The Unending Gift

sábado, septiembre 30, 2017

DISPARATES DIPLOMÁTICOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 30.09.17

Los defensores de Obama en el Departamento de Estado han impedido cerrar la embajada

El Departamento de Estado ha reducido a la mitad su personal en la embajada en Cuba. La causa son unos misteriosos ataques que han hecho enfermar a una veintena de miembros del mismo. Sufren fuertes dolores de cabeza, trastornos auditivos y visuales, mareos, pérdida de equilibrio, somnolencia y vértigo. Se parte de que se trata de un ataque con algún tipo de ondas. En el Departamento de Estado sugieren que el agresor podría no ser el régimen cubano, sino otro país, quizás Rusia. Dicen creer al ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, que hace días aseguraba en persona al secretario de Estado, Rex Tillerson, su interés en identificar y neutralizar el ataque. Otros recuerdan que el Departamento de Estado está cuajado de defensores de la política de Barack Obama de acercamiento incondicional a La Habana. A los que costaría mucho reconocer que dicho acercamiento, inútil cuando no contraproducente en el campo del respeto a los derechos humanos en la isla, pone además en peligro a personal norteamericano.
Lo cierto es que estos han logrado evitar que Rex Tillerson cerrara la embajada, como al parecer era su intención días antes. Como también han impedido que se obligara a Cuba a reducir su personal en Washington en la misma proporción. Esto ha sido protestado por el senador Marc Rubio. Como otros muchos, considera que desde que Obama restableció las relaciones con el régimen comunista para mayor gloria propia, EE.UU. hace casi tanto el ridículo en sus relaciones con Cuba como la UE. Todos los beneficios de las nuevas relaciones son ingresos para la cúpula del régimen, mientras la represión política ha aumentado. Por miedo al «contagio» del turismo «yanqui» y prevención de posibles efectos.

Además, como la UE, Washington ha caído en la grotesca contradicción de pretender una política de dureza contra la dictadura de Venezuela por su criminal represión mientras trata con inmerecida benevolencia a Cuba, amo y señor de la mafia comunista narcotraficante que gobierna en Caracas. Quizás Trump caiga en la cuenta de este disparate.

viernes, septiembre 29, 2017

DE TINTÍN A GUINDOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 29.09.17

Tiene razón Valls, la ruptura de España es el fin de Europa

FÍJENSE lo lapidario y exacto que ha sido Manuel Valls, el que fuera primer ministro socialista de Francia: «La independencia de Cataluña sería el fin de Europa». No le den más vueltas. Es así. Y no se dejen marear por la grotesca caza de papeletas y urnas, declaraciones, amenazas y pretensiones, patéticas admoniciones del gobierno de Madrid y desafíos macarras de los aprendices de pistoleros del separatismo callejero. El nacimiento del tintinesco reino del Cetro del Ottokar acabaría en una inmensa tragedia continental con muchas lágrimas y mucha sangre. Como acabó el proceso de anexión hitleriana de Austria y los Sudetes que describía Hergé en sus tiras por entregas en 1938. La farsa actual solo ha sido posible por la debilidad y los complejos de la democracia española y la mediocridad y cobardía de sus gobernantes. Corrompidos por las disfunciones de la Constitución, han alimentado sin cesar y por conveniencia propia a los enemigos del Estado. Aún hoy no quieren derrotarlos. Valls está en lo cierto. Europa ha entrado ya –las eleciones alemanas lo confirman, las austriacas el día 15-O lo ratificarán– en una era de inestabilidad y quizás definitivo adiós a su proyecto unitario. Surgirán incontables frustraciones, agravios y peligros para la convivencia y la paz. Todo ello sin necesidad de que una de las regiones más mimadas del continente como Cataluña, aupada al tigre maldito del nacionalismo, condene a todos los europeos a un proceso de descomposición e incendio generalizado. Para único beneficio del gran fracasado oriental, Rusia, que fomenta con interés y mucho dinero estos movimientos, también el catalán, para hacer fracasar a la fuente de su eterno agravio, Europa.

Si un movimiento sedicioso encabezado por Puigdemont logra por medio de una rebelión romper un Estado Nación como España y arrebatarle una parte de su territorio, nadie en Europa estará ya seguro. La legalidad y los estados nacionales podrían empezar a disolverse como azucarillos. La paz sería de nuevo imposible. El mito de la separación pacífica con el que los separatistas han engañado a los catalanes ya se ha resquebrajado. Ahora la única posibilidad de los enemigos de España está precisamente en el comienzo de un proceso general de desintegración política y social. Que haga de la destrucción de España uno de sus primeros capítulos. Por eso el pulso del referéndum es mera carnaza para el macarrismo callejero revolucionario. Salvo que se les vaya de las manos y algunos tengan la primera sangre que buscan. Lo que quieren los golpistas es sobrevivir en impunidad y con más poder económico. A partir del 2 de octubre el Gobierno de España se convierte en otro peligro para la unidad de España. Con su miedo al conflicto y su búsqueda de armonía por la concesión y la obsequiosidad vergonzosa. Como las ofertas de Luis de Guindos a tres días del mayor desafío a España desde la Guerra Civil. Si el Gobierno cediera y no castigara la sedición, la ruptura de España sería un hecho en pocos años. Porque el colapso de la autoridad precedería a la independencia. Rajoy parecería recomendar el golpismo como forma de presentar demandas. Para evitarlo es necesario otro golpe distinto, el golpe de timón a la nación que tantos españoles creen ya inaplazable. Por desgracia, no parece que hoy tengamos a nadie a la altura del momento histórico. En la Casa Blanca, ante cientos de periodistas, el presidente tuvo la ocasión de su vida de proclamar al mundo la vitalidad, historia y proyección de una nación antigua y unida como España cuya grandeza y épica tan bien se puede entender en EE.UU. Solo acertó a decir que no había referéndum porque todo es un lío y «no había papeletas».

UN TERREMOTO PARA LA UE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Lunes, 25.09.17


Terremoto en Berlín. Con muy serias consecuencias. Nadie sabe cómo será el próximo gobierno aunque solo puede ser uno formado por tres partidos ya predeterminados: CDU, FDP y Los Verdes. Tres formas muy distintas y en parte enfrentadas de verlo todo. A ver cómo establecen entre esas tres fuerzas una política razonable y coherente de la primera potencia del continente para Europa y para el mundo. En momentos de enormes retos y tensiones. Habrá problemas. Dentro y fuera. Estará el partido liberal, ese que el presidente francés Emmanuel Macron teme que sabotee el eje. Ahora que hay que reformar la UE. Y encima Los Verdes. Se hundían y van al gobierno. Con sus servidumbres y su ideología. No ayudarán. Ayer en televisión, la canciller Ángela Merkel templaba gaitas con ese «ya se verá» tan suyo. Pero nadie sabe bien cómo. Tampoco ella. Martin Schulz se lleva al SPD a la oposición ya. Allí estará el derechista AfD. Para «recuperar la patria alemana». Ayer se movió todo en Berlín mucho más de lo que parece. Se verá pronto.

martes, septiembre 26, 2017

ENEMIGOS DEL ESTADO Y DE LA VERDAD

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 26.09.17

No eran peligrosos nazis sino españoles hartos de tanta agresión impune

EL domingo pasado, los dirigentes comunistas de Podemos y diversos personajes de otros grupos afines, convocaron una asamblea para apoyar el golpismo en Cataluña. Cuyo fin es la destrucción de España. A cualquier europeo le sorprendería que se puedan celebrar así como así actos de apología y apoyo directo al crimen político. Porque no hay crimen político más grave que la sedición y la rebelión y de eso estamos hablando. Pero en España hemos llegado a ello. Porque llevamos décadas acostumbrando a la población a tolerar lo intolerable. El acto estaba convocado en un pabellón del recinto ferial de Zaragoza, donde el ayuntamiento podemita se afana por fomentar todo lo que pueda hacer daño al orden constitucional. Todo esto habría pasado inadvertido hace unos meses o años.
Pero los tiempos han cambiado. Como la agresión a la unidad de España y a la legalidad en las pasadas semanas y meses ha llegado a unos niveles inauditos, son ahora muchos los españoles que están ya realmente inquietos. Y han abandonado, por fin cabe decir, la indiferencia y el desinterés por la suerte de sus compatriotas en Cataluña y de España en general. Muchos están hartos del desprecio con que tratan una y otra vez a su sensibilidad y sus sentimientos aquellos que no dejan de exigir atención y respeto a su sensibilidad y sus sentimientos. De ahí que un grupo fue a expresar su descontento por aquella cita organizada para ayudar a destruir su patria, su seguridad y el futuro de sus hijos. Ese grupo fue creciendo hasta reunir unos cuantos cientos de hombres, mujeres, ancianos y muchos niños que, con banderas nacionales, demostraban su orgullo, sí, su orgullo por ser españoles que querían defender a España de la agresión permanente y de un peligro inminente. Y su indignación ante la agresión de que es objeto la Nación por parte de un gobierno regional sedicioso en Cataluña.

