The Unending Gift

viernes, marzo 30, 2018

LA VERDAD DE VACACIONES


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 30.03.18

Los Mozos saboteadores o el triunfo de la falsa reputación

IMÁGENES instructivas. Unos camioneros rumanos se bajan de sus camiones en una autopista catalana que un pequeño grupo de manifestantes bloquea con unos «quitamiedos» arrancados y cruzados en la calzada. No se ve policía. Los rumanos se acercan a la larga barra metálica que defienden uno de esos grupos de terrorismo de baja intensidad que han movilizado los golpistas de la Generalitat y los partidos separatistas. En el video no se ven las caras de los camioneros, pero no debían ser muy amistosas ni asustadas porque los saboteadores se apartan. Los conductores retiran el obstáculo para dejar paso a sus coches y siguen camino. Todas las barricadas de estos días podían haber sido retiradas así. Pero algunas paralizaron el tráfico en arterias capitales de la red española de carreteras durante seis y siete horas. Tengan la certeza de que, de haber habido mozos de escuadra en la escena descrita, los rumanos no habrían podido abrir paso. Porque los saboteadores protegidos por la policía autonómica lo habrían impedido. En muchas carreteras sucedió así. Camioneros y conductores habrían abierto el paso de no haber estado la policía al servicio de los bloqueadores. Estos eran pocos. La policía catalana podría haber impedido todos los cortes. No lo hizo porque no trabaja para el Estado sino para sus enemigos. Los cortes de carretera eran suyos. Se multiplican las pruebas de que este cuerpo armado de 17.000 miembros sabotea la convivencia y actúa para el golpismo. Otra vez la vergüenza de la falta de autoridad que dispara la inseguridad y la alarma entre los españoles. Otra vez, por miedo al conflicto, este gobierno tolera lo intolerable.
Entre las burdas mentiras que hemos aceptado como verdades incuestionables en los pasados cuarenta años en aras de proteger el mito de la racionalidad, prudencia y éxito del proyecto autonómico de España está la reputación pacífica y serena de la región catalana. Por eso algunos se sorprenden por la violencia que son capaces de desplegar los grupos del terrorismo de baja intensidad activados los pasados días en Cataluña. Con el estandarte del «seny» traducido como «sentido común» y hasta «sabiduría» se ha atribuido durante cuatro décadas a la sociedad catalana un carácter reflexivo, una cultura de la tolerancia y un talante conciliador que en realidad jamás demostró ni tuvo. No habría hecho falta remontarse a siglos pasados ni al alarde del «buen golpe de hoz» de los segadores del himno tan poco conciliador. Con haber dado a conocer en Cataluña y el resto de España las realidades de la II República en la región, con su sanguinaria brutalidad desatada durante tres años de retaguardia en la guerra, su pistolerismo único en España y su extraordinaria crueldad en las checas y la calle habría sido suficiente. No se hizo. Igual que se practicó con alborozo el elogio del «oasis catalán» cuando ya era un fétido pozo negro de corrupción, se exaltó el «carácter dialogante» cuando es algo que los nacionalistas catalanes solo muestran cuando obtienen lo que querían.
A la postre, esta falsa reputación, una mentira más en el patio de monipodio de las mentiras antifranquistas, ha dañado tanto a los catalanes como al resto de los españoles. Los nacionalistas catalanes se crecieron con ella para sus insaciables exigencias. Para creerse el ombligo del mundo hasta niveles patéticos. Para lanzarse irreflexivos y más primarios que nadie por la senda del disparate. Los no nacionalistas en Cataluña y el resto de españoles, intimidados por ese prestigio inmerecido, nunca han recurrido a la verdad para frenar la creciente enajenación de sus compatriotas nororientales. Hasta que la locura ya es total. Si el sueño de la razón produce monstruos, peor aun cuando la verdad está tanto tiempo de vacaciones.

martes, marzo 27, 2018

UN ÍDOLO LLAMADO ARNALDO


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 27.03.18

El frente transversal del odio sabe que el golpe es ahora o nunca

NADA define mejor la deriva moral y política del nacionalismo catalán que la irresistible ascensión del etarra Arnaldo Otegui como el icono viviente del proceso separatista y golpista. Las imágenes de pasados meses en las calles de Barcelona de colas espontáneas de nacionalistas a la espera de hacerse una foto con el terrorista y secuestrador como si se tratara de un ídolo de la música o el cine dicen más de la naturaleza real de lo que es hoy este separatismo que todas las proclamaciones solemnes e hipócritas sobre el carácter «pacifista», «democrático» o «no violento» del movimiento antiespañol. Desde que quedó en libertad de su última condena por dirigir la reconstrucción del brazo político de ETA, Otegui está más dedicado al campo de batalla catalán que al vasco. Y «Traktoria» lo abraza como un admirado y ejemplar enemigo de España.
Lógico. En el País Vasco hay poco que hacer. Allí las cosas van como él y los suyos quieren bajo esa falsaria normalidad que impone el nacionalismo del PNV en la administración mientras las organizaciones etarras prosiguen su proceso general de tribalización y adoctrinamiento hispanófobo de las nuevas generaciones. Incansablemente y con todos los recursos del poder y la economía vasca mimada y privilegiada por Madrid a su disposición. Porque la formación en el espíritu nacionalista del odio y desprecio hacia España y sus instituciones la comparten PNV y ETA/Bildu sin mayores problemas salvo en periodos electorales. Navarra es un símbolo de su éxito común. Esa región, en la que la presencia euskaldún era históricamente mínima y marginal, ha sido tomada por las fuerzas antiespañolas del nacionalismo vasco y el izquierdismo antisistema. Como lo fueron antes ciudades y zonas del País Vasco con sólidas mayorías de muy activa conciencia española y voto constitucionalista y antinacionalista. Este votante por España fue arrollado por la fuerza combinada de la amenaza etarra, la insidia y el chantaje político, social y económico del PNV y la desidia, la traición y la retirada y abandono de los partidos nacionales.
Aquellos desastres han traído estos dramas. Pero hay signos de un cambio pese al veneno cultural que destilan los medios y las instituciones autonómicas. Y la derrota total del golpismo catalán, la única forma de evitar un conflicto violento en España, va a cambiar también el panorama en el País Vasco. También allí pueden surgir nuevas fuerzas que entierren a las viejas y con ellas por fin sucumba la decimonónica mitología nacionalista vasca que lleva siglo y medio haciendo daño a diestro y siniestro.
La permanente presencia del etarra Otegui en Cataluña y en las redes sociales como adalid del «proceso» y su relación estrecha con los cabecillas golpistas no solo revelan la íntima colaboración entre quienes están unidos por su voluntad de destruir España. También evidencia ese reparto de papeles entre los separatistas –moderados y radicales por igual– de estas dos regiones españolas que siempre ha denunciado quien fuera líder popular vasco y ministro de interior Jaime Mayor Oreja. Que se remonta a la colaboración entre ETA, el Tripartito y Zapatero. Mientras el PNV insiste en que no apoya a Rajoy si no se levanta el 155 y se solidariza con los golpistas ya procesados, ETA con Otegui hacen visible la alianza de fuerzas antiespañolas, en una transversalidad del odio a España que ahora incorpora a Podemos. La exposición de todos ellos es máxima, porque coinciden en que es «ahora o nunca». Intuyen en que si no consiguen «matar a España» ahora, el cambio de conciencia no solo impedirá su triunfo sino supondrá su derrota histórica definitiva.

