The Unending Gift

domingo, febrero 28, 2016

SENTENCIAS CONTRA EL SILENCIO DE LA CORRECCIÓN POLÍTICA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Domingo, 28.02.16


Largas condenas para la red de esclavitud sexual infantil ocultada en Rotherham por temor a acusaciones de racismo


Un tribunal de Sheffield emitió el viernes sentencias contra los principales implicados en el escándalo de violaciones y abuso sexual continuado que estalló en 2014 en la localidad británica de Sheffield. El caso salto a la luz cuando una investigación forense presentó un informe según el cual Policía, ayuntamientos y servicios sociales habrían ocultado durante más de una década las actividades de una red de prostitución y esclavitud sexual infantil que entre 1997 y 2013 habría violado al menos a 1.400 niñas. La banda, liderada por una familia –pero muy extensa– y con una vista red de clientes actuó con libertad y absoluta impunidad pese a protestas y acusaciones. Y lo hizo porque tanto los miembros de la banda como la clientela eran paquistaníes. El miedo a acusaciones de racismo y a verse implicados en conflictos legales con musulmanes había llevado a todos los organismos públicos, Policía incluida, a mirar hacia otro lado.
La estupefacción y el horror inicial por la monstruosidad de los delitos y la cantidad de niñas abusadas dieron paso a un considerable debate sobre las causas de una inaudita pasividad a la que se vieron arrastrados sobre todo por miedo a conflictos con una minoría inmigrante musulmana como la paquistaní. El gobierno municipal de Rotherham dimitió en pleno al estallar el caso y fue sustituido por una gestora nombrada por Londres.

Penas de hasta 35 años
La banda de paquistaníes que dirigía la red de prostitución infantil de Rotherham fue condenada con penas de 19 a 35 años de cárcel


El jefe de la red, Arshid Hussain, fue condenado a 35 años de prisión, sus hermanos Basharat y Bannara a 25 y 19 años respectivamente. Otros miembros de la misma familia han sido condenados a penas de doce. También han sido condenadas mujeres que prestaban la viviendas para las sesiones de violaciones y atrocidades cometidas a niñas habitualmente de entre diez y trece años. Han quedado probados al menos 50 delitos sexuales de los miles que se acumulan en un sumario repleto de terroríficos abusos a menores. Se trata en este escándalo que conmocionó a todo el Reino Unido de al menos 1.400 niñas que a lo largo de todos esos años fueron violadas, vejadas, alquiladas, compradas y vendidas entre estos grupos de paquistaníes más o menos acomodados. Las niñas procedían de familias británicas blancas y pobres, muchas de ellas desestructuradas. Aunque la red era conocida en la policía y los servicios sociales nada se hizo para acabar con las atrocidades. Por un lado se temían las habituales acusaciones de «racismo» que acaban siempre en perjuicios a los funcionarios. Por otro lado se temía el poder y la fuerza intimatoria de los clanes paquistaníes musulmanes. El Gobierno ha dado un paso más y estudia quitar la nacionalidad británica a los condenados para poder expulsarlos del país.

De Rotherham a Colonia

Primero se intentó ocultar el delito. Por muchas denuncias que aparecieran. Por evidentes que fueran ya las pruebas de que no se trataba de casos aislados. Cuando ya no se pudo ocultar el delito, se quiso ocultar la identidad de los autores. Porque el hecho de que fueran extranjeros y musulmanes generaba graves problemas a los denunciantes. Los exponía a la sempiterna acusación de «racismo» por parte de los propios autores y de los guardianes de la corrección política. Sucedió en el escándalo de los abusos sexuales en Colonia y en el mucho más terrible de Rotherham. Protagonista es el miedo. A cumplir la ley frente a fuerzas extrañas. Y a la reacción de la población ante delitos protagonizados por inmigrantes.

VOTOS CONTRA EL PODER CLERICAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 27.02.16


El Consejo de Guardianes iraní vetó a quienes sospechaba que no eran buenos musulmanes

Las elecciones en Irán son siempre un juego raro a democracia en condiciones radicalmente antidemocráticas que sin embargo nunca estrangulan del todo la esperanza de que algo pueda mejorar. Una vez más se concitan expectativas de cambio que se alimentan esta vez de la nueva situación creada por el fin de sanciones a Irán tras el acuerdo nuclear con el resto del mundo. Se verá si consiguen reafirmarse los reformistas en torno al presidente Rohaní y su gobierno, artífices del acuerdo y del fin del embargo. Que abogan por una mayor apertura y el fomento de la inversión extranjera con todas las implicaciones políticas e ideológicas que conlleva. Se elige al Parlamento de 260 diputados y 80 miembros del Consejo de Expertos que vela por el rigor constitucional y religioso del legislativo. La primera limitación drástica es la purga de candidatos que hace el Consejo de Guardianes, 12 clérigos dedicados a impedir que se presente nadie bajo sospecha de no ser un buen musulmán. Los 12 clérigos son parte de las fuerzas más ortodoxas y contrarias a una apertura del régimen islámico al exterior. Que tienen para ello muchas motivaciones y no solo religiosas, sino también y quizás ante todo económicas y de puro poder. En un momento en el que la geopolítica otorga a Irán un papel protagonista inimaginable desde la revolución.

Las elecciones se producen en un momento de enormes contradicciones. Existen esas esperanzas de apertura depositadas en Rohaní pero también hay un fatalismo muy extendido. Entre los más jóvenes y la generación anterior que vio aplastada sangrientamente su protesta de 2009 son muchos los que solo piensan ya en emigrar. Los reformistas pretenden vencer esa resignación. Las fuerzas de la ortodoxia también tienen sus argumentos. Y la estructura de poder creada para defender sus intereses. Nadie espere grandes sorpresas. Volverá a darse un pulso de incierto desarrollo y final entre el inmovilismo del búnker con protagonismo religioso y la pujanza de las generaciones jóvenes de la nación persa que no quieren tener una vida pobre, mediocre y cerrada como sus mayores.

viernes, febrero 26, 2016

APOTEOSIS DE SELECCIÓN NEGATIVA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 26.02.16