Dentro del recinto estaban algunos de los prebostes mayores de la franquicia comunista venezolana. Son hombres comunistas bregados como Juan Carlos Monedero que sabe bien lo que son las operaciones militares de sus camaradas cubanos y el terrorismo de sus camaradas de las FARC colombianas así como las operaciones de terror que organizan sus otros camaradas, los del régimen chavista para el que él ha trabajado. Pues todos esos comunistas se pusieron a temblar porque zaragozanos, llegados en familias, protestaban contra su miserable complicidad en los intentos de destrucción de su patria. Y esos comunistas que no parpadean cuando ven a un guardia bolivariano disparar a quemarropa a un niño venezolano estaban histéricos porque según decían habían sido rodeados por 400 nazis y no podían salir y no había policía suficiente para rescatarlos de las garras de aquellos desalmados. Siempre son iguales esos siniestros caracteres. Pues inmensa mayoría de los medios de comunicación repitió todas esas mentiras que los plañideros comunistas les suministraban allí dentro. En aquel mar de banderas españolas de gentes honradas que pedían respeto para su patria había al parecer una con un escudo del régimen anterior. Pues la multiplicaron cien veces para dar apariencia al asalto de unos peligrosos extremistas que nunca fue. Todos los medios convirtieron en ultras a quienes en su inmensa mayoría eran españoles de todas las edades hartos de ser despreciados y de que se agreda a la patria común. El periodismo volvió a demostrar el grado de iniquidad de que es capaz cuando la cobardía y el adoctrinamiento son su único criterio. Y este Gobierno volvió a quedar en evidencia por su culpa en completar la labor de Zapatero de otorgar total hegemonía informativa a una izquierda y un filoseparatismo que son enemigos del Estado y de la verdad.

MERKEL AFRONTA LA MISIÓN CASI IMPOSIBLE DE CONCILIAR A VIEJOS ENEMIGOS POLÍTICOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 26.09.17

Debe poner de acuerdo a los liberales del FDP y a unos verdes izquierdistas bajo la presión de sus socios bávaros que piden un giro decidido a la derecha

Retirada a tiempo Muchos creen que Merkel se equivocó al no retirarse a tiempo y presentarse a una segunda reelección

Pérdida del aura La crisis de los refugiados rompió el aura de la canciller como mujer imbatible en la política

Un día después de unas elecciones en Alemania que han sido un terremoto político de imprevisibles consecuencias todos los líderes políticos intentan hacerse una composición de lugar en la nueva situación. Entre los escombros del consenso político que ha regido durante décadas. En su mayoría tienen además que valorar los daños. Hay un hecho de enorme trascendencia para todo el continente que algunos aun no alcanzan a ver y es que Alemania ha perdido este 24 de septiembre de 2017 su estabilidad política. La que ha caracterizado al estado federal alemán desde 1949.



Hasta la supuesta vencedora, Angela Merkel, que de nuevo ha hecho historia al ganar las elecciones por cuarta vez consecutiva, sabe que todo ha cambiado en el Bundestag, en Berlín, en Alemania y también lo habrá hecho para Europa como pronto se demostrará. El próximo gobierno, cuando lo haya después de unas negociaciones que pueden ser muy largas y complejas, estará previsiblemente presidido por ella, pero será un gobierno frágil, cuajado de contradicciones insolubles, que intentará hacer política con ministros de ideologías hostiles entre sí. Ayer, no pocas voces decían que Merkel se ha equivocado, como le pasó a Helmut Kohl en 1994, y no ha sabido ver el último momento en que podía irse por decisión propia.

Duro golpe
Con su enorme revés al perder casi nueve puntos en un momento de cima de la coyuntura económica con el mínimo desempleo del 5,7% Merkel ha recibido un golpe del que parece claro que no podrá ya recuperarse. Muy significativo fue que ya en la noche electoral se preguntara abiertamente en televisión a su ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, en presencia de su jefa, la canciller, si estaría dispuesta ella a asumir el relevo. Merkel se ha recuperado de situaciones muy graves. Pero el desgaste personal por la polarización en torno a los refugiados ha roto el aura de la mujer imbatible. No ha sido la economía. Las elecciones han sido un plebiscito sobre una política de inmigración y seguridad absolutamente personal que ella ha defendido con una firmeza que ahora se entiende como obcecación.
Merkel se queda sin elección y sin opciones. Por mucho que aun intente tender puentes al SPD. Ayer dijo que abriría conversaciones con los liberales (FDP) y Los verdes, los únicos partidos que están dispuestos a formar coalición para hacerla de nuevo canciller. Pero insistió en que también quería hablar con el SPD. La respuesta fue contundente por parte de quien parece que seguirá de momento de líder del SPD pese a su humillante derrota.

Aparato del SPD
Martin Schulz dijo que no tiene nada de que hablar con Merkel. Que use el tiempo en hablar con otros. Schulz había anunciado el fin de la coalición y su paso a la oposición minutos después de saber que solo había alcanzado el 20,5%. «La colaboración con la CDU/CSU se da por concluida con efectos inmediatos». Probablemente Merkel apele al aparato socialdemócrata interesado en mantener sus cargos en la coalición. Un aparato para el que el anuncio de Schulz fue sorpresa desagradable. Muchos creen que Merkel sabe que gobernar con la «coalición Jamaica» con los retos inmediatos no es un proyecto realista.
La canciller parecía creer que podía mantener indefinidamente la estrategia de fagocitar los lemas, temas y políticas de la izquierda, el ecologismo y el pacifismo con su política de inmigración y aceptación de la sociedad multicultural. Se equivocaba. Los alemanes han dejado de seguirla por esa senda. La inmigración ha polarizado la sociedad hasta límites no conocidos. Y el rápido deterioro de la seguridad que nadie ha querido reconocer y se ha intentado ocultar ha sido una afrenta añadida. Analistas alemanes sugieren que si el AfD hubiera tenido una dirección unida y un líder con carisma, hoy posiblemente no se hablara del 13% de la AfD, sino del 25%.
Más de un millón de votantes de la CDU/CSU y medio millón de votantes socialistas se han ido al AfD, al que los demás partidos descalifican como ultraderechista pero que insiste en su lealtad constitucional y en que «estamos donde estaba la CDU», en la derecha democrática que Merkel abandonó. Las desavenencias en el AfD no han cesado por su triunfo.
El gobierno de la célebre «coalición Jamaica», negra por la CDU, amarilla por los liberales y de terceros los verdes, será una incógnita tanto en su política interior como en la exterior. Pero será una losa para una política europea común con Emmanuel Macron cuando más necesario se antoja a algunos la revitalización del eje francoalemán.