EL CULEBRÓN ENVENENADO


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 25.03.18

Con las medidas judiciales en marcha, le toca al Gobierno actuar

LA líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, en un duro y magnífico discurso en el Parlamento catalán, les explicó ayer a los partidos separatistas cuánto se han equivocado. Como se creen Cataluña, les vino a decir, Uds. creyeron que España es Rajoy. Y que se enfrentaban a Rajoy, cuando se enfrentan a España. Y España es mucho más que Rajoy. Es un Estado democrático europeo del siglo XXI con recursos para defenderse de enemigos peores. Por eso se han estrellado. Creían que la impunidad disfrutada hasta ahora era eterna. De repente entienden, como Gil de Biedma en su poema, «que la vida iba en serio». Y lloran. Para algunos es tarde. Nadie les quita ya una larga condena. Cierto es que se les ayudó a engañarse. Y a ignorar todas las advertencias. Madrid, con sus medios trufados de propagandistas del separatismo, una izquierda hispanófoba como ellos y un gobierno con pánico al conflicto les hizo creer que a la hora de la verdad no tendrían enfrente más que a cuatro exaltados «españolistas». Se equivocaron. Pero casi tanto se equivocó el gobierno de España. Tras el fracaso total de la vicepresidenta en su aproximación cómplice, se volvió al cambalache, a querer sacar a unos golpistas de la cárcel y evitársela a otros. Otro fracaso. Con igual estrépito y más ridículo.
Ahora, gracias a un pequeño partido extraparlamentario, VOX, que reunió el dinero para acudir a los tribunales contra los golpistas, hay varias realidades implacables. Pese al Gobierno. Hay un proceso imparable ya contra los cabecillas por rebelión. El Tribunal Supremo tiene más independencia en España que en la mayoría de países, Europa incluida. Con nula capacidad de injerencia del Gobierno. Y no por falta de ganas. También es innegable que las fuerzas separatistas del golpe de Estado persisten en su actitud criminal. El espectáculo dado ayer, con su títere voluntarioso Roger Torrent a la cabeza, despeja toda duda. Ahí está el llamamiento al «frente unitario en defensa de la democracia y los derechos fundamentales» para continuar el golpe de estado, «hacia la república», fuera de la ley. Los comunistas de Podemos están con ellos. Aunque les perjudique en el resto de España, toda acción contra la legalidad española les seduce. Está en su naturaleza. La realidad desmiente los interesados análisis del gobierno del PP y sus periodistas sobre la intención de enmienda del separatismo. De momento al menos es mentira. Los cabecillas han llevado tan lejos la estafa que han unido irrevocablemente su suerte al proceso golpista. Dada esta contumacia, el gobierno tendrá que multiplicar medidas y medios para imponer la legalidad y poner coto a medios golpistas, el primero TV3, que ahora llama a la insurrección. Esta vez en serio. El artículo 155 hasta ahora ha sido apenas un 1,55. SI no gusta el 155, hay otros. No solo Cataluña, toda España merece medidas resueltas para acabar con este envenenado culebrón que mina nuestro presente y futuro. Para convencer definitivamente a las fuerzas golpistas que han llegado al final del camino.

MERKEL, PUTIN Y LA ANGLOFOBIA


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 24.03.18

La Unión Europea necesita medidas urgentes si quiere que el Brexit quede como hecho aislado

Era la primera cumbre de la Unión Europea en más de seis meses con un Gobierno alemán en ejercicio de plenas competencias. Se da así por superada la inestabilidad política en Berlín que ha hecho imposible cualquier decisión sobre reformas de la Unión de aún 28 países. Superado el vacío alemán se ha visto que la actualidad es tanta y tan intensa que las agendas reformistas habrán de seguir esperando. Hay cuestiones urgentes. Algunas desagradables. De momento, una potencia fronteriza se dedica a asesinar a súbditos díscolos en territorio aún de la UE. La reelección de Vladimir Putin y su reacción en el conflicto con Londres confirman la deriva. Habrá que acostumbrarse a tonos y modales agrios con Moscú. Y a la tensión.
Es discutible que Theresa May haya recibido todo el apoyo deseable, pero sí ha prevalecido la sensatez que impone una dura reacción contra estas agresiones. Con nuevas sanciones. Porque habrá más y más graves agresiones que el envenenamiento de un agente doble. Está en la naturaleza del vecino. Al menos no se ha impuesto en este campo esta pueril y peligrosa «anglofobia» que reina en Bruselas y que sí se refleja en aspectos de la negociación del Brexit. Algunos no parecen ver lo peligroso que son las operaciones de castigo por parte del aparato de la Unión Europea contra un miembro que ha tomado la decisión soberana. Y que es y seguirá siendo piedra angular de la seguridad del continente. Se desprecia la voluntad de los británicos porque, dicen, se mintió en la campaña, cuando todos ellos gobiernan tras campañas cuajadas de mentiras e incumplimientos. Quieren castigar a los británicos como escarmiento y advertencia a cualquier otro país que pueda considerar, por las razones que sea, salir de la disciplina de la UE. Lo cierto es que todos saben que la Unión Europea necesita urgentes reformas si quiere que el Brexit quede como un hecho aislado y no se convierta en una opción política e histórica a considerar por otros países. Italia ya ha avisado.

EL CHANTAJE PERMANENTE


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 23.03.18

Europa no puede acoger indefinidamente africanos sin estallar en un mar de violencia

GRAN parte de la sociedad española se ha asustado al ver lo fácil que es organizar una turba enloquecida y destructiva de inmigrantes que arrase un barrio en pleno centro de una gran ciudad. En este caso de la capital del país que les ha dado todo lo que tienen desde que llegaron ilegalmente. Pese a haber llegado violando las leyes del país anfitrión y algunos con violencia en las fronteras de España, todos han recibido la asistencia sanitaria, la beneficencia, las redes sociales de apoyo, la hospitalidad de uno de los países menos racistas del mundo y, cuando tienen problemas con las leyes, en vez de ser deportados, gozan del trato de una Policía profesional y una Justicia garantista hasta el absurdo.
Absurdo porque ese garantismo de la mala conciencia solo alimenta la degradación de la seguridad de la sociedad. El miedo a ser tachado de racista o islamófobo lleva a los servidores públicos en toda Europa a actitudes que son no ya pasividad sino complicidad y ocultación. Y negligencia criminal hacia la sociedad. Basta recordar a las niñas de Róterdam o la Nochevieja en Colonia. En diversa escala estos escándalos se reproducen por todo un continente que está siendo invadido sin que los responsables de su defensa se atrevan a llamar a las cosas por su nombre. Sin decirlo, han renunciado a una integración en la sociedad democrática que saben imposible. Y ocultan los efectos devastadores de esta presencia de grandes grupos de inmigrantes de culturas antagónicas y que niegan a asimilarse a la sociedad de acogida. En su mayoría musulmanes, tienen clara vocación de poder, dominación y hegemonía.
Bastó una mentira difundida por grupos de extrema izquierda y por el ayuntamiento comunista de Madrid para que grupos de jóvenes africanos apoyados por elementos antisistema se dedicaran a quemar y destruir lo que buenamente quisieron. Muchos españoles se han asustado tanto por esta violencia como se han sorprendido por la ingratitud vista en escenas televisivas en las que jóvenes negros despreciaban y maltrataban a vecinos del barrio madrileño y disponían del espacio público como si fuera suyo. Podemos y el ayuntamiento de Madrid han protegido a los violentos. Tras alimentar la violencia con sus falsedades contra la Policía en las redes y las televisiones. En España aun no tenemos esas «no-go zones» que son los barrios en los que el Estado ha renunciado a imponer la ley con presencia policial y los entrega al dominio de grupos islamistas o de bandas de inmigrantes. Estamos en ello. Ya hay bandas en las que todo es ilegal pero que se presentan ante las cámaras para, con victimismo militante, jamás pedir perdón por sus abusos, delitos y agresiones y siempre clamar contra el supuesto racismo que supone hacerles frente. Informes desde África dicen que hay países como Senegal, Ghana o Nigeria donde entre el 38 y el 44% de la población dice querer emigrar en los próximos cinco años. En el año 2050 África duplicará su población actual de 1.300 millones, ¿Cuántos cree Carmena que puede acoger en su chalecito? ¿Cuántos pretenden traer todas esas ONG en su abierta complicidad con los traficantes de ilegales?
En Francia más de cien intelectuales franceses han firmado un manifiesto advirtiendo a la sociedad contra ese victimismo utilizado para imponer un «nuevo totalitarismo islamista» que estrangula la libertad misma. Publicado en Le Figaro denuncia la grave amenaza de un islamismo totalitario que ocupa el espacio público y recurre sistemáticamente al victimismo con mecanismo de chantaje permanente a la sociedad de acogida. Todo lo que no sea darles el poder y la impunidad es islamofobia y racismo. Y muchos ilusos e insensatos les siguen el juego criminal y suicida.

miércoles, marzo 21, 2018

LA GESTA DE DOS COLOMBIANOS


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 20.03.18

Premio Villacisneros para Pastrana y Uribe por derrotar a los apaciguadores del terror

