The Unending Gift

martes, febrero 26, 2019

SÁNCHEZ EN LA BERGGASSE 19

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 26.02.19

Su ideal fue la república que nos llevó a la guerra en un lustro

IGUAL que todos los adolescentes desde el romanticismo se creen los inventores de la melancolía, el amor y la tristeza, los miembros de las generaciones analfabetas de antifranquistas españoles descubren el culto a Manuel Azaña y a Antonio Machado a mediana edad. Como los adolescentes. Todos los años llega una nueva remesa. Prepotentes, ignorantes, necios, matones y faltones. Nunca les afectan las experiencias de quienes les precedieron en el error, la tontería, el sufrimiento o el crimen. Les pasa a los comunistas. Llevan cien años asesinando, más de cien millones de muertos gratuitos y perfectamente innecesarios, todo ello por un mundo mejor que jamás llega. Pero todas las generaciones humanas del mundo desarrollado desde hace más de un siglo producen la suficiente cantidad de necios y canallas que piensan que el comunismo no ha funcionado hasta ahora porque no estaban ellos para aplicarlo. La tontería de los adolescentes es tan reiterativa como la vocación totalitaria de los comunistas y sus compañeros de viaje. Agravada por los delirios de personalidades inestables que buscan compensación a su ansiedad en el abuso del poder.
Ahí tenemos a Pedro Sánchez, ese hombre. No sabemos ya si nos produce más espanto que rechazo, más desprecio que terror, más ira que angustia. Hace días bailaba con un grupo de socialistas europeos de esos que se quedarán en paro el 27 de mayo. En esa gran hecatombe socialdemócrata que se anuncia en esta Europa que reacciona contra todo ese embuste que él encarna como ninguno. El jefe de Gobierno de España por la gracia de Otegui y Rufián ponía caras de preocupar con su falta de sentido del ridículo y el absoluto descontrol sobre su autoestima. ¡Ay, el cuadro psicológico de Sánchez! No se bromea con ciertas cosas. En la Berggasse, número 19 de Viena, en el distrito IX, junto a la gloriosa taberna de la Perdiz, Rebhuhn, el doctor Sigmund Freud se tomaría el caso en serio. La incapacidad de Sánchez para asumir contrariedades genera violencia. Tarde o temprano. Interior o externa. Sin indagar en los cuadros que el doctor Freud, este sí doctor de verdad, elaboró en su sombrío despacho sobre las perversiones del narcisismo. Lo hizo sin conocer a Pedro. Pero sí cabe recordar lo mucho que escribió sobre Todessehnsucht, la añoranza o pulsión de muerte. También sin conocer a Pedro. Este no tiene esa de muerte de que habla Freud. ¡Quiá! Está convencido de que «su persona» es un regalo para el orbe que hay que prolongar para disfrute indefinido. Pero sí tiene querencia de cadáveres que fagocitar en su triste y nefasto discurso político. Por eso va de una tumba a otra, cual vampiro ansioso por arrebatar a los muertos no ya un buen lingotazo de sangre, aunque solo sea un halo de maltrecha dignidad.
Por eso se ha lanzado a una lucha tan necia como vil contra un muerto al que odia sin saber nada de él. Y por eso se ha ido a Francia a profanar otras tumbas, no con una cuadrilla de albañiles pelotas de Patrimonio Nacional, sino a indignos lametones. Allí ha dicho que la Constitución encarna los principios de la República de Azaña. Freud lo mandaría a Steinhof, delicioso psiquiátrico construido por Otto Wagner. Porque la Constitución que nos ha dado 40 años de convivencia es un pacto de convivencia entre españoles que es exactamente lo contrario que la república que en un solo lustro nos llevó a la guerra. Freud no está. Luego son los españoles los que han de pararle los pies antes de que, en un lustro, nos meta en esa república y esa guerra.

domingo, febrero 24, 2019

«ONE OF US»

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 24.02.19

Nuevo brote de resistencia en Europa a la degradación relativista

EUROPA ha entrado en una profunda crisis que va mucho más allá de la política de los partidos, su reparto de poder y las relaciones entre naciones. Está ante el más grave cuestionamiento del proyecto europeo concebido tras la Segunda Guerra. Pero también de la muy insatisfactoria realidad desarrollada en estas últimas décadas. Pero ante todo de la propia idea civilizadora que siempre, hasta en los trances más trágicos y duros, había inspirado la acción política y cultural en el continente. La batalla cultural que en el siglo XX ganó el marxismo cultural ha llevado a la sociedad moderna a una vía de agotamiento, confusión y depresión. Amenaza con quedar definitivamente exangüe en una agonía sin capacidad ni voluntad de reacción para salvar el espíritu e identidad que hicieron de Europa la cuna de la emoción humana por la vida en libertad, dignidad, inteligencia y compasión. El lento pero eficaz desmantelamiento por el neomarxismo del concepto del individuo como persona sagrada, hecho a imagen y semejanza de un Dios personal, ha debilitado las defensas frente a la experimentación social, la manipulación total, incluida la genética, con una general deshumanización y desprecio a la vida. Las consecuencias son cultural, moral, política y socialmente devastadoras.
La mala noticia es que en todo el continente se perciben gravísimos procesos de degradación de convivencia, vaciamiento de la cohesión cultural y pérdida de referencias en los valores y principios que llevaron a Occidente a generar la sociedad de mayor libertad, bienestar y compasión jamás habida. La buena noticia es que por primera vez en medio siglo se perciben en toda Europa indicios de reacción ante el drama que el relativismo causa a individuo y sociedad.
Ayer, en la muy solemne sede del Senado francés en París, surgió una nueva voz para una batalla en la civilización occidental contra el agotamiento, la resignación, contra la ignorancia y el vacío. Un grupo de intelectuales y políticos europeos presentaba el manifiesto «One of Us», que lideran el filósofo francés Rémi Brague, profesor emérito de la Sorbona y de Múnich, y el español Jaime Mayor Oreja. El manifiesto convoca al rearme de la batalla de las ideas que defiende la civilización como fruto de la herencia de la Filosofía griega, del Derecho Romano, las religiones bíblicas, es decir, la cultura religiosa judeocristiana, la ciencia moderna y la libertad.
El primer paso para corregir un problema es percibir su existencia. La conciencia se refuerza ahora tras unos años de angustia extrema con la crisis económica, inmigración masiva y problemas de seguridad e identidad y desesperanza. Y hay además conciencia de los terribles efectos del colapso de la educación para el conocimiento, estrangulada por el adoctrinamiento. El manifiesto de París de «One of Us», como otras iniciativas que surgen desde posiciones religiosas, políticas o culturales para la autodefensa de la sociedad europea en su espíritu, libertad e identidad, nos demuestran que en medio del ruido ensordecedor de la propaganda hostil, surgen como nunca en tiempos recientes los brotes de esperanza y resistencia.