Reformas aparcadas
Las reformas de la UE, atascadas a la espera del nuevo mandato de Merkel, podrían quedar bloqueadas sin fecha. No parece haber posibilidad alguna ni para la mutualización de la deuda ni otras cuestiones de unificación y corresponsabilidad financiera. Y desde luego no va a haber nadie que mande sobre la economía alemana que no sea alemán.
El capitulo del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que se da por felizmente concluido no tendrá continuidad. Habrán de convivir en el tripartito un partido liberal de rigor y libertad económica con unos Verdes intervencionistas hasta el hastío. Esos mismos verdes decididos a «mantener una política de asilo humana» que viene a ser poco menos que las puertas abiertas, frente a una CSU bávara que quiere el mismo cierre de fronteras y fin de la inmigración subvencionada que exige la Alternativa por Alemania (AfD) el partido que lo ha esquilmado en votos y que podría hundirle en Baviera en las elecciones el próximo año.

Dos ensayos «jamaicanos»
La coalición Jamaica –llamada así por el negro de CDU/CSU, amarillo de los liberales y los Verdes– es un experimento entre tres fuerzas ideológicamente muy dispares que fracasó estrepitosamente en el pequeño estado del Sarre en 2012 y se intenta de nuevo ahora en el land septentrional Schleswig Holstein. Que vaya a funcionar para el gobierno federal con las inmensas tareas que este tiene pendientes en el interior y el exterior es cuestionado por muchos. Las negociaciones serán largas y difíciles. La CDU, en especial su asociado bávaro CSU quiere firmeza frente a la inmigración y recuperación de valores conservadores para combatir a su rival el derechista AfD. Choca radicalmente con los Verdes. Estos quieren acabar con el motor de explosión en la industria del automóvil. Y los liberales no admiten corresponsabilidad financiera en la UE. Puntos irrenunciables de unos son inaceptables para otros. Merkel está ante una misión que muchos creen imposible.

LAS LÍNEAS ROJAS

Liberales

Christian Lindner

El FDP pide el Ministerio de Finanzas y bajadas de impuestos. Rechaza una solidaridad financiera europea en un presupuesto de la UE, una puesta en común del sistema de garantía de depósitos de los bancos y todo lo que huela a mutualización de la deuda. Quiere un sistema de inmigración por puntos, como Canadá. Con los verdes tiene diferencias en el área medioambiental.

Verdes


Sus líderes, Göring-Eckardt y Cem Özdemir, adelantaron ayer que llevarán a la negociación mejoras de política medioambiental que chocan frontalmente con los deseos de los liberales, así como asuntos de justicia social que no precisaron y reivindicaciones para una Europa solidaria. Pero no mencionaron una negativa tajante al aumento del gasto en Defensa hasta el 2% del PIB del programa de Merkel.

Socialcristianos bávaros


La proximidad de las regionales de Baviera, donde AfD ha logrado uno de los mejores resultados del país, obliga a la CSU a reafirmarse en su reivindicación de un tope anual de admisión de refugiados, que Horst Seehofer desea fijar en 200.000. También pedirá hacer más visibles decisiones tomadas, como la prolongación de los controles fronterizos y la expatriación de refugiados.

AMARGA VICTORIA DE MERKEL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Lunes, 25.09.17

Retrocede ocho puntos, la ultraderecha accede por primera vez al Parlamento y los socialdemócratas vuelven a la oposición tras su peor resultado

Los radicales de AfD se convierten en la tercera fuerza política

Alemania se enfrenta a una mayor inestabilidad después de que los socialdemócratas se nieguen a repetir una gran coalición con la CDU

«Coalición Jamaica» Merkel tendrá que negociar una «coalición Jamaica» junto a verdes y liberales a la vez que sus socios bávaros le piden un giro más a la derecha

Angela Merkel ganó ayer las elecciones en Alemania, pero esa prevista victoria no eclipsa un resultado profundamente traumático que va a tener serias consecuencias para la política alemana y europea. Toda la estructura política de la República Federal de Alemania sufrió ayer un fuerte movimiento en sus cimientos, lo que se reflejará muy pronto dentro y fuera de sus fronteras. Los dos partidos de la gran coalición han cosechado humillantes pérdidas de votos, el Parlamento se ha fraccionado aún más. Y ha irrumpido con enorme fuerza en el legislativo la fuerza temida por todos de Alternativa por Alemania (AfD), el partido derechista, radical en su rechazo a la política de la Unión Europea y de la inmigración. La CDU/CSU de Merkel se queda en un 33,8% del voto, menos de ocho puntos que en las elecciones de 2013. Y los socialdemócratas del SPD de Martin Schulz, con un 20,6% y cinco puntos menos, cosechan su peor resultado de la historia de la república federal.

Merkel comparece ayer en la sede de la CDU tras conocerse los resultados

Ningún sondeo se había atrevido a darle al partido derechista Alternativa por Alemania (AfD), tachado por el resto del arco parlamentario de ultraderechista, ese 13% que lo convierte con clara ventaja en la tercera fuerza del país. El SPD anunció nada más conocerse las proyecciones de voto que pasa directamente a la oposición. El anuncio de Martin Schulz fue recibido con inmenso alivio por su partido. En el que se perfila un radical cambio generacional en los próximos meses. La entrada de AfD en el Bundestag con esa fuerza inesperada hacía de todas maneras casi inviable una gran coalición. Esta habría dejado la jefatura de la oposición al gobierno en el Bundestag en manos de ese partido que, aunque constitucional, no participa de los habituales consensos del resto del arco parlamentario. Ayer uno de sus líderes, Alexander Gauland, dejó claro que, sea el gobierno que sea, «que Merkel o quien lleve el gobierno se abrigue bien, porque le vamos a dar caza. Vamos a darle caza hasta que recuperemos nuestra patria». Habrá que ver si el partido AfD digiere este éxito inesperado. Y supera sus tradicionales tensiones internas entre radicales y moderados o nacionalistas y conservadores.
Merkel compareció decidida a poner buena cara para un resultado que complica mucho el gobernar. Reconoció que «este no es el resultado que ambicionábamos», aseguró que sí podía felicitarse su partido porque se habían cumplido los objetivos estratégicos que se había marcado. Que eran la fuerza más votada para estar encargada de formar gobierno y lograr que contra la CDU/CSU no pudiera aritméticamente formarse gobierno alternativo. Lo que también es el caso.

Contradicción
Lo cierto es que Merkel solo tiene como opción, descartada la continuación de la alianza con el SPD, la coalición llamada Jamaica por los colores negro del CDU, amarillo de los liberales del FDP y el verde de los ecologistas. La gestación de esta alianza será una operación política extremadamente difícil precisamente porque la irrupción del AfD en el parlamento exige a la CDU un retorno a posiciones de derechas abandonadas por Merkel.
Ayer la canciller dijo que uno de los principales objetivos de su nuevo gobierno será tomar más en serio los temores de la gente y recuperar los votos que han partido hacia el AfD. Lo dijo sin ninguna de las descalificaciones hacia el partido derechista que son habituales en todos los políticos cuando hablan de esta formación. Lo cierto es que, pese a haber sido sometido a un acoso de descalificaciones y marginación a un tiempo por parte de los demás partidos políticos y por la totalidad de los medios de comunicación, el AfD ha cosechado gran parte del voto de la frustración de la sociedad alemana por la falta de atención publica a cuestiones como la inmigración y el deterioro de la seguridad.
De tener más de dos tercios de los votos en el pasado parlamento los dos grandes partidos han pasado a poco más de la mitad. Con lo que prosigue el fraccionamiento del parlamento que ahora pasa a tener dos partidos más con el regreso de los liberales del FDP con un sólido 10,6%, y la sorpresa mayúscula de la fuerza del AfD que supera también al izquierdismo de Die Linke (9%) y a los Verdes que, con un 8,9%, sacan un resultado mejor de lo esperado. Las negociaciones para el tripartido comenzarán pronto al no haber alternativa a esa coalición.
Los Verdes ya se han mostrado conscientes de las dificultades con una canciller que tendrá que defender posiciones conservadoras para combatir al AfD. Y especialmente en este próximo año para respetar los intereses de su socio bávaro, la CSU, que ha cedido aun más que la propia CDU al partido derechista. Y tiene elecciones del estado de Baviera en 2018. Algunos recordaban ayer que Franz Josef Strauss calificaba siempre de pesadilla la mera perspectiva de perder sus abrumadoras mayorías absolutas. Con el 33% de ayer nadie sabe cómo hubiera reaccionado. Horst Seehofer, jefe de la CSU, calificó de agria decepción el resultado propio y el de Merkel. La CDU ha perdido más votos a los liberales –1.300.000– que al AfD, con poco más de un millón. Como la victoria de Merkel que podía servir de consuelo a los suyos se había descontado, el trauma del resultado de ayer es profundo.

