martes, mayo 30, 2017
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 30.05.17
El mundo ha mejorado con el viaje de Trump
EL domingo la canciller Angela Merkel habló en una fiesta
cervecera en un pueblito bávaro. Y entre muchas cosas que se dicen en
precampaña electoral, dijo algo que ha conmocionado al mundo y que muchos ya
ven como el mensaje de un cambio de era. «Los tiempos en los que podíamos
confiar plenamente en otros, pronto estarán lejos y por eso solo puedo decir
que nosotros europeos tenemos que coger realmente nuestro destino en nuestra
propias manos». Esto lo decía Merkel después de días de desesperante
negociación con Donald Trump en Bruselas con la OTAN y en Taormina en Sicilia
en la cumbre del G7. Merkel, el líder más veterano del mundo occidental, tenía
que convencer al presidente Trump de que debía adecuarse a las formas
habituales y aceptar como recién llegado la opinión común. La canciller fracasó
estrepitosamente. Y lo acusó. El rubio nunca será diplomático ni político. Se
mueve sin control exterior. De repente hay movimiento en todo, virulentas
pasiones en contra y a favor, pero también esperanza. Aunque las cataratas de
odio mediático a veces no dejen ver ni oír. Trump es el menos dogmático de los
gobernantes occidentales. En cuestión de proteccionismo demostró que sabe
cambiar de opinión. Pero en materia de inmigración o cambio climático se vio
que se niega a consensos porque sí. Y menos por imposición de corrección
política y convencionalismos progresistas. Trump no acarició los oídos de los aliados
con pensamientos filosóficos. Eso lo hacía Barack Obama para después ignorar
obscenamente los intereses europeos. Como con su traición en la crisis siria
con sus dramáticos efectos del fortalecimiento de Rusia, la invasión de Ucrania
y anexión de Crimea. Nadie ha ayudado tanto a Vladimir Putin como Obama. De ahí
el sarcasmo de la obsesión del periodismo de presentar a Trump como un agente
de Rusia. Exigió a los socios que asuman el gasto para que la OTAN pueda operar
sin depender siempre de forma absoluta de la participación norteamericana.
Parece razonable. Él representa a una sociedad americana que paga
indirectamente la petulante presunción de los políticos europeos de gastar poco
en seguridad y ejército y mucho en protección social. «Lo militar que pague el
yanqui». Pues ya no. Se ha hablado claro y se ha entendido. Merkel desde luego.
Trump hace así más por la defensa común de Europa que todos los líderes
europeos en tres décadas. Aunque sea con mayor hegemonía alemana.
Ha habido más cambios de profundidad. En Oriente Medio pone
fin al disparatado desprecio de Obama al mundo sunita. Efecto añadido al coste
del peligroso acuerdo con Irán que, como los regalos a la dictadura de Cuba,
fueron parte de la insensata operación de prestigio de un Obama que buscaba un
legado para ser recordado por algo más que el enfrentamiento racial e
intercultural y la polarización política. No ha decepcionado ni a amigos ni a
enemigos Donald Trump con su primer viaje al extranjero. Ha pegado una patada
al mapa, ha levantado pasiones y ha cambiado drásticamente la realidad en sus
escalas. Salvo en el Vaticano quizás, donde el desinterés mutuo hizo prevalecer
la cortesía, el mundo ha cambiado mucho en estos cinco saltos de Trump por
Oriente Medio y Europa. Más allá de la histeria mediática y política interesada
de quienes buscan derribar al presidente o hacer política populista –europea,
alemana– con Trump como enemigo favorito, hay más claridad hoy en el mundo que
hace veinte días cuando Trump se fue a imponer estilo en su primer viaje fuera
de casa.
domingo, mayo 28, 2017
A MUERTE Y SIN TREGUA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado,
27.05.17
Hay una cooperación muy, muy intensa entre enemigos de Trump
en los medios y funcionarios de oficinas federales
Nadie sabe hasta dónde llegará la guerra sucia entre los
medios de militancia demócrata y el presidente Donald Trump. Claro está que no
le faltarán frentes para este conflicto en el que se puede descartar la tregua.
El periodismo «progresista» norteamericano ha asumido como misión histórica,
más allá de todo deber profesional, criterio moral o código deontológico, la
destrucción de este presidente. Al que considera un peligro y un enemigo.
También está el elemento de la venganza por la humillación que fue la elección
de Trump para todos ellos. Desde un principio se ha visto en esta guerra un
elemento muy preocupante que es la intensa cooperación entre enemigos de Trump
en los medios y funcionarios en oficinas federales en Washington. Así, las
filtraciones con objeto de dañar al presidente han alcanzado estos meses una
intensidad tan obscena que recuerda a la España de los sumarios secretos.
También la filtración de la información secreta británica sobre el atentado
tenía por objeto perjudicar a la Casa Blanca. Es fácil atribuirla después a la
incontinencia verbal o a la inexperiencia del presidente. Ahora, según
supuestas filtraciones de «fuentes desconocidas», el FBI investiga al yerno de
Trump, Jared Kushner, por supuestos contactos con Rusia. Toda lo que se sabe
está en esta última frase. Pero con eso basta para que los medios bombardeen al
público con «las conexiones rusas de Kushner» de una investigación que nadie
confirma, cuyas fuentes son ignotas y de las que nadie sabe nada.
El frente que siembra verdades, medias verdades y mentiras
se nutre de quienes traicionan su juramento y deber en la administración por
odio a Trump. Se verá si Kushner u otros tienen relación especial con Rusia. A
no ser que se demuestre que Trump es un agente ruso o encubre a una red de
agentes de Putin, no van a acabar así con su presidencia. Pero mientras, en su
obsesión de acabar con su enemigo mortal, los medios y los funcionarios generan
inmensas cantidades de humo que hacen casi heroico gobernar con éxito.
viernes, mayo 26, 2017
UN REBAÑO HACIA EL ABISMO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
26.05.17
Nos desean el bien infinito del sometimiento al islam
OTRA vez estamos ahí. En el lugar de la matanza. Esta vez en
Manchester. Tres días con enviados especiales de todas las televisiones del
mundo que se disputan las imágenes de las flores, las notas de condolencia y
las caras, llorosas el primer día, tristes el segundo y cariacontecidas el
tercero. Tres días de jóvenes cantando el «Imagine» de John Lennon sin saber lo
representativo que es de nuestros males como himno de una sociedad sin
referentes morales, sin anclajes en la realidad y sin instinto de
supervivencia. Como himno del cordero adormecido y feliz antes de ser
degollado. Allí están periodistas y políticos, los transmisores del bacilo de
la inanidad, adalides de la multiculturalidad y la tolerancia con la
intolerancia. Ellos garantizan que no aparezca en las televisiones frase
disonante ni expresión que cuestione que este nuevo crimen islamista es una
catástrofe natural a la que debemos subordinar nuestras conductas. No se
emitirá nada que pueda ser remotamente interpretado como «racista», «xenófobo»
o «islamófobo». Han de silenciar e impedir toda reacción natural de exigencia
de responsabilidades o, peor aun, de autodefensa. Sería ultraderechismo.
Incitación al odio. Muy reprobable.
Por eso, solo aparecen en las televisiones del mundo
occidental los buenos occidentales, convencidos de que «la violencia nada tiene
que ver con el islam». La solución es «más tolerancia», «hacer frente a los
terroristas con más amor y oración» por citar a Margot Kassmann, voz de una
iglesia evangélica alemana muy responsable de hacer de sus fieles un rebaño de
víctimas propiciatorias. La católica no mucho menos. Olvidadas quedaron las
lúcidas palabras de Benedicto XVI en Ratisbona con exigencias a unos y otros, a
los cristianos de mayor defensa de sus principios, valores y espacio y a los
musulmanes a asumir unos valores de la civilización común que desprecian en su
afán de dominio. Y no solo los jóvenes fanáticos que se vuelan por los aires.
