The Unending Gift

miércoles, julio 30, 2014

TURQUÍA Y QATAR PLANTEAN UNA TREGUA QUE BRINDE LA VICTORIA A HAMÁS

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Jerusalén
ABC Miércoles, 30.07.14


Su propuesta dejaría intacta la infraestructura bélica de la milicia islamista y desprestigiaría la actitud pacifista de Mahmud Abas

El plan egipcio Es más aceptable para Israel, ya que condiciona la apertura de la frontera al desarme de Hamás

El drama está en marcha y su fin no es previsible por mucho que se multipliquen, como en la tarde de ayer, los rumores de un «alto el fuego» o de «acuerdos de principio». Las bombas caían ayer por la tarde y la cifra de muertos aumentaba. Hasta cuándo, nadie lo sabe. Hubo una fase inicial de esta crisis, cuando Israel solo había respondido desde fuera de la Franja a los cohetes de Hamás, en que pudo ponerse fin a todo. Si hubieran callado las lanzaderas de los terroristas. No lo hicieron. Y fue lo que provocó el paso ya irreversible y de inmenso coste que el Gobierno israelí intentaba ahorrarse: la operación militar terrestre. El primer ministro Benjamin «Bibi» Netanyahu la quiso impedir a toda costa. La principal razón como siempre era la resistencia a entrar en una ratonera como son los laberintos del paisaje urbano de Gaza, llenos de bombas trampa, repletas de sorpresas mortales y francotiradores. Porque las bajas de soldados israelíes se dispararían y la exigencia de resultados que permitieran a la sociedad israelí asumir esas muertes, necesariamente generaría más tragedias también en el otro lado. Todos son conscientes de que son imposibles de evitar las muertes civiles en una operación semejante, especialmente si el adversario no hace nada por evitarlas sino todo lo contrario. Para una parte los muertos son una tragedia y un duro revés político. Para la otra, un sacrificio justo que solo le beneficia y fortalece.

Una nube de humo se levanta sobre los edificios del barrio de Tuffah, en el este de Gaza, tras un bombardeo israelí

La otra razón estaba en que claramente se seguía el plan de Hamás con aquella operación terrestre. La organización islamista se encontraba en una situación desesperada. Su gobierno está en quiebra. Sus 43.000 funcionarios no cobran el salario. Los dineros no fluyen porque la alianza con Irán, Hizbolá y el maltrecho régimen de Siria no tiene la fuerza de antaño. Los suníes de Hamás sufren con la pérdida de apoyos allí con los chiíes, la división sectaria en el islam que estalla brutalmente en todo Oriente Medio. Y Qatar, su principal fuente de financiación y apoyo político, tampoco paga sin contraprestación.

Pérdida del apoyo egipcio

Además, fue inmenso el revés que supuso para su comercio, su tráfico de armas y llegada de fondos el golpe militar del general Al Sisi en Egipto. De un día para otro desapareció el apoyo de los Hermanos Musulmanes que pasaron del gobierno a la clandestinidad. La frontera de Gaza con Egipto quedó aun menos permeable que la de Gaza con Israel por la que pasan artículos de primera necesidad. Así las cosas, Hamás necesitaba un enfrentamiento. Ahora ya ha expuesto sus fines. Dice que no habrá paz hasta que se levante lo que llama «bloqueo». Y exigen pasos fronterizos abiertos, un puerto de mar y un aeropuerto. Las estrictas restricciones en los puestos fronterizos de Israel y Gaza se remontan a 2007, cuando Hamás toma el poder allí en enfrentamiento armado con Al Fatah. Gaza pasa a controlar toda la Franja, mata a centenares de miembros de Fatah e impone un régimen de terror. Desde ese momento toda actividad en Gaza –muy en contraste con Cisjordania, gobernada por la ANP– pasa a supeditarse a la acción terrorista. Así Gaza, abandonada por los israelíes en una acción asumida como modelo de retirada de territorios ocupados, con desmantelamiento de asentamientos, se convierte en una inmensa base militar terrorista en la que, voluntaria o forzosamente todos se doblegan a los intereses de Hamás.

Tras la exigencia de un levantamiento del «bloqueo», me comenta un destacado miembro del equipo de Netanyahu en un restaurante en Jerusalén, está «la estrategia de Qatar y Turquía». Que consiste en lograr un alto el fuego con medidas de apertura en la frontera. Con lo que sería un éxito que Hamás atribuiría a su lucha con los cohetes contra Israel. Desprestigiaría la actitud pacífica de Abu Abas y la ANP en Ramala. Y dejaría intactas la infraestructuras que hayan sobrevivido a esta ofensiva. Frente a esta propuesta está la de Egipto, que mi interlocutor calificó sin ambages como la propia. Que condiciona toda relajación en la frontera al desarme de Hamás. Y que ha puesto en circulación de nuevo el concepto de la desmilitarización de Gaza. A nadie se le oculta que tras ella está la intención de Egipto e Israel de ofrecer a la maltratada población de Gaza un futuro sin Hamás. Pero claro está que para ello hay que quebrar a esta definitivamente. Sin que los efectos lleven a que se beneficie alguien más radical aun como los yihadistas del Isis, ya presentes en Gaza. Entre estas opciones hay otra intermedias quizás más realistas para acabar con la guerra. Pero Israel está decidido, porque lo exige la sociedad, a que Gaza deje de ser fuente de permanente agresión. La precariedad mantenida hasta ahora ya no es sostenible. El Gobierno que no sea eficaz en ello será devorado electoralmente por otro.

martes, julio 29, 2014

LA DEFENSA DE ISRAEL

Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 29.07.14


El Estado de Israel tiene un sentido supremo que es el de proteger a su pueblo, el judío, después de todo lo sucedido en el siglo XX

«YO siempre he creído en el diálogo. Y siempre he ido a hablar con los palestinos. También cuando aquí no gustaba», comenta. «Pero ahora mismo yo me negaría a que mi primer ministro ponga fin a la operación sin concluirla». El primer ministro Netanyahu ha sido literalmente arrastrado a entrar en Gaza por la campaña de cohetes de Hamás. En el sur del país no hay calma nunca, pero las últimas tres semanas han puesto a todos los israelíes en estado de guerra. Y en ese estado se hallan. Y con los intentos de infiltración se han convertido en obsesión los túneles, no de aprovisionamiento sino de agresión. «Netanyahu no tenía esta vez alternativa. No quería entrar en Gaza y quería parar. Parar aquí con la opinión pública israelí es muy difícil. Porque si te atacan después, te responsabilizan de no haber cumplido con tu deber». Quien así hablaba ayer en una sala del Knesset, el Parlamento israelí en Jerusalén, era Nachman Shai, periodista de larga experiencia y diputado laborista en la oposición. «Siempre he creído en el diálogo. Pero nunca permitiría que mi jefe de gobierno dejara sin respuesta un ataque. Las agresiones jamás pueden quedar impunes. En esta región es suicida».

Porque si el dilema moral estuviera entre sus propias vidas y las de los inocentes que invariablemente el terrorismo de Hamás convierte en escudos y en carne de cañón, quizás la elección fuera más difícil. Pero lo que está en juego frente a las víctimas inocentes que la operación militar produce en Gaza es la vida de todos y cada uno de los niños israelíes. Y sus padres, madres y abuelos. Hasta el más hipócrita propagandista del terrorismo islamista, figura tan frecuente en la izquierda española, sabe que todo niño, todo civil inocente muerto en Gaza es una losa más para Israel y una victoria para sus enemigos. Que a Hamás le sirven niños muertos a ambos lados. Mientras Israel intenta evitarlos a toda costa a ambos lados. Las fotos de los niños palestinos se difunden sin cesar, incluso cuando resultan falsas y proceden de otras matanzas, con muchos más niños muertos, por cuya suerte nunca se ha protestado, como las de decenas de miles de niños árabes muertos en Siria. Para evitar más niños muertos ha metido Israel a sus reclutas jóvenes y ha perdido en dos semanas a 47 de ellos. Y ha limitado sus operaciones a las zonas fronterizas. Ha encontrado mucha resistencia y un Hamás crecido y bien organizado. Con auténticas ciudades subterráneas. Pero la opinión pública está masivamente de acuerdo con la operación. «Nos fuimos de Gaza, destruimos los asentamientos, las sinagogas, los cementerios. Dejamos Gaza para ellos. Mire lo que han hecho. Todo el dinero lo invierten en infraestructuras y equipos para el terrorismo. Imaginen que hubiéramos hecho eso con Cisjordania. En Jerusalén este». El Estado de Israel tiene un sentido supremo que es el de proteger a su pueblo, el judío, después de todo lo sucedido en el siglo XX. Un estado judío que no protege a sus ciudadanos no tiene sentido. Por eso, nadie diga que es desproporcionada la respuesta. Israel utiliza sus medios para poner fin a las agresiones a sus ciudadanos, Israel no quiere matar a palestinos aunque tiene los medios para ello. Mientras Hamás sólo vive para tener los medios para matar judíos. Israel tiene que proteger con todas sus fuerzas a todos sus ciudadanos. Si no lo hace, perdería sentido. Y los judíos se desperdigarían por el mundo. Y la civilización perdería a la única sociedad abierta que tiene aún voluntad de defenderse, que vive en tolerancia con la firmeza de principios para luchar por sobrevivir.