UN PAÍS EN CAPILLA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 23.02.19

Venezuela está en capilla. Reza porque el amanecer que se adivina esperanzador no esté condenado a un preludio de sangre, más allá del constante flujo de muerte en que hace ya lustros que se ha convertido la vida cotidiana de ese régimen socialista de mafia, narcotráfico, comunistas y generales. Claro está que no hay vuelta atrás. Han de producirse actos de fuerza para acabar con la voluntad de resistencia criminal de un régimen que no tiene el más mínimo escrúpulo ni la menor compasión hacia su pueblo. Nicolás Maduro y su mafia tienen que caer para que los venezolanos puedan vivir y no mueran en una demencial catástrofe de hambruna y enfermedades. Quien pide aun diálogo con el asesino solo es cómplice o mercenario del mismo.
El régimen controlado por La Habana y sus socios de la droga se ha enrocado y amenaza con un baño de sangre si las democracias americanas se deciden a vencer la despiadada resistencia al suministro de ayuda humanitaria a una población exangüe. El siniestro general Hugo Carvajal ya ha cambiado de bando en busca de una solución personal. Otros negocian. Pero hay mafia narcotraficante que cree que puede resistir y mantener aquella inmensa industria criminal. Y el mando supremo que es el régimen comunista de Cuba, especialista en aguante y supervivencia, sabe que cuando caiga el régimen venezolano todos los focos se ponen en la isla. Hay una decisión ya tomada en una alianza panamericana sin igual de que hay que acabar con el foco de veneno ideológico, inestabilidad política y crimen organizado que es La Habana.
Aunque los planes de unos y otros están en plena ejecución, el mundo no tiene aún elementos para adivinar qué puede pasar en los próximos días. Pero todos son conscientes de que estamos ante una cuenta atrás para acontecimientos de mucha gravedad y profundas consecuencias para el futuro de ese país y toda América. Hoy debe comenzar a entrar la ayuda humanitaria al territorio de Venezuela. Los suministros de alimentos, medicamentos y otros productos básicos han llegado a las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil. Tarde para miles de venezolanos muertos en pasadas semanas. Pero como punta de lanza de la esperanza. Mañana las fronteras pueden hacerse permeables. Para el principio del fin de una terrible pesadilla de tres lustros de horror.

viernes, febrero 22, 2019

¡YA ESTÁ BIEN!

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 22.02.19

El antifranquismo se ha convertido en una peste moral en España

EL Rey de España, el Jefe del Estado, habla para la Asociación Mundial de Juristas sobre el imperio del derecho. Todos los medios y políticos se hacen eco emocionado. Todos de acuerdo. Saben que la única alternativa a la supremacía incondicional de la ley es el caos primero y después la guerra. Los españoles deberíamos saberlo todos. Deberíamos. Lo cierto es que, mientras Felipe VI defendía el imperio de la ley, los golpistas juzgados se ciscaban en ella y no solo ellos. Porque los familiares y amigos de un anterior jefe del Estado tenían que tomar acciones inauditas para defender la ley. Abogados advertían en burofaxes a funerarias y obreros que de obedecer ciertas órdenes del actual jefe de Gobierno, incurrirían en un grave delito que podría llevarlos a la cárcel para años. Nadie ha confirmado la inminencia de la acción pero sí los preparativos para incumplir la ley, ignorar al Supremo, asaltar una basílica con su extraterritorialidad, atropellar a los monjes titulares del recinto sagrado, profanar la tumba, sacar al cadáver momificado y llevárselo en contra de la voluntad de la familia del muerto y nadie sabe a dónde. Los medios izquierdistas aseguran que Sánchez está dispuesto en campaña a lo que no hacen ni las tribus más bárbaras en guerra. El innoble espectáculo de la profanación oficial de la tumba de Franco debería asquear y avergonzar a todo español de bien.
Tenemos en España un problema serio a afrontar si no queremos destruir la convivencia para mucho tiempo. Porque es una ya insufrible perversión que ciertos españoles se conviertan en ciudadanos inferiores y públicamente vejados por tener recuerdos y opinión sobre el pasado de España que difieren de lo que pregonan las fuerzas que perdieron la guerra civil. En los pasados 40 años se ha permitido, por cobardía, pereza, codicia, indolencia, intereses bastardos y falsedad, que se impusiera como cuasi oficial una versión falsaria, mezquina, sectaria y tramposa de nuestra historia reciente. Y se ha tolerado que todo el que discrepe pase a sufrir represalias aunque defienda no ya opiniones sino hechos irrebatibles. Así se criminaliza a todo el que no acepta la falsaria mitología de comunistas y socialistas del siglo XX. Quienes saben la verdad callan para no crispar a quienes han impuesto la mentira.
Cierto, es la tumba de un jefe de Estado que no era democrático, era un dictador y tenía enemigos. Y ganó guerras y gobernó mucho tiempo e hizo prosperar a los gobernados y murió en la cama con reconocimiento. No, no es Felipe II. No es la cripta del Escorial la que se quiere profanar. De momento. Porque nadie dude de que, si se transige ante el fanatismo de la ignorancia y la revancha, les llegaría su turno. Se pretende tratar a Franco como si fuera un vulgar genocida cuando es el origen incontestable de la legalidad que nos ha dado 40 años de democracia. Y que se funda en un orden tras una guerra civil trágica cuya principal culpa es de todos, pero si de alguien más, de los perdedores. Ya basta de mentiras. Los programas especiales de televisión se harían mejor en Paracuellos que en el Valle de los Caídos. Franco fusiló menos de 4.000 condenados a muerte en 36 años. Habría algún inocente, pero pocos. Y a muchos culpables les conmutó penas y los trató al final con injusta deferencia. Son menos de la mitad de los inocentes fusilados por Lluis Companys. Y menos de la mitad de los inocentes asesinados por PSOE y PCE en Madrid en las semanas del otoño de 1936. Ya está bien de callar para no crispar con la verdad cuando quien está enfrente no hace otra cosa con la mentira.