También los llamados moderados que predican en las mezquitas europeas la
llegada del califato y la conversión o sometimiento total de los infieles. No
se les puede culpar por creerlo. Por considerar al mundo cristiano
irremediablemente depravado, corrompido y en naufragio. Ni por desearnos a los
infieles lo que consideran el bien infinito del sometimiento a Alá. Quieren
compartir con nosotros la bendición del islam. Desprecian a los hombres
incapaces de defender a sus mujeres en las calles y dispuestos a que sus hijos
no crean en nada. Nos desprecian por infieles. Los recién llegados tanto como
los que nacen en familias llegadas hace medio siglo. Otra vez ahí. Con los
jefes musulmanes británicos tristes porque han muerto niñas, pero inamovibles
de su pretensión de que mucho peor peligro que los asesinos yihadistas es la
islamofobia.
Con los muertos de Manchester aun por enterrar se niegan
ofendidos a más controles sobre unas comunidades que han criado a los asesinos.
Jamás entregan al poder infiel a un fiel sospechoso. Radicales o moderados,
entre ellos nunca habrá el abismo que los separa del infiel. Nunca retroceden.
Conquistan un espacio tras otro. Iglesias se convierten en mezquitas. Los
parques y calles adyacentes también. Después el barrio. Siempre de forma
irreversible. Donde ellos son más, pronto no hay otra cosa. Puede que no haya
fuerza ya para reaccionar. Que nuestro rebaño infiel de la sociedad abierta
europea esté condenado a seguir a galope hacia el abismo, ante las bombas, la
brutalidad y la extensión de la sharía por barrios, ciudades y regiones. Pero
nadie pretenda que la causa es la injusticia, la pobreza o la discriminación.
La causa es nuestra trágica debilidad y el mensaje totalitario del Islam al que
solo cabe hacer frente o someterse.
martes, mayo 23, 2017
DESCOMPOSICIÓN
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 23.05.17
Segunda ofensiva de las criaturas antiespañolas del
zapaterismo
EL Gobierno sedicioso de la Generalidad tiene preparado un
plan secreto de coacción y de imposición de un marco ilegal a todos los
españoles en Cataluña. Dicho de otra forma, un gobierno regional autonómico se
dispone a una operación de secuestro de siete millones de españoles con
prácticas propias de un golpe de Estado. Prevén destituciones, expulsiones,
deportaciones, confiscaciones y un sinfín de medidas de fuerza, todas ilegales
pero necesarias para los muchos delitos que conlleva el crimen de alta traición
que es la proclamación de la secesión e independencia de una región de España.
Publicaba ayer lunes el plan uno de los muchos medios, en realidad han sido la
mayoría, que tanto han contribuido a la impunidad y continuidad del proceso
golpista. Con su permanente demanda al Gobierno de la Nación de «entender» el
delito, ignorar la ley, tolerar el delito y garantizar la impunidad. El
Gobierno ha huido del conflicto, mirado a otra parte e intentado ocultar el
delito con dinero y trato apaciguador con la Generalidad sediciosa. Rajoy rizó
el rizo al invitar al delincuente a negociar el delito en Madrid. Para negociar
la legalidad con el violador de la misma. Este despreció la oferta. Ya solo
quiere la aceptación de su tropelía criminal.
Esta noticia disputaba ayer el protagonismo en los medios al
terremoto habido en el PSOE, donde Pedro Sánchez vapuleó a Susana Díaz,
candidata del aparato, y a Patxi López, candidato de la nada. En realidad estas
dos noticias son una misma: España da un paso de gigante hacia un choque
frontal entre la debilitada España institucional y constitucional y la
insurrección del extremismo izquierdista y separatista. Que gobierna las
capitales, cuenta con gobiernos regionales y toma el mando en un PSOE aliado ya
pleno de las fuerzas anticonstitucionales y antiespañolas. Pasada la crisis
económica que hizo caer a Zapatero, las criaturas que son legado de su revanchismo
izquierdista –Podemos, el PSOE «podemizado» y las fuerzas separatistas– se unen
en un renacido frente para echar del poder al PP y criminalizar a la derecha.
No me resisto a recordar que hace más de dos años lo auguré
en el libro «Días de ira». Rajoy pudo haber dificultado, quizás incluso
evitado, esta fase avanzada de la descomposición con una retirada. Ya es tarde.
Ahora se produce el retorno del espíritu del Pacto de Tinell en estadio ya
final, tras abortarse los últimos intentos de reanimar una socialdemocracia con
lealtad institucional y constitucional, con compromiso nacional y capaz de
pactar con la derecha. No la habrá. El hacha de guerra civil desenterrada por
Zapatero ha generado el odio necesario en la izquierda. La desidia e inanidad del
PP han hecho el resto. El PSOE, el segundo pilar constitucional, ya está en la
senda recorrida por Santiago Carrillo en las Juventudes Socialistas Unificadas
(JSU). En la ruptura con su padre socialista Wenceslao –que hoy serían Felipe,
los históricos y los barones–. En la unión al Frente Popular comunista para
liquidar la España constitucional y su unidad nacional. ¿Qué hará Rajoy? Si
pudiera, nada. O negociar con separatistas e izquierdistas un reparto de
espacios. Pero ya no hay margen ni para la trampa ni para la nada. Los
sediciosos se ven cerca del triunfo y el botín. Y el revanchismo organiza ya la
causa general político-judicial para proscribir a la derecha. Si se deja, para
siempre. Algunos dicen que Sánchez es tan consumado perdedor como Jeremy Corbyn,
por tanto una bendición para Rajoy. Corbyn no tiene a su izquierda otro partido
aún más peligroso para las libertades que secuestre al suyo. Y lo más
importante, Theresa May no sufre una descomposición vertiginosa de su
liderazgo, de su partido, de las instituciones y de su patria.
sábado, mayo 20, 2017
EL PRESIDENTE SE VA DE VIAJE
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 20.05.17
Acosar al presidente desde los medios con el «impeachment»
es más fácil que manipular el sistema de equilibrios de poderes
El presidente Donald Trump se va de gira internacional, la
primera desde que llegó al poder en enero. La Casa Blanca ha unido en un solo
viaje la visita a los centros de las tres religiones, Arabia Saudí, Israel y El
Vaticano para continuar ruta a la Cumbre de la OTAN en Bruselas y a la reunión
del G7 en Sicilia. En su primera escala en Arabia Saudí el presidente Trump
dejará claro que el islam en sus países de origen puede ser su aliado perfecto.
En Israel tendrá que hacerse perdonar que ya ha defraudado mucho por las
expectativas despertadas con el traslado aún incumplido de la Embajada a
Jerusalén. Y en Roma verá con indiferente cordialidad a un Papa Francisco que
le ha sido más hostil si cabe que los líderes políticos europeos.
En Bruselas, eso es típico ya del mandato de Trump si se
evitan humos y cacofonía del odio mediático mundial anti-Trump, se verá que el
presidente ya ha logrado mover las cosas en la OTAN. Los aliados hacen ya lo
que no hicieron con Obama ni con Bush ni con Clinton: asumir mayores gastos de
defensa. En la cumbre del G7, el recién llegado a la política mundial, cuyas
prioridades y agenda principal están al margen de la misma, hará lo que Rex
Tillerson le diga. Se va Donald Trump al exterior en plena apoteosis de la
ofensiva contra su persona por parte del amplio frente de sus enemigos en
Washington, la ciudad que conquistó a base de despreciarla como centro de los
intereses mezquinos de las clases privilegiadas.
Esa ciudad, que él ha tachado mil veces de «lodazal», le
devuelve con tormentas de odio la humillación que supuso que Trump le
estropeara la bien preparada victoria de Hillary Clinton. Los medios, más
enfermos de odio anti-Trump si cabe que la propia Hillary, llevan el griterío a
cotas desconocidas y todos andan especulando con el «impeachment». Menos lobos.
Acosar al presidente desde el ruido mediático total es más fácil que manipular
los mecanismos del glorioso sistema norteamericano de garantías y equilibrios.
viernes, mayo 19, 2017
SÓRDIDA BANDERA DE LA IGUALDAD
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
19.05.17
Vuelve un igualitarismo que impone conductas y sentimientos,
reprime voluntad y exige sumisión
LA presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes,
presume de tener solo 900 euros en la cuenta corriente. También de no tener
patrimonio, pese a sus más de cinco lustros de vida laboral. Algunos pensarán
que se organiza mal si no tiene una reserva mínima para un gasto
extraordinario. Y que si tan mal se organiza en casa, no podrá hacerlo mucho
mejor fuera. Eso sería una reflexión propia de una lógica vetusta y ajena al
Zeitgeist y las rubias progresistas. Hoy, lo conveniente es presumir de pobre.
