lunes, febrero 27, 2017
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 28.02.17
De haberse impuesto la ley, la historia de España habría
sido mucho más pacífica
ESPAÑA podría ser el único país del mundo desarrollado en el
que reclamar el cumplimiento de las leyes lo convierten a uno en impertinente,
temerario y, por lo general, enseguida en marginado y castigado. En España
demandar públicamente el cumplimiento de la ley rompe la armonía basada en su
incumplimiento impune y granjea, al osado que lo haga, la hostilidad tanto de
los violadores sistemáticos de las leyes como la animadversión del poder que
incumple, también sistemáticamente, su deber y su juramento de hacer cumplir
las leyes. Si eso siempre ha sido cierto en la España democrática, lo es más
que nunca desde aquella catástrofe nacional que fue el 11-M, jamás del todo
aclarada. La mayoría de los españoles acepta resignada esa armonía encanallada
y mentirosa entre delito y poder, consciente de que cualquier denuncia o acción
que pudiera alterarla conlleva inconvenientes en ocasiones muy serios. Aquellos
que piden, exigen o claman en España por el cumplimiento de las leyes y la
Constitución son por ello héroes. Lo son los españoles que ayer intervinieron
en un acto de exigencia y demanda, precisamente en favor de la ley y la
dignidad de toda la sociedad española.
Se celebró en Madrid como homenaje a unos españoles
ejemplares por su coraje cívico, esa virtud tan escasa en España. Organizado
por las Fundaciones Valores y Sociedad y Villacisneros, allí estaban desde
Ortega Lara, para mí el mayor héroe español vivo, a Consuelo Ordóñez, Jorge
Campos que lucha por los valores constitucionales en Baleares; Mariano Goma y
Josep Bou o Dolores Agenjo, tres grandes nombres de la firmeza constitucional
frente al golpismo separatista. Convocados como sociedad civil para animar a
los españoles a romper esa maldición de huida al nicho de la comodidad del «no
significarse» que recomiendan las madres en este país. Para movilizarse, no
para pedir beneficios ni privilegios, para demandar el respeto a nuestras leyes
y derechos comunes como españoles. A liberarse de resignación y cobardía y
unirse en ese coraje cívico a estos héroes españoles. Frente a los sentimientos
manipulados, la clave está en el coraje en defensa de la ley. Allí estaban ayer
los héroes patriotas, con la habitual ausencia de toda la España oficial, la
que no cumple su deber.
Vamos a necesitar la ley y a los héroes que la defiendan.
Porque una vez más se habla de un acuerdo para Cataluña a mitad de camino entre
lo que es por un lado el respeto a la Constitución y el castigo de los
delincuentes, y por el otro, la consumación de un golpe de Estado para una
Cataluña independiente. Es la misma solución tramposa que llevamos acordando
desde 1978. Con los resultados conocidos. Es tramposa ante todo porque la
independencia es imposible. Es tan imprescindible dejar claro esto como lo es
la aplicación estricta de la ley. Si la República no hubiera cometido estos
mismos errores y hubiera aplicado todo el peso de la ley a los golpistas de
1934 es probable que no hubiera habido más. De haberse impuesto la ley, la
historia de España habría sido otra más pacífica. España nunca habría llegado a
esa precariedad institucional entonces y ahora de haberse aplicado la ley desde
un principio. Y si se hubiera aclarado ese siniestro malentendido sembrado por
los nacionalistas, según el cual es posible una ruptura pacífica de España. No.
No hay otra ruptura de España que la que nunca podrán conseguir por el uso de
la fuerza. Todos deben saber por tanto que la ley se impondrá. Pero para que
esta convicción desaloje al malentendido, la sociedad debe movilizarse con sus
héroes por «el fortalecimiento del coraje cívico en la defensa de España». Y
entre todos obligar al poder político a cumplir con su deber y su juramento.
viernes, febrero 24, 2017
COMBATE A TODA RESISTENCIA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado,
25.02.17
Algunos sueñan aún con derribar a Trump, pero no hay
indicios de que ni él ni su equipo flaqueen
La lucha va a ser total, brutal, permanente e implacable.
Acaba de empezar y nadie sabe cómo ni cuándo concluirá. Lo único seguro es su
ferocidad. Quienes creían que Donald Trump, una vez llegado a la Casa Blanca,
se acomodaría con un programa posibilista erraron estrepitosamente. Tanto como
quienes pensaron que los Demócratas, cada vez más a la izquierda, y su
vapuleado cuerpo de funcionarios en Washington buscarían formas de convivencia
con el nuevo presidente. Algunos sueñan aún con derribarle. Para tan difícil
objetivo no reparan en medios. Trump es objeto de la más masiva campaña de
acoso propagandístico y descrédito que se recuerda. Con críticas justificadas o
no, informaciones veraces o no y filtraciones muchas veces manipuladas por los
medios, la oposición y la burocracia de Washington. Cada día hay una acusación
más o menos solvente, más o menos fabricada, que asumen los medios casi sin
excepción para cargar contra la Casa Blanca.
No hay indicio de que Trump ni su equipo flaqueen. Parece
decidido a desmantelar gran parte del aparato del Estado y de las
construcciones ideológicas del obamismo y anteriores presidentes. Responde a
los ataques de unos y otros con redoblada fiereza. Ayer por dos frentes, el de
twitter y el del discurso público, sus dos formas de «puentear» a los medios
que volvió a tachar de falsarios y de ser «enemigos del pueblo americano».
Dedicó unos tuits al FBI y sus filtraciones que calificó de interesadas y
falsas, y le exigió que neutralice a sus filtradores.