Seguidores del SPD reaccionan ayer al resultado electoral

Simpatizantes del AfD celebran el resultado de su partido

domingo, septiembre 24, 2017

UNA CAMADA CON SUERTE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 24.09.17

Ni Serrat ni Marsé han sido combativos contra lo que se veía venir. Zweig tampoco

«ESTOY recibiendo muchas cartas airadas de todo el mundo por la quema de mis libros hoy en Berlín. Llegan de Holanda, Francia, Inglaterra… nadie puede concebir que después de 400 años vuelvan a quemarse libros…», le escribía Stefan Zweig a su amigo Alois Mora el 10 de mayo. Lo hacía desde Salzburgo, ciudad austriaca en la frontera con la Alemania hitleriana. «Hoy todavía podemos decir con orgullo que eso no habría sido posible en Austria». Todavía. La situación iba a peor. Un mes más tarde confesaba a su amigo Andreas Latschke: «Mi situación es mala, peor de lo que me atrevo a dictar. Aquí ya no se puede vivir, no se puede decir ni una palabra a nadie porque todo es nacionalsocialista. Ni los amigos cercanos son ya seguros. Aquí se ahoga uno entre enemigos y espías…». Zweig no cumplía ningún requisito para ser buen nacionalsocialista. Y lo que se exigía en el Salzburgo obnubilado por el milagro alemán era eso. Aquellos austriacos solo pensaban en que «todos somos de los països germanos». La llamada de la tribu. La de entonces y la de ahora, la que se oye en coro entonada por jóvenes camadas de odiadores salidos de colegios y universidades del adoctrinamiento y la mentira.
«Joan Manuel Serrat eres la vergüenza de Cataluña. No mereces ser catalán con las barbaridades que dices. En el nuevo país no te queremos por demagogo». Gloria Nicolau Figuera se lo dice tal como lo siente a Serrat. Que se vaya. Que no hay sitio en el nuevo país más que para buenos catalanes que piensan todos igual. La niña no tiene la culpa. La tienen los canallas que la adoctrinaron y los cobardes que desde lejos, desde Madrid, lo permitieron. A Juan Marsé aún no le han quemado los libros. Quizás solo porque las televisiones que agitan las bajas pasiones aun no creen llegado el momento de ese golpe escénico del Fahrenheit 451 para los programas que ponen al rojo vivo. Ellos dirán cuándo. De momento se rompen los libros y se escriben insultos a Marsé en las tapas y hojas arrancadas. Otro mal catalán. Ni Serrat ni Marsé han sido combativos contra lo que se veía venir. Zweig tampoco. No pensaba que fuera posible algo así en una sociedad tan culta y sofisticada, en ese oasis de sensibilidad.

Hay una gran diferencia entre aquellos camisas pardas que quemaban los libros de Zweig y las camadas totalitarias que ahora quieren acabar con todo lo español en Cataluña. Estas de hoy tienen la inmensa suerte de que no pueden ganar. Si lo hicieran, aunque solo fuera por unos años, tendrían tiempo para hacer cosas de las que arrepentirse durante muchas vidas. Como pasó a los de la hoguera del 10 de mayo de 1933 en el Opernplatz. Poco después estaban alistados a una guerra criminal por hacer buenos alemanes a los vecinos que hablaban parecido a ellos. Mientras a los malos alemanes los mataban en casa.

LA ANUNCIADA VICTORIA DE MERKEL MARCA TAMBIÉN UN FIN DE ERA PARA ALEMANIA

Por HERMANN TERTSCH
Desde Berlín
ABC  Domingo, 24.09.17

DUELO ELECTORAL EN ALEMANIA

La canciller volverá a ganar, pero se percibe que estas serán las últimas elecciones «tradicionales» en el país

Imbatible La canciller viste con un eficaz sentimentalismo de ama de casa un mensaje transversal y elástico que la hace imbatible


Hoy se celebran en Alemania unas elecciones federales que se saldarán, eso ya está claro, con la cuarta victoria consecutiva de Angela Merkel que cumple ahora doce años en la cancillería. Serán 61,5 millones de alemanes, menos que hace cuatro años pese a un drástico aumento de la población debida a la inmigración, los que decidan la composición del nuevo Bundestag. A partir de un voto cada vez más fraccionado, la aritmética será la que decida qué tipo de gobierno va a presidir Merkel los próximos cuatro años.
La canciller saca en todas las encuestas al menos 12 o 13 puntos de ventaja a su inmediato perseguidor que es el candidato del SPD, Martin Schulz. El que fuera presidente del Parlamento Europeo, que al ser elegido como rival de Merkel parecía despertar un eco prometedor, se derrumbó muy pronto. Hoy vuelve a ser como sus dos antecesores en la candidatura del SPD a la cancillería frente a Merkel, víctima propiciatoria de una candidata que ha logrado arrebatar y hacer suyo el mensaje político de todos sus rivales.
Los socialdemócratas y los verdes se las ven y desean para expresar algo distinto a la retórica de unos cristianodemócratas que «merkelizados» han asumido un mensaje transversal y elástico que la canciller viste con un eficaz sentimentalismo de ama de casa que la hace imbatible. Sin embargo, todos son conscientes de que tras estas elecciones tienen que suceder muchas cosas, en Alemania y toda Europa. El síndrome de fin de era se manifiesta por doquier. Para Merkel es el final. Para toda la dirección del SPD lo es incluso antes. Todos son conscientes de que la población todavía tiene un voto tradicional que dar. Pero que puede ser el último. Para la clase política alemana y para la Unión Europea. Se percibe en el discurso de todos el eco de la necesidad de cambios urgentes.

Evitar la gran coalición
Los sondeos sitúan a Merkel en torno al 35%, a Schulz (SPD) por el 22% y a los restantes cuatro partidos entre el 12% de los derechistas del AfD y el 6% que le dan algunos sondeos a Los Verdes, solo un punto por encima de la desaparición parlamentaria. Para evitar la gran coalición que nadie quiere, Merkel pactaría con liberales en caso de ser suficiente. De no serlo tendría que sumar a los verdes en un tripartido que no será fácil.
La alianza de izquierdas bajo Schulz con el SPD, Verdes y Die Linke (La Izquierda) en un Frente Popular parece excluido ya por cuestiones aritméticas. La gran coalición es desaconsejada por algo más. Con la irrupción del derechista AfD en el Bundestag una gran coalición dejaría el peso de la oposición frontal en este partido. Lo que en cuatro años de eco parlamentario podría convertirlo en un partido de masas como se advierte.
Ha sido enorme la dificultad de Schulz para presentar un mensaje propio, como se vio en el único debate televisado habido entre ambos. De hecho las diferencias entre los dos grandes partidos son menores. Pero además Merkel se presenta como la mejor ejecutora del programa ajeno. A Los Verdes les ha pasado con Merkel lo mismo. Por eso están al borde de la desaparición. Cuando Merkel formó en 2005 la gran coalición se asumió como un gran éxito del patriotismo y el sentido común para afrontar las grandes reformas en marcha. Cuando se repitió porque no había más remedio en 2013, tras un paréntesis de una legislatura en la que Merkel gobernó con los liberales del FDP, el entusiasmo ya era mucho menor. La gran coalición deja el Bundestag sin oposición de peso. Los dos grandes partidos comparten gobierno, culpas y errores. Como no hay reproche al otro sin exponerse uno mismo, no hay las denuncias necesarias para que lleguen las enmiendas.
Así, a Alemania le ha ido muy bien en la economía estos pasados años, ha batido récords de empleo y de bonanza financiera. Pero muchos sectores denuncian que el gobierno Merkel está anquilosado, las reformas no llegan y los retrasos son graves para una economía como la alemana. La lentitud en el proceso de digitalización es alarmante. La transformación energética tras el abandono de la energía nuclear, radical e inmediato tras el accidente de Fukushima, tiene inmensos costos y genera efectos muy protestados de costos, inseguridad jurídica y destrucción del paisaje con la energía eólica.