Y de orígenes pobres, si paupérrimos, mejor. Ahí tienen a los candidatos socialistas
en la carrera de primarias disputándose la niñez más menesterosa. «Yo tuve una
infancia muy modesta». –«La mía mucho más»– «¡Pues anda que yo!» Toda esta
pretensión de orígenes pobres, sean ciertos o no, solo son una estafa más de la
impostura ya permanente de los políticos de las democracias europeas. La
pretensión de pertenecer a los más desfavorecidos se produce en la España de
hoy en muy diferentes formas y lleva a límites grotescos. Como los de la
familia de Pablo Iglesias, supuestos perseguidos del franquismo y en realidad
privilegiados por el empleo público y cuantiosas prebendas del régimen de un
Franco que antes había perdonado la vida y la cárcel a su abuelo y lo instaló
en la clase media pese a su siniestra andadura como comisario político del
batallón Margarita Nelken. O todos los «niños de papá» que dirigen Podemos como
las Serra, la desasistida Rita Maestre o ese Ramón Espinar que habla de sí como
«hijo de obrero» y es un mimado y tramposo cachorro del sistema con privilegios
hasta en la Tarjeta Black de su padre. La impostura es sangrante en esta nueva
era de adoración de la Igualdad como Bien Supremo. La igualdad es el
instrumento más eficaz del totalitarismo.
Hay un concepto de igualdad que ha sido una bendición para
la especie humana. La igualdad entre los hombres hechos a semejanza de Dios es
el concepto fundamental cristiano que hizo posible la evolución de la sociedad
occidental hacia una cultura con la dignidad, individualidad y libertad del ser
humano como principal referente. Después de diversos ensayos, algunos
terroríficamente fallidos, quedaba demostrado que el sistema político que mejor
garantiza la corrección de errores y abusos contra el individuo es la
democracia. Sin embargo, celebra ya su retorno triunfante un concepto de igualdad
que no es el de que todos nacemos iguales con la llama de la divinidad y el
libre albedrío. Sino el de una igualdad que nos impone conductas y sentimientos
para un orden social que mutila carácter, reprime voluntad y exige sumisión.
La igualdad de los seres humanos por naturaleza desiguales
sólo puede simularse con la mentira y con la fuerza. Está en plena marcha el
nuevo proyecto ideológico igualitario en su fase grotesca y ridícula, la farsa,
en la que los políticos pretenden tener, querer y sentir lo mismo que la masa.
Pero también está avanzada la fase tenebrosa, cruel y eventualmente sangrienta,
el drama. Norbert Bolz con su «El discurso de la desigualdad» (edit. Wilhelm
Fink, Munich) hizo el gran alegato contra las siniestras tendencias de ese
nuevo igualitarismo sentimental, el nuevo totalitarismo. El castigo a quienes
se rebelan contra el dictado ideológico y sentimental se practica ya con buena
conciencia. De momento con una represión no violenta. Y ya funciona la eficaz
movilización mediática del odio hacia quienes discrepan, luego no quieren ser
iguales. Hay europeos que perciben el peligro. Pero aun no hay masa crítica la
reacción. La sórdida bandera de la igualdad vuelve a ser, disfrazada de
justicia, la gran amenaza para unas libertades en retirada.
martes, mayo 16, 2017
LA SEGUNDA MUERTE DE STEFAN ZWEIG
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 16.05.17
El legado del suicida Sieferle, un enemigo de la corrección
política
EN los pasados dos o tres lustros se ha puesto muy de moda
en España el escritor austriaco Stefan Zweig. No sé si se lee todo lo que se le
cita, pero sí es un conocido ya este judío austro-húngaro autor de una obra
ingente pese a su voluntaria muerte a los 61 años. Especialmente «El mundo de
ayer». Yo creo que lo mejor de Zweig son sus biografías pero quienes conocen a
Zweig de sus otros textos lo identifican con la incurable –y mortal– nostalgia
por una Europa libre y culta irremisiblemente perdida y el miedo y desprecio a
un futuro totalitario y vulgar. Zweig formaba parte de una cultura austriaca
del ocaso vibrante y brillante, en la que Karl Kraus escribía «Los últimos días
de la humanidad» y muchos recurrían al suicidio como muerte en abrazo al propio
mundo en naufragio. Desde el poeta Georg Trakl hasta la poetisa Ingeborg
Bachmann y su gran amor Paul Celan, judío de la Bukovina austro-húngara,
suicidas en los setenta, son cientos las grandes cabezas de la literatura y
creación de la vieja Kakania de Robert Musil que se quitaron la vida. Es
significativo que mientras en Alemania el suicidio se llama «Selbstmord», es
decir, «asesinato de uno mismo», en el antiguo espacio cultural austrohúngaro
se dice «Freitod», que significa «muerte libre». Zweig se despidió en 1942 en
Petrépolis en Brasil. El mundo bueno merecedor de vivirse, con la libertad, la
cultura y los valores de la civilización, se hundía ante el avance del nazismo
y otros totalitarismos. Y ellos querían irse con él.
En septiembre del pasado año se quitaba la vida el escritor,
sociólogo e historiador Rolf Peter Sieferle. Era uno de los muy pocos intelectuales
alemanes que se ha atrevido al enfrentamiento total y sin compromiso con la
corrección política que en la era Merkel ya se ha convertido en implacable
ideología incuestionable so pena de marginación, muerte civil y escarnio.
Nacido en 1947 profesor de historia en la Universidad de Mannheim primero y
Sankt Gallen en Suiza después, escribió trabajos de gran repercusión sobre
industrialización, urbanismo, migración y desarrollo sociológico histórico,
desde hace más de treinta años advertía sobre el bloqueo intelectual que
generaba el permanente recurso al nazismo para impedir debates críticos con las
políticas del sistema alemán. Con la oleada migratoria y la postura defensiva
del gobierno de Merkel y sus aliados –los grandes partidos y los medios–, la
apisonadora de la corrección política en Alemania oculta la realidad de los
efectos de la política de refugiados. Y persigue y descalifica a quien la
cuestione. Sieferle ha dejado dos libros como legado de advertencia para un
mundo en el que él, como Zweig en su día, no quiere participar.
En «Finis Germania» hace un cuadro implacable de una
sociedad alemana cobarde que ha elevado el llamado «antifascismo» a religión
oscurantista que persigue todo pensamiento racional y al sentido común. Con
unos medios domesticados, una intelectualidad comprada e intimidada y unos
políticos convertidos en sacerdotes de esa religión de socialdemocracia
obligatoria, el recurso totalitario a «la culpa colectiva» arrebata toda
libertad y derecho a la verdad a los alemanes. En el último libro, «El problema
migratorio», acusa al gobierno alemán de una inmensa estafa con la destrucción
del estado social en libertad por ser este incompatible con la inmigración en
masa. Advierte que una Europa bajo creciente poder islámico será un infierno
como lo son los estados musulmanes. Rolf Peter Sieferle no quería vivir en la
sociedad que veía venir. Como Zweig.
Puede ser que dentro de unos años leamos a Sieferle como a
Zweig, como víctima de un miedo infundado. Puede ser también que no nos dejen
leerlo. Entonces es que tenía razón.
lunes, mayo 15, 2017
SCHULZ PAGA LA FACTURA DE LOS REFUGIADOS
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Lunes, 15.05.17
El SPD gobernante en Renania del Norte-Westfalia recoge el
castigo por el descontento hacia la política migratoria, impulsada por Merkel
Cambio Los resultados sugieren que el fin de ciclo de los
partidos tradicionales llega a Alemania
La catástrofe electoral sufrida ayer por el partido
socialdemócrata alemán (SPD) es histórica, es completa y tendrá con seguridad
enormes consecuencias para toda Alemania. También para el continente, que ve
cómo el hermano mayor de la socialdemocracia europea acompaña a sus compañeros
en otros países en su caída hacia los infiernos de la crisis existencial. Que
cristaliza ya en un grave problema inmediato de cara a las elecciones federales
del 24 de septiembre. Porque aunque aún no ha dimitido Martin Schulz como
candidato a la Cancillería, es probable que este desastre haga replantearse una
vía que ya parece muerta.