«Lo peor al poder» ha sido un lema de moda muchas veces en la historia

DESDE las pasadas elecciones municipales, a los alcaldes de media España se les conoce públicamente por su mote o alias. Hubo gente y medios a los que hizo mucha gracia. Nos anunciaban que por fin el poder se adecuaba a la calle. Y que era el pueblo el que había tomado posesión de los salones. En realidad ni era la calle ni era el pueblo, sino lugares y personajes más marginales y sórdidos los que de repente irrumpían, gracias a mayorías favorecidas por el revanchismo socialista redivivo, en la vida de todos los españoles. Y lo hacían con mando. Hoy ya saben muchos españoles lo que es disfrutar de unas autoridades civiles que parecen todas surgidas del submundo y muchas lo son. Recordarán algunos en Ferrol a los dos almirantes, británico y alemán, en sus impecables uniformes de gala presentando respeto inmerecido a un alcalde andrajoso que parecía no ducharse desde su última fiesta adolescente en la playa.
Tan condescendientes han sido tantos con las formas, que ya no hay fondo que valga. Sobre todo en tantísimas cosas en las que formas y fondo son inseparables, cuando no lo mismo. Estos hechos deberían hacer reflexionar a los españoles. Por supuesto, sobre la forma en la que han educado a sus cachorros de humano. Pero también sobre su forma de reaccionar a la crisis, a la corrupción y a problemas propios del siglo XXI. Para mejorar una sociedad, para hacerla más eficaz, más competitiva, más lúcida e inteligente y así más compasiva y justa, no parece en principio lo más razonable dar los mandos a los elementos más dopados, resentidos, fanáticos y atrabiliarios de la misma. «Lo peor al poder» ha sido un lema de moda muchas veces en la historia. La selección negativa del socialismo, que tan bien describe Friedrich Hayek en «Camino de servidumbre», nos dio gloriosos ejemplos en la URSS y los regímenes comunistas. Esa selección negativa alcanzó nuevas cotas de colorido, desparpajo y delirio en los regímenes fuera de Europa en que mezclan izquierdismo con colorismo y exotismos políticos locales, véanse el peronismo o suhartismo, el castrismo o el chavismo y bolivarianismo en general. En España en el siglo XXI vamos más allá y superaremos todas las marcas en arbitrariedad y colorido. Tenemos a los más sucios, que son los más cursis y por supuesto los más amorales. Y no son los más corruptos aún porque no han tenido ocasión. Pero nadie dude de que, como buenos hijos pagados de la revolución cleptócrata y narcopetrolera bolivariana, acabarán en el permanente abuso de poder. Alegarán algunos que en España esa selección negativa está hoy tan presente en la derecha como en la izquierda. Muy cierto. Porque en España la derecha siempre hace tarde y mal lo que antes ha combatido en la izquierda. De ahí que haya dejado de existir más allá de algunos cenáculos escasos y cabezas pensantes aisladas. La selección negativa afecta, por supuesto, a todo lo que debe dignificar a un gobernante, desde las formas externas y conductas más triviales hasta lo más íntimo de las convicciones morales. Hay que reconocerles a nuestros queridos revolucionarios españoles que por fuera se han descuidado menos que por dentro. Porque es ahí donde los andrajos morales y la mugre del cinismo los revelan como cómplices de criminales totalitarios de ayer y de hoy con quienes mantienen íntimos lazos. Se ha visto ahora con el Kichi y su defensa de los carceleros del régimen criminal de Caracas. Que la milenaria ciudad de Cádiz, símbolo de nuestras libertades, heroísmo y cultura, esté en esas manos expone de manera tan esperpéntica como dolorosa lo que son estos tiempos oscuros de vergüenza y temor en España.

martes, febrero 23, 2016

TRAGEDIAS DE SANTA MERKEL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 23.02.16


Las protestas expresan el cada vez más radical rechazo a la política de Angela Merkel

LA clase política y los medios alemanes se dicen conmocionados por escenas del pasado fin de semana en el estado de Sajonia. En uno de ellos una multitud impidió el paso de un autobús que llevaba inmigrantes a instalarse en la pequeña localidad de Clausnitz. La Policía tuvo que sacar del autobús a los refugiados en escenas dramáticas mientras el pueblo congregado gritaba que se llevaran a los refugiados y que no toleraría su presencia. Mientras, en la localidad de Bautzen ardía, en evidente incendio intencionado, un enorme albergue preparado para acoger refugiados. Ante el edificio en llamas se congregó una multitud para aplaudir y dar gritos de satisfacción por el fuego. Los bomberos denunciaron actos de obstrucción en su labor de extinción. Son ya cerca de mil los ataques sufridos el pasado año en instalaciones relacionadas con la acogida de refugiados en Alemania. Pero ahora las autoridades están nerviosas. Las protestas expresan el cada vez más radical rechazo a la política de Angela Merkel. Y no pueden ser ya atribuidas a una despreciable minoría de activistas neonazis y racistas. Con más de un millón de inmigrantes llegados en doce meses, cada vez son más los alemanes que creen que Merkel ha despreciado sus intereses, su seguridad y su futuro. Y a muchos, a los más pobres, a los más afectados, los mueve un miedo existencial.
Lo inaudito es que la clase política alemana se sorprenda ante el inmenso terremoto cultural y político. En barrios de ciudades y en pueblos, la creación de refugios y campos prefabricados afectan gravemente a la vida cotidiana de la población. Esta reacciona con desesperación y humillación ante el desprecio a sus miedos. Y con rabia al ver que gobierno y medios de comunicación los tachan a ellos de nazis y racistas. La verdad no es racista. Pero si por miedo al racismo nadie dice la verdad salvo quienes lo son, el racismo tendrá mucho futuro.
El partido derechista anti-inmigración AfD crece sin cesar. Las elecciones en tres estados el día 13 de marzo pueden ser un cataclismo para Merkel. A nadie extrañe. En algunos pueblos hay casi tantos refugiados como habitantes. El espacio público les es arrebatado a los alemanes. Las niñas tienen que modificar trayectos al colegio, hábitos de vestimenta y costumbres de juegos y ocio. La vida cambia radicalmente y a peor. Hay miedo. Hay peleas entre los refugiados. Hay muchos más delitos de los que la Policía quiere reconocer y puede perseguir. Y cualquier protesta solo sirve para que el pueblo sea estigmatizado como «otro nido racista». Es un coro mediático buenista con una corrección política y una unanimidad que evoca a los medios de la Alemania comunista. La quiebra profesional y moral de los medios no comienza ni termina con la ocultación del vandalismo machista de Colonia.

Por sistema se minimizan u ocultan los problemas que, por supuesto, no sufren los redactores, ni los directivos ni los políticos. Ellos viven lejos de unas plazas y calles en las que no juegan niños ni acuden viejos porque cientos de hombres árabes en edad militar las tienen ocupadas. Porque allí extienden sus alfombras para rezar. Dice Paul Coller, el profesor de Oxford experto en economía y población, que ha sido «despreciable» la política de Merkel. Porque con su efecto llamada seduce a arriesgar la vida en el mar, no tuvo en cuenta las consecuencias y se niega a reconocer el error y enmendarlo. «Y al final todo por querer convertirse en Santa Merkel». Despreciable o no, lo cierto es que dicha política sin enmienda acerca cada vez más a Alemania y a Europa a una crisis existencial. Y en cualquier momento a una tragedia.

lunes, febrero 22, 2016

EN LA PRECARIEDAD TOTAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 20.02.16


Ya no hay soluciones buenas, y la única victoria posible consiste en evitar la tragedia

