The Unending Gift

martes, julio 31, 2018

EL COLAPSO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 31.07.18

Cuando las autoridades violan las leyes, la sociedad considera rota toda regla

LOS taxistas consideran que ellos y nadie más que ellos deben decidir cuánta competencia tienen en el sector del transporte en alquiler de coche con conductor. Como son muchos y se les tiene miedo, los políticos les dieron la razón en un principio. Y ahora nadie tiene coraje para decirles que lo que pretenden no puede ser. Ellos han decidido que ahora todo es posible. Y quieren aprovechar el momento actual en España, que ha extendido la convicción generalizada de que vivimos un momento extraordinario en el que las leyes, la razón, las formas y modos, las costumbres y el sentido común han quedado eclipsados o suspendidos por el tumulto político. Es general la impresión de que todo es posible porque ya no hay frenos, ni límites ni anclajes, ni reglas ni hay leyes que lo impidan. Solo hay que plantearlo con la suficiente osadía, la correspondiente voluntad de transgresión y la necesaria falta de escrúpulos y violencia.
Esto antes se llamaba un periodo prerrevolucionario. Lo es. En esta situación el jefe del Gobierno se va tres semanas de vacaciones cuando apenas lleva ocho en el cargo. Se nota que ha estado en su vida más tiempo en el paro que con empleo el señor Pedro Sánchez. Si no, sabría que esas vacaciones, en sus circunstancias, son una falta de respeto. Más o menos como irse de parranda playera en avión de las Fuerzas Armadas el mismo día en que el jefe de la UCO de la Guardia Civil firma la paralización de todas las operaciones por falta de fondos. Lo cierto es que se ha instalado en España un ambiente de perfecta anomalía desde que Mariano Rajoy entregó –sepa Judas por qué– el poder a un siniestro Frente Popular en vez de forzar elecciones. Desde entonces todo es posible. Y las leyes ya apenas sirven como referencia de lo que se está violando. Unos 700 jóvenes africanos pueden atacar a la Guardia Civil, herir a 22 agentes, violar la frontera española «con la ayuda de Alá» y después ser agasajados por Televisión Española. Y por unos ministros pendientes del estado de los agresores y absolutamente indiferentes ante la suerte de unos agentes agredidos a los que nadie del Gobierno fue a visitar. También Sánchez dijo que los asaltantes merecían un respeto. Se le olvidó decir si la Guardia Civil también.
Lo dicho, todos saben lo que hay, un inmenso agujero de poder, y quieren aprovecharlo para lo suyo. Los golpistas catalanes saben lo débil e incapaz que es el Gobierno de Pedro y sus ninfas, ese extraño contubernio de zafiedad personal, resentimiento social, incompetencia y empacho ideológico paleomarxista. Por eso advierte Puigdemont a Sánchez que prepare las trampas inconstitucionales para un referéndum que es traición o sepa que su tiempo se acaba. Por eso el PNV consigue un cheque en blanco con la retirada del recurso de inconstitucionalidad para su fantasmal ley de acoso a la Policía y Guardia Civil. Por eso los repartidores de prensa llevan quince días de violentísima huelga. Por eso el portavoz de los taxistas en Barcelona amenaza con maneras de chantajista para exigir que Gobierno y sociedad se humillen y cumplan todos sus deseos. O asuman que se hará todo el daño posible al mayor número posible de ciudadanos. Cuando el Gobierno está aliado a prófugos y delincuentes golpistas, los ayuntamientos llaman a violar las leyes por sistema y las televisiones justifican los delitos, unos terroristas apoyados por un socio del Gobierno pueden perseguir a cara descubierta en un restaurante a un juez del Supremo para agredirle. Y no pasa nada. Hasta que pase de todo.

domingo, julio 29, 2018

ÖZIL Y EL MITO ALEMÁN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 29.07.18

Un gesto de lealtad a Erdogan destruye la quimera integradora

EL jugador Mesut Özil, al que los españoles conocen bien por su paso por el Real Madrid, es protagonista absoluto del último gran trauma de la sociedad alemana. Es portada en las revistas y en los periódicos más serios y es el gran asunto de debate político, cultural y sociológico en las televisiones y hasta entre los políticos. Y no por el fútbol. Alemania está en «shock» por «la causa Özil», titula Frankfurter Allgemeine. El pequeño futbolista de origen turco ha destruido de un golpe un mito alemán. Un mito que era la mejor bandera de la gran quimera socialdemócrata de la Alemania oficial que pretende que el alemán es un pueblo mestizo, multicultural y eficaz integrador.
El niño pequeño y moreno de origen turco plenamente integrado en la sociedad alemana como en la selección nacional era el símbolo perfecto para proclamar el fin de los fantasmas del pasado. De las culpas terribles con la raza aria, carnets de limpieza de sangre, niños rubios o cría de cachorros del superhombre. Aquella Alemania no existe. Es más, Alemania, reza el mensaje, es tan impecablemente democrática que quienes llegan de países subdesarrollados, dictaduras y culturas autoritarias en la educación alemana crecen como demócratas, tolerantes y europeos plenamente integrados en una sociedad multicultural.
Y de repente, en mayo, en plena crisis entre Alemania y Turquía por la agresividad del presidente islamista Erdogan en contra de las críticas de Berlín a la represión de la oposición y la construcción de una dictadura, estalla la bomba. El alemán modélico Özil aparece en unas fotografías de propaganda electoral en demostrativo apoyo a Erdogan. También posaba otro jugador de la selección alemana, Ilkay Gündogan. Pero el turco perfecto era Özil. Y el gran traidor. O el fracaso. Porque pese a su educación democrática y alemana optó por el dictador islamista frente a Alemania. El estupor fue total. En realidad sin motivo: los turcos en Alemania que votan en elecciones turcas siempre son menos laicos y menos liberales que la media en Turquía. Özil, la joya en la selección, el alemán turco perfecto, un islamista con veleidades dictatoriales. ¿Tres generaciones en Alemania y el resultado es este? Su abuelo minero llegó en 1961 a Alemania con una caja de cartón. Su padre, Mustafa, aún nació en Turquía. Lo mandaron en 1967 a Gelsenkirchen, donde en 1988 nacería él, Mesut, la estrella. En un ambiente seguro con educación alemana en el colegio, dominio de la lengua, con doble nacionalidad y plenamente integrado en un ambiente democrático de europeo occidental. Aun así, la estrella, el multimillonario que hoy juega en la Premier, revela estar, y eso es lo grave, donde la inmensa mayoría de los turcos en Europa, mucho más cerca de un islam dictatorial que de una democracia laica. Como la inmensa mayoría de los inmigrantes musulmanes. Pero los mitos socialdemócratas vetan estas verdades en el discurso hegemónico hasta que un Özil las hace estallar en semejante bosque de mentiras e hipocresías multiculturales.

TRUMP, EL CONCILIADOR

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 28.07.18

Lo llaman loco y hasta peligro mundial. Pero al final todos le entienden

El fanatizado coro de enemigos de Donald Trump en la prensa internacional solo habla del ex abogado del presidente, Michael Cohen, que se va, con sus cintas grabadas al cliente, a traicionarle ante el fiscal Mueller, para intentar que le perdone pecados propios. ¡Cuánta elegancia! Desde hace dos años intentan hincarle el diente al presidente y muerden piedra. Como no le encuentren algo, se van a enterar en las elecciones. Porque a Trump le van bien las cosas. Popularidad en 45%. En votante republicano 88%. Como nadie nunca. Corea del Norte devuelve los cadáveres de 55 soldados ceñidos allí hace 65 años y Trump lo agradece a Kim Jung Un. Sin flojear en las sanciones. Y Pyongyang desmantela ya su mayor base de misiles. La guerra comercial entre Europa y EE.UU., histéricamente anunciada en Europa, no estallará. Porque Jean Claude Juncker, recuperado de su ciática, fue a ver a Trump. Llegaron a un principio de acuerdo. Y quedó claro que Trump es menos enemigo del libre comercio que muchos en la UE.
Trump ya había puesto en evidencia a los morosos en la OTAN. Hasta Pedro Sánchez volvió firme y dispuesto a subir el gasto de defensa. Tras perseguir a Trump para una foto como un cazador de autógrafos. Ahora Trump ha dejado en evidencia a los proteccionistas europeos que se escandalizan si les dan una dosis de su propia medicina. Todo lo hace Trump con sus modos de constructor neoyorquino. Lo llaman por ello loco y hasta peligro mundial. Pero al final todos le entienden.
Putin quiere ir a Washington. E invita a Trump a Moscú. No parece que a Donald le apetezca recibir a Vladimir antes de las elecciones parciales de otoño. Le hará esperar. Y ayer se anunciaba que la economía norteamericana ha crecido nada menos que un 4,1% en el pasado trimestre. El New York Times se apresura a decir que nada tiene que ver con Donald Trump. Pues vale. Pero el Washington Post del antitrumpista Jeff Bezos publicaba un panegírico de la gestión de Trump en la «guerra comercial» que haría doler los ojos de sus lectores «progresistas».

