The Unending Gift

domingo, agosto 31, 2014

EL REPARTO DE LOS GRANDES ASESINOS

Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo, 31.08.14

PACTO DE HITLER Y STALIN


Stalin recibió su parte del «botín polaco» de manos de Hitler como un gran regalo

Desconcierto Tras hacerse público el Pacto, Moscú dio órdenes a todos los PC europeos de que respetaran al nuevo aliado nazi

Tábula rasa Hitler se centró en el exterminio de los judíos polacos, y Stalin en la decapitación de sus élites civiles y militares


Soledad Francia e Inglaterra declararon la guerra a Alemania, pero todo quedó en eso. Polonia estaba sola

Hitler quería empezar la guerra cinco días antes. El día 26 de agosto, para ser exactos. Cambió de opinión a última hora. Tanto que un comando alemán infiltrado desde los vecinos Sudetes para desactivar las cargas de dinamita de los túneles del Valle de Jablonka, en el sur de Polonia, comenzó la guerra por su cuenta. Llevó a cabo la operación y tuvo que retirarse apresuradamente y en total confusión cuando anunciaba el éxito de la misión el 26. No se les había avisado. También el acorazado alemán Schleswig Holstein se hallaba ya puntualmente el día 26 en la ciudad libre de Danzig, arrebatada a Alemania en los Tratados de Versalles pese a su población abrumadamente alemana. Esperaría cinco días antes de comenzar a disparar contra la Westerplatte, en lo que ha pasado a ser en aquel terrible 1 de septiembre, hace mañana 75 años, el comienzo oficial de la Segunda Guerra Mundial.
Francia e Inglaterra acababan de reiterar sus garantías a Polonia. Amenazaban a Alemania con la declaración de guerra si atacaba a su aliado polaco. Lo cierto es que con la declaración de guerra ambos cumplieron el día 3. Pero para la suerte de Polonia no significó nada. Londres y París reafirmaron su declaración tras anunciarse el Pacto de No Agresión entre Berlín y Moscú que tanto había sorprendido a todos. Éste lo habían firmado el 23 de agosto en Moscú los ministros de Asuntos Exteriores del III Reich Alemán y de la Unión Soviética, Joachim von Ribbentrop y Viacheslav Molotov en presencia de Stalin.

El gran dictador soviético estaba feliz. Llevaban tiempo negociando un pacto general con Alemania, pero nunca soñó con la oferta del otro gran dictador, Adolf Hitler. Se lo había llevado en mano Von Ribbentrop dos días antes. Para Stalin era un inmenso regalo. Tras las Grandes Purgas en Moscú, recuperaba todos los territorios de la Rusia zarista perdidos en las guerras tras la revolución. Tras diezmar al partido y a la cúpula del Ejército Rojo con el mariscal Mijail Tujachevski a la cabeza, se apuntaba como mérito propio esas ansiadas conquistas.

No todo el Pacto se hacía público. Las claves del pacto estaban en el protocolo secreto. Allí estaba la razón del entusiasmo de Stalin ante la oferta que no podía rechazar de su nuevo socio y hasta entonces su mortal enemigo ideológico, Hitler. Aquel mismo día salió de Moscú la orden del Komintern a todos los partidos comunistas del mundo para que tratasen a la Alemania nacionalsocialista, al odiado nazismo, con la deferencia que merece un camarada. Tras haberse enfrentado brutalmente en la guerra de España y en todas las trincheras políticas, fue una terrible conmoción en el movimiento comunista. Pero a Stalin se le obedecía. Y así los dos dictadores se convirtieron en socios.

Aplastar un país

Las críticas y los ataques al nazismo se desvanecieron hasta el 22 de junio de 1941 en que el asalto de Alemania a la URSS rompió el maridaje. El protocolo entregaba a Stalin las repúblicas bálticas, parte de Finlandia y la Besarabia y Bukovina rumanas, pero el plato principal era Polonia. Hitler regalaba a Stalin toda la Polonia oriental que había sido parte del imperio de los zares en su momento de máxima expansión. Se borraba el oprobio de las derrotas del Ejército Rojo ante las tropas de la renacida Polonia tras la I Guerra Mundial.

El asalto alemán a Polonia, por tierra, mar y aire con un despliegue de inmensa superioridad en hombres y
armas, debía aplastar toda resistencia con rapidez. Desde el primer instante se produjeron ataques a la población civil. El día 1 de septiembre, antes de amanecer, antes incluso de que el Schleswig Holstein disparara contra la península de Westerplatte en Danzig, 29 Stukas arrasaban el centro de la localidad de Wielun, de unos 25.000 habitantes. Con la población aún en sus camas, los aviones alemanes bombardearon en tres oleadas la ciudad, sin relevancia militar, que fue destruida en su totalidad, con iglesias, sinagogas, hospital y colegios incluidos. Como mensaje inicial.

Decapitar las élites

Pero Wielun fue solo la primera de decenas de ciudades y aldeas convertidas en escombros. En las semanas siguientes y ante la encarnizada resistencia del ejército polaco, la brutalidad alemana se disparó. La población civil sufría las represalias por las bajas alemanas muy superiores a lo esperado. El 17 de septiembre fue el día elegido por Stalin para comenzar a ocupar la parte de Polonia que le correspondía. El ejército rojo cruzó en masa las fronteras orientales polacas. Hubo ilusos que creyeron que los rusos llegaban en su ayuda contra los alemanes. Hasta que los soldados soviéticos comenzaron a matarlos.

Stalin quería exterminar a todas las elites polacas para impedir para siempre un resurgir de aquella nación. La matanza de miles de oficiales polacos de Katyn era parte de esta operación. También las SS aplicaban sus planes de decapitación de élites. Otros centenares de miles de polacos marchaban al mismo tiempo hacia el Reich alemán como prisioneros para trabajos forzosos. Rusos y alemanes aplicaron los mismos brutales métodos en la parte de Polonia que les correspondía de aquel ominoso pacto. El factor distintivo fue el trato a los judíos que en Polonia eran millones. La matanza de judíos por los alemanes comenzó de inmediato.

El 25 de septiembre, pese a la inmensa superioridad alemana frente a vieja artillería y caballos polacos, aun no había caído Varsovia. Los bombardeos sobre la ciudad con miles de toneladas de bombas no tenían precedentes hasta entonces. Varsovia, destruida, cayó el 28 de septiembre. El 6 de octubre se entregaban las últimas fuerzas polacas. Pero Polonia jamás se rindió. Soviéticos y alemanes colaboraron en aplastar diversos focos como el de Lvov hasta que se dieron la mano en la nueva frontera común. Hitler habló de una alianza cimentada en sangre. Y dijo que Alemania y Rusia juntos garantizaban que Polonia jamás volvería a existir. Polonia estaba sola. Francia e Inglaterra habían declarado la guerra a Alemania. Pero todo quedó en eso. No hubo segundo frente. Hasta el 10 de mayo de 1940, en que Hitler decidió que había que ir a Paris y en seis semanas allí estaba.

sábado, agosto 30, 2014

PIE EN PARED

Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 30.08.14


Rasmussen habló ayer de la crisis ucraniana con esa claridad y contundencia que le volvió a faltar a Barack Obama.

La OTAN advirtió ayer a Rusia que Ucrania podría ingresar en la Alianza como respuesta a la agresión militar rusa en curso. Y lo hizo horas después de que el Gobierno ucraniano anunciara que estudia solicitar el ingreso, ante los combates con tropas regulares rusas en su territorio junto a su frontera oriental. La condición de no alineado que tiene Ucrania es una deferencia a Moscú que carece de sentido cuando el país es objeto de una abierta agresión rusa.

El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, habló ayer con la claridad que es necesaria en unos momentos de máxima gravedad para Europa. Porque el presidente ruso Vladimir Putin ha puesto ya al continente al borde de un conflicto de imprevisibles consecuencias. Y parece haber perdido las últimas inhibiciones en su afán por desestabilizar Ucrania y, ya está claro, arrebatarle parte de su territorio, como hizo en primavera con la península de Crimea. De consumarse esta nueva anexión, nos adentramos en unos tenebrosos tiempos con el colapso del derecho internacional y la convivencia pacífica. Y la existencia de una amenaza permanente para toda Centroeuropa cuando al Kremlin le parezca conveniente.

Con una Europa sumida en esa inseguridad puede despedirse de toda esperanza de recuperación económica quizás para lustros. Putin quiere aplastar la voluntad de los ucranianos y crear un colchón de inestabilidad entre las democracias y su Imperio. Por miedo no a la OTAN sino a la democracia. Que de florecer y prosperar en Ucrania sería imposible de evitar en Rusia.