Ante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC)
se dio un baño de masas. El gran lobby conservador recibió con entusiasmo su
nueva orden ejecutiva de desregularización, su ataque al Obamacare y su
reafirmación en construir el muro y acabar con el tráfico de seres humanos.
Será el miércoles en su primer discurso ante el Congreso y después con los presupuestos
cuando se perciban primeros límites más o menos reales. Pero lo cierto es que
igual que parte del Partido Demócrata se ha escorado hacia su izquierda, los
Republicanos están hoy con la agenda revolucionaria del terremoto Trump.
jueves, febrero 23, 2017
EL CINISMO PASA DE MODA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
24.02.17
El imperativo categórico de la verdad en la política acaba
con los planes políticos que se creían seguros
RESULTA que nuestro presidente del Gobierno sí se reunió en
secreto el 11 de enero con el presidente de la Generalidad, Carlos Puigdemont,
que encabeza un movimiento sedicioso contra la Constitución y la unidad de
España. Resulta que solo hemos sabido de esa reunión porque los separatistas
han querido filtrarla. Resulta que el mismo día que se confirma que Rajoy
intenta al menos negociar a espaldas de los españoles con el cabecilla
imputado, se sabe que el PP permitirá que los partidos separatistas catalanes,
en plena guerra declarada a España, vuelvan a la Comisión de Secretos Oficiales
del Congreso. Otro escándalo, aunque en dicha comisión no se traten secretos
reales por falta de seriedad y lealtad de tantos diputados. Una vez más quien
se declara enemigo de la Constitución y proclama su voluntad de romper España
–ya nadie se ríe– es tratado con deferencia por el Gobierno por motivos que
oculta tanto como la reunión del día 11.
Desde hace cuatro años, los autoproclamados golpistas
desgobiernan Cataluña, que se hunde en la falta de gestión y en la quiebra,
porque están dedicados en exclusiva a sus planes para destruir la Nación, la
Constitución y el Estado y a invertir en ello el dinero que les suministra el
Gobierno Central. Pero nadie les acosa. Al contrario, se les corteja. La
vicepresidenta del Gobierno ha abierto despacho en Barcelona para llevar con
fluidez y sigilo sus contactos con todo el elenco de unos líderes sediciosos
que se ciscan a diario en las leyes españolas y la Constitución. Ayer, el
editorial de un diario, menos independiente que amable con la vicepresidenta,
hacía una nueva defensa de un diálogo como si se tratara de un desencuentro entre
dos estados y no del Gobierno de la Nación y una autoridad regional alzada en
el desacato y la sedición. Insistía en que la forma de frenar a los
separatistas es darles la razón y en que la legalidad debe ceder para
encontrarse a medio camino con los delincuentes. Como se ha hecho los últimos
35 años. Con este balance, es razonable que muchos quieran hacer lo contrario,
lo que nunca se ha hecho, exigir previo al diálogo el pleno cumplimiento de la
ley y por tanto la desconvocatoria del referéndum y el desmantelamiento de las
estructuras sediciosas. Es decir, la abierta defensa de la verdad y la ley
frente a ocultación y desprecio a la Nación y sus leyes.
Rajoy parece convencido de que, dado el estado ruinoso del
resto de partidos, tirando de deuda y pagando favores parlamentarios puede
vivir toda una legislatura. O más. Y de que hasta los separatistas catalanes
pueden participar de su confortable cambalache de sosiego. Podría equivocarse.
Porque la política en otros rincones del mundo no tiene ritmo de Pontevedra. Y
otra cosa: El cinismo se está pasando de moda. Algunas elites ya se han dado
cuenta. Pero el hábito del desprecio al populacho es difícil de desmontar.
Aunque a España llegue como todo con retraso, estamos ante una revolución
cultural en la que resurgen conceptos como «voluntad ética» y el imperativo
categórico de la verdad en la política que ya están acabando con los planes
confortables de políticos asentados que se creían seguros. Piensen en doña
Hilaria. El gran Karl Kraus decía desengañado: «La política es lo que un hombre
hace para ocultar lo que es y lo que no sabe». Eso era a principios del siglo
XX. Después de la Gran Guerra y la Gran Depresión la gente estaba harta de esa
política y del presuntuoso cinismo, del cálculo y la ocultación. Y pasó lo que
pasó. Llega la demanda de verdad e integridad. Si no la satisfacen unos, lo
pretenderán hacer otros.
lunes, febrero 20, 2017
LA ACTITUD COMO BRÚJULA
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 21.02.17
Podríamos enfrentarnos a una gran tempestad como la que
hundió aquel «mundo de ayer» de 1914-18
«No creo que sea muy aventurado decir que ahí se nos
presenta la actitud (Haltung), en la que se manifiesta la soledad esencial de
la persona». Así le decía Walter Benjamin a Theodor Adorno en una carta de mayo
de 1940, sin saber que sería de las últimas que escribiría antes de morir meses
después en Port Bou. La actitud ante la historia, ante el todo y ante la nada,
como manifestación o como emoción íntima, fue objeto de intenso debate entre
los intelectuales que vivieron, la mayoría en algún momento como soldados, la
Primera Guerra Mundial. Es La Actitud como imperativo moral, como máxima
exigencia íntima a uno mismo, más allá o más acá de los compromisos sociales,
políticos y religiosos. Como valor definitorio de la persona tras la colosal
carnicería de la Gran Guerra. Marcaría el debate intelectual en Mitteleuropa
hasta que fue devorada por el nacionalsocialismo. Este, como el bolchevismo,
era producto de la necesidad de redención colectiva cuando las jóvenes
generaciones dieron a Dios por muerto en las trincheras. La actitud era una
apelación íntima a la redención individual. Actitud, Haltung, al final como la
esencia, la inspiración divina en el humano. La que fuera. El poeta Georg Trakl
y tantos se suicidaban mientras otros como Karl Kraus se transformaban en
volcanes de la ira creativa para lo que parecían los últimos días de la
humanidad. Unos proclamaban su activismo, otros su entrega. Vino la celebración
de la vida y llegó el más espantoso culto a la muerte sin tumba. Todos
arrastraban el encadenamiento biográfico con la historia. Los mejores añadían
una voluntad de conciencia en aquella gran pira de la civilización que fue la
primera mitad del siglo XX. Más allá de los hechos, un acto permanente de
honor, de verdad, convertido en sello de calidad de la conciencia.
