The Unending Gift

martes, mayo 31, 2016

EL GUIÑO HONRADO DE TORTOSA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 31.05.16


Cataluña no solo se arruina. Entra en una quiebra que Madrid impide sin imponer un cambio de rumbo

LOS vecinos de Tortosa han decidido en referéndum no destruir un monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro que, como nadie discute al menos hasta hoy, ganaron las tropas de Franco. Con aquella victoria quedó expedita la vía del avance hacia la muy fácil toma de Barcelona y la caída de toda la resistencia republicana en el noreste. Es notable la decisión de Tortosa. Pese a la masiva presión por eliminar todo vestigio del monumento por parte de la izquierda separatista, que por supuesto acabó llamando «franquistas» a los partidarios de preservarlo, casi un 70% de los votantes optó por mantenerlo. Es más que una anécdota. Es una pequeña pero rara y preciosa victoria del sentido común popular sobre la escuela del odio y su imponente maquinaria política y mediática de intimidación. Es un gesto que cuestiona la lógica implacable de la destrucción revanchista del recuerdo real para suplantarlo por la memoria artificial y mentirosa. Supone por ello un nada común gesto de libertad de criterio. Precisamente cuando se manifiestan con especial crueldad los nefastos resultados de la falta de esa libertad que impone en Cataluña el pensamiento único dictado por el fanatismo anticonstitucional y antiespañol. Y se sufre la falta de libertad y de la inexistencia de una narrativa diferente, opuesta, integradora, cívica, española, nacional y constitucional. Cataluña ha entrado en una deriva de deterioro general. Que se debe al masivo desprestigio que las leyes y su defensa en una región en permanente estado de excepción con instituciones que subsisten y se legitiman en la ilegalidad y la rebeldía. Sin que los poderes del Estado, responsables últimos de la defensa de leyes y Constitución, hayan cumplido con su deber de garantizar la vigencia e imposición de la ley en todo su territorio. Los efectos del desprecio a las leyes están ahí. La deuda catalana ya tiene una calificación de bono basura, comparable a la de Bangladesh o Nigeria.
Pero Cataluña no solo se arruina. Y entra en una quiebra que Madrid impide sin imponer un cambio de rumbo. No fuera a entenderse como un giro hacia la defensa real de los intereses de todos los españoles. Menudo lío. Está en quiebra y además en caos. Inaudito es que los poderes de un Estado del Primer Mundo asistan impasibles e inactivos al colapso de todos los criterios de racionalidad en el gobierno de parte de su territorio. Inaudito es que asistan con la misma indolencia al secuestro de la capital de la región por unas hordas de delincuentes. Hace muchos años ya que la necia equiparación entre orden y ley y dictadura generó en toda España, pero en Cataluña de forma extrema y particular, una subcultura de la transgresión. Se extendió gracias a su prestigio en la izquierda y a la cobardía y los complejos de la derecha en combatirla. En las regiones con fuerzas separatistas el frente contra la legalidad ha gozado además del apoyo de las instituciones autonómicas. Hoy una de las regiones más ricas y más mimadas de España no solo es la más corrupta, la menos libre, la más insegura jurídicamente y la más violenta. Se van cumpliendo todas las disfunciones que llevan al estado fallido. Todo proviene de esa inmensa mentira sobre pasado y presente del mito antifranquista de la izquierda y el separatismo.

En Cataluña ha tenido la más tóxica de sus combinaciones. Y ya es religión oficial laica del régimen separatista. Frente a tan poderosa y falaz miseria moral, histórica y política, el gesto del voto de Tortosa es como un guiño de honradez, de veracidad, de ese sentido común que hubo y quizás subsiste agazapado en la sabiduría del pueblo y algún día volverá.

CALMA EFÍMERA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 28.05.16


La tragedia de la inmigración siempre es anunciada, pero no hay nunca disuasión eficaz. Libia es un buen ejemplo

Con el buen tiempo aumentan los muertos. Es solo una aparente paradoja esta regla para la travesía de las multitudes de potenciales inmigrantes ilegales que esperan en Libia a cruzar el Mediterráneo hacia Italia. El mal tiempo disuade de lo que siempre es una temeridad cuando no un suicidio. Se volverá a ahogar la gente en masa y todo el mundo se escandalizará. Y aumentará la presión para acoger a todo el que tenga la suerte de no ahogarse. A los que se ahoguen sin imágenes nadie les echará de menos. Y nadie se hará responsable de que el negocio del tráfico florezca y cuente con la colaboración directa y publicitaria de tanta ONG, tanto insensato activista y tanta necedad de autoridades y medios occidentales.
La tragedia es anunciada, pero nunca hay disuasión eficaz. En Libia mismo apenas se ha hecho nada para evitar que sigan llegando clientes para los traficantes desde todo el continente africano e incluso de Asia. Allí se agolpan ahora varios centenares de miles de personas en situaciones de extremo peligro y abuso salvaje. Hace diez días en la capital austriaca, se anunció la intención de armar al Gobierno de Trípoli para que logre imponer su control. Pero está lejos de ello. Y en Viena se descartó una intervención militar directa para acabar con la situación caótica en que piratas diversos, entre ellos el Estado Islámico (Daesh), controlan tramos de costa que son sus «puertos comerciales». Mientras, el acuerdo para cortar la avalancha de inmigrantes desde Turquía hacia las costas de Grecia, que ha sido eficaz, amenaza con romperse por la involución política en Turquía. Que hace imposible cumplir el acuerdo para la exención de visados a los turcos. Y en Grecia los jueces ayudan a ONGs a impedir deportaciones a Turquía. Con lo que el efecto disuasorio del acuerdo puede morir antes de que Erdogan cumpla sus amenazas de permitir un nuevo cruce masivo.

Quienes como la canciller Angela Merkel creían que gracias al muy cuestionable acuerdo con Erdogan habían logrado comprar la calma, pueden comprobar pronto que era efímera.

viernes, mayo 27, 2016

EL INMENSO KINDERGARTEN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 27.05.16


Se hace difícil creer que hayan logrado tal marca en tan poco tiempo

HABÍA quienes calculaban que les vendría bien a los españoles una breve experiencia de verse gobernados por la política más insensata. Porque así verían que hay cosas peores que los incumplimientos de programas y promesas, la traición a los principios, la corrupción y el desprecio a las inquietudes de los propios votantes o de los españoles en general. Por eso algunos pensaron que unas municipales medio año antes de unas generales supondrían un buen aviso y escarmiento. Y neutralizaría el peligro del Frente Popular para el gobierno. Bueno, pues el Frente Popular ha sido municipalizado con toda normalidad, es decir, con toda brutalidad, en la mayoría de las grandes ciudades españolas. Pero el carácter disuasorio de los inmensos desaguisados nacionales que ya ha causado son más que discutibles. Los daños que, por ejemplo, ha causado, no ya a Madrid, a España entera, el gobierno municipal de Manuela Carmena con su sórdido equipo son tan inmensos que se hace difícil creer que hayan logrado tal marca en tan poco tiempo. La paralización y muerte de los grandes proyectos urbanísticos de Chamartín, Campamento y Edificio de España es una catástrofe de enormes y múltiples dimensiones, que acaba con las esperanzas de una reactivación de la construcción y por ello del único empleo posible para una población trabajadora de decenas de miles de madrileños en los últimos tres lustros de edad laboral. A los responsables no les importa. Dicen que llega el «urbanismo de la gente». Estos proyectos, que podrían haber supuesto cerca de 150.000 puestos de trabajo, no se van a hacer. Eso no lo entienden quienes jamás han tenido una relación con el mundo laboral más allá de sus trampas, irregularidades y fraudes en microcosmos de la Universidad, como no perciben que la lumpenización general de la ciudad es un fenómeno que asusta a quienes no frecuentaron el modelo de convivencia delincuencial del «Patio Maravillas».

