REVANCHISMO FRENTE A INANIDAD
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 29.12.15
Poca esperanza se ve de restaurar un consenso básico
antitotalitario y constitucional
TIENE mucha razón Pedro Sánchez cuándo recuerda a los
barones del PSOE que ellos no tuvieron ningún escrúpulo en negociar y pactar
con Podemos. Para alcanzar el poder o para entregárselo a ellos a cambio de muy
cuestionables prebendas o incluso humillaciones. Por lo que ahora él pone en
duda la autoridad política y moral de los jefes regionales del partido para
torpedear sus propios intentos de hacer lo mismo para lograr la mayoría que le
lleve a presidir el Gobierno de España. Para Sánchez es la única oportunidad de
ser alguien. Si consigue componer una mayoría parlamentaria para gobernar,
logra el milagro de su propia relevancia por algún tiempo. Es probable que poco
antes de ser fagocitado su partido por la ultraizquierda y él enviado a su
casa, probablemente con deshonor. Pero es que, si no consigue la mayoría,
desaparece en semanas o meses y en un par de años nadie recordará quién era.
Sánchez quiere pactar con quien sea, como sea. Era imprevisible que, 25 años
después de la caída del muro, tuviéramos a España a punto de tener en el
gobierno a una organización comunista lanzada y financiada por caudillos
latinoamericanos y sórdidos movimientos antioccidentales. Es un absurdo y un
anacronismo. Porque llega cuando son evidentes sus nuevos trágicos y
sangrientos fracasos y crímenes en países en los que se ha vuelto a ensayar su
aventura criminal.
Y ahora toca a España otra vez el intentar lo que siempre ha
acabado igual. Han sabido utilizar la profunda crisis económica y una
corrupción generalizada que se ha sabido atribuir solo al PP, con mucha ayuda
de éste, quede claro. Pero ante todo se han beneficiado del desarme general de
una cultura democrática europea que en España tiene su eslabón más débil. La
siempre frágil cultura democrática en España recibió su golpe más terrible de
un presidente de Gobierno que llegó al poder, no por libre y pacífica elección
ni por casualidad, sino por medio del terror. Entonces quedaron rotos consenso
constitucional y reconciliación nacional. Se reactivó como arma política el
odio fratricida de la Guerra Civil y la manipulación de la memoria. Nada le
salió a Zapatero tan bien como la destrucción del tejido de afectos y lealtades
que había hecho posible la transición. La criminalización de la derecha que
lleva implícito el mensaje de la revancha es hoy factor capital y decisivo.
Solo hay que cuestionar si estamos al borde del abismo o caemos ya,
irremediablemente, hacia el enfrentamiento civil. Poca esperanza se ve de
restaurar un consenso básico antitotalitario y constitucional.
Los diques de la legalidad se han roto hace tiempo. Solo hay
que ver cómo un grupúsculo fanático como la CUP tiene en vilo al país con
esperpénticos debates sobre si colabora con Artur Mas para destruir España o
espera un poco para hacerlo sola. El horror a pactar con esa derecha
criminalizada explica por qué Albert Rivera también tuvo miedo de una apuesta
de gobierno y se desinfló. Y también por qué el PSOE pagaría tan cara la
solución decente de una coalición constitucional como la indecente de aliarse
con los niños de Maduro. El panorama estaría incompleto sin la profunda
inanidad dolosa, el desprecio a la realidad y a la gente, y la miopía política
de una dirección del PP que ha preferido llevar al partido y al país hasta este
extremo por negarse a su renovación y a la batalla política real. Bajo el peso
de la culpa real y la búsqueda de complacencias, su dirección no ha tenido ni
fuerza ni valor para defender a España de una amenaza que ahora pende como una
maldición histórica sobre nosotros. Unas elecciones darían oportunidad a la
total enmienda.
DE LA PARIDA A LA GUERRA IDEOLÓGICA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 25.12.15
Convirtiendo la Cabalgata en un sucedáneo de Carnaval se
quiere matar identidad
NO estuvo fina la
jefa de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid al bromear sobre la «ocurrencia»
de Podemos, Ahora Madrid y demás marcas asociadas, de organizar en ciertos
distritos unas Cabalgatas de Reyes Magos con la participación de «reinas magas»
este año. Y con mágicas reinonas el próximo, no lo duden. Esperanza Aguirre
dijo que le «gusta la paridad pero no las paridas». Ingenioso pero
desafortunado juego de palabras. Porque se trata de algo mucho más grave. Se
trata de convertir el acto de tradición religiosa en una bufonada. Y tiene la
misma intención que tenían las profanaciones de tumbas en los conventos
madrileños ya en 1931, la mofa y la ridiculización de las creencias e ideas de
los sectores sociales a destruir. Después se pusieron las cosas peor.
Esto ahora acaba de
empezar. Las faltas de respeto van a llover. También cosas peores. Llueven
desde hace tiempo y se aceptan y toleran como una fatalidad más de las manías
inevitables de una izquierda que necesita reafirmarse en lo mucho que desprecia
y odia al discrepante y las ideas, creencias y tradiciones ajenas. Convirtiendo
la Cabalgata en un sucedáneo de Gay Parade, Carnaval o Halloween se quiere
matar identidad. Como con el veto al recuerdo de todos los escritores no
marxistas del siglo XX, como con la toponimia que pretende que el español jamás
estuvo presente en regiones como la vasca y la catalana. Y la transformación de
lugares históricos, la «memoria histórica» y la cultura religiosa. Se trata de
borrar pasado para inventarlo. Se quiere que las nuevas generaciones no
conozcan nada que ponga en peligro el relato leninista de la historia, la larga
retahíla de mentiras en consignas que forman la «Weltanschauung» que la
izquierda quiere imponer sin rival, contraste ni alternativa. Jamás se habrían
convertido en semejante amenaza sin la campaña mediática en favor del proyecto
extremista totalitario de Podemos. Que fue liderada por la cadena que, mientras
otras se hundían, era salvada de la quiebra gracias a las afinidades electivas
de la vicepresidenta del Gobierno del PP en el siniestro y voraz sanedrín de
ese grupo. El resultado de todo ello es que España se halla ahora en una
situación de peligro extremo para su estabilidad, seguridad y convivencia. Y se
debe en gran medida a que los enemigos del Estado han contado con un apoyo
televisivo para su lanzamiento y lucha política como en Europa solo ha gozado
Silvio Berlusconi.
Este triunfó gracias
a unas televisiones que eran de su propiedad. En España lo ha hecho Podemos con
medios que puso a su disposición el Gobierno del PP. El inmenso daño está hecho
y el proceso golpista de extrema izquierda y separatismo entra ahora en fase
intensa de guerra ideológica. Y que solo puede concluir de dos formas. Una es
que la izquierda rupturista y revanchista, que hoy es la izquierda mayoritaria
en España, entierre la Constitución de 1978 en un proceso constituyente
controlado por ellos, que dejará prácticamente fuera de la ley a todas las
fuerzas consideradas «no progresistas». Ya veremos después adónde nos lleva la
incompatibilidad absoluta de la política nacional con una Unión Europea cada vez
más inestable e incapaz de lidiar con todos los focos internos de conflicto. La
otra es que esa ofensiva golpista sea derrotada por fuerzas democráticas que,
en una reacción de unidad improbable, sofocan esa ruptura hacia el proceso
constituyente de corte chavista. El PSOE tiene el corazón partido. Le gustaría
estar, como siempre, en ambas aventuras, en la legalidad institucional y en el
frenesí revolucionario. En los salones de gobierno y en las brigadas del
amanecer. No se puede. Pero Pedro Sánchez, el hombre de la autoestima
dislocada, lo va a intentar.
JOE RÍGOLI, EL REBAÑO Y LA JAURÍA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 22.12.15
El proyecto izquierdista y disgregador de Zapatero ha
logrado convertirse en catalizador de todas las vocaciones cainitas
JOE Rígoli fue un
actor que entretuvo con mucho éxito a los españoles en los años setenta con una
coletilla que alcanzó inmensa popularidad en aquellos años de grandes
audiencias de la TVE única. Era su celebérrimo «Yo sigo» que pronunciaba sin
cesar su personaje Felipito Takatún. Rigoli murió a principios de este año en
Mar del Plata, a 10.000 kilómetros de la España de sus grandes éxitos
televisivos. Ayer resonó otra vez el «Yo sigo» y algunos volvimos a la niñez y
vimos ante nosotros a Felipito Takatún, inasequible al desaliento y a
sugerencias, consejos, deseos ajenos y adversidades propias. Porque, en un acto
de reafirmación personal y con manifiesta satisfacción, el presidente Mariano
Rajoy proclamó ayer que se presentará en el próximo Congreso del PP para seguir
en la jefatura del partido. Lo hizo ante la prensa en la sede de Genova 13
después de una reunión de la ejecutiva de su partido que no le pidió en coro la
dimisión irrevocable. Ni siquiera le exigió que una vez concluya sus intentos
de hacer gobierno, convoque un congreso para irse a su casa de una forma digna.