Dijo ayer Schulz para disculparse que él no es «un mago». Lo
cierto es que tiene enfrente a una canciller que sí parece hacer magia hasta
con su debilidad. El SPD cae 8 puntos y cosecha su tercera y peor derrota en
tres elecciones de länder en tres meses. La pérdida del gobierno en Renania
Westfalia donde ha gobernado con una sola interrupción durante más de medio
siglo podría quizás adjudicarse a las debilidades de gestión de la presidenta
Hannelore Kraft. Ella dimitió ayer de todos sus cargos de inmediato.
Pero el desastre cuantitativo del SPD es demasiado serio
como para quedarse en el fracaso del gobierno de este gran estado federado, el
más grande, rico e industrializado. Se hunden también sus compañeros de
gobierno en Düsseldorf, los Verdes, en otro signo de los tiempos que es
generalizado en todo el país.
También esto sugiere que el fin de ciclo de los partidos
tradicionales llega a Alemania pero distorsionado por la figura de Angela
Merkel. Por su muy notable habilidad de copar espacios políticos ajenos y
movilizar desde el cálculo los sentimientos alemanes hacia su terrible
historia. Como por el efecto disuasorio para opciones «populistas» que tiene la
imagen de Donald Trump y del Brexit, que transmiten en un consenso coral
absoluto los medios en Alemania.
Ganadores
Se benefició de todo esto Merkel ayer de forma espectacular.
Su CDU suma más de 7 puntos hasta el 33,5%, tres puntos por delante de la CDU.
Previsiblemente podrá gobernar con la única alianza del otro triunfador de
jornada, el FDP liberal, que suma más de 3 puntos y se sitúa en un histórico
11,5%. Irrumpe también en el parlamento regional el derechista Alternativa para
Alemania (AfD).
Merkel resulta una compañera tóxica para el SPD. Las dos
legislaturas de gran coalición revelan que ella es la beneficiada y el SPD el
pagafantas. Ayer se vio de forma escandalosa. Todos los efectos de la oleada de
inmigrantes llegados por una decisión personal de Merkel los ha pagado aquí el
SPD gobernante.
El gobierno del SPD y de los Verdes de Renania Westfalia
paga la lamentable gestión de aquella terrible Nochevieja en la ciudad renana.
Kraft paga el aumento de la inseguridad ciudadana y los pasados desequilibrios
presupuestarios de los municipios. Cuando todo ello es cosecha pura de la
decisión de Angela Merkel del 5 de septiembre del 2015.
El SPD ha estado ayudando a la CDU en su militante,
permanente y tantas veces demagógica campaña contra el partido y todo
movimiento surgido a su derecha a consecuencia de la deriva de la CDU de
Merkel hacia la izquierda del centro. En esa campaña de acoso de llamar «nazi»
y disputar el derecho de existencia organizada a todo lo que surgiera a la
derecha de la CDU, el SPD ha sido un tonto útil perfecto. No actuó con la misma
entrega solidaria la CDU cuando a la izquierda del SPD surgieron Verdes y Die
Linke para comerle el electorado.
Así y todo, el derechista AfD ha logrado más de un 7%, está
ya presente en todos los parlamentos regionales y lo estará previsiblemente en
el Bundestag. Merkel ha logrado con ayuda prácticamente unánime de la prensa
alemana y los partidos parlamentarios, SPD a la cabeza, que se redujera
drásticamente la información, el debate y por consiguiente la alarma por los
efectos de los refugiados. Las buenas cifras económicas de los pasados meses
han sido otro regalo para la canciller. Así las cosas, todo apunta a que, salvo
catástrofe o crisis extrema, Merkel va a poder prescindir en septiembre de un
SPD desarbolado y forjar una alianza con unos liberales del FDP que volverían
al Bundestag.
sábado, mayo 13, 2017
LOS SONDEOS DAN LA VICTORIA A MERKEL EN EL BASTIÓN DEL SPD
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Dortmund
ABC Sábado, 13.05.17
Los socialdemócratas temen que una derrota en Renania del
Norte sea el preludio de un descalabro a nivel estatal en septiembre
El domingo puede darse un paso de gigante hacia el colapso
de la socialdemocracia europea si, como sugieren ya las encuestas, el SPD
pierde ante la CDU en Renania del Norte–Westfalia, el principal poder
territorial que tiene. El SPD que afrontaba la primavera electoral con
optimismo, ha naufragado estrepitosamente en el Sarre en marzo y en Schleswig-Holstein el domingo pasado y cedido ambas plazas a la CDU. Si pierde el SPD en
este estado se plantearía la inminencia del fracaso de Martin Schulz como
candidato a la cancillería. Y eso a cuatro meses de las elecciones federales
del 24 de septiembre. El drama estaría servido. Tras las catástrofes de los
socialistas en Holanda y Francia, partidos fundamentales del sistema, cuyos
resultados en las pasadas elecciones cayeron hasta cifras de un dígito,
anunciado como está el naufragio de Corbyn con los laboristas en las elecciones
de junio en el Reino Unido y en crisis profunda el PSOE, podría llegar el turno
del padre de todos los partidos obreros socialdemócratas europeos, el SPD.
Hannelore Kraft es la presidenta del Estado de Renania
Westfalia, el más rico, poblado y poderoso de Alemania. Y nadie dudaba hace
unos meses de que lo seguiría siendo porque el candidato de la CDU, Armin
Laschet, parecía poco rival para ella. A las elecciones en este estado federado
las llaman coloquialmente las «pequeñas federales», (kleine Bundeswahl) porque
son con diferencia las más significativas. La presidenta Kraft es una líder
socialdemócrata enérgica que gobierna con solidez, en contraste con la
debilidad del SPD en la política federal. Gobernó bien en crisis y también
ahora que la economía alemana vuelve a sus plenos poderes, con un récord de
exportación tras otro, en los que Renania Westfalia juega un papel capital.
Hace dos meses nadie dudaba de que Kraft renovaría el mandato. Y de que esa
sería la señal para el retorno de la socialdemocracia al poder en Berlín.
Martin Schulz con ayuda de Kraft iba a acabar con la era Merkel y abrir una
nueva de izquierdas.
Angela Merkel llegaba a una primavera electoral de 2017 en
principio muy complicada después de un año en que se había tambaleado por los
efectos de la crisis de los refugiados. Y el SPD contaba ya con su carta
ganadora que era Schulz. El expresidente del Parlamento Europeo había decidido
dar el paso de volver a la política nacional y de golpe se convirtió en la gran
esperanza. Los sondeos le otorgaban cifras de aprobación que no se veían desde
Gerhard Schröder.
Nuevas esperanzas
Y, de repente, se comenzó a correr la voz de que volvía el
SPD por fin y que el viejo partido de Willy Brandt y Helmut Schmidt sería el
encargado de desmentir la agonía de la socialdemocracia en el continente. Así,
en enero los socialdemócratas alemanes vivían experiencias desconocidas en esta
generación. A las sedes del viejo partido SPD con sus más de 150 años de
liderazgo de la socialdemocracia europea entraba gente joven a inscribirse como
miembros. Todo era inaudito a principios de año en el SPD. Llegaban jóvenes y
volvían los viejos a las reuniones, muchos tras ausencias de lustros. En la
cuenca del Ruhr, donde los cambios industriales y la inmigración y sus
problemas tanta desesperanza ha creado, el SPD volvía a verse capaz de ganar.
Se respiraba un optimismo que no se recordaba ya, de antes
de las tres legislaturas de Angela Merkel. Aunque el SPD lleva dos legislaturas
gobernando en Berlín en una gran coalición con Merkel, los socialdemócratas
alemanes asumen esta labor cada vez más como un deber patriótico no deseado,
molesto y dañino para el partido. Todos los beneficios de una gran coalición
van al partido de la canciller, muchos de los costes de la tarea de gobierno
recaen en el SPD. Así las cosas, en enero había entusiasmo en el SPD y por
primera vez en muchos años en las encuestas una mayoría de los encuestados
llegó a preferir una cancillería de SPD a la de Merkel.