Hace ya mucho que en las sociedades occidentales se
disiparon las últimas certezas y con ellas el debate mismo sobre la relación
del individuo con la historia. Como la mayoría de individuos se entienden ya
como animales que solo se diferencian del mono beduino en las horas de
aprendizaje, resulta absurdo hablar de lazos con la historia. Los compromisos
habituales del individuo con su entorno ahora son el pragmático del asalariado
o campesino contratado de arcabucero en Flandes o el ideológico de todas las
grotescas religiones sustitutorias y sus corrientes fanáticas y sentimentales.
Sin embargo, hay señales de que nos enfrentamos a una gran tempestad comparable
a la que llevó al hundimiento del «mundo de ayer» de 1914-18. Cien años
después, todas las cartas parecen volver a barajarse y lo que parecían
realidades inmutables muestran una fragilidad que produce vértigo. Hay zozobra
e indecisión. La democracia que nadie había puesto en duda como la mejor forma
de gobierno imaginable en los pasados setenta años es cuestionada en su
funcionamiento y eficacia para afrontar los problemas actuales. Los llamados
expertos y las elites globales se alzan contra mayorías a las que desprecian y
estas cuestionan por primera vez autoridad y potestad de aquellos. Como tras la
Gran Guerra, pronto podríamos estar sin anclajes al mundo político del pasado.
Quienes no han asumido la lógica de su existencia como insecto casual, ni se
entienden como juguete resignado y carne de urna, quizás encuentre ese anclaje
íntimo del hombre en soledad de la actitud para afrontar el cataclismo al que
podríamos estar abocados. Por pura voluntad de entender y compartir con
semejantes en la vertiginosa transformación. Cierto, para ello habría que
recuperar conceptos como el honor y la verdad. Será difícil, pero da la
impresión de que puede ser la única brújula en una tormenta de violencia
desconocida.
sábado, febrero 18, 2017
APOTEOSIS DEL HAMBRE
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Sábado, 18.02.17
Con Maduro se aceleró la catástrofe, pero todos sus
elementos proceden del «reinado» de Chávez
El país más rico de Iberoamérica es ya oficialmente el más
pobre. La Venezuela con la mayor reserva mundial de petróleo y tesoros
naturales sin fin alberga ya más miseria que todos los países siempre
paupérrimos de la región. Es un hecho espectacular, una especie de milagro
negativo, una catástrofe pluscuamperfecta. No hay en la historia un país, un
estado, una nación, una sociedad, que colapsara de esta forma en tiempos de
paz. Solo se acerca a esta marca imbatible Cuba, la joya del Caribe convertida
en cárcel miserable por Fidel Castro. Mucho ha ayudado Cuba a que Venezuela la
supere en su abismal caída. Habrá quienes arguyan que ha sido en guerra. Que
desde el año 1999 y cada vez de forma más enajenada de la realidad y con
criminal desprecio a la mayoría, el poder en Venezuela sostiene una guerra
contra la realidad, el sentido común y su población. Esta vive y muere
agredida, maltratada y saqueada. El resultado es la devastación total. El
estudio ahora publicado por tres universidades revela que un 82 por ciento de
los venezolanos viven ya en esa pobreza. Hace tres años era el 48 por ciento. Se
avanza con velocidad hacia la miseria total y la hambruna.
Con Nicolás Maduro se aceleró la catástrofe, pero todos sus
elementos proceden del «reinado» de Hugo Chávez. El «socialismo del siglo XXI»,
apenas disfrazado mensaje comunista dispuso de la mayor fortuna imaginable para
construirse. Ha llegado al mismo lógico final de todos los proyectos comunistas
habidos en la historia, a la apoteosis del crimen y el hambre.
jueves, febrero 16, 2017
EXPERIMENTOS CRIMINALES
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
17.02.17
El chavismo ha sido tan criminal como el más cruel
experimento médico con seres humanos
FELIPE González y José María Aznar son dos expresidentes del
gobierno español cuyas biografías han estado en violenta colisión durante
muchos años. Que se han dicho cosas irreparables en la relación humana. Y que
no se aprecian nada. Pero ayer hicieron una rarísima aparición pública juntos
que les honra más por lo mucho, como todos saben, que a ambos les cuesta.
Comparecieron ante los medios para hacer una dura denuncia coincidente con el
tercer aniversario del encarcelamiento del dirigente opositor venezolano
Leopoldo López. Pero no se trata solo de denunciar una condena grotesca a 14
años por unos crímenes que cometió la propia dictadura. Y recordar a los más de
cien presos políticos que sobreviven a las torturas y al aislamiento en sótanos
y mazmorras de la policía política. El régimen chavista ha destruido Venezuela.