Tan solo su antecesor, José María Aznar le pidió ayer un «congreso abierto»
para que se vaya, sin decírselo muy alto y muy claro él, que fue el que lo
eligió. No, los dirigentes del PP no le pidieron a Rajoy que asuma la
responsabilidad de este proceso de destrucción sin igual del partido del
centroderecha español. Ni de lo que es mucho más grave, del deterioro general
de la seguridad y estabilidad nacional por el aumento, reforzamiento y
multiplicación de las amenazas de los enemigos del Estado y la Constitución. Al
contrario, volvió a quedar claro que los órganos del partido de Mariano Rajoy
solo sirven para ratificar opiniones de Mariano Rajoy y asumir la
responsabilidad de los errores, los fiascos y los fracasos de Mariano Rajoy, su
vicepresidenta y su grupo de amigos y ministros de mesa camilla.
Los fracasos son inmensos, se han acumulado en la
legislatura y su balance final más dramático está en la brutal intensificación
de la oleada ideológica del revanchismo izquierdista y separatista en España y
su implantación en el poder institucional en todo el territorio nacional y
ahora también, por lógica, en el Parlamento. El proyecto izquierdista y
disgregador de Zapatero ha logrado convertirse en catalizador de todas las
vocaciones cainitas y tentaciones totalitarias nuevas y viejas en España. Hasta
la situación grotesca actual en la que iniciativas totalitarias dirigidas por
gentes adiestradas y financiadas en dictaduras americanas ponen en jaque al
sistema y quieren convertir España en cien taifas leninistas. Y el gobierno de
Rajoy, con su soberbia, desidia e indolencia les ha dejado el campo libre, los
medios dispuestos y la impunidad total para crecer, expandirse y ahora tener un
inmenso poder intimidatorio sobre toda la sociedad. El PP se ha quedado sin
poder después de tenerlo todo y no usarlo más que para intrigas particulares y
agendas propias. Y cosecha un resultado demoledor que no le va a permitir
gobernar España en condiciones normales. Ahora pretende que algún
prestidigitador se saque de la manga una fórmula para cumplir sus pretensiones
de seguir gobernando como si nada hubiera pasado. Lo cierto es que sin un
rearme de los demócratas defensores de la Constitución, las mareas totalitarias
convertirán pronto a España en un país inhabitable. Tienen que ser otros
quienes emprendan la reconstrucción del Partido Popular y con él esa gran
alianza del consenso democrático contra los totalitarios. No serán Rajoy y su
particular rebaño quienes salven a la democracia de la jauría.
SERENO Y TRAMPOSO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 19.12.15
Dice Obama que Al Assad tendrá que irse, pero lo cierto es
que hoy en Siria están los rusos para defenderle y no están los americanos
para echarle
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, no está
aun jubilado. Pero comienza a parecerlo. Un poco más de un año le queda en la
Casa Blanca y poco le queda ya significativo por hacer.
Su penúltimo balance del año, que hizo ayer, revelaba la
serenidad del presidente ya resignado y más consciente que nunca de la
limitación de sus poderes. Eso no quiere decir que el buen orador tan eficaz en
la venta de humo renuncie a convencer a su audiencia de que casi todo le ha
salido razonablemente bien y que lo que obviamente ha salido rematadamente mal,
no podía salir de otra manera.
Sereno y cautamente tramposo. Ayer el Congreso había logrado
un acuerdo presupuestario para dotar de fondos al Gobierno Federal durante el
año fiscal 2016 por una suma 1,15 billones de dólares para los próximos 10
meses. El acuerdo permitió a Barack Obama ser conciliador con sus adversarios
en las dos cámaras que lo convierten en un pato aun más cojo de lo que son los
presidentes al final de su mandato.
El presidente Obama habló mucho de las cuestiones que más le
gustan y mucho de las que menos le gustan pero en las que más necesita ocultar
sus fracasos. Entre las favoritas está sin duda el Acuerdo de París sobre
calentamiento global y las posibilidades de futuro que abre esta acción común
internacional sin precedentes en la senda hacia la despedida de los
combustibles fósiles.
Y entre lo que más le angustia porque sabe que le hacen
responsable de gran parte de la terrible gravedad de la tragedia está Siria.
Dice Obama que el presidente Assad se tendrá que ir pero lo cierto es que hoy
en Siria están los rusos para defenderle y no están los americanos para
echarle. Con el Estado Islámico pasa mucho de lo mismo. En general el balance
en el panorama internacional es desolador. Le queda a Obama un discurso más de
fin de año. Difícil que para entonces mejore.
EL EXTREMISMO DE LA VERDAD
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 18.12.15
Otra vez resuena rotunda la orden de la omnipresente
izquierda mediática de que «no pasa nada»
AL final serán muy
poquitos otra vez los que defiendan en España la verdad evidente. Y otra vez
serán ellos los tachados de extremistas. No los que hacen permanente apología
de la agresión. Los que han adoctrinado ya camadas enteras de jóvenes
violentos. No los que aplauden desde ayuntamientos de Madrid y Barcelona a
delincuentes agresores condenados como Alfon, héroe antifascista para Pablo
Iglesias. Ni los que expresan admiración por los etarras condenados o fugados.
Ni los que, con pingües beneficios, han asesorado a regímenes criminales en la
agresión contra sus pueblos en América. Ni quienes llenaban las redes sociales
con mensajes que exigían la muerte o la tortura de políticos del PP y hoy
tienen cargos públicos. No. Los extremistas serán los que se atrevan a recordar
y denunciar lo que ha sucedido en España estos años con la banalización y
aceptación de la violencia por gran parte de la izquierda. Los que denuncien a
quienes llaman a acosar parlamentos, a vapulear a policías y a «escrachear»
hasta a sus domicilios a políticos y ciudadanos. Serán tachados de extremistas
quienes se atrevan a recordar que, desde el sábado 13 de marzo de 2004, en la
izquierda se ha celebrado y considerado una y otra vez como un arma legítima el
asedio a las sedes del Partido Popular. Un arma utilizada con rotundo éxito en
aquella aventura golpista. Allí estaban gentes como Pablo Iglesias, Juan Carlos
Monedero, Iñaki Gabilondo y Antonio Ferreras y tantos otros fontaneros que
ahora caminan juntos otra vez en una nueva operación de intimidación de media
España. No serán tachados de extremistas quienes han convertido cadenas de
televisión nacionales, de un duopolio que existe gracias al PP, en permanentes
altavoces de un mensaje que criminaliza, deshumaniza y ridiculiza a todos los
españoles que defiendan posiciones que no sean de izquierdas. De un mensaje que
pretende despojar de derechos a esa media España que no piensa como ellos con
el pretexto de que son los herederos del franquismo. Que defiende que todo mal
que suceda a esos «fascistas» es mera justicia histórica. Que proclama la hora
de la revancha guerracivilista de Zapatero, clave del retorno de España a la
total anomalía política y cultural en Europa.
Otra vez resuena rotunda la orden de la omnipresente
izquierda mediática de que «no pasa nada», porque un niño le pegue un manotazo
al presidente. El eco de los demás, con la gran comunidad pastueña de la
derecha a la cabeza, se conoce: «A la orden». «Dejémonos de líos». Con prisa y
obsequiosidad ha negado la verdad el propio agredido. Tenía la oportunidad y
obligación de advertir sobre el peligro de la trivialización permanente de la
violencia que hace la izquierda extrema de Podemos y que acepta la izquierda
menos extrema del PSOE. Tenía que haber denunciado al agresor en los
tribunales, en ejemplo de actitud cívica. Para combatir una impunidad que fomenta
la violencia y nos pone a todos en peligro. Pues no. Rajoy niega lo evidente
para agradar al enemigo. A quienes quieren destruir, no ya a él personalmente,
sino a lo que representa o representó. Ha dicho que la agresión no es política.
Y que es anécdota. Le aplauden los políticos y las televisiones que adoctrinan
a los jóvenes para que piensen precisamente como el chico que le asestó el
puñetazo. La verdad es extremista y solo crispa. Aplaude la izquierda a Rajoy a
tres días de las elecciones. La que más, la extrema. Mientras se ríe de lo
«poco político» que es el niñito monstruoso gallego. Que en realidad es el
prototipo del modelo de joven extremista y militante en el odio que crían desde
hace tres lustros como soldadesca para su guerra contra la democracia.