La estampida del grupo Wanda es un desastre para toda España. Porque Wang Jianlin, el dueño del grupo, no solo vende el edificio España y suspende sus demás proyectos. Ha hecho saber por todos los cauces posibles que se va ofendido. Esto va a tener serias consecuencias sobre la actitud hacia España de todo el poder económico chino, para el que Wang Jianlin es un ídolo. Todavía le insultarán, como hacen con el español que más riqueza genera, Amancio Ortega. Pero eso ya da casi igual. El chino que más riqueza iba a crear en España se va asqueado y asegura que le costará mucho volver por aquí. España puede haber quedado estigmatizada definitivamente para las inversiones de la segunda potencia mundial. No está mal para empezar, Carmena. Podríamos hablar del «Kichi» y su preferencia por los delincuentes frente a su propia Policía. O de Ada Colau, que logrará convertir esa gran joya española del Mediterráneo que es Barcelona en una ciudad lumpen y cada vez más pobre y violenta. Aunque ya le había preparado el camino el Ayuntamiento nacionalista. O de los personajes de Zaragoza, o de los de las ciudades gallegas. Lo cierto es que la municipalización del Frente Popular, como pasó en la II República, ha puesto en marcha un movimiento de inercia de lo peor sin que haya una reacción real de las fuerzas defensoras del Estado de Derecho, de la ley y, sobre todo, del sentido común. Por eso nuestras ciudades y nuestras instituciones se han convertido en inmensos kindergarten dirigidos por seres no adultos y tiranos que, con desprecio al sentido común, las vidas, las haciendas y los intereses de millones de españoles, se dedican a sus excesos y experimentos como si fueran meras gamberradas. Como si la vida no fuera en serio, parafraseando a Gil de Biedma.

martes, mayo 24, 2016

EL REFUGIADO QUE VINO CON SUS PADRES HUYENDO DE STALIN

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Viena
ABC  Martes, 24.05.16

VAN DER BELLEN   PRESIDENTE ELECTO DE AUSTRIA

Perfil


Decente Todos coinciden en que es una persona honrada, decente, quizás lenta, pero nunca conflictiva

El nuevo presidente de la República de Austria es un personaje muy peculiar por biografía, que también en esto no podía ser más distinto a su rival en estas elecciones. Si Norbert Hofer es un perfil absolutamente común en la Austria de provincias de la que procede y en la que vive con su familia y sus cuatro hijos, Alexander van der Bellen es tan distinto que hasta los 14 años ni siquiera fue austríaco.
Su padre, ruso de origen aristocrático flamenco y su madre estonia, habían huido ante las tropas de Stalin hacia la Alemania hitleriana y cuando la guerra tocaba a su fin en 1944 se mudaron a Viena donde nació Alexander. Es por tanto Van der Bellen un hijo de fugitivos y refugiado él mismo. Con lo que era contraste perfecto con un rival que ha pedido siempre que se cierren las fronteras. Él nunca ha defendido una política de puertas abiertas y siempre se ha mantenido en términos ambiguos sobre el imprescindible trato humanitario a todos los que huyen de la violencia y las guerras.
Creció en una pequeña localidad del Tirol y estudió en Innsbruck. Allí se doctoró en Economía y se fue a Viena donde comenzó a dar clases en la Universidad en la que acabaría de decano. Producto cultural muy propio del sesentaiochismo que le cogió en la universidad, pasó por la extrema izquierda para militar después en el SPÖ. Lo dejó para participar en la creación de los Verdes en Austria. Durante casi veinte años fue su cabeza visible y su jefe parlamentario hasta que en 2012, ya cerca de los setenta, fue relevado y pasó a la asamblea de la ciudad de Viena.
Como en la cuestión de los refugiados, Van der Bellen es, en casi todo, un prototípico intelectual de izquierdas, tan contrario al acuerdo TTIP como lo pueda ser el derechista y nacional Hofer. Niega ser masón. De familia protestante, nunca fue el anticlerical más agresivo de su gente, el mundillo académico artístico-cultural de Viena, de la izquierda sibarita. Y con razón han acusado a su entorno de estar muy a favor de los refugiados, pero jamás de tenerlos demasiado cerca.

El domingo se fue con sus gentes a celebrar con espumoso al palacio Auersperg, mientras su rival el denostado derechista lo hacía en las cervecerías populares del Prater, el parque que ha sido escenario de graves incidentes de agresiones protagonizados por refugiados. Más allá de esa «schickería» (pijerío de izquierdas) que siempre le rodeó desde la universidad, todos coinciden en que Van der Bellen es una persona honrada, decente, quizás lenta pero nunca conflictiva. Esto último se verá si, como es muy posible, pronto hay elecciones generales y tiene que nombrar de canciller al líder del FPÖ, Hans Christian Strache, un político derechista mucho más ducho, versado y duro que el ahora derrotado Hofer.

EL VERDE VAN DER BELLEN SE IMPONE AL POPULISTA HOFER POR SOLO 31.000 VOTOS

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Viena
ABC  Martes, 24.05.16

Elecciones presidenciales en Austria


Alivio en Bruselas y Berlín por la victoria del candidato europeísta al que siempre apoyaron

Alexander van der Bellen, es el nuevo jefe del Estado austriaco. El candidato de los Verdes, apoyado en la segunda vuelta por todo el espectro político frente a su rival, Norbert Hofer del derechista Partido Liberal FPÖ, se impuso finalmente en el recuento de los votos por correo. La jornada electoral del domingo había concluido sin vencedor en un virtual empate en el 50% en la proyección. Aunque Hofer llevaba unos 150.000 votos de ventaja, había que recontar cerca de 900.000 votos por correo entre los que ya se esperaba una mayoría a favor de Van der Bellen. Así fue y al final el viejo profesor, de 72 años, y antiguo decano de la Facultad de Económicas de Viena le ganó por solo 31.000 votos, 50,3% frente al 49,7% de su rival, el ingeniero de vuelo y vicepresidente tercero del Parlamento Austriaco por el FPÖ. Ya a primera hora de la tarde y antes de hacerse público los resultados, Norbert Hofer reconocía su derrota en las redes sociales. Agradecía todo el apoyo recibido y señalaba que estas elecciones y el resultado son una gran esperanza e inversión para el futuro de su partido y de Austria.

Van der Bellen se dirige ayer a la prensa tras ganar las elecciones

La noticia de que el candidato «europeísta» finalmente se había impuesto fue recibido ayer con gran alivio en las capitales europeas y especialmente en Berlín y Bruselas, donde no se ha dejado de hacer campaña en favor de Van der Bellen desde que se supo que era la única alternativa al derechista y antieuropeísta Hofer. Los dos pasaron a la segunda vuelta después de que cayeran en la primera estrepitosamente humillados los candidatos de los dos grandes partidos históricos austriacos, el socialdemócrata SPÖ y el popular ÖVP, que no lograron juntos más que el 22%.
Hofer quedó en la primera vuelta el primero con una gran diferencia con su 35% frente al 21% de Van der Bellen. Y la campaña de un mes ha sido una masiva movilización por parte de representantes de los partidos tradicionales, de las elites y especialmente movimientos culturales e izquierdistas para hacer frente a lo que se llegó a llamar «amenaza nazi» y en todo caso un presidente representante del derechismo populista en auge en toda Europa. Aunque Hofer y su partido han insistido en distanciarse del nazismo como una «banda de asesinos con la que nada tenemos que ver», toda la información internacional sobre Austria ha estado marcada por el señalamiento de Hofer como un peligro para Europa y para la democracia.
Han sido al final tan solo 31.000 votos de diferencia en un censo de seis millones y medio los que ha logrado de ventaja el bando de «todos contra Hofer». Por eso, junto al alivio de los partidos tradicionales en toda Europa se escucharon ayer las advertencias que han hecho muchos en Austria y Europa en el sentido de que más allá de la personalidad del presidente austriaco, cuya función es ante todo simbólica y de cierto arbitraje, el hecho fundamental es el inmenso éxito de la candidatura populista.
Todas las demás fuerzas, con el apoyo masivo de la prensa exterior y de dirigentes políticos extranjeros y de la Unión Europea, no han logrado más que un empate con las fuerzas decididas a desafiarlos a todos y votar al derechista FPÖ.
Ni las amenazas a un nuevo aislamiento de Austria como impuso en su día en el año 2.000 la UE por la formación de la coalición entre ÖVP y FPÖ han servido. El resultado es una clara señal del grado de hastío y un abierto rechazo a la política europea y especialmente a la política de inmigración y actitud ante la crisis de los refugiados. Como reconocían ayer políticos de todos los partidos y ya había dicho el nuevo canciller Christian Kern, este resultado no cambia la situación de que los partidos tradicionales tienen muy pocos meses para evitar su catástrofe irreversible. Si no, habrá elecciones anticipadas. Y en ellas el FPÖ arrollará a sus adversarios si estos no han reaccionado.