Esperemos que David Cameron no entre en la historia por haber protagonizado la ruptura tanto de Europa como del Reino Unido. Sería demasiada catástrofe para un solo hombre. Sentencias como esta se escuchaban ayer mucho a la vista de las inmensas dificultades en que había encallado la cumbre en busca de una fórmula para que el Reino Unido permanezca en la UE después de un referéndum a celebrar previsiblemente en junio próximo. Es ya evidente que el referéndum llega en un momento que no podría ser peor para los intereses comunes de una Unión asediada por gravísimos problemas, desavenencias y una terrible caída de la confianza en Europa. Por primera vez se habla no de estancamiento, sino del posible final del proceso y la ruptura de esta comunidad de Derecho, la más grande y la más prospera, pero también quizás muy efímera. Los jefes de Estado y gobierno se declaraban ayer confiados en salvar el escollo, evitar la salida del Reino Unido y lograr algo de serenidad para restablecer un equilibrio en la cuestión de refugiados y reformas. Pero todos saben que la precariedad es ya absoluta.
Lo cierto es que ayer el Consejo europeo intentaba vestir al Reino Unido con un traje que le gustara al votante británico, pero hecho con pedazos de tela que se le estaban cortando al abrigo común de la unión. Y que van dejando demasiadas partes del cuerpo común mal cubiertos o ya a la intemperie. Y por esos huecos pueden empezar a surgir exigencias de otros países. De otorgarles a ellos los mismos privilegios que el Reino Unido consigue bajo amenazas, como el trato discriminatorio para extranjeros comunitarios, la UE podría sumar otra debilidad letal a las muchas que se ciernen sobre ella, con la inmigración y los conflictos resultantes a la cabeza. Grecia irrumpió ayer para exigir beneficios propios en la cuestión migratoria. Se viste un santo desnudando muchos y lo único claro que es la UE ha entrado en una fase en la que no hay soluciones buenas y que las únicas victorias ya posibles están en evitar la tragedia.

PERO RITA, ¡QUÉ DECEPCIÓN!

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 19.02.16


La portavoz del gobierno comunista de la capital se escondía cobardemente tras la sotana de un arzobispo

PERO qué decepción! Nosotros que creíamos que estábamos ante la reedición del juicio del incendio del Reichstag. En el banquillo entonces Georgi Dimitrov, comunista búlgaro, acusado por las autoridades nacionalsocialistas alemanas de haber ordenado el incendio al infeliz holandés Marinus van der Lubbe. Para los nazis, recién llegados al poder, era aquel incendio el pretexto para la primera gran operación contra la oposición. Al final pagó el pato el pobre infeliz holandés, porque Dimitrov se defendió en un proceso para la historia. En los meses previos al juicio, en prisión, había aprendido la lengua y derecho alemán. Eso es estudiar, no lo que hace la pandilla de comunistas de Somosaguas con sus intercambios de favores, que llegan a profesores sin saber que Richard Nixon no es Ronald Reagan, la Ley de Gravedad no es la de Relatividad ni Newton se apellida Einstein. Dimitrov se defendió con las leyes alemanas en la mano y en una lengua alemana de la que un año antes no sabía palabra. Y su autodefensa fue tan arrolladora que los jueces, que aun eran los de la República de Weimar que los nazis no habían podido aun aterrorizar ni relevar, lo absolvieron. Y Dimitrov volvió a Moscú donde encabezaría la Komintern con Stalin hasta 1945.
Rita Maestre podía haberse levantado y explicado por qué había perdido los nervios ante el atropello que para el laicismo supondría la presencia de esa capilla en la universidad. Podía haber hecho un alegato en favor de la «acción directa». Y anunciar incendios de verdad. «Arderéis y va en serio». O asumir el año de cárcel como un honor y una medalla en la lucha que cree justa. Todos los medios televisivos se habrían deshecho en loas entusiastas. Pero no, no hubo heroísmo ayer en el juicio a Rita Maestre por entrar en la capilla católica universitaria y agredir a quienes allí estaban con el allanamiento, actitudes violentas y amenazas de muerte llenas de odio y evocación de terribles sucesos criminales contra los católicos perpetrados por comunistas hace ahora 80 años. No hubo un gallardo Dimitrov. Ni siquiera un joven Fidel Castro que, aun lejos de ser el sórdido megacriminal posterior, se defendía con coraje en el juicio por el fracasado asalto al cuartel de la Moncada en 1953 con aquella memorable frase del «la historia me absolverá». Todo lo contrario, una apenas perceptible voz pija de niñata malcriada se disculpaba con un patético «si llego a saber las consecuencias no lo hubiera hecho». Acostumbrada a que todo en su vida sea gratis y a que todos los abusos y transgresiones de sus camaradas fueran invariablemente impunes, perdonados por un Estado incapaz de defenderse. La portavoz del gobierno comunista de la capital de España, punta de lanza del movimiento que pretende arrollar a la débil democracia española, se escondía ayer cobardemente tras la sotana de un arzobispo. La niña de apariencia limpia de la horda de mugre de palabra y obra que ha tomado la alcaldía con la complicidad de unos socialistas obsesos de la revancha, decía ayer que ella respeta mucho a la iglesia. Y que el arzobispo le perdona porque entiende que aquello fue «un arrebato de juventud». Susurrando excusas. «Si lo sé, no lo hago».
Lo peor no es ya la certeza de que muchos de que gran parte de este movimiento, que en una pirueta grotesca de la historia está tomando el poder, son niñatos de séptima categoría que solo medran por la absoluta postración de la democracia española. Lo peor es el inmenso y omnipresente coro de la complicidad exculpatoria, tan falaz en sus argumentos como transparente. Ya dejan entrever cuáles presentarán cuando deban justificar males mucho mayores con daños y dolor infinitamente más graves.

MERKEL ANTE SU DESTINO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Jueves, 18.02.16


Muchos, entre ellos Martin Schulz, han dicho ya que la UE está a punto de «romperse»