W. H. AUDEN, DEL AMOR Y EL SENTIMIENTO
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Martes, 15.12.15
El
mejor siempre en personificar los mecanismos perversos del totalitarismo que se
cierne sobre España es Monedero
CONCLUÍA
ayer Gabriel Albiac su espléndida columna con un recuerdo a W. H. Auden, que
era mucho más que un poeta o literato, era un «enfermero del mundo» en
palabras de otro poeta, admirador y amigo que fue el ruso Joseph Brodsky. Pocos
saben ya en España quién es W. H. Auden, aunque escribiera uno de los poemarios
capitales en defensa del Frente Popular. George Orwell, otro voluntario, fue
herido de bala en el cuello precisamente el día que aparecía el primer ejemplar
de «Spain» en Londres. Años después diría Orwell que aquella pieza de agitación
era «de lo poco decente» escrito sobre la guerra civil española.
Aunque murió a los 66 años, W. H. Auden vivió lo suficiente
antes de reposar para siempre en su querido refugio austriaco de Kirchstetten
para distanciarse mucho de su juvenil entusiasmo por el Frente Popular. Con la
palabra y la claridad de su luz interior horadó con virtuosismo las realidades
en busca de la verdad, llegó a prodigiosas fórmulas de expresión como finísimas
conclusiones sobre el alma de los hombres y el pulso de los tiempos y las naciones.
Sus poemas, sus aforismos y sus ensayos son una aventura de lucidez y honradez
implacable. Su ascenso hacia su sosegada sabiduría lo llevó cada vez más a la
identificación del amor como piedra angular de la comprensión y el eje de la
vida buena. Frente a las turbias maniobras del sentimiento y su perversa
instrumentalización. El amor y la verdad como el amor a la verdad,
contrapuestos al sentimentalismo y la emoción manipuladas y dirigidas siempre
contra alguien, contra quien protesta, quien denuncia, quien discrepa. En el
sentimentalismo político no hay amor, por mucha bondad que despliegue. Siempre
hay odio a quien no comparte la emoción. De ahí la conclusión que recordaba
Albiac como el peligro permanente de la civilización moderna: la sentimentalización
de la política, el fascismo, el totalitarismo que se adueña de las emociones,
que dice querer convertir la sociedad, «la gente» en una «gran familia» de
iguales. Y vampiriza la necesidad de afectos del ser humano en su soledad en la
era posindustrial. Para convertirlo en un esclavo, que no demanda verdad e
información, unificado y disciplinado en la obediencia a las consignas de la
sentimentalización general de la realidad.
«Chávez es amor», decía Juan Carlos Monedero. «Venceremos
porque nuestro proyecto es amor». «Sonreíd, porque sí se puede». Del «con
nosotros seréis felices» al Ministerio de la Felicidad encargado de liquidar,
exterminar y enterrar todos los restos de infelicidad, de dudas, de
discrepancias y de oposición. «Kraft
durch Freude», «fuerza por la felicidad», decían los organismos sociales del
III Reich. Hitler quería a todos los niños alemanes tanto como Stalin a los
rusos. Y los sentimientos son el instrumento más eficaz de los manipuladores
del totalitarismo para desactivar la razón. Y para generar el miedo que
necesitan para intimidar. El mensaje excluyente es claro. Quien no comparte los
sentimientos en principio bondadosos es un enemigo del pueblo que ha de ser
neutralizado, acallado y eliminado. Mientras no estén en el poder, la liquidación
solo puede ser de forma virtual, con el asesinato civil de los
discrepantes. «Podemos hacer un país
con nuestras manos y hacer del amor nuestro principal motor de la acción
política», dice Rafael Mayoral de Podemos, parafraseando tanto a Chávez como a
Pablo Iglesias. Pero el mejor siempre en personificar los mecanismos perversos
del totalitarismo que se cierne sobre España es Monedero. Ahora nos dice en un
tuit: «Vamos a ganar las elecciones
porque somos pueblo y sentimos como el pueblo. Somos, es nuestro secreto, una
máquina de amor. Gracias, Pablo». W. H. Auden, George Orwell y Joseph Brodsky entenderían bien esta
brutal amenaza.
LOYOLA, LA VALIENTE In memoriam
Por HERMANN TERTSCH
CUADERNOS de pensamiento político
Abril/Junio 2007
Fundación FAES
In
memoriam
LOYOLA,
LA VALIENTE
Loyola vino a verme con una inmensa botella de Moët Chandon
contraviniendo las normas de la Fundación Jiménez Díaz. Venía encantada, recién
llegada quién sabe de dónde como siempre. Era septiembre del 2005 y horas
después de que una feliz biopsia constatara que el pedazo de pulmón que me
habían quitado sólo albergaba alguna siniestra basurilla encapsulada
inofensiva, recuerdo de alguna infección propia de la biografía insana de un
corresponsal fumador en el Este de Europa. Sus inolvidables dedos domeñaron el
alambre, saltó y sonó el corcho y Loyola soltó un brindis teutónico, un
“prosit” en voz alta y clara, con esa sonrisa ancha y aquella mirada limpia que
siempre han sido para mí esos envidiables y emocionantes signos de vitalidad
que Loyola emitía siempre como permanentes gestos de amor a la vida.
La
historia se repetía. Treinta años antes había sido la prima Loyola la primera
en asomarse también a una cama de hopital en Segovia donde yacía yo con una
perforación de estómago de la que salí vivo como siempre con mucha suerte. Allí
estaba la jovencita conductora temeraria con mi madre, Felisa, la hermana mayor
de la suya, muerta ya, muy joven, también de ese cáncer que acecha en la
familia por todas las ramas del árbol.
Allí
estaba ella sonriente, vital, optimista, imbatible. La que desde que éramos muy
pequeños en nuestra casa familiar en Deva y en Urrijate nos sacaba de la cama
para insuflarnos vida y actividad, optimismo y curiosidad, para llevarnos a la
playa también cuando el monte Arno tendía su capota de nubes sobre las laderas
y parecía querer condenar a los niños a no ver el sol. Nos torturaba con la
agitación al baño y la inmersión en una playa de Saturrarán, frente a la casa
del viejo Areilza, en la que la única de la familia que se atrevía a bañarse
con aquellas nubes era ella y todos los que hacían pesca submarina se desviaban
discretamente hacia el bar cuando se enteraban de que Loyola saldría de las
pozas con más lubinas, pulpos y sargos que nadie.
Loyola
era mucha vida y risa. Pero su vocación por sacarnos a los pequeños de la casa
para bucear o nadar sólo era una vertiente más de la vocación que tenía por
hacernos vivir la vida abierta sin miedos, embustes o refugios gratuitos. Lo
hacía en la mar, en el velero y en la pesca y lo hacía en un terreno como el
político donde poca gente tan generosa ha desplegado su fantasía, valor,
pundonor y energía sin el menor temor sobre las consecuencias de sus actos y
palabras por saberse profundamente inmensa en la sinceridad inmediata.
Estaba
fascinada con Manuel Fraga Iribarne, un reformador pero ante todo un político
con vocación de integración y claridad y proyecto de Estado. Aún estaban lejos
unos relativismos culturales y políticos que Loyola detestaba porque los
consideraba la antítesis de la tolerancia y una nueva forma de supersticiones
políticas y del encanallamiento fácil que sólo desarma a las sociedades frente
a los totalitarismos. Loyola detestaba esos determinismos a los que yo entonces
me atenía como izquierdista, porque creía en el ser humano y en su esencia y
abominaba de los experimentos sociales.
Loyola
y yo en los años setenta hablamos mucho de política desde extremos opuestos y
yo hoy sé que ella hablaba desde la convicción limpia y yo desde las tablas de las
ideas que sujetan al yo y no al contrario. Mis amigos y camaradas por entonces
estaban en el Partido Comunista de Euskadi. Mucho nos divertimos y peleamos.
Gracias a Dios ganó ella. Al menos entonces. Pero ambos sabíamos, también los
demás en la familia, que éramos parte de una España que surgía en pluralidad y
que por primera vez consideraba las tragedias de los enemigos de la guerra como
dramas propios y que el luto por los muertos de la familia no era otro que el
necesario por todos los asesinados en una guerra terrible cuyas cicatrices sólo
podían curar con la compasión hacia todos.