DOS expresidentes de Colombia, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, reciben hoy en Madrid el IV Premio Villacisneros que otorga la fundación española del mismo nombre. Lo reciben por haber dado al mundo un ejemplo histórico y permanente de dignidad personal y política y coraje democrático, de firmeza moral y defensa de las víctimas del terrorismo. Pastrana y Uribe, dos hombres muy diferentes de trayectoria y talante, han demostrado que el patriotismo y la voluntad de defensa de la verdad, la democracia y la libertad pueden mover montañas. Ellos se unieron para hacer frente a una gran operación política de apaciguamiento del crimen mediante la concesión y la entrega del poder a las fuerzas terroristas comunistas que llevan medio siglo torturando a la democracia de Colombia, las FARC.
Como todas las guerrillas terroristas en Iberoamerica, las FARC fueron una creación cubana y soviética. Hoy son una gran banda criminal que dirige el mayor cartel de tráfico de cocaína del mundo. Sigue intacta su dependencia de Cuba y ambos son parte del siniestro Foro de Sao Paulo que el movimiento comunista creó tras el ocaso de la URSS. Están allí los estados del «socialismo del siglo XXI», proyecto de expansión totalitaria de Fidel Castro, cuyo mejor mentor fue Hugo Chávez. Además de sus instituciones y órganos civiles, militares y policiales, multinacionales legales, organismos de cooperación regional, redes criminales, organizaciones terroristas y grandes carteles del narcotráfico forman una inmensa red que extiende sus tentáculos legales, ilegales y políticos por EE.UU., África, Oriente Medio y Europa.
Con el mal llamado Acuerdo de Paz orquestado por el presidente Juan Manuel Santos, por Fidel Castro y sus peones de las FARC, se elaboró una hoja de ruta para, so pretexto de una paz entre dos partes iguales que jamás hubo, premiar a los terroristas con impunidad total y grandes parcelas de poder en el estado. Y darles una inmensa plataforma de expansión del negocio del narcotráfico con sus cómplices del régimen venezolano y los carteles mexicanos. El plan otorgaba a las FARC una victoria que jamás obtuvieron. Con su retórica socialdemócrata y relativista, los partidarios de la trampa cubana obtuvieron el apoyo de casi todo el mundo. Ahí estaban desde Cristina Kirchner y Morales con Obama, el Papa Francisco, Maduro y los carteles de Sinaloa. También la Unión Europea con sus izquierdistas como Federica Mogherini y apaciguadores con una visión de superioridad racista, romántica y mendaz de la América hispana. Y Correa con Putin e Hizbolá y los ayatolas de Irán, con toda la izquierda europea y los políticos españoles con poca excepción. Y Zapatero, el lacayo de Maduro, al que nadie se refiere allí ya sin desprecio. Todos los ansiosos de armonía para el negocio por falsaria que sea y los medios de propaganda y grupos de interés del Foro de Sao Paulo y sus fondos ilimitados del narcotráfico, del petróleo y las multinacionales. Todos a favor del plan de Santos. Al que Noruega preparaba el Premio Nobel de la Paz.
Y pasó lo increíble. El pueblo de Colombia dio un ejemplo al mundo de dignidad, carácter y coraje. La mayoría votó con Pastrana y Uribe contra el plan que premiaba a los terroristas por serlo. Santos violó la voluntad popular con apaños en el Parlamento. Pero solo ha conseguido hundirse. En mayo habrá elecciones. Y la Colombia valiente puede vencer a todos los proyectos izquierdistas que apestan todos a miseria y muerte venezolanas. En España, tan necesitada de ejemplos de coraje para vencer a traiciones, la Fundación Villacisneros ha querido rendir homenaje a Uribe y Pastrana, dos políticos que, cuando ya habían dejado atrás su carrera política, se unieron por patriotismo, dignidad y conciencia de la amenaza. Y en una gran gesta ganaron la batalla.

lunes, marzo 19, 2018

LA FARSA RITUALIZADA


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Lunes, 19.03.18

Putin es y será un peligro incombustible. Dentro y fuera de Rusia

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, fue reelegido ayer para otros seis años de poder absoluto en el Kremlin. Para saberlo no hace falta esperar al recuento, como en realidad no hacía falta el voto mismo. Porque no tenía rivales. Nadie puede tomar en serio como tales a los otros ocho candidatos en su papel de bufones. Quienes pudieron algún día haber podido aglutinar y liderar alguna fuerza frente a Putin no pudieron participar. Porque han muerto de una forma u otra. O porque han sido inhabilitados. Así las cosas, hay que reconocer que es más honrado el líder chino Xi Jinping, que se ha hecho coronar en Pekín como líder vitalicio. Sin monsergas ni teatros. Pero Rusia, a caballo entre Europa y Asia, no es capaz de tener elecciones libres con mínima división de poderes como Europa, pero tampoco goza de esa majestuosa despreocupación asiática por las formalidades democráticas del nuevo Mao que es Xi Jinping.
Las elecciones importaban poco fuera de Rusia porque todos saben quién manda allí. Pero tampoco importaban en Rusia por lo mismo. De ahí que la única inquietud del Kremlin ha sido una participación lucida para pretender que los rusos se creen las elecciones. La retórica antiocccidental siempre motiva con el nacionalismo a unos rusos sin motivaciones reales para votar. También lo hace el conflicto con Londres por la reactivada costumbre del Kremlin de matar en la lejanía, con su efecto intimidatorio dentro y fuera. Toda gresca con Occidente ayuda a cerrar filas en torno al líder. Como el voto de los rusos de la Crimea anexionada violentamente hace cuatro años.
Rusia bajo Putin ya no va a cambiar. Es Tercer Mundo con islas de lujo y armamento nuclear. Se verá si el chequista, jefe total del sistema mixto de mafia capitalista, monopolio sobre los recursos y monarquía con pacto feudal sigue solo hasta el 2024 o hasta que expire su lucecita en el Kremlin. Dentro de seis años Putin tendrá 72 años. Como se cuida mucho y se fía poco se supone que seguirá. Como tiene y tendrá problemas dentro de casa, buscará problemas fuera. Mientras viva, Putin es un peligro incombustible. Dentro y fuera de Rusia.

ESTE ES MI BARRIO


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 18.03.18

Lavapiés es el futuro si no se impone la ley en Europa y sus fronteras

TÚ vete a tu casa, que esto no es tu problema», le interrumpe en castellano bastante fluido un joven negro a un anciano blanco que intenta explicar ante las cámaras que él era un testigo. «Sí, yo lo he visto todo», decía. «¡Que te vayas a tu casa!». Con contundente tuteo el joven extranjero intenta callar al viejo y le conmina a irse: «Tú a tu casa». Le insiste en que no es asunto suyo y en que no hable a las cámaras, cuando el viejo madrileño se gira hacia él y le alza la voz: «Esta es mi calle, este es mi barrio». Es la airada protesta del octogenario desgarrado y sorprendido por tener que expresar una obviedad que él mismo ya pone en duda. «Esta es mi calle, este es mi barrio». ¿Seguro? El joven africano desde luego piensa que no. Le ordena que se calle y se vaya a casa. Manda él.
Había más testigos que aclaraban que el joven inmigrante se desplomó el jueves por causas naturales, sin que nadie lo acosara. Y que murió pese a los intentos de salvarle la vida de policías municipales. Pero la trágica muerte natural no interesaba ni a la mafia de los inmigrantes ilegales organizados como manteros, ni a los antisistema del barrio ni a los comunistas que gobiernan el Ayuntamiento gracias al PSOE. Ni a los peores agitadores, los medios de comunicación con las televisiones difundiendo el bulo del asesinato policial y simpatía por la violencia inmigrante. La Sexta por supuesto. Y la Cuatro y TVE compitiendo en la náusea mentirosa. Todos querían culpar a la Policía para pasear el fantasma del racismo tan útil para su movilización y la intimidación del discrepante. Como la homofobia o la islamofobia o el fascismo o Franco, los mecanismos de agitación de esta izquierda envilecida y fracasada que no tiene modelo económico salvo la miseria ni proyecto social ni ilusión salvo el resentimiento y la envidia.
Lavapiés, barrio de la parte vieja de Madrid de mayor concentración de inmigración ilegal como también de la llamada «cultura alternativa», mera subcultura antisistema con su culto a la marginalidad, a la transgresión y al delito justificado como acción política. Allí viven muchos ancianos blancos a los que callan la boca a diario jóvenes blancos y negros. Muchos países ya aplican formas de autodefensa ante la gran amenaza generada por pasados errores. Se aplicó en Europa el antiautoritarismo a poblaciones procedentes del Tercer Mundo llegadas con su voluntad de imposición intacta. Y se han creado bolsas de enemigos incondicionales en el corazón de las ciudades, primitivas y además ideologizadas por el islam y la extrema izquierda. Sin voluntad de las sociedades occidentales de cumplir la ley y hacerla cumplir, empezando por las fronteras, toda Europa será pronto el Lavapiés que perdió el viejo madrileño, impotente ante la impertinencia del intruso, incapaz de defender lo que fue suyo.

sábado, marzo 17, 2018

UNA VIEJA TRADICIÓN


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 17.03.18

Putin necesita este conflicto para tapar sus debilidades. Pero hay que responder con eficacia