viernes, julio 27, 2018

DE CEUTA, SÁNCHEZ Y SOROS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 27.07.18

Es nefasto el mensaje de una España inerme ante la inmigración ilegal

MÁS de 600 jóvenes africanos asaltaron ayer la frontera española en Ceuta e invadieron territorio español. Literalmente. Armados con grandes cizallas, lanzallamas de fabricación casera y cal viva, doblegaron con insólita violencia a los agentes de la Guardia Civil que defienden las instalaciones fronterizas e hirieron a más de veinte de ellos. Una vez en tierra española se lanzaron a celebrar su éxito por las calles ceutíes ante las cámaras de televisión, plenos de orgullo exultante. Sus imágenes triunfantes han dado ya la vuelta al mundo y en África los jóvenes ya las han visto. Ellos son los héroes. Por España se puede. Millones de jóvenes los envidian y sus familias ahorran para pagar a los traficantes que los hagan protagonistas de futuras escenas parecidas.
Lejos de los triunfadores, en el hospital de Ceuta tratan a los guardias civiles de las quemaduras de la cal viva, del ácido y las llamaradas y de los golpes recibidos de una turba a la que nada importaba más que entrar por la fuerza en territorio español. Si uno de los guardias hubiera muerto es de suponer que el Ministerio del Interior lo habría presentado como un desgraciado accidente. Ayer no hubo ni una palabra del ministro ante más de veinte bajas en un cuerpo del Ministerio. Y no se sabe que se haya instruido ningún tipo de acción contra unos extranjeros que sin documentación y por zonas no habilitadas para el tránsito han ejercido una violencia colosal para violar la frontera y la ley en una agresión con decenas de heridos. Han violado la frontera, han utilizado armas acarreadas y fabricadas con premeditación para atacar a españoles, han herido a fuerzas policiales y asumido el riesgo de que estos murieran. Y nadie va a ser responsable de todo ello.
Imaginen a unos españoles que organizan un ataque similar sobre unos guardias civiles en un recinto que estén vigilando. ¿Cuántos años de cárcel deberían en justicia caerles? Muchos. Los autores de la agresión sufrida ayer por las fuerzas policiales españolas quedarán en absoluta impunidad. Han entrado con violencia y atropellado y aplastado a la Policía. Los agresores tienen garantizado el premio de su estancia ilimitada en España y Europa. Han cometido graves delitos al entrar que nadie les reprochará. La impunidad se entiende enseguida. Es el mensaje a los que vienen detrás: «Usad la máxima violencia, porque si tocáis suelo español nada de lo hecho importa». Así se entra en España con violencia y con la idea –muy cierta, por desgracia– de que se llega a un país que no castiga por violar sus leyes, ni por destruir sus instalaciones ni por agredir a sus agentes.
La mayoría de los españoles no sabe –se quiso mantener en secreto–, que nada más llegar a La Moncloa, Pedro Sánchez recibió una visita extraordinaria. Era George Soros, un magnate y especulador financiero que mantiene una guerra global y sin cuartel contra las naciones europeas. Paga a cientos de ONG, partidos izquierdistas, bandas antifascistas, diarios digitales y páginas y blogs en todo el mundo para sus campañas. Tiene mucha nómina en España y hoy parece sentir predilección por nuestro gobierno. A quien odia Soros es a Viktor Orban, el líder húngaro que gobierna con inmenso apoyo popular. No como Sánchez. Su parlamento aprobó leyes por las cuales quien intenta ilegal y violentamente entrar en Hungría es expulsado de inmediato tras ser procesado por lo que jamás puede aspirar a regularizar su situación en aquel país. Hungría es una nación que resiste a Soros y tiene fronteras que todos respetan. Nosotros por el contrario podríamos habernos convertido ya con Sánchez en su juguete favorito.

martes, julio 24, 2018

LA REVUELTA CONSERVADORA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 24.07.18

El canciller Kurz hace triunfar a la derecha en Europa

EL problema del joven Sebastian Kurz era al principio de su carrera que no había tenido ningún trabajo remunerado fuera de la política y del Partido Popular de Austria (ÖVP). Hoy nadie se acuerda ya de que Kurz, el canciller federal de Austria, que cumplirá el 27 de agosto los 32 años, dejó la carrera de Derecho mucho antes de terminar. Hoy, Kurz es el líder de la derecha en todo el espacio centroeuropeo, llega a Berlín con cuatro verdades sobre la inmigración y hace temblar a la coalición de la canciller Angela Merkel, es el interlocutor favorito del Grupo de Visegrado con su líder Viktor Orban y también de Matteo Salvini, como en los Balcanes lo es de los países que pugnan por entrar en la UE.
Kurz sabe mucho de inmigración, de lo que sucede de verdad más allá de la propaganda del izquierdismo y de las tramas de traficantes y las ONG. Fue secretario de Estado del Ministerio del Interior a los 23 años. Volcado en elaborar estrategias ante la inmigración ilegal y los efectos devastadores de los procesos llamados «multiculturales» que fraccionan la sociedad y generan bolsas subvencionadas de enemigos del sistema.
En el 2013 pasó a ser el ministro de Asuntos Exteriores más joven de Europa a los 25 años. Desde el que él personalmente orquestó la cooperación para cerrar la ruta balcánica a la inmigración que amenazaba con desestabilizar a toda Europa. Así ayudó a Alemania pero sobre todo se erigió en líder de los países centroeuropeos y balcánicos. Se vio entonces que el joven era un fuera de serie. Pero aún nadie podía imaginar la brillante operación política personal que habría de idear, organizar y ejecutar. Con una jugada maestra de osadía, agilidad y fuerza de convicción se abría paso cuatro años después hasta el despacho en el Ballhausplatz, sede de la cancillería en Viena, desde donde gobernaron Metternich, Dollfuss o Kreisky.
Los dos grandes partidos austriacos ÖVP y los socialistas de SPÖ llevaban tres legislaturas de gran coalición. La población estaba harta, todo se movía en una rutina mediocre del consenso socialdemócrata, con sus cambalaches y repartos, su parálisis y corrupción. Solo crecía en Austria el voto al FPÖ, el partido nacional liberal derechista que lideraba las encuestas y sacaba 20 puntos a los dos antes grandes que languidecían por debajo del 20 por ciento. Con su popularidad creciente y coraje infinito, Kurz convenció a los viejos dirigentes y barones de que le dejaran presentar una candidatura personal apoyada por su partido. Accedieron. No tenían nada que perder. Y Kurz se remangó, se presentó con un programa netamente de derechas, crítico con Bruselas, pero europeísta. Ganó las elecciones y formó alianza con el derechista FPÖ de Strache. Desde entonces están en marcha el desmantelamiento del andamiaje político y cultural de medio siglo de izquierdismo europeo. Las perversiones educativas, culturales y mediáticas socialdemócratas y sesentaiochistas, el control subvencionado de toda la cultura y la hegemonía izquierdista fruto de la penetración gramsciana en las sociedades democráticas, no son una condena divina ni una realidad inmutable que haya que aceptar con resignación, como ha hecho la vieja derecha democristiana y liberal durante más de medio siglo. Hay otras soluciones. En muchos rincones en Europa han comenzado a crearse amplias mayorías de una política que exige identidad y nación, seguridad, justicia, sentido común frente a la peste ideológica del izquierdismo. Es la revuelta conservadora europea. Demonizada por gobernantes y el inmenso rodillo mediático de la hegemonía izquierdista en los países occidentales. Pero también a ellos está llegando.