domingo, julio 27, 2014

ALTÍSIMO PRECIO, AÚN PROVISIONAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 26.07.14


El Gobierno israelí considera que aún no es momento para el alto el fuego, tras haber pagado un fuerte coste político

El alto el fuego en Gaza, el que propuesto por Egipto se negó a firmar Hamás antes de que comenzara la operación terrestre israelí, puede estar más cerca. Pero no llega este fin de semana como algunos esperaban. El Gobierno israelí rechazó ayer por unanimidad la propuesta de alto el fuego presentada por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry. El alto el fuego propuesto para siete días entraba en vigor de forma inmediata. El Gobierno israelí considera que no se dan aún las condiciones para el alto el fuego una vez que la operación militar está en marcha y pagado ya el inmenso coste político y propagandístico que supone para Israel.

El conflicto se extendió a Cisjordania, donde hubo fuertes tumultos en la convocatoria de la jornada de la ira del viernes. Con el resultado de seis palestinos muertos con lo que se superan ampliamente los 870. Hamás tiene cumplidos sus objetivos propagandísticos. Y con ello políticos y recaudatorios. Y habría tenido un éxito adicional con el plan de Kerry si lograba incluir condiciones políticas como el levantamiento de su cierre de fronteras.

Israel, una vez asumida la catástrofe en relaciones públicas que toda operación de este tipo supone, parece decidido a completar sus objetivos militares. Los túneles y lanzaderas, depósitos de armamento y cohetes, han sido destruidos pero sus autoridades militares parecen haber solicitado tiempo. El Gobierno Netanyahu no puede dar hoy por concluida como un éxito esta operación. El daño para Israel es grande más allá de las muertes de soldados, que ya duplican la cifra total de la anterior operación terrestre.

La suspensión de vuelos durante dos días fue una victoria para Hamás que, de forma precipitada y generosa, otorgaron a los terroristas las compañías de Europa y EE.UU.. Aunque atribuible a la conmoción por el derribo del avión malasio sobre Ucrania, en Israel generó inmenso malestar. Y la hostilidad hacia Israel se ha disparado con un antisemitismo alarmante en muchas ocasiones. De forma especialmente nauseabunda en España, por cierto y por desgracia.

viernes, julio 25, 2014

LENGUA Y APARIENCIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 25.07.14


¿Por qué hay tanta gente en Cataluña en estos momentos que te habla ex profeso para que no le entiendas?

ME sucede continuamente en las redes sociales que se dirigen a mí en catalán. Lamento no hablarla porque toda lengua suma riqueza. Vengo de un entorno y una tradición políglota, especialmente por mi parte centroeuropea, en la que dominar cinco o seis lenguas y defenderse en otras tres o cuatro no era algo extraordinario. Lo dicho, al no ser catalán una de las lenguas que hablo se lo hago saber al interlocutor. Y no se lo hago saber en alemán o inglés, ni en esperanto, serbocroata o yiddish. Sino en la lengua común que hablamos los dos. Que es el castellano o español, que debemos dominar por ley todos los españoles y hablan otros 450 millones de seres humanos. En la mayoría de los casos en que obtengo respuesta, me llega, créanselo, otra vez en catalán. Ahí suelo cortar el diálogo. Pero no siempre. Con algunos he intentado prolongar mi argumentación en favor de la lengua común. Y ellos han respondido en catalán. Llegado aquí, querrán algunos que exprese ese sinsentido de que «no tengo nada contra el catalán». ¿Qué puedo tener yo contra una lengua? Contra una lengua muy cercana al castellano y que, escrita o hablada en según qué partes de Cataluña, entiendo razonablemente bien. No hay desafecto posible ni por lejana ni por remota. No lo hay contra ninguna otra. Ni contra el chino ni el swahili ni ninguna de las ochenta lenguas y sus mil dialectos que supongo habrá en el estado indio de Uttar Pradesh. ¡Qué menuda autonomía, con sus 200 millones, y no quieren independencia! Por la misma razón que no tengo nada contra ningún país ni contra ninguna raza o paisanaje. Es una ofensa atribuir a alguien tales fobias primitivas. Por mucho que las tribus las cultiven.

En ningún rincón del mundo –salvo trastornos muy puntuales de conducta– se encuentran personas que, pudiendo entablar comunicación y entenderse en una lengua común con un extraño, recurran para hablar con éste a otra en la que no hay entendimiento posible. Más allá del odio que siembra a diario el nacionalismo,… más allá de las cansinas y grotescas letanías del victimismo… ¿por qué hay tanta gente en Cataluña en estos momentos que te habla ex profeso para que no le entiendas? Cabe sospechar que no quieren salirse de su muy frágil guión. Que muchos de ellos pretenden muy firme y radical sobre muy frágiles fundamentos. Toda una metáfora de la negación de la realidad que el nacionalismo promulga. Y que impone a todo el que quiera seguir haciendo una vida razonablemente normal. Han logrado, con toda la colaboración de la desidia y ceguera del poder central de 35 años, crear en estos años últimos un estado permanente de emergencia identitaria, en el que la adhesión individual al proceso sedicioso es requisito imprescindible para recibir el trato de ciudadano de pleno derecho.

El activismo contra las leyes y la Constitución se prima, promueve, aplaude, financia y recompensa desde las instituciones públicas. Mientras la lealtad a las leyes y al marco constitucional en cuanto se manifiesta, se persigue, ridiculizado, vilipendiado y sometido a represalias y al desprestigio social hasta la muerte civil. Si la catástrofe no se consuma y el espíritu de la ciudadanía, de la libertad y la igualdad, del respeto a las leyes se impone, se verá que han sido muy pocos los ultras del separatismo que han marcado tono, cadencia y volumen. Los que reaccionan con ira ante un manifiesto como el de Libres e Iguales, que apela tan solo a la serenidad, a la verdad y a la ley. Se verá, como tras tanto régimen finiquitado, casi nadie era de verdad lo que pretendía. Que querían hablar las dos lenguas. Y, por fin una verdad, que les habían prohibido entenderse. Es la necesidad de la apariencia. Es el poder de la mentira.

martes, julio 22, 2014

EN LA DUDA, CONTRA OCCIDENTE

Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 22.07.14


En España, desde el ministro de Exteriores a la última becaria radiofónica, todos tienen el corazoncito prendado de Rusia

DOS conflictos tienen al mundo en vilo en estos momentos. Se disputan ambos con fiereza en todos los sentidos, el tiempo y la prioridad en los medios de comunicación del mundo. El derribo del avión de MH17 y el secuestro de los restos, todo indica que por milicianos separatistas de Ucrania controlados por Rusia, y la operación militar israelí en Gaza, con su creciente número de víctimas, compiten en crueldad, en gravedad y dramatismo. Y una vez más, la opinión hegemónica en los medios en España revela nuestra permanente anomalía. Mientras en todos los países europeos se producen todo tipo de opiniones, muchas vehementes, vuelve a ser evidente que en los medios españoles siempre tienen supremacía la postura objetivamente hostil a los intereses y criterios de una sociedad libre y abierta. Igual que en el debate nacional parece proliferar en amplios sectores el lema «en la duda contra España», en la política internacional es «en la duda contra Occidente». Resulta terrorífico comprobar además cómo al izquierdismo mediático se suma una infantilización del discurso y los conceptos que hace imposible una aproximación racional e informada a las tragedias de que hablamos. Nadie discute ya que Vladímir Putin rompió con todo intento de democratizar Rusia, que ha construido un régimen autocrático en el que disentir se paga con la ruina y marginación, cuando no la muerte. Nadie discute que ocupó y se anexionó una parte de un país vecino. Nadie discute que quería a Ucrania en Eurasia para convertirla en otra dictadura disfrazada. En Ucrania ha habido elecciones en mayo, celebradas con pulcritud y gran participación y con un presidente con mayoría absoluta salido en primera ronda. Pese a tanta intoxicación y diatriba sobre supuestos poderes neonazis en Ucrania, el voto a la extrema derecha no llegó al tres por ciento. Ahora se da el derribo del avión malasio por esos grupos de mafiosos locales y mercenarios, pero también oficiales regulares llegados de Rusia. Ha quedado demostrado que armas y soldados se suministran, organizan y dirigen desde Moscú. Ucrania se esfuerza por deshacerse de los vicios totalitarios y homologarse con Europa. Mientras Rusia bajo Putin vuelve a sus peores fueros imperialistas y totalitarios. Pues en España, desde el ministro de Exteriores a la última becaria radiofónica, todos parecen tener el corazoncito prendado de Rusia.