Y la está matando. Son 30.000 los asesinatos el año pasado. En España no llegan
a 400. Los efectos letales y devastadores del experimento social iniciado en
1999 por Hugo Chávez son comparables a los de una larga y cruenta guerra en la
que la población está en primera línea de fuego, mientras el enemigo gobernante
saquea, trafica y roba.
La tragedia de Venezuela no es una catástrofe natural. El
hambre de los niños que se pelean por comer restos de basura, los viejos y
enfermos que mueren por falta de medicamentos, los cadáveres baleados hacinados
en las morgues tienen un origen y culpables. El causante es el experimento
social llamado «socialismo del siglo XXI» auspiciado por los Castro y liderado
por Chávez. Gracias al inmenso caudal de dinero del crudo venezolano,
triunfante a principios del milenio como nueva versión del proyecto comunista
quebrado en Europa y Rusia en 1989. Hoy sus puntales son La Habana, Caracas y
las FARC colombianas. Una Colombia de las FARC es necesaria. Venezuela colapsa
y el petróleo ya no es la materia prima que nutre el proyecto. Ahora es la
cocaína. El proyecto criminal se enfrenta también a Donald Trump que parece
dispuesto a combatirlo como no hizo su antecesor. Hace aguas, pero su daño ha
sido infinito. El experimento chavista ha sido tan criminal como el más cruel
experimento médico con seres humanos. Y nos atañe especialmente porque tiene
además culpables españoles. Son el grupo de comunistas que fue a ayudar a
Chávez a convertir su administración en un aparato de poder comunista y a
cambio recibió dinero para una franquicia del experimento en España. Con un
aliado de Chávez muy hostil a Occidente que es Irán. El proyecto común de Irán
y Venezuela en España ha tenido éxito: 67 diputados a la primera. Pero no el
éxito total con que soñaba su jefe para después de las elecciones de junio del
2016. Creía que iba a gobernar. No lo harán de momento. Al menos mientras no
colapse la ficción de estabilidad que genera la parálisis política bajo Mariano
Rajoy. Pero lo cierto es que, protegida y mimada por el gobierno del PP que la
usa para dividir a la oposición y amedrentar a los españoles, la franquicia
comunista tiene cinco millones de votos de españoles a los que no molesta su
vínculo con la tortura, la detención de opositores y el experimento social que
llevó a la catástrofe de hambre y muerte. Aznar y González llamaron ayer a la
liberación de los presos y de toda Venezuela de las garras de aquel proyecto
ideológico criminal y fallido. Pero implícitamente también denunciaban la
miseria moral que supone el apoyo político a quienes, si pudieran, condenarían
a sus enemigos a la suerte de Leopoldo López o a la de los cadáveres anónimos
en la morgue de Caracas.
martes, febrero 14, 2017
TODOS A POR HITLER
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 14.02.17
Las grotescas comparaciones de Trump y otros con Hitler son
una banalización de los crímenes nazis propias de chistes de la extrema
izquierda encanallada
LA policía austriaca logró ayer un éxito muy aplaudido en
Ried im Innkreis. Los cerca de 13.000 habitantes de esta localidad, como los de
todos aquellos bucólicos parajes del río Inn en la Alta Austria, han dormido
esta noche más tranquilos. Porque tras días de preocupación e intensas y sesudas
pesquisas, se detuvo ayer en esta bella villa medieval entre Linz y Salzburgo a
un hombre que se hacía pasar por Adolfo Hitler. Había sido visto en la pequeña
ciudad de Braunau junto a la frontera con Alemania, esa frontera que Hitler
hizo desaparecer en marzo de 1938 con el Anschluss. Allí está la casa natal del
Führer. Es una casa «Biedermeier» y sustancia arquitectónica del siglo XVII que
es un permanente quebradero de cabeza para las autoridades austriacas. Aun hoy
lamentan que no fuera derribada como tantos otros edificios del nazismo,
susceptibles de ser punto de peregrinación para nostálgicos del
nacionalsocialismo o peor aún, para nazis de nuevo cuño. La cárcel de Spandau
en Berlín fue demolida a los días de ser sacado de allí el cuerpo del único
prisionero que quedaba, Rudolph Hess, muerto el 17 de agosto de 1987. Lo cierto
es que con la casa de Braunau no se hizo, ha llegado intacta a nuestros días. A
finales del año pasado, el Gobierno austriaco, alarmado ante el aumento del
turista ideológico, decidió actuar. Y el 14 de diciembre, el Parlamento
austriaco aprobó una ley especial para dicha expropiación. Pero allí sigue la
casa y allí se encontraron vecinos a un tipo que parecía un Hitler jovencito,
que ejercía de Hitler, vestido de Hitler que se hacía fotos con turistas
delante de « su casa natal». Hitler se suicidó en el búnker de la cancillería,
aunque no hay certificado de defunción, se partía de que no era el real. En
efecto, el detenido es un joven de Estiria de 25 años que permanecía anoche en
los calabozos de Ried. Ha sido acusado de «wieder betätigung» (reactivación), una figura legal para perseguir la utilización de símbolos e
intentos de reactivar cualquier organización nazi o glorificación de Hitler.
La historia bufa de este personaje parece una parábola de
toda la nueva moda histérica de la izquierda en Europa y EE.UU. de ver a Hitler
por todas las esquinas de la actualidad del mundo en todo aquel que diga o haga
lo que no les gusta. Especialmente desde la victoria de Donald Trump las
payasadas de comparaciones con Hitler superan a la del niñato detenido. Las
disparatadas comparaciones son ante todo una banalización de los crímenes nazis
y del Holocausto, propias de los chistes de la extrema izquierda encanallada.
