comisión y Consejo. Las naciones europeas exigen cambios de forma y fondo en la UE. Urgentes. Si no, el Brexit habrá sido solo el comienzo del fin.

viernes, septiembre 16, 2016

VENENOSAS VARAS DE MEDIR

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 16.09.16


La siempre obscena doble vara de medir de delitos de izquierda o derecha alcanza disparidades grotescas

AYER era un día perfecto para un milagro. Era un día muy propicio para un acto de buena fe que rompiera la viciosa espiral de un enconamiento del discurso político que nos lleva hacia la total destrucción del consenso democrático, la quiebra de las instituciones y, como sigamos empeñados, el enfrentamiento civil. ¿Por qué había ayer ocasión de frenar esta escalada suicida? Porque con un poco de grandeza las novedades judiciales que afectan a los dos grandes partidos podían crear esa instantánea comunión de intereses que, proyectada en una iniciativa política, podía dar el impulso necesario para salir del pozo del odio en que se hunde la política española. Era un día perfecto para un esfuerzo reconciliador con un mea culpa conjunto. La Fiscalía Anticorrupción presentaba el escrito de acusación de la pieza separada del caso ERE. Acusa a más de veinte personas, entre ellas los dos expresidentes de la Junta de Andalucía y expresidentes del PSOE, Manuel Chaves y José Antonio Griñan, de los delitos continuados de prevaricación y malversación de fondos públicos. Para Griñán pide seis años de cárcel. Para Chaves, diez años de inhabilitación. Una novedad de extrema gravedad. Los dos presidentes del PSOE y del Gobierno socialista de Andalucía. Por muchos cientos de millones de euros. Un día antes estalló un terrorífico escándalo al anunciar el Tribunal Supremo que investigaría a la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, bajo sospecha ella como su consistorio de haber lavado mil euros cada uno de financiación irregular del PP. Por 50.000 euros. Todos los medios convirtieron la noticia en portada. Y la mera apertura de pesquisas sobre el supuesto delito era de repente la confirmación de que Barberá es «lo peor de la política», como decía el presidente valenciano, Ximo Puig, compañero de Griñán y Chaves, socio de Podemos y de grupos separatistas.

«Lo peor», dice ese Ximo Puig, un obstinado perdedor que llega a la presidencia por la ayuda de un partido financiado por un régimen criminal extranjero dedicado al narcotráfico y a matar a su gente de represión, hambre y enfermedades. ¿Seguro que son peores los mil euros ingresados por Barberá para el PP que los millones manchados de sangre que le han llevado al cargo? El coro de linchadores es multitud. Especial bajeza revela el exceso de celo de algunos compañeros de partido de ella en exigir su inmolación. Gritaban al unísono con socialistas y comunistas como si quemar a Barberá los purificara ante el enemigo. Por ejemplo, ante los comunistas del Ayuntamiento del Madrid mugriento como Rita Maestre, condenada en firme por un delito mucho peor que el robo, que es la agresión y violación de derechos fundamentales. Clama contra Barberá, pero ella sigue en su cargo con su condena firme, su cinismo y sus mentiras. No hay milagro en España porque no hay grandeza por ninguna parte. Porque Pedro Sánchez es ya un pobre pelele del discurso sectario y revanchista de Podemos. Porque Mariano Rajoy, como demostró en la presentación del libro de Luis de Guindos, tiene intacta la soberbia y pretende que se le debe todo. No hay milagro porque no hay racionalidad ni un mínimo equilibrio. La siempre obscena doble vara de medir de delitos de izquierda o derecha alcanza disparidades grotescas. Pero la actual cúpula del PP que tanto ha hecho para reforzar la hegemonía mediática de la izquierda que aplica esas dos varas está tan paralizado por la mala conciencia que es incapaz de reaccionar ante ese atropello a la inteligencia y justicia. Ante esa burla inmoral y venenosa para la convivencia y la paz que convierte a Barberá en el mal absoluto, a Griñán y Chaves en despistados y a los receptores de dinero manchado de sangre en los adalides de la regeneración.

martes, septiembre 13, 2016

LOS MIL MALES DE CLINTON

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 13.09.16


El éxito de Trump solo se explica desde este hundimiento de la credibilidad del periodismo norteamericano

POCOS discutirán que la campaña para estas elecciones norteamericanas es la más estrafalaria y excéntrica que se recuerda en EE.UU. Todo indica que también la propia elección se celebrará en unas condiciones extraordinarias. Y que, sea cual sea, el resultado no traerá ni mucho menos sosiego a la política norteamericana. La elección será distinta a todas ya porque se produce entre dos candidatos que no despiertan respeto más que en una minoría. Entre dos personajes de los que no se fía casi nadie, de uno por mentiroso y de otro por histrión. Entre dos personalidades que generan ambas un rechazo visceral y radical rayano en el odio en aquellos que no las votan. Así será la elección «en principio». Porque hay una candidatura que está hoy en el aire. Es la de Hillary Clinton, la candidatura de conveniencia de los poderes fácticos norteamericanos y de los gobiernos aliados, la promesa de la continuidad de los dos mandatos de Barack Obama y ortodoxia en la tarea de gobierno, la apuesta por lo prefijado frente a un Donald Trump imprevisible y todo él un sobresalto. Su salida precipitada de los actos del 11-S en Nueva York y su desvanecimiento suponen un durísimo golpe. Adiós a esa tranquilidad de hace unas semanas cuando su victoria se daba por hecha y gozaba de distancias de dos dígitos sobre Donald Trump. Esas ventajas ya se habían diluido con Trump más moderado y Clinton incapaz de transmitir emoción, altiva y volcada en demonizar a su rival y despreciar a sus votantes.