Rasmussen habló con esa claridad que le volvió a faltar a Barack Obama. La falta de claridad y contundencia de Obama, ya proverbial, explica en parte la situación. Sin ella, Putin jamás se habría atrevido a llegar tan lejos en su aventura expansionista y agresora. La OTAN tiene que poner pie en pared. Habrá pronto una hora de la verdad. Y Obama tendrá que volver a cambiar su discurso. Eso ya es habitual.

viernes, agosto 29, 2014

EL TENIENTE CUSHING

Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 29.08.14


Hoy aún honramos algunos a los defensores de la libertad de pasadas y presentes generaciones porque vivimos el lujo de la libertad

EN los próximos días el presidente Barack Obama va a otorgar la Medalla del Honor al teniente Alonzo H. Cushing. Esta suprema distinción al heroísmo militar la han recibido a lo largo de la historia de los EE.UU. 3.490 norteamericanos. Siempre por grandes gestas en el campo de batalla. Muchos a título póstumo. También la del teniente Cushing lo es. No asistirán ni hijos ni hermanos ni padres del caído al acto. A nadie extrañe. Porque Cushing dio la vida por la patria hace nada menos que 150 años, en la Batalla de Gettysburg. Este oficial mantuvo su puesto con un cañón y resistió a la célebre carga del general George Pickett. Por orden del general Robert Lee, Pickett lanzó sus fuerzas a romper un tramo de las líneas de la Unión. Parecía lograrlo. Pero la feroz defensa de la posición de un Cushing ya herido hizo fracasar aquella carga. Que resultó a la postre decisiva para aquella decisiva batalla de la Guerra Civil. La Confederación no se recuperó ya nunca. Nadie sabe por qué no se le concedió entonces la medalla a Cushing, muerto en la batalla. Ahora se le otorga porque una anciana decidió hace 25 años que esa injusticia debía ser enmendada. Emociona este reconocimiento a la gesta de Cushing. Confirma la trascendencia de su heroísmo, de su gesta y del espíritu que lo llevó a luchar hasta la muerte. Su idea de la libertad sigue viva. Existe la continuidad de valores y emociones entre aquel héroe, la anciana Margaret Zerwekh, la Casa Blanca que enmienda el olvido y el pueblo norteamericano. Porque la idea de la libertad ganó en Gettysburg y un siglo después en Normandía y tantas veces después. De ahí esta conmovedora y tan tardía reparación.

Ha sido un gran privilegio esa larga supremacía de la libertad de que ha gozado Occidente. Que ha permitido la continuidad de los valores de la libertad y la dignidad del individuo. Un privilegio nunca regalado. Y en peligro en cuanto no lo aprecian quienes lo gozan y lo han de defender. Y las amenazas crecen. La idea de la libertad esta sometida hoy de nuevo a un inmenso acoso y desprestigio. Y pocas veces se han mostrado más débiles quienes han de defenderla. Una Rusia bonapartista invade a un vecino al que ya arrebató una región. A una Ucrania que es castigada por querer ejercer su soberanía en democracia y vivir como Occidente. En Oriente Medio, cristianos y otras minorías son exterminados con salvajismo inaudito. Las armas químicas vuelven. Con impunidad. Como la voluntad genocida, cien años después del colapso de nuestra civilización que fue la Gran Guerra. En Latinoamérica, un régimen miserable de una isla diminuta prosigue con éxito propio y dinero de otros su nefasta e inaudita misión totalitaria por todo el subcontinente. China se muestra tan impermeable a los valores de piedad, libertad y trascendencia como siempre y tan soberbia y consciente de su fuerza como nunca. Frente a eso tenemos a una Europa ridículamente pequeña pero arrogante, dividida y cada vez más insignificante, y unos EE.UU. que abandonan espacios de poder que ocupan enemigos de nuestros valores. Hoy aún honramos algunos a los defensores de la libertad de pasadas y presentes generaciones porque vivimos el lujo de la libertad. Pero nadie puede prometer que dentro de no 150 sino 50 años puedan ser honrados los tenientes Cushing que defendieron las libertades en el siglo XX y las defienden hoy frente a la ideologías totalitarias y asesinas, sean nazismo, comunismo o islamismo. Hay batallas decisivas que han comenzado. De resultado muy incierto. Porque las libertades acabarán siendo historia si nadie queda para defenderlas.

martes, agosto 26, 2014

NO SE PONGAN ASÍ

Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 26.08.14


En Cataluña, los separatistas llevan muchos años fabricando humor con el temor de los demás

TODO es siempre una exageración de esta derecha española que no tiene sentido del humor. Ya saben, salen unos paisanos de fiesta por Cardedeu con su tradicional cuadrilla, con la colla trabucair, y qué menos que ir a hacerle una gracia al concejal de PP, al facha. «Mira, español, lo que te vamos a hacer algún día más en serio si no dejas de molestar». Esto no se lo dijo nadie a la cara. Pero todos lo llevaban un poquito en mente. Como cuando, con el cacareado talante del sectarismo canalla de Zapatero, todos los rotos y las agresiones contra media España se anunciaban con la mejor de las sonrisas.

En Cataluña, los separatistas llevan muchos años fabricando humor con el temor de los demás. Un tiro al Rey, uy qué risa, y otro para un periodista, Salvador Sostres. No vayan a creer que nos olvidamos. Y la televisión pública dedicada día y noche a menospreciar a los españoles, pero ante todo a falsificar España. A un lenguaje orwelliano en el que su permanente violencia de la imposición de la lengua, de la falsificación de la historia, del culto al agravio impostado, llega edulcorada por las letanías sobre «diálogo», derechos y serenidad, convivencia. Y hasta «cordialidad», por llevar el cinismo a cotas ignotas. Todo el discurso de los partidos nacionalistas –y de sus cómplices en diverso grado, ay cuántos son,– se centra desde hace muchos años en identificar a un enemigo irreconciliable al que hay que hacer desaparecer de Cataluña. Y ese es el español que quiere seguir siéndolo. Para eso sirven las pintadas con amenazas, los desprecios y las intimidaciones televisadas. Pero sobre todo, para eso está el mensaje oficial cotidiano, omnipresente, extenuante, que obliga a todos los españoles catalanes a la humillación continua de prestar obediencia a un Gobierno en permanente, pública y jactanciosa traición a la patria y a las leyes.

Pero son muchos otros los que han colaborado con los nacionalistas a ese esfuerzo por destruir la convivencia en España. Hubo un momento en el que la hegemonía del pensamiento de izquierdas pudo haber pasado a la historia en España, como ha pasado en la mayoría de los países desarrollados. Los fracasos económicos, la corrupción y los crímenes políticos eran lastre y aviso suficiente para que así fuera. Pero en 2004 sucedió lo que sucedió. Y desde entonces, no ha habido en España otro mensaje que el de una izquierda agresiva que quiere hacer pagar a todos su obsesión de creer haber perdido injustamente una guerra. Y quiere enmendar ganándola ahora.

Llevamos así más de una década. Primero con un mensaje oficial revanchista que, tan omnipresente como el nacionalista en Cataluña, copó los medios de comunicación, el lenguaje y la educación. Convertida la Guerra Civil en referencia máxima para todo discurso político, los discrepantes pasaron a ser fachas o franquistas, por tanto españoles sin derechos. Y el nuevo mensaje ha sido que la derecha debe avergonzarse de los crímenes cometidos en su nombre y expiarlos eternamente, pero la izquierda puede y debe enorgullecerse de los suyos. Así, el odio del alcalde de El Coronil que llama yihadistas a los guardias civiles es poco al lado de lo que incuban los adolescentes intoxicados de envidia, revancha, resentimiento social y el desprecio que desprende la ignorancia. Con esas televisiones, con humoristas gentuza, que ante la pasividad e indolencia de la derecha gobernante, vomitan mensajes de odio y afrenta a diario, impensables en el mundo desarrollado. A nadie extrañe por tanto que, después de una década de poner en la diana al malvado objeto justificado de todo odio, los más desinhibidos estén ya impacientes por el siguiente paso.