El monstruo de Hitler y la fantasmal y siniestra vigencia de su amenaza se
tomaban más en serio en las generaciones con conciencia de su carácter único y
abismal de su maldad y crimen. Frívolamente, siempre se ha utilizado la figura
de Hitler para desacreditar a otros o dinamitar una conversación o debate. La
ley de Godwin dice que «a medida que una discusión en línea se alarga, la
probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a
los nazis tiende a uno». Hay paralelismos con los años treinta, sí: en el
fracaso de los partidos tradicionales en percibir las necesidades reales,
romper las convenciones y recuperar la capacidad de asumir la verdad más allá
de la ideología. Pero en vez de reaccionar con un esfuerzo de honradez y
renovación intentan con pereza, trampa y la peor falacia presentar como Hitler
a todo aquél que se erige en alternativa. No solo es mendaz y mentira. Es
además inútil. Como el paseo del falso Hitler de Braunau.
domingo, febrero 12, 2017
EUROPA TAMBIÉN LEVANTA SU MURO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo,
12.02.17
En Viena se fragua una alianza militar para blindar las fronteras del sudeste del continente
Fortificación militar
Países del centro y este de Europa crean el embrión de una
alianza militar para el blindaje de sus fronteras
Al margen de la UE y la OTAN
En este nuevo pacto participan países de la UE y de la OTAN,
pero al margen de ambas organizaciones
Los medios europeos están cuajados de artículos
moralizadores y declaraciones airadas en contra del «muro de Trump», como
llaman sus adversarios a los planes del presidente norteamericano de cerrar a
lo largo de toda la frontera con México el sistema de vallado que se comenzó a
construir bajo la presidencia de Bill Clinton. Pero entre tantos lamentos por
el muro de EE.UU., poco se ha publicado de una conferencia ministerial
celebrada hace unos días en Viena en la que se ha decidido militarizar las
fronteras de los Balcanes y completar muchas de las vallas que se vienen
construyendo desde que comenzara Hungría a hacerlo. Apenas se ha reparado en
que el miércoles se daban cita en la capital austriaca, sin clandestinidad, pero
sin excesiva alharaca, los ministros de Defensa e Interior de una docena de
países de Europa central y suroriental, miembros y no miembros de la UE.
REUTERS
Inmigrantes muestran carteles de protesta en un campo de Belgrado
En esta conferencia ministerial se anunciaba el urgente
establecimiento de «nuevas medidas para garantizar la seguridad y el control de
las fronteras y combatir la inmigración ilegal», «en una estrecha
coordinación militar y policial» entre los países implicados con un permanente
enlace entre sus Estados Mayores.
Vallas y pasos fronterizos cerrados
Ruta de los Balcanes
Ya sin eufemismos, el ministro de Defensa de Austria, Hans
Peter Doskozil, dejó claro que se trata del embrión de una nueva alianza
militar para el blindaje de todas las fronteras a lo largo de las diversas
variaciones de la Ruta de los Balcanes entre Turquía y el Mediterráneo y el
corazón de Europa, la meta apetecida de los inmigrantes ilegales que es la
oferta estrella de los traficantes: Alemania y Suecia. Esta alianza militar que
se fragua entre miembros de la UE y de la OTAN pero al margen de ellas y con
países que no son miembros ni de una ni de la otra como Serbia, busca «cerrar
definitivamente la ruta de los Balcanes a la inmigración ilegal y las
actividades criminales de los traficantes». Austria ya ha anunciado que
cambiará sus leyes para permitir a sus soldados intervenir en otros países, no
solo en acciones humanitarias sino también en la protección de fronteras.
El Gobierno de Berlín no participó en la reunión de Viena. Y
pudiera ser que le haya gustado esta iniciativa balcánico-mitteleuropea tan
poco como a Bruselas. Desde la Comisión, el vicepresidente Frans Timmermans criticó que «ciertos países»
consideren que el problema se puede resolver exclusivamente con medidas de
control fronterizo. Y lamentó la escasa disposición de general a recibir
refugiados. Participaron en el encuentro de Viena ministros de Defensa e
Interior de Bulgaria, Croacia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia,
República Checa, Hungría, Grecia, Austria, Albania, Bosnia- Herzegovina,
Macedonia y Montenegro y Serbia. El objetivo declarado de esta alianza militar
y policial es la defensa de los países del sudeste europeo ante la amenaza de la
inmigración masiva desde Oriente Medio y el Mediterráneo. Antes de abril habrá
sido establecido el mecanismo de coordinación entre los estados mayores de los
ejércitos de los países implicados. En los próximos meses se hará una
evaluación urgente de las necesidades en las diversas fronteras susceptibles de
ser utilizadas por los traficantes o los movimientos incontrolados de posibles
flujos futuros.
Se incluye la ampliación de construcción de vallados allá
donde sean necesarios y aún no hayan sido construidos. En el verano de 2015, en
plena crisis de refugiados, el Gobierno húngaro de Viktor Orban comenzó con la
construcción de las vallas en sus fronteras meridionales, medida unánimemente
atacada por otros gobiernos europeos y los medios de comunicación. Llegaron a a
tachar de «fascista» y violador masivo de los derechos humanos al Gobierno de
Budapest. Lo cierto es que hoy tanto Croacia, Bulgaria, Eslovenia, Macedonia y
Austria cuentan ya con vallas similares. Y se prepara la construcción de
tramos, también en la frontera de Austria con Italia.