Y ahora la enfermedad. Dicen que una neumonía. Muchos no le creen esto tampoco. Pero, en todo caso, ahora sí que se ponen las cosas tensas. Porque para el «establishment» norteamericano ya no se trata de neutralizar esa irritante pero lejana posibilidad de una ventaja de ese Donald Trump cuyas formas y consignas horrorizan. Es que a falta de siete semanas para la jornada electoral corren peligro de quedar con una candidata «agonizante». Hillary Clinton ha sido desde el principio una mala candidata. Por lo que son enfermedades previas, sus mil males. Que son su fama de dura como primera dama, de poco escrúpulo en primarias contra Obama y como secretaria de Estado. Su reputación de tramposa por perjudicar a Bernie Sanders y mentirosa y codiciosa por sus operaciones en la Fundación Clinton, sus ocultaciones en escándalos políticos, fiascos diplomáticos y el uso ilegal de comunicaciones. Ahí está además la sospecha permanente de que no dice la verdad tampoco sobre su salud. Y su terrible falta de humildad. La candidata no puede evitar manifestar una soberbia y arrogancia frente al electorado lejanas a su izquierdismo elitista, que la hacen aparecer «como si pidiera con impaciencia una presidencia que le corresponde porque sí». Eso lo reconocen tanto los pocos periodistas críticos como el coro mediático obscenamente parcial en favor de Clinton que ha cubierto la campaña. Ni cuando se formó aquel frente hostil a Ronald Reagan fue la prensa norteamericana tan parcial y militante en favor de un candidato y en contra de otro. También es cierto que el ridículo de los medios ha sido proporcional a su parcialidad. El éxito de Trump solo se explica desde este hundimiento de la credibilidad del periodismo norteamericano. Y el europeo de paso. Lo cierto es que ya nadie sabe si al final los americanos cuando voten en papeletas ya impresas en algunos estados con el nombre de Clinton lo harán por el actual candidato a vicepresidente Tim Kaine, por Bernie Sanders o el popular vicepresidente actual John Biden. Nadie sabe nada. Y todo es posible. Es lo que llamaban los chinos la maldición de los tiempos interesantes.

domingo, septiembre 11, 2016

EL TERROR NO FRENARÁ EL CAMBIO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 03.09.16


Esto solo puede acabar en dos escenarios: una paz del terror y los cementerios; o un levantamiento del pueblo apoyado por parte del chavismo

Cualquier gobierno que tuviera cierto pudor y escrúpulo ante su pueblo y ante el mundo reaccionaría ante el despliegue de fuerza, entusiasmo y entrega de la ciudadanía movilizada por la oposición venezolana el jueves con una oferta de diálogo para la búsqueda de una solución pactada. Porque nadie puede gobernar contra esa voluntad masiva expresada en Caracas a no ser que esté dispuesto a hacerlo por la fuerza y las armas, con desprecio a normas, valores y códigos de gobierno civilizado.
Hoy está claro que Nicolás Maduro no sabe salir de otra forma de su dramático y abismal fracaso que con el enfrentamiento total con su pueblo. Esto solo puede acabar en dos escenarios. En una paz del terror y los cementerios como es la tiranía cubana dirigida por los hemanos Castro, el modelo por el que apuesta Maduro. No son tiempos para ello.
O en un levantamiento del pueblo al que se adhieran partes del Estado chavista hasta ahora leales a Maduro y sus protectores cubanos. Nicolás Maduro está dispuesto a matar hasta el final. A morir, no. Se escondería bajo los faldones de sus amos los Castro, en La Habana, capital mundial del crimen político. El Ejército venezolano aún está a tiempo de evitar entrar en la historia como cómplice del régimen más vergonzoso, miserable, cruel y fracasado que jamás tuvo Venezuela.

El pueblo quiere que se cumpla la ley. Con el revocatorio del presidente, ya. Quienes ayuden al presidente chavista Nicolás Maduro en su obstinación criminal de negar con terror y muerte ese derecho, lo pagarán tarde o temprano ante su propio pueblo o ante tribunales internacionales.

sábado, septiembre 10, 2016

ANTIYIHADISMO DESIGUAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 10.09.16


Sería un inmenso error creer que los mayores peligros en la agresión del islamismo yihadista nos llegan por el terrorismo

En París han sido detenidas tres mujeres jóvenes que tenían proyectado un atentado inminente. Fueron identificadas después de que se localizara un coche cargado con bombonas de gas muy cerca de la catedral de Notre Dame. Casi al mismo tiempo se supo de dos detenciones en Londres también por un atentado en fase de preparación. Aunque no han trascendido muchos datos, se ha reconocido que se trata de acciones directamente dirigidas por el Estado Islámico. Nadie pretende que sean acciones espontáneas ni aisladas.
Fuera o no cuestión de fortuna que se localizara el coche con las bombonas en el centro de París, cierto es que las policías europeas, la francesa y la británica, la alemana hace unas semanas, la española en varias ocasiones, desactivan cada vez más células antes de que lleguen a actuar. Lo que supone un elemento esperanzador como indicio de que la vigilancia dentro del complicado mundo de las comunidades musulmanas funciona mejor y goza por tanto de la imprescindible colaboración interna. Por supuesto que todo el mundo sabe que no se podrán evitar todos los que se planean. Los reveses de Daesh en Irak y Siria refuerzan su voluntad de atentar en los países europeos.

