SENTENCIAS CONTRA EL SILENCIO DE LA CORRECCIÓN POLÍTICA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Domingo, 28.02.16
Largas condenas para la red de esclavitud sexual infantil
ocultada en Rotherham por temor a acusaciones de racismo

Un tribunal de
Sheffield emitió el viernes sentencias contra los principales implicados en el
escándalo de violaciones y abuso sexual continuado que estalló en 2014 en la
localidad británica de Sheffield. El caso salto a la luz cuando una
investigación forense presentó un informe según el cual Policía, ayuntamientos
y servicios sociales habrían ocultado durante más de una década las actividades
de una red de prostitución y esclavitud sexual infantil que entre 1997 y 2013
habría violado al menos a 1.400 niñas. La banda, liderada por una familia –pero
muy extensa– y con una vista red de clientes actuó con libertad y absoluta
impunidad pese a protestas y acusaciones. Y lo hizo porque tanto los miembros
de la banda como la clientela eran paquistaníes. El miedo a acusaciones de
racismo y a verse implicados en conflictos legales con musulmanes había llevado
a todos los organismos públicos, Policía incluida, a mirar hacia otro lado.
La estupefacción y el
horror inicial por la monstruosidad de los delitos y la cantidad de niñas
abusadas dieron paso a un considerable debate sobre las causas de una inaudita
pasividad a la que se vieron arrastrados sobre todo por miedo a conflictos con
una minoría inmigrante musulmana como la paquistaní. El gobierno municipal de
Rotherham dimitió en pleno al estallar el caso y fue sustituido por una gestora
nombrada por Londres.
Penas de hasta 35 años
La banda de paquistaníes que dirigía la red de prostitución infantil de Rotherham fue condenada con penas de 19 a 35 años de cárcel
El jefe de la red,
Arshid Hussain, fue condenado a 35 años de prisión, sus hermanos Basharat y
Bannara a 25 y 19 años respectivamente. Otros miembros de la misma familia han
sido condenados a penas de doce. También han sido condenadas mujeres que
prestaban la viviendas para las sesiones de violaciones y atrocidades cometidas
a niñas habitualmente de entre diez y trece años. Han quedado probados al menos
50 delitos sexuales de los miles que se acumulan en un sumario repleto de
terroríficos abusos a menores. Se trata en este escándalo que conmocionó a todo
el Reino Unido de al menos 1.400 niñas que a lo largo de todos esos años fueron
violadas, vejadas, alquiladas, compradas y vendidas entre estos grupos de
paquistaníes más o menos acomodados. Las niñas procedían de familias británicas
blancas y pobres, muchas de ellas desestructuradas. Aunque la red era conocida
en la policía y los servicios sociales nada se hizo para acabar con las
atrocidades. Por un lado se temían las habituales acusaciones de «racismo» que
acaban siempre en perjuicios a los funcionarios. Por otro lado se temía el
poder y la fuerza intimatoria de los clanes paquistaníes musulmanes. El
Gobierno ha dado un paso más y estudia quitar la nacionalidad británica a los
condenados para poder expulsarlos del país.
De Rotherham a Colonia
Primero se intentó ocultar el
delito. Por muchas denuncias que aparecieran. Por evidentes que fueran ya las
pruebas de que no se trataba de casos aislados. Cuando ya no se pudo ocultar el
delito, se quiso ocultar la identidad de los autores. Porque el hecho de que
fueran extranjeros y musulmanes generaba graves problemas a los denunciantes.
Los exponía a la sempiterna acusación de «racismo» por parte de los propios
autores y de los guardianes de la corrección política. Sucedió en el escándalo
de los abusos sexuales en Colonia y en el mucho más terrible de Rotherham.
Protagonista es el miedo. A cumplir la ley frente a fuerzas extrañas. Y a la
reacción de la población ante delitos protagonizados por inmigrantes.
VOTOS CONTRA EL PODER CLERICAL
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 27.02.16
El Consejo de Guardianes iraní vetó a quienes sospechaba que
no eran buenos musulmanes
Las elecciones en
Irán son siempre un juego raro a democracia en condiciones radicalmente
antidemocráticas que sin embargo nunca estrangulan del todo la esperanza de que
algo pueda mejorar. Una vez más se concitan expectativas de cambio que se
alimentan esta vez de la nueva situación creada por el fin de sanciones a Irán
tras el acuerdo nuclear con el resto del mundo. Se verá si consiguen
reafirmarse los reformistas en torno al presidente Rohaní y su gobierno,
artífices del acuerdo y del fin del embargo. Que abogan por una mayor apertura
y el fomento de la inversión extranjera con todas las implicaciones políticas e
ideológicas que conlleva. Se elige al Parlamento de 260 diputados y 80 miembros
del Consejo de Expertos que vela por el rigor constitucional y religioso del
legislativo. La primera limitación drástica es la purga de candidatos que hace
el Consejo de Guardianes, 12 clérigos dedicados a impedir que se presente nadie
bajo sospecha de no ser un buen musulmán. Los 12 clérigos son parte de las
fuerzas más ortodoxas y contrarias a una apertura del régimen islámico al
exterior. Que tienen para ello muchas motivaciones y no solo religiosas, sino
también y quizás ante todo económicas y de puro poder. En un momento en el que
la geopolítica otorga a Irán un papel protagonista inimaginable desde la
revolución.