Hoy una encuesta del Instituto Allensbach da unos resultados
demoledores para Schulz que se ha hundido en expectativa de voto y preferencia
a escala estatal. Hoy la preferencia suma 63 puntos para Merkel y 42 para
Schulz. Y en un voto directo Merkel recibiría el 49% y Schulz el 36%. La CDU vuelve a estar en un sondeo federal en el 37% y el SPD en 27%. Mañana a las
18.00 horas se sabrá si el SPD ha logrado estabilizarse a última hora o si,
como en las dos elecciones anteriores, lanza el mensaje de que Martin Schulz no
es un líder ganador sino ya un lastre insoportable.
Reuters
Reuters
La candidata del SPD por Renania, Hannelore Kraft, con Schulz
Sondeo sobre las elecciones en Renania del Norte-Westfalia
Renania del Norte-Westfalia, el estado en el que más crece
la extrema derecha
Renania-Westfalia fue durante décadas el poderosísimo
bastión de la socialdemocracia alemana. Con su fuerza económica, su tamaño y
población, la densidad de la sociedad civil y tradición política, sindical y
asociativa popular que existe en las cuencas del Rin y del Ruhr aquello parecía
inexpugnable. Con su larga y dura tradición siderúrgica y minera, hace medio
siglo e incluso menos, el SPD tenía en algunas partes de la cuenca del Ruhr
hasta el 80% de los votos. Hoy las cosas han cambiado. Porque allí no poco de
su voto es ya de la extrema derecha de AfD. Las frustraciones con los grandes
partidos, la desindustrialización, la inmigración, la inseguridad ciudadana, el
miedo por las pensiones o la globalización, son las mismas causas que han
hundido a la socialdemocracia en otros países europeos.
viernes, mayo 12, 2017
LA CRUZ COLOSAL DE LA VERDAD
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
12.05.17
Para recordar lo que pasó, nada más útil que esa colosal
cruz de la sierra madrileña que pida e invite a explicaciones
YA ha aprobado el Congreso de los Diputados la proposición
no de ley para desenterrar a Francisco Franco y sacarlo del Valle de los
Caídos. A todos los que lo han votado: ¡Enhorabuena, valientes! Es el mayor
gesto de heroísmo antifranquista de su vida. Tanto coraje me ha conmovido. Me
ha reafirmado en mi cambio de opinión. Yo sí pensaba hace unos años que los
restos del general Franco podían, de acuerdo con la familia, ser trasladados al
panteón familiar en El Pardo junto a los de su mujer. Que era lo que, al fin y
al cabo, había previsto él. Hoy sin embargo estoy convencido de que hay que
defender la inviolabilidad del monumento religioso del Valle de los Caídos con
todos sus muertos dentro. Que no deben tocarse por ser un testimonio físico ya
absolutamente irrenunciable de la historia de España. De la historia real, de
la que intentan destruir, ocultar y negar mientras inventan una nueva que
convenga a sus planes totalitarios.
Los enemigos de la verdad tienen, como en el Congreso ayer,
todas las ventajas en esta guerra por apropiarse del pasado. Enfrente solo tienen
a héroes en lucha solitaria, véase a Policarpo Sánchez, en su lucha por el
Archivo de Salamanca entregado a autoridades separatistas para ser purgado y
destruido como testimonio de la historia de España. Y tantos otros, aislados.
Sin ayuda de la política. El Gobierno del PP mantiene y protege la ignominiosa
Ley de Memoria Histórica. Ciudadanos ha votado con socialistas y comunistas, es
de suponer que por el miedo a que le llamen «facha», esa mordaza española. Otro
partido acobardado como el PP, dedicado a sus asuntos, incapaz de hacer frente
a la pretensión de hegemonía total del mensaje de la izquierda. Están a otras
cosas.
Por eso el Valle de los Caídos, con toda su tenebrosa carga
de nuestra muy tenebrosa historia, debe ser un dique contra ese tsunami de
mentiras con el que izquierda y separatistas quieren anegar toda la historia de
España. Ahora que liquidan las verdades una a una en los libros de texto, en
monumentos y obras públicas. Y que buscan destruir todo lo que pueda ser un
testimonio que contradiga sus relatos mentirosos. Ya se da en España la
práctica balcánica de destruir lapidas. Pronto negarán que existieran allí esos
nombres y esas cruces que son testimonio muchas veces milenario. Hay que
defender los cementerios y las tumbas y las lápidas y las cruces ante la furia
destructora de la izquierda revanchista. También la tumba más grande, el Valle
de los Caídos. No se trata de defender a Franco ni al franquismo que es pasado.
Se trata de defender la verdad. La vieja izquierda de sus primeras legislaturas
sabía tan bien como los generales de Franco lo que fue la verdad de la guerra.
Unos y otros sabían que los otros sabían. Todos eran conscientes de la mucha
sangre española de ambos bandos que había sellado las realidades. Quienes
vuelven con un discurso de buenos y malos a explicar la tragedia y culpa común
no ocultan la voluntad de aplastar a quien discrepe. Su voluntad totalitaria se
manifiesta en la terrible certeza de que gran parte de la izquierda española da
la espalda a la reconciliación nacional y considera que la legitimidad radica
en el Frente Popular de los golpes de Estado, los asesinatos, las checas y el
fraude electoral. Quienes consideran aquello ejemplar lo quieren repetir. La
mejor arma de resistencia es la verdad. Y para recordar lo que pasó, nada más
útil que esa colosal cruz de la sierra madrileña que pida e invite siempre a
explicaciones, a esa verdad que tantos en España odian y quieren ocultar.
miércoles, mayo 10, 2017
BERLÍN PIDE BASAR EL EJE FRANCO-ALEMÁN EN LA AUSTERIDAD
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Berlín
ABC Miércoles,
10.05.17
Recomiendan a Macron que realice reformas sin salirse de la
ortodoxia
Nuevo capítulo Alemania ve con alivio cómo con Macron se
pasa página al capítulo agotado con Hollande
La elección de Emmanuel Macron ha sido celebrada en Alemania
probablemente más que en Francia. Entre los franceses había parte que votó a su
favor, parte que votó en su contra y otra parte que le votó solo para que no
venciera su rival. En Alemania había consenso absoluto entre políticos y los
medios en un apoyo fervoroso a Macron que no admitía fisuras. Elogiaron sin
límites al candidato Macron y lo celebraron como el liberador de la pesadilla
de una llegada al poder de Marine Le Pen. Hay muchos campos en los que Berlín
espera que un eje franco-alemán renovado y con pujanza podría llevar a superar
problemas enquistados en estos pasados años.
ABC
Merkel recibió a Macron cuando éste se encontraba en
campaña
La debilidad de Francia ha sido cada vez mayor, la fuerza de
Alemania y su peso económico también y el desequilibrio resultante había
desfigurado el eje. Merkel ha entrado en una serie de éxitos electorales que,
de confirmarse este domingo en Renania Westfalia, la sitúan en puertas de su
cuarta victoria consecutiva.
Pero pasados los brindis y las hiperbólicas expresiones de
alivio ya se han abierto paso expresiones más serias sobre la realidad del eje
franco-alemán.
Aunque sincera, la alegría por esta elección y por acabar
con un capítulo agotado por su debilidad como fue la presidencia de Hollande,
la ortodoxia avisa contra un presidente francés que a la vista de las inmensas
dificultades que tendrá en el interior, intente compensarlo con soluciones
imaginativas que vayan en contra de la ortodoxia presupuestaria. Lo que
necesita Francia, dicen en Berlín, son reformas. Muchas reformas.