sábado, agosto 23, 2014

TERTSCH Y SU LIBELO

Por CARLOS HERRERA
EL SEMANAL 28.11.10


Hermann Tertsch es un tipo singular. Distinto a lo común. Intelectualmente muy sólido, este hombre mezcla de austriaco, vasco y madrileño defiende desde la pasión sus argumentaciones y brinda siempre espacio para el debate una vez abre la boca o suelta la mano. Tertsch nunca deja indiferente, nunca nos deja en la boca el gusto del agua tibia, nunca deja a un auditorio amodorrado. En resumen: no es políticamente correcto, lo cual brinda una aureola de independencia, pero conlleva el pago de un precio prácticamente inevitable. Hermann es buen pagador y asume las obligaciones de su contrato, sólo que no está conforme con los abusos, y alguno se ha producido en estos últimos tiempos. Este humilde columnista se afilió al tertschismo desde sus inicios en el diario El País y, particularmente, desde su tiempo como corresponsal de ese rotativo en Bonn: su conocimiento de terrenos políticos tan exóticos por aquel entonces como podían ser los de la Europa de Este le permitían escribir análisis que forman parte de la antología del periodismo español. Recuerdo fielmente el ansia que sentía cada día por conocer al detalle la crónica perfecta que espació durante un mes sobre la revuelta de Timisoara y la caída definitiva de Ceaucescu y su régimen: magistral conjunto, impagable relato. Conoce la historia de Europa como sólo la puede conocer un tipo que habla alemán desde la cuna y al que es muy difícil que se le escondan las claves interpretativas para desentrañar la actualidad de un continente empeñado en ser una utópica unidad política. Y no engaña a nadie: no pretende pasar por un artificioso imparcial al que el agua no le cala ni debajo de una catarata. Es lo que es y piensa como piensa, guste o no guste.

Así, de esta guisa, relata su peripecia personal y su visión ácida, crítica, demoledora de la España de estos últimos años en su reciente entrega editorial. Libelo contra la secta (Esfera de los Libros). Tertsch sostiene que nuestro país está siendo gobernado por una secta que tomó el poder del principal partido de la izquierda allá por hace más de una década y que alcanzó el poder del Estado en las elecciones de 2004. No es un libro para hacer amigos, quizá porque ya tiene los que considera suficientes. El zapaterismo, sostiene Hermann, es una tragedia nacional, y partiendo desde ese punto elabora el relato de un naufragio, de una escombrera. Su experiencia en la contemplación de regímenes en los que el sectarismo era una norma sagrada le permite desmenuzar el día a día de lo que él considera un gobierno tóxico, empeñado en «azuzar a media España para hostigar a la otra media». He sabido por la lectura de este libro que su salida del periódico El País tuvo mucho que ver con su presencia en las tertulias políticas de Onda Cero, de línea editorial no siempre coincidente con el periódico de Prisa. Polanco se refería a él como «La Contradicción Tertsch». Y he conocido detalles de su entrada en ABC y de las dificultades de elaboración en paz de su informativo de Telemadrid, un telediario de autor de notable relevancia. Y, después, la inquina que le brindaron todos los comisarios políticos que de forma indecente pululan por el periodismo español. De ahí a los insultos y a la agresión no media tanto tranco (me consta que la insolencia más insólita que ha recibido en estos tiempos postreros ha sido «¡¡¡Judeonazi!!!», delirante por varias razones).

Si usted es seguidor, partidario o votante de este gobierno al que HT califica de «antisistema», es razonable que sienta alguna prevención ante la lectura de este libro, pero, aun siendo así, me atrevo a recomendarle encarecidamente su lectura: aun bien que disienta del fondo, habrá consideraciones razonables que le mantendrán la capacidad de reflexión en fase activa. Puede que encuentre espacios puntuales en los que coincida con Tertsch. Y, si no es así, le reconocerá el estilo ágil e ilustrado, característico de un tipo que escribe sin red, que no hace prisioneros, que detesta a los mediocres con ínfulas y que razona con la pasión democrática de quien ama serena pero hondamente a su país.

Resumen del libro:
Este libelo es un desahogo airado, una forma de expresar la indignación acumulada en años que ha pasado el autor observando y comentando los disparates y las insensateces que jalonan los años de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Son las reflexiones de un hombre atónito ante las tropelías de esa secta que secuestró al PSOE, lo llevó al poder en marzo del 2004 gracias a unas jornadas traumáticas para España y desde entonces gobierna azuzando a media España para hostigar a la otra media. Relata su agitada peripecia personal en estos años negros en los que comisarios políticos y agitadores de la izquierda sectaria han intentado hacerle callar. Y revela, con una visión histórica amplia, las claves de la gran mentira de un gobernante «tan iluminado como tóxico» que tanto daño en tan poco tiempo ha hecho a nuestro país.

Hermann Tertsch nos cuenta, como siempre hace él, con claridad y contundencia, su convulsa salida del periódico El País, su llegada a ABC, su labor en Telemadrid y las reacciones de unos y otros en estos años de «caudillismo» de Rodríguez Zapatero. Un presidente que «ha logrado transformar un país modesto pero prometedor en una inmensa escombrera en la que reposan los proyectos y sueños de un par de generaciones de españoles», sin que nadie haya sido capaz de articular un «¡basta ya!» rotundo ni la oposición respondiera como merece a su mensaje radical y dañino.

Tertsch no pretende objetividad ninguna como tampoco ofrece sosiego. No cree que haya motivos para la templanza ante la tragedia nacional que es el zapaterismo. Sí ofrece veracidad y su visión como experto y estudioso en movimientos enemigos de la verdad, de la libertad y de la prosperidad. Lo que nos presenta en estas páginas es «un ejercicio perfectamente malintencionado y por supuesto vengativo», aunque consciente de que, ni siquiera para él, puede suponer consuelo ni una mínima compensación ante la inmensidad de los daños que ha infligido ZP a la nación española y a su ciudadanía.

LA IDENTIDAD DEL ENEMIGO

Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 23.08.14


Han sido asesinados a sangre fría. Igual que el norteamericano James Foley. Ellos no por los yihadistas del Estado Islámico. Sino por Hamas. También ellos indefensos. Asesinados por encapuchados vestidos de negro. Pero la prensa occidental no se ha escandalizado tanto en el caso de 18 palestinos de Gaza. Porque han sido acusados por Hamás de «colaborar con Israel». Muchos periodistas han hablado de «ejecuciones». No han expuesto biografías de los asesinados por mera acusación, ni emitido imágenes de hijos y padres destrozados.

Quizás estos hombres solo querían una Gaza liberada de la tiranía de Hamas. La misma que quiere imponer el EI en su califato. Pero la prensa occidental no ha tenido empatía con unos indefensos asesinados. Al contrario, la ha tenido con los asesinos con «ejecuciones» que parecen de ley. La brutalidad del Estado Islámico puede ayudar a muchos a identificar peligros y enemigos. A desterrar confusiones e intoxicación cómplice con el fanatismo yihadista. A saber que es un enemigo irreconciliable. Como lo sabe Israel. Un enemigo que te garantiza tu muerte y la de tus seres queridos si no acabas con él.

Se avecinan decisiones graves y difíciles. El presidente de Estados Unidos Barack Obama juega aún al golf en Martha’s Vineyard. Cuando debería estar ya preparando la guerra que habrá de librar si no quiere ver en Oriente Próximo un auténtico holocausto —y no uso la palabra en vano—, gestado durante su presidencia. Están en juego las vidas quizás de millones de inocentes. Sus ganas de huir del conflicto sólo agrandaron éste. Y ahora se enfrenta al juicio de la historia.

viernes, agosto 22, 2014

EL PUTIN DEL BÓSFORO

Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 22.08.14


De Turquía, miembro de la OTAN, se debía esperar más respeto para las propias leyes

EL jefe del Estado turco saliente, Abdullah Gül, es un hombre cordial y sereno, que goza de afecto y respeto en todo el mundo. Se valora la sobriedad en el ejercicio del cargo, que tanto contrasta con el carácter del hasta ahora primer ministro y ya sucesor de Gül en la presidencia, Recep Tayyip Erdogan. Pues se ha despedido Gül tras siete años como presidente con la estruendosa afirmación pública de que «le ha partido el corazón» la forma en que le ha tratado su antiguo partido, el AKP, el Gobierno y el propio Erdogan. Y que considera innoble la campaña de descrédito contra él en medios cercanos al Gobierno del AKP. Y la ya exprimera dama Hayrünissa Gül ha anunciado que lanzará «una intifada» propia para vengar las mezquindades contra su marido. Desasosegantes nuevas en este gran país que es Turquía, de vital importancia para la seguridad y estabilidad en una amplísima zona del mundo que va desde el Asia central hasta el Mediterráneo. Entre ellas está la liquidación de Gül, cuya supervivencia política no conviene a Erdogan. No ya para hacerse con un poder como nadie ha tenido desde el fundador de la patria, Mustafa Kemal Atatürk. Ese poder ya lo tiene. Ahora de lo que se trata es de quedárselo para siempre.