Sobre Gaza casi no hay palabras para describir la mugre judeófoba y antisemita que ha surgido en los medios. Quienes no se inmutaron con colegios enteros de niños árabes masacrados por Assad, a quienes importaban un carajo los niños asesinados por Milosevic, llaman genocidio a una operación que ningún ejército del mundo podría hacer con menos bajas. Una operación que Israel intentó desesperadamente evitar. Hamás, después de matar a los tres chicos judíos, no dejó un día de lanzar cohetes. Israel abandonó Gaza hace muchos años. Ahora es una inmensa base terrorista cubierta por escudos humanos. Mientras los jefes de Hamás viven en el Golfo. Israel aceptó el alto el fuego propuesto por Egipto. Para no entrar en Gaza. Hamás lo rechazó. Hace seis días solo. Pues nadie se acuerda en España. Hay infamia suficiente para hablar de genocidio y comparar las bajas de esta operación, que hacen jóvenes soldados que se juegan y pierden la vida para evitar más bajas civiles, con los millones llevados a las cámaras de gas. Y después hablan de proporcionalidad. Israel es ya hoy la única nación occidental con voluntad, además de costumbre, de defenderse. Por eso existe esa democracia. Cuando nuestra democracia tenga enemigos como los suyos, los tiene ya casi, seguro que nosotros somos tan estupendos que lo solucionamos con una oportuna rendición ante el totalitarismo y la barbarie.

domingo, julio 20, 2014

(II) ENTREVISTA A R. SIKORSKI «SIN BASES DE LA ALIANZA ATLÁNTICA NO HAY SEGURIDAD»

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Varsovia
ABC Domingo, 20.07.14


ENTREVISTA A RADOSLAW SIKORSKI, Ministro de Exteriores de Polonia
(II)

—¿Es la OTAN para ustedes garantía de seguridad?
Europa tiene que ponerse seria con su seguridad. Porque no puede depender siempre de la protección de EE.UU. Por eso Polonia intenta dar ejemplo. Tenemos uno de los presupuestos de defensa más altos en relación al PNB dentro de la UE. También y especialmente en cuestión de compras. Tenemos unos 40.000 millones para nuevo equipamiento. Este esfuerzo debería ser común. La OTAN debe tener siempre la primera opción para actuar. Pero habrá crisis a las que tengamos que hacer frente nosotros, porque EE.UU. esté implicado en otro punto. En cuanto a la actual situación, esperamos solidaridad. Europa occidental haría muy mal si creyera que, porque nos tiene a nosotros en el flanco oriental, puede seguir consumiendo el dividendo de la paz sin cambiar de conducta. Primero, porque el flanco oriental tiene que ser reforzado. Ustedes tienen bases militares de la OTAN en el flanco sur, hay bases militares de la OTAN en todas las partes que están seguras. Nosotros en Polonia no estamos ni podemos ya sentirnos seguros. Porque un vecino nuestro ha sido víctima de una agresión. Por eso en la cumbre de la OTAN en Gales esperamos se apruebe un paquete sustancial de garantías para nuestra seguridad. Por consideración de los aliados ante la nueva situación. Por lo demás, cuanta más solidaridad percibamos de nuestros aliados, más estaremos dispuestos a compartir misiones en el exterior en interés de todo el continente. En las que tenemos una ya larga trayectoria de intensa presencia.

(I) ENTREVISTA A R. SIKORSKI «HAY QUE PERSUADIR A PUTIN DE SU ERROR»

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Varsovia
ABC Domingo, 20.07.14


ENTREVISTA A RADOSLAW SIKORSKI, Ministro de Exteriores de Polonia
(I)


De clara vocación atlántica, aboga por sanciones eficaces contra Rusia: «La reacción de Occidente ha sido insuficiente para modificar su actitud»

Derribo del avión «Lo que sucede en Ucrania oriental es una guerra de baja intensidad pero en escalada. Amenaza a toda Europa»

Ucrania inestable «Moscú quiere mantener crónicamente inestable a Ucrania, para impedir así que tenga éxito en su integración en el libre mercado y la democracia»

Crimea «Es un hecho que ninguno va a reconocer esa anexión. Y eso tiene importantísimas repercusiones legales, comerciales y prácticas»

Radoslaw Sikorski es ministro de Exteriores de Polonia. Y muchas más cosas. Es de los pocos políticos europeos que hoy pueden ser calificados como intelectuales. Pero también es un hombre de acción política por quien propios y extraños sienten admiración, temor o ambas cosas. Fue jovencísimo líder activista anticomunista en Solidaridad. Al declararse la Ley Marcial en Polonia, se quedó en el Reino Unido, adonde había ido a aprender inglés a los 18 años. Estudió en Oxford filosofía, política y economía. Se nacionalizó británico. Fue periodista en guerras y conflictos del «Sunday Telegraph» y del «Spectator», y ganó el World Press Photo desde Afganistán. Renunció a la ciudadanía británica al convertirse en ministro de Defensa de Polonia en 2006. Ya había sido viceministro de Defensa y Exteriores para entonces. Compañero de tertulias en Oxford del ahora primer ministro, David Cameron, y del hoy alcalde de Londres, Boris Johnson. Allí coincidió con su mujer, Anne Applebaum, brillante periodista y escritora norteamericana de origen judío polaco. Él ha formado parte de gobiernos con cuatro primeros ministros diferentes de partidos diferentes. Y es hoy candidato a muchas cosas. Su jefe de Gobierno, Donald Tusk, le propuso como jefe de la política exterior europea en lugar de Lady Ashton. Pero muchos le temen por su firmeza frente al presidente ruso, Vladímir Putin.

«Mi jefe de Gobierno ha tenido la generosidad de proponerme». También se habla de él como comisario. El ministro Radoslaw (Radek) Sikorski es ya, pese a su relativa juventud con 52 años, símbolo de la proverbial vocación atlántica de Polonia. Y de su firmeza frente a toda tentación totalitaria que vuelve a surgir en su gran vecino oriental. Pero también contra toda tentación de apaciguamiento desde otros países europeos que puedan pretender compromisos que cuestionen o condicionen la soberanía democrática y su defensa. Por su trágica historia en pasados siglos, Polonia juega un papel determinante en la concienciación de una Europa siempre muy flaca de memoria. Este ministro ha asumido un protagonismo para ello en la generación política europea actualmente en el poder.

En el día del derribo
Sikorski recibió a ABC en el ministerio en Varsovia, prácticamente a la misma hora en que se producía la tragedia del vuelo de Malaysian Airlines, derribado por un misil sobre Ucrania oriental. Horas después, en plena conmoción por la matanza, Sikorski nos hizo llegar su reacción. En ella expresaba el pésame por las víctimas y añadía: «Es una tragedia inimaginable. Quiero recordar que este martes, tras mi última visita a Kiev, había avisado de que uno de los hechos más inquietantes en Ucrania era que los separatistas dispusieran de sistemas avanzados de misiles tierra-aire». Sikorski advierte: «Lo que sucede en Ucrania oriental es una guerra en principio de baja intensidad pero en escalada. Nadie puede ignorarla porque afecta y amenaza a toda Europa, no solo al bastión oriental que somos nosotros». El ministro polaco no ha cejado en la defensa de la integridad territorial y soberanía de Ucrania, y es firme adalid del fortalecimiento de la presencia de la OTAN en todo el flanco oriental de la alianza. Es además un infatigable luchador en contra de una propaganda rusa que se reveló muy eficaz en la crisis ucraniana, en especial en países más alejados de Rusia, como España.