lunes, julio 23, 2018

EL LÍDER NACIONAL POSIBLE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 22.07.18

Pablo Casado ha ganado. En contra de la voluntad de Mariano Rajoy, del aparato del partido y de la mayoría de los medios claramente alineados con su rival. Y contra los deseos de todos los demás partidos, tanto de la izquierda como de quienes le disputan la hegemonía del centro y la derecha. Esta victoria viene a recordar ese triunfo de la voluntad que fue la victoria de Donald Trump en noviembre del 2016, pero también en cierta medida el triunfo de Pedro Sánchez en el PSOE. Los demás partidos tienen muchos motivos para estar inquietos. Es una nueva que cambia el aspecto de todo el tablero. Porque si Casado es capaz de consolidarse y no ser devorado por mezquindades y trampas de los propios ni agresiones de los ajenos, puede ser el líder de ese gran bloque nacional que debe recuperar una mayoría para defender la nación, la ley y las libertades del asalto que se avecina.

domingo, julio 22, 2018

EL TRIUNFO DE LA PROBIDAD

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 22.07.18

Casado creyó en que ese partido noqueado, desnortado y humillado tenía aun suficiente músculo moral para reaccionar

LO primero que hizo Pablo Casado al saberse ganador del congreso y nuevo presidente del Partido Popular fue llamar a la Casa Real para informar personalmente de su nombramiento y expresar la total lealtad propia y del partido que preside a Su Majestad el Rey. De momento, eso ha ganado ya España con el espectacular acontecimiento político que es la victoria de Casado. La Corona va a necesitar a todos los defensores de este nuevo líder, su partido y todos los demás líderes y partidos que defienden la unidad de España, el orden constitucional y la convivencia pacífica.
A su rival no se le habría ocurrido. De ganar, habría estado ofuscada en la celebración del triunfo de las técnicas tradicionales del ejercicio del poder. Satisfecha y ufana de la obediencia mostrada por los compromisarios y sobre todo de la eficacia del poder. Lo acostumbrado. Pero pasó lo contrario. Lo que es un mensaje optimista que va más allá de la militancia y el electorado del PP. Y siembra la inquietud en todos los rivales y enemigos de este partido por mucho que lo nieguen. Querían que ganara la reina del cambalache. Porque se han beneficiado mucho del mismo. La victoria de Casado y las semanas que hicieron posible lo antes impensable han sido un triunfo de la probidad frente a la trampa. Ha ganado quien, algo inusual en España, dejaba claro que concurría para ganar y no para repartir cargos. Que quería imponer criterios y principios que considera mejores que los de su rival. Que no quería cambalaches de consenso, sino poner patas arriba y reactivar un partido que Mariano Rajoy y Soraya dejaban con el encefalograma plano y aparentemente sin músculo moral.
Se han equivocado todos los periodistas y analistas, observadores y compañeros o enemigos que sentenciaban que, al final, el congreso sería un cínico reparto de prebendas y ventajas entre los concurrentes. No ha sido así porque Casado creyó en que ese partido noqueado, desnortado y humillado tenía aun suficiente músculo moral para reaccionar. Hizo un llamamiento a salir de la covacha de los ajustes de cuentas del poder y del frío cálculo permanente de las conveniencias personales. Y funcionó.
Casado ha desafiado y vencido a la asfixiante atmósfera de cinismo que daba por hecha una mera guerra despiadada de intereses entre dos enemigas declaradas. Y después al triunfo del poder y el aparato. Que era el camino más directo a la muerte del partido. Al final han sido los compromisarios los que se han rendido a la evidencia de que Pablo Casado era un candidato infinitamente mejor que Soraya Sáenz de Santamaría. Y aunque fuera cierto, que no siempre lo es, que todos fueran a votar pensando solo en sus intereses personales, resulta que una mayoría llegó a la conclusión de que estos también están en mejores manos con el ahora ganador. Ha ganado el pulso una desenterrada reputación de la probidad.

NI UN ÁPICE DE AUTOCRÍTICA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 21.07.18

Tenía Rajoy oportunidad de lanzar ayer unas ideas revitalizadoras para el futuro de un Partido Popular que ha dejado en la oposición, traumatizado y, como se ha visto, dividido y desnortado. No lo hizo. Sigue muy herido y ayer solo quiso reivindicarse él y su obra que presentó como impecable. Un permanente éxito. Si todo lo ha hecho bien y toda la culpa es de fuerzas externas, el partido debe seguir por la senda suya, es decir la de Soraya. Y cualquiera que pida un cambio de rumbo es un ingrato que no valora el éxito habido. Ahí se señalaría a Pablo Casado. No tuvo palabras de ánimo para el futuro ni un ápice de reflexión autocrítica. Había motivo. Heredó el centroderecha unido en el PP y hoy son tres partidos. Heredó un PP unido que no existe. Y el balance nacional: sigue el golpe de Estado en Cataluña y España está en manos de un Frente Popular. Algo ha ido mal, Mariano.

A CARA DE PERRO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 21.07.18

Los ministros de Exteriores y asuntos europeos de 27 Estados de la Unión Europea se reunieron ayer en Bruselas para ir preparándose todos para malas noticias. Cada vez hay más motivos para pensar que el Brexit, que se producirá en todo caso el próximo 30 de marzo de 2019, va a ser a cara de perro. Y todos ellos son conscientes de que esto puede llevar a una situación muy grave al tráfico en general y para muchas compañías que funcionan a ambos lados de esa frontera que surgirá ese día.
En Bruselas y en las principales capitales continentales nunca hubo intención de facilitar en nada este proceso a Londres. Esas ganas de castigar al «desertor» o «traidor» fueron tras el 26 de junio del 2016 despecho político pero también una clara advertencia a cualquier otro miembro que por diferencias con Bruselas jugara con la idea de seguir por la senda del Reino Unido. Pero las inmensas dificultades y la angustiosa debilidad política del Gobierno de Londres, con una Theresa May que se tambalea y a la que dimiten unos ministros y amenazan otros, han creado una situación que hace muy posible que se llegue a la fecha sin acuerdo. Y que de repente se apliquen unas barreras y unos controles fronterizos que generen un caos sin precedentes en el tráfico de personas y bienes.
Michel Barnier, el jefe de la negociación de la Unión con Londres para el Brexit, convocó por eso ayer a los ministros para valorar el «libro blanco» presentado hace días por el Gobierno de Theresa May. En el mismo se viene a proponer una especie de «Brexit semiblando» con ciertas enmiendas que lo endurecían, pero que no impidieron la dimisión de Boris Johnson y el ministro del Brexit, David Davis. Bruselas no va a dar facilidades. Ni en la frontera interirlandesa ni al mercado común sin libertad de movimiento. Barnier prepara estrategias para limitar daños en una posible situación de caos. Pero evite o no el peor escenario, claro está que hay una decisión política en el continente de hacer del Brexit una inmensa lección disuasiva para todos sus miembros.