La canciller Angela Merkel proclamó ayer ante el Bundestag que tiene un plan. Que sabe cómo solucionar una crisis de refugiados que ya es una amenaza para el futuro de la Unión Europea, pero de forma inminente para su propia supervivencia política. La que ha sido reina indiscutida de Europa ha visto su posición, prestigio y autoridad inmensamente deteriorados desde su decisión del 4 de septiembre de abrir las fronteras de Alemania a todos los refugiados. El domingo 13 de marzo se celebran elecciones en tres estados federados alemanes. Si los resultados son tan catastróficos para su partido como se anuncian, será difícil que Merkel llegue al final del verano en el cargo. La revuelta en su partido es grande, como lo es la tensión en la coalición con CSU y SPD. Y espectacular es el crecimiento del partido derechista antieuropeo Alternativa por Alemania (AfD). Lo cierto es que su plan no tiene mayores novedades. Solucionar las causas de la migración, proteger las fronteras exteriores y combatir la inmigración ilegal. Merkel ha reducido al mínimo las expectativas. Renuncia a debatir la repartición por cuotas de los refugiados. Porque la sabe imposible. Aunque era lo que ofrecía hace poco como solución. No solo los países del Este se niegan en rotundo a ello. Merkel quiso ayer salir al paso del profundo pesimismo que ha rodeado a la cuenta atrás a la cumbre de la Unión Eueopea. No lo consiguió. Muchos ya –el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, entre ellos– han dicho que la UE está a punto de «romperse».
Los populismos, el radicalismo antieuropeista, el referéndum sobre la salida del Reino Unido, la revuelta contra la austeridad en el sur o la suspensión del Acuerdo de Schengen, son problemas que juntos se convierten en un obstáculo casi insuperable. Pero son los refugiados los que han generado la crisis en instituciones y relaciones en la UE. Y ha disparado los temores y la quiebra de la confianza de las sociedades europeas. La cuenta atrás para Merkel ante su destino podría serlo para todos nosotros en la Unión Europea.

miércoles, febrero 17, 2016

EL ABUELO DE PABLO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Miércoles, 17.02.16


«Millones de españoles están en proceso de dejarse seducir por una ideología potencialmente tan criminal como la profesada en su día por el abuelo de Iglesias o mi padre, la comunista o la nacionalsocialista. Veo en Podemos la soberbia del desprecio y la voluntad de criminalización de todo discrepante»

                                                                                      NIETO

UNO de los más claros indicios de que el Frente Popular, antes aún de ser reeditado en su versión 3.0/Siglo XXI, está ganando por fin la Guerra Civil española de 1936, está en que, desde hace ya mucho tiempo, las mentiras con las que se reescribe la historia de España son aceptadas sin reservas por todos. Incluso por quienes saben de su falsedad. El vencedor impone eso que llaman ahora la narrativa, el discurso o sencillamente la versión hegemónica de la historia y el canon bibliográfico que lo sustenta. Todas las administraciones públicas españolas, da igual quién las gobierne, publican desde hace lustros ya cuentos sobre la historia de la II República, la guerra y el franquismo. Siempre desde una visión partidaria del Frente Popular. Cada vez con menos ánimo de equidad. En algunos de esos libros con más ficción que hechos, se cuenta que Manuel Iglesias, el abuelo del líder de Podemos, Pablo Iglesias, fue condenado a muerte por dictar sentencias desde un tribunal militar republicano. Y que su pena habría sido conmutada por informes favorables de falangistas que intercedieron en su favor. No. Es cierta su presencia en un tribunal militar que firmó centenares de penas de muerte. Pero eso podría entenderse como acto de guerra. El abuelo de Pablo Iglesias fue condenado a muerte por participar en sacas, es decir, en la caza de civiles inocentes desarmados en la retaguardia en Madrid. En concreto, por ser quien identificó y sacó de su casa para asesinarlos al marqués de San Fernando, Joaquín Dorado y Rodríguez de Campomanes, y a su cuñado, Pedro Ceballos. Eso fue el 7 de noviembre de 1936 en la calle del Prado, número 20. Acudió allí Manuel Iglesias acompañado por Manuel Carreiro «el Chaparro», Antonio Delgado «el Hornachego» y otros milicianos armados conocidos como «el Vinagre», «el Ojo de Perdiz» y «el Cojo de los Molletes». El abuelo dirigía esa ilustre compañía porque era él quien conocía a su paisano de Villafranca de los Barros, el desdichado marqués. Este y su cuñado fueron conducidos a la checa en la calle Serrano, 43. Al día siguiente aparecieron ambos asesinados en la Pradera de San Isidro. Detenido tras la guerra, Iglesias fue condenado a muerte. Sorprende que, conmutada la pena por 30 años de prisión, Iglesias saliera en libertad tras cumplir solo cinco y obtuviera además de inmediato un empleo en el Ministerio de Trabajo de José Antonio Girón de Velasco, un absoluto privilegio en la posguerra. No puso Manuel, como podría pensarse, una vela a sus benefactores Franco y Girón. Mantuvo viva la llama del odio en la familia. Al menos uno de sus seis hijos fue miembro de la banda terrorista FRAP. Era el padre de Pablo.
Lo preocupante hoy no es aquel crimen atroz del 7 de noviembre de 1936 en una guerra en la que hubo tantas atrocidades cometidas en ambos lados. Preocupante es la admiración sin reservas que muestra hacia aquel miliciano criminal un nieto suyo que puede pronto gobernar España. La trágica deriva de la democracia española ha convertido en práctica certeza de que, antes o después de nuevas elecciones, se constituirá un gobierno del Frente Popular en el que Iglesias ocupará, como otros comunistas, un cargo principal. No se conoce a Iglesias en sus infinitas peroratas políticas y morales la mínima reflexión crítica sobre las prácticas criminales del Frente Popular en las que participó su abuelo. Ni una aproximación de luto y pesar por el dolor causados por los milicianos. Cuando los criminales se convierten en ídolos y ejemplo, alguien siempre cae en la tentación de emularlos. En su celebrado libro «La incapacidad del luto», Alexander y Margarethe Mitscherlich expusieron que el proceso de curación de sociedad e individuo tras una tragedia traumática bélica y criminal exige luto y especial compasión por las víctimas ajenas, los muertos a manos del propio bando. Ellos trataban el nazismo y la necesidad de que los alemanes se reconciliaran con su pasado a través del luto por las víctimas causadas en su nombre. Así fui educado yo por un padre que había servido como diplomático a un régimen criminal, la Alemania nazi, y que pagó después en cárceles de ese mismo régimen el repudio a su militancia anterior. Para que jamás cayéramos como él y millones habían caído en las ideologías del populismo y el odio, nos educó en el poder curativo de la verdad frente al mito político, en la defensa a ultranza de la conciencia individual frente a la muchedumbre. La transición no estuvo lejos de este luto cruzado como proceso liberador en el marco de la reconciliación nacional, como paso necesario hacia una cultura de la memoria común de todos los españoles ya liberados de bandos. España, pobre siempre en escenificar y solemnizar intenciones, no llegó a institucionalizarla. Y después fue tarde. La frágil arquitectura de la reconciliación habría de saltar por los aires alevosamente dinamitada por el revanchismo liderado por José Luis Rodríguez Zapatero.
Hoy volvemos a estar lejos de aquella reconciliación y el odio brota de los discursos y medios de gran parte de una izquierda que asumió entera el discurso de Zapatero. Millones de españoles están en proceso de dejarse seducir por una ideología potencialmente tan criminal como la profesada en su día por el abuelo de Iglesias o mi padre, la comunista o la nacionalsocialista. Veo en Podemos la soberbia del desprecio y la voluntad de criminalización de todo discrepante. Asustan la frivolidad de los políticos y su ignorancia al trivializar los mensajes totalitarios. Cuando niegan los peligros tachándolos de «imposibles» «a estas alturas» «en la Europa desarrollada». Así se negaba la amenaza en los años veinte y treinta del siglo XX cuando protagonizaron su brutal e imparable ascensión los totalitarismos, frente a democracias tan cuestionadas, frágiles y corruptas como las actuales. Europa estará sometida pronto a muy virulentos vaivenes que despertarán fuertes pasiones. Tras setenta años de paz, se extiende y generaliza por el continente, y muy especialmente en España, la derrota de la razón frente a los tumultos de los sentimientos. Y la cobardía de la mentira, hoy también llamada corrección política. La única fuerza capaz de hacer frente a la amenaza de un nuevo delirio de masas como el que cubrió Europa de ruinas y de muertos en el siglo XX es la verdad. Son las verdades que la política tradicional no se atreve a exponer a sus electorados y deja en manos de populismos de todo signo para que las manipulen a su antojo. La verdad por dura e implacable que sea, tan despreciada e ignorada en España, es el único instrumento que podría hacer reaccionar a las sociedades. Para hacer frente a la nueva barbarie totalitaria que llega cabalgando los torrentes de mentiras sentimentales tan perfectamente representadas por el cuento que esconde las verdades del abuelo de Pablo.