Nadie
puede imaginar cuánto tuvimos en común Loyola en sus Nuevas Generaciones de
antaño y yo, el joven arrogante comunista del EPK, ya lector de Semprún, de
Glucksmann, de Solzhenitsin, de Bulgakov y Michnik. Loyola los leyó a todos
también. Y ella más que nadie supo desde su amor a la libertad y su rigor hacia
la verdad, su devoción para con los hechos, ver cuáles son los mimbres tenues y
buenos con los que se teje la convivencia civil en dignidad.
Fue
ministra, comisaria europea, política sabia y dura a un tiempo, fiel seguidora
de esa convicción si no marxista sí enciclopedista, profundamente ilustrada y
liberal de que la mejor política la hacen la aptitud, la competencia, el
estudio y la pasión por la gente, por la vida y por la libertad de todos
nosotros de crearnos una realidad en la que poder ejercer nuestras ansias de
felicidad, nuestro derecho a buscar el amor y la plenitud con la rotundidad que
nuestra identidad como seres humanos, como personas dotadas de alma con
vocación de trascendencia exige. Disfrutaba a raudales con la vida, con la
acción como con el pensamiento que en los últimos años tuvo su quiebro
reflexivo. Esta mujer católica, vasca, española, europea y libre era puro amor
a la vida y se convirtió, sin saberlo ni pretenderlo, en ejemplo, como se vio
cuando murió.
Mucha
mezquindad de quienes temían su honestidad, valentía y brillantez tuvo que
retirarse avergonzada. Y el testimonio de reconocimiento demostró lo faltos que
estamos de personas de la estatura de ella, de Loyola.
Loyola
creía en la política como vocación de servicio. Creía en el ser humano como
fuerza inagotable de riqueza, pensamiento y amor. Y creía en la sociedad como
estructura en la que la política fomenta la felicidad de estos seres humanos
que son en sí mismos el tesoro de la vida inteligente. Ella celebró varias
veces que yo no me muriera y, al final, me hizo ese triste quiebro de irse
antes que yo. Pero sé que ella siempre supo que aquello no era el final y a mí
me tiene cada día más cerca en esta magnífica fuerza.
Loyola,
como todas las otras almas gemelas y amigas que me acompañan en uno u otro
momento del paso por esta vida, son mi guía y mi compañía en una singladura que
yo no creo ni mucho menos tan breve como nuestras vidas aparentan.
EL GOLPE DE MADURO HA COMENZADO
Por HERMANN
TERTSCH
ABC Sábado, 12.12.15
Las explicaciones que dio de su derrota y de la destrucción
de la economía son ridículas
Es cierto que el Ejército venezolano cumplió esta vez con su
deber institucional. Defendió la ley e impidió que Diosdado Cabello utilizara a
las milicias y las bandas de hampones chavistas para dar un golpe de mano y, al
cierre de los colegios electorales el domingo, robar a la oposición su inmensa
victoria. Tan cierto como eso como que tras dos días de conmoción oficialista,
el presidente Nicolás Maduro declaraba la guerra a la nueva Asamblea Nacional y
al pueblo que la eligió. Ha cerrado todas las puertas a un compromiso, por no
hablar de la reconciliación. Y ha comenzado la ejecución de un golpe de Estado
que ya está en marcha, cuyo calendario nadie fuera conoce, quizás tampoco él,
pero que pretende despojar de su poder al Parlamento y anular así el resultado
de las elecciones del 6D. Maduro no responde ya a razones en su huida descerebrada
al abismo. Las explicaciones que dio para su derrota y para la consumada
destrucción de la economía, seguridad, medios de vida y convivencia, son
ridículas.
Pero lo grotesco no oculta lo terrible. La situación general
venezolana en práctica quiebra, sin crédito, con las reservas en caída libre y
colapsado el abastecimiento puede estallar, si no hay un mínimo acuerdo
político para recibir ayuda exterior, en crisis humanitaria. Muchas ratas
abandonan ya el barco con sus miles de millones robados al pueblo venezolano.
Pero las acorraladas que no pueden huir como Maduro y Cabello pueden hacer aun
mucho mal. El socialismo del siglo XXI, este sueño tornado pesadilla dirigido
por Cuba, popularizado por Hugo Chávez y apoyado por tanta izquierda europea,
está a punto de lograr el más difícil todavía, un auténtico milagro del mal:
una explosión de hambre en un país que es un vergel sobre la mayor reserva de
petróleo del mundo. Pero antes puede haber mucha sangre si la comunidad
internacional y el ejército venezolano no impiden los demenciales planes
involucionistas del presidente y lo que cada vez es más una mera camarilla de
hampones.
EN BENEFICIO DEL PEOR
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes,
11.12.15
El único que salió beneficiado en el debate fue el que está
dispuesto a recurrir a la demagogia
El pasado lunes se celebró un debate con cuatro políticos en
televisión que generó ríos de tinta y rellenó horas y horas de todas las
televisiones ávidas de chatarra política para sus interminables espacios de
tertulias y agitación. Llamó mucho la atención a algunos que no fuera Mariano
Rajoy, el presidente del Gobierno, que se excusó con las muchas ocupaciones que
tiene un gobernante, para después reconocer que no tenía nada que hacer a esas
horas. Salvo que hubiera Liga de fútbol. No se lo reprocho. Los cuatro
participantes mostraron un nivel muy escaso de interés, valor de entretenimiento
y originalidad. Aquello fue un latazo.
Y los periodistas implicados, aunque de nivel muy desigual
entre un profesional y una favorecida, también demostraron que la inanidad no
es cosa exclusiva de los políticos, sino mal común de la subcultura del consenso
del pensamiento débil. Las preguntas necesarias sobre reto globalizador,
inmigración, identidad, religión y libertad, igualitarismo y sus consecuencias,
miseria educacional, odio y agitación revanchista, resentimiento y cultura
empresarial, separatismo, totalitarios y sus cómplices, arbitrariedad y leyes
de género, justicia y separación de poderes… todas esas cuestiones no
existieron. Lógico, porque nadie se atreve a discrepar… Y cuando alguien se
atreve, como Ciudadanos al proponer una revisión de la insufrible, arbitraria,
injusta, ineficaz y contraproducente ley de violencia de género, se le echan
todos encima y todos, utilizan los mismos medios y mecanismos torticeros de
acusación y manipulación.
Así, el único que salió beneficiado en el debate fue el que
está dispuesto a recurrir a la demagogia y las consignas más soeces del
resentimiento internacional y la envidia patria, el enemigo de las libertades
que nunca se encuentra enfrentado a defensores de las mismas, Pablo Iglesias.
Lo que resulta más lamentable no es ya que el ultra Iglesias, defensor y en su
día asalariado de un régimen criminal y totalitario, salga bien parado de un
debate con tres representantes de partidos democráticos. Lo peor es que los
tres se avinieran a discutir sin más con quien es parte de un movimiento
internacional enemigo de nuestras libertades y nuestra democracia.
Que ha cobrado y obedecido a un régimen totalitario
extranjero como el venezolano y mantiene una cooperación mediática y
dependencia económica con otro enemigo de la civilización, de los valores
occidentales y constitucionales como es el régimen clerical totalitario de
Irán. Nadie se preguntó allí en voz alta, ni los periodistas ni los miembros de
los otros tres partidos, si un socio de organizaciones que persiguen y matan a
quienes discrepan, merece estar en pie de igualdad en un debate político con
tres partidos democráticos. Nadie le preguntó a Iglesias cuál es su actual
relación con la televisión HispanTV, cuánto dinero recibe, cuánto recibió en su
día de Venezuela y cuáles son sus actuales relaciones y las de sus amigos
Monedero y compañía, con quienes tienen en una mazmorra en aislamiento a
Leopoldo López. Y torturan a estudiantes hasta causarles daños irreversibles en
cárceles subterráneas como la terriblemente célebre de «La tumba».
Nadie le preguntó a Iglesias cuáles fueron las aportaciones
de actuales dirigentes de Podemos a la guerra psicológica e infiltración y
acoso de los estudiantes que son torturados. Nuestros políticos democráticos
parecen todos sujetos al guión de la inanidad forzosa. Quien se sale del mismo
es sometido a un acoso en el que gentes del PP utilizan retórica de Zapatero,
el zapaterismo de puré de Pedro Sánchez se convierte en ultraizquierda y Albert
Rivera no sabe dónde poner las manos no vaya a llamar la atención. Todos
desnortados. Y, como siempre que se pisotean principios y el sentido común y de
justicia, se benefician los peores.