EL PELIGRO DE LA CORRECCIÓN FRENTE A LA VOLUNTAD POPULAR

¿Cuál ha sido el error de Hofer?

Su peor error fue decir que «ya se sorprenderán ustedes de todo lo que se puede hacer desde la presidencia». Esa frase asustó a muchos. Temieron que intentara forzar sus poderes. Y se montó un mediano escándalo que la prensa forzó. Le costó votos.

¿Se ha comportado de forma diferente su rival?

Van der Bellen fue más cauto. Y se benefició de un trato mucho más favorable de los medios. Pero también dijo algo grave. Aseguró que como presidente no nombraría a ningún canciller del partido de Hofer, del derechista FPÖ. Después dijo que vicecanciller, quizás.

¿Qué pasaría si Van der Bellen se niega a ratificar a un canciller del FPO?

Si Van der Bellen intenta evitar un gobierno de mayoría buscando fórmulas inestables de alianzas de perdedores, pondrá a prueba las instituciones en un país hoy dividido por la mitad exactamente. Si el FPÖ ronda o consiga la mayoría absoluta, los intentos de Van der Bellen de imponer la corrección política a la voluntad popular pueden acabar en explosión.

EL LABORATORIO DE KARL KRAUS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 24.05.16


Ya son la mitad de los austriacos los que se han aburrido de los consejos. Que piden verdad y honradez a unos partidos que no la practican

HE pasado una interesantísima semana de viaje en coche por Austria antes de las elecciones presidenciales del domingo que tanto han dado que hablar. Quería asistir a los últimos fragores de la lucha política antes de la votación decisiva en lo que han presentado en toda Europa como la lucha del bien contra el mal, de la luz contra la oscuridad. Ni más ni menos. Decía Karl Kraus que Austria es «el mejor laboratorio para el fin del mundo». Siempre son allí «los últimos días de la humanidad». Ahora toca entender como tal a este sistema europeo que cruje por todas partes, se tambalea por la impotencia de sus gobernantes, el miedo a la verdad y la corrupción de sus traviesas, pero que, cuando es cuestionado, saca la bocina de alerta nazi. Y para eso Austria es ideal. Es el paisaje de postal para pasear al pequeño nazi que asuste a los niños. Parece que todos quieren curarse en Austria y a costa de los austriacos. Se quieren curar allí sus propios populismos, sus propios miedos, sus propios nazis de izquierdas y derechas. ¡Qué claro lo tenía todo el mundo! Todos con opinión sobre lo que debían hacer los austriacos en esta elección. Era obvio: ser obediente y disciplinado europeo y votar al bien y no a lo que piden el instinto y el cuerpo vicioso de austriaco nazi.
En la Comisión Europea nadie se habrá quedado sin algún comentario admonitorio y recuerdo al pasado austriaco. Por supuesto, aquel pasado en que, en marzo de 1938, celebraban la llegada de Hitler con las tropas alemanas. Y aquel otro pasado en que se les impusieron sanciones desde la UE en el año 2000, porque no gustaron el resultado de las elecciones y las decisiones de alianzas tomadas. Dos partidos legales decidieron hacer una coalición de ÖVP y FPÖ, y se montó la mundial, como si el nazismo ya amenazara desde Austria con invadir a toda Europa o más allá. Después ha habido en Europa gobiernos de comunistas griegos, de ladrones, de Berlusconi, de etarras, de separatistas, de golpistas aliados con terroristas y otros criminales con dinero negro en todo el mundo. Ha gobernado en Europa casi todo. Pero nadie ha hablado jamás de imponer sanciones como aquellas. Ridículas, prepotentes, injustificadas y necias. Y es que siempre hay que recordarles a los austriacos que tienen que cumplir, como hermano teutón pequeñito, con recibir los golpes que nadie se atreve a darle al teutón grandote. Que también sacude al austriaco porque tranquiliza su conciencia y además es gratis.

Me fui a ver qué pensaban los austriacos fuera de la sociedad privilegiada vienesa en la que se mueven los amigos del nuevo presidente. Y de quienes viven directamente del actual estado de cosas. Y de que todo siga así. Resulta que ya son la mitad de los austriacos los que se han aburrido de los consejos. Que piden verdad y honradez a unos partidos que no la practican. Y que se niegan a callar porque han perdido el miedo a ser llamados nazis. Son los pobres. El 86% de los obreros austriacos han votado a Hofer. Cierto que sus líderes son brutos, nada cosmopolitas ni leídos. Pero les dicen cosas que ellos comprueban. Mientras los otros les mienten, como comprueban también. Con el rodillo antinazi a todo gas han logrado imponer al viejo profesor por 30.000 votos. Pero habrá elecciones generales. Y si no cambia mucho todo, entonces serán en Austria mucho más de la mitad los que no tengan miedo a lo que les llamen. Y, parafraseando a Karl Kraus, será el laboratorio de fin de Europa. Si no ha habido otro antes.

lunes, mayo 23, 2016

AUSTRIA SE PARTE EN DOS EN SUS ELECCIONES PRESIDENCIALES

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Viena
ABC  Lunes, 23.05.16


Empate técnico entre el candidato verde y el ultra

Aunque el nacionalista Norbert Hofer obtuvo ayer una ligera ventaja, se espera que el voto por correo favorezca al ecologista Van der Bellen

La extrema polarización política generada en Austria en los pasados meses cristalizó ayer en un empate técnico entre los dos candidatos a las elecciones presidenciales, cuyo resultado definitivo será decidido por el voto por correo. Los primeros resultados daban una ligera ventaja al derechista Hofer, con un 51,9% de los votos frente al 48,1% del verde Van der Bellen. Pero la proyección que incluye el voto por correo daba un empate a 50% cada uno, con un margen de error de 0,7%. Por lo que la diferencia en el resultado final no excederá nunca el 1,5%. Hofer fue por delante de Van der Bellen, en las proyecciones iniciales pero después el empate se estabilizó.
                                                EFE


Que los partidos tradicionales que comparten el centro estén ausentes en esta contienda dice todo respecto al terremoto político que vive Austria y que continuará sea cual sea mañana el resultado y el nuevo jefe del Estado. Este movimiento tectónico que se anuncia desde hace lustros por el agotamiento de los partidos tradicionales tuvo su detonante en la crisis de los refugiados que estalló el pasado año y que ha tenido en Austria uno de sus escenarios principales. La polarización se debe en gran parte a las posiciones irreconciliables en cómo tratar la llegada masiva de refugiados y los problemas sociales y culturales resultantes. Los dos candidatos comparecieron en televisión hora y media después de cerrarse los colegios sin poder hacer otra cosa que declaraciones de buenas intenciones ganen o pierdan tras el recuento de hoy. Y los dos anunciaron que acudirían a sus fiestas electorales ya en marcha aunque no hubiera nada concreto que celebrar. Curioso y quizás significativo es que la izquierda con Van der Bellen celebrara su fiesta en el palacio de los Auersperg con descorche de espumosos y rodeado de artistas e intelectuales, mientras el derechista Hofer acudía a celebrar con los suyos a las cervecerías populares del célebre Prater.
Ambos se mostraron conciliadores y dispuestos, gane quien gane, a colaborar para cerrar unas heridas que sin duda se han abierto en una campaña de inusual fiereza. Muy significativo es el contraste del resultado de Viena con el resto del país. En la capital, solo el 37% ha votado al derechista del FPÖ y un 63% al dirigente verde, antiguo decano de económicas en la Universidad y persona muy integrada en círculos artísticos y culturales de la ciudad, masivamente de izquierdas.