PENSAMIENTO PURÉ

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 19.02.19

Terror al colapso socialdemócrata en las élites políticas y mediáticas

EL ruido es mayúsculo. En España asistimos estos días a esa deplorable mascarada de intoxicación de un mentiroso narciso que difama como radicales a quienes cuestionan sus tropelías. Cuando él existe como gobernante gracias a un mefistofélico pacto con todos los enemigos de España, muchos de ellos autores y cómplices de los peores crímenes políticos contra el Estado y la Nación. La traición a la nación ya se había consumado con Zapatero, pero subsistía la fábula de un PSOE comprometido con un proyecto razonable para España. Mentira ya entonces. Hoy todo el PSOE ha seguido a Pedro Sánchez a la alianza con golpistas y filoterroristas y ha cruzado todas las líneas rojas. Más allá de todo posible remedio. «Beyond repair». Quien se abrace al PSOE será lo mismo.
Pero la intoxicación prolifera no solo en España. Llegan unas elecciones el 26 de mayo en las que muchos temen que la verdad haga mucho daño a quienes quieren seguir pastoreando a los europeos en su puré de pensamiento único socialdemócrata. Como si no pasara nada. Como si el saqueo fiscal para mantener un Estado del bienestar con fronteras asaltadas fuera posible. Como si una inmigración sin voluntad ni capacidad de integración, una multiculturalidad que destruye las sociedades y la nación, la propia degradación de la ciudad y del trabajo, la inseguridad crónica, la proletarización general y la cada vez mayor falta de libertad, se pudiera todo ignorar u ocultar con alfalfa ideológica. Con el permanente bombardeo mediático orwelliano de sacralización de la igualdad, de arengas de odio de género, feminismo, «mitús» (meToo) y un implacable rodillo de disciplina social.
La política del consenso exige plena servidumbre al discurso de la izquierda globalista. Con Mogherini, jefa de la política exterior de la UE, intrigando como Zapatero para salvar al régimen narcocomunista de Maduro. Con los gobernantes europeos temerosos de que una alianza americana, desde Trump a Bolsonaro, desde Duque a Almagro, acabe con la peste comunista y narcotraficante en Caracas. Y después vaya a por Cuba por fin, a limpiar tras 60 años esa cloaca de miseria y veneno protegida por Europa. Les aterra ese triunfo de una nueva política de compromiso real con los principios democráticos, intelectuales y culturales de la civilización occidental. La nueva racionalidad con gobiernos que representen a sus ciudadanos y defiendan sus intereses para vivir con seguridad, dignidad y esperanza. Y acaben con los gobiernos dedicados a experimentar sus fantasmales proyectos ideológicos con seres humanos.
¿Y en Europa? En Europa han convertido en poco menos que el discurso de Gettysburg una penosa intervención de Angela Merkel en la Conferencia de Seguridad de Múnich en la que lloriqueaba contra EE.UU. en favor de una multilateralidad que ella desprecia como nadie. ¿O consultó para llenar Centroeuropa de musulmanes? En Múnich se vio ese pensamiento débil socialdemócrata, tan enemigo de la verdad como el órgano oficial del Partido Comunista Chino. Merkel, la jefa del coro que aplaude los intentos de derribar a Trump con acusaciones patéticas de vínculos con Rusia, arengó contra «el ilegal sabotaje» a su nuevo gasoducto con Rusia. No de Trump, de Merkel. El nuevo gasoducto Nordstream 2 que ignora y deja al margen a toda Europa Central y Oriental. Como siempre han hecho en la historia los acuerdos entre Berlín y Moscú. Todos catastróficos para Europa y la libertad. Allí estaban todos los «lobbistas» de Putin hablando de multilateralidad. La de Rusia al invadir Ucrania y anexionar Crimea. La de Nordstream2 de Merkel. El vicepresidente de EE.UU. intervino y mandó a la conferencia el saludo de cortesía de Trump. Nadie aplaudió. A Merkel la aplaudieron toda aquella élite en Múnich. Pero a Trump le aplauden sus votantes. Y a Merkel su partido ha decidido esconderla ante las elecciones de otoño.

INVITA SOROS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 17.02.19

Sospechoso idilio con el millonario que acosa a democracias

«CON George Soros en Múnich, intercambiando impresiones acerca de inmigración, los desafíos que enfrenta Europa y el futuro de África». Así rezaba ufano el tuit del ministro de exteriores español, con foto que lo mostraba con unos colaboradores desayunando cara a cara con el multimillonario especulador George Soros. No contaba Josep Borrell por qué le pareció tan importante desayunar con Soros, alguien que no tiene mandato de nadie y de nada, no tiene cargo, no representa a nadie más que a sus millones. Soros tampoco es un gran empresario con miles de empleados por el mundo. Su fortuna no procede de éxitos empresariales como la de Bill Gates, Jeff Bezos o Amancio Ortega. Soros se enriqueció siempre con la especulación financiera y en la piratería cambiaria como aquel asalto a la libra esterlina. Incluso siendo todo legal, lo que muchos han dudado, no parece el personaje ejemplar para un ministro de izquierda. Tanto se ha odiado a William Randolph Hearst, el magnate de la prensa norteamericana que dedicaba su dinero y poder a la injerencia política, organizar guerras y derribar gobiernos. Soros hace exactamente lo mismo, pero la izquierda mundial lo adora. Y perdona la procedencia de sus millones, porque a muchos les llega la gracia.
Tiene Soros una inmensa red internacional de medios que no figuran como medios suyos y periodistas que son suyos y se dicen independientes. Y una trama colosal de cientos de asociaciones, grupos de trabajo, foros, empresas y ONG que trabajan con él y para él. En España tiene compradas con contratos, seminarios, conferencias, viajes o nómina a muchas caras conocidas. E intenta derribar gobiernos democráticos que no le gustan. De derechas. También a torpedear todo freno a la inmigración ilegal y al multiculturalismo que destruye las sociedades de las naciones europeas. Sus principales enemigos son Donald Trump y Viktor Orban en Hungría. Quiere acabar con ambos. Ha gastado cientos de millones en ello. De momento, sin éxito. Soros es de ascendencia judía húngara. Sus defensores, el establishment de Bruselas, la socialdemocracia de derechas e izquierdas y la mayoría de los medios, acusan de antisemita a cualquiera que le ataque. Cuando el Gobierno israelí y organizaciones judías lo consideran persona non grata y un enemigo del Estado judío y de los judíos, ya que financia centros izquierdistas y antisemitas y una inmigración ilegal musulmana en Europa que ha disparado el antisemitismo.
Borrell al menos ha hecho público su encuentro. Porque Soros estuvo de visita secreta en La Moncloa nada más poner el pie allí Pedro Sánchez. Nada se sabe de esa siniestra cita que convirtió al hipermillonario en la primera visita extranjera a Sánchez como jefe de gobierno. Nadie ha explicado cómo se gestó, a petición de quién, con qué contenido y cómo es posible esa máxima prioridad a Soros. No hay que ser malpensado para sospechar que el invitado se invitó y llegó con autoridad y recomendaciones. Soros quiere destruir las naciones europeas. Las considera una fuente de discordia. Y mima a quienes busca o ya tiene de colaboradores en ello.