viernes, julio 20, 2018

LA ESPAÑA DEL HORROR

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 20.07.18

Los españoles gastamos fortunas en que se hable mal de España

CIRCULA por ahí un vídeo, bien hecho, es decir caro, en el que la comunista Angela Davis, el pelmazo de Noam Chomsky, un tal Pep Guardiola, el célebre pesebrero izquierdista Martín Caparrós y algún otro personaje de similar catadura y obediencia, dicen que España es un país de horror. Dicen en sus breves y cuidadas intervenciones que están muy preocupados. Porque en España, dicen, no se respetan los derechos humanos y te meten en la cárcel en cuanto te quejas. Parece que hablan de la Camboya de Pol Pot. Aunque a ese nunca le criticarían. Digamos que parecen hablar del régimen de Pinochet. Como víctimas de este estado opresor mezclan a raperos que amenazan de muerte a políticos con matones agresores y golpistas que intentan acabar con España, autores de decenas de delitos que nada tienen que ver con opinión. Todo el montaje es una mentira perfecta. Es perfecta, porque no lleva verdad alguna. Pero también porque la presentación es impecable. Dan ganas de creerles todo a unos sinvergüenzas que, en magnífica imagen de blanco y negro, recitan con buen ritmo sus solemnes patrañas. El fondo es pura mierda. Demagogia mentirosa sobre burdos falseamientos. Pero la forma es una joya. Es un vídeo que nos ha costado una fortuna. A todos los españoles. Porque somos los que financiamos al autor, Òmnium, la organización separatista y supremacista volcada en el golpe de Estado.
Cataluña está quebrada. La han quebrado sus gobernantes ladrones con su robo permanente. La han quebrado sus ingentes gastos ideológicos, desde el permanente pogromo contra la lengua española hasta sus embajadas usurpadoras, las subvenciones a los medios o los pagos a separatistas en otras regiones. Y el inmenso ejército de paniaguados. Con gremios como el periodismo comprados de arriba abajo con pocas excepciones. Cataluña está quebrada porque los ladrones y los honrados buscan sitios confortables para su dinero. Y porque las élites, para evitar la cárcel por corruptos, abolieron el sentido común y se convirtieron en predicadores de la fe que pretenden les salve de la realidad, de la Justicia y de España.
Los golpistas de esa Cataluña quebrada hacen con dinero español soberbias campañas en contra de España. Y Òmnium, organización instrumental del golpismo, cuyo jefe está en la cárcel por su actuación criminal contra el Estado, tiene máxima solvencia. Tienen además plena cobertura y apoyo de todas las televisiones del duopolio y de la RTVE del PP y ahora de los comunistas. Pedro Sánchez ha abierto el grifo para que todos los enemigos del Estado tengan todo lo que necesiten. En Madrid sigue colocando a joyas. En el Instituto Cervantes entra García Montero, poeta cuyo mayor mérito, además de ser comunista, es ser marido de Almudena Grandes, esa musa de la reciedumbre miliciana. En RTVE, pese al fiasco en el asalto podemita, está garantizada una cobertura ideológica sin fisuras. Pero Pedro Sánchez no se limita a facilitar a los demás su propaganda antiespañola. Él proclama que las calles españolas no son seguras y las mujeres viven aterrorizadas por los violadores. Gran promotor turístico ese joven. Así las cosas y a falta de que se intente salvar el PP con Pablo o se hunde con Soraya, solo el Rey y el juez Llarena están en su sitio. Por eso se les dispara con todo. Es razonable que los defensores de la España unida y constitucional preparen un calendario de movilizaciones para septiembre, para exigir elecciones y rechazar el delirante programa que prepara el siniestro gabinete de Pedro y sus ninfas feministas. Porque si no, hay peligro de que pronto, aunque alguien se atreviera a hablar bien de España, no encontrará ya razón para hacerlo.

martes, julio 17, 2018

YEKATERIMBURGO, 17 DE JULIO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 17.07.18

Los defensores de los peores genocidios se erigen en España en autoridad moral

ESTA noche se han cumplido los cien años de la matanza de Yekaterimburgo. En las primeras horas de la madrugada hizo un siglo exacto del momento en que un grupo de bolcheviques despertaba en sus dormitorios de la casa del comerciante Ipatiev al depuesto zar Nicolás II, a su mujer, la zarina Alejandra, al heredero Alexei y a sus hermanas Olga, Tatiana, María y Anastasia. Les ordenaron vestirse para ser trasladados y los condujeron a un pequeño cuarto en el que Yakov Yurovski, el comandante, leyó la sentencia. «Nikolái Aleksándrovich, en vista del hecho de que tus parientes continúan con sus ataques a la Rusia Soviética, el Comité Ejecutivo de los Urales ha decidido ejecutarte». Los guardias dispararon sin darles tiempo ni a santiguarse. Fue una carnicería. Dos hijas seguían vivas pese a los disparos a quemarropa. Las balas rebotaban en joyas cosidas a la ropa para portar un valor si llegaba el ansiado rescate. Se usaron las bayonetas.
Cien años hace de aquella matanza que marcó definitivamente la senda del terror y el crimen de la revolución bolchevique y el comunismo. Se izó la bandera del exterminio como principal enseña de la ideología. Asesinado el Zar con toda su familia, ya era fácil matar a cualquiera. Cien años y más de cien millones de muertos ha causado esta ideología de la igualdad y la redención terrenal. Y sigue sumando esa cuenta interminable hoy mismo con los estudiantes que caen bajo las balas de los sicarios de Daniel Ortega en Nicaragua o Nicolás Maduro en Venezuela. En el magnífico libro de Federico Jiménez Losantos, «Memoria del comunismo; de Lenin a Podemos» tiene el lector español hoy un amplio y documentado recorrido de este siglo de brutalidad total. En español no había obra tan ambiciosa sobre el comunismo. Los libros imprescindibles para entender la mayor ideología criminal jamás habida como el «Archipiélago Gulag» de Alexander Soljenitsin o «El cero y el infinito» de Arthur Koestler o tantos otros son poco conocidos y menos leídos, porque la hegemonía cultural izquierdista evita que la verdad sobre los comunistas se abra paso.
En España es especialmente grotesco esa falta de alerta ante el comunismo. Que no sufren, por supuesto, los europeos orientales. Hace veinte años, el gran Vaclav Havel quiso acabar con esa absurda diferencia de trato entre nazismo y comunismo. La Declaración de Praga que firmaron relevantes intelectuales y políticos exigía la equiparación de las dos ideologías criminales. La socialdemocracia europea neutralizó aquella justa iniciativa. Esa perversión tiene hoy en España efectos obscenos: dirigentes comunistas ofician de autoridad moral en casi la totalidad de los medios. Son políticos que aplauden a los verdugos de Ekaterimburgo. También a sus émulos en España. Cargos oficiales homenajean, por el hecho de ser comunistas, a asesinos y torturadores fusilados cuando perdieron la guerra. Gobiernan en ciudades y regiones, son socios del Gobierno de España y justifican cien millones de asesinatos de inocentes. Imaginen a un gobernante justificando Auschwitz. Desaparecería en minutos de cargo y vida pública. Pues en España gobierna gente que justifica exterminios veinte veces mayores. Son los comunistas y sus compañeros de viaje. Su sueño del mundo feliz siempre fracasa. Bajo montañas de cadáveres. Pero siempre surgen nuevos convencidos de que el comunismo solo fracasaba antes porque no estaban ellos. Rodeados por quienes medran de esas redes de ideología y resentimiento compartido. Ahora los defensores de los peores genocidios pretenden en España ilegalizar organizaciones constitucionales y prohibir por ley verdades históricas. A la ilegalización de una «fundación franquista» seguirá otra que lo sea menos. Después les tocará a los partidos. Y de repente verán los españoles que somos franquistas todos los que no seamos ellos.