Las elecciones se
producen en un momento de enormes contradicciones. Existen esas esperanzas de
apertura depositadas en Rohaní pero también hay un fatalismo muy extendido.
Entre los más jóvenes y la generación anterior que vio aplastada sangrientamente su protesta de 2009 son muchos los que solo piensan ya en
emigrar. Los reformistas pretenden vencer esa resignación. Las fuerzas de la
ortodoxia también tienen sus argumentos. Y la estructura de poder creada para
defender sus intereses. Nadie espere grandes sorpresas. Volverá a darse un
pulso de incierto desarrollo y final entre el inmovilismo del búnker con
protagonismo religioso y la pujanza de las generaciones jóvenes de la nación
persa que no quieren tener una vida pobre, mediocre y cerrada como sus mayores.
APOTEOSIS DE SELECCIÓN NEGATIVA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 26.02.16
«Lo peor al poder» ha sido un lema de moda muchas veces en
la historia
DESDE las pasadas
elecciones municipales, a los alcaldes de media España se les conoce
públicamente por su mote o alias. Hubo gente y medios a los que hizo mucha
gracia. Nos anunciaban que por fin el poder se adecuaba a la calle. Y que era
el pueblo el que había tomado posesión de los salones. En realidad ni era la
calle ni era el pueblo, sino lugares y personajes más marginales y sórdidos los
que de repente irrumpían, gracias a mayorías favorecidas por el revanchismo
socialista redivivo, en la vida de todos los españoles. Y lo hacían con mando.
Hoy ya saben muchos españoles lo que es disfrutar de unas autoridades civiles
que parecen todas surgidas del submundo y muchas lo son. Recordarán algunos en
Ferrol a los dos almirantes, británico y alemán, en sus impecables uniformes de
gala presentando respeto inmerecido a un alcalde andrajoso que parecía no ducharse
desde su última fiesta adolescente en la playa.
Tan condescendientes
han sido tantos con las formas, que ya no hay fondo que valga. Sobre todo en
tantísimas cosas en las que formas y fondo son inseparables, cuando no lo
mismo. Estos hechos deberían hacer reflexionar a los españoles. Por supuesto,
sobre la forma en la que han educado a sus cachorros de humano. Pero también
sobre su forma de reaccionar a la crisis, a la corrupción y a problemas propios
del siglo XXI. Para mejorar una sociedad, para hacerla más eficaz, más
competitiva, más lúcida e inteligente y así más compasiva y justa, no parece en
principio lo más razonable dar los mandos a los elementos más dopados,
resentidos, fanáticos y atrabiliarios de la misma. «Lo peor al poder» ha sido
un lema de moda muchas veces en la historia. La selección negativa del
socialismo, que tan bien describe Friedrich Hayek en «Camino de servidumbre»,
nos dio gloriosos ejemplos en la URSS y los regímenes comunistas. Esa selección
negativa alcanzó nuevas cotas de colorido, desparpajo y delirio en los
regímenes fuera de Europa en que mezclan izquierdismo con colorismo y exotismos
políticos locales, véanse el peronismo o suhartismo, el castrismo o el chavismo
y bolivarianismo en general. En España en el siglo XXI vamos más allá y
superaremos todas las marcas en arbitrariedad y colorido. Tenemos a los más
sucios, que son los más cursis y por supuesto los más amorales. Y no son los
más corruptos aún porque no han tenido ocasión. Pero nadie dude de que, como
buenos hijos pagados de la revolución cleptócrata y narcopetrolera bolivariana,
acabarán en el permanente abuso de poder. Alegarán algunos que en España esa
selección negativa está hoy tan presente en la derecha como en la izquierda.
Muy cierto. Porque en España la derecha siempre hace tarde y mal lo que antes
ha combatido en la izquierda. De ahí que haya dejado de existir más allá de
algunos cenáculos escasos y cabezas pensantes aisladas. La selección negativa
afecta, por supuesto, a todo lo que debe dignificar a un gobernante, desde las
formas externas y conductas más triviales hasta lo más íntimo de las
convicciones morales. Hay que reconocerles a nuestros queridos revolucionarios
españoles que por fuera se han descuidado menos que por dentro. Porque es ahí
donde los andrajos morales y la mugre del cinismo los revelan como cómplices de
criminales totalitarios de ayer y de hoy con quienes mantienen íntimos lazos.