martes, febrero 16, 2016

LA ENVIDIA DE MARKUS WOLF

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 16.02.16

España es hoy el país europeo en el que la penetración del enemigo exterior está a punto de tener un éxito supremo

EL canciller Willy Brandt estaba en 1974 en uno de esos momentos estelares que solo tienen los grandes políticos en los que todo parece salir bien. Había sido reelecto. Había humillado a la oposición. Había recibido el Premio Nobel de la Paz por la Ostpolitik y ya había sido hombre del año de la revista Time. Se esperaban aun grandes cosas de aquel hombre con visión y carisma. Sin embargo aquel año todo se iría a pique y Brandt habría de dimitir avergonzado y políticamente inhabilitado. Su pecado había sido confiar en su secretario personal, Günther Guillaume, que resultó ser un espía de la Stasi ( Staatssicherheit), los servicios secretos de la RDA, dirigidos en su servicio exterior por el célebre Markus Wolf. Guillaume era espía desde antes de emigrar del este a la RFA en 1956. Había sido preparado para infiltrar el partido socialdemócrata SPD y su carrera fue un inmenso éxito de la Stasi. Brandt tuvo que dimitir por el inmenso daño hecho a la seguridad de Alemania y a la OTAN en plena Guerra Fría.
El peligro de que un agente de regímenes enemigos a la OTAN alcance puestos de responsabilidad es una pesadilla permanente. Por eso existen filtros y la supervisión y el control de los servicios de información, civiles y militares. Nadie cree en España que Julio Rodríguez, teniente general que llegó a ser, como JEMAD, la segunda autoridad militar después del Rey, fuera un espía de alguno de los regímenes antidemocráticos que han financiado y dirigido a los cuadros del que es hoy su partido, Podemos. Pero ha causado pasmo y alarma que nadie advirtiera nunca ni de las simpatías primero ni, después, de los contactos del alto militar con personajes españoles del submundo político revolucionario de conexiones oscuras en Latinoamérica e Irán al menos. Dicho submundo tiene su centro de mando en La Habana, con los Castro y el temido G2. Es un mundo oficial en la alianza de regímenes chavistas, en compañías oficiales y empresas supuestamente privadas y es un mundo subterráneo en las conexiones de grupos terroristas como FARC, dineros negros, con el narcotráfico y otras actividades ilegales. Con Hizbolá, con Hamás, con Irán y otros grupos y redes islamistas en Asia y África. Todos tienen como principal enemigo al «imperialismo de EE.UU.» y las sociedades abiertas occidentales. Rodríguez fue elegido como JEMAD por José Luis Rodríguez Zapatero. Eso ya convertía para muchos al personaje en sospechoso. Sospechas hoy confirmadas. Su nombramiento como jefe de las Fuerzas Armadas, vistas sus afinidades ideológicas hostiles a la Unión Europea y Alianza Atlántica y a nuestra Constitución de 1978, fue un error gravísimo y una quiebra de la seguridad. Tiene lógica que regímenes enemigos de EE.UU., UE y OTAN apostaran por apoyar a fuerzas políticas en España, eslabón frágil en la seguridad. Rusia gasta ingentes cantidades de dinero en apoyar a grupos de extrema izquierda y extrema derecha en toda Europa con ánimo de influir y debilitar el consenso democrático. Nadie dude de que Moscú también habrá ayudado a la pujanza de esa ultraizquierda a punto de entrar en el Gobierno de España. El Gobierno no ha denunciado más que con burdas filtraciones de última hora pocos datos sobre las siniestras conexiones de Podemos. Lo cierto es que España es hoy el país europeo en el que la penetración del enemigo exterior está a punto de tener un éxito supremo que deja a Guillaume y Wolf en mantillas. Amenaza con ser su éxito de crear una cabeza de puente en el extremo occidental de Europa para el totalitarismo. No es casualidad que lo que más interesa a Pablo Iglesias del Gobierno sean el CNI, Interior y Defensa.

LÓGICA BRUTAL Y CÓMODO ENGAÑO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 13.02.16


La máxima brutalidad contra la población siria la ejerce no Daesh, sino Al Assad con ayuda rusa

Sucede con frecuencia que las mesas de la negociación diplomática parecen tratar de guerras distintas a las batidas sobre el terreno. Si además están en la mesa el secretario de Estado, John Kerry, y el ministro de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, la realidad puede desaparecer por completo.
Washington tiene la posición perdida en la crisis siria desde la catastrófica cesión de Obama ante Putin en la primera fase de la guerra. No ha logrado repararlo ni con bombardeos a Daesh ni con un tardío y débil apoyo a ciertas fuerzas. Junto a él tiene al ruso Lavrov, cuyo jefe Putin quiso aprovechar los titubeos de Obama para echar a los americanos de la región. Y se ha metido de hoz y coz en una guerra en la que ya combaten y mueren los rusos sobre el terreno. Y que amenaza con debilitar aun más a una Rusia descompuesta por el hundimiento de los precios de crudo y otras materias primas.
Acababa de surgir ayer en Múnich, de la mesa negociadora que reunió a Kerry, Lavrov y diecisiete ministros de Exteriores, la noticia esperanzadora de un precario alto el fuego. De lograrse aplicar dentro de una semana habría posibilidades de suministrar ayuda médica y alimentaria a zonas en situación desesperada. En frentes como Alepo, fuerzas sirias y rusas aplican sistemas de destrucción total como las usadas por Putin en Chechenia, con terribles consecuencias humanitarias y grandes movimientos de refugiados. Horas después irrumpía una noticia mucho más trascendente de Damasco.