Eurobonos
Comenzó el comisario europeo para el presupuesto, el alemán
Günther Öttinger, que descalificó abiertamente las intenciones de Macron de
reformar el control europeo de las finanzas de los 27 con un superministro de
Finanzas. «Los mecanismos de control presupuestario de la Comisión Europea son
suficientes», dijo y añadió «no hay motivos para cambiar esta arquitectura». Pero
donde salieron en tromba los miembros de la CDU y su hermana bávara la CSU es
con la intención de Macron de introducir un mecanismo de eurobonos para la
garantía de la deuda. El secretario de Estado de Hacienda, Jens Spahn de la CDU se manifestó radicalmente
en contra y le recordó a Macron que «ni la zona euro ni Francia sufren de falta
de endeudamiento», declaró al diario Bild.
El jefe de la comisión parlamentaria de Europa en el Bundestag, Günther Kirchbaun, también del partido de la canciller, subrayó que
en nada ha cambiado el rechazo radical de Berlín a una «socialización de las
deudas» en la Unión Europea. Aunque Merkel y su ministro de finanzas Wolfgang
Schäuble aún no han hablado de ello, se da por sentado que quienes se han
manifestado expresan la opinión en todo caso de los miembros democristianos de la
Gran Coalición. Es decir que ni Francia ni nadie va a arreglar sus problemas
con más deudas y por eso resulta equivocado animar y abogar por el
endeudamiento que es lo que supondrían los bonos.
El poderoso presidente de la Unión de Cámaras de Industria y
Comercio alemanas Eric Schweitzer creyó necesario reafirmar que tiene «la peor
opinión de los eurobonos». Porque fomentaría la deuda, debilitaría la
credibilidad en la moneda y el propio valor de Alemania y Europa como
localización. Macron va a poder contar con la ayuda alemana sea cual sea el
próximo gobierno.
Ahora queda por saber qué va a suceder en las elecciones
legislativas en Francia el mes próximo porque sin una Asamblea Nacional con
ánimo de cooperar en las reformas atascadas ya décadas, ni la mayor ayuda del
socio alemán le valdrá para nada.
martes, mayo 09, 2017
DE SOLDADOS, IDEOLOGÍAS Y TRAMPAS
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 09.05.17
Se advierte al votante de que todo a la derecha de Merkel es
perseguible y perseguido
EN todo Estado de Derecho debe darse una condición básica,
previa, para que el sistema no sea una farsa y es que sus cuerpos armados no
funcionen por directrices ideológicas. Las policías y los ejércitos
ideologizados son un monstruoso invento de las ideologías redentoras del siglo
XX con las consecuencias terroríficas que todo el que sepa algo de historia
conoce. Hay policías tercermundistas ideologizadas y hay ejércitos que aun lo
están. Entre estos, el caso más dramático en la actualidad es el del Ejército
bolivariano creado por Hugo Chávez con ayuda, por cierto, de asesores
españoles, algunos de los cuales hicieron una pequeña fortuna suministrando
alfalfa tóxica de la peor especie leninista a los oficiales de aquel país. Para
convertirlos en el Ejército más corrupto y pelele de la mafia que dirige aquel
régimen. Son asesores conocidos porque en España dan clases de moralidad cuando
allí dieron clases para imponer el terror y destruir a las personas críticas.
Con ayuda de otros españoles que medran con Caracas, La Habana y la
multinacional que une totalitarismo izquierdista, negocio legal y delito que es
el Foro de Sao Paulo. El Ejército de Venezuela es su instrumento totalitario e
ideologizado.
Lo absolutamente inaudito es que en una democracia un
ministro de Defensa acuse a su propio Ejército de estar lastrado por una
ideología extremista. Que ponga en duda la profesionalidad de sus oficiales y
mandos. Y los acuse de encubrimiento de los extremistas dentro de sus filas.
Pues eso es lo que hizo la ministra de Defensa alemana, Ursula van der Leyen.
Vertió gravísimas sospechas sobre el Bundeswehr, Ejército federal alemán, antes
de desatar en sus filas una caza de nazis que parece de brujas. Que encaja bien
con la actitud general del Gobierno de Angela Merkel de movilización retórica
contra el supuesto peligro nazi que ven en todo lo que no acepte su política de
inmigración y el discurso de la corrección política. Todo comenzó con la
detención de un teniente como sospechoso de preparar atentados terroristas. El
teniente, un tal Franco A., ultraderechista, se había inscrito como refugiado
sirio. Con lo que quería implicar a refugiados sirios de los atentados que
cometiera. Y dejaba en evidencia la ausencia total de garantías con que se
registra a los refugiados. El Gobierno, en guerra contra todo el que pretenda
ocupar el enorme espacio en la derecha que Merkel ha dejado libre con su
permanente deriva hacia la izquierda, parece considerar que la detención del
ultra es un buen motivo o pretexto para hacer una purga ideológica en el
Ejército federal. Que si ha pecado de algo en misiones internacionales es de
pusilanimidad de sus oficiales. Pues el Gobierno y la Prensa en Alemania, que
son ya una piña contra todo lo que no les gusta, se han lanzado a buscar
cuartel por cuartel la trama de infiltración nazi. Su máximo éxito ha sido
retirar una vitrina en un pasillo con unos cascos de la Wehrmacht, el ejército
alemán de la II Guerra Mundial. En otro cuartel han encontrado algún objeto más
de recuerdos de «militaria». Aunque la ministra ha matizado sus palabras en
contra de la oficialidad, el daño está hecho. Al nazismo hay que combatirlo. En
el Ejército con sus servicios de información. Pero en Berlín prima la agitación
pública antinazi que está de moda. Y la histeria no es inocente. Ante las
elecciones federales de septiembre hay que advertir al votante alemán de que
todo lo que está a la derecha de Merkel es perseguible y perseguido. Veremos en
qué acaba esto. Algunos sospechamos que hay menos ideología en el Ejército
alemán que miedo y falta de escrúpulos del Gobierno. En su guerra ideológica,
claro.
lunes, mayo 08, 2017
LA CANCILLER GANA DENTRO Y FUERA DE ALEMANIA
Por HERMANN TERTSCH
ABC, Berlín,
08.05.17
APARENTE ALIVIO EN LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS
Refugiados Hay consenso en el país para evitar denuncias,
por lo que no se habla de los centenares de miles que llegarán
Angela Merkel buscaba hace un año desesperadamente una pausa
en la tormenta de malas noticias, entre atentados en Francia o en Alemania y
expresiones del miedo y la indignación de una población que ha visto cambiar
profundamente el país tras la crisis de los refugiados. Una crisis que lleva su
nombre desde que decidió personalmente abrir las fronteras el 5 de septiembre
de 2015.
La ausencia de la noticia catastrófica es bálsamo para
Merkel. Y puede reordenar sus fuerzas y con éxito, como se vio en el Sarre y
ayer en Schleswig-Holstein. Sin desastres espectaculares, hay consenso político
y mediático en Alemania para evitar denuncias y no exacerbar los ánimos.
Tampoco se habla de los centenares de miles, quizás
millones, que llegarán con la reunificación familiar para todos los aceptados
como refugiados. Nadie sabe cuántos. No se debate. Hay voluntad de no hablar de
realidades desagradables, porque eso fomentaría el racismo y a los extremistas.
Los medios están volcados todos a una corrección política que le favorece a
ella más que a nadie. Se evita la alarma, se desactivan desastres. La
intervención es masiva por el Bien, donde sea y sin complejos.
Cierto que en Estados Unidos a Hillary Clinton no la pudo
salvar una intervención europea bastante más obvia que la de Rusia a favor de
Donald Trump. Pero en Austria sí. Se logró que ganara Alexander Van der Bellen.
En Holanda, también, que fuera Mark Rutte.
Europa en apuros
Ahora en Francia se evita la catástrofe. Se gana tiempo. Y
ganado siempre Merkel. Se les notaba ayer a políticos y periodistas alemanes.
Su entusiasmo por la victoria de Emmanuel Macron era mayor que el que se veía
en Francia. Ahora habrá que ver si alguien afronta de verdad los problemas que
han puesto a Europa en estado de excepción. Y que tanto tienen que ver con
Merkel.