domingo, julio 15, 2018

LA TURBAMULTA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 15.07.18

Algunos pretenden secuestrar a España hacia el pasado

HAY que ver el ruido que hace tantísimo antifranquista. Ahora, 43 años después de morir el dictador. De haberse topado el franquismo y Franco con una décima parte de los osados e incansables antifranquistas de ahora, habría durado aquello bien poco. Seguro que estos antifranquistas del siglo XXI lo habrían derrocado, linchado y colgado de los pies en una gasolinera, para que bailaran en torno al cadáver con milicianas muy democráticas y de dentadura perfecta, como de cine español. La pena es que ni todas las trampas de que sean capaces Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y sus socios golpistas van a poder cambiar el hecho de que muriera en la cama en una España muy distinta y mucho mejor que la que encontró. Sin que nada le importunase seriamente ni a él ni a su régimen más allá de su vejez, enfermedad y muerte.
El problema hoy no está en una historia inamovible que solo se podría erradicar de la memoria de los españoles con un siniestro tratamiento colectivo de persecución y terror como algunos parecen estar organizando. Semejante aniquilación de la verdad en la memoria real de un pueblo solo es posible con una dictadura mucho más dura que aquella. El problema está en que hay una minoría que quiere secuestrar a los españoles hacia el pasado. Problema agravado por el hecho de que esa minoría gobierna. Hay un claro desequilibrio. Nadie en España quiere volver al franquismo. Nadie tiene como modelo y ejemplo de futuro la dictadura de un general. Pero no pocos sí tienen como ejemplo al Frente Popular y defienden a aquellas fuerzas de radical vocación totalitaria. Y solo en la izquierda hay fuerzas con obediencia exterior y totalitaria.
El viernes pasado –82º aniversario de la muerte del jefe de la oposición conservadora, José Calvo Sotelo, a manos de policías socialistas– corrió por las redes la cita de un discurso suyo, pronunciado un mes antes de que se cumpliera la amenaza de La Pasionaria. Decía Calvo Sotelo que «España padece el fetichismo de la turbamulta» Y explicaba: «¿Qué es la turbamulta? La minoría vestida de mayoría». Esa lograda explicación para aquella trágica situación, hecha por el hombre cuyo asesinato iba a ser el chorro de sangre que llenara el cubo y desencadenara un levantamiento militar contra el Frente Popular y después la guerra civil, es perfectamente actual.
Hoy tenemos a la turbamulta en el poder, a una minoría vestida de mayoría. Que no deja votar. Que aprovecha el tiempo que queda para imponer una tupida red de hechos consumados, en parte irreversibles, que modifiquen radicalmente la realidad para maniobrar con ventaja cuando las urnas sean inaplazables. Como la mayoría no se organice y salga pronto a la calle para forzar esas elecciones, permitirá a la turbamulta crear las condiciones para retener el poder logrado de tan siniestra y grotesca forma. Y entonces sí que habrá emprendido España, contra la voluntad de la mayoría, un terrible viaje al pasado.

SUSTOS A MANSALVA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Jueves, 12.07.18

El enfadado Donald Trump, la cautiva Angela Merkel y los aliados morosos

Los jefes de Estado y Gobierno de los 28 miembros de la OTAN saben que Donald Trump disfruta con las emociones fuertes. Su dramatización escénica y su forma de decir las cosas, como el constructor del barrio de Queens que es, resulta difícil de gestionar para líderes políticos tradicionales a los que las trampas gustan mucho, pero los sobresaltos poco. Ayer los tuvieron a mansalva. Trump llegaba enfadado por unos aliados que, como Merkel o Sánchez, han despreciado sus requerimientos de pago. Pero Trump introdujo además nuevos factores en la ecuación de la seguridad europea que causaron gran sobresalto adicional. Por ser muy reales. Más allá de las cuestiones del gasto militar, Trump quiere enfrentar a los países europeos, y muy especialmente a Alemania, a sus contradicciones. Dijo que hablan de protección frente a Rusia quienes más dependen de ella y le pagan miles de millones, en referencia al gas y petróleo ruso, su gasoducto Northstream, que supone la más firme alianza con Rusia que hay en Europa, con un segundo oleoducto proyectado que también evita pasar por Polonia y otros aliados. «Alemania es un cautivo de Rusia», dijo.
Respecto al gasto militar, Trump dobló la apuesta. Dijo que el 2% del PIB es insuficiente y que habrá de ser el 4%. Sabe que esto no es viable y solo lo será en caso de guerra. Les espetó a los aliados que delinquen al no cumplir con sus pagos. Tampoco le pudo complacer que ante la cumbre con Vladimir Putin, los aliados expresaran su temor a que Putin lograra de Trump concesiones peligrosas para todos. Desde hace décadas se queja EE.UU. de pagar casi toda la factura de la defensa común como en la Guerra Fría, mientras los europeos presumen de sistema de bienestar e infraestructuras. Trump ha decidido que eso va a cambiar. A la espera de la cumbre Trump–Putin, cierto es que el estado de agitación creado en Bruselas forzará cambios de actitud y de enfoque en la OTAN que muchos creen necesarios.

viernes, julio 13, 2018

SÁNCHEZ Y LA GUERRA SUCIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 13.07.18

Los socios golpistas del presidente le demandan que delinca con ellos

ALONSO Cuevillas, el abogado del prófugo por rebelión, sedición y malversación, Carles Puigdemont, le ha exigido abiertamente al Gobierno de Pedro Sánchez que «neutralice al partido Vox», única acusación particular presente contra los golpistas. Cuevillas recomienda al Gobierno de Sánchez que «utilice los mecanismos que tiene el Estado». Que si no logra convencer a Vox por las buenas, investigue a Vox para buscar elementos de coacción. Como ven, los aliados de Sánchez le creen capaz de todo lo que le creen capaz sus peores enemigos. Estos están convencidos de que el presidente y su gabinete extremista son capaces de cualquier cosa por lograr su permanencia en un poder conquistado de forma tan grotesca y anómala con sus 84 escaños. Capaces de todo, hasta de auspiciar intencionadamente un enfrentamiento civil entre españoles. Desde luego, es difícil negar que desde su llegada al poder parece cada vez más probable. El abogado Cuevillas recomienda sin pudor en RAC1 al gobierno que lance una «investigación prospectiva», ilegal, para obligar a Vox a abandonar el caso. Pide una guerra sucia para acabar con el único partido que se presentó como acusación particular contra el golpismo separatista catalán. Gracias a Vox, la justicia ha podido actuar como eficaz arma del Estado de Derecho. La inaudita demanda de Cuevillas se supo ayer. De momento, el Gobierno no ha rechazado la propuesta criminal. Y ya están tardando el PP y Ciudadanos en denunciar esta aberración y solidarizarse con Vox que ha hecho solo lo que también era su deber. Sepan que quien pone trampas en la cloaca a un partido se los puede poner a tres.
España sufre un tsunami de frenesí sectario con decretos inauditos, nombramientos escalofriantes y proyectos de ley despreciables por parte de un gobierno que pretende poner patas arriba a la sociedad española. Y quiere hacerlo ya. Resulta aterrador el desprecio del gobierno hacia los intereses e inquietudes de todos aquellos españoles que creen en una sociedad abierta, democrática y razonable y no participar en la orgía revanchista, la manipulación informativa colosal y colectiva y la permanente sobredosis ideológica frentepopulista con la que al final quiere destruir, nadie se engañe, el marco legal existente de la monarquía parlamentaria.
Ya está claro que la presencia de algún político moderado en ese gobierno era una mera hoja de parra para esconder las vergüenzas de una tropa furiosa de ministras sectarias y agresivas. Que no tienen otro objetivo que producir anuncios de medidas y leyes, gestos y alardes ideológicos que satisfagan a los más radicales del izquierdismo comunista de Podemos. Al que tienen orden de disputar de aquí a 2020 los votos y el mensaje. Esta demencial deriva sectaria lleva al Gobierno socialista mucho más allá de la retórica radical porque ya ha tomado medidas que son una declaración de guerra contra amplias capas de la sociedad española. Solo así cabe interpretar su voladura del pacto educativo, el desprecio a todos los demás integrantes del mismo como la masiva operación de castigo contra la verdad, la libertad y la conciencia libre de los españoles que es la nueva Ley de Memoria Histórica. Ni los irresponsables ataques a combustibles y energías que ponen en peligro a sectores enteros de producción. O las grotescas medidas de control y experimentación social en las relaciones sexuales que liquidan los restos de igualdad ante la ley así como la presunción de inocencia. Parece que Sánchez y ese núcleo de ministras tienen diseñada su guerra civil retórica y virtual. Cuidado. Porque las palabras de Cuevillas revelan que sus socios consideran a Sánchez un aliado del golpismo tan capaz de violar las leyes como ellos en Cataluña con el permanente golpe de Estado. Y nada de eso es virtual.