Y es que Bashar al Assad se siente ya tan seguro con la masiva intervención militar de Rusia que anuncia pletórico su voluntad de reconquista militar de todo el territorio sirio. Ahí está la diferencia. Kerry y Lavrov comparten el cómodo engaño de acuerdos de seguir bombardeando a Daesh y ver si llevan unos camiones a algún pueblo hambriento. Pero la lógica implacable de esta guerra, en la que la máxima brutalidad contra la población la ejerce no Daesh sino Al Assad con ayuda rusa, sigue su sangriento curso.

viernes, febrero 12, 2016

ROVIRA ESTÁ TRISTE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 12.02.16

Los ataques por los que llora Rovira son solo reflejo del hartazgo de millones de españoles. Aburridos de que siempre insulten los mismos

ES el actor de moda, ha presentado la gala anual del cine español, será rico ya por sus ingresos del exitazo de esas películas de chiste como «Ocho apellidos vascos» y su bis « Ocho apellidos catalanes » . Y gracias a sus anuncios y galas tras el bombazo de taquilla. Es además ya el gracioso oficial, el simpático jaleado y aplaudido por los medios que establecen el canon cultural y de la corrección política en España. Y, sin embargo, Dani Rovira está inconsolable. Su mensaje en Twitter del martes día 9, después de la lectura de los ecos de la gala del sábado, lo deja claro: «Tras todas las críticas, desprecios, insultos, acusaciones y decepciones, he de decir que no me ha merecido la pena presentar @PremiosGoya». ¿Y por qué está triste el galán gracioso? Nadie puede reprochar a Rovira el tedio de películas que tan poca gente ha visto y verá. Aunque se apañen algunos para falsificar suficientes entradas y granjearse subvenciones, esa corrupción de la que allí nadie habló. Tampoco puede culparse a Dani del triste, vulgar y aburrido montaje con recursos e ideas paupérrimos y fiascos técnicos de colegio mayor subsahariano. Y nadie responsabilizará al andaluz de ese «desfile de estrellas» que se antoja un concurso de modistillas. Con artistas, modelos y chicas de compañía con un lenguaje tan ordinario y soez que evoca el lupanar de provincia en otros tiempos. Con algunas que hablan un español que se antoja un recital de onomatopeyas. ¡Dicción, señoritas, dicción! El glamour de los Goya no logra despegarse de la estética de las bodas en motel de carretera de la Yugoslavia titoísta. Y todo va a peor. El Frente Popular asoma en el horizonte cercano y brota ya más fuerte otra vez el pelo de la dehesa. Eso sí, rezumándoles a todos la soberbia por los poros.
Rovira está triste porque le han atacado en las redes sociales. Los más fieros habrán sido como siempre los decepcionados. No quienes no ven desde hace muchos años ese torpe espectáculo. Ni los que se asoman al televisor intermitentemente para confirmar su desprecio por el acto oficial español más hipócrita y vulgar. Se metieron con el pobre Dani quienes se vieron desagradablemente sorprendidos por el hecho de que ya domine el insulto sectario y las actitudes faltonas como los bonzos más viejos y patéticos de este cine español secuestrado por una izquierda agria y zafia. Con los desprecios al ministro y a la derecha y cuatro cretinadas, Rovira demostraba haber asumido el papel de Eva Hache barbuda. No es que la derecha no lo merezca. Precisamente por agasajar a esa izquierda embrutecida y revanchista. En mi libro «Días de ira» dedico capítulos a esa derecha obsequiosa, más eficaz que el feroz sectarismo de la izquierda en convencer a todo el que quiera entrar en el «mundo de la cultura» de que hay que proclamarse de izquierdas y mejor aún militar en ella. Garantiza la mejor promoción por parte de todos y es la única forma de acceder a premios, ante todo a los que otorga el PP. Las críticas a Rovira no eran solidaridad con un ministro de Cultura que volvió a demostrar que el exceso de buenas maneras en el trato con rufianes no es necesariamente una virtud. Y que podía haberle ahorrado a su encantadora mujer aquella afrenta vulgar e interminable. Los ataques por los que llora Rovira son solo reflejo del hartazgo de millones de españoles. Aburridos y asqueados de que siempre insulten los mismos. Que ven al gracioso que les caía bien perfectamente integrado en el encanallado frente de la superioridad moral que ha dinamitado la convivencia en España.

martes, febrero 09, 2016

LAS AFINIDADES ELECTIVAS

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 09.02.16

Para ellos el terrorismo es otra cosa, es terrorismo machista, terrorismo patronal, terrorismo ecológico o terrorismo de Estado

UNOS dicen que decir «Viva ETA» está bien. Otros dicen que no se dijo «Viva ETA». Algunos dicen que se dijo, pero en broma. También los hay que dicen que en broma no está bien dicho. Sobre todo para niños. Quizá tampoco para mayores. Dice Carmena que es «deleznable», cuando otros dicen que intachable. Hay discrepancias sobre el mensaje de la monja violada, el juez ahorcado, el policía asesino y demás figuras en el edificante cuento «recomendado para niños» en la página web del ayuntamiento. Parece haber mil matices entre esa alegre muchachada. Tan articulada como esa Celia Mayer cuyos balbuceos la convierten en perfecta protagonista para cualquier campaña de integración de niños tercermundistas con cuadro de Kaspar Hauser.
Pero no nos equivoquemos. Al final todos en este «ayuntamiento de progreso», que diría Pedro Sánchez, están de acuerdo en que los titiriteros solo han supuesto un problema porque Madrid está lleno de fachas. Porque virtualmente, ellos ahorcan a jueces, violan a monjas, queman fachas, ejecutan policías, asaltan palacios, degüellan empresarios explotadores y guillotinan a reyes con frecuencia. Con otros muchos divertimentos en teatros ambulantes y en una narrativa propia de la ultraizquierda y de odio al sistema extendida por toda España. Casi nadie se queja por ahí. Cuando alguien levanta la voz se le llama «facha» y se le manda a la mierda. Pero en Madrid, ya se sabe, hay mucho estrecho. Y encima un juez mete en la cárcel a los titiriteros porque el franquismo vive y niega la libertad de expresión hasta a los guiñoles. Es «la ley mordaza» que dicen sin ruborizarse tantos medios y políticos que han perdido, además de la vergüenza, toda capacidad de discernir entre consignas y realidad. Y además no les importa. Hay que entender al poder municipal comunista. Hay que hacerse cargo de sus dificultades para adecuar la expresión de sus sentimientos reales a sus nuevas obligaciones institucionales que tanto los obligan a la doblez y el disimulo. Nada estaba ensayado. Salvo los cuadros bolcheviques y coordinadores extranjeros, son poco dados a preparar nada. Para asaltar y ocupar patrimonio ajeno no hace falta. Y no podían prever que les iban a regalar el poder tan pronto.
Lo cierto es que para la ultraizquierda, que es mayoritaria hoy en la izquierda española, es muy difícil entender lo de la «apología del terrorismo». Porque para ellos el terrorismo es otra cosa, es terrorismo machista, terrorismo patronal, terrorismo ecológico o terrorismo de Estado. Pero ETA o el Grapo o el Frap del padre de Pablo Iglesias son lo mismo que los milicianos que acompañaban al abuelo a hacer sacas de ricos y aristócratas en el Madrid de 1936 para dejarlos muertos en la pradera de San Isidro. Son los camaradas. Son los comunistas de ahora y siempre, los de Podemos y de fuera de Podemos, pero también los montoneros argentinos en Podemos con Pisarello o Firmenich y el Foro de Sao Paulo con todos los chavismos y todos los terrorismos desde las FARC hasta Hizbollah, que comparte con Iglesias al financiador, el Irán de los ayatolás. No tienen resuelto cómo presentar poco a poco a sus votantes y la sociedad española a sus auténticas afinidades electivas que son los comunistas y totalitarios de todo el mundo, incluidos los terroristas, los jubilados como Otegui o el uruguayo José Mujica y los activos como los comandantes de las FARC y el gran coordinador que son los hermanos Castro. Viva ETA o Gora FARC serán pronto lema escolar. Las afinidades electivas de Podemos son la internacional de los camaradas que están conquistando su cabeza de puente en España como eslabón más débil de la defensa occidental en la Europa libre.