MERKEL QUIEBRA EL SUEÑO DE SCHULZ CON SU TRIUNFO EN SCHLESWIG-HOLSTEIN
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Kiel (Alemania)
ABC Lunes, 08.05.17
La victoria de la CDU en las elecciones regionales del
estado septentrional revela que el impulso del nuevo líder socialdemócrata se
agota
Búsqueda de coalición Aunque gane, la CDU no podrá gobernar
solo con los verdes o los liberales del FDP más la minoría danesa
Alternativa
para Alemania El partido antieuropeísta logra entrar por primera vez en el parlamento
del «land» con un 5,7% de los votos
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel logró
ayer una importante victoria en el estado septentrional de Schleswig-Holstein y
asestó un duro golpe a las esperanzas de la socialdemocracia del SPD. En Kiel
pierde el poder y cuatro puntos y en Berlín gran parte de sus esperanzas de que
fuera consistente el impulso electoral que pareció darse en las encuestas tras
la elección como candidato a la cancillería de Martin Schulz, expresidente del
Parlamento Europeo.
Celebración en Kiel
El candidato de la CDU Daniel Guenther hace un gesto de
victoria, tras conocer los primeros resultados, ayer en Kiel, capital del
estado federado de Schleswig-Holstein. El partido de Merkel gana la segunda
batalla electoral del año, tras su triunfo en el Sarre el 26 de marzo
El SPD gobernaba Schleswig Holstein, estado fronterizo con
Dinamarca, en coalición con los Verdes y el partido de la minoría danesa que
está exento del mínimo de 5% para la representación parlamentaria. Ese gobierno
no va a ser ya posible aunque los Verdes hayan mantenido su resultado de una
forma inesperada en estos momentos en que su partido sufre su más severo ataque
de debilidad en muchos años en toda Alemania.
El «land» de Schleswig-Holstein es muy particular en muchos
aspectos por sus influencias históricas nórdicas, su tradicional
fraccionamiento y una sociedad extremadamente liberal. Esto lo ha vuelto a
demostrar con un espectacular resultado de los liberales del FDP que alcanzan
un 11,4%. En el parlamento de Kiel ya estaban en esta pasada legislatura,
durante la que han estado ausentes de la mayoría de los parlamentos de los
estados federados.
El partido derechista de Alternativa para Alemania (AfD)
también ha logrado aquí entrar por primera vez en el parlamento con un 5,7%.
Los que vuelven a fracasar son los izquierdistas de Die Linke.
Alianzas
Se abre ahora el plazo para buscar una coalición viable en
el parlamento de Kiel con una mayoría de 35 de los 69 escaños existentes. Según
los resultados provisionales, la CDU no logra gobernar solo con los Verdes o
los Liberales del FDP siempre con ayuda del SSW de la minoría danesa. Y la CDU
no va a recurrir a los votos del antieuropeísta y derechista AfD. Por lo que
ayer se adivinaban en Kiel las tentaciones de algunos de proponer un pacto del
principal perdedor SPD con su socio hasta ahora de Los Verdes a los que
tendrían que sumar a los liberales. Es difícil creer que los liberales en estas
circunstancias se presenten a gobernar con los dos partidos más débiles ante
los retos de Renania Westfalia y, sobre todo, ante las elecciones federales en
septiembre, en las que se prometen volver a entrar al Bundestag del que fueron
expulsados en las pasadas elecciones.
Renania-Westfalia
El resultado de Schleswig-Holstein llega una semana antes de
las elecciones del estado de Renania-Westfalia, que es de enorme importancia
por su riqueza y población. Esta decepción llega después de que el SPD sufriera
un serio revés en el estado del Sarre que gobernó durante tanto tiempo. En marzo,
la CDU logró una rotunda victoria subiendo otros cinco puntos hasta el 40%
mientras el SPD caía un punto y quedaba por debajo del 30%. El resultado de
ayer viene a confirmar que el supuesto fenómeno electoral que se prometían el
SPD de Martin Schulz amenaza con ser un fiasco histórico. La socialdemocracia
alemana, con una larga depresión desde que Angela Merkel se convirtió en una
máquina de ganar elecciones, había creído ver el principio del fin de su
travesía. Martin Schulz ha llegado con la intención de buscar una solución que
acabe con la condena que supone para el SPD acabar en una gran coalición como
socio menor, que es el que más sufre en este tipo de alianzas.
Schulz busca una coalición alternativa, ya en un Frente de
Izquierdas con Verdes y Die Linke, o con los Verdes y los Liberales del FDP en
caso de que sumaran en un nuevo Bundestag después de los comicios de
septiembre. Pero para ello su propio resultado tiene que mejorar de una forma ahora puesta
dramáticamente en duda.
Hubo algunos momentos en que el SPD llegó a igualar e
incluso superar levemente a la CDU en expectativa de voto. No habían llegado
aún las noticias de Bruselas sobre una gestión de cuentas y favores poco
rigurosa por parte de Schulz y ya habían comenzado a declinar esas cifras tan
optimistas para el SPD. Hoy la CDU de Merkel vuelve a tener una ventaja de
varios puntos.
Renania Westfalia será el próximo domingo una elección de
alto voltaje especialmente para el SPD. Con 18 millones de habitantes, el 22%
del PIB de Alemania, la sede de 40 de las 100 mayores empresas del país y gran
cuna sindical, Renania Westfalia es pieza decisiva para unas elecciones
federales.
Pánico en el SPD
Aunque también jueguen un papel las consideraciones
regionales y por supuesto los perfiles de los políticos que en las diversas
elecciones se presentan, un nuevo desastre de la socialdemocracia del SPD como
los cosechados en marzo en el Sarre y ayer en Schleswig-Holstein, podrían
desencadenar el pánico en el partido socialdemócrata.
El «efecto Schulz» se pinchó en el Sarre con una contundente
victoria de la CDU
EL PRIMER TEST
La victoria de la Unión Cristianodemócrata (CDU) el pasado
26 de marzo en las elecciones estatales en el Sarre pinchó las expectativas que
había hecho albergar entre los socialdemócratas el fulgurante ascenso de su
nuevo candidato, Martin Shulz. Tras su designación como líder del SPD, el
expresidente del Parlamento Europeo llegó a superar en algún sondeo a la
canciller alemana, Angela Merkel. Sin embargo, en el Sarre la CDU obtuvo más de
un 40% de los votos, diez puntos por encima de los socialdemócratas y con un
notable ascenso sobre elecciones anteriores.
sábado, mayo 06, 2017
¿A QUÉ TANTO MIEDO?
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Sábado, 06.05.17
Macron necesita una mayoría a sus órdenes. Sin ella estará
pronto inerme y Francia abocada al cambio radical que muchos temen
A cuarenta y ocho horas del cierre de los colegios electorales
todo parece decidido en Francia. Todos los sondeos otorgan a Emmanuel Macron
una amplísima victoria sobre Marine Le Pen que oscila entre los 20 y los 24
puntos, 62 por ciento a 38 por ciento. Con esas previsiones y la certeza,
celebrada por la inmensa mayoría de los medios franceses y europeos, de que el
debate final no benefició a Le Pen, todos deberían estar muy tranquilos.
No habrá apocalipsis con una victoria de Le Pen. Estudios hechos para tan
improbable caso anuncian que los mercados se hundirían, Francia colapsaría y la
Unión Europea desaparecería en semanas. Dado que, salvo intervención directa de
Belcebú, va a ganar el Bien Decretado, es decir Macron, nunca sabremos si los
tenebrosos augurios sobre los efectos de una victoria de Marine Le Pen son
igual de acertados que los que se hicieron para la victoria de Donald Trump.
Porque no dieron ni una.
Claro está que una victoria de Le Pen tendría unos efectos
muy distintos porque Estados Unidos no, pero Europa sí está cogida con
alfileres. Ni siquiera hace falta una victoria de Le Pen para temer por su
futuro. Si Le Pen hubiera presentado una visión económica algo más sofisticada
que ese programa paleosocialista de proteccionismo cobardón y agobiante, quizás
los pronósticos no fueran tan claros. Y sin embargo, lo cierto es que nadie
está del todo tranquilo en Francia ni en Europa. No se está porque todos saben
que la victoria el domingo es tramposa. Porque Le Pen se erige como primera
fuerza por mucho que pierda. Y porque la coalición de circunstancias y miedo
que impedirá a Le Pen ser presidente no existirá a la hora de forjar una
política en la Asamblea Nacional que afronte los problemas reales que todos los
que apoyan a Macron han ignorado durante dos décadas. Para que el artificio
Macron funcione necesita una mayoría a sus órdenes. Sin ella estará pronto
inerme y Francia abocada al cambio radical que la mayoría hoy aún teme.
viernes, mayo 05, 2017
ENTREVISTA A HERMANN TERTSCH
05.05.17 #53 Bailando con Lobos! Hermann TertschReflexiones sobre España y Europa del pasado y presente y la peste totalitaria de siempre.