Supervivencia
Merkel vuelve a ganar. Aunque genere odios como nadie. Hace dos años eran pocos los que creían que Merkel sobreviviría a la crisis que desató ella misma al abrir sus fronteras a todo refugiado. Contravino la legislación comunitaria con una decisión personal de inmensas consecuencias para las vidas de millones de alemanes. Pasada la ola de entusiasmo del idealismo alemán popular con su ejemplarizante generosidad y su gran dosis de superioridad moral, comenzó a extenderse el miedo a los efectos de la llegada de dos millones de inmigrantes musulmanes de muy difícil integración.
Y la indignación por la obcecación de la canciller en negar el error y ocultar los efectos negativos y peligrosos de esta inmigración. Los atentados islamistas habidos y sobre todo el rápido y agudo deterioro de la seguridad pública, un bien de los alemanes desde la guerra, han sido achacados directamente a Merkel por sus enemigos. Lo que es indiscutible es que aquella decisión tuvo y tendrá inmensos efectos sobre Alemania y Europa.


SE ACABA LA UNANIMIDAD

La derechista Alternativa por Alemania (AfD) entrará en el Bundestag. Quizás con más de ochenta diputados. Serán una oposición muy real. Tras años en que el Gobierno de la canciller Merkel han dormitado sin nadie enfrente. La pesadilla de los democristianos de la CDU de tener un partido a su derecha en el Bundestag es ahora una realidad.
AfD es leal a la Constitución -si no, no sería legal- y su programa no es nazi ni extremista, aunque los demás partidos y la prensa los tachen de tales. No han podido liquidarlo. Será el discrepante en un parlamento en el que todos son facciones socialdemócratas del reinado de Merkel que apenas discrepan entre sí. Es el fin, en todo caso, de la unanimidad.

viernes, septiembre 22, 2017

EL LASTRE DE LA GRAN COALICIÓN

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 22.09.17

Los problemas que más preocupan a los alemanes hoy no están en la economía, sino en la seguridad y la inmigración

Se acerca el domingo electoral y se refuerzan los indicios de que los dos grandes partidos, los cristianodemócratas de la CDU/CSU y socialdemócratas del SPD, podrían sufrir un revés mayor de lo esperado. También de que el máximo beneficiario de ello sería el derechista Alternativa por Alemania (AfD), que podría destacar como tercer partido y superar en varios puntos a los otros tres partidos en liza, que son el izquierdista Die Linke, los Verdes y los Liberales del FDP. Solo este último parece reaccionar en algunas encuestas también para poder disputar el tercer puesto al AfD.
Se daría así lo que tantos observadores habían advertido en estos pasados años: que la Gran Coalición, que ha gobernado durante dos de las tres legislaturas de cancillería bajo Merkel, genera hastío y desafección por la falta de debate real sobre los problemas en Alemania. Como los dos partidos se han de corresponsabilizar de la política de la coalición, ambos tienden a evitar críticas y esconder no solo los errores propios, sino los del compañero de coalición. Como muchos de los cadáveres en los armarios son compartidos, el debate acaba reducido a cuestiones menores y de matiz, como se pudo comprobar de forma muy preocupante en el debate entre Angela Merkel, la clara favorita, y su rival Martin Schulz, que ya acudía derrotado.
Los problemas que más preocupan a los alemanes hoy en día no están en la economía cuando el país goza de un paro en mínimos históricos y una economía boyante por los éxitos exportadores. Los problemas son de seguridad, de inmigración y en gran medida de cultura e identidad. El trauma de los dos pasados años con la llegada de dos millones de inmigrantes sigue ahí. Y por mucho que los políticos, tanto Merkel como Schulz, proclamen que todo está poco menos que solucionado, muchos alemanes han visto cambiar su vida de forma considerable por una llegada de extranjeros que jamás se les anunció ni consultó. Y cuyos efectos han minimizado unos políticos que tienen muy poco contacto y apenas problemas con la presencia de estos inmigrantes en su mayoría musulmanes en los barrios populares. Exactamente el mismo efecto ha tenido la gran coalición en Austria, donde lleva gobernando nada menos que tres legislaturas y morirá muy probablemente tras las elecciones del próximo 15 de octubre.
La seguridad y la inmigración son las dos cuestiones estrella; son los dos problemas íntimamente relacionados entre sí a los que más tiempo dedicaron Merkel y Schulz en el debate. El drama es que están básicamente de acuerdo en todo, en lo uno y lo otro. Y también los partidos liberal y verde, y hasta los propios izquierdistas de Die Linke, tienen una posición respecto a la inmigración que difiere poco de ese mensaje merkeliano que se ha convertido poco menos que en dogma de Estado.

No es por tanto sorprendente que el único partido que discrepa abiertamente y se opone a esa política de inmigración se beneficie del consenso de todos los demás, que minimiza los efectos de la decisión de Merkel de abrir las fronteras aquel 5 de septiembre de 2015. Una decisión que muchos alemanes consideran un grave error que afectó a sus vidas de forma directa o indirecta. Se verá en qué medida una parte del electorado expresa esa opinión con un voto al AfD a quien todos los demás atacan y descalifican estos días como si temieran no ya que saque un 14%, sino que se pudiera hacer con la mayoría.

ILUSOS E ILUSOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 22.09.17

Ilusos son los que creen que con nuevas concesiones a esas minorías enemigas van a comprar sosiego a España

CUANDO una agresión al Estado es tan brutal como la que desplegó el separatismo el miércoles, el Gobierno de la nación ha de volcarse en una defensa sin fisuras de la legalidad y sus servidores para dar una respuesta contundente al agresor. Eso pasa en otros países. En España aún no habían aparecido las armas que les arrebataron a la Guardia Civil y había una nueva movilización de los enemigos de democracia y libertad en Cataluña, cuando el ministro Luis de Guindos ya estaba dando la razón a los agresores en la prensa internacional. ¡Como para tenerlo de compañero en las Termópilas! Así volvían a la triste realidad del estado claudicante quienes habían sentido por primera vez en años, más bien décadas, alivio y orgullo. Alivio, orgullo y emoción al ver a España, a un gran Estado Nación, potencia media del primer mundo con larga y en gran parte gloriosa historia, manifestarse por primera vez como debe, con claridad y decisión, para reimplantar el imperio de la ley en una parte de su territorio que hace años dejó a merced de los peores apetitos.
Millones de españoles en Cataluña y fuera de allí creyeron, muchos lo seguirán creyendo pese a Guindos, que por fin España va a poner orden y restablecer las libertades y los derechos de todos los españoles en todo su territorio. Existe la ilusión y la esperanza de que el desafío del golpe de Estado y esta abierta sedición sea el hito histórico que anuncia un fin de época. Que se ha cruzado el último límite que debían violar la deslealtad y la agresión hispanófoba. El que marca el principio del fin de la grotesca deriva de degradación y segregación provocada por errores y delitos impunes acumulados durante 35 años. Ilusos llamarán algunos a quienes creen que hay una oportunidad real de hacer frente a esos nacionalismos cuya catadura totalitaria ya nadie debiera poner en duda. Que consideran una necesidad moral, política y existencial el liberar de la coacción, la mentira y el miedo a los compatriotas que callan desde hace décadas porque el resto de España y especialmente sus gobiernos los dejaron a los pies de los caballos, en manos de minorías resueltas, agresivas e implacables.