Se ha visto ahora con el Kichi y su defensa de los carceleros del régimen
criminal de Caracas. Que la milenaria ciudad de Cádiz, símbolo de nuestras
libertades, heroísmo y cultura, esté en esas manos expone de manera tan
esperpéntica como dolorosa lo que son estos tiempos oscuros de vergüenza y
temor en España.
TRAGEDIAS DE SANTA MERKEL
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 23.02.16
Las protestas expresan el cada vez
más radical rechazo a la política de Angela Merkel
LA clase política y
los medios alemanes se dicen conmocionados por escenas del pasado fin de semana
en el estado de Sajonia. En uno de ellos una multitud impidió el paso de un
autobús que llevaba inmigrantes a instalarse en la pequeña localidad de
Clausnitz. La Policía tuvo que sacar del autobús a los refugiados en escenas
dramáticas mientras el pueblo congregado gritaba que se llevaran a los
refugiados y que no toleraría su presencia. Mientras, en la localidad de
Bautzen ardía, en evidente incendio intencionado, un enorme albergue preparado
para acoger refugiados. Ante el edificio en llamas se congregó una multitud
para aplaudir y dar gritos de satisfacción por el fuego. Los bomberos
denunciaron actos de obstrucción en su labor de extinción. Son ya cerca de mil
los ataques sufridos el pasado año en instalaciones relacionadas con la acogida
de refugiados en Alemania. Pero ahora las autoridades están nerviosas. Las
protestas expresan el cada vez más radical rechazo a la política de Angela
Merkel. Y no pueden ser ya atribuidas a una despreciable minoría de activistas
neonazis y racistas. Con más de un millón de inmigrantes llegados en doce
meses, cada vez son más los alemanes que creen que Merkel ha despreciado sus
intereses, su seguridad y su futuro. Y a muchos, a los más pobres, a los más
afectados, los mueve un miedo existencial.
Lo inaudito es que la
clase política alemana se sorprenda ante el inmenso terremoto cultural y
político. En barrios de ciudades y en pueblos, la creación de refugios y campos
prefabricados afectan gravemente a la vida cotidiana de la población. Esta
reacciona con desesperación y humillación ante el desprecio a sus miedos. Y con
rabia al ver que gobierno y medios de comunicación los tachan a ellos de nazis
y racistas. La verdad no es racista. Pero si por miedo al racismo nadie dice la
verdad salvo quienes lo son, el racismo tendrá mucho futuro.
El partido derechista
anti-inmigración AfD crece sin cesar. Las elecciones en tres estados el día 13
de marzo pueden ser un cataclismo para Merkel. A nadie extrañe. En algunos
pueblos hay casi tantos refugiados como habitantes. El espacio público les es
arrebatado a los alemanes. Las niñas tienen que modificar trayectos al colegio,
hábitos de vestimenta y costumbres de juegos y ocio. La vida cambia
radicalmente y a peor. Hay miedo. Hay peleas entre los refugiados. Hay muchos
más delitos de los que la Policía quiere reconocer y puede perseguir. Y
cualquier protesta solo sirve para que el pueblo sea estigmatizado como «otro
nido racista». Es un coro mediático buenista con una corrección política y una
unanimidad que evoca a los medios de la Alemania comunista. La quiebra
profesional y moral de los medios no comienza ni termina con la ocultación del
vandalismo machista de Colonia.
Por sistema se
minimizan u ocultan los problemas que, por supuesto, no sufren los redactores,
ni los directivos ni los políticos. Ellos viven lejos de unas plazas y calles
en las que no juegan niños ni acuden viejos porque cientos de hombres árabes en
edad militar las tienen ocupadas. Porque allí extienden sus alfombras para
rezar. Dice Paul Coller, el profesor de Oxford experto en economía y población,
que ha sido «despreciable» la política de Merkel. Porque con su efecto llamada
seduce a arriesgar la vida en el mar, no tuvo en cuenta las consecuencias y se
niega a reconocer el error y enmendarlo. «Y al final todo por querer
convertirse en Santa Merkel». Despreciable o no, lo cierto es que dicha
política sin enmienda acerca cada vez más a Alemania y a Europa a una crisis
existencial. Y en cualquier momento a una tragedia.
EN LA PRECARIEDAD TOTAL
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 20.02.16
Ya no hay soluciones buenas, y la única victoria posible
consiste en evitar la tragedia
Esperemos
que David Cameron no entre en la historia por haber protagonizado la ruptura tanto
de Europa como del Reino Unido. Sería demasiada catástrofe para un solo hombre.