martes, julio 10, 2018

LAS VERDADES INMORALES

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 10.07.18

La libertad de expresión, pensamiento e investigación es un lujo del pasado

DECIR en Alemania que la inmigración musulmana reciente ha traído al país un antisemitismo brutal y un colapso de la seguridad para las mujeres es decir una verdad que todos conocen. Pero es una verdad que una persona de proyección pública no puede expresar sin consecuencias. Viene a ser tan peligroso como afirmar en Madrid que la fiesta del orgullo gay, que se aceptaba bien como celebración de un día y con perfecto respeto de todos hacia los homosexuales, ahora que se prolonga diez días, es percibida como un absoluto abuso y maltrato a la población de ciertos barrios y concluye en una grosera apoteosis de procacidad y mal gusto. Tampoco ayuda a la reputación social y mediática proclamar la verdad histórica de que el golpe de Estado del general Franco fue el último de varios en la II República, la mayoría orquestados por la izquierda. Y que no iba dirigido contra ninguna democracia porque no la había ni contra un orden constitucional que no existía, sino contra el terror y la amenaza bolchevique del ¡Viva Rusia! E impidió, entre otras cosas, el exterminio del clero, la desaparición del patrimonio cultural de la Iglesia y, más que probablemente, la primera dictadura estalinista en Europa occidental.
Son verdades que quieren convertir en moralmente inaceptables. En España se pretende hasta perseguirlas penalmente con una vuelta de tuerca a esa aberración que es la Ley de Memoria histórica impuesta por revanchistas de la izquierda y acatada por cobardes de la derecha. En el siglo XX se persiguió mucho la verdad en Europa. Con frecuencia, a muerte. Ahora en España te quieren meter cuatro años a la cárcel, inhabilitarte y arruinarte. Quieren que dé miedo decir la verdad. En eso está ese personaje que ha demostrado su perfecta idoneidad para cualquier campaña contra la verdad que es Pedro Sánchez. Ese que dijo que convocaría elecciones enseguida y que RTVE quedaría bajo dirección neutral.
En Alemania, la escalada en el terror cultural que ejerce la corrección política bate tristes marcas. Rolf Peter Sieferle, era un celebrado académico, historiador volcado en fenómenos sociológicos y medioambientales, profesor en varias universidades de Alemania y Suiza. Hasta que trató la inmigración y escribió su libro Finis Germaniae. Tachado de nazi, marginado y acosado, se suicidó en Heidelberg en septiembre de 2016. Escritores como Uwe Tellkamp han pasado del altar a la picota al quejarse de efectos de la inmigración. Hasta los grandes Peter Sloterdijk o Rüdiger Safranski son objetivo de la jauría de guardianes de la corrección en los medios. Ahora está en la picota otra vez Thilo Sarrazin en guerra con la editorial DVA del gigante Bertelsmann. Sarrazin no es precisamente un friki. Fue el poderoso consejero de Hacienda del gobierno de la ciudad de Berlín, dirigente del SPD y miembro de la dirección del Bundesbank. Ha escandalizado con libros de opiniones controvertidas pero ante todo de verdades que las almas exquisitas de la corrección consideran inmorales. Es malo decir que las mujeres tienen miedo a salir por los inmigrantes. Aunque las mujeres tengan miedo a salir por los inmigrantes. Son verdades a reprimir para preservar la virtud del ciudadano. Su anterior libro fue «Alemania se autoliquida». Vendió la friolera de millón y medio de ejemplares con DVA. Pues esta editorial no le quiere publicar el ahora escrito que se llama «Ocupación enemiga». Trata de cómo la inmigración musulmana paraliza el progreso y amenaza a la sociedad. Pese al negocio seguro, la editorial no se atreve. Las editoriales con el susto de muerte. Dice que «el libro podría aumentar la actitud crítica hacia el islam en la sociedad alemana». El pretexto moral para la censura es tan categórico que suena a decreto vaticano renacentista.

LA DERECHA NECESARIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 08.07.18

Con Pablo puede salir mal, con Soraya no puede salir bien

ESPAÑA no tiene el gran partido de la derecha política sana, razonable, lógica, sensata y democrática que necesita. De una derecha orgullosa de serlo y decidida a defender su ideario y su proyecto. Con respeto a sus adversarios democráticos pero con firmeza en la exigencia de ese respeto de los demás. Si en su día el PP surgió para serlo, hace tiempo que se frustró la esperanza de que fuera la fuerza inequívoca de defensa de la propiedad y la libertad, de la ley y el Estado de Derecho, de la unidad nacional y sus símbolos e instituciones, el respeto a la tradición y el culto a la historia común, de la libertad religiosa, del derecho a la vida, los fundamentos judeocristianos, culturales y de civilización, libertad económica y guerra al abuso fiscal, fin del despilfarro, racionalización de Estado y territorialidad, defensa de la libertad de educación, de la lengua española y de los derechos del individuo y la defensa occidental. De ser la fuerza que proclame, sin salvedades ni excusas, que la nación, la legalidad, la libertad individual y la propiedad son pilares de un proyecto defendido con firmeza, entusiasmo y la convicción de saberlo la mejor senda para una España libre y próspera en Europa.
En España aún hoy se «proclama» uno de izquierdas, pero se «confiesa» o «reconoce» de derechas o, peor, de «centro-derecha». El ridículo complejo del franquismo, que la izquierda tan bien alimentó, ha tenido paralizados a todos los que tenían talento y posibilidades para luchar por todo ello. Ha hecho estragos el miedo a perder el carné de ciudadano de pleno derecho por ser tachado de facha o franquista. Y es que la cobardía es una plaga nacional. Con esa eficaz mordaza se ha silenciado todo el discurso en defensa de la libertad como fuente de felicidad y de riqueza imprescindible –en la educación, en la universidad, en el debate público y en los medios de comunicación– para que una sociedad abierta y moderna genere la savia necesaria para renovarse y regenerarse. A los complejos clásicos alimentados con la cantinela mentirosa del antifranquismo se suma la debilidad conceptual y de criterio de una derecha blanda, acomodaticia y falta de convicción. Todo ello se degradó bajo su ahora jubilado presidente hasta la total negación de promesas y principios, desprecio de los valores y rechazo a quienes los recordaban por parte de un PP y un gobierno dedicados meramente a su propia supervivencia en el poder.
Tras el nada honorable capítulo de la moción de censura, la derecha española tiene la oportunidad de acabar con muchos de sus pecados originales. Bajo la presión de otros dos partidos que le disputan el espacio de la derecha nacional, que son Ciudadanos y Vox. El PP tiene una opción de renovarse con ese profundo cambio de actitud que marca la candidatura de Pablo Casado. O hundirse con la continuidad de la mayor culpable de los peores estropicios. El PP puede desaparecer también con Casado. Con Soraya Sáenz de Santamaría parece garantizado.

EUROPA Y SUS AYATOLÁS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 07.07.18

La UE apadrina una reunión para romper el embargo de Trump a Irán

Cuando el presidente Donald Trump cumplió su promesa electoral de romper el acuerdo firmado por su antecesor Barack Obama con la República Islámica de Irán, los otros países firmantes pusieron el grito en el cielo. Porque no pensaban que Trump fuera a cumplir también esa promesa electoral. Y porque es inmenso el potencial negocio con un Irán, liberadas sus exportaciones para financiar una ingente modernización que tiene pendiente. Francia, Alemania y el Reino Unido se prometen pingües beneficios. También China y Rusia, esta última, el gran aliado de Irán hoy en Oriente Medio. Cuando Trump denunció el acuerdo, ellos se proclamaron decididos a mantenerlo pese a posibles represalias en EE.UU.
El negocio es el negocio. Aun conscientes de las graves deficiencias del acuerdo que levanta todas las sanciones contra un régimen de gran agresividad a cambio de posponer solo unos lustros su acceso al arma nuclear. Aunque la amenaza de Teherán de borrar del mapa a Israel sigue vigente. Aunque refuerzan a la dictadura clerical que se enfrenta a una creciente contestación popular interna. Aunque saben que el acuerdo es una chapuza por las prisas de Obama por sumar un éxito a su magra presidencia. Ahora anda por Madrid ese santo laico de la progresía y la pazguatería mundial. Con su Premio Nobel de la Paz concedido justo antes de empezar su catastrófica trayectoria de generación de conflictos y pérdida de poder para EE.UU. y Occidente.
Mientras, Federica Mogherini, la jefa de la política exterior de la UE, izquierdista tan defensora de los ayatollahs como de la dictadura castrista, ha reunido en Viena a los cinco para asegurar a Teherán que están con ellos y contra Trump. Que Trump es muy malo y ellos muy buenos. Por eso le comprarán petróleo y gas y promoverán todo el comercio a pesar de las sanciones de EE.UU. Los rusos y los chinos tienen agenda propia. Pero los europeos creen mejor abrazarse a un régimen como el iraní que alinearse con Trump. El futuro dirá si cuando los europeos se vean en peligro tienen un aliado más fiable en Teherán que en Washington.