«Siembra de miedo»
El FPÖ lo ha explicado cómo «el éxito de las presiones y siembra de miedo de la maquinaria del partido estatal rojinegro» en referencia a la alianza de los dos partidos de la gran coalición, socialistas de SPÖ y populares de ÖVP. Estos han apoyado directa o indirectamente a Van der Bellen, después de que sus propios candidatos fracasaran estrepitosamente en la primera vuelta y no cosecharan ambos más que el 11%. Estas elecciones son las primeras en la historia de la República que no se dirimen entre los candidatos de esos dos partidos que siempre se han disputado –y repartido– responsabilidades, cargos y competencias en la administración del Estado.
Lo cierto es que, gane quien gane, el consenso nacional de la II República ha quedado gravemente malparado con esta campaña. La política de los dos antiguos partidos principales SPÖ y ÖVP de hacer una especie de alianza general del sistema con los medios de prensa públicos y privados y los sectores izquierdistas de la cultura en una lucha sin cuartel contra el derechista Hofer puede haber causado un daño difícil de reparar.
Todos ellos juntos no han logrado más que la mitad del electorado frente a lo que han llamado el peligro ultraderechista, cuando no nazi. Todo ello pese al distanciamiento claro y continuo de Hofer de los nazis a los que ha calificado en todo momento de «bandas de asesinos con los que nada tenemos que ver». Si con esta campaña de todos contra uno, Hofer pierde por décimas, tiene el FPÖ prácticamente hecha la campaña electoral para las legislativas, en las que su jefe Hans Christian Strache, el líder del partido tiene cada vez más papeletas para ser canciller. La victoria de Van der Bellen favorecería en ese sentido paradójicamente las aspiraciones del FPÖ de hacerse con el poder real que está en la cancillería.

Aunque nadie descarta tampoco que una victoria de Hofer convenza al partido popular (ÖVP) de que la gran coalición es ya una condena que amenaza su propia existencia y decida acabar con la legislatura. De hecho el ÖVP, aunque también los socialistas, tienen que estar impresionados de la cantidad de austriacos votantes suyos que han despreciado sus recomendaciones y han votado a Hofer.

El voto por correo, la clave que decidirá quién será el ganador
El voto por correo o tarjeta electoral es esta vez más importante que nunca por la igualdad en el resultado, pero también por la cantidad del mismo. Los cerca de 900.000 emitidos decidirán quién es el jefe del Estado. Han votado un 72% del censo, con lo que se ha vuelto a niveles previos al bajón de 2010 (del 52%).
El empate incluye la proyección del voto por correo, en el que se prevé un mayor apoyo a Van der Bellen. En votos ya contados tiene una ventaja Norbert Hofer, que quedaría anulada si se cumple la proyección del voto mayoritariamente favorable a su rival. El voto por correo es sobre todo urbano y de personas que viajan o se desplazan, lo que se adjudica más al perfil del voto contrario a Hofer. Hoy se verá si se cumple. Habrá que hacer otras valoraciones. Para estudiar en qué medida ha ayudado a Van der Bellen la irrupción de un nuevo canciller socialista. En qué medida la muy manifiesta actitud de la radiotelevisión pública ORF en favor del candidato izquierdista le ha ayudado o ha acabado perjudicándole al movilizar por indignación a sus adversarios, como ABC comprobó en Carinthia y Estiria. También la actitud de medios extranjeros, tan dispuestos a tachar de nazis a los austríacos con el menor pretexto y la campaña de medios del país por presentar como tales al FPÖ, han crispado mucho. La injerencia electoral de los dirigentes de la UE, incluido su presidente Jean-Claude Juncker, en contra del FPÖ ha abierto heridas. Todos deberían saber ya que, gane o no Hofer, este partido es con diferencia el partido mayoritario en Austria y muy probablemente dirigirá el Gobierno.

domingo, mayo 22, 2016

UN ULTRA CONFÍA EN CONVERTIRSE EN PRESIDENTE DE AUSTRIA

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Viena
ABC  Domingo, 22.05.16


La crisis de la inmigración ha dejado en la cuneta a los dos partidos tradicionales

No llegan a seis millones y medio los austriacos con derecho a voto en las elecciones presidenciales de hoy. Pero son ellos los que decidirán si Austria va a acometer su más profundo cambio político desde la II Guerra Mundial. Y si Europa da un paso más hacia la renacionalización y la liquidación definitiva del consenso político del bipartidismo centrista europeísta. Esta noche debería saberse si el presidente de la República se llama Norbert Hofer o Alexander van der Bellen. ¿Habrá cambio de época o un balón de oxígeno para que el sistema intente reformarse para salvarse? Ni la elección de Hofer, que siempre respetó las reglas democráticas supone un abismo ni la victoria de Van der Bellen aleja la derrota de los partidos tradicionales ante el FPÖ en las elecciones generales que serán antes de lo previsto con seguridad.

¿Qué poder tendrá el ganador?
La Presidencia es en Austria un cargo en gran parte protocolario, pero con poderes efectivos como la disolución del Parlamento, la nominación de un nuevo canciller y el adelanto de elecciones
                                                        Reuters
Un hombre camina junto a propaganda electoral de Van der Bellen y Hofer

Jugarán un papel muy importante en el resultado diversos factores, desde el agotamiento general que siempre produce una gran coalición de la que sin duda se ha abusado, hasta el repunte del paro, los precios de la leche, el miedo a la globalización y ante el acuerdo de libre comercio TTIP o las guerras de Ucrania y Oriente Medio. Pero sin duda el factor que debe considerarse catalizador del terremoto político es la inmigración desde el tercer mundo y muy especialmente la crisis de los refugiados. Austria es uno de los países más afectados. En el pasado dio cobijo a grandes oleadas de refugiados. Y siempre ha tenido una política de gran generosidad comparable solo a la de Suecia.

Musulmanes
Pero la crisis que comenzó el pasado verano y que llega sobre una enorme presión de la inmigración musulmana desde hace tiempo con inmensas dificultades de integración han hecho estallar las costuras del aguante y la tolerancia de la población. La inmigración es la clave de toda la crisis política europea porque nutre y refleja a un tiempo una crisis de identidad, de miedo al futuro, de nula confianza en los políticos y caída en la credibilidad de las instituciones. Es Norbert Hofer el que reta al sistema y a la clase política y dice que hasta aquí se ha llegado. Que hay que cerrar las puertas y cambiar radicalmente las formas de actuar en Europa.
También ha sugerido que recurrirá a atribuciones que cree poder usar desde el cargo de presidente. Van der Bellen por su parte se presenta como un defensor del sistema mucho más de lo que a él le habría gustado. Se verá si el miedo al ultraderechista, que ha sido el principal argumento en contra de Hofer, aun tiene el efecto deseado por la izquierda que lo utiliza. Hofer ha insistido siempre en distanciarse en los más duros términos de «las bandas de asesinos de los nazis» con los que su partido no tendría nada que ver. Pero sus adversarios no le creen, por supuesto.
El viejo profesor Van der Bellen es el candidato de todos los que temen el triunfo de Hofer, el joven ingeniero derechista del Partido Liberal (FPÖ) que fue el candidato más votado con muchísima diferencia en la primera vuelta. Si todos los votantes de la primera ronda que no votaron a Hofer, los socialistas, populares y liberales de izquierdas se unieran como han pedido muchos en la dirección de los partidos tradicionales, el fantasma del presidente derechista en el Palacio de la Hofburg estaría neutralizado. Pero todos saben que esto no será así y que pesará más el hartazgo y el malestar hacia el sistema y los partidos gobernantes. Para Van der Bellen, no facilita las cosas el ser de repente el representante del sistema, él que no es de los dos partidos, el socialista SPÖ y el popular ÖVP, que han dirigido siempre el país y que llevan tres legislaturas gobernando juntos en una gran coalición que se identifica ya con todo el deterioro general.

Repercusiones
Jamás había despertado una elección presidencial austriaca un interés parecido. Desde 1945 en las primeras leyes aun dictadas sobre los escombros de la guerra, la jefatura del estado se asumió como un cargo eminentemente simbólico que sirviera como instancia representativa y moral para la democracia. Sin embargo, en las actuales circunstancias con toda una oleada de populismo que recorre Europa, derechista en el norte, comunista en el sur, la decisión que tome el electorado austriaco tendrá una inmensa repercusión. Porque romperá un tabú ante elecciones en otros países con partidos derechistas al alza. Y porque marca el ocaso del poder de los partidos que han gobernado Europa occidental desde 1945.

LOS ASPIRANTES

NORBERT HOFER
CANDIDATO NACIONALISTA
Azote de la corrección política
Hofer es ingeniero de vuelo y su pasión por la aviación estuvo a punto de costarle la vida. Se estrelló y tiene un daño de paraplejía incompleta que le obliga al bastón. Esa minusvalía que combina con una enorme vitalidad y la juventud de 45 años frente a su rival le ha valido indudablemente simpatías. Fiel escudero del jefe del partido, Hans Christian Strache, un político mucho más duro. Ya veremos si se siguen llevando bien si triunfara hoy. Frente a la heterodoxia de su rival, Hofer es «uno más del pueblo». Tiene cuatro hijos, es católico, miembro de uno de los grupos estudiantiles germánicos ultraconservadores, habla de la patria, de las canciones y tradicionales populares. Comparte, alude y alimenta el profundo hastío de gran parte de la población austriaca contra la corrección política y el intelectualismo vienés que siempre ha despreciado «la provincia». Hofer ha dicho mil veces que «nada tenemos que ver con esas bandas de asesinos de los nazis». Pero el nazismo es el argumento que sus adversarios no dejan de usar.