Sentencias como esta se escuchaban ayer mucho a la vista de las inmensas
dificultades en que había encallado la cumbre en busca de una fórmula para que
el Reino Unido permanezca en la UE después de un referéndum a celebrar
previsiblemente en junio próximo. Es ya evidente que el referéndum llega en un
momento que no podría ser peor para los intereses comunes de una Unión asediada
por gravísimos problemas, desavenencias y una terrible caída de la confianza en
Europa. Por primera vez se habla no de estancamiento, sino del posible final
del proceso y la ruptura de esta comunidad de Derecho, la más grande y la más
prospera, pero también quizás muy efímera. Los jefes de Estado y gobierno se
declaraban ayer confiados en salvar el escollo, evitar la salida del Reino
Unido y lograr algo de serenidad para restablecer un equilibrio en la cuestión
de refugiados y reformas. Pero todos saben que la precariedad es ya absoluta.
Lo cierto es que ayer el Consejo europeo intentaba vestir al
Reino Unido con un traje que le gustara al votante británico, pero hecho con
pedazos de tela que se le estaban cortando al abrigo común de la unión. Y que
van dejando demasiadas partes del cuerpo común mal cubiertos o ya a la
intemperie. Y por esos huecos pueden empezar a surgir exigencias de otros
países. De otorgarles a ellos los mismos privilegios que el Reino Unido
consigue bajo amenazas, como el trato discriminatorio para extranjeros comunitarios,
la UE podría sumar otra debilidad letal a las muchas que se ciernen sobre ella,
con la inmigración y los conflictos resultantes a la cabeza. Grecia irrumpió
ayer para exigir beneficios propios en la cuestión migratoria. Se viste un
santo desnudando muchos y lo único claro que es la UE ha entrado en una fase en
la que no hay soluciones buenas y que las únicas victorias ya posibles están en
evitar la tragedia.
PERO RITA, ¡QUÉ DECEPCIÓN!
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 19.02.16
La portavoz del gobierno comunista de la capital se escondía
cobardemente tras la sotana de un arzobispo
PERO qué
decepción! Nosotros que creíamos que estábamos ante la reedición del juicio del
incendio del Reichstag. En el banquillo entonces Georgi Dimitrov, comunista
búlgaro, acusado por las autoridades nacionalsocialistas alemanas de haber
ordenado el incendio al infeliz holandés Marinus van der Lubbe. Para los nazis,
recién llegados al poder, era aquel incendio el pretexto para la primera gran
operación contra la oposición. Al final pagó el pato el pobre infeliz holandés,
porque Dimitrov se defendió en un proceso para la historia. En los meses
previos al juicio, en prisión, había aprendido la lengua y derecho alemán. Eso
es estudiar, no lo que hace la pandilla de comunistas de Somosaguas con sus
intercambios de favores, que llegan a profesores sin saber que Richard Nixon no
es Ronald Reagan, la Ley de Gravedad no es la de Relatividad ni Newton se
apellida Einstein. Dimitrov se defendió con las leyes alemanas en la mano y en
una lengua alemana de la que un año antes no sabía palabra. Y su autodefensa
fue tan arrolladora que los jueces, que aun eran los de la República de Weimar
que los nazis no habían podido aun aterrorizar ni relevar, lo absolvieron. Y
Dimitrov volvió a Moscú donde encabezaría la Komintern con Stalin hasta 1945.
Rita Maestre podía
haberse levantado y explicado por qué había perdido los nervios ante el
atropello que para el laicismo supondría la presencia de esa capilla en la
universidad. Podía haber hecho un alegato en favor de la «acción directa». Y
anunciar incendios de verdad. «Arderéis y va en serio». O asumir el año de
cárcel como un honor y una medalla en la lucha que cree justa. Todos los medios
televisivos se habrían deshecho en loas entusiastas. Pero no, no hubo heroísmo
ayer en el juicio a Rita Maestre por entrar en la capilla católica
universitaria y agredir a quienes allí estaban con el allanamiento, actitudes
violentas y amenazas de muerte llenas de odio y evocación de terribles sucesos
criminales contra los católicos perpetrados por comunistas hace ahora 80 años.
No hubo un gallardo Dimitrov. Ni siquiera un joven Fidel Castro que, aun lejos
de ser el sórdido megacriminal posterior, se defendía con coraje en el juicio
por el fracasado asalto al cuartel de la Moncada en 1953 con aquella memorable
frase del «la historia me absolverá». Todo lo contrario, una apenas perceptible
voz pija de niñata malcriada se disculpaba con un patético «si llego a saber
las consecuencias no lo hubiera hecho». Acostumbrada a que todo en su vida sea
gratis y a que todos los abusos y transgresiones de sus camaradas fueran
invariablemente impunes, perdonados por un Estado incapaz de defenderse. La
portavoz del gobierno comunista de la capital de España, punta de lanza del
movimiento que pretende arrollar a la débil democracia española, se escondía
ayer cobardemente tras la sotana de un arzobispo. La niña de apariencia limpia
de la horda de mugre de palabra y obra que ha tomado la alcaldía con la
complicidad de unos socialistas obsesos de la revancha, decía ayer que ella
respeta mucho a la iglesia. Y que el arzobispo le perdona porque entiende que
aquello fue «un arrebato de juventud». Susurrando excusas. «Si lo sé, no lo
hago».