Preocupación por Italia
Los países participantes en la cumbre de Viena se
felicitaron de que, tras el caos de 2015, se lograra finalmente «restablecer la
ley» y «la vigencia del Estado de Derecho» en los países afectados por aquella
masiva e incontrolada violación de su soberanía y control de su territorio.
Pero quedó en evidencia que todos cuentan con un nuevo empeoramiento de la
situación y quieren tener las fronteras preparadas para cualquier eventualidad.
En Austria alarma también la evolución de la situación en Italia. La práctica
ahora habitual de los barcos de salvamento de países europeos de llevar a los
rescatados a territorio italiano se ha convertido en la mejor publicidad para
los traficantes. Estos han logrado que los barcos de las marinas europeas y las
ONG hagan su trabajo. Por eso en Viena también se demandó una cumbre sobre la
repatriación que encuentra inmensas dificultades tanto por la falta de
documentación de muchos como por la negativa de muchos países de origen a
recibir a los deportados.
viernes, febrero 10, 2017
GRECIA, ¿FINAL DE RECORRIDO?
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado,
11.02.17
Esta nueva crisis hace pensar a muchos que la aventura de
Atenas en el euro podría tocar a su fin
Grecia vuelve a estar donde ha estado varias veces en la
pasada década. Pero peor, porque son cada vez menos las fuerzas, el ánimo y la
esperanza de todos los implicados, desde el Gobierno de Alexis Tsipras, la
sociedad griega, la troika de FMI, Comisión y BCE y los grandes países
europeos. Grecia vuelve a estar al borde del fracaso del paquete de ayuda, el
impago y la salida del euro. Que hoy sería previsiblemente la salida de la UE.
El proyecto europeo perdería su segundo miembro en menos de un año. Estas
gravísimas señales de disolución provocarían un terremoto político y psicológico
que muchos consideran de efectos fatales para el continente. Todo ello en un
año electoral en que está en juego la supervivencia de la Unión. Las elecciones
del 15 de marzo en Holanda abren una rápida sucesión de elecciones que llevan a
Francia en abril, a Alemania en septiembre y a Italia en cualquier momento. La
impotencia para solucionar el tercer paquete de ayuda a Grecia ha provocado ya
una situación general de enfrentamiento y desconsuelo por la falta de
expectativas razonables de encontrar una solución aceptable. El FMI ha entrado
en guerra interna con la Comisión y el Banco Central Europeo enfrentados con el
FMI por una nueva quita que ellos consideran imposible. Pero lo que consideran
imposible todos es que Grecia vaya a cumplir. Por lo que todo se antoja un mero
ejercicio de melancolía ante la impotencia común.
Nadie quiere expresar la sensación de fracaso tras tanto
esfuerzo, sacrificio y dinero invertido, porque toda Europa está en un momento
de excepcional sensibilidad ante la avalancha de malos augurios políticos. Es
una terrible paradoja cuando la economía europea y sus empresas demuestran
recuperación, crecimiento y aumento de beneficios. Con una terrible losa de
refugiados y la permanente amenaza de más, Grecia necesita más que nunca a Europa.
Pero esta nueva crisis, la falta de salidas y un profundo cansancio hacen creer
a muchos que la aventura de Grecia en el euro sí podría estar al final de su
recorrido.
jueves, febrero 09, 2017
UN DÍA PARA EL ODIO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
10.02.17
La mentira de la Guerra Civil de buenos y malos atenta
contra la paz
QUE el PSOE anunciara ayer que considera urgente desenterrar
a Francisco Franco revela las prioridades de quien no tiene hoy otra idea que
ofrecer que la de una revancha contra todos los que no sean ellos. Cuando
Europa y el mundo entran en una revolución de dimensiones incalculables y
fascinantes y efectos aun ignotos, la izquierda española es incapaz de
articular ni una idea que movilice salvo el resentimiento y el odio a su
enemigo favorito, a Franco. No pueden perdonarle al dictador que muriera en la
cama, sabedor que su funeral atraería a multitudes. No le perdonan esa muerte
plácida porque desmiente toda la montaña de mentiras fabricadas durante cuatro
décadas después para justificar el hecho de no haber existido como resistencia
a la dictadura. Los españoles no sometidos al gota a gota de ignorancia,
fabulación y sectarismo, los que aun tienen memoria, conocimiento y honradez,
saben cuánta resistencia hubo al régimen y de quién fue la poquísima habida.
Los abuelos de casi todos los españoles vivieron el franquismo desde mediados
del siglo con normalidad y creciente provecho, colaboración y toda la
complicidad y ventajas derivadas que el régimen permitiera. Después, los
españoles prefirieron casi todos, para no sufrir señalamientos ni represalias,
por comodidad o cobardía, repetir la burda milonga de que habían sido grandes
antifranquistas. Y con la grotesca equiparación de franquismo y nazismo han
pretendido explicar que la resistencia de esos abuelitos fuera tan clandestina
que no la percibieron ni ellos mismos. Es la gran mentira antifranquista que ha
hecho impune toda mentira posterior en España.