AHORA LE LLAMAN GOLPISTA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 16.02.19

Donald Trump no duda en la pelea total por cumplir con su promesa de construir el muro

Seguro que a muchos ya les han contado que Donald Trump ha dado un golpe de Estado por declarar el estado de emergencia para construir el muro. Quien se lo diga seguro que no sabe cuántos «golpes de Estado» de ese tipo dieron Bill Clinton, Barack Obama o los presidentes George Bush, padre e hijo. Clinton firmó 17 estados de emergencia, Obama 13, Bush padre 4, Bush hijo 12. En tres años de insultos y feroces acusaciones contra Trump se ha oído de todo. Y la acusación de golpista surgió apenas llegó al poder. La hacían precisamente quienes habían perdido las elecciones y querían revertir el resultado de las urnas. Nadie ha sido más investigado y espiado. Nadie habría resistido presión y acoso a que ha sido sometido.
Pero, a sus 72 años, Trump disfruta como un niño en la pelea. Va a tener tremenda bronca con el Congreso. Todo acabará previsiblemente en el Supremo. Es lo que tiene la división real de poderes que existe allí. Pero de momento dispone de 8.000 millones. Más que los 5,7 mil millones que el Congreso le negaba. Y está decidido a cumplir sus promesas electorales, también la del muro para una frontera controlada. En la que el tráfico sea legal siempre y entren quienes quiera EE.UU. que entren. Y nadie más. Lo que todos quieren en su casa: que solo entren invitados. Para evitar el submundo de la inmigración ilegal del que se benefician mafias, delincuencia y ciertos empresarios, a inmenso coste para la sociedad. Eso vale para EE.UU. como para Europa o Australia, o cualquier país desarrollado.
Lo que hace el presidente es usar sus atribuciones, como hicieron sus antecesores por mil diversos motivos, para acelerar ese proyecto clave de su presidencia. Precisamente por serlo cuenta con la fanática oposición de la izquierda. El muro se comenzó a construir con presidentes demócratas, tiene todo el sentido del mundo, y las columnas de inmigrantes ilegales y agresiones contra la frontera demuestran su pertinencia. Lo inaudito es que existan apologistas de la inmigración ilegal. Y es que la izquierda llegó al siglo XXI en plena irracionalidad, pero contra Trump es peor aún, enloquece.

AGRUPÉMONOS TODOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 15.02.19

El SPD se radicaliza para sobrevivir a la batalla cultural

LA líder del partido socialdemócrata alemán, SPD, Angela Nahles, toca a rebato. En una convención el pasado fin de semana en Berlín ha reunido a los muy deprimidos cuadros directivos socialistas para exponer su diagnóstico y un mal augurio: existe el peligro inminente de caer en la irrelevancia. El partido socialdemócrata más antiguo de Europa podría desaparecer como fuerza política real. Por eso, se concluye, el SPD tiene que liberarse del letal abrazo de la gran coalición con la CDU/CSU de Angela Merkel. Como muy tarde en otoño, en la revisión anual de los acuerdos de coalición, la coalición de Berlín saltará por los aires. Y el SPD se nos vestirá otra vez de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. No es un simple cambio de intensidad como los muchos habidos desde su fundación en Gotha en 1863. Es una crisis existencial como solo la tuvo en la agonía de la república de Weimar y la llegada del nacionalsocialismo.
El declive del legendario SPD es dramático y representativo de muchos que siempre lo vieron como ejemplo y guía. Y marca el camino de la agonía en el continente de quienes, leales al socialismo democrático, han tenido el papel ideológicamente hegemónico durante más de medio siglo. Hasta el punto de que la mayoría de los partidos de centro-derecha han asumido la mayor parte de sus postulados sociales y culturales. Ese ciclo toca a su fin. Unos se despiden del centro-izquierda para desaparecer y otros como el PSOE o el laborismo británico intentan sobrevivir en la radicalización de la lucha de la batalla cultural, en lo que aquí llamaríamos una «podemización», en alianzas o fusiones frentepopulistas con grupos comunistas. En Alemania, el SPD tiene a su izquierda a un partido, Die Linke, que sobrevive sin inquietar. Rotos por el tiempo los sanos pudores anticomunistas tradicionales, el SPD podría buscar un proyecto que integre hasta la extrema izquierda.
El SPD lleva unos años en profunda crisis, corroída por una mala conciencia del izquierdismo por la época de reformas liberalizadoras con Gerhard Schröder. Y por el castigo que ha resultado ser su participación en la gran coalición con Angela Merkel. Por mucho que ha cambiado de líderes y de retórica el partido no se recupera de la somanta de palos electorales que ya ha recibido en estos pasados años. El 2018 fue un año terrible. Con severas humillaciones en Baviera y Hesse. Y ya se asoman para el otoño las elecciones en tres estados orientales que nada bueno auguran. Brandenburgo, Sajonia y Turingia pueden dejar al SPD como cuarto partido. Allí puede pasar algo que ya está pasando en otros países europeos, que la izquierda tienda a la marginalidad y el debate político quede protagonizado por una opinión de clara derecha y otra de tendencia centrista liberal.
Así se enfrenta el continente a unas elecciones europeas en una cada vez más polarizada lucha cultural. El SPD, factor de moderación en la izquierda desde 1945, se lanzará previsiblemente a esta radicalización con los caballos de batalla izquierdistas actuales que son el multiculturalismo, globalismo, cambio climático, feminismo, leyes de género y sexualismo y demás proyectos de experimentación social que vayan sacando de sus chisteras ideológicas. Los partidos del centro y la democracia cristiana que tienen asumida en gran parte la política socialdemócrata tendrán su propia crisis en el dilema entre posiciones centristas liberales y una derecha que se beneficia del cambio de ciclo cultural y de un renacimiento de la demanda de valores de la identidad nacional, y tradicional europea largo tiempo despreciados. La batalla cultural avanza hacia nuevas cotas de intensidad con el ocaso de la supremacía neomarxista del pasado medio siglo.