Lo peor no es ya la certeza de que muchos de que gran parte
de este movimiento, que en una pirueta grotesca de la historia está tomando el
poder, son niñatos de séptima categoría que solo medran por la absoluta
postración de la democracia española. Lo peor es el inmenso y omnipresente coro
de la complicidad exculpatoria, tan falaz en sus argumentos como transparente.
Ya dejan entrever cuáles presentarán cuando deban justificar males mucho
mayores con daños y dolor infinitamente más graves.
MERKEL ANTE SU DESTINO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Jueves, 18.02.16
Muchos, entre ellos Martin Schulz, han dicho ya que la UE
está a punto de «romperse»
La canciller Angela
Merkel proclamó ayer ante el Bundestag que tiene un plan. Que sabe cómo solucionar
una crisis de refugiados que ya es una amenaza para el futuro de la Unión
Europea, pero de forma inminente para su propia supervivencia política. La que
ha sido reina indiscutida de Europa ha visto su posición, prestigio y autoridad
inmensamente deteriorados desde su decisión del 4 de septiembre de abrir las
fronteras de Alemania a todos los refugiados. El domingo 13 de marzo se
celebran elecciones en tres estados federados alemanes. Si los resultados son
tan catastróficos para su partido como se anuncian, será difícil que Merkel
llegue al final del verano en el cargo. La revuelta en su partido es grande,
como lo es la tensión en la coalición con CSU y SPD. Y espectacular es el
crecimiento del partido derechista antieuropeo Alternativa por Alemania (AfD).
Lo cierto es que su plan no tiene mayores novedades. Solucionar las causas de
la migración, proteger las fronteras exteriores y combatir la inmigración
ilegal. Merkel ha reducido al mínimo las expectativas. Renuncia a debatir la
repartición por cuotas de los refugiados. Porque la sabe imposible. Aunque era
lo que ofrecía hace poco como solución. No solo los países del Este se niegan
en rotundo a ello. Merkel quiso ayer salir al paso del profundo pesimismo que
ha rodeado a la cuenta atrás a la cumbre de la Unión Eueopea. No lo consiguió.
Muchos ya –el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, entre ellos–
han dicho que la UE está a punto de «romperse».
Los populismos, el radicalismo antieuropeista, el referéndum
sobre la salida del Reino Unido, la revuelta contra la austeridad en el sur o
la suspensión del Acuerdo de Schengen, son problemas que juntos se convierten
en un obstáculo casi insuperable. Pero son los refugiados los que han generado
la crisis en instituciones y relaciones en la UE. Y ha disparado los temores y
la quiebra de la confianza de las sociedades europeas. La cuenta atrás para
Merkel ante su destino podría serlo para todos nosotros en la Unión Europea.
EL ABUELO DE PABLO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Miércoles, 17.02.16
«Millones de
españoles están en proceso de dejarse seducir por una ideología potencialmente
tan criminal como la profesada en su día por el abuelo de Iglesias o mi padre,
la comunista o la nacionalsocialista. Veo en Podemos la soberbia del desprecio
y la voluntad de criminalización de todo discrepante»
NIETO

UNO de los más claros
indicios de que el Frente Popular, antes aún de ser reeditado en su versión
3.0/Siglo XXI, está ganando por fin la Guerra Civil española de 1936, está en
que, desde hace ya mucho tiempo, las mentiras con las que se reescribe la
historia de España son aceptadas sin reservas por todos. Incluso por quienes
saben de su falsedad. El vencedor impone eso que llaman ahora la narrativa, el
discurso o sencillamente la versión hegemónica de la historia y el canon
bibliográfico que lo sustenta. Todas las administraciones públicas españolas,
da igual quién las gobierne, publican desde hace lustros ya cuentos sobre la
historia de la II República, la guerra y el franquismo. Siempre desde una
visión partidaria del Frente Popular. Cada vez con menos ánimo de equidad. En
algunos de esos libros con más ficción que hechos, se cuenta que Manuel
Iglesias, el abuelo del líder de Podemos, Pablo Iglesias, fue condenado a
muerte por dictar sentencias desde un tribunal militar republicano. Y que su
pena habría sido conmutada por informes favorables de falangistas que
intercedieron en su favor. No. Es cierta su presencia en un tribunal militar