MADURO RECHAZA UNA AMNISTÍA Y DECLARA LA GUERRA A LA OPOSICIÓN
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Caracas
ABC Jueves, 10.12.15
Pide la dimisión de sus ministros y anuncia una
reestructuración del Gobierno
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha dejado claro
que no habrá concesiones al enemigo que, según él, es el Parlamento recién
elegido con la abrumadora mayoría opositora de dos tercios. No hay conciliación
y muchos menos cooperación, pese a los llamamientos en este sentido de gran parte
de los dirigentes de las fuerzas vencedoras de la oposición. El pulso ha
comenzado ya, cuando el chavismo aún no se ha recuperado del trauma del revés
electoral recibido y de la frustración de no haber podido, por la inmensa
diferencia en el resultado y por la oposición del Ejército, aplicar fraudes y
coacciones como en ocasiones anteriores. Maduro anunciaba en la noche del
martes una reestructuración de su Gobierno y nuevas medidas para reactivar el
partido y las fuerzas del chavismo para afrontar la nueva situación. Describió
esta como grave por la victoria en las elecciones de una «ultraderecha» que
representa la «contrarrevolución e intereses extranjeros» y pretende
desmantelar todos los logros históricos del chavismo.
REUTERS
Nicolás Maduro aplaude ayer durante la retransmisión
de su programa televisivo semanal
En su primera comparecencia tras confirmarse que la
abrumadora victoria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) había alcanzado
la cifra mágica de 112 escaños, Maduro no dejó resquicio a la esperanza de un
acuerdo. Y desplegó toda una batería de desafíos a la nueva Asamblea Nacional.
Despreció la demanda de amnistía y libertad para los presos políticos a los que
tachó de «criminales» que habían violado derechos humanos. Y anunció que él
estaría a la cabeza de la lucha también en la calle contra los «intentos
contrarrevolucionarios» de desmantelar el andamiaje legal del chavismo y la
Constitución. Lo cierto es que por la propia Constitución chavista de 1999, la
mayoría lograda por la oposición en la Asamblea le otorga el derecho para todo
tipo de reformas y nombramientos de puestos clave en las instituciones así como
el poder constituyente. Tanto el futuro presidente de la nueva Asamblea
Nacional, Henry Ramos Allup, como Henrique Capriles y otros dirigentes le han
advertido de que no podrá mantener a una gente en la cárcel cuya libertad ha
sido decretada por una amnistía del Parlamento.
Hasta los observadores más pesimistas están sorprendidos por
la agresividad de las intervenciones del jefe del Estado, que lanzó en un acto
en un cuartel las más furiosas invectivas contra una mayoría votada hace tan
solo tres días por casi 8 millones de venezolanos, dos millones amplios más que
el oficialismo. Maduro llegó a decir que el resultado, «producto de la guerra
económica» desatada por los «saboteadores y enemigos de Venezuela» era solo un
estadio transitorio que en nada podía afectar a un Estado chavista que él
defendería con «los patriotas» hasta el final y sin concesiones.
En Caracas hay expectación por ver cuáles serán los cambios
en el Gobierno de Maduro. Todo indica que saldrá del mismo el ministro de
Defensa, Padrino López, al que se atribuye el protagonismo en impedir que el
presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, sacara a las milicias chavistas a
la calle para culminar un golpe que anulara los resultados favorables a la
oposición en la tarde del domingo día 6 cuando iban a cerrar los colegios
electorales. Significativo será ver si entra en el Gabinete y con qué cargo el
propio Cabello, que ayer era elogiado cálidamente por Maduro. Podría ocupar la
cartera de Defensa –él también es general– o incluso la vicepresidencia.
Cabello en la vicepresidencia quitaría mucho atractivo a un proceso revocatorio
contra Maduro porque lo dejaría a él como relevo.
Choque de trenes
Todo indica que la oposición tiene otras prioridades que ese
proceso revocatorio, aunque se acuda a una reforma que puede recortar el
mandato de Maduro en un año, a 2017, sin necesidad del mismo. Ahora son
inminentes varios choques de trenes a la vista de la actitud del presidente.
Uno de ellos es la lucha por el Tribunal Superior de Justicia, hoy un órgano
chavista que debiera ser renovado ya por el nuevo Parlamento. Pues Maduro
anunció ayer 12 nuevos nombramientos en un desafío total a la nueva Asamblea.
Después está el control de los medios. Ya el anuncio por Ramos Allup de que va
a relevar a los jefes de la televisión de la Asamblea, virulentamente chavista,
ha puesto en pie de guerra a todos los medios del régimen. Cabello ha resuelto entregar
esta cadena del Parlamento que aun preside a los trabajadores. La oposición
reacciona con calma, aunque no sin preocupación ante las amenazas y las
anunciadas resistencias a la labor legisladora.
Ayer 56 organizaciones sociales y de defensa de derechos
humanos pidieron al Ejecutivo una «autorrevisión» para superar la crisis del
país. Y exigieron la liberación de todos los presos políticos y el fin de los
estados de excepción y medidas extraordinarias de represión. Al mismo tiempo
observadores y ONG dan la alarma por el gravísimo deterioro del abastecimiento
en amplias zonas del país y señalan que, de no haber pronto acuerdos entre
todos los poderes para estabilizar la situación, podrían darse situaciones de
crisis humana.
UN CHAVISMO EN PELIGRO DE DESINTEGRACIÓN INTENTA MOVILIZAR A SUS HUESTES
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Caracas
ABC Miércoles,
09.12.15
La Mesa de la Unidad Democrática insiste en que las actas
definitivas de las elecciones les conceden una mayoría cualificada de 112
escaños Maduro quiere dirigir personalmente la lucha contra una oposición a la
que tilda de «extrema derecha» y de «siervos
La oposición democrática venezolana ya tiene el poder
absoluto sobre la Asamblea Nacional al alcanzar –podría aun subir alguno más–
los 112 escaños que le dan la mayoría cualificada de dos tercios. Con esa
cifra, ocupará sin duda la presidencia y las dos vicepresidencias. Y con esos
tres cargos y su firma podrá superar constitucionalmente toda maniobra de obstrucción
que pretenda el presidente Nicolás Maduro contra su labor legislativa.
REUTERS

Frente a este poderoso poder legislativo ya se ha
pronunciado quien va a compartir con él una durísima cohabitación de enemigos.
La canciller Delcy Rodríguez dejó ayer claro, por si había dudas, que Nicolás
Maduro es el presidente y lo seguirá siendo. No habrá dimisión por este
terrible fracaso y la derrota humillante en lo que él mismo había convertido en
un plebiscito. Ni cederá ante presiones que se vayan a dar dentro del chavismo
que, tras la conmoción y claramente dividido, busca fórmulas de recuperarse.
Con desesperación, el oficialismo intenta motivar y movilizar a sus huestes
para defender la Constitución chavista, las leyes ideológicas y todo el aparato
del régimen socialista que la nueva mayoría en el Parlamento pretende
desmantelar. Maduro quiere dirigir personalmente la lucha contra «la extrema
derecha», «los siervos del Fondo Monetario Internacional» y «la
contrarrevolución» como califican los medios oficiales a la amplísima mayoría
democrática de la Mesa de Unidad (MUD) surgida de las elecciones del domingo.
Observadores no excluyen nuevos intentos de desestabilización y agresión a la
nueva mayoría de la MUD en las proximas semanas y meses incluso antes de la
constitución del parlamento el 5 de enero.
Consejo Nacional Electoral
La oposición confirmó ya ayer su mayoría cualificada de dos
tercios pese a los continuos retrasos y las dilaciones que se producían aun
ayer en el Consejo Nacional Electoral, cuya nefasta actuación ha sido criticada
por oposición y observadores y defendida por el propio Maduro y el expresidente
español José Luis Rodríguez Zapatero. La presencia de Zapatero en Venezuela ha
sido atacada en términos de crueldad impublicable por medios democráticos
mientras recibía encendidos elogios del aparato del régimen y del propio
presidente y su ministra de exteriores.
Ahora se abre en Venezuela un periodo dramático de
cohabitación entre poderes que poco tiene que ver con las cohabitaciones que se
conocen de Francia y otros países. Porque los poderes legislativo y ejecutivo
coexistirán con la vocación declarada de ambos de destruir al otro. Maduro pretende impedir que la mayoría
democrática, a la que considera una fuerza enemiga y traidora vendida al
imperialismo, pueda ejercer su derecho de modificar todo el andamiaje legal del
régimen socialista. Para Maduro, la mayoría «circunstancial» lograda por la MUD
en las elecciones no le otorga derecho a tocar el marco legal y su
Constitución, al tiempo que sus televisiones oficialistas ya anuncian sin cesar
que todo intento de modificar las leyes de precios o del suelo o del empleo
tendrán una respuesta contundente desde la calle. Y no solo desde la calle cabe
suponer. Los colectivos chavistas, temidas milicias en gran parte integradas
por hampones al servicio del régimen, han jurado defender incondicionalmente
«las sagradas conquistas de nuestro líder y padre redentor Hugo Chávez Frías».