LA SINIESTRA ALIANZA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 12.02.19

Sánchez es un inmenso peligro para toda la Nación

PEDRO Sánchez hace saber que, si no le aprueban los presupuestos los separatistas catalanes, habrá elecciones el 14 de abril, una fecha que sirve para evocar aquellas municipales de 1931 que acabaron en un desordenado golpe de Estado que derribó a la monarquía. De golpe en golpe. Porque en abril aun estará España pendiente del juicio a los imputados por rebelión al proclamar una república en una región española y que comienza hoy ante el Tribunal Supremo. En una paradoja tan inaudita como peligrosa, los golpistas juzgados son hoy aliados objetivos de este Gobierno. Es peligroso para la Judicatura, que ha sido sometida a inauditos acosos y presiones por cómplices de los imputados sin que el Gobierno haya hecho nada por impedirlo. Por el contrario, han sido muchas –y alguna de ella obscena– las maniobras del Gobierno para favorecer a unos enemigos del Estado que se reafirman en sus objetivos como irredentos partidarios de la destrucción de España.
El juicio al golpismo tendrá enorme repercusión en un escenario político líquido y en el ánimo de la sociedad española. Algunos lo comparan con el juicio del 23-F. El golpe de Estado actual, el que se mantiene por la comunión de intereses de los golpistas con Sánchez, es mucho más peligroso. Aquél sólo quería reconducir la política nacional frente al terrorismo, el actual ataca la existencia misma de España como nación soberana. Es más pertinente relacionar el golpe de Estado actual con el 11-M y sus bombas de inmensa eficacia para hacer descarrilar la política constitucional española. Con la evidencia de que el 11-M creó las condiciones para que la política de alianzas de izquierdas y separatismo que desde Zapatero nos llevan al actual Frente Popular que se plasmó en la moción de censura.
¿Convocará elecciones Sánchez? ¿Va a cumplir con lo que algo de sentido del honor le habría conminado a hacer hace ya meses? Nadie lo sabe. Su problemática personalidad lo hace imprevisible. Él, Sánchez «y mi persona», como decía en Bilbao, tiene una pulsión profunda por alardear de su poder. Peor, por ejercerlo con absoluta arbitrariedad y sin escrúpulo. No hay razón para creerle ya nada porque es evidente su permanente voluntad de engaño. El pasado viernes, la maquinaria de intoxicación de medios audiovisuales al servicio de la izquierda y los separatistas lanzó una campaña masiva para convencer a los españoles de que Sánchez había roto la negociación con los golpistas. Y que ya no era necesario acudir a la manifestación. Es grande la potencia de fuego de esa artillería mediática que gracias a entreguismo, indolencia y cobardía de la derecha está en manos de la izquierda y los separatismos.
Es grotesco ver cómo grandes bancos y corporaciones participan en medios dedicados a favorecer a unas fuerzas que quieren destruir España e imponer una demencial política económica que llevaría al país a la ruina por una senda que acaba en esas escenas de miseria, desolación y niños agonizantes que llegan de Venezuela. Dirán que es un disparate comparar a España con Venezuela. Es lo que decían los venezolanos cuando se comparaba a Venezuela con Cuba hace quince años. Si los españoles no hacen frente a este peligro, pueden quedarse sin bienestar, sin libertad y sin patria. Porque el proyecto de cambio de régimen, división territorial y fin de la monarquía está ahí. En esa alianza de Sánchez con comunistas de Podemos y separatistas antiespañoles que es la mayor amenaza para España desde Stalin. La reacción nacional que volvió a mostrarse el domingo en Madrid habrá de intensificarse hasta ganar el pulso a Sánchez. Para forzar elecciones y ganárselas a esa siniestra alianza dirigida por un caudillo sin freno moral alguno.

EL FIN DEL MIEDO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 10.02.19

Tienen pánico porque ya no intimida al español con llamarle fascista

DECÍA ayer Pedro Sánchez que los españoles que se concentran hoy en el corazón de Madrid son radicales que «quieren una España en blanco y negro que solo propone volver atrás». Una mayoría de los medios, en las simas de inmoralidad del propio Sánchez, anunciaban una terrible concentración de derecha, ultraderecha y nazis violentos. Defensores de la siniestra alianza del Frente Popular que busca un cambio de régimen con la voladura de la Constitución, la Monarquía y la unidad de España, llevan dos días mintiendo como nunca. Y eso es mucho decir.
La gran falsedad es la pretensión de que el gobierno de Sánchez ha roto las negociaciones secretas con la Generalidad golpista. Las mantiene desde hace meses para imponer a los españoles hechos consumados que acaben irreversiblemente con la soberanía española. No es un acuerdo de presupuestos. Es un pacto para gobernar más allá y cumplir sus sueños de continuidad y los del separatismo para una consulta vinculante y el indulto de la cúpula golpista ahora juzgada. La segunda mentira abunda en que hoy se dan cita las fuerzas antidemocráticas. Cuando saben que se trata de exigir que Sánchez demuestre o simule al menos un ápice de dignidad, vergüenza y honradez y convoque de inmediato las elecciones que prometió. Para que la sociedad española se pueda defender de la cobarde agresión por parte una conspiración golpista que ya no está en Barcelona.
Para que alguien de la catadura y calidad de Sánchez pudiera montar esta operación contra España tenían que concurrir muchos factores. Los principales son políticos y culturales. Desde hace 40 años los españoles viven inmersos en un discurso que explica España como una realidad anquilosada y lamentable que devino en fatalidad y que por el bien de todos y en aras del progreso hay que desmantelar. A nadie se lo han dicho exactamente así en el colegio, ni en las televisiones, libros, películas, colegios, universidades ni en los mítines de los partidos, pero ningún otro mensaje se ha escuchado con tanta fuerza y tan obsesiva intensidad. Hasta convertir cualquier alternativa a ese discurso en pensamiento fascista, criminal y detestable. Se ha identificado a la nación española con la dictadura para generar desafección, ampliarla a toda la larga historia de España y convertir en canon una Leyenda Negra que legitimara a todos enemigo de la Nación española. Para ello se ha faltado a la verdad, masiva y obscenamente y ocultado algunas de las más brillantes páginas de la historia de la Humanidad. Se hizo sin escrúpulo, sin reparar en medios y, sobre todo, sin resistencia. Porque la cobardía, lo llamaban prudencia, recomendaba no significarse en la defensa de España. Para no ser tachado de franquista o fascista, lo que equivalía a la muerte civil. El problema de Sánchez, de los golpistas y sus cómplices, es el fin del miedo. Para ser libre en España había que perder el miedo a ser tachado de franquista o fascista. Y eso está pasando. Por eso están en pánico.