Los medios occidentales hablan de «guerra de espías» y de «guerra fría» ahora que sabemos que en el plazo de días dos destacados enemigos rusos del Kremlin fueron alcanzados por el misterioso rayo exterminador en el Reino Unido. Ni guerra de espías ni guerra fría. Es una operación de exterminio de resistencia rusa en el exilio. En la más vieja tradición soviética. Responder a esta obscena demostración de poder letal de Putin en territorio occidental con la expulsión de 23 diplomáticos es como responder a la invasión de Polonia retirando al embajador. El presidente ruso merece que Occidente no vaya al Mundial de Fútbol. A ver quién se atreve a proponerlo.
Confirmado ya el ataque con un agente nervioso contra el agente exiliado Serguéi Skripal y su hija, queda claro que la muerte de Nicolai Glushkov también ha sido un crimen. Glushkov era un colaborador de Boris Berezovski, un oligarca que se exilió tras enfrentarse con Putin y que, ¡vaya por Dios!, también murió de modo raro en Londres en 2013.
Como dice Londres y confirman los servicios aliados, ha sido el Kremlin. Y sin celo por disimular, por mucho desmentido entre ofendido y grandilocuente de su ministro Lavrov o del propio Putin. Este será reelegido mañana en unos comicios que el mundo ignora porque no son una elección real. Teóricamente los asesinatos pueden haber sido cometidos por otros. Pero tiene sentido en este momento el mensaje que suponen. Todos los enemigos y traidores a Putin han de saber que no estarán seguros en Occidente. La larga mano del zar los alcanza allá donde estén. La inmensa cleptocracia militarizada tiene poco que ofrecer al pobre ruso de a pie. El país está atascado. Solo exporta materias primas. Es una triste potencia nuclear tercermundista agresiva con los vecinos. Eso es la Rusia de Putin. A los rusos les va peor. Por eso hace falta victimismo de calidad y nacionalismo sólido. Como solo lo genera el enfrentamiento con Occidente. Hay que resignarse. Putin necesita este conflicto para tapar sus debilidades. Pero hay que responder con contundencia y eficacia para que se piense mucho las provocaciones.

MANIFIESTO CONTRA LA MENTIRA OBLIGATORIA


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 16.03.18

La nueva Ley de Memoria Histórica persigue la verdad con cárcel

HAN firmado inicialmente doscientos. De muy diverso cargo, profesión, procedencia y trayectoria. Las primeras dos firmas son de dos referentes intelectuales y morales, dos hombres longevos y cuajados de sabiduría, el historiador Stanley Payne y el presidente de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, Juan Velarde Fuertes. Deberían ser pronto dos millones. O mejor veinte. Por nuestro bien. Porque el peligro que pretende conjurar el Manifiesto por la Historia y la Libertad que se presentó en Madrid el miércoles nos afecta a todos los españoles, a los actuales y a los que vendrán. Nos jugamos nada menos que el derecho a decir la verdad y no ser castigados por ello. Porque aunque la mayoría de los españoles aún no lo sepan, corremos el peligro de que pronto tengamos que mentir por ley y obligación y bajo amenaza de graves represalias. Porque los socialistas españoles, que contarán para ello con los comunistas españoles de Podemos y todas las fuerzas antiespañolas del Parlamento, han preparado una reforma de la Ley de Memoria Histórica que no da solo una vuelta de tuerca a la ya injusta, sectaria y falsaria Ley de 2007, piedra angular de la política revanchista de Zapatero para dinamitar el pacto de transición y la reconciliación nacional.
Es mucho más grave que eso. Porque implica al Código Penal en una ofensiva legal que, de ser aprobada, permitiría falsear por completo la historia de España del siglo XX. Imponiendo como incuestionable historia oficial la versión comunista de República, Guerra Civil, Franquismo y Transición. Bajo la amenaza de encarcelar o inhabilitar a todo aquel que se resistiera. Dirán algunos que es alarmismo, que algo así jamás se podría aprobar por ser abiertamente anticonstitucional. Recuerden que la ley de violencia de género era y es abiertamente anticonstitucional. Porque invierte la carga de la prueba y porque rompe la igualdad ante la ley de hombres y mujeres. Pues lleva una década aplicándose con tanta brutalidad y abuso contra los hombres como falta de eficacia en la protección de las mujeres. Aun así, ya nadie la cuestiona. Aunque sea un insulto a la inteligencia y a la Justicia. Nadie ha hecho nada contra ninguna ley ideológica de Zapatero. Hoy ya no está en manos de quien lo prometió.
La izquierda intentará que este texto, adornado con unas cuantas enmiendas, sea aprobado. Con mecanismos intactos para intimidar y reprimir toda crítica a los postulados ideológicos del Frente Popular. Liquidaría los últimos vestigios de potestad sobre unos hijos condenados al adoctrinamiento en la mentira. Quien intentara educarlos en la verdad estaría cometiendo un delito. Cierto que los colegios españoles, incluso en regiones sin educación abiertamente antiespañola, sirven ya hoy un pienso ideológico nauseabundo y mendaz. Se han impuesto fábulas, fraudes y mitos porque nadie tuvo el coraje en cuarenta años de levantar la voz contra la mentira. No fueran a llamarle franquista o «facha». Pero para poder reconstruir una educación libre, eficaz y de calidad se necesita una sociedad abierta con libertad para investigar, debatir, crear y estudiar sin trabas ideológicas. Lo quieren impedir. La nueva ley condena a los españoles a transmitir mentiras y negar verdades porque de lo contrario pueden ser encarcelados, expropiados e inhabilitados. También les podrían requisar y destruir material impreso y en otros soportes privados y públicos con versiones que contradigan a la oficial. Permitiría hacer desaparecer bibliotecas y archivos enteros. Quieren cambiar el pasado por ley. Para secuestrar presente y futuro. Bajo la amenaza de cárcel y persecución. Todo suena a la ley de Defensa de la República de 1931 y sus abusos. Pero habrá que callar, claro. De aquella ley no se podrá hablar. Firmen el manifiesto, todavía se puede evitar.

martes, marzo 13, 2018

LA MIRADA LIMPIA AL PASADO


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 13.03.18

El secuestro de la verdad histórica siempre tiene un fin totalitario

ES este año presente rico en efemérides para lecciones de la historia. Cierto es que el «adanismo» y la falta de lectura de nuestras nuevas generaciones de políticos hacen difícil que las lecciones cundan. No es menos cierto que pocas lecciones se pueden extraer del pasado si este es sistemáticamente falseado y se impone oficialmente la mentira. Porque otra vez se quiere utilizar aquí en España la historia o su caricatura y manipulación más grotesca como instrumento de poder político y agresión a los discrepantes. La nueva ofensiva de la izquierda española con su inveterada vocación totalitaria que representa el aberrante proyecto de Ley de la Reforma de la Ley de Memoria Histórica va a tener respuesta. Es de esperar que sea un clamor de españoles que exigen honradez, verdad y libertad y que ya se va a plasmar en el Manifiesto por la Historia y la Libertad que será presentado mañana en Madrid, firmado ya por centenares de intelectuales y profesionales. Espero que se unan millones. Para llamar a los españoles a la resistencia frente a los intentos de decretar por ley y con amenazas de cárcel e inhabilitación la prohibición de la verdad y la imposición de la mentira. La historia es sabiduría para el ser humano. Con la mirada limpia y voluntad de veracidad y honradez en establecer e interpretar los hechos del pasado.
Hay historia común cuajada de verdades útiles para todos. Sin instrumentalización para la lucha política ni odio. Hace 80 años, el 12 de marzo de 1938, veinte años después del final de la Primera Guerra Mundial y un año tan solo antes de que comenzara la Segunda, Adolfo Hitler regresaba triunfante a su patria de origen, Austria, para hacerla desaparecer y convertirla en una región del Imperio alemán. Entre fanfarrias y con las carreteras flanqueadas por masas jubilosas con banderas con la esvástica. Dos años antes todo el mundo había acudido feliz a los Juegos Olímpicos de Berlín y se elogió a la nueva Alemania hitleriana con todos los epítetos más entusiastas. Para entonces llevaban dos años en vigor las leyes de Nuremberg que convertían a los judíos en individuos sin derechos civiles. No fue impedimento. Meses después de entrar en Austria, Londres y Francia daban permiso a Hitler para devorar Checoslovaquia. Un año después Hitler y Stalin se repartían Polonia. ¡Ay, el apaciguamiento! ¡Cuán actuales son los intentos de saciar al insaciable!
Y todo eso pasó porque antes, cuando hace cien años acabó la colosal carnicería de la Gran Guerra, junto a la resurrección de un gran estado nación, Polonia, se creaban unos estados artificiales, Checoslovaquia y Yugoslavia, que los vencedores de la guerra se inventaron para enterrar a un gigante derrotado el Imperio Austro Húngaro. Junto a esos estados surgía otro, pequeño, pobre, amorfo y derrotado que era Austria. Que se veía tan incapaz que ya en 1918 pidió unirse a Alemania. Y los vencedores no le dejaron. Paradójicamente hoy es Austria el único de los artificios surgidos de los escombros del Imperio que subsiste. El imperio había condenado medio siglo antes de morir cuando Francisco José se avino a romper la igualdad ante la ley de todos los pueblos integrantes con el llamado «Ausgleich» en 1867. El trato privilegiado a los húngaros sembró el odio del agravio que llevaría al asesinato en Sarajevo de Francisco Ferdinando. Que era, sangrienta ironía, la gran esperanza de los eslavos para una recentralización del poder en Viena. También aquí pueden hacer deducciones los gobernantes españoles que coquetean con otorgar derechos especiales a partes del Reino de España. Precisamente porque la historia nos revela formas de evitar que nos atropellen los errores similares, hay tantos interesados en quitarnos las defensas arrebatándonos el derecho a conocer la verdad de nuestro pasado.