La buena nueva de la mayor labor de información confidencial contrasta con la penosa y peligrosa realidad de la falta de avances en el terreno mucho más amplio que es la cooperación abierta con las autoridades. Sobre todo respecto a una violencia que comparada con el terrorismo armado se califica aunque engañosamente de baja intensidad. Se ha instalado ya como una especie de nueva conciencia en grupos de jóvenes musulmanes radicalizados tanto entre los nacidos en Europa occidental como entre los recién llegados como refugiados. Es parejo a un rechazo total y agresivo a cualquier paso de integración en las sociedades que los acogen. Evitar atentados es siempre un gran éxito, pero sería un inmenso error creer que los principales peligros en la agresión del islamismo yihadista contra nuestras sociedades nos llegan por el terrorismo.

viernes, septiembre 09, 2016

EL TRIUNFO DE CAÍN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 30.08.16


Muchos políticos han dejado de aburrir para generar un profundo rechazo desganado que podría acercarse al asco

NO quiero pensar en los índices de audiencia que pueda tener este debate de investidura que se celebra ante todo para agudizar la inquina nacional y cargar un poco más de rabia y odio el debate político. Pero quien se asome a la televisión hoy o mañana sin que sus garbanzos dependan muy directamente de ello desvelará ese punto de masoquismo político y estético que, también hay que reconocerlo, no es infrecuente en España. Que la inmensa mayoría dé la espalda al previsible espectáculo de torpes diatribas no se deberá solo al profundo hastío que produce este eterno Día de la Marmota. Muchos políticos han dejado de aburrir para generar un profundo rechazo desganado que podría acercarse al asco. Han convertido la actualidad política en un gran pozo séptico, con enorme peligro infeccioso. Cierto que no todo empezó ayer con la llegada de algunos de los peores como es Pedro Sánchez, con formas pendencieras y sectarios cual minero de preguerra. El deterioro viene de largo, en la izquierda como en la derecha, y esa compota amarga de soberbia, indolencia y desprecio que es el discurso político de Mariano Rajoy ha ayudado mucho a hacer rebosar ese pozo negro.
Cierto es que la culpa de que estemos aquí, tan mal, y corramos tanto peligro de estar mucho peor, se debe ahora mismo ante todo al discurso primitivo del guerracivilismo de la izquierda actual que condena a España a una nueva y profunda anomalía en Europa. Cuando la mitad de la población vota a cautivos en pensamiento y obra de dos mensajes, el del odio a España y el del odio a la «derecha franquista» anclados en el rencor fratricida de hace casi un siglo, la sociedad tiene un serio problema. Es el triunfo de Caín. Porque el miedo de Sánchez a dar esa abstención a Rajoy se debe a eso. Que lleva dos años diciendo, con Podemos, que Rajoy es el mal absoluto que hace daño a los españoles porque le gusta que sufran.

Como Franco en los cuentos de terror de las huestes del socialista, cada vez más ignorantes, ideologizadas y sectarias. Al mal absoluto que goza con el sufrimiento de los pobres no se le da ni agua, es decir, ni abstención. Y si otros socialistas menos inmersos en discurso del odio y más calculadores con las cosas de comer quieren impedir de verdad esas terceras elecciones, habrán de pedírselo en el Comité Federal a Sánchez y cargar así con la responsabilidad en el Congreso. Que al fin y al cambio, Sánchez ya ha convencido a su señora de que no hay prisa con los visillos de La Moncloa y lo único que quiere es seguir siendo secretario general para no irse directamente al paro. Lo trágico es que enfrente no hay nada. Nada. Donde debiera haber una oferta poderosa de renovación del centroderecha solo hay un cartel viejo de una cara con barba canosa que insiste por enésima vez que tiene que ser él y él y siempre él quien gobierne, encuentre o no las mayorías que necesita. Porque también don Mariano podía haber evitado este disparate. Simplemente cumpliendo los estatutos del PP convocando un congreso en plazo y dando paso para las elecciones de diciembre pasado a una candidatura renovada con, por ejemplo, un Alberto Núñez Feijóo al frente. Llevaría hoy el PP un año gobernando con Ciudadanos. Para eso ya es tarde. Pero para un gobierno de cuatro años de Rajoy también lo es. Y aunque el PSOE o el PNV al final, a cambio Dios sabe de qué, diera su voto a cambio de apoyo en su casa, Rajoy durará una siesta a la cabeza de un gobierno para nada.

VOLVERÁ VENGATIVA LA REALIDAD

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 09.09.16


Nadie habla de que no cumplimos nada de lo que prometemos como miembro de la Unión