sábado, febrero 09, 2019

DANDO TIEMPO AL ASESINO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 09.02.19

Por cobardía y miserable complicidad, los europeos boicotean la ofensiva contra Maduro

Dice Nicolás Maduro que en Venezuela no hay crisis humanitaria. Lo sabía Íñigo Errejón: en Venezuela comen tres veces al día y las colas son por voracidad consumista. El protector de Errejón y protegido de Zapatero asegura que no va a permitir que entre ni un camión de alimentos y de medicinas que ya llegaron a los pasos fronterizos. Los ha bloqueado con contenedores. Dice Maduro que todo eso de la crisis humanitaria es un «show», un circo organizado por Donald Trump y Luis Almagro para entrar con tropas a derribarle.
Hasta el más fiel chavista venezolano y el más furibundo comunista occidental sabe que Venezuela sufre ahora uno de los peores dramas humanitarios de las últimas décadas en el mundo. Más de tres millones han huido a pie a otros países vecinos para no morir de hambre, literalmente. En los pueblos y ciudades, en plazas y hospitales de todo el país mueren a diario cientos de venezolanos, de debilidad y de enfermedades evitables. Se dan escenas dantescas de disputas por restos putrefactos en las basuras. Pues no se oye a las ONG españolas ni europeas denunciar la infinita crueldad de este dictador que condena a su pueblo a morir cuando tienen el remedio a pocos kilómetros y horas.
Virgilio Jiménez Urbina murió el miércoles a los 20 años en la cárcel de Uribana, donde llevaba 15 meses sin juicio por protestar contra Maduro. Murió de enfermedades contraídas en la celda. Virgilio simboliza a miles de venezolanos que estarían vivos si Zapatero y otros cómplices no hubieran salvado a la dictadura con la estafa del diálogo que inventaron para violar los resultados electorales del 6 de diciembre de 2015. Ahora, la despreciable falta de apoyo de los países europeos con los estados americanos para una rápida acción y aislar totalmente a Maduro va a dar tiempo a que mueran muchos más. Por cobardía y miedo al conflicto, por miserable complicidad socialdemócrata con el chavismo y su amo en La Habana, los europeos están boicoteando la ofensiva contra Maduro. Prolongan la tragedia. Y se cubren, una vez más, de oprobio, culpa.

viernes, febrero 08, 2019

EL MAL TONO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 08.02.19

No es la verdad la que destruye la convivencia en España

LOS separatistas catalanes y vascos, los comunistas de Podemos y la extrema izquierda que, en su delirante desprecio institucional, hoy encarna perfectamente Pedro Sánchez, están irritados. Les molesta mucho que haya irrumpido en España con fuerza un hábito ya casi no recordado que es el de renunciar al eufemismo y utilizar lengua española con toda su fuerza de verbo y sus justas y claras acepciones. Dicen ahora que eso estropea el clima político. Aquí el clima político lo han estropeado con tono suave y sonrisa permanente de «joker», los que desde principios de siglo inoculan odio de revancha en la política española. El mayor fabricante de odio en España se llama José Luis Rodríguez Zapatero y nunca elevó la voz. Sus infinitas maldades siempre se sirvieron con exquisitos modales. Ni una mala palabra ni una buena acción. Con ese lema, Zapatero extendió su veneno, por España primero, después al servicio de una causa innoble como la defensa de intereses de la dictadura que tortura, mata a hambre y aterroriza a su pueblo en Venezuela.
Cierto es que en los últimos años tanto al separatismo catalán como a los comunistas se les colaron en primera fila rufianes muy dados a la estridencia. Cierto que Sánchez, con su tono y ademán, su violencia interior, su presunción narcisa y su prepotencia, se expresa a veces como una figurín de vodevil del submundo. Pero no son las palabras malsonantes o contundentes ni los epítetos insultantes los que amenazan con volar la convivencia en toda España. Han sido las políticas conscientemente aplicadas para generar ofensas y agravios, para destruir la igualdad entre españoles, para generar resentimiento y para acosar y descalificar a amplios sectores sociales. Eso lo ha hecho la izquierda con sus leyes ideológicas. Y la derecha ha sido colaboradora necesaria porque, cuando ha podido, no ha combatido ni abolido esas leyes ni sus consecuencias que son instrumentales para la destrucción de la libertad. Esas leyes, desde las de Género a la Memoria Histórica, abren el camino a la desigualdad y a la arbitrariedad total que es la tiranía.
Han puesto el grito en el cielo algunos porque hasta en el PP ya llama comunistas a los comunistas de Podemos. La verdad no radicaliza a nadie. Que se oiga mucho solo revela que cada vez más españolas han reconocido que ocultar hechos y callar verdades, no facilita la convivencia como les decían, la acaba destruyendo. Llamar golpista a quien proclamó una república en una región española no es abuso, sino honradez. Calificar de traidor a quien, como gobernante que juró defender el Estado, es desenmascarado como urdidor o cooperador en planes inequívocamente dirigidos a destruirlo, subvertir sus leyes y acabar con su unidad, no es un exceso, es un acierto y un deber. La verdad nos hace libres. Es hora que se diga la verdad también a todos los engañados que empeñan su vida en un proyecto, destruir España, que no lograrán ni por las buenas ni por las malas. Para evitar males mucho mayores habrá que aplicar muy pronto todos los artículos constitucionales que se requiera para acabar con la destrucción del orden legal y la convivencia causada por un criminal malentendido. Que radica en la creencia de que ciertas regiones pueden decidir dejar de ser parte de España. Ese proyecto ha hecho ricos a generaciones de distribuidores de veneno y alimentado a estafadores políticos como Sánchez con soluciones al margen de la ley. Pero hemos llegado al límite y por eso reacciona la nación. Ha llegado el momento de acabar con ese negocio y de que los españoles asuman la unidad de España como una más de las realidades inamovibles en la vida que nos exigen humildad.