lunes, marzo 12, 2018

LA EXTRAÑA DERROTA


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 11.03.18

La aceptación de la mentira abre la puerta a la tiranía

«NO he pedido que se recitaran sobre mi tumba las plegarias hebraicas, a pesar de que sus cadencias acompañaron hasta su descanso postrero a tantos de mis antepasados y a mi propio padre. Toda mi vida he tratado de alcanzar una sinceridad absoluta de la expresión y del espíritu. Considero la complacencia con la mentira, por muchos pretextos con que se adorne, la peor lepra del alma. (…) Desearía que sobre mi lápida se gravaran estas palabras sencillas: Dilexit veritatem (Amó la verdad). Por ello no podría tolerar que, en la hora del adiós supremo, cuando cada hombre tiene el deber de resumirse como persona, se apelara en mi nombre a las efusiones de una ortodoxia en la que no creo. Pero más odioso me resultaría aun que alguien pudiera ver en este acto de probidad algo parecido a una renuncia cobarde. Afirmo pues ante la muerte, si es necesario, que nací judío; que nunca se me ha ocurrido negarlo (…). En un mundo presa de la barbarie más atroz, la generosa tradición de los profetas hebreos, que el cristianismo. en su vertiente más pura, retomó para ampliar, ¿no sigue siendo acaso una de nuestras mejores razones de vivir, creer y luchar?».
Esto es parte del testamento de Marc Bloch, el gran historiador francés. Luchó en las dos guerras, líder resistente detenido, torturado y ejecutado por la Gestapo. Es uno de los supremos cantos a la Verdad jamás escritos. Frente a los hombres y al dios de sus mayores. Bloch fue un celebrado intelectual total. Su último libro La extraña derrota lo escribió entre julio y septiembre de 1940, justo después de la vertiginosa ocupación de Francia por las tropas de Hitler. Es otro milagroso canto a la verdad. En él, despliega su inmensa conciencia histórica y conocimiento de la conducta humana para explicar a los franceses cómo y por qué se dejaron arrollar, ocupar y humillar por los alemanes en aquellas terribles semanas del 10 de mayo al 17 de junio.
El libro es relato, análisis y alegato en el que explica a los franceses las causas de su derrota sin lucha frente al enemigo y al mal, de la debilidad del espíritu que engaña y se engaña para aceptar lo inaceptable. De la cobardía y sobre todo de la aceptación colectiva de la mentira. Es un alegato antideterminista y antirrelativista de la historia que anima, arenga a los defensores de la libertad y del pensamiento a luchar. Y explica los mecanismos traicioneros que llevan a una sociedad mimada por los bienes de la historia, la libertad el primero, a renunciar a luchar por ellos.
Antes de morir luchando, Bloch advertía sobre la culpa de no defender el legado de los mayores. Es un mensaje acuciante para todos los europeos, para España y sus gobernantes. Que la aceptación de la mentira como mal menor, para evitar conflictos y en aras de una supuesta paz equivale a entregarle la patria a Hitler sin lucha.

COSAS QUE NO PASABAN


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 10.03.18

La oferta de Kim Jong-un de desarmarse es un éxito de Trump aunque se le niegue

El dictador norcoreano, Kim Jong-un, líder de la satrapía comunista que lleva seis años amenazando al mundo con sus bombas nucleares, se dice dispuesto a deshacerse de todos sus juguetes atómicos. Y ha invitado a un encuentro al presidente Donald Trump que este ha aceptado. La posible renuncia al arma nuclear es una grandiosa noticia de inmensa relevancia. Pero los medios norteamericanos y europeos apenas le prestaron atención.
Estaban entretenidos especulando sobre los coitos de Trump con la estrella del porno Stormy Daniels. Si en la cita en mayo –aún no se sabe dónde– se logra ese desarme nuclear del régimen comunista, será un inmenso éxito. Si no se logra se estará donde se estaba. Pero los medios ya aseguran que, si algo fuera bien, el mérito sería del líder chino Xi Jing Ping. El ridículo sistemático de los medios en todo lo que se refiere a Trump no impide ver la relevancia del proceso que puede ser el fin de una pesadilla para muchos países en Asia.
En un año de presidencia de Trump, el Ejército Islámico ha sido liquidado de Irak y Siria, los aliados europeos de la OTAN comienzan a cumplir con sus pagos a la defensa común, la economía norteamericana va como un tiro y el desempleo está en mínimos históricos.
Y ahora, Corea del norte ofrece su desarme atómico. Todo ha sucedido en el año de Trump y no había pasado antes. Pero por ahí dicen que nada tiene que ver con Trump. Y siguen con historias rusas y patéticos «cercos que se estrechan» sin fin. Los medios de Estados Unidos y de Europa fueron tan incapaces de denunciar errores y abusos de Barack Obama como lo son hoy de reconocer nada bueno a Donald Trump. Solo se ridiculizan a sí mismos. El presidente desagrada a muchos, pero no a sus electores. Ahora con sus aranceles al acero y al aluminio indigna a otros que jamás explican sus propios aranceles. Estos siempre son mala noticia. Se verá en qué queda. Porque aunque tantos lo nieguen van pasando cosas buenas que no pasaban antes de Trump.

viernes, marzo 09, 2018

LA FALACIA TRIUNFADORA


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 09.03.18

El Gobierno y los medios, entregados a la manipulación izquierdista

EN todos los países europeos se celebró ayer el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. En los europeos. En Occidente. En los países musulmanes no se celebra. Está como mal visto. Y no es que no trabajen allí las mujeres. Trabajan mucho más que el hombre. Es más, son el animal de carga del hombre pobre. En toda Europa, menos en España, se ha celebrado como en años precedentes. En manifestaciones con demandas de mayor participación, mayor poder y mayor calidad en trabajo y sociedad para las mujeres. Son demandas que se van cumpliendo en todos los países europeos con diferente velocidad y calidad y con diferencias desde principios del pasado siglo. En Suiza, el voto femenino no llegó hasta 1971. En España había sido en 1931, pese a la oposición de la izquierda. En muchos países se alcanza hoy la práctica igualdad entre hombre y mujer hasta los límites que impone la biología. Los niveles de satisfacción no siempre responden a las expectativas. Y ya se replantean nuevas formas de interacción de mujer en trabajo y familia para aumentar bienestar y calidad de vida para todos.
Por eso, las cuitas de las mujeres en Europa han cambiado mucho. El principal problema de las mujeres hoy en Europa es una presencia musulmana que no cree en los mismos derechos que la sociedad que la acoge. Es problema para las mujeres musulmanas que son maltratadas por sus familiares, padres, hermanos y maridos. Y lo es para las mujeres europeas que son agredidas por unos extranjeros que resultan ser casi en su totalidad musulmanes. Son hechos. Por mucho que los gobiernos con la dócil colaboración de los medios intenten ocultar identidad y origen de los autores y la suerte posterior de las víctimas. En las manifestaciones en Europa nadie habló de este drama que se repite a diario.
En España la jornada ha sido muy distinta a la de años pasados. Sin que hubiera motivo relacionado con las mujeres que explicara el cambio. No había causa de esta hiperventilación de la clase política y mediática para justificar la huelga. Mentía ayer cual bellaco TVE cuando aseguraba que lo habido en España se repetía por el mundo. En ningún otro país del mundo se convocó una huelga general política de mujeres. Un esperpento. Pero promocionado por todos los medios públicos y privados con celo jamás visto. Este 8 de marzo ha sido un éxito de la agitación populista de la extrema izquierda que debiera alarmar. Que ha demostrado la falta de defensas de la sociedad española frente a la obscena mentira que se les ha servido. Alarmante ha sido el apoyo y aplauso de los medios de comunicación a una convocatoria de aberrante contenido ultraizquierdista. Salvo excepciones muy dignas, es aterradora la falta de criterio y coraje. Tantos que no podían estar de acuerdo con un manifiesto paleomarxista no han tenido valor para enfrentarse a una huelga que era el secuestro del Día de la Mujer y una ofensa a la inteligencia. La izquierda, toda ella podemizada, necesitaba revulsivos políticos. Se quedó atascada en el proceso golpista en Cataluña. Ahora pastorea a los pensionistas que antes despreciaba y apostó por este 8 de marzo. Ha sido notable su éxito. No lo habría sido de tener enfrente a políticos capaces de defender la verdad frente a las falacias de la izquierda. El consuelo está en que la mayor parte de la sociedad española no ha participado. No está donde los mentirosos, los cobardes y los acomodaticios. Parece ya inmune a la cacofonía mediática, ausente del baile demagógico. Y muy harta. Como a la espera de alguien que les ofrezca con coraje propuestas de razón y verdad.