RUTA DE REVANCHA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 06.07.18

La lista de consejeros de RTVE es un acto hostil sin precedentes a la Casa Real

Espero que sea cierto que hay indignación en la Casa Real con lo que acaba de suceder con RTVE. Me tranquiliza ese enfado porque revelaría que el Rey y su entorno son conscientes de que le acaban de declarar la guerra. Que el Gobierno de la Nación imponga en el Parlamento una lista de consejeros para el Ente Público RTVE que son enemigos declarados del Rey, de la Monarquía y del orden constitucional, es un acto de brutal hostilidad hacia la Corona. No hay otra forma de interpretar una composición tan homogénea en la fobia antimonárquica. Consejeros como Rosa María Artal o Cristina Fallarás no solo llaman la atención por ser profesional e intelectualmente puro desecho de tienta del peor rincón de la agitación ultraizquierdista mediática. Sin más trayectoria que las hiperventilaciones televisivas de odio, descalificación e insultos a media España y por supuesto a la monarquía española. Otros consejeros profesionales menos cuestionables como Victor Sampedro o Juan José Baños, son igual de hostiles a la monarquía y al orden constitucional.
Sánchez quizás crea que podrá controlar hasta 2020 a todas las fuerzas enemigas del sistema que coloca en puestos claves de poder para pagar facturas por su apoyo pasado y comprar tiempo futuro en La Moncloa. Pero se engaña. Lo que hará es otorgar concesión tras concesión, mientras sin cesar le caen encima amenazas, condiciones y exigencias desde todos los siniestros y tenebrosos rincones donde compró su poder torticero. Sánchez no va a poder regular esta guerra política que permite contra el Rey, contra la transición y contra la Constitución y la unidad nacional y contra todos los españoles que no se identifican con ese nuevo Frente Popular de socialistas, comunistas y fuerzas separatistas que se forjó en la moción de censura. Que tuvo éxito gracias a una imprescindible y lamentable ayuda del presidente del gobierno que era derrocado. Al que muchos españoles no perdonarán que respondiera a tanta confianza con una conducta final que ha dejado a España a los pies de unos caballos furiosamente antiespañoles que intenta cabalgar un jinete que no sabe montar.
La moción de censura hizo posible una constelación maldita en la que los intereses de todos los enemigos de la Constitución y de la monarquía han logrado un perfecto cauce de desarrollo común con el gobierno débil de un presidente insuficiente. Sánchez no dejará de boquear mientras dure esta pesadilla de legislatura. Y para mantenerse a flote se verán todas las semanas, cuando no todos los días, pruebas de cómo las fuerzas enemigas del orden constitucional devoran, bocado a bocado, las instituciones y la capacidad de respuesta de los órganos de autodefensa del Estado del Reino de España. Los golpistas presos ya son custodiados por otros golpistas. Los Mozos de Escuadra que, en su mayoría parte activa del golpe, piden al ministro del Interior armas largas. El presidente de la Generalidad, que ha ofendido gravemente al Rey y a todos los españoles con la inaudita impertinencia de «romper relaciones» con el monarca, será recibido con todos los honores y sin condiciones en La Moncloa. En tácito visto bueno del presidente del Gobierno de la afrenta de Torra a Felipe VI. Mientras multiplican las operaciones de deslegitimación de la transición, sea con el Valle de los Caídos, con el Ducado de Franco, con policías franquistas o la corrupción. Con la pesadilla de la televisión guerracivilista y frentepopulista también en RTVE, a todas horas en todos los canales, dan otro paso en la hoja de ruta revanchista en la que los defensores de la verdad histórica y la unidad de España son el objetivo a batir, el Rey el primero.

UN MEMORÁNDUM DESDE HUNGRÍA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 03.07.18

Macron cesa a un embajador por compartir opinión con cada vez más europeos

EL embajador francés en Hungría, Eric Fournier, ha sido relevado de su cargo. Por decir la verdad. No es la primera vez, por supuesto, que un embajador es destituido por decir verdades inconvenientes. Es frecuente en la historia de la diplomacia. Pero este caso refleja bien el estado actual de las cosas en Europa, definido por la obsesión de algunos por ignorar verdades inconvenientes y taparlas con mucha ideología, con mucha corrección política y la descalificación absoluta de las opiniones discrepantes. Resulta que el embajador francés decidió que no era honrado seguir callado ante tantas mentiras como las que oía, veía y leía en los medios franceses sobre Hungría. Y Fournier decidió escribir un memorándum a Emmanuel Macron, en el que recomendaba al presidente de la República que no se creyera nada de lo que le cuentan sobre Hungría.
Le informaba que no es cierto que Viktor Orban sea un ultraderechista ni populista, sino un gobernante democrático de derechas que respeta las leyes y a sus votantes más que muchos de sus colegas occidentales. Que la política de defensa de sus fronteras y de la soberanía que practica Hungría debería ser un ejemplo para todos porque garantiza que la inmigración que se produzca sea la legal y deseada. Y que las acusaciones de antisemitismo que hacen los medios de Europa Occidental y EE.UU. para descalificar a Orban son falsedades para desviar la atención de la escalada del antisemitismo en Francia y Alemania debido a la política de inmigración practicada allí. Mentiras desenmascaradas por la seguridad en la que viven los judíos en Hungría, en contraste con las amenazas que sufren en Francia o Alemania bajo el antisemitismo de la inmigración musulmana.
El viernes le preguntaron al presidente Macron qué le parecía el memorándum del embajador. Macron contestó que esas opiniones eran radicalmente opuestas a la posición oficial de Francia y que de haberlas hecho en público, el embajador habría sido relevado. Lo cierto es que para entonces la filtración ya había provocado su relevo. Macron no se lleva bien con Orban y no solo por diferencias ideológicas. Orban habla de Macron como «ese chico nuevo que comenzó de forma poco prometedora». Con frases así no se hace uno amigo de alguien con la autoestima del presidente francés. Orban insiste en que «es una cuestión de democracia escuchar la voluntad nacional». Y acusa a gobernantes europeos de actuar como déspotas ilustrados «que desprecian a unos votantes que quieren que no vengan más inmigrantes y que se expulse a los que están ilegalmente».
Por todo ello, Orban es el monstruo para el oficialismo biempensante. Pero son cada vez más los que quieren como él soluciones de firmeza para acabar con la inmigración ilegal. Porque el respaldo que obtiene Orban en Hungría y su creciente popularidad en otros países pone en dramática evidencia el fracaso de Angela Merkel y sus amigos que ahora se enfrentan al efecto de sus pasadas decisiones catastróficas. No son los cuatro de Visegrado quienes han declarado la guerra a la verdad. Son los grandes países fundadores de la UE y la Comisión y su aparato. Con desprecio a sentimientos y temores de sus poblaciones. Cuando estas expresan su opinión sobre la inmigración, el colapso de los servicios públicos, sobre los crímenes que se ocultan porque los cometen inmigrantes o sobre tantas otras realidades que se ocultan, les llaman fascistas o nazis. Por eso muchos callan. Pero protestan con el voto. Por eso, la guerra contra la realidad que revela el memorándum y el cese de Fournier se ha convertido ya en una amenaza para la propia existencia de la Unión.