martes, febrero 05, 2019

LAS CUITAS DEL SEÑOR NORTHAM

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 05.02.19

Matar a ochomesinos ya no es tan grave como una broma facha

LES voy a presentar a un personaje de un remoto escenario político del que probablemente nunca habrán oído hablar ni volverán a hacerlo. Pero merece la pena. Porque las cuitas del gobernador del estado de Virginia, Ralph Northam, del Partido Demócrata, son bastante definitorias de los dilemas que nos aquejan a todos en el mundo occidental. A Northam, médico, militar y político, le están pidiendo que dimita en su partido. Cada vez con más ahínco y vehemencia. Lo curioso, lo gracioso, lo terrible, lo monstruoso, es por qué se lo piden. No le piden que dimita por su intervención televisiva en la que defendió el infanticidio. El gobernador y médico explicó con toda tranquilidad que al niño extraído de embarazos en los últimos tres meses se le dejaría morir.
Ese es el infanticidio que permite la ley que pretendía su partido pasar en Virginia y que de momento ha sido derrotada. Es similar a la aprobada en el Estado de Nueva York y celebrada como gran fiesta por el gobierno de la ciudad. Establece subterfugios para facilitar la interrupción del embarazo hasta el día del parto. En las primeras 24 semanas no hay problema. En los tres meses finales basta algún tipo de alegación sobre la salud del niño o de la madre. Northam, defensor de esta ley, explicó que, una vez el niño fuera del cuerpo de la madre, si sobrevive a la extracción, son la madre y familia los que deben decidir si se asiste al ya nacido o se le deja morir. Incluso entre la mayoría de defensores de un aborto despenalizado, la lógica del supuesto derecho de la mujer a matar o dejar morir a niños plenamente desarrollados y nacidos causó consternación.
Pues nadie crea que el cargo de Northam peligra por su disposición a dejar morir a niños recién nacidos. Por lo que se tambalea su carrera política y lleva una semana pidiendo perdón, es por una fotografía en el almanaque de su facultad de medicina en la que posa disfrazado de negro con un compañero con ropaje del Ku Klux Klan. La fotografía es de hace 35 años, de una juerga de estudiantes. Las acusaciones de racismo se han disparado. Todos consideran insufrible esta afrenta del disfraz. Northam es un político ortodoxo dentro de un partido bajo la presión de las leyes ideológicas, el delirio de los colectivos del multiculturalismo y la corrección política, las mordazas del izquierdismo en todo occidente pero allí ya delirante. El partido se llenó de activistas surgidos en grupos y colectivos marginales que, por el mero hecho de serlo, tienen una inmunidad oficiosa ya asumida y acatada por todos en su seno. Así, el venerable Partido Demócrata se ha convertido en una asociación de bandas radicales y terreno muy peligroso para políticos de viejo cuño.
Bajo el poder implacable del zeitgeist, todos definen su personalidad y motivación por ofensas reales o supuestas sufridas en el campo de batalla de la vida. Todos viven ofendidos y de la ofensa en un partido que es una gran agrupación de víctimas imaginarias que juntas quieren vengarse. Hay categorías en este ejército de damnificados que es la izquierda norteamericana actual. Una mujer negra, lesbiana, con obesidad y coja, con esclavos entre ancestros recientes, es intocable como autoridad. Un transexual con sangre india y largo historial de desahuciado es imbatible. En el otro extremo está el gobernador. Que es hombre blanco, heterosexual, médico, de familia estable y ortodoxa. Mal asunto. Tenía que compensar esas taras con progresismo en vena. Ni siquiera así se salvará. Y van a acabar con él por racista a causa de una broma juvenil, no por su interpretación monstruosa del juramento hipocrático.

lunes, febrero 04, 2019

NUEVAS CIMAS DE LA INFAMIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 03.02.19

Nauseabundos intentos en España de salvar a Maduro

HOY domingo La Sexta acude muy presta una vez más en auxilio de una opción política criminal. La cadena española más antiespañola, la que simboliza como nada la complicidad de élites políticas y mediáticas en su desprecio a los intereses nacionales, alcanza nuevas cotas de infamia. Ya lo había hecho en su sistemática apología de los etarras de Arnaldo Otegi y actuando como un órgano de propaganda de los golpistas y ladrones que, desde Cataluña, quieren destruir España. Ahora corre en servicio de un proyecto aun más deleznable, como es la supervivencia del régimen más despreciable, asesino y delincuente. Nicolás Maduro, el dictador usurpador, que de forma fraudulenta se autoproclamó presidente, él sí, el pasado 10 de enero, después de una patética farsa electoral, está aislado. Las inmensas manifestaciones de ayer muestran la voluntad inequívoca del pueblo venezolano en favor de su presidente interino Juan Guaidó. Precisamente por eso hay que permitirle a Maduro una operación de propaganda bien sonada. Para que Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero, dos jefes de Gobierno cuya conducta ya solo puede producir vergüenza a los españoles, tengan algún argumento para sus maniobras en la UE el lunes. Para intentar mantener el oxígeno al dictador el mayor tiempo posible y aumentar las fisuras entre sus adversarios.
La semana que Sánchez y Zapatero consiguieron de plazo –con el ridículo ultimátum a Maduro que exigía una convocatoria de elecciones para la que no está legitimado– ha sido muy útil para mover las piezas exteriores en la operación que pretende salvar a la mafia narcocomunista de una caída inmediata. Ayer, el órgano de propaganda de Vladímir Putin que es la televisión «RT» decía que la desunión en la UE daba una especial oportunidad al «plan de negociación presentado por México, Uruguay y Bolivia», es decir, los amigos de Maduro. Que no es otra cosa que la estrategia de Zapatero de «diálogo y negociación» eternos para que se eternice Maduro. Los tres pasados años de «dialogo» de Zapatero han traído miles de muertos, millones de exiliados y la catástrofe humanitaria total. Mientras han continuado los asesinatos, las torturas y el saqueo masivo. Maduro anunció ayer además unas maniobras militares, «las más grandes jamas vistas en Venezuela» para dentro de diez días.
Muchos intentan sabotear la caída de la dictadura. Rusia y China son acreedores del régimen, al que han comprado además derechos petrolíferos y mineros. También Turquía e Irán tienen intereses económicos, políticos y estratégicos en la supervivencia de la dictadura. Grupos privados, dentro o fuera del entramado del Foro de Sao Paulo, necesitan tiempo para llevarse el botín. Algunos aún especulan con la supervivencia del régimen. Se trata de impedir la pérdida total de poder de los diferentes cárteles de la droga y mafias presentes en la cúpula del régimen chavista. Moscú, Pekín y Teherán están con Maduro. Como todas las fuerzas totalitarias, las bandas delincuentes, los carteles de la droga, Morales, López Obrador, Sánchez, Iglesias, Garzón, Zapatero y La Sexta. Una tropa que se define por sus compañías.