que firmó centenares de penas de muerte. Pero eso podría entenderse como acto
de guerra. El abuelo de Pablo Iglesias fue condenado a muerte por participar en
sacas, es decir, en la caza de civiles inocentes desarmados en la retaguardia
en Madrid. En concreto, por ser quien identificó y sacó de su casa para
asesinarlos al marqués de San Fernando, Joaquín Dorado y Rodríguez de
Campomanes, y a su cuñado, Pedro Ceballos. Eso fue el 7 de noviembre de 1936 en
la calle del Prado, número 20. Acudió allí Manuel Iglesias acompañado por
Manuel Carreiro «el Chaparro», Antonio Delgado «el Hornachego» y otros
milicianos armados conocidos como «el Vinagre», «el Ojo de Perdiz» y «el Cojo
de los Molletes». El abuelo dirigía esa ilustre compañía porque era él quien
conocía a su paisano de Villafranca de los Barros, el desdichado marqués. Este
y su cuñado fueron conducidos a la checa en la calle Serrano, 43. Al día
siguiente aparecieron ambos asesinados en la Pradera de San Isidro. Detenido
tras la guerra, Iglesias fue condenado a muerte. Sorprende que, conmutada la
pena por 30 años de prisión, Iglesias saliera en libertad tras cumplir solo
cinco y obtuviera además de inmediato un empleo en el Ministerio de Trabajo de
José Antonio Girón de Velasco, un absoluto privilegio en la posguerra. No puso
Manuel, como podría pensarse, una vela a sus benefactores Franco y Girón.
Mantuvo viva la llama del odio en la familia. Al menos uno de sus seis hijos
fue miembro de la banda terrorista FRAP. Era el padre de Pablo.
Lo preocupante hoy no
es aquel crimen atroz del 7 de noviembre de 1936 en una guerra en la que hubo
tantas atrocidades cometidas en ambos lados. Preocupante es la admiración sin
reservas que muestra hacia aquel miliciano criminal un nieto suyo que puede
pronto gobernar España. La trágica deriva de la democracia española ha
convertido en práctica certeza de que, antes o después de nuevas elecciones, se
constituirá un gobierno del Frente Popular en el que Iglesias ocupará, como
otros comunistas, un cargo principal. No se conoce a Iglesias en sus infinitas
peroratas políticas y morales la mínima reflexión crítica sobre las prácticas
criminales del Frente Popular en las que participó su abuelo. Ni una
aproximación de luto y pesar por el dolor causados por los milicianos. Cuando los
criminales se convierten en ídolos y ejemplo, alguien siempre cae en la
tentación de emularlos. En su celebrado libro «La incapacidad del luto»,
Alexander y Margarethe Mitscherlich expusieron que el proceso de curación de
sociedad e individuo tras una tragedia traumática bélica y criminal exige luto
y especial compasión por las víctimas ajenas, los muertos a manos del propio
bando. Ellos trataban el nazismo y la necesidad de que los alemanes se
reconciliaran con su pasado a través del luto por las víctimas causadas en su
nombre. Así fui educado yo por un padre que había servido como diplomático a un
régimen criminal, la Alemania nazi, y que pagó después en cárceles de ese mismo
régimen el repudio a su militancia anterior. Para que jamás cayéramos como él y
millones habían caído en las ideologías del populismo y el odio, nos educó en
el poder curativo de la verdad frente al mito político, en la defensa a
ultranza de la conciencia individual frente a la muchedumbre. La transición no
estuvo lejos de este luto cruzado como proceso liberador en el marco de la
reconciliación nacional, como paso necesario hacia una cultura de la memoria
común de todos los españoles ya liberados de bandos. España, pobre siempre en
escenificar y solemnizar intenciones, no llegó a institucionalizarla. Y después
fue tarde. La frágil arquitectura de la reconciliación habría de saltar por los
aires alevosamente dinamitada por el revanchismo liderado por José Luis
Rodríguez Zapatero.
Hoy volvemos a estar
lejos de aquella reconciliación y el odio brota de los discursos y medios de
gran parte de una izquierda que asumió entera el discurso de Zapatero. Millones
de españoles están en proceso de dejarse seducir por una ideología
potencialmente tan criminal como la profesada en su día por el abuelo de
Iglesias o mi padre, la comunista o la nacionalsocialista. Veo en Podemos la
soberbia del desprecio y la voluntad de criminalización de todo discrepante.