No creo que nadie deba convertir en un problema la
exhumación de Franco y su enterramiento posterior con su mujer y familia en el
cementerio de El Pardo. Es lo que él había previsto. Aunque nadie dude tampoco
de que, como necesitan a Franco esté donde esté, el PSOE y otros solicitarán
dentro de unos años que se le exhume de El Pardo y poco menos que se lancen los
huesos a una rehala de perros como acto de justicia histórica. Al tiempo. Con
la otra iniciativa sí deberían tener cuidado todos, desde el PSOE a ese PP, hoy
más «progresista» que ayer, pero menos que mañana. La propuesta de un día de
memoria de «las víctimas del franquismo» busca imponer al Estado la exaltación
de media España en humillación de otra media. Y crear dos clases de españoles,
según su cercanía al Frente Popular. Ni ese día ni nada podrá imponer la
obscena falacia de la «guerra de la democracia contra el fascismo». Ni borrar
la verdad del choque entre dos opciones dictatoriales y golpistas ambas. No
podrán hacerlo a no ser que logren prohibir el saber la verdad y decirla. Si
hay un día para las víctimas del franquismo, ha de haber otro para las del
Frente Popular. Y otro para las de ambos. La transición asumió que todas las
víctimas de guerra entre españoles, desde los primeros curas asesinados en 1931
a los últimos fusilados republicanos, eran los caídos de todos. Que la guerra
fue una tragedia común con culpables, criminales, víctimas y héroes en ambos
bandos que juntos debíamos recordar, lamentar y honrar. Desde hace años, la
izquierda impone como historia una mala película de buenos y malos que es una
agresión y un insulto a la verdad, a los españoles y a la inteligencia. Lo hace
sin resistencia. Es una mentira que, so pretexto del antifranquismo, hace
apología de una ideología criminal y justifica y blanquea su feroz lucha contra
la libertad. Institucionalizar esa mentira nada inocente, supone instituir un
día de odio entre españoles. Habrá quien piense que es lo que necesitamos.
lunes, febrero 06, 2017
LAS NIÑAS DE ROTHERHAM
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes,
07.02.17
Estas víctimas de la corrección política claman contra la
cobardía europea
¡Ay, el periodismo! ¡Qué distraído está con Donald Trump!
Todos los medios repiten como loros o diligentes expertos del copy/paste las
noticias, medias verdades y mentiras totales fabricadas en todo el mundo para
atacar al presidente Donald Trump. Como si él mismo no ofreciera mil flancos a
la crítica honrada y veraz, los medios se dedican al acoso de rehala unánime.
Cierto es que en EE.UU. algunos todavía tienen la deferencia de reconocer que
han publicado una noticia falsa, aunque sea con la boca pequeña y cuatro días
más tarde. En España nadie se corrige, retracta, excusa o enmienda. No dejen
que unas mentiras estropeen la bonita cruzada del buenismo de la derecha y el
odio de la izquierda contra el mal encarnado por Trump.
Tan intensa es la actual obsesión con Trump que al
periodismo se les escapan otras cosas. No he visto a nadie en los medios
españoles que, entre noticias, bulos e insultos a Trump, tuviera un momento de
radio o televisión, un espacio en el papel que dedicar al último juicio de
Rotherham, cuya sentencia se dictó la pasada semana. No era un juicio
cualquiera. Seis miembros del clan Hussain han sido condenados a un total de 80
años, entre veinte y diez cada uno. En los dos juicios anteriores hubo condenas
de hasta 35 años de prisión. Todos por lo mismo. Por violación sistemática,
torturas, vejaciones, abusos, maltratos atroces continuados en el tiempo con
que una banda de desalmados sometió a cientos de niños de la ciudad de
Rotherham en el sur de Yorkshire, en el Reino Unido. La fiscalía estimó que a
lo largo de 16 años pudieron ser hasta 1.400 menores, principalmente niñas, los
que sirvieron al clan paquistaní como permanente «suministro de carne kafir»,
es decir de «carne infiel», de niñas blancas no musulmanas, para las más
abominables y desatadas prácticas y perversiones sexuales. Eran niñas de
familias desestructuradas, pobres, marginales, pero no desconocidas. En los
tres juicios solo se trataron 135 casos. ¡Qué casos! Una mujer violada y
drogada desde los 11 años por muchos de los acusados, que tuvo un hijo de
ellos, decía: «existe el mal absoluto en el mundo y seres de maldad absoluta y mi
hijo es fruto del más puro mal». Se sintió siempre, desde los once, sucia, sola
y marginada y sabía que la gente del pueblo sabía. Ella solo sentía abandono y
castigo. Porque el espanto tiene otra faceta además del dolor infinito a tantas
niñas víctimas: todo sucedía con conocimiento de gran parte de las autoridades
y de la población. Que miraban todos a otro lado. Porque el clan de violadores
era de origen paquistaní y por tanto musulmán. Policía municipal y servicios
sociales, fiscalía y profesores de los colegios, personal municipal y vecinos,
todos sabían del infierno de las niñas de Rotherham y todos tenían miedo a
contarlo.
Nadie denunció porque nadie quería ser acusado de islamófobo
y racista, acosado por las ONG inquisitoriales de la corrección política y
expuesto al terror de las mafias musulmanas de la región. La pequeña ciudad
inglesa permitió así un infierno infinito para cada una de estas niñas por la
misma razón por la que Europa permite su lento naufragio: el deplorable estado
de nuestras defensas morales como sociedades pretendidamente libres. Ninguno de
los condenados en Rotherham pidió perdón o mostró piedad por sus víctimas.