El pasado 10 de agosto, Erdogan se convirtió en el primer jefe del Estado elegido directamente por el pueblo. Esto sucedía como colofón a unas reformas cuyo único sentido real era buscar fórmulas de eternizar a Erdogan al timón de Turquía sin entrar en conflicto con la constitución. Ahora toca dotar de poder a un puesto que ha sido básicamente representativo. Ya está en ello. De momento ha anunciado que el nuevo primer ministro y jefe del partido AKP será su hombre de confianza y exministro de Exteriores Ahmet Davutoglu. Igual que Putin con Medvedev. Erdogan es un gran admirador del ruso. Por eso de los atajos y contundencias. Y se llevan muy bien. Ahora Erdogan imita a su amigo en las formas para erigirse en un líder de carácter cada vez más autocrático, libre de todo contrapoder real y sin otro control que el suyo propio.

El desprestigio de la democracia y el resurgimiento general del populismo y caudillismo no es cosa de Moscú y Ankara. En Latinoamérica tenemos a la dictadura cubana dando clases de democracia en cinco o seis capitales. Directamente desde La Habana. En la propia Unión Europea, Francia, Holanda o el Reino Unido, el malestar antidemocrático se manifiesta con la extrema derecha. En Hungría, Viktor Orban se declara más putinista que el propio Erdogan. Y en los países pobres como España y Grecia, el desprecio a la democracia y la libertad se manifiesta con el cutrerío de la extrema izquierda totalitaria.

En los países bolivarianos ya se ha forzado y violentado la constitución hasta la saciedad. En Rusia las cartas ya llevan tiempo boca arriba. De Turquía, miembro de la OTAN, se debía esperar más respeto para las propias leyes. Pero quiá. Solo tiene enfrente Erdogan a unos valientes y aislados miembros de la oposición y a unos jueces del Constitucional que serán heroicos si intentan pararle los pies. Motivos parece haber. La oposición denuncia graves irregularidades en el proceso, con un Erdogan que habría perdido su condición de parlamentario y de primer ministro al ser elegido presidente.

Sea como fuere, el Putin del Bósforo dará que hablar. Su megalomanía y su autoestima están disparadas. No escucha ya más que a Alá y a los ecos de la historia. Y quiere eternizarse. Lo peor es que solo tiene 60 años.

martes, agosto 19, 2014

MÚNICH-GDANSK, EJE DE MEMORIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 19.08.14


En estas dos ciudades puede resumirse la historia de Europa, su miseria y su grandeza

SE escandalizan ahora de nuevo muchos europeos al leer y escuchar sobre las atrocidades que se cometen en remotos lugares. Ahora especialmente en Oriente Próximo y en nombre del Islam. El desprecio a la vida que muestra el Estado Islámico (ISIS) hiela la sangre. Impresiona y repugna esa voluntad criminal desinhibida, ese jactarse de la propia crueldad y brutalidad, que tantos réditos parece darle a ese ejército tan voluntarioso como eficaz de asesinos. Pero la displicencia con la que tratan los europeos los acontecimientos remotos, y que tanto fomenta su indolencia, revela cómo se han perdido en las jóvenes generaciones las referencias de nuestras propias brutalidades y crueldades. Dos ciudades surgen ahora como un eje de la memoria. Son Múnich y Gdansk, que quieren hacer frente a la ignorancia y el olvido, los peligros del eclipse de la historia. La cultura de la inmediatez con su adanismo generalizado, en el que nada de lo pasado puede competir con la actualidad, todo lo relativiza y trivializa. Incluido el crimen total. Eso permite que una subcultura de la tiranía de la actualidad crea que reinventa el mundo a partir de la amnesia más absoluta. Algunos se presentan ahora con careta y lenguaje renovados y pretenden ser la versión correcta y bondadosa de ideologías siempre criminales en el pasado. Y exigen una especie de «derecho al olvido» que prohiba a los críticos o recelosos recordarles los antecedentes asesinos de su ideología. Así, alguno se ofendió cuando yo he recordado en televisión que no hay ningún caso en la historia, ningún precedente, de una organización comunista que, habiendo conquistado el poder, no lo haya utilizado para asesinar a opositores o discrepantes. Me considero con pleno derecho de recordar este hecho incontrovertible. Y también de extraer de ello la conclusión y convicción de que toda organización de cuadros comunistas, si tiene poder y lo cree necesario, mataría a opositores como lo hicieron en el pasado. ¿Por qué iban a ser la primera y única excepción?

La diferencia con todos esos regímenes del pasado y del presente está en que las democracias europeas defienden el Estado de derecho, la democracia y la dignidad humana. Y su propia fuerza y necesaria autoestima se nutre de esa memoria que recuerda las monstruosas consecuencias de despreciar el Estado de derecho y al individuo. Y caer en la tentación de creer en soluciones más directas o rápidas contra crisis, corrupción y miedos. Precisamente porque todo eso ya pasó, tienen las democracias en estos momentos críticos esas referencias. Como prueba de que no todo el mundo se duerme en esta Europa decadente, indolente y confusa, surgen dos grandes monumentos vivos para cultivar esa memoria que es la única que puede salvarnos de recaer en el desastre. Se trata del gran Centro Europeo Solidarnosc en Gdansk y de un espléndido y nuevo Centro de Documentación Nacionalsocialista en Múnich. Se inauguran casi de forma simultánea este otoño en dos ciudades muy significadas. En Múnich se gestó el movimiento nacionalsocialista que llevó a Hitler al poder, a Alemania al crimen y a Europa a las ruinas. En Gdansk surgió por contra el movimiento que devolvió la dignidad humana a medio continente al acabar con el poder soviético en media Europa. En Múnich se produjo el primer golpe hitleriano en 1923. En Gdansk, los trabajadores aplastaron al leninismo para el triunfo de dignidad y libertad. En estas dos ciudades puede resumirse la historia de Europa, su miseria y su grandeza, su larga lucha entre ideologías criminales y dignidad humana. Nadie debe olvidar que en Europa ganaron mucho los malos. Que las nuevas generaciones recuerden lo que no han vivido es la única vacuna contra la reincidencia.

domingo, agosto 17, 2014

LA EFICACIA DEL TERROR MEDIEVAL

Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo, 17.08.14


Los vídeos terribles de asesinatos salvajes son grabados por sus propios autores para promocionar su acción política y militar. Con esta propaganda criminal, el Estado Islámico ha conseguido financiación de Arabia Saudí, Qatar y otros países del Golfo

Señoritos asesinos Los que pagan al Estado Islámico son jeques educados en Cambridge y Oxford

El fornido oficial, cumplidos ya los cincuenta, en uniforme de combate, de rodillas, da explicaciones. Le sujeta un hombre con un pasamontañas negro. Le interrumpe varias veces una voz junto a la cámara que graba la escena. Sin alzar la voz. No intenta zafarse. Sabe que no hay escapatoria. Entra en escena otro hombre que oculta la cara tras un pañuelo. Le agarra la cabeza al militar con la zurda, se la tuerce, y con la derecha, con un cuchillo corto, le secciona el cuello. Se dispara un chorro de sangre hacia el suelo. Se corta la imagen. Otro plano. El cuerpo decapitado del oficial con su cabeza ensangrentada colocada encima de la tripa. Fin de la escena. Otra: Una mujer, desnuda sobre una mesa, se convulsiona con violencia. Intenta desesperadamente zafarse de quienes la sujetan. Los cuatro brazos que la apresan están cubiertos por manguitos de plástico para no mancharse. Por la parte izquierda aparecen otros dos brazos, también con manguitos, y un cuchillo. Sujetan la cabeza de la mujer por el pelo, tiran hacia la nuca para tensar la garganta. Y el cuchillo la secciona. El chorro de sangre que brota, cae en una palangana ya medio llena que sujetan otras manos, otros brazos con manguitos, en la parte inferior del encuadre.

                        Nieto

Otra más: Una plaza urbana con una verja circular muestra cada metro, metro y medio, una cabeza humana clavada en una pica. Cabezas de hombres. Aunque también hay otras imágenes con cabezas de niños. Y pequeños abiertos en canal. Aquí los cuerpos son varones adultos. Todos decapitados. Algunos están ensartados en la verja. Otros apoyados junto a la misma. A lo lejos tres cuerpos cuelgan de un armazón de tubos. Y una escena más: combatientes armados con fusiles de asalto vigilan a decenas de jóvenes tumbados en una fosa poco profunda. Son varias decenas tumbados mirando al suelo en dirección alterna. Cabeza junto a pies del próximo. Todos muy jóvenes. Dos encapuchados abren fuego y caminan a un tiempo. Uno disparando ráfagas contra todos los tumbados. Otro remata, tiro a tiro. Ninguno de los vivos se mueve ante la cercanía de la muerte. Nadie hace ademán de levantarse o intentar huir. Todos esperan, en paralizante resignación la llegada de su bala.