 —Polonia vuelve a estar en el centro del huracán en este año de efemérides. En el flanco oriental del continente, donde se libra una guerra. Pero a cien años del comienzo de la I Guerra Mundial, a 75 de la II Guerra Mundial, a 25 de la caída del Muro y de las primeras elecciones libres, a diez años del ingreso en la UE, reconocerá que, para lo que han pasado los polacos en un siglo, están en el mejor momento…
 —Quiero recordar que también se cumplen quince años del ingreso en la OTAN. Cierto que en estas dos décadas nos acercamos en infraestructura y bienestar al resto de Europa. Antes nos alejábamos. Es muy interesante la comparación con España. A finales de los cuarenta, el nivel de vida de Polonia y España eran comparables. Tras cuatro décadas de comunismo aquí, ustedes eran cuatro veces más ricos que nosotros. Aunque no tuvieran democracia, sí tenían economía de mercado. Ahora avanzamos y en una década esperamos ser contribuyentes netos.
 —Hablemos de sus dos grandes vecinos. Alemania despierta dudas. La crisis de los espías, pero también otros gestos, ha generado preocupación ante un creciente antiamericanismo. A partir de ahí siempre surge ese fantasma de su posible neutralismo o de su alejamiento del anclaje occidental, de la OTAN…
 —En referencia al caso de los espías debo decir que los aliados no se deben espiar entre ellos. Esa es mi opinión personal. En cuanto a lo otro, en todos nuestros países hay diferentes estados de opinión. Pero el Gobierno alemán, el presidente alemán, son gentes que lucharon por la libertad. Son personas que saben muy bien que los lazos atlánticos son la piedra angular de toda la Europa unida y en libertad. No tenemos ninguna preocupación respecto a la genuina vocación atlantista de la dirección política alemana.
 —Su otro gran vecino histórico, Rusia. Una vez más visto desde Polonia como amenaza. Por primera vez después de 70 años hemos visto muy cerca cómo se vuelven a cambiar fronteras internacionales por la fuerza. Cómo Rusia invadió, ocupó y anexionó un territorio de un país vecino, Ucrania. Todo el mundo parece dar por zanjada ya la suerte de Crimea.
 —No, en absoluto. Porque es un hecho que ninguno de nosotros va a reconocer esa anexión de Crimea. Y eso tiene importantísimas repercusiones legales, comerciales y prácticas en todos los campos, y para todos los implicados. Y, en especial, para el país que controla Crimea. Me alegra que al plantearme la pregunta revele que no cayó usted como tantos en la argumentación de la propaganda. Que aludía al maltrato y discriminación de los rusos en Crimea. Lo cual es absolutamente falso. No había ninguna discriminación del ruso. Al contrario. Lo que hemos visto y no puede pasar es que un país cambie las fronteras de otros más pequeños por falsos pretextos, por la fuerza y en violación de todas las leyes y tratados internacionales. Eso es inaceptable. Y estoy muy satisfecho de que, lentamente, pero de forma creciente, las sanciones van aumentando. Los americanos ya lo hacen con fuerza. Para nosotros es más difícil porque hay que coordinar a 28 y no dar una simple orden ejecutiva como puede hacer Obama. Pero lo más importante es que seamos conscientes de nuestros errores anteriores. Que seamos conscientes de que desde que comenzó esta crisis en Ucrania en octubre pasado, nuestra reacción desde Occidente siempre ha sido insuficiente para afectar a la conducta de Rusia. Eso tiene que cambiar. Nuestras acciones tienen que ser capaces de modificar la conducta de Rusia. Es cierto que Moscú quiere mantener crónicamente inestable a Ucrania. Para impedir así que tenga éxito en su integración en el libre mercado y democracia. Es lógico que Putin tema el éxito de Ucrania. Porque sería una grave amenaza ideológica para su poder. Los dos pueblos, el ruso y el ucraniano, son muy cercanos. Si Ucrania logra prosperidad en democracia, los rusos comenzarían a tener ideas parecidas. Y esta posibilidad alarma a Putin.
 —En todo caso, Putin se verá tentado a buscar siempre en el exterior la solución a crisis u oposición interna.
 —Eso me temo. Si los apoyos populares los consigues no con éxitos económicos sino con aventuras exteriores, es fácil la tentación de recurrir una y otra vez a las mismas. Por eso es tan importante que reaccionemos bien esta vez. Que las sanciones sean eficaces. Y que logren persuadir a Putin de que hay otros caminos. Que le hagan ver que la senda que ha tomado no es rentable, que es además contraproducente. Las sanciones y las medidas a tomar deben ser argumentos sólidos para que Rusia vea que le compensa cambiar de conducta. No estamos interesados en castigar ni arrinconar a Rusia. Al contrario, Polonia está más expuesta que nadie y afectada por tanto. Tenemos con Rusia proporcionalmente el doble de comercio que Alemania. Y muchas veces el de España. Somos los primeros que queremos una Rusia democrática y próspera. Pero somos los primeros también que no podemos permitir aquí un callejón sin salida en la historia. 

PUTIN ES QUIEN MUEVE LOS HILOS. CATÁSTROFE AÉREA EN UCRANIA. LAS CLAVES DEL CONFLICTO.

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 19.07.14

La tragedia del avión revela la imposibilidad de centrar el conflicto en una zona, la guerra afecta ya a todo el continente


No hay aún pruebas concluyentes. Pero, por los datos de que disponen los servicios secretos occidentales y también por el tenor de las reacciones rusas de ayer, se fortalecen los indicios de que el misil que derribó el Boeing 777 de Malasian Airlines fue disparado por separatistas rusos en Ucrania oriental. Y todo indica que Moscú considera que existen tantas evidencias que resulta inútil negarlo. De lo que hay abrumadores indicios ya ahora es de que esta tragedia con sus 298 pasajeros muertos en el Boeing 777 de Malaisian Airlines abatido supone un hito de enormes consecuencias, aún imprevisibles, para la crisis en Ucrania, para toda Europa, para las relaciones internacionales y muy especialmente para Rusia y Vladímir Putin.

REUTERS    Un periodista fotografía los restos del avión malasio derribado

El papel de Europa
Ya no se puede minimizar el conflicto. Como dijo ayer Obama, esta tragedia revela la imposibilidad de circunscribir a una pequeña región este conflicto que se produce por la voluntad de Rusia de imponer su voluntad a su vecino. Obama se unió a quienes advierten de que la Europa que intenta minimizar todo conflicto con el presidente ruso, Vladímir Putin, por intereses comerciales y económicos debe tomar conciencia de que esta guerra en un rincón oriental, aparentemente remoto, afecta a todo el continente. Y puede escapar al control de los responsables en cualquier momento.

La responsabilidad de Rusia
El sueño euroasiático de Putin. El principal responsable de este conflicto, el hombre que quiso reintegrar a Ucrania en un proyecto eurasiático que frustrara los sueños y la vocación europeísta de Kiev, es Putin. Todo indica que precisamente él, que ha estado moviendo los hilos y las fronteras, ha perdido por un instante el control sobre los hombres a los que manda, paga y arma. Y sus peones han causado una terrible carnicería. Que deja en evidencia toda la estrategia y los medios, pero también todos los engaños del Kremlin en esta aventura. Las pretensiones de Moscú de no tener nada que ver con los separatistas han demostrado ser tan falsas como sus promesas de retiradas militares de su frontera con Ucrania.

Las excusas del Kremlin
Y sus versiones contradictorias. Moscú debió entrar en pánico cuando comenzó a llegarle información sobre lo realmente sucedido. Porque las contradicciones entre diversas versiones difundidas por medios oficiosos son llamativas. Ayer ya centraba el Kremlin sus acusaciones contra Ucrania en el hecho de que Kiev permitiera el sobrevuelo de la región de conflicto. Dice el Kremlin que de no haber lanzado Kiev su operación para retomar por la fuerza el control de sus regiones orientales autoproclamadas repúblicas independientes rusas, nada de esto habría sucedido. Es una débil defensa ante la monstruosidad del hecho. Que parece ya cristalizar en el peor escenario imaginable para un Vladímir Putin, cuyo permanente apoyo y suministro de armas a los rebeldes rusos es un hecho incontrovertible.

Es muy significativo que mientras el jueves aún Rusia lanzó versiones alternativas sobre la autoría ucraniana del lanzamiento del misil –llegó a hablar de cazas ucranianos–, ayer se limitó a acusar a Kiev del deterioro de la situación en la región. El propio embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, aludió en el Consejo de Seguridad a muchas supuestas atrocidades de Kiev. Hasta al incendio de Odessa que, según Moscú, fue una matanza orquestada por el gobierno ucraniano. Pero en absoluto acusó ya a Ucrania de derribar el avión.