martes, marzo 06, 2018

LA RECONQUISTA Y LOS AUSENTES


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 06.03.18

Por el derecho de todos los españoles a vivir en español en todos los rincones de España

EN Alemania hay varias lenguas y muchos dialectos. Los hay en Francia como también en Italia, en Austria y hasta en la homogénea Polonia. En algunos de ellos, las lenguas que no son la oficial de la nación son cooficiales. En otros no. En algunos se aprenden y fomentan. En algunos otros no. Pero no hay ningún país en Europa ni probablemente en el mundo, en el que la lengua nacional común sea reprimida y perseguida en ciertas regiones para imponer allí exclusivamente una lengua cooficial. Salvo España, claro. Salvo el país europeo con la lengua de mayor proyección internacional. Esta aberración nos la han presentado como algo normal y aceptable. En contra del sentido común y de los intereses de los españoles. Desprecio y persecución del español se ejercen de forma implacable en las escuelas, universidades, administración y medios de comunicación. Va contra la ley, los tribunales lo han dicho y nadie hace nada. La discriminación se produce por órdenes de instituciones y autoridades supuestamente defensoras de los derechos de los españoles. Hacen lo contrario. Los gobiernos españoles no hacen nada nunca y prevarican siempre. Eso no parece que vaya a cambiar.
Hay pocos derechos más lógicos que este que debe garantizar la libertad de movimiento por todo el territorio nacional sin otra lengua que la común. Y no para hacer turismo sino para la movilidad profesional y laboral en aras de un mayor bienestar. Todos tienen que poder trabajar en español. Y de estudiar en español. Y del ocio en español. Es el derecho de todos los españoles a hablar, estudiar, trabajar y vivir en español en todos los rincones de España. Como todos los demás europeos hacen en su lengua nacional. Si hay otra lengua en la región, que la hable y use quien guste. Solo hay deber de saber español. No saber otro no puede jamás ir en detrimento de ningún derecho. Esto no son extravagancias. Es lo normal, lo lógico, lo sano. En España no pasa aun. Es una grave anomalía. Que genera injusticias, agresiones y escaladas políticas criminales. Con la lengua como arma se crearon islas, después territorios sin ley y santuarios de la rebelión. Todos los nacionalismos, abiertamente antiespañoles, quieren imponer un monolingüismo y estrangulan el español con imposiciones, amenazas y coacción. Esto comenzó hace 35 años. La novedad está en que hemos llegado a una situación y consecuencias inasumibles. Urge acabar con ello.
Esta situación insostenible ha de corregirla de forma urgente la nación porque viola derechos de sus gentes y ponen en peligro su propia existencia. En la sociedad civil han surgido iniciativas como la Fundación Villacisneros, Valores y Sociedad o las Sociedades Civiles en varias regiones, que buscan dar cauces a la reacción de la nación española ante la rebelión separatista y la amenaza para la unidad de España. El rumor lentamente va siendo clamor. La lengua es clave. Si cobarde ha sido tantas veces la política, triste es también el papel de otros. Resulta casi imposible convencer a académicos, escritores o funcionarios que viven de la lengua española a que la defiendan en público. Demasiados compromisos con los nacionalistas, demasiados contratos y pesebres dependen de que se porten bien con quienes pisotean y persiguen la lengua que ellos dicen querer y defender. Tantos se ponen de perfil. Fíjense bien si aparecen en actos e iniciativas de defensa de la lengua española quienes Uds esperan, su académico o escritor favorito. Comprobarán que hay terribles ausencias. Lo cierto es que con ellos o sin ellos, la lengua española ha iniciado su reconquista de España.

lunes, marzo 05, 2018

LA BONDAD EXCESIVA


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Lunes, 05.03.18

«Lo que pasa en los comedores de Essen es una fiel representación de lo que sucede en el país. Que los alemanes más débiles son gravemente perjudicados por la masiva presencia de refugiados e inmigrantes ilegales en todos los servicios públicos»

LA ciudad de Essen, en la cuenca del Ruhr, fue una de las cunas de la minería y de la industria pesada de Alemania. Allí comenzó el ascenso del poderío industrial alemán. La familia Krupp, que en 1826 tenía un pequeño taller de fundición, poseía en 1885 la siderurgia más grande del mundo, con 19.000 obreros. El pueblito Essen había sido fundado por monjes en el siglo IX sobre un gran mar de carbón. Eso lo convertiría mil años después en una próspera y orgullosa urbe alemana. Aquella ciudad ya no existe. Los bombardeos sobre este objetivo industrial culminaron en una terrible tormenta de fuego el 11 de marzo de 1945, cuando ya no había industria que destruir ni enemigo que derrotar. Como Dresden, Essen quedó reducida a escombros en el 94% de su superficie urbana. Emergió de sus cenizas gracias a sus mujeres. En cuanto dejaron de caer bombas, salieron de sótanos y refugios y se volcaron a limpiar ladrillos para reutilizarlos en la reconstrucción. Las «mujeres de los escombros», «trümmerfrauen», eran la única fuerza laboral en ciudades sin hombres, todos ellos lejos, en cautividad o bajo tierra. Compaginaban esa labor legendaria de reconstrucción con la colecta de comida y su reparto para niños, ancianos y tullidos, muchos de ellos llegados del este, alemanes que habían perdido todo en su huida ante el ejército rojo. La labor social tiene larga tradición allí en Essen.