La mayoría de la MUD no se muestra muy impresionada por unas
amenazas que han sido habituales antes de las elecciones y que los colectivos
no han podido ejecutar porque una fuerza superior, las Fuerzas Armadas, se lo
han impedido. Ayer, la cúpula de la MUD que está en libertad compareció para
reafirmar su victoria por dos tercios de la cámara pese a los retrasos. Y
exigió la inmediata liberación de los presos políticos. Fuentes en Caracas
aseguran que, paralelamente a la intervención del ministro y general Padrino
López que impidió que Diosdado Cabello sacara a las milicias a imponer por la
fuerza un fraude masivo en los colegios, ha estado presente en la cúpula de las
Fuerzas Armadas otro grupo de generales muy descontentos con el deterioro
vertiginoso de las condiciones de vidas de los venezolanos en los últimos años.
Sería una facción convencida de la necesidad de impedir toda recuperación del
chavismo en los próximos meses y años. No solo partidario puntual, por tanto,
de impedir los fraudes del oficialismo en estas elecciones como parece ser el
caso de Padrino López, muy implicado en todo el proceso de ideologización plena
acometida por el régimen dentro de las Fuerzas Armadas. La oposición vivirá más
tranquila con un Ejército que no solo ha impedido que Diosdado Cabello diera un
golpe, sino que adquiere un compromiso constitucional con la defensa de la ley.
Otro aspecto interesante sobre el golpe frustrado de Cabello
y las milicias está en la supuesta intervención cubana ante Maduro para
neutralizar al aun presidente de la Asamblea y supuesto jefe del cartel de
narcotráfico de los Soles, según informaciones norteamericanas. Fuentes en
Caracas aseguran que la parte cubana, cuya inteligencia y Ejército están muy
presentes en Venezuela, advirtieron a Maduro de que bajo ningún concepto
aceptaba Cuba una solución violenta como la de Diosdado. Que podría tener
serias repercusiones sobre un proceso de acercamiento cubano a EEUU y la
apertura de unas líneas de crédito de máxima necesidad para La Habana.
LA VENGANZA DE LA RAZÓN
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 08.12.15
En dos semanas, los enemigos organizados de la democracia
han retrocedido más que nunca
Y van dos. En quince días nos han llegado dos espléndidas
noticias políticas para quienes creen en la libertad, en el carácter sagrado de
la persona y en la ley. Y nos han llegado nada menos que del subcontinente que
menos las genera tradicionalmente que es Latinoamérica. El 22 de noviembre, en
Argentina, el candidato Mauricio Macri daba el golpe de gracia a su rival
Daniel Scioli, que intentaba asumir el legado de los Kirchner como presidente
de Argentina. La derrota del peronismo en la segunda vuelta fue toda una
epifanía para quienes se niegan a creer en el determinismo histórico que
condena a ciertas naciones a miserias perpetuas. Absolutamente nada determina,
indica o sugiere que los argentinos tengan que sufrir ni pasiones ni
organizaciones ni instituciones políticas más infantiles, tóxicas, perversas o
tullidas que las demás naciones. Aunque en el último medio siglo, las élites y
las masas argentinas hayan pretendido hacernos creer que sí. Lo mismo cabe
decir de Venezuela, como Argentina, bendecida por todas los dones que la
Naturaleza puede dar, que también ha sabido convencernos de que la riqueza
puede ser la peor maldición para el desarrollo y la convivencia. Dos semanas
después de la derrota del peronismo en Argentina, hemos asistido este domingo a
la espectacular y dramática caída del chavismo, otra de las peores perversiones
del pensamiento político enquistadas todas en Latinoamérica. En realidad, la
perversión es la misma, por mucho que adquieran diversas marcas, según el
general y dictador que les dio su impronta. Amalgamados ideológicamente por el
marxismo y el antiimperialismo, estos nacionalismos socialistas logran fundir
fatuas legitimidades de los espadones del siglo XIX con la doctrina
revolucionaria comunista que la Unión Soviética promovió muy especialmente en
Latinoamérica a través de su único éxito, Cuba. Contó con la nefasta complicidad
política y cultural de la intelectualidad y de la izquierda europea que los
ayudó a hacer el daño que ellos no eran capaces de hacer en Europa. La Iglesia
católica echó una mano para empeorar las cosas.
Pero estamos de enhorabuena. No hablemos de los desastres
que promovieron los activistas de esta ideología en todo el subcontinente. Ni
del inmenso dolor, los ríos de sangre y las dictaduras de todo signo que
generaron los movimientos, bandas, organizaciones y partidos comunistas que
hicieron de Latinoamérica el escenario supremo del asedio revolucionario.
Porque tras quince años en permanente expansión gracias al talento y los
petrodólares de Hugo Chávez, de los narcodólares y las multinacionales y sus
tapaderas organizativas y los presupuestos de países miembros del Foro de Sao
Paulo, esa Internacional Comunista para ricos, los movimientos totalitarios en
la región encajan el más brutal de los golpes habidos. Argentina y Venezuela
abandonan el club del hampa internacional, del socialismo del siglo XXI. Es la
venganza de la razón frente al veneno ideológico populista. Con efectos
dramáticos. Imaginen que las FARC sean combatidas por sus hasta ahora socios en
ese inmenso portaviones para la droga hacia EE.UU. y Europa en que han
convertido a Venezuela los Castro y Chávez y Maduro. Imaginen que Cuba deja de
percibir sus 100.000 barriles diarios gratis. Imaginen que salen a la luz
génesis y pago de operaciones subversivas y terroristas contra democracias en
todo el mundo, desde Líbano a EE.UU., desde Indonesia a España. En dos semanas,
los enemigos organizados de la democracia y la sociedad abierta han retrocedido
más que nunca con guerras de insurgencia. Solo con votos e información. Que
promueva verdad y sentido común. Si pueden triunfar en Argentina y Venezuela,
países acostumbrados a que la riqueza pague la magia, también lo hará en otras
sociedades más sobrias que necesitan tanto como ellas un nuevo ciclo de
libertad hacia el bienestar y el desarrollo.
LA OPOSICIÓN PLANEA DESMANTELAR EL CHAVISMO PASO A PASO
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Caracas
ABC Martes, 08.12.15
La Mesa de la Unidad Democrática anuncia que tendrá al menos
112 escaños, lo que les facilitaría el relevo de los principales jerarcas del
régimen
Unidad de la oposición La oposición subrayó la necesidad de
la unidad de todas las fuerzas democráticas vencedoras y la cooperación con las
filas chavistas
Los «crímenes del FMI» Mientras la oposición celebraba su victoria, las televisiones
chavistas emitían documentales propagandísticos sobre «los crímenes del FMI»
El triunfo de la oposición democrática es total. La derrota
del chavismo, tan contundente y generalizada que sus líderes aún no han salido
de la consternación. La capital de Venezuela era ayer una ciudad llena de
felicidad y caras risueñas. Aunque los líderes de la oposición reconocen que
ahora empiezan las dificultades para un camino que será enormemente peligroso y
tortuoso. Y todos reconocen que la felicidad y la paz que reinan en Venezuela
en el día uno del proceso del final del chavismo se deben a una decisión del
mando de las Fuerzas Armadas. Aunque nadie quiere confirmarlo oficialmente
todos coinciden en que el Ejército y a su cabeza el ministro de Defensa Padrino
López, pararon el golpe que ya ponía en marcha el presidente de la Asamblea
Diosdado Cabello. Hay contradicciones sobre el papel jugado por el propio
Nicolás Maduro en las horas clave entre las 16 y las 20 horas. Porque él
también reiteró el llamamiento a acudir a los colegios para impedir que se
cerraran, lo que era parte de esa operación para quebrar la voluntad popular.
En todo caso, la posición del mando supremo de las Fuerzas Armadas no dejó
duda. Antes de la hora de cerrar los colegios electorales ya habían hecho una
aparición institucional en la que hablaban de una jornada democrática impecable
cuyos resultados las Fuerzas Armadas respetarían y harían respetar. Era un
inequívoco aviso a los civiles del régimen de que los militares no aceptarían
modificaciones artificiales de los resultados como los que se habían producido
en pasadas elecciones. El Ejército anunció también que quedaban prohibidas las
manifestaciones, con lo que impedía que salieran los colectivos armados que
pudieran haber obedecido a Maduro y Cabello. Los motorizados, que estuvieron de
hecho movilizados con sus motos y armas por el centro de Caracas,
desaparecieron cuando quedó claro que el Ejército no toleraría irregularidades.