EL BORRADO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 01.07.18

Si los españoles fueran conscientes del peligro estarían acampados exigiendo elecciones ya

DOS periodistas de extrema izquierda que Pablo Iglesias, el líder comunista de Podemos, propuso a Pedro Sánchez como presidentes del ente público RTVE, borraron miles de mensajes de su cuenta de twitter, nada más saber que podían acceder a dicho cargo. Andrés Gil, un jefe de sección del diario.es y Ana Pardo de Vera, la directora de Público, borraron 13.885 y 21.251 tuits respectivamente, para vaciar sus cuentas. Siguieron así la pauta de los dirigentes de Podemos que, al asumir cargos electos, liquidaron miles de tuits para ocultar su pasado. Pese a ello, algunos se publicaron y revelaron una terrible catadura de sus autores. Se vertían mensajes antisemitas, crueles, totalitarios y violentos, con apología de terrorismo y deseos de asesinar a rivales políticos y hasta al Rey. Alguno tuvo algún problema judicial, pero al final todos salieron impunes, pese a tanta agresividad e injuria.
Con este capítulo de los esperpénticos candidatos de Iglesias se ve la angustia de este frente comunista por ocultar personalidad e intenciones reales. En cuanto les ofrecen un cargo, su primera urgencia es impedir que se sepa quiénes son en realidad, lo que piensan y han dicho. Saben que todo atisbo de autenticidad los desenmascara y perjudica. Y han recurrido a excusas como el derecho al olvido. Quienes organizan revanchas por hechos pasados hace 80 o 40 años, piden olvidar tropelías de hace meses. Aludía Pardo de Vera a Obama, que dijo eso de «si tuvierais fotos de todo lo que hice en el instituto, probablemente no habría sido presidente de EE.UU.». No son fotos suyas de niña o adolescente, señora. Son afirmaciones y opiniones públicas como adulta, en un pasado inmediato, que es el que la acredita o no para el cargo para el que la proponen.
Ambos periodistas trabajan en órganos de propaganda de la extrema izquierda simpatizante con los grupos separatistas, del golpismo catalán y el filoterrorismo vasco. Un compendio de sus lemas puede ser: «todo contra la monarquía», «la derecha es fascismo», «a ganar la guerra civil», «la unidad de España es franquista», «Socialismo» y «ETA, como GRAPO o FRAP, parte de la familia progresista». Que fuera Iglesias quien anunciara al presidente de RTVE cayó como una bomba. Como el tuit de la propia Pardo de Vera: «Me llamó Pablo Iglesias para decirme que el presidente Sánchez y él habían alcanzado un acuerdo para que los nombramientos de RTVE dependieran de Podemos». Sánchez paga ya su deuda a todos los enemigos del Estado que le apoyaron en la moción de censura. Su deuda es alta y le convierte en cómplice de fuerzas enemigas de la monarquía parlamentaria. Que necesitan ocultar su pasado para poder entrar en las estructuras del Estado que quieren destruir. Cada paso que da este gobierno revela que es en sí mismo un peligro para la seguridad del Estado. Si los españoles tuvieran una mínima conciencia del peligro que corren, estarían ya acampados en las plazas de pueblos y ciudades y ante La Moncloa con una única exigencia: ¡elecciones ya!

VENCEDORES Y PARDILLOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 30.06.18

El italiano Conte fue el triunfador de la cumbre europea de inmigración porque impuso la agenda de su ministro Salvini

Cierto que para el nuevo presidente del Gobierno español, era la primera cumbre de la UE. Pero también lo era para el primer ministro italiano, Giuseppe Conte. Y este ha salido de Bruselas como todo un campeón. Mientras Pedro Sánchez volvía a España como pagafantas. La cumbre ha estado marcada por el vértigo que produce en la Unión la amenaza de una inminente desaparición política de Angela Merkel. Se tenía que firmar algo para que la canciller pudiera aplacar a los aliados en casa. Aunque se firmara la nada.
El italiano Conte fue el triunfador porque impuso la agenda de su ministro Salvini. Amenazó hasta última hora con el veto, consciente de que Merkel no podía volver a casa de vacío. Conte lograba así un compromiso general con una política italiana que acababan de tachar de horrorosa y xenófoba. Italia mantendrá sus puertos cerrados a la inmigración. Y consigue dinero para un desarrollo masivo de la fuerza costera libia que impida la salida de los barcos, persiga a los traficantes e impida a las ONG acercarse a aquel país africano a recoger a inmigrantes ilegales. Los acuerdos de Dublín, según los cuales el primer país de la UE en recibir a un peticionario de asilo era responsable del mismo, están muertos. Italia se siente legitimada a mandar al norte a los que lleguen. Las cuotas que pretendían la Comisión y Alemania también están muertas por la firme oposición de los cuatro de Visegrado y no solo ellos. Todos aceptan que la prioridad es cerrar la frontera exterior lo más impermeable posible.
Y Sánchez, este que se jacta de engañar a los españoles negándoles la prometida convocatoria de elecciones, ha sido el gran pardillo de la cumbre. A cambio de media vaguedad se compromete a aceptar que Alemania le devuelva refugiados como solo Grecia, débil y entregada a Berlín, ha aceptado. Y todo indica que serán España y Grecia quienes empiecen por tener esos grandes campos de internamiento (unos mega CIE) para inmovilizar a los inmigrantes. Dicen que los pagarán entre todos. Ya veremos.

SÁNCHEZ POR LAS CUMBRES

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 29.06.18

La legitimidad que no tiene en España no se compensa con amigos imaginarios

VISTA la autoestima que gasta el nuevo inquilino de La Moncloa, la que con escaso pudor alimentan sus genios del twitter y de la teletienda, –gafas, manos y poses–, habrá que pensar que Pedro Sánchez cree realmente que existe un nuevo triunvirato en la Unión Europea que forman Angela Merkel, Emmanuel Macron y él mismo. Y que su llegada al escenario europeo casi compensa y hace olvidar a Angela Merkel la eliminación de Alemania del Mundial de Rusia. Pues no. Si no fuera tan serio, tendría hasta gracia Sánchez cuando pretende, en sus relatos sobre sus «acuerdos en la cima», que él, recién llegado, ya ha convencido a los poderosos Merkel y Macron para que, como amigos, paguen a España por ser el puerto de entrada de las siguientes oleadas de inmigrantes. Nos vamos a enterar. Lo único garantizado son los inmigrantes, que no refugiados por mucho que traficantes y ONG intoxiquen con el coro mediático de la infinita generosidad gratuita.
En semanas, Sánchez ha dejado claro que, pese a haber perdido todas las elecciones, pese a sus 84 diputados y pese a haber llegado al gobierno gracias a todos los peores enemigos de la democracia y de España, se considera con poder y legitimidad para cualquier cosa. Porque legislar no podrá legislar, pero actuar sí. «Ya he demostrado mi capacidad operativa» decía en una de esas entrevistas masaje, única forma de dirigirse a una sociedad que, siempre que ha podido, le ha demostrado a él un masivo y rotundo rechazo. Espera ganarse el favor de Merkel y Macron para improvisar en una supuesta legitimación exterior que compense la falta de legitimidad que tiene para decisiones quizás irreversibles y devastadoras para el futuro de España y la convivencia entre españoles.
Pero Sánchez debería ser consciente de que su poder fuera es escaso. Hasta para consolar a una Merkel inconsolable. La eliminación de la selección alemana de fútbol es un drama nacional. Y personal para la canciller, muy futbolera ella. Que a Alemania le paren los pies en Rusia da siempre para un chiste. Pero hay mucho más que eso tras los terroríficos titulares y el abatimiento tras la catástrofe del miércoles ante Corea del Sur. No fueron pocos los que escribieron y hablaron de «Der Untergang» (El hundimiento), evocando el célebre libro de Joachim Fest sobre los últimos días de Adolfo Hitler en el búnker de Berlín.
Porque el concepto del «Untergang» tiene hoy mucho uso hablando de Merkel, esa nueva amiga imaginaria de Sánchez. En Bruselas se escenifica hoy su hundimiento como poder incontestado. Quienes ganan la partida son los adversarios de Merkel en toda Europa. Ella tiene un apoyo líquido de Macron que ha tenido que pagar con promesas de carísimas contraprestaciones. Ya se verá si Merkel puede cumplir. Porque su gobierno pende de un hilo y ya no saldrá de la precariedad hasta que sucumba. Se hunde su poder europeo y se hunde la capacidad operativa y las expectativas de su gobierno en Berlín. Las decisiones que se tomen en Bruselas van todas en contra de las posiciones pasadas de Merkel y ella habrá de ceder, porque sabe que si se entierra Schengen el golpe a la UE puede ser mortal. Sánchez, el ilusionista, tiene hoy ya a su servicio todo el aparato mediático existente en España –salvo contadas y honrosas excepciones–. Y nos puede vender de todo. Lo más peligroso es que pretende convertir un espurio salto al poder interino en un irreversible proceso de transformación, cuando no liquidación, del régimen constitucional y del modelo de Estado. Para ello aquí se inventa un mandato. Y en Europa, amigos imaginarios.