Todas las escenas descritas recuerdan a las peores imágenes de los peores crímenes del siglo XX. Pero se producen y se graban en estos días del verano del 2014. No son casos excepcionales. Porque muestran atrocidades de las que se tienen noticias coincidentes desde toda la región afectada por esta plaga ideológica o religiosa o terrorista o como quieran llamarla. Pero además no son imágenes robadas para denunciar las atrocidades ajenas y conmover al mundo y urgir a la comunidad internacional a levantarse contra la inaudita crueldad de los autores de estas atrocidades.


Son vídeos, muchos de ellos producidos con calidad y esmero por los autores de los crímenes, cuyo fin es promocionar la acción política y militar de los mismos. Son películas de propaganda de los propios criminales hechas para su mayor gloria y prestigio. Y son una de las armas más eficaces del monstruo que ha surgido de la guerra de Siria y hoy ya ha dinamitado fronteras, controla grandes territorios y aterroriza a toda la región y que responde al nombre de Estado islámico de Irak y Siria (ISIS) o ya Estado Islámico a secas. Su embrión fueron los grupos más radicales del sunismo llegados a combatir al régimen de Bashar al Assad en Siria, con Al Qaida como referencia religiosa ideológica. Que recibieron de los países del Golfo toda la ayuda financiera y de armamento que no recibieron de ninguna parte las fuerzas en principio moderadas del Ejército Sirio Libre (FSA).


Así, con el mensaje de que la crueldad absoluta y sin compromiso se veía recompensada tanto en el frente de batalla como por los donantes extranjeros, el prestigio de estos grupos subió como la espuma. Con nadie se estaba mejor armado, financiado y protegido. Arabia Saudí, los países del Golfo en general y Qatar en particular, compaginan la financiación de clubs de fútbol occidentales, fondos de inversión y fundaciones benéficas con estos grupos que se nutren del culto a la muerte y el terror de tradiciones mesiánicas del islam. En qué medida lo hacen para expandir su propia influencia o para pagar su propia tranquilidad es irrelevante. El hecho es que quienes siembran el terror y la muerte entre minorías y mayorías en Siria e Irak y pronto quizás en el resto de la región han sido financiados por elegantes jeques educados en Oxford, Cambridge, Harvard y Stanford. Y en la hora estelar de estas orgías de sangre el mundo asiste impávido a la irrupción en la modernidad de la eficacia del terror medieval.

viernes, agosto 15, 2014

EL BAILE ENTRE IGUALES

Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 15.08.14


La representante del partido de Ordóñez baila con el representante de los amigos de los asesinos de Ordóñez. Y no pasa nada

«EN el acto de apertura a las fiestas de San Sebastián se ha visto al alcalde Juan Carlos Izaguirre, de Bildu, bailando con la concejal del PP, María José Usandizaga». Así rezan las crónicas sociales de la capital donostiarra en agosto de 2014. Hace un siglo, con la Gran Guerra aun en sus comienzos, la crónica habría hablado del baile de temporada con Romanones, Alburquerque, Alba o la Duquesa de Manchester. La prensa habría destacado los cambios habidos desde el veraneo anterior en las familias veraneantes. Eran crueles aquellas diferencias. No solo en 1914, también mucho después. Pero había ejemplaridades y desigualdades que servían como ilusión y, aún más, acicate de conducta y actitud. Las floristeras y niñeras por ejemplo, soñaban con ser Lauren Bacall. Hoy no existe ya ninguna Lauren Bacall porque, de haberlas, todas querrían parecer floristeras y niñeras con las pantorrillas tatuadas. Los hombres procuraban vestir con corrección y emular a quienes más avisados se suponía sobre cánones de elegancia. Hoy quien no lleva piratas y sandalias y un anillo al menos en la oreja, aun no es perseguido. Pero que no espere amabilidades con arrogantes pintas de recién duchado.

Hoy somos todos tan perfectamente iguales en esta carrera frenética por el aplauso popular. En una sociedad étnica. En la que el bailador alcalde Juan Carlos Izaguirre se hacen fiestas como estas «populares, participativas y euskaldunes». Eso lo dice de las fiestas pero se podía referir igual a la escuela, la administración, la limpieza, el urbanismo o la capitalidad cultural europea, esa cumbre de chalaparta y socatira que organiza ese Ayuntamiento para sorprender al mundo en 2016.

Lo dicho, hay que ser «popular, participativo y euskaldún». Y hay que ser muy igual. Ante todo igual a todos. Queda condenado al ostracismo de esta nueva sociedad idílica emergente quien haga distingos sociales y políticos. O morales, por supuesto. Esas son las reglas en la república popular regida por los dineros de Martín Garitano que, pese a ser solo un mandado, cumple razonablemente. Ya nadie molesta. La armonía es casi perfecta. Salvo algún extremista español que pueda acudir en verano a hacer el ridículo con sus obsoletas sensibilidades, los donostiarras ya bailan prácticamente todos con todos. O al menos eso pretenden los políticos.

Porque pudiera ser que no todos estén tan entusiasmados con esta armonía euskaldún. Ni con la regresión cultural alarmante. Y que solo callen porque saben que no ser igual tiene un precio. Y que en San Sebastián y no solo allí es cada vez más alto. Como en tantas aldeas. Por la popularización a la aldeanización, también de las ciudades. Y ya sin resistencia. Porque España, ay, España no está. Porque molesta, irrita y provoca. Como en tantos rincones de Cataluña. Y tampoco nos vamos a poner tensos que la vida es corta. Socialismo nacional, igualitarismo abertzale y jatorrismo obligatorio, es la marca cultural que se impone. Y la bailadora del PP, María José Usandizaga, la representante del partido de Gregorio Ordóñez, se pega unos pasos salerosos con el representante de los amigos de los asesinos de Gregorio Ordóñez. Y no pasa nada. ¿Qué va a pasar? Gregorio Ordóñez no se va a quejar. Por tanto reconciliación con ritmo. Que al fin y al cabo viven juntos y no van a estar siempre enfadados. Lo hecho, hecho está. Unos ganan, otros pierden. Ya no hay acritud. Todo está asumido. El partido de Usandizaga desaparece. Y el de Izaguirre es el Movimiento Nacional. Ahí se van integrando todos sin darse cuenta de tanto bailar, de tanto esforzarse en ser tan iguales que ya no son ellos mismos y acaban por no ser nadie.

martes, agosto 12, 2014

LA SIESTA INTERRUMPIDA

Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 12.08.14


El Proyecto de ISIS es aplastar todo lo que se le resista; enfrente solo tiene desunión y falta de percepción del riesgo, sus mejores aliados, aparte del miedo

IMPRESIONAN en su resolución, en su brutalidad, en su vitalidad, en su sanguinaria desvergüenza. El exhibicionismo asesino ha impresionado a todos. Incluidos los más curtidos en regiones sin piedad. Habían anunciado hace ya muchos meses en varios idiomas y en campañas muy cuidadas de vídeos en las redes sociales que van a por todas. Que ellos no tienen problemas de imagen. Desprecian y condenan todo lo que no sean ellos. Y lo condenan a muerte y garantizan que ejecutan ellos la sentencia. Y las documentan todas. Algunas con tanto detalle que son difíciles de soportar. La eficacia de sus acciones, la fluidez y diligencia con la que atacan, apresan, celebran, matan y graban todo, revela que han logrado crear una formidable maquinaria de terror bélico. Cuando se acercan al enemigo, éste, aterrorizado, lleva tiempo pensando sólo en la forma de salir vivo de allí. Así sucumben las ciudades como fichas de un dominó que caen antes de ser empujadas por la anterior. De puro miedo. El mensaje no da pie al engaño. Entraremos en tu ciudad y sólo tienes posibilidad de salvar la vida si te pliegas totalmente a nuestros designios. Decapitaremos a los niños, violaremos y desmembraremos a las mujeres y a vosotros os degollaremos uno a uno u os meteremos en una fosa cavada por vosotros y os descerrajaremos un tiro. Sólo podéis salvarlos, quizás, dándonos toda la razón y obediencia. Especulaban algunos cuando ISIS comenzó a ganar el terreno a todos los grupos del frente contra Bashir el Assad, que semejante brutalidad otorgaban una fortaleza añadida al enemigo. Que por saber que no podía esperar clemencia, lucharía hasta el final por ellos, sus familias y sus hijos. Esa cuenta no sale. El terror paralizante no permite siquiera la mínima libertad para motivar y elevar la moral de combate.