Está demostrado de forma palmaria que los nacionalismos son insaciables, que toda concesión que se les haga solo alimenta las siguientes. Se impone concluir que hay que hacerles frente para deslegitimarlo y derrotarlo en las urnas. Hay que concienciar a todos los españoles, por lejos que estén de regiones con separatismo, de que el verdadero fin de los nacionalismos es destruir garantías y defensas de nuestras libertades comunes. Para dinamitar la Nación en mil pedazos que sean fácil presa de ambiciones propias y de otros aliados totalitarios. Como los comunistas de Podemos y sus terminales, cómplices y aliados naturales de todos los demás enemigos del Estado. Si España se rompiera, todos los españoles correrían similar suerte en estados-taifa fanatizados por mentiras históricas y pronto enfrentados por los apetitos territoriales e ideológicos de caudillos sin escrúpulos como ya se perfilan en Puigdemont, Junqueras, Gabriel u Otegui, Iglesias y demás triunfadores en la selección negativa del radicalismo. Algunos llaman ilusos a los que creen que se puede reconducir a España hacia una nueva cohesión bajo el imperio de la ley que no otorgue privilegios ni regalías a las minorías de enemigos fanatizados de la Nación. Ilusos son los que creen que con nuevas concesiones a esas minorías enemigas van a comprar sosiego a España. Aunque quizás ni lo crean. Y solo quieran ganar tiempo para sí mismos. Entonces serían ellos, los falsos defensores, los peores enemigos.

martes, septiembre 19, 2017

AGRESIÓN TOTALITARIA NADA ORIGINAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 19.09.17

Separatistas y comunistas contra España como garante de las libertades

NO les gusta a los nacionalistas catalanes que los comparen con los nacionalsocialistas alemanes. Por eso resulta doblemente lamentable que se pasen el día emulándolos. Sería solo una fea coincidencia como hecho aislado ese fervor común por las marchas con antorchas, die Fackelzüge, que tanto emocionaban a los nazis alemanes y emocionan a los separatistas de la España del noreste. Por desgracia hay mucho más. Los pasados días 6 y 7 de septiembre orquestaron una operación en el Parlamento catalán que fue una repetición lograda de la sesión del 23 de marzo de 1933 en el Reichstag en la que se aprobaba la Ley Habilitante que liquidaba la legalidad de la República de Weimar. Días después los partidos separatistas comenzaron a acosar a los cargos de los partidos opuestos al referéndum. El propio presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, incitó a esta coacción colectiva en perfecta emulación de los llamamientos de Joseph Goebbels a perseguir a la oposición a aquella ley habilitante, «Ermächtigungsgesetz». Ayer circulaban por Cataluña pasquines firmados por Arran, las juventudes de las CUP, líderes del proceso golpista, con fotografías de miembros de partidos constitucionalistas, tachados de enemigos del pueblo merecedores de castigo. Estos filoterroristas tienen ya identificados comercios y centros cívicos, públicos y privados, frecuentados por adversarios al golpe de Estado y por ello potenciales objetivos de represalias. Ayer se dispararon las denuncias de masivas presiones y amenazas a funcionarios para que se plieguen a los intereses de los separatistas. Calcado de 1933.
Todo esto era evitable. De haberse combatido el golpe de Estado en sus comienzos hace ya casi un lustro. De no haberse tolerado que se cultivara la delirante fantasía colectiva de que un par de millones de españoles fanatizados pueden destruir la patria común a los 45 millones restantes. El disparate es mayúsculo. Solo décadas de educación en el odio permitidos por todos los gobiernos de España y un lustro de dejadez, pasividad y desidia del gobierno Rajoy ante los planes evidentemente criminales de la Generalidad explican la situación actual. La situación la agrava por la existencia en España de algo tan rancio, siniestro y peligroso como un movimiento comunista llamado Podemos, fuerte gracias a la crisis y al sistemático trato de favor por parte del gobierno del PP. Ellos ven su gran ocasión para la voladura, de la Constitución que nadie acata, del sistema agotado e inerme y sobre todo de la propia España. Es otra vez la alianza de dos ideologías, la separatista emuladora del nazismo en Cataluña y la comunista, aliadas para destruir las libertades y a la Nación Española, su único garante.

El llamamiento de Iglesias a crear una asamblea de partidos separatistas y de izquierda es el intento chavista de crear un parlamento paralelo sin el partido más votado. Iglesias querría ser Chávez pero emula a Maduro. Pretende montar aquí una fantasmal Asamblea fuera del Congreso como el presidente venezolano montó su Constituyente para liquidar a la Asamblea Nacional. Cierto que el PSOE de Pedro Sánchez no se presta al juego. De momento. Pero es obvia la fragilidad del frente político constitucional. Nadie ha estado a la altura ni en su sitio. Ahora las decisiones son inaplazables. Dada la situación que puede derivar en tragedia, urge que gobierno asuma la responsabilidad de la defensa de las libertades pisoteadas y la neutralización de la alianza golpista. Hay instrumentos constitucionales y aparato del Estado suficientes. Después habrá de iniciarse la inevitable tarea, dura y larga, de la reconciliación, de gestionar las frustraciones de unos sueños delirantes de no pueden cumplirse sin una catástrofe histórica que nos arrastraría a todos.

domingo, septiembre 17, 2017

JUNCKER, EL FARAÓN SUICIDA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 17.09.17

Está en marcha la rebelión contra su despotismo europeísta

SI no nos tuviera acostumbrados a verle besar la calva a sus interlocutores, tirar de la corbata a dignatarios extranjeros o regañar a camareros porque se olvidan de su copa, habría cundido el pánico ante los planes de reforma de la UE expuestos hace unos días por el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. Porque es todo un arrebato de «soluciones imaginativas», como llamaba Javier Pradera a las ocurrencias suicidas. Parece un plan para convocar una larga cola de países candidatos del EXIT que sigan al Reino Unido. En descargo del viejo presidente hay que recordar que vive en un mundo especial del privilegio público y privado. Juncker es un europeísta en una burbuja que nada tiene ya que ver con Europa. Sino con una inmensa oficina de empleados privilegiados, sobrevalorados e hiperremunerados, cuyo máximo celo y vocación están en preservar y aumentar esa oficina que preside Juncker y que financian todos los pobres europeos cada vez menos europeístas.
En realidad es un escándalo pero a nadie puede extrañar que entre las propuestas de Juncker una de las primeras fuera pedir más dinero de los países miembros para el aparato de la Unión Europea, con su comisión, su parlamento y su ingente, desbordante, insaciable y expansiva burocracia. Es una fábrica de injerencias en las naciones y los individuos y ha creado un monstruo regulatorio y controlador que hace cada vez menos libres y más pobres a los europeos que pagan. Pero Juncker quiere más. Como no fue suficiente el desastre de mantener a Grecia dentro del euro y la crónica precariedad resultante que solo disimula un BCE con la máquina de trucos de Mario Draghi, Juncker propone la ampliación del euro a todos los 27 países miembros de la UE. A compartir todos las miserias de todos, incluidas economías como las de Rumanía y Bulgaria. Con el endeudamiento de tantos. Además quiere un ministro de finanzas para que no le molesten intereses nacionales.

También quiere expandir el espacio de Schengen a los 27 para que desaparezcan los pocos controles que hay cuando realmente comienza la lucha contra el islamismo radical en todo el continente. Juncker quiere más dinero y más poder para la Comisión. Quiere más dinero para la UE pero también para el Estado de bienestar de los miembros y, ¡por supuesto! para la inmigración porque debemos ser generosos. E imponer por la fuerza a países que se resisten dicha inmigración para transformar sus sociedades nacionales en su composición étnica, cultural y religiosa. Todo el que no apruebe sus propuestas, será tachado por Juncker de antieuropeo y sospechoso de ultraderechismo. Prietas las filas, nos dice. Que ya llegará él a montar un cambalache con Alemania y Francia para perpetuar el engaño. Pero el engañado es él, Juncker. Está en marcha la rebelión contra ese europeísmo del despotismo menos ilustrado que cínico que representa hoy el presidente de la Comisión con sus faraónicos planes de hundir Europa brindando con champán.