COMO el odio ha asumido ese papel tan intenso y determinante en nuestra vida política que no había vuelto a tener desde las vísperas de la Guerra Civil, ya ha dejado de importarnos casi toda otra consideración que no sirva para el intercambio de golpes en este frenesí. El retorno de las trincheras y los obscenos personalismos que esas trincheras tan intensamente favorecen nos hacen olvidar que hay en el mundo más allá de nuestras miserias otras cosas que también nos afectan y muchas con un enorme potencial para hacernos la vida mucho más difícil y desagradable. Rige aquí ya la insensatez total que lleva a periodistas a decir que estamos mejor sin gobierno y a los políticos a creer en serio que todo lo perdonará y arreglará el improbable éxito propio en esta siniestra verbena de pulsos innobles. Y creen que después de esto podrán gobernar y pretender probidad. Tan frenéticos en el odio, tan ajenos a la realidad. Tenemos tal guirigay que nadie presta atención, por ejemplo, a que el nuevo partido alemán Alternative für Deutschland (AfD) ya ha dicho que urge un procedimiento de exclusión del euro para obstinados no cumplidores como España y Portugal.
Beatrix von Storch, europarlamentaria y jefa del partido derechista en Berlín, ha declarado que la troika ha fracasado estrepitosamente con Portugal y con su intervención limitada en España. Y que hay que preparar ya un procedimiento para la exclusión del euro de estos dos países «porque si no va a ser Alemania la que se vaya». La señora Von Storch no pertenece ya a un grupúsculo derechista, sino a un partido que va camino de ser decisivo en Alemania después de las elecciones federales en septiembre del 2017. Pero Von Storch y el AfD no están solos. Comparten su opinión cada vez más líderes en el norte de Europa, donde está ya extendida la tesis de que el euro fue introducido con precipitación y mucho error y que para salvarlo tendrá que convertirse en una moneda de muchos menos, mucho más disciplinados. Son partidarios de reconocer un fiasco antes de que este se lleve por delante muchas otras conquistas europeas, además de la estabilidad financiera y el bienestar económico de quienes sí pueden organizarse para cumplir las reglas. Pero incluso los defensores del euro actual están desesperados ante el desprecio a la realidad que muestran todos los políticos españoles. El debate estallará en el año electoral francés y alemán. Todos saben que el euro y toda la UE pasan por una situación de fragilidad extrema y que todo puede causar daños que condenen de forma irreversible el proceso. Si no lo han hecho ya las decisiones de Merkel sobre refugiados.

Apenas nadie habla aquí de que no cumplimos ya nada de lo que prometemos como miembro cada vez más difícil de la Unión. En octubre tendríamos que tener un presupuesto que al menos pretendiera no volver a engañar a sus socios con «cuentas griegas». Para entonces estará claro que volvemos a superar todos los techos de déficit, olvidado ya el objetivo inicial que el Gobierno nunca tuvo intención de cumplir. Tampoco a la oposición le importa, toda ella de acuerdo en que el déficit sea aún mayor y deseosos de disparar el gasto público. El plan de Ciudadanos con el PP era un aperitivo. Y el PP allá donde gobierna como en Madrid presume de ser campeón de la beneficencia socialista y de emular originales fórmulas de endeudamiento. La política española, por el odio referido, por la mediocridad fruto de su selección negativa, por las necias fantasías revolucionarias de su izquierda, por la falta de criterio y principios de su derecha, se ha desentendido de la realidad. Cuando la despreciada realidad nos revisite, que lo hará, aquí va a haber más que pánico.

FIN DE LA DOCTRINA DE LA MALA CONCIENCIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 06.09.16


Cada vez son más los que llegan ya convencidos de que se les debe todo

LA humillación sufrida por Angela Merkel el domingo en su propio feudo electoral, Mecklenburgo-Antepomerania, es un anuncio más de las profundas transformaciones y convulsiones a las que nos enfrentamos y no solo en Alemania. De cara al año 2017 con elecciones legislativas en Francia y en Alemania, crece ya sin cesar en toda Europa un movimiento general de resistencia a las políticas de inmigración y a unas consecuencias de la globalización que los partidos tradicionales parecen haber asumido como deseables o al menos inevitables. Lo que amplios sectores de las sociedades nacionales ya no admiten. Con el Brexit del Reino Unido se produjo por primera vez un triunfo en las urnas de esa resistencia a la resignación a esa supuesta inevitabilidad de las sociedades multiculturales europeas, gobernadas por un centro de poder sin relación con las inquietudes nacionales.
El 2 de octubre los húngaros decidirán en referéndum prohibir a cualquier gobierno húngaro aceptar cuotas de inmigrantes impuestas por la UE. Son cada vez más países los que adoptan posturas claras de rechazo a una política de inmigración que hasta poco más de un año era incuestionable. Crecen las fuerzas que cuestionan el dogma de la cultura política socialdemócrata desde la posguerra de que los problemas de conflictos del mundo y los de Europa tienen una solución común de mutuo beneficio. Que está en la migración permanente, sistemática e imparable desde todas estas regiones hacia el viejo continente. Así, el viejo continente se beneficia de la savia nueva dada su agonía demográfica, enmienda con la permanente acogida sus culpas coloniales y permite al mismo tiempo que se borren sus características nacionales, sospechosas de estar entre las causas de sus pecados del pasado que ahora debe compensar. Con esta doctrina de la mala conciencia asumido por la izquierda europea, la doctrina oficial y las masas de inmigrantes, resulta cada vez más quimérica la integración en hábitos, costumbres y respeto a las leyes de las sociedades de acogida. Cada vez son más los que llegan ya convencidos de que se les debe todo. Aquí les convencen de que, aunque se les dé todo, se les seguirá debiendo todo siempre.
Pero ya falla el factor de la culpabilidad europea tan necesario para que las sociedades acepten con resignación como supuesto acto de justicia esta puesta a disposición de todo recién llegado su propio territorio y sus recursos. Hasta en Alemania, donde el factor culpa es por obvias razones más poderoso que en ninguna otra parte. La canciller paga la factura de una sociedad alemana cada vez más asustada e insegura, pero con voces cada vez más decididas a articular una respuesta radicalmente distinta en política, en actitud y en filosofía.