De no ser tan terrible la situación, sería hasta gracioso observar la reacción de los gobiernos occidentales. De ver la sorpresa ante estos impertinentes bárbaros que nos interrumpen la siesta. Desde Barack Obama que en El Cairo en 2009 proclamaba solemne que con él habría entendimiento en el mundo árabe. Porque, al fin y al cabo, toda la culpa de lo habido era de su antecesor y él haría lo contrario. Presumían de la rapidez con la que se iba a desentender de la suerte de Irak. Se desentendió de su propia palabra en la crisis de las armas químicas de Siria. Y ahora ahí está, otra vez en guerra en Irak. Y por mucho tiempo si no quiere que le responsabilicen a él de los genocidios que ISIS está dispuesto a cometer y cometerá si no se le para militarmente.

Y los gobiernos europeos, todos pendientes de su opinión pública, dedicada con la peor demagogia a la criminalizacion de Israel como el culpable de la situación en Oriente Medio. Y erigiendo necia e insensatamente al islamismo en heroico defensor del pueblo palestino. Y todos en busca de una forma de evitar riesgos y gastos. Porque todavía hay quien cree que ISIS es un problema de minorías cristianas o sectas musulmanas o, todo lo más, los iraquíes. Cuando amenaza con convertirse en el proyecto de éxito en el mundo islámico sunita mayoritario. Su proyecto es aplastar a todo el que se resista. Enfrente tiene desunión y falta de percepción del riesgo, sus mejores aliados, aparte del miedo. Su bárbara resolución exige sumisión o muerte en el camino al Califato. Sin otra opción. Salta hecho añicos aquí el sempiterno sueño de Occidente de comprar su desercion de los conflictos. Así, la única alternativa asumible es la destrucción del enemigo. Veremos cómo reaccionan nuestros pusilánimes ante una opción tan clásica como temida.

lunes, agosto 11, 2014

OBAMA EL CAUTIVO

Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo, 10.08.14


Barack Obama ha quedado atrapado por los fantasmas de los que ha estado huyendo desde que llegó a la Casa Blanca

Le quedaba ya poco de presidencia y creía poder concentrarse en dejar al menos algún legado nacional de cierta relevancia. Para evitar que su presidencia, que llegó predeterminada a ser histórica, quede como una de las más mediocres que se recuerda. Pero Barack Obama no tiene suerte. Y ya queda claro que ha quedado definitivamente atrapado por los fantasmas de los que huía apresuradamente desde que llegó a la Casa Blanca. La espectacular irrupción del islamismo más brutal, despiadado, fanático y eficaz, es la peor burla, la más inmensa risotada sangrienta a la cara de este presidente que llegó el 4 de junio del 2009 a El Cairo a prometer a todos en el mundo árabe e islámico en general, amigos y enemigos, mucho afecto y comprensión. Y una ruptura total con los métodos de George W. Bush.

Lo cierto es que hace dos días, Obama ha vuelto a la guerra arrastrado. Sin otra opción. Porque ni él podía desentenderse de la terrible orgía de sangre y horror que se produce con los avances del Estado Islámico (ISIS). Este ya ha dinamitado las fronteras de Siria e Irak, se apresta a hacerlo con las del Líbano y su implacable y cándida forma de matar a todo el que resista, lo ha convertido en una formidable fuerza que aterroriza y vence casi ya a distancia al enemigo. Sus degollamientos públicos, sus ejecuciones masivas y su incontenible brutalidad le han conferido ya el prestigio del monstruo omnipotente. Y no solo conquista territorio, sino que lo conserva. Obama vuelve a la guerra de Irak para impedir que el Califato de ISIS se convierta en el único gran vencedor de tres lustros de guerra y convierta toda la región en una bomba. Y ya ha anunciado que estará allí muchos meses. Hasta que le enseñe aquello al sucesor, cabe suponer.

HERMANN TERTSCH: «SER CONSTITUCIONAL EN CATALUÑA ES COSA DE HÉROES»

LIBRES E IGUALES HABLA CON ABC

ENTREVISTA a HERMANN TERTSCH

Por DANIEL RAMÍREZ / GUILLERMO GINÉS
ABC Domingo, 10.08.14

El periodista asegura que España está desapareciendo del debate soberanista por incomparecencia


                                 

Cuando Hermann Tertsch (Madrid, 1958) habla de Cataluña también se refiere a Serbia, a totalitarismo y a nacionalsocialismo. Una vez dijo que en Cataluña «habrá violencia seguro». En sus artículos, este periodista y escritor ha juntado muchas letras en torno al desafío secesionista. Ahora, explica sus previsiones después de haber firmado el manifiesto de «Libres e Iguales».


-¿Por qué firmó el manifiesto?

-Es una iniciativa que estamos esperando desde hace mucho tiempo. Hemos esperado en vano que fueran varios estamentos y que sea una respuesta a una situación de pasividad y de silencio que ha hecho que los nacionalistas estén ganando por incomparecencia, porque España ha desaparecido de gran parte de Cataluña. Desde que se ha anunciado el desafío independentista, España se ha retirado, no ha argumentado y no hay argumentativa española en Cataluña. Allí, para ser constitucional en este momento hace falta ser un héroe.

-¿Está contento con el resultado de «Libres e Iguales»?

-Sí, a mí me gustaría que estuvieran cinco mil personas más porque es intolerable lo que está pasando, pero hay una pasividad general. El presidente del Gobierno dice que como no va a haber referéndum no pasa nada, pero es que no es así. En Cataluña, el que no sea separatista tiene mala vida y eso no puede ser así. La mala vida tiene que ser para el que incumple la ley, que es el gobierno de la Generalitat.

-Más de una vez ha dicho que va a haber violencia en Cataluña.

-Puede haber mucha gente que apueste por la violencia. En nuestro país la violencia sí que lleva a muchos sitios. La violencia en Gamonal gana, en Can Vies gana y ETA gana porque está gobernando. La violencia es rentable en nuestro país y este es el mensaje que hemos dado. Probablemente haya mucha gente que esté pensando en la violencia, por supuesto.

-Después de este manifiesto, ¿cree que habrá una unión más fuerte contra el separatismo?

-Eso espero. Estamos llegando a un punto en el que mucha gente va a tener que tomar decisiones y estas van a ser desagradables. Quizá las decisiones sean más dramáticas según vaya pasando el tiempo. Por supuesto que tendremos enemigos y por supuesto que existe mucha gente que prefiere el cambalache que ahora ha salido con ese manifiesto confederal. Aplacar a alguien que viola la ley cambiando la ley es un absurdo que no lleva a ningún fin. Es regalarle territorios a Hitler.

-¿Qué papel juegan los medios de comunicación en este asunto?

-Allí tenemos un monolitismo total separatista. Pero no solo en Cataluña, todos los medios en España están cuajados de gente que se declara independentista, pero allí no puede entrar nadie que defienda la Constitución. Es una locura. Los medios funcionan allí como los medios de un régimen. El colegio de periodistas es un colegio de lacayos absolutos, todos viven de las subvenciones de la Generalitat, es un asco de régimen. No tiene nada que ver con la libertad de prensa y el periodismo.

EL ENCANALLAMIENTO PATRIO

Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 08.08.14


En ningún país árabe, en ningún país del mundo, se producen estos días agresiones públicas contra Israel y los judíos como en España

UN español se estaba muriendo lejos de casa. Es un anciano que ha enfermado allí lejos porque le han contagiado los enfermos que cuidaba. Lleva casi medio siglo dedicado, lejísimos de su tierra, a ayudar a los más débiles, a los maltratados, marginados, desahuciados. Nunca trabajó para sí mismo, para hacerse una casa, una familia, un patrimonio, una pensión, una seguridad o un cobijo. Siempre ha estado expuesto a los peligros en esos pozos negros en los que solo los débiles viven y a los que él fue por voluntad propia, por vocación de servicio, por convicción religiosa, por amor a la Humanidad. Y ahora ha sido contagiado de un virus hoy por hoy incurable, el conocido como ébola. Han muerto ya algunos de los médicos más volcados en luchar contra este brote que avanza imparable por África. Si se convierte en pandemia, ese virus detectado la primera vez junto al río Ébola en el Congo en 1976 podría ser pronto una inmensa ola de muerte que nada respeta. En la epidemia aquella murieron el 92% de los portadores. Es tan contundente que se ha considerado su potencial como arma biológica. Este cálculo se ha hecho. Maldad inmensa, diabólica, pero con fin.