Una frontera permeable
Armas y personal enviado desde Rusia El presidente Obama dijo que el incidente tiene que ser aclarado totalmente, pero que hay evidencias de que fue un misil tierra aire y que partió del territorio ocupado por las milicias rusas. Éstas cuentan con los misiles capaces de alcanzar al avión en su vuelo a 10.000 metros. Con esas armas han derribado varios aviones militares ucranianos. Al parecer es lo que creían hacer ayer, según unas grabaciones que posteriormente borraron pero ya en poder de ucranianos y norteamericanos. Son un armamento sofisticado que requiere entrenamiento y asistencia de personal especializado. Este personal cruza la frontera desde Rusia desde que comenzó la crisis. Al igual que muchos de los oficiales y cuadros en las autoproclamadas repúblicas. La permeabilidad de la frontera ha sido y es permanente. En Moscú y en Rostov, hay oficinas de reclutamiento para acudir a Ucrania oriental, al territorio del estado vecino a combatir. El transporte de cadáveres rusos para ser enterrados en su tierra es también constante. Pero ante todo lo es el flujo de armamento. En la última ofensiva con reconquista de varias localidades, las fuerza ucranianas capturaron mucho material ruso y abundante documentación que prueban que las dos autoproclamadas repúblicas independientes son un artificio de Moscú que sin Moscú no habrían existido.

El fracaso de Putin
Su estrategia naufraga. En caso de probarse la autoría que a día de hoy parece probable, Putin se halla ante los escombros de una estrategia. En la que inicialmente siempre llevó la iniciativa y le cosechó grandes éxitos de popularidad en Rusia. El momento estelar de todo ello fue por supuesto la proclamación de la anexión de Crimea a la Federación rusa en el gran salón de Santa Catalina. Allí Putin se hizo festejar como el nuevo zar que devuelve a Rusia sus tierras, su dignidad y su grandeza tras décadas de oprobio y humillación. Allí habló del sacrificio y la vocación de grandeza y espiritualidad del alma rusa frente a la mezquindad, la vileza y la decadencia occidental, frente a la hipocresía de Europa occidental y EEUU. Putin gozaba esos días del fervoroso apoyo de más del 80% de la población rusa. Ahora, un día después de que EEUU incrementara sus sanciones contra Rusia, la tragedia del derribo del MH17 se convierte en el peor desastre propagandístico de Putin en una década. Con sus mentiras todas expuestas chorreando sangre de civiles europeos.

EL APACIGUADOR CULPABLE

Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 18.07.14


Los soldados holandeses condenaron a muerte a los musulmanes

QUE un tribunal holandés fallara el miércoles que el Estado holandés es responsable de la muerte de 300 musulmanes bosnios asesinados por las tropas serbias de Ratko Mladic es una noticia que a muchos llena de satisfacción. Porque aunque condene específicamente al Estado holandés, en realidad condena a todos los Estados que durante cuatro años no fueron capaces de proteger a la población civil en los Balcanes ante la evidencia de las matanzas. Y que solo se dejó llevar a una respuesta al agresor en Bosnia cuando el presidente norteamericano Bill Clinton, en reacción precisamente a Srebrenica, dijo «basta ya». Es una satisfacción para los familiares de las 300 víctimas sobre todo, para todas las víctimas de aquella guerra en general, para la sociedad bosnia y para todos quienes seguimos con los recuerdos muy marcados por la experiencia de aquella bárbara contienda. Aquella guerra la recordamos tanto por la infinita brutalidad y crueldad, como por la indolencia y la eterna equiparación y equidistancia entre víctimas y verdugos de que hicieron gala los países desarrollados tanto tiempo. Que hicieron posible que se alcanzaran esas cotas de ignominiosa fiereza. Que culminaron con aquella bárbara operación de exterminio de las tropas nacionalistas serbias dirigidas por Mladic y su jefe político Radovan Karadzic, pero organizadas y promovidas por el presidente Slobodan Milosevic desde Belgrado. Tras la caída en manos serbias de aquella ciudad el 13 de julio de 1995, que estaba bajo protección de unos 400 Cascos Azules holandeses, fueron ejecutados a sangre fría y enterrados en fosas comunes más de ocho mil varones musulmanes bosnios, entre los doce y los cien años.

Aquello no sucedía en estepas desérticas remotas. Sino en una guerra que cosechaba desde hacía cuatro años todo el interés mediático del mundo. Y cuando desde 1991 se venían produciendo los más bárbaros crímenes de guerra contra civiles, especialmente por las tropas del general Mladic. Hacía ya tres años de las primeras grandes operaciones de limpieza étnica en Foca y otras ciudades de Bosnia oriental que habían llenado los ríos de cadáveres flotantes. Pero en esos cuatro terribles años hubo mucho empeño por no identificar culpables. Hubo mucho esfuerzo por no ofender a quienes habían provocado la guerra y que, como la tenían preparada y contaban con gran superioridad de fuerzas, la iban ganando. Muchas cabezas cínicas en muchos despachos poderosos apostaron por una rápida victoria de los peores. Para que así volviera a haber calma. La ley del mínimo esfuerzo y sacrificio. Había que estar allí por la opinión pública. Pero hacer frente al agresor poderoso era otra cosa. Era la cristalización de esta Europa otra vez incapaz de estar a la altura de las circunstancias, ayuna de decisión y valor, sobrada de excusas, que se doblegaba una y otra vez ante la procacidad, la brutalidad y la falta de escrúpulos de Milosevic. La Europa cobarde escondida detrás de la ONU inútil daba tiempo, espacio y ocasión a las fuerzas serbias a sus conquistas a sangre y fuego. Esta condena a esas tropas tan europeas como las holandesas es una condena a la obsequiosidad ante el criminal y la pasividad ante el crimen. Los soldados holandeses condenaron a muerte a los musulmanes al entregarlos a sus verdugos. Y lo hicieron para no tener conflicto con estos. Por el bien de su armonía con las tropas serbias bajo Mladic célebres ya por criminales, los holandeses no intentaron mantener a los musulmanes, algunos casi niños, bajo su custodia. Ahora han sido condenados los apaciguadores. Como corresponsables del crimen. Ese es el gran triunfo de esta sentencia. Quienes no hacen frente al crimen se hacen corresponsables del mismo. Ni más ni menos. Tomen nota.

martes, julio 15, 2014

DE LA NOMENKLATURA A LA CASTA

Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 15.07.14


Lo de «la casta» se ha puesto de moda en España como insulto colectivo, arma arrojadiza para descalificar

CUANDO cayó el muro hace ahora un cuarto de siglo y se hundió el régimen soviético en toda Europa, el sistema comunista había alcanzado su cota absoluta de desprestigio. Había muy poca gente en el mundo, marginados, obcecados y fanáticos, que discutiera los crímenes y el fracaso general de aquel sistema que, prometiendo justicia, bienestar y felicidad, había alcanzado la máxima arbitrariedad, la más terrible miseria y un océano de dolor, muerte y sufrimiento. Pero no siempre había sido así. Cuando ya eran bien conocidos muchos de sus crímenes y abusos en la posguerra europea, había muchos millones de occidentales que querían sustituir sus democracias por regímenes soviéticos y muchos y muy destacados intelectuales defendían aquel sistema a pesar de la sangre y la tortura. El desprestigio real del comunismo no vino tanto por sus crímenes como por su fracaso económico, su ineptitud ante la modernización y la revelación de su monumental hipocresía respecto a la justicia social, su corrupción, su esencial amoralidad y el enriquecimiento de sus líderes. Dos libros marcaron el cambio de actitud frente al régimen, tanto dentro como fuera. El primero fue «La nueva clase», publicado en Occidente en 1957. Un terremoto. Lo escribió aquel admirable luchador y pensador que era Milovan Djilas cuando rompió definitivamente con Tito y entró en la cárcel. «La nueva clase» denunciaba una clase privilegiada y explotadora en el socialismo real, implacable gracias a los mecanismos de la pretendida dictadura del proletariado. El segundo fue el de Michael Voslensky, un historiador y economista del Comité Central del PCUS, que aprovecha un viaje a Viena para quedarse en Occidente y escribe en 1980 «Nomenklatura». Otra bomba. En ese libro se desmantela la falacia de esa sociedad del socialismo real en la que supuestamente han sido superados los antagonismos. Y se desnuda toda la inmensa estafa de unas clases dirigentes que aprovechan la falta de libertades para explotar a todos los demás con una brutalidad que en el capitalismo occidental ya era inaceptable décadas antes.