domingo, febrero 07, 2016

LA FARSA «PROGRE» TOTAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 06.02.16

Julian Assange logra la solidaridad de todas las fuerzas antioccidentales porque ha dañado los intereses de EE.UU.

El ruido mediático surgido ayer en torno a la figura de Julian Assange refleja bien el actual estado de inanidad del periodismo y los bajos vuelos de una agitación mediática izquierdista que ha perdido el último escrúpulo en el uso de la mentira. Con gran despliegue de los medios afines al pirata de las redes australiano y presunto violador se anunciaba grandilocuentemente que la ONU había decretado que la detención de Assange era ilegal y debía ser puesto en libertad de inmediato.
Medios en todo el mundo repitieron como loros lo de la «detención ilegal». Assange hablaba ayer de «hito histórico» en la Embajada del Ecuador en la que se refugia desde hace casi cuatro años huyendo de una orden de detención por violación en Suecia.
Hay que ser un izquierdista famoso para recibir tanta solidaridad y simpatía como presunto violador de mujeres. Y no acusado por un tribunal tercermundista. Sino por uno sueco exquisitamente garantista. Varias acusaciones por acoso sexual han prescrito en estos tres años y medio. Queda pendiente una presunta violación. Por tanto «la ONU» no puede condenar la «detención ilegal» de Assange porque no existe tal detención, ni legal ni ilegal. Los gobiernos de Estocolmo y Londres han rechazado por ridícula esta fantochada de la siniestra Comisión de Derechos Humanos de la ONU que presiden siempre los peores regímenes del mundo.
Se sacó de la manga ese comité de cinco juristas de los que dos negaron su firma. Assange logra esa solidaridad de todas las fuerzas antioccidentales del globo porque ha dañado los intereses de Estados Unidos y sus aliados con el robo y publicación de millones de datos secretos.
Para no responder ante la justicia sueca, alega su miedo a ser deportado a Estados Unidos. Londres, Estocolmo y la mujer que acusa a Julian Assange no se han dejado impresionar como la prensa. Y recuerdan que puede salir cuando quiera de la embajada en Londres y dejar de ser un prófugo. Si no, allí estará hasta que expire el delito de violación en el año 2020.

viernes, febrero 05, 2016

LA CAÍDA AL POZO

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Viernes, 05.02.16

Trágica es la situación de la España de centro-derecha que ha quedado huérfana

EL barómetro electoral del CIS publicado ayer, elaborado con cuestionario de hace un mes, apenas sirve ya para que Podemos le restriegue a los «barones» del PSOE un hecho sabido: que si sabotean el Frente Popular se van a unas elecciones en las que se consuma el «sorpasso», el adelantamiento al PSOE por un Podemos ya segunda fuerza. Cuando no primera, a la vista de la demolición en marcha del Partido Popular con las nuevas bombas de inmoralidad que le estallan en los sótanos y la ya incalificable actitud del presidente en funciones. La otra pieza, Ciudadanos, esforzada por imprimir sentido común y patriotismo al debate para impedir lo peor, quedará previsiblemente compuesta y sola. Junto a los escombros del PP. Los barones socialistas saben que las elecciones solo acelerarían su previsible ruina. Con lo que el gobierno de Frente Popular, en el que aun sea el PSOE el mayor partido y quien pone al presidente, es lo mejor que pueden obtener, una vez dinamitada una amplia coalición. Tragarán con un gobierno en el que los comunistas de Podemos e IU tendrán sólida presencia. Y la llave para liquidar el gobierno, ir a elecciones y dejar al PSOE hecho un Pasok cuando quiera. Sánchez es un hombre pequeño aunque gaste tanta talla. Iglesias, sin ser la mitad de la mitad de lo que pretende, será por ello muy jefe.
Salvo milagro, España va a tener un gobierno socialista-comunista con servidumbres separatistas. Responde al mensaje revanchista que generó y promovió el PSOE bajo Zapatero y cuya monstruosa criatura es Podemos. Con implacable coherencia va a devorar al padre y con él liquidará los últimos vestigios de un proyecto de socialdemocracia europea en España que jamás acabó de cuajar. La irrupción de Zapatero convirtió al PSOE en un Podemos de cincuentones a los que ya no se les caía el franquismo de la boca. Ahora son arrollados por un Podemos auténtico, con todo el resentimiento, el adoctrinamiento y el odio aprendido y la convicción de líderes y militantes de que ganarán por fin la Guerra Civil. Y ellos serán, de puro listos, los primeros en el mundo que aplicarán el socialismo en su senda hacia el comunismo con éxito. En todas las generaciones hay una cierta cantidad de energúmenos que creen que la larga cadena de fracasos, genocidios, crímenes, ruinas y miseria infinita del comunismo solo se debió a que no habían nacido ellos. El problema está cuando por una cosa u otra, habitualmente por debilidad, traición, ceguera o codicia de los demás, estos energúmenos llegan al poder. A nosotros parece habernos tocado en suerte.
En estado desastroso estará previsiblemente pronto todo el país. Pero trágica es la situación de la España de centro-derecha que ha quedado huérfana, con un partido destruido, unos líderes desprestigiados hasta la vergüenza y un electorado confuso y atemorizado. Requerirá una refundación con líderes nuevos que olviden las formas de actuar en un PP secuestrado y estrangulado por su actual dirección. Su tragedia será la de toda España y en eso radica la esperanza de su resurgimiento. Para la refundación de una fuerza con autoestima para reconquistar unas libertades que nos están siendo ya arrebatadas. Ahora afronta una causa general el centro-derecha con la criminalización de sus ideas y sus valores por un Frente Popular revanchista y triunfante. Este necesitará mucha agitación ideológica para evitar que gire contra él la ira de una sociedad española que pronto notará en su vida cotidiana el terrible daño que le han hecho los políticos y se ha hecho a sí misma. Y comprobará con espanto lo difícil que es salir del pozo al que está cayendo.