Asustan la frivolidad de los políticos y su ignorancia al trivializar los
mensajes totalitarios. Cuando niegan los peligros tachándolos de «imposibles»
«a estas alturas» «en la Europa desarrollada». Así se negaba la amenaza en los
años veinte y treinta del siglo XX cuando protagonizaron su brutal e imparable
ascensión los totalitarismos, frente a democracias tan cuestionadas, frágiles y
corruptas como las actuales. Europa estará sometida pronto a muy virulentos
vaivenes que despertarán fuertes pasiones. Tras setenta años de paz, se
extiende y generaliza por el continente, y muy especialmente en España, la
derrota de la razón frente a los tumultos de los sentimientos. Y la cobardía de
la mentira, hoy también llamada corrección política. La única fuerza capaz de
hacer frente a la amenaza de un nuevo delirio de masas como el que cubrió
Europa de ruinas y de muertos en el siglo XX es la verdad. Son las verdades que
la política tradicional no se atreve a exponer a sus electorados y deja en
manos de populismos de todo signo para que las manipulen a su antojo. La verdad
por dura e implacable que sea, tan despreciada e ignorada en España, es el
único instrumento que podría hacer reaccionar a las sociedades. Para hacer
frente a la nueva barbarie totalitaria que llega cabalgando los torrentes de
mentiras sentimentales tan perfectamente representadas por el cuento que
esconde las verdades del abuelo de Pablo.
LA ENVIDIA DE MARKUS WOLF
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 16.02.16
España es hoy el país europeo en el que la penetración del enemigo exterior está a punto de tener un éxito supremo
EL canciller Willy Brandt
estaba en 1974 en uno de esos momentos estelares que solo tienen los grandes
políticos en los que todo parece salir bien. Había sido reelecto. Había
humillado a la oposición. Había recibido el Premio Nobel de la Paz por la
Ostpolitik y ya había sido hombre del año de la revista Time. Se esperaban aun
grandes cosas de aquel hombre con visión y carisma. Sin embargo aquel año todo
se iría a pique y Brandt habría de dimitir avergonzado y políticamente
inhabilitado. Su pecado había sido confiar en su secretario personal, Günther
Guillaume, que resultó ser un espía de la Stasi ( Staatssicherheit), los
servicios secretos de la RDA, dirigidos en su servicio exterior por el célebre
Markus Wolf. Guillaume era espía desde antes de emigrar del este a la RFA en
1956. Había sido preparado para infiltrar el partido socialdemócrata SPD y su
carrera fue un inmenso éxito de la Stasi. Brandt tuvo que dimitir por el
inmenso daño hecho a la seguridad de Alemania y a la OTAN en plena Guerra Fría.
El peligro de que un agente
de regímenes enemigos a la OTAN alcance puestos de responsabilidad es una
pesadilla permanente. Por eso existen filtros y la supervisión y el control de
los servicios de información, civiles y militares. Nadie cree en España que
Julio Rodríguez, teniente general que llegó a ser, como JEMAD, la segunda
autoridad militar después del Rey, fuera un espía de alguno de los regímenes
antidemocráticos que han financiado y dirigido a los cuadros del que es hoy su
partido, Podemos. Pero ha causado pasmo y alarma que nadie advirtiera nunca ni
de las simpatías primero ni, después, de los contactos del alto militar con
personajes españoles del submundo político revolucionario de conexiones oscuras
en Latinoamérica e Irán al menos. Dicho submundo tiene su centro de mando en La
Habana, con los Castro y el temido G2. Es un mundo oficial en la alianza de
regímenes chavistas, en compañías oficiales y empresas supuestamente privadas y
es un mundo subterráneo en las conexiones de grupos terroristas como FARC,
dineros negros, con el narcotráfico y otras actividades ilegales. Con Hizbolá,
con Hamás, con Irán y otros grupos y redes islamistas en Asia y África. Todos
tienen como principal enemigo al «imperialismo de EE.UU.» y las sociedades
abiertas occidentales. Rodríguez fue elegido como JEMAD por José Luis Rodríguez
Zapatero. Eso ya convertía para muchos al personaje en sospechoso. Sospechas
hoy confirmadas. Su nombramiento como jefe de las Fuerzas Armadas, vistas sus
afinidades ideológicas hostiles a la Unión Europea y Alianza Atlántica y a
nuestra Constitución de 1978, fue un error gravísimo y una quiebra de la
seguridad. Tiene lógica que regímenes enemigos de EE.UU., UE y OTAN apostaran
por apoyar a fuerzas políticas en España, eslabón frágil en la seguridad. Rusia
gasta ingentes cantidades de dinero en apoyar a grupos de extrema izquierda y
extrema derecha en toda Europa con ánimo de influir y debilitar el consenso
democrático. Nadie dude de que Moscú también habrá ayudado a la pujanza de esa
ultraizquierda a punto de entrar en el Gobierno de España. El Gobierno no ha denunciado
más que con burdas filtraciones de última hora pocos datos sobre las siniestras
conexiones de Podemos. Lo cierto es que España es hoy el país europeo en el que
la penetración del enemigo exterior está a punto de tener un éxito supremo que
deja a Guillaume y Wolf en mantillas. Amenaza con ser su éxito de crear una
cabeza de puente en el extremo occidental de Europa para el totalitarismo. No
es casualidad que lo que más interesa a Pablo Iglesias del Gobierno sean el
CNI, Interior y Defensa.