A. VAN DER BELLEN
CANDIDATO DE LOS VERDES
El profesor con raíces en el 68
Van der Bellen es el hombre de todos los que quieren evitar el triunfo de su rival, un heterodoxo, un profesor izquierdista, hijo de un ruso protestante de origen holandés y de una estonia que huyeron de Stalin al III Reich. Nació cuando llegaron a Viena los padres en plena guerra, en 1944. Creció después como católico en el Tirol, como hijo de refugiados. Estudió en Innsbruck Economía en los años del sesentaiochismo. Allí se doctoró y se fue a la universidad de Viena para acabar de decano de Economía. Tras el radicalismo de los sesenta, fue miembro del SPÖ y después pasó a los Verdes, a los que lideró durante casi dos décadas. Niega ser masón. No es religioso y sus excelentes amistades en los círculos intelectuales y faranduleros de Viena no le ayudarán. A sus 72 años es un hombre profesoral, lento, nada original ni combativo. Nunca ha dominado la agresividad de la campaña. Muchos solo le votarán por miedo a su rival. Y sus mayores defensores son una izquierda más radical que él. Lo que tampoco le favorece.

SOCIO IMPOSIBLE PARA ACUERDO INVIABLE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 21.05.16


Ayer la mayoría obediente del AKP vació de poder al Parlamento, que ha dejado de ser una institución seria

Nunca ocultó Erdogan que la democracia le ha parecido siempre un sistema muy imperfecto y engorroso que él sabría enmendar de tener ocasión. Los turcos se la dieron y ya está volcado en forjar un régimen de poder personal que nada tiene que ver con la democracia. Ayer, la mayoría obediente de su partido, el AKP, vació de poder el Parlamento, incluido a sí mismo. Con la ley aprobada, que levanta la inmunidad de los diputados en cuanto instruye la Fiscalía contra ellos, el Parlamento turco deja de existir como institución a tomar en serio. A través de la Fiscalía es Erdogan quien decide su composición. El salto cualitativo es aterrador y supera en gravedad los peores augurios. Nadie pensó que fuera a ir tan lejos y tan pronto.

La ley supone la criminalización de toda la oposición. Y convierte al régimen de Erdogan en socio imposible para tratar cuestiones como derechos humanos, exención de visados y control del flujo de refugiados. Por mucho que se esfuercen Bruselas y Berlín, la UE –ayer sus ministros de Interior buscando fórmulas de contentar a Ankara sin excesivo riesgo– no podrá dar la exención de visados a Turquía. Y se vuelve a plantear la amenaza de Erdogan de inundar Grecia de refugiados. La operación auspiciada por Merkel bajo el chantaje era muy cuestionable. Ahora ha de ser inviable.

viernes, mayo 20, 2016

LA DIVISIÓN POLÍTICA EN AUSTRIA SALPICA A SU PODEROSA IGLESIA

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Viena
ABC  Viernes, 20.05.16


Polémica tras pedir el obispo de Salzburgo el voto para el derechista Norbert Hofer

La respuesta El cardenal Schönborn recordó que la Iglesia no recomienda voto y que solo quiere lo mejor para Austria

Que Austria afronte el irremisible fin de época y de régimen o reciba un balón de oxígeno para los partidos tradicionales dependerá del resultado de las urnas de este domingo. De que gane uno u otro de los dos candidatos que han pasado a la segunda ronda de las elecciones presidenciales, el verde Alexander Van der Bellen y el derechista del Partido Liberal (FPÖ) Norbert Hofer. Nadie se atreve a hacer pronósticos, pero es evidente que los partidarios de Van der Bellen, que son todos los partidos tradicionales y las fuerzas que los apoyan, tienen más miedo a un resultado adverso.

                                                                                               REUTERS
Manifestación contra el derechista Hofer ayer en Viena

Son ellos los que intensificaron ayer sus llamamientos a votar al viejo profesor que era solo candidato de los Verdes, pero que se ha convertido en el «candidato del sistema» por el hundimiento electoral de quienes comparecían en nombre del partido socialista (SPÖ) y del partido popular (ÖVP). La poderosa organización de Viena del SPÖ decidió no asumir la postura de la dirección nacional que no quiso hacer recomendación de voto y pidió ayer que se acuda a las urnas para evitar que gane el candidato Hofer. En la carta a sus afiliados, el SPÖ de Viena ni cita al candidato Van der Bellen para el que pide el voto solo para evitar la llegada de Hofer del que temen «un giro autoritario para poner fin a la II República». El frente contra Hofer ha aumentado su radicalidad con mayor relieve izquierdista, lo que podría ser contraproducente.
Pero la prueba de la división que ha Manifestación contra el derechista Hofer ayer en Viena El cardenal Christoph Schönborn ha tenido que intervenir para recordar que la Iglesia no recomienda voto y que cada católico debe votar de forma reflexionada lo que crea mejor «para el futuro de Austria y sus gentes pero también para el futuro del continente europeo».

El garrote nazi

«Die Nazi Keule» (el garrote nazi) es un término ya profundamente asentado y que responde a un estado de ánimo en Austria que comenzó a darse cuando surgió el escándalo Waldheim y se fortaleció años después cuando una coalición con el FPÖ provocó sanciones de la UE contra Austria. Es la convicción de que las acusaciones de nazismo son permanente, injusta y abusivamente utilizadas para callar bocas y voluntades en Austria que nada tienen que ver con nazismo. El garrote nazi, dicen también muchos intelectuales de izquierdas, ya no funciona. Muchos austriacos parecen decididos a demostrarlo el domingo en lo que es una de las ideas movilizadoras del voto a Hofer.

EL ANSCHLUSS DE LA CORRECCIÓN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 20.05.16


La prepotencia que se permiten los medios alemanes en ocasiones con Austria es motivo de escándalo

CON seguridad es un dicho alemán. Ese que cuenta que los austriacos son una categoría muy especial de tramposos. Que solo ellos podían ser capaces de convencer al mundo de que Beethoven era austriaco, y Hitler, alemán. Cuando lo cierto es todo lo contrario. El compositor era un genio alemán de Fráncfort que se pasó la vida como buen moroso cambiando de casa por toda la geografía urbana de Viena. Por eso pueden ver un par de casas de Beethoven en cada barrio. El otro era un pintor bohemio austriaco fracasado de Braunau am Inn, no lejos de Linz, que después de la Primera Guerra Mundial, despechado porque la Academia de Artes de Viena no le admitió por mal dibujante, se fue a Alemania a buscarse la vida. Pero lo que no dice la gracia esa es que Beethoven compuso, triunfó y conquistó la gloria en Austria. Mientras que Hitler fue quien fue gracias a los alemanes. Mientras vivió en Austria fue un desgarramantas, un miserable fracasado que vivía de pensión cerca de la calle Mariahilfer, un paupérrimo don nadie que jamás habría llegado a nada. Con ciertas actitudes, además, que a algunos chocarían mucho. Como su apasionada defensa de Gustav Mahler como director de la Ópera de Viena frente a sus detractores que no lo querían en el cargo. Por judío. Que en 1938 Hitler fuera recibido con un colosal y terrorífico entusiasmo por sus paisanos es tan cierto como que ya llegaba como el gran dictador del país grande de al lado.