FALSA CALMA Y ANGUSTIA AGAZAPADA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 17.09.17

La canciller deja claro que siempre hará mejor lo que propone la oposición. Nadie la gana a socialdemócrata

El aspirante ya ha entregado la cuchara, la dueña de la mesa sabe que vuelve a ser la más fuerte, aunque no sepa para qué. Y los pequeños alrededor, todos igualados –neocomunistas, verdes y liberales–, buscan sacar un par de puntos más que los demás para estar sentado en la mesa a repartir. Marginado de la mesa queda la oveja negra, el derechista AfD, que puede estropearles el apetito a todos. Los sondeos lo sugieren. La campaña electoral ha sido todo lo aburrida que Angela Merkel quería. Y salvo catástrofe lo seguirá siendo. En ese ambiente ella es imbatible. Martin Schulz ha sido un rival aún más fácil que los derrotados por ella en tres elecciones previas. Es posible que el SPD quede en un 20%, su peor resultado en la historia de la República Federal. Nadie ilusiona en esta Alemania económicamente boyante, pero íntimamente angustiada por problemas que sus partidos ignoran, como es la inmigración y sus efectos.

La canciller se ha comido definitivamente el espacio del SPD. Se vio en el único duelo televisado. Merkel y Schulz demostraron estar básicamente de acuerdo. Descartadas las diferencias en los problemas que realmente abruman a los alemanes –la inmigración y la seguridad–, ella deja claro que siempre hará mejor lo que propone la oposición. Nadie le ganará a socialdemócrata. Será la aritmética la que decida quien gobierna. Merkel busca mayoría con el FDP. La izquierda quiere dar la sorpresa con una mayoría de SPD, Die Linke y Die Grünen para un Frente Popular. Y el derechista AfD, el único que tiene un relato distinto en las cuestiones centrales, busca dar su propia sorpresa, rompiendo los equilibrios. Posible es que la única mayoría posible sea, otra vez, la marmota de la gran coalición. Merkel la asumirá sin aspavientos. Y sin embargo, el tedio político en Alemania esconde la tormenta que se avecina en Europa. Porque en la Unión Europea se han empantanado masas de problemas pendientes. Y el dique se abre con el nuevo gobierno alemán, sea el que sea.

viernes, septiembre 15, 2017

HONOR Y MALENTENDIDOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 15.09.17

Es terrible la impresión de que el Gobierno teme más la ley que los golpistas

EL ministro de Su Majestad británica Duff Cooper dimitía el 3 de octubre de 1938 en sesión del Parlamento de Westminster porque no podía soportar la vergüenza de compartir gabinete con un Neville Chamberlain que acababa de entregar una parte de Checoslovaquia, los Sudetes, a Hitler. Dijo Duff Cooper que, seguro como estaba de que las cesiones no apaciguarían a Hitler sino que acercarían aun más la guerra, él al menos quería salvar el único bien que apreciaba, que era poder andar con la cabeza alta. Sin malentendidos. Algunos aplaudieron a Duff Cooper su gallardía pero la mayoría la consideró una extravagancia más propia de Winston Churchill. Marginado y ridiculizado como agorero, belicista y extremista, Churchill ahogaba sus penas en su casa de Chartwell en las afueras de Londres. El 1 de octubre lo pasó con el joven periodista Guy Burgess –que pasaría a la historia como uno de los cinco espías de Cambridge–. Los dos sabían que no cumplir la ley era la muerte para la paz. Cumplir la ley era respetar y defender las fronteras de Checoslovaquia. El triunfante Chamberlain ya había pisado suelo británico y lanzado aquel lema que pronto sería sórdido sarcasmo de «tendremos paz mientras vivamos». Churchill y Burgess entendían que ninguna concesión evitaba la siguiente. Que el apaciguamiento solo elevaba el coste de la guerra. Que con los Sudetes, Londres había entregado a Hitler un pedazo de tierra propia. La guerra estaba servida.

En España la firmeza con la ley es la de Chamberlain. Muchos creen en el compromiso para entregar parte de España a quienes revelan todos los hábitos totalitarios. Con la mentira que enarbolan como bandera no pueden sino crear un estado de injusticia y abuso. Muchos culpables ha tenido esta terrible deriva que trae a España a la inaudita posición de creerse obligada a explicar por qué se defiende de quienes quieren destruirla. De argumentar su voluntad de supervivencia frente a quienes quieren desmembrarla, mutilarla, destruirla. Una minoría fanatizada en muchos años de adoctrinamiento, similar a la que desfiló por los Sudetes en 1938, pretende destruir España. Y encuentra comprensión como Hitler en Westminster. Los españoles no parecen con la presencia de ánimo suficiente para ver los efectos. De una limpieza política o étnica. De agitadores pancatalanistas sembrando el terror en otras regiones para anexionarlos al monstruo. También eso pasó en 1938. Los separatistas cuentan con poderosos cómplices en una izquierda comunista y socialista radical ansiosa de precipitar la voladura de la España constitucional. Para secuestrar después sus trozos inermes y construir esos paraísos experimentales que siempre concluyen en infierno. Aunque calibren y amaguen, desde Ada Colau a Pablo Iglesias, todos son aliados objetivos de los enemigos de la unidad de la España constitucional. ¿Quién defiende a España de este Munich totalitario? En principio, el Gobierno que se dice firme y los fiscales que han dictado órdenes también. Pero hay nubes negras de sospecha sobre los próximos días y los posteriores al 1 de octubre. Da lo mismo el referéndum. Si no se sofoca el golpe de Estado se reafirma en su pretensión y vocación de triunfo. Las advertencias del gobierno a políticos, funcionarios y particulares de que incurren en delito carecen de credibilidad si los cabecillas del golpe de Estado actúan libremente y comparecen ante las cámaras y en mítines como gobernantes legítimos. Cuando son ya delincuentes en rebelión. Da la terrible impresión de que el Gobierno teme más la aplicación de la ley que los sediciosos. Solo la implacable persecución de los máximos responsables del mayor crimen político desde la Guerra Civil puede sacar a España de ese letal malentendido.

martes, septiembre 12, 2017

UN VIAJE INNECESARIO Y OFENSIVO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 12.09.17

El Gobierno no puede mandar al Rey a abrazarse con el principal agente totalitario del hemisferio

CONSTERNADOS. Todos los venezolanos, colombianos y cubanos que he visto después del anuncio del viaje de los Reyes de España a Cuba están consternados. Hay unanimidad absoluta. En otras cuestiones suele haber divergencias. No en esto. Consideran la visita de Estado de los Reyes a Cuba como una innecesaria afrenta a todos los demócratas hispanoamericanos. Pero ante todo como un terrible insulto a los venezolanos, las principales víctimas del régimen de los Castro que ahora regenta Raúl, el superviviente de los siniestros y tristemente longevos hermanos. Ahora que el Rey llama a defender el imperio de la ley y la libertad en España frente a la peste totalitaria nacionalista en su región nororiental, no puede el Gobierno mandarlo a abrazarse con el principal agente totalitario del hemisferio. También es abismal la sinrazón de que cuando se estudian en la UE sanciones a Venezuela se premie con la visita real a quien desde La Habana da las órdenes a Caracas para su salvaje política a sancionar. Es Cuba con sus decenas de miles de agentes en ejército, GNB, Interior, comunicaciones, administración etc., quien manda en Venezuela. Quien manda matar, torturar y aplastar toda libertad mientras hace comer basura a los venezolanos es el anciano sonriente que agasajará a Felipe VI. Cuando se tortura, mata, muere y sufre en Venezuela como nunca, es el peor momento para que los Reyes vayan a honrar al máximo culpable, muy por encima de Nicolás Maduro, que es Raúl Castro. Nada urge este viaje tras constatarse que no ha habido apertura ninguna tras el show del viaje de Barack Obama. Dentro de unos años se verá.
Los venezolanos pasan por momentos terribles. Tras heroicos meses de lucha, el régimen ha sabido quebrar a parte de la oposición. Quebrarla o comprarla, da lo mismo. Con la implantación de la Asamblea Constituyente, la persecución de los diputados legítimos y la rendición de muchos partidos al acudir a fantasmales elecciones regionales bajo el control de esa Constituyente rechazada, el régimen narco-comunista ha dado un gran salto hacia la consolidación de la dictadura. Esto no es mérito del torpe Maduro. Es una operación cubana consumada a la perfección, inoculando magistralmente el descrédito, la sospecha y la traición en el bando oposición... Es un triunfo de La Habana, Castro y sus servicios secretos G2.