martes, febrero 02, 2016

LA LIBERTAD EN RETIRADA

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Martes, 02.02.16


La España constitucional, abandonada por supuestos defensores, está a punto de verse arrollada por un proyecto frentepopulista

UNA hora de rueda de prensa celebró ayer Pablo Iglesias en el Congreso a la vuelta de su entrevista con el Rey Felipe VI en La Zarzuela. Una hora de incontables preguntas reiterativas de una inmensa legión de periodistas que atiborraban la sala sobre las diversas posibilidades de «un gobierno de progreso». El líder carismático tuvo por ello ocasión de ponerse también reiterativo en subrayar la inmensa generosidad y paciencia que él y su partido tienen con Pedro Sánchez para que espabile de una vez y se pongan a gobernar juntos. Dejó constancia de que espera el reconocimiento socialista de esa generosidad paciente, aunque también repitió varias veces que sus ingentes sacrificios los motiva exclusivamente «el bien de España». Llamativo fue el poco interés de los periodistas por las nuevas y tremendas revelaciones sobre la financiación de Podemos y sus líderes por regímenes criminales como los de Irán y Venezuela. A nadie se le oculta ya que los dirigentes de Podemos han recibido cuantiosas partidas de dinero de regímenes hostiles a nuestra alianza de defensa, la OTAN. Para fomentar unos intereses contrarios a la integridad y seguridad nuestras y de nuestros aliados. Más allá de las ilegalidades. Pero los periodistas, la mayoría desbordantes de simpatía hacia Iglesias –«dinos, Pablo»–, no tenían interés en cacofonías sobre sucios dineros de narco, de petróleo y de sangre. Menos cuando el líder escenificaba su papel más coqueto y amable, el del político moderado y preocupado, con su máscara de humildad y hablando de «España». Ni la avezada periodista señalada en su día por su abrigo de pieles supo ir más allá de la merengada cortesía en que compite la prensa ante este personaje.
Iglesias es un político que ha dejado grabado muchas veces y con total seriedad que quiere acabar con los medios periodísticos privados porque en manos del Estado están libres de manipulación. Es un político que ha estado a sueldo de un régimen brutal que mantiene encarcelada y torturada a parte de la oposición con cargos falsificados. Y aun hoy él se niega a condenarlo. Iglesias simpatiza públicamente con regímenes que han asesinado y torturado mil veces más que Pinochet. Y sin embargo, con pocas excepciones, la tribu periodística española oscila entre la muy comprensiva empatía y el fervor cuando se acerca al líder comunista. Hubo un osado que se atrevió ayer a preguntar por los pagos de Irán y la agencia 360 GloboMedia. Esa que tanta pinta tiene de ser pieza en el entramado de los servicios iraníes Vevak, que igual pueden hacer taparse el escote a una tertuliana en Madrid que matan a un iraní en París y torturan a miles en las cárceles de los ayatolás. Iglesias respondió que está muy satisfecho de su programa de televisión, muy plural, al que van políticos y analistas de todos los partidos. Punto. Manzanas traigo. No hubo repregunta. Nadie más quiso saber nada al respecto. La inmensa mayoría, porque quiere proteger a Iglesias. Gente salida de la universidad, convencida de que los buenos tienen que ganar ahora la guerra en la revancha. Otros, por temor a ser señalados con alguna referencia a su abrigo o a su medio. Porque Iglesias y sus amigos no te dicen allí: «Sabemos dónde vives». Pero te hacen saber que lo saben. Y dejan que sean sus jaurías en las redes sociales las que te señalen. La batalla por la libertad se pierde día a día, casi sin percibirse. Hasta que se echa en falta. La España constitucional, abandonada por tantos supuestos defensores –cobardes, corruptos, necios e indiferentes–, está a punto de verse definitivamente arrollada por un proyecto frentepopulista que tiene fuerza y objetivos y es ya el amo del miedo.

lunes, febrero 01, 2016

EL AUSENTE OMNIPRESENTE

Por HERMANN TERTSCH
ABC  Sábado, 30.01.16


Todos dicen que Trump no puede ni debe ganar la nominación, porque no puede ganar la presidencia

El lunes comienza la carrera electoral norteamericana en serio. Con las primarias de Iowa, un estado con apenas tres millones de habitantes. A partir de entonces no se vive ya solo de encuestas e impresiones. Ya comienza la carrera con resultados reales. Después de Iowa llega el estado oriental de New Hampshire y poco después, como hito ya, el supermartes el 1 de marzo. Entonces comienzan las defunciones de quienes se quedan sin esperanzas para el gasto. En el campo demócrata hay en principio pocas dudas y emoción, por tanto, relativa. El senador Bernie Sanders, el clásico anciano intelectual socialista (una especie de Noam Chomsky de repuesto) que a los demócratas gusta llevar a campaña, dará el suficiente masaje de buenas intenciones a la izquierda norteamericana para que esta se sienta muy progresista y compasiva. Después desaparecerá convenientemente para que una Hillary Clinton implacable en su lógica capitalista presente la opción más clara para relevar al que fuera su rival y su jefe Barack Obama. Dispuesta a hacerse perdonar su colaboración en una presidencia que comenzó con un ridículo premio Nobel de la Paz y concluye con un balance muy mediocre en el interior y catastrófico en el terreno internacional.
Pero el espectáculo, las pasiones y los ríos de tinta están en la carrera por la nominación del candidato republicano. Antes como ahora, y por mucho que tantos lo lamenten, en el campo republicano hay una estrella que es el multimillonario Donald Trump. Con una campaña compuesta por altas dosis de brutalidad verbal, impertinencia, máxima desconsideración a sus rivales y a los hábitos y rotundas verdades políticamente incorrectas, ha puesto patas arriba los intentos de los demás candidatos por hacer una campaña tradicional. Ha descolocado al muy conservador evangelista Ted Cruz como al más mundano Marco Rubio. Por no hablar del gobernador de Texas, Jeb Bush, que lucha contra su nombre como hijo y hermano de presidentes y además contra la cruel retórica de Trump. Este se permitió el jueves un nuevo desaire al no acudir con el resto de los candidatos al debate previo a la votación en Iowa. El lunes se verá si le sale bien tal apuesta. En todo caso, se habló más de él que si hubiera ido. Todos dicen que Trump no puede ni debe ganar la nominación porque no puede ganar la presidencia. Eso se verá. Pero, aunque así fuera, cuánto divertimento y cuánta torpe hipocresía está desenmascarando. La democracia norteamericana es grande.