Con una participación histórica del 74,25% y una inmensa diferencia
entre las dos fuerzas contendientes, el fraude a última hora habría sido en
todo caso extremadamente difícil. Sin embargo se habían intentado preparar las
condiciones para el mismo cuando se les comunicó a los invitados extranjeros de
Maduro, entre ellos Zapatero, que había casi un empate general.
En el día después y tras la gran sorpresa y el gozo por el
mejor balance de la jornada histórica del 6D que podían soñar los adversarios
del chavismo, todos los protagonistas de esta página de la historia venezolana
mostraban ayer serenidad y contención y subrayaban la necesidad primero de la
unidad de todas las fuerzas democráticas vencedoras, pero también de la
cooperación con las fuerzas chavistas para hacer frente a los infernales
problemas a los que se enfrenta el país. Tras 17 años de chavismo Venezuela
está literalmente destruida. Todos los observadores coinciden en que los daños
causados al tejido productivo, a la economía en general y a la propiedad, son
propios de una guerra. Y los daños infligidos a la sociedad tienen un calado
que en diversos aspectos y en el mejor de los casos se subsanarían en
generaciones.
Transformación rápida
Pero el día de ayer aún dio más alegrías a los millones de
venezolanos que han depositado sus esperanzas en el cambio rápido y
desmantelamiento del régimen chavista. La oposición democrática venezolana,
integrada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) va a copar el poder en el
Parlamento al conseguir ya al menos 112 de los 167 escaños de la Asamblea.
Tiene así por tanto la mayoría calificada de dos tercios, que le permite no
solo leyes habilitantes sino también el relevo de los miembros del Tribunal
Supremo y del Consejo Nacional Electoral para un cambio paso a paso y mediante
la ley.
Ayer surgieron ya las primeras voces que demandan que Maduro asuma las consecuencias del desastre
terrible que ha sufrido su formación y que dimita. Según señalan, no es posible
una moción de desconfianza más rotunda que la sufrida por el presidente con
aquellos resultados de los comicios. Maduro, que apareció de madrugada para
subrayar que aceptaba el voto democrático, lo achacó después a la guerra
económica promovida por los enemigos de Venezuela en el exterior y los
saboteadores en el interior que identificó con la derecha. A esa hora las televisiones
en manos del chavismo emitían documentales propagandísticos ideológicos que
enumeraban «crímenes del FMI», sucesos trágicos en la Venezuela anterior a
Chávez y violencia en países «neoliberales».
Tintori, por la reconciliación
La mujer de Leopoldo López, Lilian Tintori, manifestó que
esta victoria democrática es la antesala para una política de reconciliación
entre todos los venezolanos. Que no se trata ahora de saldar cuentas ni
siquiera por parte de quienes más han sufrido sino de forjar puentes para la
convivencia en paz y la cooperación de todos los venezolanos para la
reconstrucción de un país devastado. La liberación de los presos es por
supuesto ya un capítulo pendiente desde la noche misma de la victoria. Hay
quienes aventuran que Maduro podría dar el paso antes de que se dicte una ley
de amnistía en la Asamblea.
La derrota del chavismo es también vista desde Caracas como
un terremoto para el escenario político en toda Latinoamérica. Dos semanas
después de la victoria de Mauricio Macri en Argentina, cae el otro gran
baluarte del socialismo del siglo XXI que durante la era de Chávez y gracias a
los petrodólares, logró extenderse por todo el continente con su populismo, su
nulo respeto a la ley y su hostilidad y militancia contra las sociedades
abiertas democráticas y especialmente EE.UU. y ciertos países europeos. Son
muchas las derivadas de este hundimiento del poder central de este movimiento
que ha sido responsable de financiar todas las aventuras políticas e
ideológicas del izquierdismo antiimperialista por todo el globo, incluidos los
países desarrollados. Pero también para las FARC colombianas o para el propio
régimen cubano que recibe ingentes cantidades de petróleo diario de forma
gratuita desde Venezuela, la derrota del chavismo es una inmensa tragedia. Fue
muy curioso el mensaje que publicaba el órgano oficial del Partido Comunista de
Cuba, Granma, de saludo a Nicolás Maduro en el que no se hablaba para nada de
la derrota y se aventuraban nuevas victorias revolucionarias futuras.
También Maduro había dicho en su discurso durísimo contra
las fuerzas contrarrevolucionarias que están librando una guerra contra
Venezuela que se trataba de un revés pasajero y que el chavismo ha de entrar en
un periodo de reflexión para volver a cumplir su papel como garante de la
continuidad de la revolución chavista. Por todo ello parece descartable que
Maduro vaya a dimitir. Aunque sí parecen ser muchos ya los dirigentes chavistas
que señalan que Maduro y los máximos dirigentes habrán de dejar la dirección
para una renovación de un movimiento que otros ven tocado de muerte. En todo
caso ahora hay una labor para Maduro, Cabello y muchos otros: la destrucción de
pruebas de inmensos negocios delictivos hechos desde la cúpula del estado
chavista por todo el mundo. Las cuentas del chavismo prometen ser apasionantes
y no solo para los jueces que puedan volver a construir un sistema judicial
efectivo en este país destruido por tres lustros de chavismo.
VENEZUELA ESPERA QUE LAS URNAS LE DEVUELVAN LA DEMOCRACIA
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Caracas
ABC Lunes, 07.12.15
La esposa de Leopoldo López asegura a ABC en la jornada
electoral que estamos en «el inicio del cambio» La oposición denuncia irregularidades al cierre de los colegios y exige un
recuento manual de las papeletas
La oposición critica la ampliación del horario de votaciones
decretada por el régimen, denuncia irregularidades y exige un recuento manual
de los votos
Lilian Tintori, mujer del opositor venezolano encarcelado,
ayer al depositar su voto en un colegio de Caracas
Todos los sondeos daban una victoria a la oposición en las
elecciones que ayer se celebraron en Venezuela y cuyos avances de resultados se
esperaban para altas horas de esta pasada madrugada. Por primera vez en 17 años
el chavismo parecía a punto de perder la mayoría en el Parlamento tras una
jornada electoral que hasta media tarde se habían celebrado sin mayores
incidentes.
Mientras, eso sí, no cesaban los rumores y los temores de
posibles enfrentamientos callejeros. Se reportaron, como es habitual en las
elecciones venezolanas, centenares de irregularidades de diverso tipo, que iban
desde fallos en las máquinas de votación, el voto de muertos o intimidaciones
por grupos chavistas a las puertas o cercanías de los colegios. Pero la sombra
del fraude masivo, el temor al pucherazo chavista, llegó al cierre de los
colegios electorales cuando se supo que el Consejo Nacional Electoral (CNE)
ordenaba prorrogar una hora más el horario de votación, en contra de la opinión
del propio director del CNE, Luis Emilio Rondón, que criticaba la medida.
El caso es que dos horas después del cierre programado para
los centros de votación, en muchos se seguía votando. Los principales
dirigentes opositores, entre ellos Henrique Capriles y Lilian Tintori, esposa
del encarcelado Leopoldo López, criticaron los retrasos en el cierre de los
colegios y exigieron un recuento manual de las papeletas.
Varios miembros de la cúpula del régimen como el presidente
de la Asamblea, Diosdado Cabello, violaron abiertamente la ley electoral. Pero
eso casi no tiene importancia a la vista de la masiva violación que suponían
todos los programas televisivos militantemente chavistas con programas de exaltación
de Chávez y el socialismo y demonización del imperialismo, de la derecha
nacional e internacional y del capitalismo.
La oposición lanzó durante todo el día un mensaje de
optimismo y confianza en la victoria. Aunque las especulaciones sobre el fraude
eran muchas. Habían incluso quienes hablaban de la posibilidad de que el
resultado diera una mayoría a Maduro lo que todos los sondeos excluyen. Ese
escenario es uno de los más temidos porque la rabia por el fraude evidente
podría generar graves disturbios. Y posibilidad de una trágica evolución.
El presidente Nicolás Maduro fue a votar a las 14.21 en el
populoso barrio de Sucre en Caracas, siempre enfocado en las televisiones con
un plano cerrado para que no se percibiera que las multitudes en su entorno apenas
eran unos grupos de centenares de activistas y sus propios acompañantes
oficiales. Pocos aplausos para un Maduro que, según últimas informaciones, no
solo es el enemigo a batir por una oposición que se ve ya vencedora en la
batalla por los 167 escaños de la asamblea, sino también por sectores chavistas
y militares que buscan una fórmula pacífica de salir del naufragio económico,
político y social y del aislamiento internacional.