Ha sido una bofetada de dimensiones y consecuencias históricas que rompe el tabú, poco menos que sagrado de la República Federal surgida de las cenizas de la Alemania nazi, que exigía a la CDU que jamás permitiera un partido a su derecha. Todos los partidos ultraderechistas o neonazis fueron grupos marginales y efímeros. Hoy, hasta los medios alemanes –casi sin excepción militantes de la corrección política– reconocen que el derechista AfD que ha superado a la CDU el domingo y ya está presente en nueve parlamentos está consumando su desarrollo hacia un partido de masas. Que no es nazi y al que ya resulta contraproducente difamar como tal. Responde no solo a miedos legítimos que son instinto de supervivencia, sino a una libertad de pensamiento que permite razonar mejor que a los partidos tradicionales, prisioneros de sus dogmas surgidos de complejos y traumas europeos y de una mala conciencia injustificada y abiertamente suicida. Si los partidos tradicionales no dejan de negar la realidad y toman conciencia pronto, puede que estén ya en tiempo de descuento.

MAZAZO A MERKEL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Lunes, 05.09.16


El terremoto electoral en Europa continúa en pleno corazón alemán. Ayer el partido Alternativa por Alemania (AfD), derechista y radicalmente opuesto a la política de inmigración del gobierno federal se convirtió en el gran triunfador con casi un 22% y masiva cosecha de votos procedentes de todos y cada uno del resto de partidos y de todos los estratos sociales. El partido a la derecha de la CDU es una realidad plenamente establecida y ni sus peores detractores pueden ya tacharlo de partido marginal ultraderechista.
El mazazo electoral ha llegado para Angela Merkel el día en que se cumplía el año de su célebre decisión de abrir las fronteras a los refugiados. No es venganza servida en frío, porque hierve el malestar por aquella histórica decisión del 4 de septiembre de 2015 que tantísimas consecuencias ha tenido ya y aun tendrá para Europa.

El auge del partido AfD es una de ellas. Ya está presente este partido derechista en nueve parlamentos de estados federales. Pero ayer por primera vez lograba humillar a Merkel batiendo a su partido, la CDU, que quedó en tercer lugar en las elecciones en Mecklemburgo-Antepomerania que es el estado en el que está empadronada la canciller. El partido socialdemócrata (SPD) mayoritario por tradición en este estado oriental consiguió seguir siendo el partido más votado pero perdió casi 6 puntos. Seguirá gobernando en gran coalición con la CDU que ha perdido 4 puntos. Die Linke también se deja casi 6 y queda en 12%. Ni los verdes ni los liberales entran al parlamento. Todos perdían ayer frente al triunfo de la AfD que ha conmocionado a Berlín que ya sabe que tendrá a este partido en el Bundestag el año que viene.

UNA FECHA QUE CAMBIÓ EUROPA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 02.09.16


La decisión de Merkel ha sacudido los cimientos y las paredes maestras de Europa

EL domingo se cumple un año de una fecha, el 4 de septiembre del 2015, que muchos consideran ya fatídica para la suerte de Europa, que en todo caso ha cambiado decisivamente el orden político en el continente y cuyas consecuencias son ya dramáticas, serán muy profundas y muchas permanentes. En estos 365 días han cambiado mucho muchas cosas en Europa. Desde la generalización del miedo en muchas comunidades hasta la irrupción del antisemitismo y misoginia de importación musulmana, desde la política terrorista hasta el número de países miembros de la Unión Europea. El 4 de septiembre del pasado año una decisión personal tomada por un líder político europeo en solitario produjo un estallido incontrolado de buenas intenciones y como siempre sucede con estos fenómenos afectivos colectivos, desató unas consecuencias imprevistas, muchas de ellas graves de inmensa gravedad y trascendencia. Hace un año, Angela Merkel consideró que la situación dramática en que se hallaban miles de refugiados en Hungría era una emergencia humanitaria tan extraordinaria y extrema que merecía y justificaba que ella, el gobernante más poderoso del continente, declarara unilateralmente y sin consulta previa alguna, suspendidas las leyes comunitarias que regían para 28 países. Aquel día la canciller alemana actuó sola y se situó por decisión propia por encima de la ley, de las leyes comunitarias, nadie duda de que movida por las buenas intenciones. De la generosidad de ofrecer asilo a todos los que lo necesitaran y de la compasión y misericordia de evitar los dramas que las televisiones de todo el mundo difundían. Pero incuestionable es que Merkel violó aquel día el principio de legalidad en Europa. Y desencadenó una lógica perversa que ha transformado demográficamente pueblos, barrios y ciudades en Alemania y ha cambiado la vida a millones de alemanes. Y ahora amenaza con extender el efecto con las cuotas obligatorias.

Decenas de miles de refugiados procedentes de las costas griegas avanzaban aquellos días por los Balcanes hacia el norte en un flujo interminable que arrollaba las fronteras. Grecia era incapaz de controlar la llegada de auténticas flotillas de traficantes desde las costas turcas. Abrió su frontera hacia Macedonia contraviniendo las leyes de la UE que exigían el registro de los refugiados allí. Las paupérrimas Macedonia y Serbia, no miembros de la Unión, facilitaban el paso hacia el norte. Hungría, sin embargo, quiso defender sus fronteras y aplicar la ley nacional y europea, también la que obliga a registrar a los inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo. Todos los esfuerzos por mantener orden y leyes eran en vano por la actitud de los recién llegados de no respetar a nada ni nadie que pusiera obstáculos a su objetivo de llegar a Alemania cuanto antes. Arropados en esta revuelta contra la autoridad y legalidad por unos medios internacionales volcados en aras de un supuesto humanitarismo en sabotear cualquier intento del gobierno húngaro de imponer la ley. La construcción de una valla por parte de Hungría para impedir la llegada descontrolada fue condenada como una terrible violación «fascista» de derechos. Un año después todos los países salvo Alemania han imitado a Hungría y construido vallas parecidas. La decisión de Merkel ha sacudido los cimientos y las paredes maestras de Europa. Ha quebrado las certezas de la seguridad, la identidad y la autoridad. La plena reacción europea al 4 de septiembre aun está en gestación. Pero muchos efectos están claros ya, desde el Brexit de junio a las elecciones en el Estado de Mecklenburgo-Antepomerania, hogar electoral de Merkel. Allí el derechista AfD puede vencer por primera vez a la CDU en un Land. Esa bomba política puede estallar este domingo, aniversario del 4 de septiembre del 2015, cuando en nombre del sentimiento, Alemania volvió a actuar contra la razón.