                                                                             SARA ROJO

En los años de expansión de posguerra trabajaron allí muchos miles de españoles, que siempre gozaron de excelente reputación. También había muchos italianos. Y turcos. El problema de la integración no existía. Los inmigrantes se adaptaban a la sociedad anfitriona. Nadie cuestionaba el deber de hacerlo. Hacia 1995, la siderurgia y el carbón de Essen eran ya historia. La Alemania reunificada dejó de ser el paraíso social que había sido la Alemania occidental. El Estado dejó de cubrir las necesidades de los más débiles. En Essen, la reacción fue una vez más de las mujeres. La asociación de mujeres católicas fundó la «Essener Tafel» (la «Mesa de Essen»). Para dar comidas a ancianos, parados, inmigrantes, madres con niños, drogadictos y otros ciudadanos a los que no llegaba el subsidio. Con un registro que da derecho a comedor y a alimentos para llevar a casa. Todo necesitado ha sido siempre bienvenido en la «Mesa de Essen», referencia moral y de eficacia en la red de comedores sociales de Alemania.
Y de repente estalla la bomba. Con el anuncio hace unos días de que, durante un periodo indefinido, la «Essener Tafel» solo admitirá a ciudadanos alemanes como nuevos ingresos en el registro. ¡Horror, terror y pavor! Seleccionar a los necesitados por origen, se dijo enseguida, es una monstruosidad, una actitud «racista». La noticia se extendió por medios y redes y comenzaron a llover las condenas y los gestos y frases de airada indignación. Todos se han puesto a opinar. Y si en Alemania se habla de racismo, se habla de nazismo. De repente los medios habían convertido al comedor social en una cueva de nazis. Nada calma la sagrada ira de los biempensantes. Aunque el 75% de los usuarios habituales registrados sean extranjeros. Aunque se sigan repartiendo todos los días cientos de comidas a refugiados e inmigrantes, legales e ilegales. Gentes que no conocían el comedor y que jamás han ayudado ni donado nada, llaman nazis a voluntarios que llevan lustros entregados al comedor social donde, sin remuneración ni compensación alguna, bregan a diario con individuos en situaciones extremas. Sobre todo con grupos de inmigrantes que no hablan la lengua. Que creen tener que disputar la comida a los demás como en campos de refugiados del Tercer Mundo o en países sin ley. La clase política y los medios, desde su proverbial superioridad moral, son indiferentes ante la realidad. La ideología manda y todos condenan a la asociación católica que dirige el comedor por su «discriminación racial». Son los mismos que son partidarios de otras discriminaciones positivas. Pero han de ser contra el europeo, contra el blanco. Ya hay quien habla de imputar al comedor por «racismo».
La «Essener Tafel» ha explicado bien la situación. De un par de años a esta parte, los refugiados han tomado los comedores. Los usuarios alemanes habituales, madres solas con hijos pequeños, enfermos y ancianos, comenzaron hace tiempo ya a retraerse. Cada vez acudían menos. Hasta casi desaparecer de los comedores y el reparto. No porque no tengan necesidades. No porque no tengan hambre. Porque tienen miedo. Porque se sienten arrollados e intimidados por jóvenes árabes y africanos. Los directivos del comedor constataron que mujeres, niños, parados y ancianos alemanes prefieren pasar privaciones que disputarse espacio y comida con los inmigrantes. Por eso se pensó que un registro exclusivo de alemanes durante un tiempo restablecería el equilibrio y los alemanes más vulnerables se atreverían a retornar.
Se han esforzado en explicarlo. Pero eso es casi más peligroso que el hecho en sí. Porque lo que pasa en los comedores de Essen es una fiel representación de lo que sucede en todo el país. Y lo expone dramáticamente. Que los alemanes más débiles son gravemente perjudicados por la masiva presencia de refugiados e inmigrantes ilegales en todos los servicios y espacios públicos. La «Essener Tafel» apunta así a un terrible dilema nacional que los políticos intentan ocultar a toda costa desde aquel 4 de septiembre de 2015 en que Angela Merkel decidió saltarse todas las reglas, leyes y acuerdos europeos y abrir de par en par y sin control las fronteras de Alemania. Muchos lo celebraron como el acto de mayor generosidad y humanitarismo jamás hecho por un jefe de gobierno en Europa. Gran parte de la sociedad alemana se sintió orgullosa de aquella decisión de la canciller. Pero todo ha cambiado. Quienes salieron felices a recibir a los refugiados, hoy están decepcionados, agotados y enfadados por las privaciones y dificultades generadas. Se ha impuesto en Alemania el cansancio humanitario. Por el deterioro de los servicios, el rechazo a la integración de muchos llegados, la inseguridad, el aumento de los delitos sexuales. Por la sistemática disposición al abuso, por el abismo cultural que los separa de la sociedad alemana.
Merkel, los políticos y los medios aseguraron a los alemanes que la integración sería posible y los inconvenientes superables. Les mintieron. La frustración se refleja en el terremoto que ha sacudido el escenario político alemán. Los votantes contrarios a la inmigración comenzaron a integrarse en el partido Alternativa por Alemania (AfD). Ya es el segundo partido del país, por delante del SPD, según los sondeos. Eso pese al acoso inmisericorde del resto de partidos y la muy militante hostilidad de los medios que lo estigmatizan como nazi una y otra vez. La «Mesa de Essen», dirigida por Jörg Sartor, muchos años dirigente del SPD, recibe cada vez más apoyos de la sociedad. Frente a las críticas de políticos y medios de izquierdas, cuya actitud genera cada vez mayor hartazgo. La polémica ha escalado con la irrupción en ella de la protagonista de todo, Angela Merkel. La canciller ha condenado la decisión del comedor de intentar proteger a sus usuarios alemanes más débiles. Merkel, que tardó cerca de un año en recibir a los familiares de los muertos en el atentado de un refugiado en un mercadillo navideño en Berlín, ha sido veloz en criticar este mínimo gesto de autodefensa de la sociedad alemana ante una presión masiva cuya responsabilidad recae toda en la propia canciller. La falta de compasión de Angela Merkel con los más débiles del comedor por el mero hecho de ser alemanes revela la fuerza de la ideología culpabilizadora y antieuropea que ha impuesto la corrección política de esta omnipresente socialdemocracia en estado avanzado de descomposición, medio siglo después de la revolución cultural del 68. Es una prueba más de que urge una gran enmienda frente a perversiones con claras tendencias suicidas. Se multiplican los indicios, los muchos apoyos a los comedores de Essen son uno más de que por fin está en marcha una reacción en las sociedades occidentales ante tanto sinsentido.

domingo, marzo 04, 2018

¡QUE VIVAN LOS YAYOS!


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 04.03.18

El problema que tiene la izquierda es que no tiene discurso político y económico para mejorar en nada la realidad

TIENE gracia ver ahora a todos los líderes de Podemos salir en apasionado ensalzamiento de los viejos como motor del cambio revolucionario del siglo XXI. «Nuestra democracia se la debemos a esas mujeres y hombres mayores que hoy están saliendo a la calle a defender sus derechos sociales y los nuestros», dice ahora Pablo Iglesias. Hace dos años, en plena frustración de su asalto al cielo y a La Moncloa, tras aquel terrible batacazo electoral, tenían otra opinión de los abuelos que no fueran yayoflautas. La Bescansa explicaba que «si no votaran los mayores de 45 años, Iglesias sería presidente del Gobierno». Y si no hubiera sierra, desde Chamberí se vería Segovia. ¿Qué remedio le veía Carolina al detalle de que los viejos también votan? Ella no aventuró ninguno. Pero sus hordas lo tenían claro. Pretendían arreglar el inconveniente quitando la sierra. Es decir, eliminando al votante viejo.
Así se llenaron las redes sociales de soluciones que estas criaturas ignorantes creen imaginativas. Poco originales si se ha leído algo de lo que hacen los correligionarios de Podemos cuando alguien les molestaba con su voto. En el libro de Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, «Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular». O en informes de los archivos soviéticos sobre matanzas tras Octubre 1917. Unos querían quitarles directamente el derecho a voto a los mayores al considerar absurdo que condicionen los viejos un futuro que pertenece a los jóvenes. Otros proponían soluciones más drásticas como corregir el censo mediante métodos evocadores de aquel ídolo podemita, el doctor Montes.
La extrema izquierda, tan protegida por los gobernantes de izquierda y derecha, con todas las televisiones en su poder para difundir sus letanías tóxicas, ha lanzado al mundo camadas de criaturas que solo piensan en matar a quien les irrite. Sus ídolos son unos raperos, cantantes y políticos que solo piensan en descerrajar tiros, empalar a enemigos, poner bombas, celebrar atentados y poner placas a asesinos múltiples, torturadores y «paseantes» de marqueses hacia la muerte en la Pradera de San Isidro.
El problema que tiene la izquierda es que no tiene discurso político y económico para mejorar en nada la realidad. Por ello, en pura lógica, la izquierda no debería existir ya en la política como arte de lo posible para mejorar el bienestar de los seres humanos. Sin proyecto de bienestar futuro, sin razón de ser, solo funciona como aparato generador de agravio. Carece de otro móvil que no sea la baja pasión de la envidia, porque hace tiempo se declaró enemiga mortal de la justicia y la legalidad. Así las cosas, la izquierda ha de buscar frentes para la ingeniería social en la ideología de género, en el animalismo y en la desaparición del pasado que prueba su criminal fracaso. De ahí sus excursiones al Valle de los Caídos. De ahí su grotesca huelga feminista del jueves próximo. De ahí su afán de generar odio por impotencia para la ilusión y la esperanza.