La maldad que no tiene ese fin es la que ha surgido de parte de la sociedad española cuando se ha sabido que, al igual que EE.UU., España iba a repatriar para tratar en casa a su compatriota infectado del ébola. ¡Qué cosas se han escuchado! La vileza inconcebible. El frente más intenso ha sido el del odio anticatólico que, gracias a Zapatero, es de nuevo seña de identidad de un país agrio y hosco. Que el cura se quede a morir allí con los suyos. Que si cree tanto, que rece a su Dios a ver si lo salva. Que él se lo ha buscado, etc. Pero al odio hay que añadir la cobardía. Esas obscenas ganas, la ilusión de poder huir del problema del ébola abandonando a su suerte al misionero. Desoladora la cantidad y la entidad de las voces que abogaban por desentenderse de nuestro compatriota.

El encanallamiento de la sociedad española avanza desde hace décadas. La educación basura, los medios basura hoy dominantes, la basura de la política, sus secretos y miserias, el permanente mensaje de triunfalismo de la mayor corrupción y del menor escrúpulo y esfuerzo, todo tiene algo que ver con esta miseria moral y falta de piedad cada día más patentes. La ausencia de criterio, la mansedumbre y la cobardía son resultado de todo ello. No hay autoestima, es comprensible que así sea, y el odio, la maldad y la bajeza se desbordan, ya hacia el misionero o hacia los judíos españoles que ayer volvieron a sufrir afrentas ignominiosas. Debe quedar claro que en ningún país árabe, en ningún país del mundo, se producen estos días agresiones públicas contra Israel y los judíos como en España. Sin que nadie del Gobierno les haya hecho frente, como ha sucedido en otros países con menor causa. Si a Cruz y Bardem fue Hollywood el que les enseñó lo que es intolerable en el mundo civilizado, aquí una jauría en política y medios lleva estos días su agitación judeófoba a cotas de náusea y espanto.

Ahora el Ayuntamiento de Segovia cancela jornadas de cine, dice que «por el holocausto en Gaza». Las dos mil muertes de Gaza, no queridas por nadie, las equipara el Gobierno de esa ciudad con los seis millones de judíos exterminados industrialmente. Esta despreciable manifestación de Segovia, como otras muchas y la propia pasividad gubernamental, parecen volcadas a echar lodo sobre nosotros. Nuestro grado de encanallamiento comienza a ser notorio allende nuestras fronteras.

BÁLSAMO DE HISTORIA

Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 05.08.14


La ignorancia del pasado no es igual en todas partes. Como no lo es la falta de sensibilidad hacia la historia

FUE una magnífica ceremonia. En forma y contenido. Sobria y emotiva. Culta y política. Profunda y medida. Cuajada de sus discursos y en su desarrollo de honradez, convicción y buena fe. El acto solemne de Lieja reunió a una veintena de jefes de Estado y de Gobierno para conmemorar el comienzo de las operaciones militares de la Primera Guerra Mundial. Cien años después, aliados y enemigos se reunían para honrar a los muertos, evocar los trágicos errores y exponer las lecciones de la historia. Muchos de los actos conmemorativos de nuestras peores catástrofes son momentos ejemplares de la escuela de convivencia. Bálsamo de historia para males actuales. Reconforta además en estos tiempos ver a líderes políticos en el ejercicio de un papel de incontestada dignidad. Ayer fue el caso. Enemigos de antaño desgranaron juntos el mensaje de aquel terremoto de la humanidad que, en cuatro años de guerra y con muchos millones de muertos, enterró a la civilización que lo había provocado. Y dio vida a nuevas formas de pensar, sentir, crear, mandar y matar. Enterró el viejo orden, autoridades, tradición y jerarquías y engendró nuevas ideas que habrían de prolongar la devastación durante muchas décadas más, alguna de ellas hasta prácticamente nuestros días. Estas ceremonias deberían ser material obligado, como instrumentos que confieren cohesión en la memoria, en todas las escuelas de esta Europa. En una unión en la que casi lo único que hoy es común a todos procede de América.

Desde los encuentros de Kohl y Mitterrand o de Gorbachov con Reagan hasta un Willy Brandt arrodillado en el gueto de Varsovia… son muchos ya, a lo largo de sesenta años de construcción pacífica de Europa, los hitos en la reflexión, la memoria y la reconciliación entre enemigos en el continente del pasado más violento del planeta. La cultura del luto, del recuerdo a las víctimas, el memorial a la culpa propia, el perdón a la ajena y el sufrimiento común, es la forma más eficaz de educar en la paz y de prevenir en el odio. Será más necesaria aún para estas generaciones cada vez más alejadas del testimonio vivo de las tragedias europeas. La ignorancia del pasado no es igual en todas partes. Como no lo es la falta de sensibilidad hacia la historia. Así, fueron muchas las televisiones públicas en Lieja, pero no TVE, pese a la presencia de S. M. el Rey. Cierto que no participamos en aquella guerra. Pero la importancia de la pedagogía política de estos actos no depende de eso. En el respeto mutuo entre contendientes y también la empatía por el antiguo enemigo había dado España lecciones al mundo en la Transición. Después ha destruido gran parte de ese orgullo con el delirio revanchista en la pasada década. Es otra lección de la fragilidad de la convivencia incluso en una sola nación.

Todos debemos ser conscientes del éxito incuestionable de esta paz sin precedentes en Europa desde 1945. Aunque hasta 1989, por la dictadura soviética en el este, solo parte de ella fuera libre. Como debemos ser conscientes de la posibilidad de perder esta inmensa fortuna que es Europa, una comunidad multinacional que ha logrado ser próspera, compasiva, solidaria, unida y libre como ninguna otra jamás antes ni ahora. Como sonámbulos fueron los emperadores, políticos y militares en 1914 a una guerra que jamás hubieran imaginado. Enloquecidas fueron las ideologías criminales 25 años después a despedazarse sobre los cadáveres de las democracias. Y la Europa actual, frágil y débil no es inmune al delirio ni a la autodestrucción. Evocar las amenazas y las tragedias es la mejor forma de reafirmar convicción y voluntad de defender nuestro sistema libre de sociedad abierta de sus muchos enemigos.

SE IMPONE LA LÓGICA DE LA GUERRA

Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 02.08.14


Los palestinos de Cisjordania no quieren arriesgar por Hamás su relativa estabilidad y prosperidad

La tregua de tres días que habían anunciado John Kerry y Ban Ki Moon en la noche del jueves no duró el viernes por la mañana ni dos horas. Y tras su muy violento colapso, la situación era más grave que antes de anunciarse. No se habían cumplido noventa minutos cuando había ya dos israelíes muertos en el sur de Gaza por un suicida salido de un túnel y la respuesta israelí que se habría de llevar cuarenta vidas palestinas.

Además se hizo público el secuestro de un suboficial israelí que añade potencial explosivo a la situación. Una vez más quedó en evidencia que hay iniciativas muy bien intencionadas que, además de ineficaces o inútiles sobre el terreno, a la postre son dañinas para mediadores desautorizados, en este caso el departamento de Estado norteamericano y la secretaría general de las Naciones Unidas, y para la población en general, cuya frustración se dispara.

La cifra de muertos aumentaba ayer rápidamente y los violentos combates que se reportaban desde el sur alrededor de Rafah auguraban más. Unos 3.000 miembros de las mejores unidades de combate de Hamás estarían hostigando permanentemente a las fuerzas israelíes dedicadas a la búsqueda de los túneles y depósitos de armas. Las bajas militares israelíes, que ya superan los sesenta muertos, son consideradas por Hamás un éxito. Como también lo es la guerra propagandística con la que se quiere movilizar a toda costa a unos países árabes que no solo dejaron de ayudar a Hamás, sino que se han mostrado muy fríos en las pasadas semanas.

Hay más movilización a favor de Hamás en las capitales occidentales que en el mundo árabe y más allá en el musulmán. Ayer se produjo en Ammán una de las escasas manifestaciones contra la operación militar. Y también en la propia Cisjordania, donde, tras las oraciones del viernes, miles de jóvenes salieron a la calle a denunciar a Israel y a Egipto, no se percibe intención de sumarse a un levantamiento.

Las diferencias entre Cisjordania y Gaza son cada vez mayores, y los amplios sectores que han logrado relativa estabilidad y prosperidad bajo la Autoridad Nacional Palestina no parecen dispuestos a arriesgarlos por apoyar a la organización terrorista Hamás, que mató en su día a centenares y ha perseguido siempre a los miembros de Al Fatah en Gaza. Quienes ayer en Ramalah pedían una nueva Intifada no parecen por ello tener de momento muchas posibilidades de imponerse.