Las relaciones entre los dos grandes países surgidos del Sacro Imperio Romano de la Nación Alemana siempre han sido muy complicadas desde que Francisco II renunciara en 1806 a esa corona y fundara la austriaca. El pulso entre la creciente Prusia y Austria estaba servido y en 1866 se decidió, en la batalla de Sadova o Königgrätz, quién era el más fuerte: Guillermo I con su canciller Bismarck. Al año siguiente el joven Francisco José tuvo que aceptar el malhadado acuerdo con la aristocracia nacionalista húngara para el «Ausgleich» de 1867, que daba un poder propio en el imperio a Hungría. Sería la sentencia de muerte para el imperio medio siglo después. Al estallar en pedazos el Imperio Austro-Húngaro en 1918, la parte alemana del mismo se quedó en un rincón como un país diminuto con una capital propia de un imperio ocho veces mayor. Con toda la industria perdida en lo que ya era Checoslovaquia y toda la agricultura en Hungría y la renacida Polonia y los puertos de mar en Italia y en el nuevo Reino de Serbios, Croatas y Eslovenios. Entonces muchos austriacos pensaron que ese país era un absurdo inviable. Y cuando un austriaco hizo carrera en el país grande del norte, la masa se entusiasmó con la anexión, el Anschluss. Cuando llegó, los únicos patriotas austriacos eran monárquicos y del movimiento católico. Hitler siempre significó como su peor enemigo a Otto de Habsburgo. Viene todo ello al caso porque la prepotencia que se permiten los medios alemanes en ocasiones con Austria es motivo de escándalo. Y cualquiera que lea esos medios unificados en sus opiniones sometidas a la corrección política como pocos en estados democráticos pensará que fue Austria la que anexionó a la pobre Alemania que era un ente tolerante y liberal. En cuanto alguien vota en Austria algo que no conviene a la izquierda austriaca, surge el mandoble alemán llamando nazis a todos los austriacos que tienen opinión propia. Y en esto la derecha y la izquierda en Alemania compiten. Ahora vuelven todos los improperios contra una de las opciones presidenciales. Pues es posible que esta vez los austriacos se rebelen contra el Anschluss de la corrección política.

jueves, mayo 19, 2016

EL CANCILLER AUSTRIACO INTENTA EVITAR EL COLAPSO ECONÓMICO

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Viena
ABC  Jueves, 19.05.16


Muchos analistas creen que la ruptura de la gran coalición podría acabar incluso con la II República

El nuevo canciller austriaco, Christian Kern, presentó ayer a su nuevo gobierno y anunció un programa de reactivación económica y su voluntad de tomar la iniciativa política ante una situación dramática. Kern se declaró convencido de que «aún no es demasiado tarde» para evitar el hundimiento definitivo de los partidos tradicionales. E impedir así que naufrague, tal como auguran muchos, la propia II República, instaurada después de la Segunda Guerra Mundial. Pero también dejó claro que sabe que «tenemos pocos meses para recuperar cierta confianza de la sociedad y no ser arrastrados a la irrelevancia por el rechazo y el hastío del votante y el ciclón del populismo derechista».
Eso si acaso. Porque el domingo puede saltar todo por los aires si como muchos consideran ya altamente probable, el derechista Norbert Hofer logra imponerse al frente formado en contra de su candidatura por los partidos tradicionales, el «establishment» europeísta, las multinacionales y grandes empresas austriacas y la mayor parte de la prensa, firmemente comprometido con la corrección política y contra el FPÖ. Pero el ambiente en la población es otro.
Fuera de los ambientes de la izquierda urbana e intelectual de Viena, en los pueblos y pequeñas ciudades de los estados del Burgenland, Estiria o Carinthia hierven las ganas de darle una lección a los «viejos partidos» en Viena. Y la agresividad de la izquierda movilizada contra Hofer solo agudiza esa rabia y la militancia nacional en contra del «europeísmo», de la corrección política, de los refugiados y de los partidos tradicionales. La polarización de la población ha alcanzado cotas desconocidas en este país. El debate en torno a los refugiados ha hecho desaparecer el centro político.

Segunda vuelta
Así acude el electorado a las urnas en la segunda vuelta de las presidenciales que se celebra el domingo. Los sondeos en principio dan un empate. En un lado está el viejo profesor del partido de los Verdes, Alexander Van der Bellen, de 72 años, apoyado por todos los partidos tradicionales, que vieron cómo sus candidatos perdían estrepitosamente. En el otro, el joven Hofer, del Partido Liberal, FPÖ, contra el que se han movilizado todas las fuerzas políticas. Hofer juega las cartas de los refugiados y del rechazo a un Gobierno cuya parálisis afecta ya mucho a la economía. Pese al viento a favor de tantos factores económicos, en los dos pasados años no ha dejado de aumentar el paro y en este pasado año son muchos los refugiados que han entrado a engrosar las listas de las oficinas de empleo.

Desde que los socialistas lo convirtieron en sustituto de Werner Faymann, que dimitió por el catastrófico resultado de la primera vuelta de las presidenciales, el nuevo canciller Christian Kern no se ha dado un minuto de pausa. Un día después de anunciar los nombres de sus cuatro cambios en el gobierno, juraban sus cargos los tres nuevos ministros y una secretaria de Estado, Muna Duzda, muy significativamente una austriaca musulmana de origen palestino. Kern ha anunciado ya que votará a Van Der Bellen. Así lo han anunciado otros socialistas y populares. Lo que nadie sabe es si ese anuncio le ayuda a él o a su rival Hofer.

miércoles, mayo 18, 2016

KERN ASUME EL GOBIERNO AUSTRIACO EN UN PAÍS CADA VEZ MÁS DIVIDIDO

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Viena
ABC  Miércoles, 18.05.16


El gobierno de coalición pende de un hilo a la espera de las presidenciales

Vuelco político Faymann cedió el poder a Kern tras el último varapalo electoral de los socialdemócratas

El nuevo canciller austriaco, el socialdemócrata Christian Kern, hizo ayer una encendida defensa de la capacidad del gobierno de la gran coalición de recuperar el pulso económico y político. Así como de hacer frente al reto de la inmigración en el marco de la solidaridad europea. Kern juró ayer su cargo en un primer acto oficial que también será uno de los últimos del saliente presidente de la República, Heinz Fischer, también del Partido Socialista (SPÖ).

                                                       REUTERS
El presidente Fischer toma juramento al nuevo «premier», Kern, en el centro de la imagen

Su sucesor será elegido el domingo en unas elecciones que han dividido profundamente a la sociedad y que muchos consideran el fin de la II República con su orden basado en el reparto directo del poder entre los dos grandes partidos, el socialista SPÖ y el popular ÖVP.
Por primera vez desde la guerra no serán esos dos partidos los que se disputen la jefatura del Estado sino un derechista del FPÖ, Norbert Hofer, y un miembro del partido de los Verdes, Alexander Van der Bellen. La polarización es máxima y los sondeos dan muy igualados al joven populista de derechas y al viejo ecologista que es apoyado por las direcciones de los dos partidos tradicionales.
En este escenario convulso en el que muchos ven un nuevo paso hacia la destrucción del orden de la posguerra en Europa, la llegada del nuevo canciller, un socialista que se mostró ayer especialmente fresco, ágil y combativo y que anunció públicamente que votará a Van Der Bellen en contra del candidato derechista Hofer, puede quizás tener efectos inesperados. Ayer, los adversarios de Hofer se mostraban confiados en que Kern pudiera movilizar en favor del candidato de los Verdes, que todos coinciden en que es muy flojo.
En una conferencia de prensa, Kern atacó ayer a su antecesor y compañero de partido Werner Faymann, de una forma insólita. Este ha sido canciller durante casi ocho años y dimitió como consecuencia del desastre electoral de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. En estas, el candidato del SPÖ, al igual que el candidato de su socio de gobierno ÖVP, no logró más que el 11% de los votos. Mientras, el candidato del FPÖ, Hofer, alcanzaba el 35% y el Verde Van der Bellen pasaba a la siguiente vuelta con un precario 21%.
El nuevo canciller sorprendió y animó a los suyos con un lenguaje nuevo y duro. Especialmente para su predecesor. Según Kern, el gobierno y el partido tienen que volver a regirse por valores y no por la obsesión de poder y el «olvido del futuro». Con esto se refería a la falta de iniciativa, de reformas e ideas de que ha sido acusada la gran coalición desde hace años.

Posibles elecciones
Lo cierto es que el futuro de este gobierno de Kern depende en primera instancia del resultado del próximo domingo. Una victoria de Hofer llevaría de una forma u otra a unas elecciones generales, muchos dicen que ya en septiembre. Y nadie duda de que el derechista FPÖ sería la fuerza más votada y encargada de formar gobierno. Donde ahora hay un jefe de estado y un jefe de gobierno del partido socialista habría dos miembros del FPÖ, el propio Hofer y el líder incuestionable del partido, Hans Christian Strache, otro joven y agresivo populista con mucho instinto político.
Claro está ya que la población austriaca está tan harta de la parálisis de la gran coalición, de la corrección política y sobre todo de la crisis de los refugiados que clama por un cambio. Las habituales advertencias de la izquierda y los populares contra el desprestigio en Europa por votar a lo que presentan como extrema derecha ya no funcionan.