«La nueva clase», «Nomenklatura». Para la trilogía faltaba «La casta». Lo de «la casta» se ha puesto de moda en España como insulto colectivo, arma arrojadiza para descalificar. Aquí no hay intención de definir ni explicar nada. Pero se pretende el mismo efecto, la deslegitimación de todo el sistema. Y a velocidades actuales. Lo que tardó décadas en calar para el justificado desprestigio del régimen comunista debe conseguirse aquí en meses para dejar sin defensas al régimen democrático. Antes de las próximas elecciones. «Casta» es lema de arenga de combate. Se trata de incluir en esa «casta» detestable y detestada a todos los miembros de una clase política a la que se tacha de podrida en su integridad. Que esto sea incierto es lo de menos. Que este sistema tenga mecanismos de depuración que no tenía el soviético tampoco importa. Lo importante es que se apela a todos los afectos y sentimientos heridos en una sociedad en crisis y se propone, no soluciones, sino ante todo venganza. Y no ya contra los políticos, sino contra el sistema con sus instituciones. Motor fundamental en esta espiral del odio contra la «casta» de políticos y ricos indistintamente –aunque haya políticos muy pobres y ricos muy apolíticos– es el resentimiento. En realidad es la envidia, el más poderoso combustible vital para gran parte de los españoles. Que los principales promotores y beneficiarios de esta campaña sean gentes que proceden y son financiadas por una Nomenklatura real, la cubana y la venezolana, solo añade algo de sarcasmo a un proceso tan amoral y tramposo como peligroso, quizá letal, para nuestra democracia, nuestra convivencia y nuestras libertades.

domingo, julio 13, 2014

PUTIN, EN EL PATIO TRASERO YANQUI

Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo, 13.07.14


El presidente ruso viaja a Latinoamérica con el fin de abrir mercados para sus armas y su gas

    El presidente Putin ha cruzado el charco para ir a la final del Campeonato Mundial de Fútbol en Río de Janeiro. Pero ir a ver a Messi y a Kroos es solo una obligación puntual como anfitrión del próximo campeonato en 2018. Su objetivo fundamental es otro. Putin viaja a Latinoamérica como viajante de comercio y también algo como sembrador de cizaña. Por un lado necesita abrir mercados para sus armas y su gas. Sus clientes habituales en lo uno como en lo otro se han vuelto exigentes o se han enfadado con Moscú por su conducta reciente. Asaltar países vecinos, violar fronteras reconocidas por uno mismo y anexionarse territorio ocupado es una práctica no bien vista. Que suele tener consecuencias.

Putin, recibido en La Habana, con una imagen del Che a su espalda

    Aunque las sanciones occidentales a Rusia parezcan leves, las relaciones de Rusia con Europa y EE.UU. han entrado en una nueva fase. La luna de miel, basada en gran parte en un autoengaño occidental, ha concluido. Putin busca otros mercados pero además ve hueco para su presencia estratégica, política, económica y militar en Latinoamérica. Ahora ha viajado a Cuba, ha parado en Nicaragua, después Buenos Aires y Río. Castro, Ortega, Kirchner, tres miembros del frente antinorteamericano y una Dilma Roussef que no las tiene todas consigo y busca formulas de evitar ser el rostro de un fracaso. Putin ha dejado ya de simular ser un socio de EE.UU. y se siente cómodo como adversario y permanente retador. Lo quiere ser también en el patio trasero de Washington.

Cuba, la gran aliada

    Tiene Putin una aliada valiosísima en una Cuba dictatorial estable, con todas las expectativas de cambio político aplastadas y con una formidable penetración e influencia en Venezuela, en parte gobernada de facto desde La Habana. Pero también con gran peso en Bolivia y Ecuador. En Venezuela ya tiene Rusia una cabeza de puente con una considerable inversión portuaria en este país. También quiere invertir en el puerto de Mariel en Cuba y en Nicaragua, donde Daniel Ortega ya es presidente vitalicio y dictador en la práctica como los Castro en Cuba. Y como previsiblemente lo será Putin en Rusia. En todo caso, Latinoamérica, abandonada por la Administración Obama estos seis años, tiene grandes atractivos para un Putin que quiere y necesita una red de influencias y apoyos políticos internacionales para un futuro que se adivina conflictivo. La hostilidad hacia Washington sigue siendo quizás la más marcada característica de la política latinoamericana, aunque haya significativos casos que se distancian del mismo como son México y Perú.

    La evolución del gigante brasileño es una incógnita, aunque claro está que las grandes expectativas como potencia emergente y moderadora han quedado frustradas. En Fortaleza, Putin aprovecha la cumbre de los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica para tantear al nuevo presidente de la India, Narendra Modi y ver en encuentro bilateral al chino Xi Jinping. Putin sabe que su popularidad en Rusia que llegó al 85% en pleno frenesí sentimental con la conquista de Crimea puede evaporarse velozmente. Rusia no se mueve. No se desarrolla. Rusia no produce más que materias primas y millonarios. Como hace veinte años. Como cualquier país del Tercer Mundo. Cuando tenga cualquier problema interno quiere tener mucho apoyo exterior. Máxime si tiene que volver a recurrir a alguna aventura militar para forzar cohesión en casa. De ahí la lógica de este viaje de seducción por terrenos antiyanquis y antiliberales.

ALARMA POR DAÑOS GRAVES

Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 12.07.14

La presión de la opinión pública alemana se convierte en un serio problema de la cooperación en sistemas de información

Beneficiados Snowden, Putin y el espionaje chino gozan del espectáculo y no temen que se investigue a sus agentes en Alemania

     En Washington hubo silencio sepulcral. Tanto que ya está claro que el enfado es extraordinario. La decisión del Gobierno de Angela Merkel de expulsar al jefe de la CIA en Berlín ha dejado en estado de shock a los servicios de información de ambos países. Y no solo a ellos, la Administración norteamericana es tan consciente como la coalición gubernamental alemana de que se ha dado un paso que marca un desgraciado hito en las relaciones bilaterales, absolutamente decisivas para la cooperación trasatlántica y para la seguridad europea. La drástica decisión de Berlín, sin precedentes desde la Guerra Fría y jamás vista con un aliado, se produjo el jueves como respuesta a la detención de un segundo agente de los servicios alemanes (BND) que trabajaba para los servicios norteamericanos. Gobierno y partidos alemanes han mostrado tal consenso en apoyar y considerar necesaria esta represalia pública y manifestación hostil que todos, alemanes, norteamericanos y europeos deberían preocuparse.

     Hoy queda claro que van a ser mucho más terribles de lo jamás pensado los daños de las filtraciones de Eduard Snowden combinadas con esta detención de dos espías alemanes captados por los servicios norteamericanos como agentes dobles. La agitación contra el espionaje norteamericano de la NSA —solo contra el norteamericano— con entusiasmo populista en los medios alemanes ya había desatado una oleada de antiamericanismo que ha sorprendido a muchos por su amplitud y virulencia. Unido a la crisis de la OTAN con Rusia que despertó una considerable ola de simpatía hacia Vladimir Putin, la tensión de Berlín con Washington está alcanzando nuevas calidades o niveles que han de ser alarmantes para todos los responsables de la cohesión de los sistemas de información, defensa y seguridad de la Alianza Atlántica. Y para todos los Gobiernos que dependen de estos sistemas de información.

     Claro está que en Washington se debió reaccionar con estupor e indignación ante la respuesta pública alemana que es un gesto hacia la galería populista de la coalición bajo Merkel. Cuánto de esta medida espectacular para aplacar a una opinión pública soliviantada es idea propia de la canciller y cuánto se ha visto obligada a aceptar por presión del vicecanciller socialdemócrata Sigmar Gabriel no se sabe. Lo importante es que se ha considerado obligada a una acción que rompe tanta loza de confianza y tanto tejido de cooperación como la propia captación de agentes o escuchas a unos u otros. Los abusos en la comunidad de inteligencia dirimidos en el seno de la misma habrían limitado los daños. Parece sin embargo que, con las relaciones de espionaje ya en el escenario político y con plena publicidad, los daños comienzan a ser incontrolables.

     La presión de la opinión pública alemana se convierte en un serio problema de esa cooperación en la medida que, como ya perciben los políticos alemanes, esta nueva aversión a EE.UU. puede ya estar a punto de tener repercusiones electorales. Así, Eduard Snowden en su refugio en Rusia, su anfitrión, colaborador y beneficiario de sus operaciones, Vladimir Putin, así como también el inmenso aparato de espionaje chino volcado en Alemania, gozan del espectáculo y no temen un especial interés ni susceptibilidad de la prensa, ni de la clase política ni de la población alemana por sus propios agentes. Mientras, toda la estructura de los servicios de información de la defensa común occidental sufre la peor quiebra probablemente desde que existe tal como es.