Con el fin de la tregua se produjo una rápida escalada de la tensión también porque se multiplican los rumores sobre un salto cualitativo en la operación israelí. Paul Hirschon, portavoz del Gobierno de Israel, negó que haya preparativos para una reocupación de Gaza. Una reocupación que sería el último recurso para un Gobierno y un Ejército que son conscientes de que sería una larguísima operación de años, con inmenso coste en vidas y también dinero.

Israel abandonó voluntariamente Gaza hace nueve años desmantelando asentamientos y hasta el último vestigio de su presencia como los cementerios. Que muchos hoy den la razón a quienes entonces se oponían a aquella retirada auspiciada por Ariel Sharón se debe a la transformación de Gaza en una inmensa base militar de Hamás. Pero ocuparlo permanentemente sería una pesadilla. Lo que sí parece claro es que con el aumento de los costes de esta guerra crece la presión para que esta operación no acabe sin haber quebrado a Hamás en sus infraestructuras y armamento para muchos años.

EE.UU. Y LA ONU FUERZAN UNA TREGUA DE 72 HORAS EN GAZA

Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 01.08.14


Israel pretende proseguir la guerra hasta destruir los túneles de Hamás

La presión internacional logró anoche que Israel y Hamás acordaran un alto el fuego humanitario de 72 horas que se debe hacer efectivo hoy a partir de las ocho de la mañana, hora local. Estados Unidos y la ONU hicieron público anoche un comunicado conjunto en el que aseguran haber recibido «garantías» de las partes en conflicto. En la nota se afirma que el alto el fuego será «incondicional y humanitario». «Este alto el fuego es fundamental para dar a civiles inocentes un respiro muy necesario de la violencia. Durante este periodo, la población civil de Gaza recibirá ayuda humanitaria de urgencia, y la oportunidad de llevar a cabo funciones vitales como enterrar a los muertos, cuidar a los heridos y reponer suministros de alimentos».

Pero habrá más víctimas y habrá más guerra porque ninguna de las partes considera que ha conseguido objetivos imprescindibles. Y los intentos de Hamás, con ayuda ahora muy manifiesta de la organización para refugiados palestinos de las Naciones Unidas (Unrwa) de exigir que todo alto el fuego vaya acompañado de un levantamiento de las restricciones fronterizas a Gaza, hacen poco imaginable un mínimo acuerdo para que callen las armas. Lo que en Gaza llaman «bloqueo» se impuso cuando quedó comprobado que Hamás había tomado el poder y había convertido Gaza en una inmensa base terrorista. Eso es más cierto hoy que nunca. Luego son nulas las posibilidades de que Israel acepte esas condiciones salvo que Hamás se avenga a la desmilitarización de Gaza, que no supone otra cosa que su desarme. Como raya en lo absurdo pensar que se vaya a producir este desarme de Hamás de forma voluntaria, debiera asumirse que estamos en una guerra cuyo final no es previsible.

Alarma en Israel

Hamás pone en el centro de sus exigencias el «desbloqueo» e Israel responde que lo habrá cuando Gaza se haya desmilitarizado. Cuando Gaza deje de ser una base militar terrorista en la que toda prioridad está en acumular armas e infraestructuras para matar israelíes. Cuando hasta los materiales de doble uso como el cemento no se dedican a construir viviendas, sino a los túneles para cazar israelíes.


El Gobierno de Benjamin Netanyahu ha dejado ya muy claro que está decidido a acabar con los túneles, una amenaza que ha alarmado como nada desde hace mucho a la sociedad israelí. Son los túneles de incursión que, en número, calidad y sofisticación insospechados, han sido descubiertos según avanzaba la campaña terrestre. Mientras la amenaza de los cohetes, con ser insufrible, tiene enfrente el eficaz sistema antimisiles Cúpula de Hierro, los túneles generan pánico en la imaginación colectiva de la sociedad israelí. Que vive como una pesadilla la imagen de terroristas que surgen de la tierra en las cercanías de pueblos, ciudades o kibutzes. En Israel ya son muchos los que plantean que el Ejército ha de quedarse en Gaza el tiempo que haga falta para imponer esta desmilitarización, es decir el desmantelamiento general de las infraestructuras de Hamás. Esto, sugieren oficiales del Estado mayor y expertos de los servicios de información podría llevar muchos meses cuando no años. Y suponer una reocupación de facto de Gaza. Es una perspectiva que causa espanto a Gobierno y Ejército israelí. Y el hecho de que se esté ya valorando revela la muy diferente calidad que ya ha adquirido esta campaña respecto a las anteriores de 2008 y 2012. Ayer se anunció la movilización de otros 16.000 reservistas israelíes.

LENTO DESPERTAR ANTE EL PELIGRO

Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 01.08.14


El zar del siglo XXI goza aún del apoyo de una población alimentada con propaganda y desinformación

PARECE que fue ayer aquella solemne e histórica ceremonia imperial en la gran sala de San Andrés del Kremlin en la que Vladímir Putin gozó probablemente del momento estelar de su gloria. Allí proclamó el retorno a la madre patria de la tierra de Crimea, que en las semanas anteriores había mandado invadir, arrebatar a Ucrania, dentro de cuyas reconocidas fronteras estaba, y anexionarla a la Federación Rusa. Allí anunció el presidente a los rusos que ante ellos se abría una nueva era de orgullo, grandeza y fuerza que harían olvidar las humillaciones llegadas con el hundimiento de la URSS. Les reveló que frente a la decadencia occidental surgía como bastión de la civilización cristiana la Tercera Roma, que era el corazón de la nueva Rusia, Moscú, y en su centro aquella fortaleza del Kremlin, donde se unían tradición, fe y voluntad. Proclamó al mundo que la patria rusa protegería a todos los miembros de la gran nación rusa allá donde estuvieran y sin pedir permiso a nadie. Dejaba así claro que se reservaba el derecho de intervención también militar en cualquier país de la vecindad con población rusa como estaba haciendo en Ucrania. Esto sucedía en marzo, la popularidad de Vladímir Putin en Rusia rayaba el 90% de aprobación, que era puro entusiasmo, y el mundo asistía asustado y estupefacto al éxito de esta política, mezcla de matonismo y osadía, que sin ningún escrúpulo había logrado sus objetivos en semanas.

Cuatro meses después la situación es bien distinta. De aquella ceremonia del más suntuoso oropel zarista nos separan hoy apenas 120 días, pero muchos cientos de muertos en una guerra no declarada entre Ucrania y Rusia. De aquel Putin pletórico en el triunfo nos separan además, y sobre todo los 298 pasajeros muertos del vuelo MH17. Los que cayeron desde 11.000 metros de altura, derribados por un misil llevado por el Ejército de Putin a esa región ucraniana para derribar aviones del Ejército de Kiev. Después llegaron el saqueo del equipaje de las víctimas y la obstrucción a las brigadas de rescate, que hizo que muchos cadáveres se pudrieran en el campo y algunos se los comieran y despedazaran perros y alimañas. Aún hoy faltan decenas de cuerpos. Aquella inconcebible falta de piedad de unos responsables que, todo el mundo ya lo sabe, dependen del Ejército de Putin.

Hoy el zar del siglo XXI goza aún del apoyo de una población alimentada con propaganda y desinformación casi más delirante e inverosímil que la de épocas comunistas. Pero las élites rusas ya están muy preocupadas. Y hablan de la obcecación en el error de un caudillo con el que los magnates hicieron un sólido pacto que les ha permitido a todos enriquecerse en un país en calma. Ahora peligra. Porque en dos semanas la avalancha de decisiones tomadas en Bruselas y en Washington ha cambiado drásticamente el panorama. Las sanciones económicas que comenzaron a tomarse tras la anexión de Crimea fueron objeto de burla tanto en Moscú como en Occidente. La división entre los europeos por sus diferentes intereses en las relaciones con Moscú hacía pensar que nada serio sucedería. Craso error. Las sanciones ahora mismo son ya muy serias, muchas en el sector financiero, el más sensible para Rusia. Y se ha producido un cambio profundo en la percepción de Putin, que ya no es visto como un socio algo autoritario, sino como la amenaza para la paz y la seguridad en Europa que es en realidad. Crece la conciencia de que hay que pararle los pies. Gobiernos y prensa occidental coinciden. Urgen medidas coercitivas eficaces, aun a costa de sacrificios. Lentamente, Europa parece despertar ante el peligro.