AGOTADO DE SU PROPIO DISCURSO

Los columnistas de ABC opinan sobre el desenlace

Parálisis institucional   ESPAÑA EN FUNCIONES
ABC  Lunes, 22.08.16

HERMANN TERTSCH: “No creo que Rajoy vaya a salir airoso del debate de investidura y no es imposible que Pedro Sánchez lo intente. Este país ha entrado en una especie de bucle del desatino que hace posible cualquier deterioro: no hay que descartar que al final España se encuentre con un Frente Popular que integre a socialistas, comunistas y a lo peor del separatismo y los antisistema.”

Los análisis de ABC

AGOTADO DE SU PROPIO DISCURSO
Por HERMANN TERTSCH
ABC  Miércoles, 31.08.16

Mariano Rajoy es un magnífico orador parlamentario. Pero está claro que la situación política y todos estos meses han pasado ya mucha factura. Ayer se notó que él mismo está agotado, muy agotado, de su propio discurso. En sus mejores momentos Rajoy sabe ser combativo y agresivo, complaciente y pedagógico. Lo que nunca ha sabido es transmitir ilusión quizás porque apenas sepa de qué se trata. Hoy lo sabe aun menos porque el primer punto de sus prioridades expositivas, la supuesta necesidad absoluta de su propia permanencia personal, asfixia todo esfuerzo renovador. Con su combatividad en declive y su cansancio expositivo ya extremo se hace patente su imposibilidad de comunicar cualquier tipo de emoción para que la audiencia tome partido, se movilice anímicamente con su proyecto. No es capaz pero probablemente porque las circunstancias ya lo hacen del todo imposible. Rajoy tiene un argumento de peso que elaboró una y otra vez en variaciones y es que las opciones distintas a un gobierno del PP, elecciones o un Frente Popular Frankenstein dañan a España.

GANAN LA HABANA Y SU DAMA BLANCA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 28.08.16


Los dos ancianos de La Habana ven cumplido un empeño de toda la vida: poner a Colombia de rodillas

Son las FARC una organización terrorista comunista considerada como la banda narcotraficante más grande del mundo. Tiene contactos con la mayoría de los cárteles de la droga de toda América. Produce, gestiona y transporta un alto porcentaje de la pasta de coca y cocaína que se trafica, vende y consume en Estados Unidos y en Europa. Es responsable además de una guerra contra la democracia colombiana que dura más de medio siglo y que se ha cobrado centenares de miles de vidas. Sus inicios son los de otras guerrillas del subcontinente. Respondían a la lógica de la Guerra Fría como instrumento de la URSS y sus satélites europeos en su intento de repetir el gran éxito de Cuba en 1959. Desde allí, consolidado el régimen castrista, se organizaron, entrenaron, financiaron y dirigieron guerrillas terroristas en prácticamente todos los países de la región. Las oleadas de terror dieron al traste con los regímenes frágiles y trajeron nuevas dictaduras militares. Salvo en Colombia, donde tras décadas convulsas, la democracia aguantó. Con admirable tesón y valentía, con inaudito vigor y con inmenso sufrimiento por la barbarie de unos terroristas que eran jaleados como «guerrilla libertadora» por la izquierda latinoamericana y europea.
Colombia tuvo la desgracia de la explosión del consumo de cocaína en el mundo occidental que disparó el volumen de dinero y el poder del comercio ilegal. La guerrilla comunista y las redes de narcotráfico entraban así en simbiosis y la dama blanca, la droga capitalista, la cocaína, pasaba a ser la fuente inagotable de dinero en efectivo para comprar armas, poder y almas. Ahí estaban los ingresos clave para los grandes planes, no ya para los terroristas, sino para sus mentores en Cuba, ya antes de que se disolviera la URSS.
Con la cocaína se compraron voluntades en los aparatos del Estado en toda la región y fuera de ella, en organismos internacionales y en un inmenso y complejo entramado dedicado al lavado del dinero en todo el mundo. Políticos, financieros, empresarios,
funcionarios de decenas de países integran una red cuyo control general solo tiene La Habana. Ya en 1989 tuvo que pagar con su vida el general Arnaldo Ochoa los cálculos de Castro en la expansión del gran negociado de la plataforma mundial de la cocaína en el Caribe. Quince años después, bajo la bandera ideológica del Foro de São Paulo, la sonrisa de Hugo Chávez, una decena de gobiernos, el petróleo de Pedevesa, el socialismo del siglo XXI y siempre bajo el mando de los viejos Castro y el G2 en La Habana, era de los negocios más activos, lucrativos, solventes, poderosos y dinámicos del planeta.
Con la Venezuela de Hugo Chávez ya convertida en plataforma continental de la Cuba castrista y con la dependencia del narcotráfico de los aparatos de estos regímenes, las FARC, con el control de materia prima y producción han logrado sobrevivir cómodamente a sus desastres militares bajo Pastrana y Uribe. ¿Por qué? Porque son la fuente imprescindible de negocio para un colosal entramado que paga en salones y venerables organizaciones en todo el mundo. Las FARC están a punto de lograr el sueño de Pablo Escobar: comprar Colombia y la voluntad de su pueblo. Lo logrará el 2 de octubre si no lo impide el votante colombiano. Con su cocaína y su terror han logrado –con sospechosa facilidad– convencer a los actuales gobernantes de que es mejor aceptar el fin del estado de Derecho, la plena impunidad para los asesinatos y negocios criminales de las FARC, la posibilidad de acoso penal a quienes defendieron al Estado y privilegios para los terroristas en la sociedad y el poder como la insólita garantía de representación parlamentaria incluso sin votos. Todo ello se entrega a las FARC a cambio de la promesa de no matar más. Sería mucho peor que se les obligara a volver a matar a inocentes, se viene a decir. Esta rendición se escenifica en La Habana, centro del mundo narcopolítico. Terrible es esta claudicación de una orgullosa democracia combativa ante la amenaza del facineroso. Pero peor, propio de las fiebres de nuestro tiempo, son los aplausos que llegan de Obama o Merkel, de la UE, del Papa o la OEA. Son aplausos al crimen triunfante. Los que más ríen, los dos ancianos de La Habana que ven cumplido un empeño de toda la vida que parecía imposible: poner a Colombia de rodillas.