UNA GRIETA DE MIEDO

Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 11.07.14


El antiamericanismo alemán, durante décadas silenciado por razones de peso, vuelve a pisar moqueta

EL Gobierno alemán anunciaba ayer que ha invitado al máximo representante oficial de la CIA en la embajada norteamericana en Berlín a abandonar el país en los próximas días. Esta noticia, de que Alemania expulsa al jefe de la CIA en su territorio, es un mazazo sin precedentes a las relaciones bilaterales. Este tipo de trato público de afrentas por espionaje solo se había dado con países de gobiernos totalitarios y marginales. Hasta con los enemigos en guerra fría, véase URSS o sus satélites, se intentaban encontrar fórmulas menos traumáticas y llamativas. Es este el último capítulo, de momento, de la escalada de la tensión por la revelaciones del espionaje norteamericano en Alemania. Si todo comenzó con las filtraciones de Eduard Snowden sobre las actividades de la NSA, la detención de dos espías, captados por la CIA dentro de los servicios secretos «hermanos» del BND, han desencadenado esta catástrofe para las relaciones. Por desgracia no estamos ante un conflicto puntual, más o menos grave, entre Berlín y Washington. Hace veinte todo habría sido diferente. La limitación de daños habría tenido máxima prioridad sobre cualquier forma de enfrentamiento o represalia pública.

Estamos en otra época y hay cambios esenciales en la percepción de estas relaciones en todo caso a este lado del Atlántico. Es significativo que Merkel se haya creído obligada a esta decisión tan drástica. Le habría gustado impedirlo. Pero su instinto político le ha dictado la necesidad de semejante medida. El antiamericanismo alemán, durante décadas silenciado por razones de peso, vuelve a pisar moqueta. Ha vuelto a salir del reducto de los neonazis y la ultraizquierda. donde estuvo enclaustrado desde el cerco soviético a Berlín de 1949. Y más grave aun, con la crisis financiera y económica de la UE también ha crecido el neutralismo alemán. Esto se ha puesto terriblemente en evidencia en los sondeos tras la invasión, ocupación y anexión por Rusia de tierras ucranianas. Los sondeos de opinión reflejaban unos cantos al alma rusa y simpatía por Putin que no mermaban por el reconocimiento de la brutalidad de la invasión y la violación del derecho internacional. Y no son solo los muchos intereses económicos, especialmente los contratos rusos de la mediana empresa del Mittelstand o el gas, lo que determina esta actitud. También el resurgimiento de unos lazos sentimentales con Rusia que siempre ha albergado el romanticismo alemán. El anclaje a Occidente en la OTAN y la UE no es cuestionado de momento más que por los izquierdistas radicales de Die Linke, tan pro-rusos y pro-Putin como la extrema derecha de Le Pen en Francia. Pero el alma alemana muestra indicios de que vuelve a no estar cómoda en su piel. Y ve un motivo para indignarse sobre todo por el hecho de que los espías malos en esta película son los norteamericanos. Cuando la propia hostilidad que se muestra al espionaje norteamericano quizás otorgue algo de razón a quienes desde CIA y NSA creen en la necesidad de recabar información por su cuenta. Merkel ha actuado porque se sabe frágil con opinión pública. Sabe que su vicecanciller Sigmar Gabriel quiere su puesto cuanto antes y ya piensa en un gobierno de izquierdas. Incluso si tiene que incluir al partido radical Die Linke, cuya hostilidad a la OTAN es lo que ha impedido alianzas anteriores. Con esa hostilidad antiamericana ahora preponderante, Gabriel no pagaría demasiado precio político por cambiar de alianza. Y podría tener una mayoría para acabar con Merkel mañana. Pero además, se abriría esa temida fisura a la OTAN en el corazón de Europa. Y seríamos aun más vulnerables en un mundo en el que se multiplican las zozobras.

DE LA DEMOCRACIA SUICIDA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 08.07.14


Si las instituciones entregan la calle a la violencia, nuestra democracia se suicida. Y en ello estamos

ACOSAR, zarandear, insultar y amenazar a parlamentarios es, según la Audiencia Nacional, uso legítimo de la libertad de expresión. Si además quienes acosan, zarandean, insultan y amenazan a los representantes elegidos del pueblo, lo hacen, «para reivindicar los derechos sociales y los servicios públicos frente a los recortes presupuestarios», entonces la sentencia da a entender que no hay exceso ni abuso posible, dadas las intenciones bondadosas. Terribles las conclusiones que podrían sacar algunos. Eran solo veinte los acusados por el violentísimo asedio al parlamento catalán el 15 de junio de 2011. Tampoco era cuestión de meterse en líos con mucha detención. Todos recordarán que se temió por la integridad física de los miembros del parlamento catalán. Sufrieron todo tipo de vejaciones. El presidente de la Generalidad tuvo que acudir en helicóptero. Los jueces han absuelto ahora a todos salvo a uno que pintó una cruz de pintura en la espalda de la diputada Montserrat Tura. A este se le condena a cuatro días de «localización permanente». ¡Pásmense! Pero tranquilos. Se le conmutó de inmediato la pena por el día que estuvo detenido el joven. No merecía menos comprensión este joven que «por defender los derechos sociales en contra de los recortes presupuestarios» se abalanzó sobre una diputada y la marcó en la espalda con pintura.

El juez Grande Marlaska ha emitido un voto particular. No se ha sentido cómodo con esta sentencia. No debe extrañar. Porque realmente es una sentencia de espanto. Que refleja una deriva que solo nos puede llevar al desastre. Es una sentencia impropia de un Estado de Derecho del siglo XXI construido sobre las enseñanzas duras y sangrientas del siglo anterior. Es una sentencia propia de la república de Weimar. De cuando los jueces ya no se atrevían a dictar sentencia alguna contra las bandas nazis y comunistas que se disputaban violentamente la calle. Llega esta sentencia cuando los sindicatos se presentan a presionar abiertamente al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que no aplique la ley a sindicalistas imputados en la violencia permanente de los piquetes mafiosos que no informativos. Y cuando un ministro de Justicia no se abochorna al declarar que hará lo que esté en su mano para que así sea. Tanto echar manos y hacer favores para que veranee Valentín Lasarte y pasee libre Josu Bolinaga, que intervenir como ministro para la impunidad de sindicalistas violentos parecerá una broma. No lo es. Y la sentencia que nos ocupa es una inmensa victoria para la violencia política. Como lo fue Gamonal. Como Can Vies. La Constitución y la unidad de España sufren una agresión sin precedentes. El PSOE tiene una crisis de identidad y «hamletea» en el dilema entre instituciones o revolución callejera. Ha surgido un movimiento totalitario paleocomunista que trae toda la voluntad y decisión para asaltar y destruir la frágil y desprestigiada democracia. En este contexto, con las instituciones resquebrajadas, la reconciliación nacional hecha añicos, el resentimiento social en ebullición, y la demagogia populista en su momento estelar, los jueces vienen a proclamar la impunidad con la violencia callejera. Que es la principal arma de quienes ya han anunciado su intención de destruir nuestro marco constitucional. La impunidad es la peste española. La enfermedad que nos impide reaccionar y nos amenaza con el Estado fallido. La impunidad de los ladrones de cuello blanco, la de los políticos corruptos, la de los golpistas y sediciosos separatistas, la de los terroristas, la de la violencia callejera. Todas son ya un peligro para esta maltratada democracia. Pero la impunidad en la violencia tiene efectos inmediatos. Si las instituciones entregan la calle a la violencia, nuestra democracia se suicida. Y en ello estamos.

ESTANCADOS EN EL ODIO

Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 05.07.14


Al igual que es difícil la entrada de Israel en Gaza, también es improbable esa Intifada palestina que algunos pretenden

Escalada de violencia y tensión en Jerusalén. Y llamamientos a la Intifada y a la guerra santa. Pero igual que es difícil que haya una entrada real de fuerzas israelíes en Gaza, es improbable que la escalada se consume hacia esa Intifada como pretenden algunos en el campo palestino. Por mucho que amenazaran estos pasados tres días de enfrentamientos y sobre todo ayer.

... e israelíes hartos de los ataques de Hamás
El lanzamiento de cohetes desde la banda de Gaza controlada por Hamás provoca la ira de la población israelí y los bombardeos de represalia del Ejército

Tras el entierro del joven palestino asesinado, supuestamente en acto de venganza por el crimen del secuestro y muerte de los tres adolescentes judíos. Israel ha advertido a Hamás de que o pone fin de inmediato a los lanzamientos de cohetes sobre el sur de Israel desde Gaza o puede entrar con los tanques a buscar las lanzaderas. Pero los ataques habidos no parecen suficiente para desencadenar una operación importante.