EL INFIERNO CHAVISTA HA MUERTO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 02.02.19

La gran crisis de Venezuela que es el conflicto ya irreconciliable entre una población torturada y una mafia criminal ha entrado en una recta final. Pueden pasar muchas cosas a partir de ahora. Pero el régimen chavista ha muerto. A ver si se enteran los países europeos que insisten en hacer el ridículo alineados con los cómplices del régimen narcocomunista. Los españoles sufrimos la doble ignominia de un gobierno español que ejerce de lobista del régimen más miserable, asesino y liberticida del mundo. Tiempo habrá de que los responsables paguen. Lo que está claro es que ya ni Zapatero salva al régimen criminal de Nicolás Maduro. Y que las naciones americanas con Trump y Bolsonaro a la cabeza han dado una lección de moral y dignidad a unos europeos siempre deseosos del compromiso con los peores.
Ahora pueden pasar cosas buenas como la inmediata partida de Maduro y sus más cercanos secuaces hacia algún país que los acoja. Y el pronunciamiento del Ejército en favor de una solución constitucional con el presidente interino Juan Guaidó a la cabeza para una transición a unas elecciones reales y la detención de los más conspicuos generales de la mafia narcotraficante.
Tampoco puede excluirse otro cariz mucho peor y que la cúpula comunista criminal intente ganar tiempo con un baño de sangre. Ni así podrá parar el cambio. Podrá seguir asesinando un tiempo. Pero el socialismo del siglo XXI, el comunismo del siglo XX, también se ha hundido en el fracaso de la miseria, el terror y el crimen. El régimen nunca podrá recuperarse y los cubanos que lo han dirigido se plantean volver a la isla a salvar aquella plaza en la que mantienen sus privilegios, para intentar evitar las consecuencias sobre la metrópoli del crimen que es La Habana.
Lo bueno del momento para cualquier amante de la libertad y la dignidad de todas las naciones iberoamericanas es que Cuba esta vez no va a salir indemne de su última y muy miserable invasión que le ha durado veinte años. Y que como bien decía Luis Almagro, secretario de la OEA, hay que acabar con el pozo de veneno que es el régimen comunista cubano, culpable de tanta miseria y sangre, la última ahora en Venezuela y Nicaragua.

viernes, febrero 01, 2019

HORROR A LA VERDAD INCONVENIENTE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 01.02.19

Minimizan y callan todo lo grande, noble y bueno de un pasado sin igual

DICE el ministro de Cultura, José Guirao, que conmemorar el 500 aniversario de la gesta de Hernán Cortés en la toma de México sería un lío, «un tema complicado». Podría molestar a gente, mexicana o no. Por eso es mejor dejarlo. Por eso España debe ignorar que se cumple medio milenio de una de las páginas más asombrosas y gloriosas de la historia de la Humanidad. Cortés, que de haber sido inglés o francés sería honrado como un genio militar, diplomático y político comparable a Alejandro Magno, es para los políticos españoles una molestia a olvidar. Cortés, que con la primera gran incursión en el continente inició la aventura civilizadora de la conquista española de América cuya importancia y consecuencias para el mundo moderno solo el Imperio romano iguala, es un personaje «incómodo». La efeméride debe ignorarse como si fuera un hecho vergonzante y no una hazaña gloriosa por la que todas las grandes naciones envidiaron a España.
El ministro no es de lo peor de ese gabinete de los horrores que es el Gobierno de Sánchez. Pero al final le molesta el protagonismo universal de España tanto como a esa ninfa fanática catalanista de Meritxell Batet. Y también él nos insulta. Porque respeta más a quienes teme ofender con la verdad que a quienes ofende ocultándola. Lo ha dicho con franqueza conmovedora. Su razón es esa cobardía reputada de preferir la armonía a la verdad, la conveniencia al deber y la comodidad a la idea. No es que Guirao no sepa trampear. Por ejemplo cuando intenta ocultar que pretende continuar el infame saqueo del Archivo Nacional de Salamanca, esa indigna afrenta a la nación y su patrimonio que comenzó Zapatero, continuó Rajoy y hoy sigue, pese a sentencias que establecen que el expolio ha violado hasta la propia ley injusta creada con tan innoble fin. Nadie sabe cuántos documentos habrán destruido los organismos separatistas dedicados a inventar el pasado y a acabar con todo lo que desmienta las patrañas separatistas y comunistas de la República y la guerra. Siempre es lo mismo: horror a la verdad inconveniente.
José Guirao ha sido un eficaz gestor de esa «pomada cultural» pagada por la derecha para favorecer a la izquierda. Mimado por el PP para promover en Madrid todo lo que fuera de izquierdas en la cultura. Con el mensaje de que el que no fuera de izquierdas debía parecerlo si quería alguna subvención, encargo, invitación, entrevista, promoción, empleo, contrato o mera llamada telefónica. La izquierda sabe aniquilar todo vestigio cultural de ideología no conforme. Y la derecha le ha ayudado estos 35 años. Guirao ha gestionado alfalfa ideológica y política izquierdista con apoyo de la derecha. Es decir, sin controversia, De ahí esa franqueza. Es hispanofobia interiorizada. No busquen promoción para los libros de Elvira Roca o el «Mito de Hernán Cortes» o «La Conquista de México» de Iván Vélez. Ni para el soberbio «Hispania Spania» del benedictino Santiago Cantera. No busquen en el Instituto Cervantes una agenda sobre la gesta de la hispanidad que desde el siglo XVI vierte la lengua española por el continente hasta Tierra de Fuego y desde los pantanos de Florida al Pacífico norte y hasta Alaska. No. El Cervantes de Londres anuncia una conferencia sobre «cómo marcó Europa el mundo moderno». España, no. Lo menos posible. Es lógico. Nadie espere que hagan justicia al glorioso pasado de una nación los mismos que pretenden desmembrarla y destruirla como destruyen el Archivo de Salamanca. Hay que quemar documentos, minimizar, ridiculizar y callar todo lo grande, noble y bueno de un pasado sin igual. Para no molestar a los enemigos de España dentro y fuera. Y para no permitir a los españoles acceder al tesoro de un conocimiento que, convertido en muy justificado orgullo y amor, podría generar feroz resistencia frente a tanto desmán.