DIVORCIO SIN CERTEZAS


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 03.03.18

El Brexit no puede atribuirse a un mero «calentón populista» como pretende Bruselas

Quien esperara certezas del discurso programático sobre el Brexit pronunciado ayer por la primera ministra Theresa May ante el Parlamento británico ha sido defraudado. Era de esperar. No podía dar quien no tiene y el Gobierno británico ha demostrado lo mucho que le cuesta crear un mínimo de orden siquiera en las ideas de cara al divorcio más difícil de todos los tiempos. Lo único claro es que para marzo de 2019, en doce meses, el Reino Unido dejará de pertenecer a la UE. Con efectos asimétricos. En la UE se crea un hueco que se tiende a infravalorar y tendrá efectos indeseables pero asumibles con razonable prontitud. En el Reino Unido por el contrario los efectos pueden ser dramáticos si no se procede con eficacia. Y es confianza en esa eficacia lo que parece faltar ante todo en la sociedad británica, en el mundo económico y en el propio Gobierno de Theresa May.
La hostilidad demostrada por las instituciones europeas hacia el Reino Unido tras el voto popular de junio de 2016 no ha facilitado las cosas. Tras la misma laten temores de Bruselas a que un divorcio rápido, eficaz y con mínimo daño haga perder el miedo a seguir ese ejemplo a otras naciones insatisfechas con el funcionamiento de la UE. El Brexit no puede atribuirse a un mero «calentón populista injustificado» como pretenden Bruselas, París y Berlín. No hay que ser antieuropeo para ver causas también al otro lado del Canal. Ahora May pide colaboración y confianza a Europa para un divorcio que evite castigos expresos y daños no deseados. Cortar de raíz tentaciones en Bruselas de quebrar la unidad del Reino Unido como escarmiento para otros, establecer un amplio acuerdo comercial, preservar tanto empleos como seguridad y cooperación en diversos campos y todo ello con recuperación de la plena soberanía que permita al Reino Unido un nuevo concepto de cooperación multilateral. Todo ello sin que fracase el acuerdo y el caos provoque dramáticas pérdidas para ambos lados. No va a ser fácil.

viernes, marzo 02, 2018

LA HONRADEZ INTELECTUAL Y SUS ENEMIGOS


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 02.03.18

La marabunta de la vulgaridad mantiene cautiva a una sociedad asustadiza

EN menos de dos años se nos han ido las dos cabezas más brillantes y libres de España que eran Gustavo Bueno y Antonio Garcia-Trevijano. Cierto que era esperable –nacidos en 1924 y 1927–, y ya ha sido mucho regalo que llegaran ambos a nonagenarios, dos personajes tan únicos. Pero eso no merma trastorno ni tristeza. Es una pena que España no aprovechara dicho regalo todo lo que pudo o como lo hubiera aprovechado otra sociedad menos traumatizada ante la libertad y menos asustadiza ante el poder. Pero nada de fatalismo. No lo eran estos dos pensadores muertos. Con toda su extraordinaria lucidez. Hay jóvenes del entorno de ambos que animan a creer que España tiene remedio. Que no habrá que emigrar, huir de una marabunta de la vulgaridad amoral que todo lo quiere corroer y nada respeta. Más aún, hay muchos españoles no ya dispuestos, ansiosos de honradez intelectual y por tanto política. Hay más España de la verdad de lo que parece. Ajena a los fatuos santones de la política, la cultura o la economía.
Cierto es que las universidades están ya asfixiadas bajo la mugre de ideologías, corrupción y frivolidad. Que el desprecio por la investigación alcanza cotas sangrantes. Que la indiferencia hacia el conocimiento se fomenta y cimenta en la mediocre educación media. Dice mi caro Gabriel Albiac que cuando llega a la universidad una mayoría ya está echada a perder para el amor al conocimiento. Y para la pulsión trascendente. En las ciencias sociales los sumergen en un adoctrinamiento del que pocos salen con ganas de conocer la verdad de las cosas y la libertad de uno mismo. En los colegios el proceso de infantilización ha sido vertiginoso. Debe ser cierto que la maduración de la persona adulta se ha retrasado una media de diez años.
Con la puerilidad y el sentimentalismo rampante se ha generalizado el reino de la farsa en la política y la cultura o lo que así llaman. Quienes triunfan han de ser campeones en la trampa y falta de escrúpulos. Sin ese doping ni se gana ni se llega. Las televisiones y el entretenimiento han extendido su siniestro espectáculo, su falsedad y matonismo a la vida social, relaciones personales y la política. Y han fagocitado el periodismo. Para hacerlo un instrumento de coacción y agitación de noticias reales y falsas y silencios por conveniencia. Todo sucede en ese mundo de la bondad sentimental y la falsa intimidad, sin una mala palabra ni una buena acción.
Es imposible que gigantes intelectuales como Bueno o García-Trevijano sean promocionados y conocidos en una sociedad cautiva en la que periodistas y políticos, escritores y los llamados creadores bailan al son de un guión mentiroso del que nadie puede salir sin escarmiento. La honradez intelectual es una bomba de probidad, la amenaza letal para este espectáculo. Quienes se nieguen a someterse al unte del pensamiento puré socialdemócrata, no bailan. Pero así se salvan. Porque nadie se recupera de la humillación de entrar en el mundo en el que son estrellas Iglesias y su Irene, Sánchez y las saunas, cientos de elviralindos y muñozmolinas, Rajoy, Soraya y cientos de tertulianos pendientes de sus hipotecas, miserias morales cual Evole o Wyoming, Ciudadanos jugando a Podemos o ese Maroto del PP que si le hablan del terrorismo y sus víctimas responde: «Pelillos a la mar». La baba falsaria produce monstruos. Pero el gran circo no se siente ya seguro. Todos se quieren blindar. En España y toda Europa. Algo se mueve bajo la costra paralizante del consenso socialdemócrata. Hay indicios serios de que son ansias de honradez, sed de verdad.

jueves, marzo 01, 2018

MUERE ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO, EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO


Por HERMANN TERTSCH
ABC  Jueves, 01.03.18

NECROLÓGICA

ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO (1927-2018)

Redactó un proyecto rupturista de Constitución y fracasó al ser arrollado por las fuerzas reformistas

Eran las once en esta noche de perros cuando sonó el teléfono, vi en la pantalla quién era y me pregunté qué querría Antonio García-Trevijano a esas horas. No era él sino su fiel ayudante Elena que me anunciaba que el maestro, como le llamaban y seguirán llamando sus muchos discípulos, acababa de morir. Por complicaciones con el implante de un catéter. No se puede improvisar de madrugada la necrológica de un coloso, de un hombre completo como surgen muy pocos en una nación en un siglo. Hoy la mayor parte de los españoles apenas conocen la figura de este inmenso intelectual y pensador, pero también hombre de acción que tuvo inmensa relevancia en esa transición política española tan manoseada y usurpada tantas veces por personajes menores.
Antonio García-Trevijano nació el 18 de julio de 1927 en Alhama de Granada y falleció ayer, 28 de febrero. Desde su formación como jurista y su identidad republicana destacó por su activismo contra la dictadura a través de la Junta Democrática de España y la Platajunta.

Antonio García-Trevijano Forte, nacido en Granada el 18 de julio de 1927 en una familia de juristas, funcionarios e intelectuales, estudió Derecho, aprobó notarías en cinco meses por tranquilizar a su padre y se lanzó a una vida trepidante y fascinante, merecedora de decenas de ensayos, biografías y novelas. Lo leyó todo, lo conoció todo, lo viajó todo y como abogado ganó fortunas. Pero su pasión eran el pensamiento político y España. Jugó un papel tan importante en los años del tardofranquismo y transición que nadie quiere recordarlo. Ha pasado cuarenta años en el ostracismo por ser el hombre que sabía demasiado. Desde su papel como hombre de confianza de Don Juan desde Estoril, su trato con el Rey Juan Carlos desde épocas de la Academia Militar de Zaragoza, su liderazgo en los planes primero de crítica y oposición real al régimen de Franco y después en la transición elegida. Creó la Junta Democrática de España, protagonizó su fusión con la Plataforma de Convergencia Democrática para la Platajunta. Redactó un proyecto rupturista de Constitución y fracasó al ser arrollado por las fuerzas reformistas. Todos se conjuraron contra él tras el pacto de Adolfo Suárez con Santiago Carrillo y Felipe González y lo metieron en la cárcel de Carabanchel para que no entorpeciera los pactos. Estuvo en la operación del diario «Madrid». Y pudo haberse quedado con «El País», cuyos directivos lo consideraron siempre el enemigo número uno. Como los servicios de información de Carrero. Para la CIA era «Maverick», la única oposición real y seria al franquismo.
No se dio por vencido tampoco tras su derrota en la transición. Tuvo un papel clave como jefe del llamado «sindicato del crimen» en la caída de Felipe. Escribió algunas de las obras más importantes de pensamiento político publicadas en lengua española. Y muchos de nuestros males serían menores de habérsele hecho un poco de caso. Con una cultura enciclopédica, hacía vida de sabio patricio, marginado por la España oficial y admirado por un sinfín de estudiosos e intelectuales. Su legado además de sus libros y una vida arrolladora llena de fuerza, espíritu y tesón creador es el Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC), que pretende reformar el régimen de la partitocracia a una democracia representativa. Su 90 cumpleaños, celebrado por un nutrido grupo de admiradores suyos en Santo Domingo de la Calzada el pasado verano, resultó ser su gran despedida de un mundo en el que pudo serlo todo de haber querido comerciar con sus ideas. Republicano combativo como era, con serios desencuentros con Juan Carlos I, queda en la memoria su precioso llamamiento al Rey Felipe VI a ponerse enfrente de la manifestación de la Nación para salvar la Corona y a España ante la amenaza separatista. Descanse en paz un grandísimo español al que la patria no correspondió su inmenso amor desplegado.