Venezuela es ya la Cuba continental. Se hace realidad el viejo sueño de Fidel que Rómulo Betancourt le negó hace medio siglo: Una patria cubana antiimperialista en el subcontinente, sobre las reservas de petróleo más grandes del mundo. Los planes cubanos van más allá. Hay una maravillosa tierra vecina que anhelan como próxima anexión: Colombia. Allí también avanza la opción narco-comunista con las FARC. Gracias a inauditas ventajas otorgadas por un presidente Juan Manuel Santos con ya incuestionable complicidad con Cuba. Las FARC no son solo una banda de terroristas, asesinos, violadores y secuestradores. Son además socios privilegiados en el inmenso negocio del narco-comunismo, cuyo jefe supremo es el anfitrión de los Reyes de España en ese malhadado viaje. Cuba está en el negocio desde que fusiló al general Arnaldo Ochoa. Hoy es el principal centro de mando del tráfico internacional y manejan, con las FARC y el régimen de Maduro, la cocaína de toda la región con destino a todo el mundo. No hay razón para ese viaje. España tiene hoy ante sí un reto existencial con un enemigo totalitario separatista. La superioridad moral de España se basa en el respeto a la ley y la libertad. En nada contribuye al necesario rearme de España que el jefe del Estado acuda a ser agasajado por el dictador en la guarida del expansionismo totalitario y criminal que es hoy La Habana.

sábado, septiembre 09, 2017

GUERRA, PROPAGANDA Y PLANES

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 09.09.17

Daesh sembrará el terror en las retaguardias enemigas que son nuestras ciudades

La guerra contra el Daesh extendida por multitud de frentes y con proliferación de protagonistas favorece tanto la confusión sobre la suerte bélica real en cada momento y en cada lugar como facilita la propaganda. Ahora dice Rusia que ha matado al que considera ministro de la guerra del Daesh, Gulmurod Jalímov, un jefe de fuerzas especiales de Tayikistán que desertó hace dos años para unirse a las fuerzas del «califato». Los éxitos en la liquidación de dirigentes del Daesh con las operaciones aéreas de Rusia, EEUU u otros son siempre controvertidos. Hace unos días se vanagloriaban los medios de propaganda rusos de que sus fuerzas aéreas habían hecho en poco tiempo 1.200 salidas y abatido a 1.400 terroristas. Hubo quien se mofó de la ratio.

No debiera hacerse. La guerra contra el Estado Islámico es ardua. Los yihadistas han dado sorpresas. Aunque muy irregulares y distintos de un sitio a otro, demuestran en muchos casos competencia militar que no se les atribuía. Arrastran siempre población civil propia, aparte de la que puedan usar directamente como escudos humanos. La liberación de Mosul en Irak como ahora la de Raqqa en Siria que avanza y podría producirse en días o semanas solo confirma que la alianza internacional liderada por EE.UU., los kurdos, los rusos y las tropas de Assad le arrebatan sin cesar terreno al ISIS. Aunque cueste aún tiempo, vidas y dinero, la existencia de Daesh con territorio bajo su control tiene un fin previsible. Cuando esto suceda se planteará un problema igual de serio. Y es qué va a suceder con Siria y los trastocados equilibrios en Irak. Nadie puede esperar que se permita que Irán, Rusia, Assad y Hizbolá se queden con el control masivo sobre Irak y Siria. Quizás hubiera pasado con Barack Obama en la Casa Blanca. Pero no parece lógico que EE.UU. haga más regalos en la región de los hechos con el anterior presidente. El Daesh por su parte se disolverá en todas las direcciones para sembrar el terror en las retaguardias enemigas que son nuestras ciudades.

viernes, septiembre 08, 2017

GOLPISMO EN REALITY SHOW

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 08.09.17

Los golpistas tienen toda la comunicación que el Gobierno les regaló

EN la primera clase de ese cursillo que Mariano Rajoy nunca ha hecho sobre «cómo neutralizar un golpe de Estado antes de que te cueste tu país, el poder y la cabeza» lo dicen muy claro: lo más importante es cortar la comunicación entre los golpistas. Hay que impedir que los golpistas sepan qué hacen o qué les pasa a sus cómplices en cada momento. Y hay que evitar su coordinación y la transmisión de información y de órdenes. Eso lo aplicó Hitler nada más recuperarse de la conmoción de la bomba, mal puesta por desgracia, del coronel Claus von Stauffenberg. Y la desinformación, falta de comunicación y consiguiente chapuza dieron al traste con la Sanjurjada o el 23-F.
En España asistimos a un golpe en que el Estado colabora obsequioso en el mantenimiento de las líneas de información golpistas. Estos utilizan los medios del Estado con tanta eficacia como los que llaman propios, también concesiones, en parte tramposas, que les han hecho los gobernantes. Sí, los gobernantes, que a cambio de mil ventajas del poder juran proteger al Estado contra el golpismo. Y a los ciudadanos contra quienes amenazan con acabar con la democracia, con el propio Estado y con la Nación. Si no fuera porque son casi todos empollones de provincias, sin imaginación y con poco mundo, se podría sospechar de tanta amabilidad y hasta entrega hacia los enemigos del Estado. Y pensar que ellos también trabajan para algún gobierno extranjero. Como esos de Podemos a los que tanto han ayudado a ser una fuerza clave en este «putsch on line».
Porque este es el primer golpe de la historia retransmitido como reality show. Las dos cadenas menores de los miembros del duopolio televisivo, una concesión del Estado a dos grupos con alta participación extranjera, son cadenas monotemáticas. Ahora retransmiten en directo el golpe. Llevan años dedicadas a la destrucción de España y su orden constitucional. Durante 24 horas todos los días de la semana emiten para:

1. El fomento de todo separatismo contra la unidad de España, la fobia a España como idea, desprecio a su monarquía y a su historia que es sometida a permanente falsificación y vejación.

2. La agresión sistemática para el cuestionamiento y la destrucción de las instituciones, el amparo a todo enemigo del Estado, por infame, violento, detestable y delincuente que sea.

3. La ridiculización de valores y principios tradicionales, desde el patriotismo a la lealtad, la dignidad, el honor, la feminidad en la mujer y la virilidad en el hombre, el derecho natural.

4. La promoción del odio al cristianismo, el ataque permanente a la Iglesia católica con las agresiones más brutales y crueles a sus creencias y desprestigio de su historia, su liturgia, sus símbolos.

5. La difusión de elementos de sospecha, desprestigio y muerte civil para cualquier actividad, actitud o persona que pueda fortalecer las defensas o el prestigio de España y su historia entre los españoles.


Los golpistas están en todas las televisiones, arropados por un periodismo izquierdista que comparte la hispanofobia que alimenta al foco sedicioso. Ante el brutal asalto criminal a las instituciones que pone en peligro la paz y la vida y hacienda de todos los españoles, todos esperan que el Gobierno tenga un arma para reinstalar la ley. Esperemos que sea algo más convincente que su estrella Andrea Levy con sus torpes balbuceos entrevistada por el mayor agente de la trama desestabilizadora en la cadena más dedicada al golpismo. Tan enamorados están de las televisiones separatistas e izquierdistas que regalaron golpismo, que corren peligro de acabar de estrellas en la agitación contra España.