Abandonaron la sala al grito de «Alahú Akbar» (Alá es grande), el dios que
permite tratar a la mujer infiel como carne animal. El caso Rotherham podría
ser una señal de alarma para todos. Para ayudar a Europa a despertar. Pero
pasará inadvertido. El periodismo está dedicado a regocijarse con el crecepelo
de Trump y buscar epítetos despectivos para su hijo.
viernes, febrero 03, 2017
POR ENCIMA DE LA HISTERIA
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Sábado, 04.02.17
Rajoy no hizo concesiones al kindergarten mediático que pide
desprecio y castigo para el hereje Trump o Theresa May
Frente a la histeria, el disparate y el insulto con que
tantos han recibido la confirmación del Brexit y la llegada de Donald Trump,
hay líderes europeos que han optado por la serenidad y el pragmatismo. Aunque
sea esforzado. Hay que agradecer a Mariano Rajoy que sea uno de ellos. Ayer fue
muy eficaz en su enfoque de la situación, de los problemas emergentes, sin
dejarse llevar como tantos de sus colegas por ganas de agradar a una prensa
ávida de fuegos artificiales.
Quiere Rajoy un Brexit rápido y con buena fe, que dañe lo
mínimo unas relaciones siempre muy importantes para España y capitales para la
defensa común. Está ya claro que la prensa occidental se degrada para
convertirse en bandada inquisidora y agitadora que olvidó su función original.
No le interesa informar de hechos sino generar mensajes propios. Para castigar
al Brexit, a Trump y a todo lo que consideren políticamente incorrecto.
Rajoy se supo zafar bien de las preguntas que solo buscaban
eso y no hizo concesión alguna al kindergarten mediático que pide, con sus
caricaturas (y mentiras), desprecio y castigo para el hereje Trump o May.
Europa y el mundo están ante retos demasiado graves como para que dicten la
agenda las fobias mediáticas. De los líderes que sepan generar unidad y
serenidad en la acción dependerá que el Brexit quede en caso aislado y que Europa
encuentre fuerzas para un proyecto común que, eso sí, habrá de ser distinto.
MOMENTO DE LA VERDAD
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
03.02.17
Para España y su Cataluña sumergida en la mentira tanto
tiempo
LAS autoridades autonómicas catalanas se enfrentan a una
polifacética tragedia en la que tienen mucha culpa. Aunque no toda, ni mucho
menos. En ningún momento han tenido posibilidad de salir bien parados llegado
el momento de la verdad, que está aquí. Muchos lo intuían. Por eso deseaban que
se retrasara al nunca jamás. La impunidad, garantizada tantos años por la
pasividad, cuando no la colaboración, del poder central, convirtió la
transgresión política y legal en el medio de vida de demasiados. Todos se
apuntaban a la aventura sediciosa sin miedo porque parecía que ya eran
suficientes para no tener que responder por sus actos. Aquellos que en Madrid
tenían el deber de poner coto al delito no lo hicieron. Lo ignoraron para evitarse
cuitas. Llegado cierto punto de su proceso de traición al Estado, los
dirigentes separatistas se quedaron sin espacio para la maniobra al caer en
manos de las excrecencias sociales politizadas, subproducto radical y
embrutecido de su propio discurso. Como pasa casi siempre con los asuntos
humanos, hay algún momento en el que el control pasa a ser de Dios o la
fortuna. Toda la camarilla de la Generalitat quedó prisionera de su propio
discurso, que inexorablemente lleva a sus miembros a comprometerse penalmente.
Y encima los deja en la estacada la Historia, esa hada madrina que el
narcisismo nacionalista siempre cree de su parte. El mundo está en conmoción
general espasmódica. Cosas graves convierten otras en ridículas. Cuando el
mundo está en plena transformación y los gigantes buscan nuevas posiciones,
actitudes y espacios, hay tanto en juego que no hay paciencia para caprichos de
un pequeño colectivo narcisista, soberbio y pretencioso, mimado y
magníficamente alimentado.
Porque los nacionalistas catalanes comen y viven demasiado
bien en España para engañar o dar pena a nadie. Por mucho que se disfracen de
kosovares. Por mucho que se digan perseguidos cuando la Policía detiene a
ladrones en Cataluña como en otros rincones de España. Por mucho que envíen a
Madrid a personajes atrabiliarios y encanallados a insultar a España en las
Cortes. Tan ajenos ellos a una burguesía comercial catalana consciente de
recibir trato privilegiado en España. Cuando más ruido quieren hacer ahora,
menos caso les hacen. Quien buscara ayer información sobre Cataluña en la
prensa internacional solo encontraría el maravilloso gol de Messi en el Vicente
Calderón. No es solo que el victimismo del nacionalismo catalán ya no nos
convenza. Es que la agotadora letanía separatista, financiada con ingentes
cantidades de dinero público y cargada de pretenciosidad provinciana, ha
hastiado, irritado y reforzado la ya existente fobia europea al
micronacionalismo. El nacionalismo que resurge en Europa es el de los estados
nacionales históricos más presentes en la futura Unión Europea. Más allá de las
paranoias europeas con Donald Trump, el año 2017 es un momento de la verdad
para Europa. Y para España y su Cataluña sumergida en la mentira tanto tiempo.
España no puede estar al margen ni tolerar de forma indefinida un proceso
golpista y sedicioso que pone en jaque permanente la legalidad. La democracia
española creyó durante 35 años que podía ceder hasta que encontraran acomodo
los nacionalistas. Hoy sabemos que es imposible. Es hora del cumplimiento
estricto de la ley. Conscientes de que es imposible una fractura pacífica de
España. Habría sido más fácil años atrás. Hoy hay que actuar sobre la
frustración necesaria de una comunidad envenenada por décadas de educación e
información tóxica. Tómenlo como un anticipo de lo que viene. Tendremos en un
futuro en Europa sobresaltos más fuertes que la suspensión parcial de una
autonomía y la inhabilitación de miembros de una clase política corrupta y
golpista.