Como decía ayer a ABC el que fuera último director del legendario órgano del SPÖ Arbeiterzeitung, Georg Hofman-Ostenhof, «el fantasma del nazismo ya no funciona como arma electoral. Definitivamente, queda demasiado lejos».

martes, mayo 17, 2016

EE.UU. PIDE EN VIENA ARMAR AL «GOBIERNO OFICIAL» LIBIO

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Viena
ABC  Martes, 17.05.16


Lavrov y Kerry han descartado en Viena una intervención directa en Libia

No habrá intervención exterior en Libia. Este parece ser el primer resultado claro, rotundo y para algunos desesperante de lo acordado ayer en la cumbre de Viena. Se anunció en la tarde de ayer que se había decidido el envío de armas al Gobierno de Libia de Fayez al-Sarraj en Trípoli para que pueda combatir con eficacia a Daesh y hacerse con el control territorial del país. Por un lado supone un claro avance que elimina un embargo de armas mantenido desde tiempos pasados y dará medios a este gobierno para imponerse a quienes siguen negándole autoridad en Trípoli y en Tobruk. Pero también significa que todos los planes y estudios para intervenir directamente en este Estado fracasado y ayudar al Gobierno en esa lucha contra el denominado Estado Islámico han sido abandonados. Partes del territorio libio con su larguísima costa mediterránea sirven a los yihadistas para sus actividades de tráfico de refugiados. Allí se estarían concentrando inmensas bolsas de refugiados y emigrantes económicos de toda África y Asia para preparar el cruce del Mediterráneo a la vecina Italia.

                                                           AFP
Kerry y Lavrov charlan ayer en Viena antes de sentarse a negociar

Habían convocado a Viena el secretario de Estado norteamericano John Kerry y el ministro de exteriores ruso Sergei Lavrov. Para tratar ante todo de Libia y Siria, por este orden, los dos focos de conflicto distintos, relacionados y con un inmenso potencial de escalada y consecuencias inmensas para Oriente Medio y Europa. Y llegaron al centro de Viena convertido en un fortín hasta 20 ministros de exteriores y decenas de miembros de este mundo de unas enrevesadas negociaciones sobre estos dos conflictos que se mueven de una ciudad europea a otra.

La cuestión siria

Hoy se reunirán las partes negociadoras del conflicto en Siria. Y si hace todavía poco tiempo los medios diplomáticos se tenían que esforzar en reducir las expectativas sobre un acuerdo general después del éxito transitorio del alto el fuego, lo cierto es que vuelven a acumularse nubarrones sobre la situación general del conflicto. A falta de nuevas declaraciones de Kerry y Lavrov al respecto, claro está que la Administración de Obama se ha plegado a los hechos consumados creados por el Kremlin. El problema por ello no es Rusia ni su masiva presencia sino las nuevas dificultades que generan las aspiraciones del presidente Bashar al Assad crecido por los éxitos que la intervención rusa le ha otorgado, de recuperar todo el territorio sirio.

UN GRAN ÉXITO DE RAJOY

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 17.05.16


No es descartable que Pedro Sánchez se lleve por delante al PSOE a su extinción

LAS encuestas ya son unánimes en ello y la tendencia es manifiesta. La alianza neocomunista de Unidos Podemos supera ya hoy al PSOE en intención de voto y, salvo un cambio de tendencia absolutamente improbable, confirmará la hegemonía totalitaria en la izquierda española. En toda Europa este alarmante hecho solo se ha producido antes en Grecia con el triunfo de Syriza y el hundimiento del Pasok en la irrelevancia. Pero nadie dude de que el proyecto totalitario en España tiene mayor vitalidad y agresividad que el griego. De lograr el asalto al poder será pronto causa de alarma y espanto en una sociedad española que no se acaba de enterar de lo que pronto puede decidir la vida de un par de generaciones. Es hasta posible que la campaña de Sánchez colapse directamente. Porque el voto socialista puede ser hasta absurdo. No puede formar gobierno con nadie para sobrevivir. Salvo con el PP con el que se ha negado él la supervivencia. No podrá con Ciudadanos. No tiene más vía que una alianza con un partido neocomunista que nada más abrazarlo lo deglutiría. Así las cosas, Sánchez es un muerto político.
No es descartable que Sánchez se lleve por delante al PSOE a su extinción. O a su degeneración fragmentada en partidos regionales de zona pobre. Otros partidos socialistas se han ido ya por el sumidero y hay media docena en Europa en la cola. La culpa no sería de Sánchez. Sino de José Luis Rodríguez Zapatero que liquidó toda opción socialdemócrata centrista y desenterró la simbología guerracivilista. Con este salto atrás, el PSOE produjo el discurso que ha llevado a la juventud de izquierdas a romper con la España constitucional. Lo que han desatado la combinación del culto al resentimiento, épica revolucionaria, odio a la reconciliación nacional y la crisis es todo un movimiento tectónico del estado de opinión en España. Que no atiende a razones ni a fríos cálculos de intereses sino a una inercia en la lógica de la venganza, en la necesidad de zanjar cuentas por agravios reales o ficticios. Así lo aprendieron los chicos de Podemos en Venezuela. Había que generalizar el agravio, convencer a gran parte de la sociedad de que su situación no podía ser peor y hacer con la legión de agraviados un pacto para la venganza. Esa fue la mecánica sentimental de Hugo Chávez y es la aplicada con éxito en España. Pero para llegar a esta situación dramática en España no hubiera bastado con Rodríguez Zapatero de no haber estado Rajoy.

Ha sido su gobierno el que ha brindado a la izquierda totalitaria toda la infraestructura para acabar superando al PSOE. Y el que con su pasividad ha mostrado a los separatistas que las leyes nunca son un impedimento si hay voluntad política de violarlas. Porque la impunidad está garantizada. Y el golpe de Estado puede ser ensayado cuantas veces sea necesario. Rajoy y sus bien pagados aprendices de brujo querían una izquierda fraccionada con una fuerza muy salvaje que asustara al votante de derechas. Tanto como para que volviera a votarle a él. Pese a todo. Sería un gran éxito de Rajoy. Pero puede que pase lo contrario. Que la izquierda tenga un partido mayoritario totalitario que succione a los restos del PSOE para un Frente Popular. O que hasta en el mejor de los casos –que el PP pudiera formar gobierno con Ciudadanos y restos del PSOE–, en cuanto tomara la primera medida necesaria, tendría España ardiendo por los cuatro costados. El anticonstitucionalismo tiene ya veto sobre la gobernabilidad. Y no será el PP de Rajoy el que enarbole la ley y la fuerza para romperlo.

sábado, mayo 14, 2016

IMPECABLE INSTITUCIONALIDAD

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 14.05.16


Para algunos la salida de Rousseff avisa de que quizás Iberoamérica entra en un nuevo tiempo

En Brasil ha ocurrido algo muy impresionante. Que ha sorprendido a todos y molestado, cuando no asustado, a muchos dentro y fuera de Brasil e Iberoamérica. En Brasil han funcionado las instituciones. De forma impecable. Esperemos que siga siendo así en el procedimiento que ahora se abre y que debería concluir con la renuncia definitiva de Rousseff y elecciones en su día.
Tal como habían previsto los legisladores para el caso nunca deseable de la recusación e interrupción del mandato del jefe del Estado. Una amplísima mayoría de senadores de 55 frente a 22 decidió que se cumplían todos los requisitos para apartar del cargo a Dilma Rousseff. Eso ha sucedido en Brasil. Ni más ni menos. Para algunos es un duro revés y para muchos es un aviso de que quizás Iberoamérica haya entrado en tiempos distintos. Patalean Rousseff y su antecesor Lula con que es un golpe de Estado. Lo que sí habría sido un golpe a la legalidad constitucional es que se hubieran impuesto el búnker de la presidencia y la agitación callejera del Partido de Trabajadores para impedir el proceso legal.
El cumplimiento de la ley nunca complica las cosas. Aunque cierta izquierda, sea en Brasil, en España o en Tombuctú, siempre lo pretenda. Ahora se mesa los cabellos porque el vicepresidente que asume la jefatura interina del Estado es un liberal conservador del Partido Democrático do Movimento Brasileiro (PMDB), Michel Temer, que tuvo problemas con la Justicia antes. No le habían inhabilitado para ser vicepresidente en la coalición con Rousseff.
Problemas con la Justicia ha tenido gran parte de la clase política brasileña. Es Rousseff quien queda fuera en lo que ya parece el fin de la era del poder izquierdista en Brasil. Aquí, como en Argentina con la derrota del kirchnerismo, han funcionado las instituciones, lo que los distingue de la trágica agonía venezolana.