EL ISLAM ROMPE EUROPA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 26.08.16


En Europa occidental el rodillo mediático intenta aplastar esta primera reacción de Francia

AYER se vio de nuevo que la inmigración musulmana es ya el principal factor de tensión interna y potencialmente de disgregación y ruptura de la Unión Europea. David Cameron ya dijo que el Brexit se produjo en gran parte por culpa de Angela Merkel y sus puertas abiertas a esa inmigración. Ahora otros países anuncian que no aceptarán bajo ningún concepto la pretensión de Merkel y la Comisión de imponerles cuotas de inmigrantes. Ayer la canciller alemana viajó a Praga y se topó con el consenso nacional entre los checos. Es más, los cuatro países de Visegrad, como se conoce a Polonia, Chequia, Eslovaquia y Hungría, están de acuerdo. Todos dispuestos a ayudar económicamente a los países en crisis, ninguno a aceptar inmigración musulmana en sus territorios. Estos países, sin pasado colonial, no tuvieron inmigración como vieja metrópoli en el siglo XX. Hoy, vistos los inmensos problemas occidentales de convivencia, se niegan a importarlos. En Hungría se celebra un referéndum el día 2 de octubre en el que la población rechazará masivamente estas cuotas. Ese mismo día se repiten las presidenciales en Austria. También bajo ese signo. Merkel pudo confirmar que gran parte de Europa se rebela contra la imposición de esa inmigración sin voluntad de integración y con fundamentos culturales y religiosos que consideran incompatibles con la sociedad democrática y abierta. Esto sucedía ayer en el este.

En el oeste europeo los vientos eran otros. Porque se movilizaban todos los que por diversos motivos quieren una sociedad multicultural con masiva presencia musulmana en los espacios públicos. Que refleja su clara voluntad de hegemonía. Ahí están ya todos, los militantes de esa izquierda que se indigna por un crucifijo en un colegio y esos musulmanes llamados moderados que jamás consiguen movilizarse contra las matanzas de sus correligionarios radicales. Siempre fue así. Contra unas caricaturas en Dinamarca se manifestaban millones en todo el globo pidiendo la cabeza del dibujante. Y pedir la peor muerte para Salman Rushdie. Pero para condenar el asesinato de Theo Van Gogh y la condena a muerte contra Ryan Hirsi Ali no apareció ni el imán más occidentalizado. Y contra las carnicerías recientes solo se reúnen unos pocos intelectuales musulmanes franceses para tímidas protestas. Por mucho que las inflen las televisiones. Pero ha bastado que una veintena de alcaldes franceses se tomaran en serio las medidas contra el burkini en las playas, para que la izquierda, los medios y los musulmanes en Europa y en todo el mundo hagan causa común contra lo que llaman «intolerable agresión a la libertad y a la honra y dignidad de las mujeres» que sería el veto al burkini o al niqab. Su poderío mediático es tal que conseguirán convertir la jaula de tela en símbolo de libertad. Y exigirán que se levanten otras prohibiciones que también entienden como agresión al islam. ¿Quiénes son los europeos, sus autoridades y jueces para negar el derecho de ablación y las bodas de niñas y la venta de hijas para esas bodas? ¿Por qué van las autoridades infieles a negar el derecho a imponer la sharia en decenas de miles de comunidades de vecinos, bloques y barrios? En Europa occidental el rodillo mediático de la corrección política intenta aplastar en su raíz esta primera reacción de Francia contra la invasión del espacio público por símbolos de la represión, la desigualdad y la sumisión. En Europa oriental se ha fortalecido la conciencia de que tienen la inmensa oportunidad de no correr la suerte de las sociedades occidentales. Y están decididos a utilizarla y defender sus razones. De voluntad de supervivencia nacional, algo que en Occidente muchos han olvidado. Lo que explica mucho todo lo que le pasa.