Y los ataques aéreos israelíes sobre Gaza han sido muy medidos con objetivos en edificios de Hamás. Tendría que cometer un gravísimo disparate en Hamás para que las fuerzas del ejército de Israel se vean obligadas a entrar en Gaza.

La escalada de tensión ha sido grave. Y los dos casos, el secuestro de los tres chicos, su búsqueda durante casi tres semanas y el terrible desenlace con el crimen añadido al joven palestino, han vuelto a demostrar que todo puede estallar por los aires en un instante. Pero el hecho es que no ha estallado. Y que básicamente está todo estancado. El llamado proceso de unidad palestina entre la Autoridad Palestina en Cisjordania y Hamás solo paraliza aun más todas las posiciones. Estancada está así toda iniciativa negociadora seria entre israelíes y palestinos.

Pero no parece haber tentación de Hamás de provocar un golpe de respuesta contundente del primer ministro Netanyahu. El alto el fuego que ha durado dos años entre Israel y Hamás podría volver a establecerse de forma inminente. Y si no lo hace, lo hará previsiblemente más tarde. El estancamiento principal, el del odio cuyo nivel ayer se desbordaba por las calles de Jerusalén. Todos estancados en él.

EL PLAN

Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 04.07.14


Si no se pone fin a la deriva de radicalidad, se llegará a la violencia en Cataluña, nadie lo dude

EL presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció hace mucho tiempo que tiene un plan para Cataluña. Se supone que es un plan para restablecer la legalidad y acabar con un desafío separatista que ya ha puesto a todo aquel rincón de España en virtual estado de excepción. El desacato es generalizado y no hay día en que no se anuncie desde una instancia oficial u otra un nuevo paso o iniciativa para el enfrentamiento con aquellos que defiendan el orden constitucional. Organismos financiados por la Generalitat hacen planes delirantes para operaciones militares, se multiplican los gastos en campañas contra la reputación de España en el extranjero y se ha llevado hasta el paroxismo la cultura del odio a España entre los niños. Capítulo aparte merece el panorama mediático catalán, subvencionado por el poder separatista hasta niveles grotescos. Pero también el permanente apoyo que el discurso separatista ha tenido en los medios en toda España. En los que comprensión y ponderación de los postulados separatistas contrastan con el desprecio y el afán de desprestigiar a toda defensa de la unidad nacional y la Constitución.

Desde hace más de dos años, el Gobierno asiste, dicen que impávido, en todo caso pasivo, a la organización de una insurrección contra España y su Constitución. Una acción sediciosa y golpista que se prepara a plena luz pública. Y nada ha pasado en Madrid. Pero sí en Cataluña. Donde todos están en manos de la brutal intimidación separatista. La desaparición de la defensa de una idea de España y la legalidad constitucional no es achacable a este Gobierno. Es una culpa colectiva de todos los gobiernos habidos desde la Transición. Y es uno de los grandes fracasos de nuestra historia. En los próximos pocos años se verá si es reversible. Si podemos volver a articular un estado viable o España se hunde en una disgregación catastrófica, pierde definitivamente el tren europeo y del desarrollo y queda como región crónicamente inestable y empobrecida. Esto no es ningún delirio catastrofista. Es un escenario mucho más plausible que la del Estado catalán feliz, pacífico y próspero junto a una España mutilada.

Ningún sondeo ni encuesta que hoy nos presenten sobre Cataluña nos dice realmente qué es lo que piensan los catalanes, sometidos todos ellos a un permanente y frenético bombardeo de propaganda agresiva de la Generalidad. Y abandonados a su suerte por el Gobierno de la Nación. Salvo a caracteres fuertes con vocación por la épica, a nadie se le puede pedir que se signifique en favor de la unidad de España para sufrir después en soledad las represalias por esa heroicidad. Así hemos llegado a la grotesca realidad en la que todos quienes se manifiestan en favor de la sedición y en contra de la ley reciben automáticamente aplauso, apoyo y gratificación oficial, mientras quienes se atreven a defender la legalidad son sometidos a acoso y aislamiento social y castigo por el gobierno regional. Mientras nadie les ayuda. Esta absoluta anomalía en un Estado de Derecho se ha tolerado durante décadas en ambigüedad. Desde que el proyecto separatista es explícito, la situación es intolerable. Pero se tolera. Y así se consolida la realidad ilegal. Y ya se habla de acuerdos sobre la base de concesiones, mala forma de disfrazar el triunfo de la agresión.

Si no se pone fin a la deriva de radicalidad, se llegará a la violencia en Cataluña, nadie lo dude. Y esa parte de España acabará gobernada por extremistas totalitarios, se llamen ERC, CUP o Podemos. Solo el restablecimiento de la legalidad puede evitarlo. Y es urgente. Pero la iniciativa corresponde a quienes han jurado hacerlo como condición previa a su acceso al poder y privilegio de sus cargos.

martes, julio 01, 2014

PEROGRULLADA SINIESTRA

Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 01.07.14


Conozco la historia de Europa del siglo XX. Lo impensable hoy, lo inconcebible, puede mañana ser realidad de espanto

«HEMOS fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte». Esta frase del comandante Che Guevara ante la Asamblea General de la ONU no revelaba nada nuevo. El régimen había llegado al poder seis años antes. Y no hacía pausa en la continua liquidación sangrienta de todas las personas sospechosas de desafección al régimen. El exterminio de la oposición organizada ya se había consumado para entonces. Todo entre rotundas afirmaciones de su líder, Fidel Castro, de que nadie quería implantar en Cuba una dictadura comunista. Que decir aquello era una feroz insidia. Hasta que no hizo falta la careta y quedó claro que se fusilaría mientras hiciera falta para el exterminio revolucionario de la reacción y el imperialismo. Así se hizo. Más de medio siglo después la dictadura cubana se mantiene, con su casta dirigente –-eso sí que es casta-– que hace vida de millonarios yanquis, mientras el pueblo cubano subsiste en triste miseria cotidiana. Generaciones no conocen sino pobreza, postración y miedo ante los poderosos. Campesinos, obreros e intelectuales murieron a miles ante el paredón y en las cárceles. Por el bien de la nueva sociedad sin explotadores ni explotados.

En España, millones escuchan y creen ahora cada vez más a una serie de personajes, omnipresentes en la televisión, que tienen sus referentes en el Che, en Fidel y en Chávez. Dicen que tienen una propuesta radicalmente nueva y moderna para un sistema justo e igualitario que sustituirá a esta «democracia corrupta». Lo cierto es que son agentes del sistema más viejo de todos los fracasados en el siglo XX. El nazismo es responsable del Holocausto, un crimen único en su sofisticación y perversión que costó la vida a seis millones de judíos y casi el mismo número de otras minorías. Pero el comunismo, con más de cien millones de muertos en su cuenta criminal, es el mayor y más activo asesino habido en la humanidad. Y ahora vuelve, metamorfoseado en protesta social y juvenil. Con muchas razones reales, como también las tenían los comunistas y los nacionalsocialistas cuando destruyeron la república de Weimar. En España cosechan ahora mismo un éxito fulgurante, gracias a una democracia débil, sin defensas, vaciada de convicciones e ideas por la mediocridad y la corrupción. Por traiciones toleradas y acatadas. La izquierda se desmorona ante su empuje. Son unos intelectuales comunistas que se han ganado bien la vida como asesores de regímenes bolivarianos en Latinoamérica, siempre bajo la coordinación de Cuba y sus servicios de información y la financiación de los petrodólares de Chaves y Maduro. Dicen que quieren una nueva democracia por vía pacífica. Pero sus manuales son los de aquel Fidel Castro que decía lo mismo. Cualquiera que haya leído un poco sobre las tragedias del siglo XX sabe reconocer en ellos toda la osada y taimada estrategia de quienes planean, de nuevo, el gran experimento social con seres vivos. Con seres humanos vivos. Dicen pretender una sociedad en la que no haya el mal de la explotación. Por lo que nadie representa el mal con más claridad que quienes nos oponemos a sus planes. Para alcanzar su meta han de acabar con ese mal, el discrepante. Castro lo hizo. Como todo comunista en el poder. Es perogrullada. Jamás se ha dado el Estado comunista que no haya matado y encarcelado a parte de su población. Todo es una cuestión de poder, como muy bien dice Pablo Iglesias. «Un disparate», me reprochan cuando digo que ellos repetirían los crímenes si pudieran y lo vieran necesario. Conozco la historia de Europa del siglo XX. Lo impensable hoy, lo inconcebible, puede mañana ser realidad de espanto.