El socialismo del siglo XXI y el brasileño Foro de Sao Paulo han hecho perder tres lustros a la mayor parte del subcontinente. Es hora de recuperar el tiempo perdido.

viernes, mayo 13, 2016

TRUMP CRUZA EL POTOMAC

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 13.05.16


Será demonizado por sus enemigos, por supuesto

EN esta Europa convulsa, un sistema democrático y un proyecto de unidad europea vigentes ya mucho más de medio siglo han entrado en una fase catatónica y nadie sabe cómo se van a renovar ni si van a sobrevivir. En esta España confundida y estafada, la debilidad y el egoísmo de unos y la ignorancia, los adoctrinamientos y el fanatismo de otros amenazan con destruir la Nación y lo que queda del Estado de Derecho y dejar sus restos en manos de diversas tribus totalitarias. En Estados Unidos ocurren mientras tanto cosas extraordinarias que revelan lo infinitamente mejor que funcionan las instituciones y la propia sociedad en aquel sistema ideado por europeos que huían de Europa. El candidato Donald Trump, esa pesadilla de todo biempensante, va camino de convertirse en un formidable adversario del candidato demócrata en la carrera para la presidencia de los EE.UU. Ya nadie se ríe cuando se habla de la posibilidad de que gane a una Hillary Clinton que es derrotada en primarias una y otra vez por un Bernie Sanders que era un izquierdista marginal. Clinton, amenazada además por unos procesos judiciales que podrían dejarla paralizada en plena campaña. Ya nadie niega que Trump es un fenómeno histórico. Sus enemigos ven con horror el peligro de un demente en la Casa Blanca. Sus partidarios sueñan con que emule a Ronald Reagan, despreciado, insultado y calumniado hasta cotas inconcebibles y después uno de los más grandes presidentes de la historia de EE.UU.
Trump tuvo ayer su primer gran encuentro con la cúpula del Partido Republicano en Washington. Hace dos meses habría sido impensable. Demasiado vitriolo habían intercambiado el magnate rubio y unos jefes republicanos que no sabían cómo hundirle y expulsarle de la carrera para la nominación. Las muchas barbaridades de Trump habían tenido sonada y masiva respuesta en las malas artes de sus adversarios. Todo valía contra el millonario «sexista», «racista», «chovinista», «loco», «fascista» y «nazi». Pero es rotundo el fracaso del frente del «Trump nunca jamás». Él ha ganado la guerra de todos contra él. Los jefes del partido ya reconocen que tienen un candidato inevitable al que no pueden destruir sin destruir al partido y a sí mismos. Y ya llaman a hacer de necesidad virtud y aprovechar el inmenso potencial luchador y de radical movilización que la brutal franqueza de Trump cosecha. Muchos empiezan a creer que puede encauzarse para ganar unas elecciones que todos creían perdidas hace seis meses.

Algunos que, como el jefe en la Casa de Representantes, Paul Ryan, fueron furiosamente hostiles a Trump hicieron una valoración muy positiva del encuentro. Eso todavía no es un apoyo explícito, pero se va acercando. John McCain pide movilizarse por Trump para ganar a Clinton. Dan Quayle dice que «Trump es un ganador» y puede ganar las elecciones. John Boehner anuncia su apoyo a Trump. Pese a la masiva hostilidad de los medios de comunicación, gana terreno la idea de que Trump es lo suficientemente flexible y poco obstinado para ser un candidato presidenciable. Él comienza a desactivar algunas de sus peores soflamas, como su pretensión de cerrar la frontera a todos los musulmanes. No se duda de su respeto a la Constitución y a la separación de poderes. Trump será demonizado por sus enemigos, por supuesto. Pero la democracia americana está plenamente capacitada para extraer de él lo mejor y desde luego evitar lo peor. Evitar lo peor se ha logrado hasta con Barack Obama. Ojalá se pudiera decir lo mismo en Europa y en esta España donde los partidos concurren unos para romper España en taifas, otros para imponer un régimen totalitario y otros para asegurarse de que el sistema sigue sirviendo a sus propias mezquindades.

martes, mayo 10, 2016

EUROPA, ESPAÑA Y LA CATATONIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 10.05.16


La gran coalición alemana ha entrado en un estado catatónico

ERA el Día de Europa ayer y nadie se atrevía a celebrarlo. No fuera a parecer un sarcasmo. No fuera a pasar algo que revelara el actual estado de cosas en la Unión Europea, la profunda y existencial crisis en que se encuentra, tras más de medio siglo de existencia como el club de los privilegiados al que todos querían pertenecer. Y pasó. La dimisión a media mañana del canciller austriaco Werner Fayman no es una crisis cualquiera en un pequeño país alpino. Es otra viga que se rompe en la estructura política europea bajo el embate de sus propios fracasos y de fuerzas nuevas. El socialdemócrata Fayman, la corrección política hecha percha de traje gris, llegaba a todo tarde. Atacó con saña al húngaro Viktor Orban cuando este decidió construir una valla para defender su soberanía y una inmigración controlada. Meses más tarde tuvo que hacer lo mismo, pero tarde. En las elecciones presidenciales en abril su partido se hundió, como su socio de gobierno. Nadie excluya pronto un gobierno encabezado por el líder del FPÖ, Hans Christian Strache. La oleada de refugiados y las inmensas repercusiones sociales han acabado ya con el orden político de la posguerra en Austria y lo harán pronto en otros países. Solo falta saber qué lo sustituye. Y nadie excluya que el escenario austriaco salte la frontera. La gran coalición alemana ha entrado en un estado catatónico. El SPD se hunde como el SPÖ. Angela Merkel intenta desesperadamente frenar a su derecha al populista AfD. En el seno de la CDU hay indignación y pánico.

Así está la UE en el Día de Europa. La unión de estados de mayor éxito de la historia aún goza del mayor bienestar y seguridad y paz social. Pero los nubarrones se han cerrado hasta crear un panorama como nunca amenazante y tenebroso. A poco más de un mes del referéndum sobre la salida del Reino Unido. Cuando Turquía, que pedía ponerse en la cola para el ingreso, exige condiciones contrarias a los principios europeos. Bajo la amenaza de inundar el continente con inmigrantes llegados de todo el mundo. Grecia está ya medio fuera pese a todos los esfuerzos. Toda la Unión cruje bajo la inseguridad, la falta de confianza en sus líderes y el miedo. En Francia se estudia utilizar el Brexit para una reorganización con un núcleo duro. Se verá si en tal núcleo hay ya acople posible para Alemania y Francia, sociedades que divergen cada vez más. En los estados orientales se niegan a acoger refugiados y las multas que quiere imponer la Comisión por negarse son del todo impagables. Habría una rebelión, apoyada por sus gobiernos. Brota en todo el continente la hostilidad e indignación hacia la clase política tradicional, su mantra socialdemócrata «buenista» y una burocracia de Bruselas que muchos ven como la peor casta de todas, lejana de las sociedades europeas, derrochadora, arrogante y soberbia, que desprecia sentimientos, tradiciones, miedos y necesidades de las poblaciones. Los europeos creen cada vez menos en una Bruselas como sumo guardián de una política fría y distante, implacable en sus injerencias y de la corrección política que impone un discurso único en abierto conflicto con la realidad. España, presa del avance de un primitivo discurso izquierdista del resentimiento, participa en la liquidación del consenso socialdemócrata de los grandes partidos europeos, pero con una tentación totalitaria igualitarista y colectivista que lo alejaría definitivamente de los estados desarrollados del continente. El orden europeo saltó por los aires hace 102 años. Si salta de nuevo y fracasa la UE, no convendría a España haberse dotado de un régimen que lo acerque rápidamente no a Alemania, sino a África. Cuidado, porque es en lo que estamos.