POR LA VITAL INTRANSIGENCIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 23.08.16


El espacio público tiene que ser reconquistado por completo por la sociedad abierta

UN tribunal civil de la ciudad de Osnabrück sentenció ayer que las mujeres musulmanas no tienen derecho a asistir a clase ataviadas con el niqab, el velo que cubre la totalidad de la cara salvo una rendija a la altura de los ojos. Una inmigrante musulmana había denunciado a un colegio porque este anuló su contratación al saber que ella pretendía trabajar con la cara cubierta «por motivos religiosos». Aunque parezca evidente la lógica de esta sentencia –que nadie pueda ejercer cualquier trabajo en público totalmente cubierta e imposible de identificar–, no lo es tanto ante la presión y la agresividad con que defienden «la libertad» del uso del niqab los representantes de las comunidades musulmanas que, por supuesto son todos hombres, pero también, de forma inaudita, muchas formaciones de la izquierda europea. Ciertos sectores izquierdistas, en gran parte virulentamente antirreligiososos cuando del cristianismo o el judaísmo se trata, han adoptado una defensa militante de todos los esfuerzos de las crecientes comunidades islámicas por ocupar espacios públicos con costumbres en abierto conflicto con los hábitos de las sociedades occidentales de tradición judeocristiana. Pretenden se acepten atávicas costumbres de la inmigración llegada de estados fracasados con sociedades oscurantistas, medievales y totalitarias. Esta actitud de la izquierda laica solo es superficialmente paradójica. La extrema izquierda sueña desde hace tiempo con esa alianza con el islamismo para vencer al capitalismo y al imperialismo.

Pero más allá del conflicto político que la izquierda radical pretende desatar contra el sistema con ayuda islamista, nos hallamos en el comienzo de un colosal pulso cultural y demográfico con un carácter decisivo para el futuro de la civilización en Europa. Sin una reacción firme, masiva y contundente de defensa de la supremacía de los valores que hicieron de Europa lo que es, la sociedad abierta occidental europea está en vías de retirada y desaparición. Quizás aun no sea tarde para evitar el fatal desenlace. Pero el tiempo apremia y está en juego la suerte de nuestro sistema de libertades, de la democracia, nuestra herencia cultural, religiosa y espiritual, nuestro concepto del mundo y percepción de nuestra existencia como humanos. Este primer gran choque cultural está simbolizado por el burka que es la versión afgana y menos frecuente en Europa del niqab, común en las culturas árabes. También por el llamado burkini, que ya ha provocado los primeros incidentes violentos. El niqab y el burkini son los indicios de la gravedad del problema. Pero también pueden ser la gran oportunidad para lograr ese cambio de timón político que permita una defensa eficaz y real del orden cultural y civil que hace posible la democracia, la libertad, el libre mercado y el bienestar, la civilización moderna a la postre. Porque la prohibición de niqab y el burkini puede ser el necesario mensaje de que se acabó la tolerancia con la intolerancia. De que la política en Europa ha comprendido la gravedad del reto. De que símbolos de la opresión y de los peores atavismos islámicos no tienen cabida en Europa. Aquellos musulmanes que quieren convivir en un espacio de libertad europeo han de elegir entre esos símbolos y vivir en nuestras sociedades abiertas. Con la misma contundencia con que prohibimos cortar manos o lenguas, ahorcar homosexuales o lapidar mujeres, debemos prohibir que la mujer sea rebajada a animal empaquetado en las calles o en las playas. Porque si no se acabará permitiendo cortar manos, ahorcar homosexuales y lapidar mujeres. Antes de que sea obligatorio todo ello. El espacio público tiene que ser reconquistado por completo por la sociedad abierta que ha de ser rigurosa e intolerante, profundamente intransigente ante cualquier transgresión. No se trata de un trapo más o menos. Nos jugamos literalmente todo.

TODAVÍA NO ESTAMOS AHÍ

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 21.08.16


Este nuevo requerimiento judicial hace que los correos persigan a Clinton hasta el final de campaña

Puede que sea demasiado tarde para una recuperación de la campaña de Donald Trump que ha tenido un agosto catastrófico y cuyos intentos de enmienda siempre son menos conseguidos que sus errores. Pero es demasiado pronto para decir que Hillary Clinton ya ha ganado estas elecciones presidenciales que para muchos pasan a la historia como el voto entre la peste y el cólera. El mismo día que todo el ejército mediático volcado en favor de la candidata demócrata atacaba masivamente a Trump para desacreditar sus disculpas públicas por sus excesos retóricos y neutralizar sus propósitos de enmienda, un juez federal de Washington llamaba a Clinton a declarar sobre el uso de un servidor privado para la transmisión de mensajes de alto secreto. Clinton atribuye a despistes esta práctica que, según el FBI, dinamitó la confidencialidad de mensajes del Departamento. Fuerzas conservadores insisten en perseguir estos hechos por vía penal.

Es posible que Trump haya mostrado en este mes unas cotas de incompetencia técnica en el puro oficio de político, de manejo de información y dominio de sí mismo, que lo haga definitivamente «no votable». Eso en condiciones normales dejaría la vía libre para Clinton. En condiciones normales. No es el caso. Porque este nuevo requerimiento judicial hace que los correos persigan a Clinton hasta el final de campaña y porque se intuye que aun puedan surgir otros cadáveres en armarios insospechados. Y eso que ella ha tenido la inmensa suerte de que la guerra sin cuartel, sin reglas y sin escrúpulos de todo el establishment, y especialmente de los medios de comunicación contra el candidato Donald Trump propiciando una parcialidad en su favor inaudita en una campaña presidencial. Traducida en general benevolencia en el tratamiento mediático de los indicios y pruebas de ventajismo, fraude, codicia, corrupción y mentiras de la candidata. Trump puede sucumbir por la brutalidad de sus opiniones y la crudeza de sus actitudes. Clinton puede ganar pese a ser el candidato de peor reputación en cuanto a credibilidad, honradez y franqueza. Pero todavía no estamos ahí.