Preguntas preparadas
En su largo discurso presentado como respuesta a cuatro
preguntas preparadas, Maduro ni mencionó la posibilidad de que su Gran Polo
Patriótico (GPP) del oficialismo pudiera perder el poder en la Asamblea ante la
Mesa de Unidad Democrática (MUD). Pero sí insistió en que la victoria del
chavismo es la única garantía de la paz. Y dejó claro que mantiene voluntad
inquebrantable de proseguir con los «avances» del socialismo, de una revolución
que habían comenzado ayer hace 17 años y que, según el presidente, es hoy «el
ancla de la estabilidad de América Latina», «la pieza clave de una América
realmente independiente» por primera vez en su historia. Los únicos aplausos
que logró ayer arrancar Maduro a los suyos fueron respuesta a alabanzas al
caudillo muerto y omnipresente, a Chávez, al «padre, al maestro y líder redentor»,
como dijo.
Maduro tenía en la jornada electoral un mensaje claro que
difundir más allá del llamamiento a vencer a la fuerte desmovilización que ha
sufrido el oficialismo. El presidente quiso transmitir que más allá de los
resultados de estas elecciones, Venezuela tiene un compromiso inquebrantable
con la revolución que abrió una época que acaba de comenzar y que es guía y
ejemplo para toda Latinoamérica en su lucha contra «el imperialismo y contra la
derecha parasitaria y el golpismo. Si pasara algo en Venezuela sería grave para
toda América. Por eso lo ha intentado esa derecha». «Somos víctimas de un
ataque inclemente». «Es lo mismo que le hicieron a Allende en Chile». Según
dijo, los ataques al régimen son una ofensiva orquestada contra todas las fuerzas
progresistas en Latinoamérica con la que explicó absolutamente todos los
problemas que aquejan actualmente de forma brutal a Venezuela. Según Maduro esa
conspiración derechista contra Venezuela como punta de lanza del progresismo es
la causante de la caída del precio del petróleo «por motivos geoestratégicos»,
de los sabotajes en la producción, del desabastecimiento y de una infinidad de
artimañas de esa «derecha parasitaria» que quiere impedir a toda costa que
triunfe el socialismo. Pese a ello, dijo, él ya ve en un futuro próximo una
recuperación para «volver al crecimiento», a la producción y a la superación de
los actuales problemas. Maduro se atrevió a decir en Sucre que si Venezuela
mantiene el rumbo no estará lejos la superación de la terrible situación de
angustia que sufre toda la sociedad. En realidad la inmensa mayoría de la
población, según los sondeos, opina exactamente lo contrario.
Escasa vigilancia
Mientras Maduro no salía de su habitual llamamiento a luchar
contra el permanente golpe de Estado de la derecha, la oposición intentaba
multiplicar su presencia para reducir a un mínimo las irregularidades. Pese a
que la ausencia de observadores internacionales acreditados para inspeccionar
los colegios volvieran a hacer mucho más difícil dicho control. Los únicos
observadores convenientemente acreditados eran los de Unasur, la mayoría de
países de influencia chavista. Algunos hicieron declaraciones elogiosas del
chavismo en las televisiones oficiales en plena jornada electoral. El
expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero,
dijo ayer que él tenía confianza en los observadores de Unasur. En todo caso
esa confianza no era compartida por la oposición venezolana. Cuando la mujer de
Leopoldo López fue a votar no le pudieron acompañar algunos de los observadores
independientes como el expresidente colombiano Andrés Pastrana. Observadores
oficialistas como Patricia Rodas, exministra hondureña, agitaron ayer al máximo
contra la prensa extranjera, contra las democracias occidentales, el capitalismo
y las mentiras contrarrevolucionarias.
LOS VENEZOLANOS YA LE HAN PERDIDO EL MIEDO AL RÉGIMEN
Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Caracas
ABC Domingo,
06.12.15
Pese a las amenazas de violencia, hay más terror a que todo
siga igual en el país
Cola de venezolanos junto a un cajero automático, este viernes en Caracas - Reuters
«Si hacemos cola para todo, para comer, mañana haré
cola con gusto para votar. A las seis de la mañana estaré allí. Y que pase lo
que tenga que pasar. Hay que echarlos. Ellos no quieren soltarlo. El coroto. No sé lo que harán.
Pero o nos vamos al fondo o se acomoda esto. Porque lo que hay ahora no es
vida». Esta reflexión de un obrero de la construcción en pleno centro de
Caracas refleja bien la actitud de esa gran mayoría que se prevé vote este
domingo por la oposición y contra el chavismo en las elecciones
legislativas venezolanas. Hay casi tanto terror a la
continuidad de la agonía como al enfrentamiento sangriento. Quizás porque el
derramamiento de sangre en Venezuela es ya intensa y trágica cotidianidad.
Son las primeras elecciones de la era chavista en la que los
sondeos excluyen la posibilidad de una victoria oficialista. Eso pese a todas
las irregularidades y los ventajismos denunciados por observadores internos y
externos. No hay fraude que pueda ocultar una diferencia de más de 30 o 40
puntos. El régimen no ha autorizado más observadores electorales que los de sus
simpatizantes ideológicos de Unasur. No habrá fiscalización y seguimiento real
externo del proceso del ejercicio del voto y el recuento.
Todos los
sondeos dan como vencedora a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) frente al Gran Polo Patriótico (GPP) de Nicolás Maduro y el oficialismo chavista que gobierna Venezuela desde que llegó
al poder Hugo Chávez Frías en febrero de 1999. Casi 17 años
después, Venezuela es un país destruido en su economía, sus infraestructuras y
su tejido social y productivo. Es una sociedad
profundamente dividida en la que campa el odio, la desmoralización, el
desprecio a la ley, el delito generalizado e impune y la inseguridad han
alcanzado niveles terroríficos con más muertes violentas que muchas regiones
técnicamente en guerra.
Las
incógnitas son muchas. Los temores inmensos. Hay quienes descartan que haya una
salida pacífica a una situación en la que el régimen por boca del presidente
Nicolás Maduro ha advertido con amenazas que responderá a un revés en las urnas
con su salida a la calle para una defensa armada de la
revolución.
No se sabe por tanto si dejarán votar en paz hasta el final las milicias y
colectivos armados del chavismo. Más aun, no se sabe si respetarán esta vez el
cierre de colegios a su hora. Sin prolongar su apertura por la fuerza para
transportar a las urnas en coacción masiva y bajo supervisión a quienes no lo
hayan hecho. Así se produjeron vuelcos
significativos y, según se asegura, decisivos para la victoria chavista en las últimas elecciones
presidenciales entre Maduro y Henrique Capriles.
¿Saldrán
esos temidos colectivos chavistas que cuentan con armamento de guerra para
hacer frente a una oposición desarmada que intentará cerrar los colegios a la
hora estipulada? ¿Habrá una reacción del
ejército o de parte del mismo para obligar a Nicolás Maduro a respetar los
resultados? Algunas fuentes dicen que es el momento para que el ejército se
separe y reniegue del compromiso con un chavismo que se hunde en el fracaso, el
rechazo y el oprobio por el colapso de la economía, el desabastecimiento y la
violencia. Que encontraría simpatías tanto en la oposición como en el exterior
para que sean olvidados muchos de sus «pecados» en estos 17 años de máximo
protagonismo. Muchos otros dudan de que el ejército, que tiene gran parte de la cúpula
implicada en los inmensos negocios ilegales del régimen, desde el
cambio de moneda, el contrabando de bienes, incluida la gasolina y el
narcotráfico, sea capaz de semejante golpe liberador.
Vigilar al vecino
Nadie duda de que hoy la coacción será de nuevo masiva. Que las estructuras
organizativas del chavismo actuarán a pleno rendimiento para impedir al menos
que la victoria de la oposición integrada en la MUD sea masiva y pueda alcanzar
o acercarse a una mayoría cualificada. Ha demostrado ser muy eficaz el sistema del «Uno por diez» en el que cada militante tiene
responsabilidad del control del voto de diez personas de su entorno laboral o
de vivienda a las que controla, recoge y vigila mientras votan. Aunque muchas
voces dicen estos días en Caracas que la dramática situación de este pasado año
ha quebrado tanto las estructuras del chavismo como los miedos a desobedecer.
Que hay mucho más miedo a que todo siga igual. El pulso comenzó a las seis de
la mañana. En las próximas horas y días se sabrá si Venezuela avanza hacia una
solución pacífica a su tragedia o esta adquiere aun peores dimensiones en la
violencia.