JOHANNES FEST EN LEGANÉS
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Viernes, 05.05.17
Ominoso silencio ante acosos de la jauría totalitaria
UNO de los libros más instructivos y auténticos sobre la
vida cotidiana bajo el nacionalsocialismo es el titulado «Yo no», de Joachim
Fest, gran biógrafo de Hitler y de Albert Speer y autor también del libro «El
hundimiento» que yo tuve el honor de presentar con él en Madrid y Barcelona
unos años antes de su muerte en 2006. En el citado libro «Ich nicht», Fest
brinda un homenaje a su padre, un maestro de escuela que niega su adhesión al
nacionalsocialismo tras la llegada de Hitler al poder. Todos presionan al
maestro para que se una al partido, pero él se niega y asume las consecuencias.
Son la discriminación profesional, las hostilidades y el acoso, su aislamiento
social, el despido y el desempleo antes de ser llamado a filas. Todo lo podía
evitar, como le pedía su mujer. Con haber pedido el carnet del partido NSDAP
habrían desaparecido los problemas.
Pero el padre, Johannes Fest, era un maestro católico
prusiano de profundas convicciones. En sus frecuentes riñas matrimoniales por
esa actitud que tanto perjudicaba a toda la familia por el aislamiento y la
penuria económica, él zanjaba las discusiones con su «Ich nicht!». El libro es
un monumento a la fortaleza del individuo en su lucha en soledad por lo que
sabe justo. Y a la elegancia moral de quien no consideraba su conducta sino su
inexcusable deber ante sí mismo. Por alto que fuera el precio. Esos pocos
hombres que nunca cedieron fueron los mayores héroes. Otros pocos que fueron
nazis se revolvieron después contra el régimen criminal que habían ayudado a
crear. Pero la mayoría nazi entusiasta se convertiría en antinazi según se
rendía. Ni un día antes. Eso sí, después con fervor. Siempre en el rebaño,
siempre en la jauría, sea del signo que sea. Y ante el acoso al individuo en
soledad, silencio sepulcral.
En Leganés hay una maestra que recuerda a Johannes Fest.
Alicia Rubio es una profesora de instituto que ha escrito un libro con su
opinión sobre la peste totalitaria y agresiva que es la ideología de género.
Fracasada la utopía económica colectivista, es hoy el instrumento más poderoso
y eficaz de la izquierda para imponer la liquidación de los valores
fundamentales de la sociedad occidental abierta. Alicia Rubio es sometida a una
salvaje cacería para darle muerte civil porque ha escrito el libro «Cuando nos
prohibieron ser mujeres…. y os persiguieron por ser hombres». Es un libro
contra la tiranía del pensamiento emergente de los grupos de presión
feministas, homosexualistas, LGTBI, animalistas o como se vengan en llamar.
Financiados por dinero público se convierten en feroces grupos de interés y
tienen ya una aterradora capacidad de intimidación. Utilizan sin complejos ni
pudor métodos de acoso nazis y comunistas del siglo XX.
Podemos y los referidos grupos le han declarado una «fatwa»,
la acosan allá donde está y han logrado ya que el Instituto la cese. Se puede
coincidir o discrepar de la opinión de Alicia Rubio en todo, en algo o en nada.
Lo que debe alarmar a todo español decente es el silencio ominoso de los
partidos y del gobierno de Madrid que toleran esta salvaje agresión contra la
libertad de expresión y creación.
Hay una ofensiva general contra las libertades y contra la verdad,
la del presente y la del pasado. Alicia Rubio es una víctima más. Y todos miran
hacia otro lado. El periodismo también. La intimidación totalitaria crece sin
cesar. Pronto puede ser tan grande como la indiferencia y cobardía de unas
elites y una sociedad que puede acabar pronto como aquella que Joachim Fest nos
evoca con su padre como advertencia.
martes, mayo 02, 2017
EL CANDIDATO MENGUANTE
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 02.05.17
Poco promete quien gana solo por no ser Le Pen
DICEN las encuestas que Emmanuel Macron ha perdido cuatro
puntos en una semana. Y que Marine Le Pen, por lógica, los ha ganado. La abismal
diferencia de que se hablaba hace poco más de una semana era de 26 puntos.
Ahora se dice que son 18. Aunque siga menguando debiera ser suficiente para que
el candidato de «todos contra Le Pen» gane y se convierta en el nuevo
presidente de la República de Francia. Son muchos los que se alegran hoy de que
la campaña entre las dos vueltas solo sea de quince días. Porque el paso del
tiempo desgasta al brillante candidato Macron a una velocidad de vértigo. El
candidato artificial que se fabricó a sí mismo para intentar salvar al sistema
tradicional desde fuera de las fuerzas tradicionales, parece tener un techo de
cristal. Ni siquiera hace falta conocer los pormenores de su pasado como una
única carrera de autopromoción y engaños para considerar que hay muy poca
verdad tras esa imagen de triunfador y yerno ideal. Se pretende poeta y
financiero, romántico y «enarca» de la Escuela Nacional de Administración,
experto en Hegel y Maquiavelo o discípulo favorito del filósofo Paul Ricoeur.
Allá donde se rasca surge la grieta. En todos los campos batidos por Macron
para su frenética autopromoción hay algún cadaverito escondido, alguna
inexactitud decisiva o falsedad no menor, alguna prueba de su ambición
excesiva, de sus pocos escrúpulos y su autoindulgencia. Desde los partidos
tradicionales a las fuerzas sociales, económicas y financieras, desde el aun
presidente François Hollande a su vecina Angela Merkel, como todo los gobiernos
europeos y por supuesto «el todo Bruselas», media Francia y toda Europa, ansían
angustiadas el paso del tiempo, que sea cuanto antes el 7 de mayo. Que llegue
el domingo con el candidato Macron entero, sin sufrir nuevos sobresaltos
mediáticos, sin revelaciones que pudieran quebrar de un fatal golpe esta cómoda
ventaja que el candidato del Bien aun tiene sobre la candidata del Mal.
Así es como han presentado esta elección, como la lucha del
Bien que preserva y el Mal que todo lo rompe. Estas simplificaciones tramposas
suelen volverse contra sus promotores. La sociedad francesa, pese a su larga tradición
política, no está menos afectada por la infantilización y la sentimentalización
que el resto del continente. No hay proyecto que desde la situación real busque
la profunda reforma europea con una propuesta nacional integradora. Así las
cosas no es menos inteligente creer que las soluciones de Le Pen pueden
resolver los problemas de Francia que pensar que el problema fundamental de una
Francia paralizada desde hace décadas es Le Pen y el 41% de la sociedad
francesa decidida ayer a votarla.
Estos millones de votantes de Le Pen no son fascistas ni
nazis ni nada parecido. Son franceses hartos de que, en vez de soluciones los
gobernantes les sirvan mentiras y, si no se las creen, insultos. No son esa
caricatura del votante primitivo con que la arrogancia de los gobernantes del
consenso socialdemócrata europeo difama a todo elector que se aleja de ellos,
sea americano, húngaro, polaco o alemán. Son franceses muy distintos entre sí,
aburridos de que Bruselas se inmiscuya en sus vidas. Y Juncker se permita hasta
decirles qué deben votar en la segunda vuelta. Esos franceses son una fuerza
que no tendrá Macron como presidente. Él solo es la alternativa a Le
Pen, una alternativa vacua, cuya imagen se diluye por momentos. El domingo se
le votará por eso. Heredará de Hollande su cargo y su inanidad. También
heredará la perfecta impotencia para afrontar los problemas reales de Francia y
Europa. Y estos, como su fiel reflejo que es la fuerza que hoy simboliza Le
Pen, seguirán imparables en aumento.