LÓGICA BRUTAL Y CÓMODO ENGAÑO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 13.02.16
La máxima brutalidad contra la población siria la ejerce no
Daesh, sino Al Assad con ayuda rusa
Sucede con frecuencia que las mesas de la negociación
diplomática parecen tratar de guerras distintas a las batidas sobre el terreno.
Si además están en la mesa el secretario de Estado, John Kerry, y el ministro
de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, la realidad puede desaparecer por completo.
Washington tiene la posición perdida en la crisis siria
desde la catastrófica cesión de Obama ante Putin en la primera fase de la
guerra. No ha logrado repararlo ni con bombardeos a Daesh ni con un tardío y
débil apoyo a ciertas fuerzas. Junto a él tiene al ruso Lavrov, cuyo jefe Putin
quiso aprovechar los titubeos de Obama para echar a los americanos de la
región. Y se ha metido de hoz y coz en una guerra en la que ya combaten y
mueren los rusos sobre el terreno. Y que amenaza con debilitar aun más a una
Rusia descompuesta por el hundimiento de los precios de crudo y otras materias
primas.
Acababa de surgir ayer en Múnich, de la mesa negociadora que
reunió a Kerry, Lavrov y diecisiete ministros de Exteriores, la noticia
esperanzadora de un precario alto el fuego. De lograrse aplicar dentro de una
semana habría posibilidades de suministrar ayuda médica y alimentaria a zonas
en situación desesperada. En frentes como Alepo, fuerzas sirias y rusas aplican
sistemas de destrucción total como las usadas por Putin en Chechenia, con
terribles consecuencias humanitarias y grandes movimientos de refugiados. Horas
después irrumpía una noticia mucho más trascendente de Damasco.
Y es que Bashar al Assad se siente ya tan seguro con la
masiva intervención militar de Rusia que anuncia pletórico su voluntad de
reconquista militar de todo el territorio sirio. Ahí está la diferencia. Kerry
y Lavrov comparten el cómodo engaño de acuerdos de seguir bombardeando a Daesh
y ver si llevan unos camiones a algún pueblo hambriento. Pero la lógica
implacable de esta guerra, en la que la máxima brutalidad contra la población
la ejerce no Daesh sino Al Assad con ayuda rusa, sigue su sangriento curso.
ROVIRA ESTÁ TRISTE
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 12.02.16
Los ataques por los que
llora Rovira son solo reflejo del hartazgo de millones de españoles. Aburridos
de que siempre insulten los mismos
ES el actor de moda, ha
presentado la gala anual del cine español, será rico ya por sus ingresos del
exitazo de esas películas de chiste como «Ocho apellidos vascos» y su bis «
Ocho apellidos catalanes » . Y gracias a sus anuncios y galas tras el bombazo
de taquilla. Es además ya el gracioso oficial, el simpático jaleado y aplaudido
por los medios que establecen el canon cultural y de la corrección política en
España. Y, sin embargo, Dani Rovira está inconsolable. Su mensaje en Twitter
del martes día 9, después de la lectura de los ecos de la gala del sábado, lo
deja claro: «Tras todas las críticas, desprecios, insultos, acusaciones y
decepciones, he de decir que no me ha merecido la pena presentar @PremiosGoya».
¿Y por qué está triste el galán gracioso? Nadie puede reprochar a Rovira el
tedio de películas que tan poca gente ha visto y verá. Aunque se apañen algunos
para falsificar suficientes entradas y granjearse subvenciones, esa corrupción
de la que allí nadie habló. Tampoco puede culparse a Dani del triste, vulgar y
aburrido montaje con recursos e ideas paupérrimos y fiascos técnicos de colegio
mayor subsahariano. Y nadie responsabilizará al andaluz de ese «desfile de
estrellas» que se antoja un concurso de modistillas. Con artistas, modelos y
chicas de compañía con un lenguaje tan ordinario y soez que evoca el lupanar de
provincia en otros tiempos. Con algunas que hablan un español que se antoja un
recital de onomatopeyas. ¡Dicción, señoritas, dicción! El glamour de los Goya
no logra despegarse de la estética de las bodas en motel de carretera de la Yugoslavia
titoísta. Y todo va a peor. El Frente Popular asoma en el horizonte cercano y
brota ya más fuerte otra vez el pelo de la dehesa. Eso sí, rezumándoles a todos
la soberbia por los poros.
Rovira está triste porque
le han atacado en las redes sociales. Los más fieros habrán sido como siempre
los decepcionados. No quienes no ven desde hace muchos años ese torpe
espectáculo. Ni los que se asoman al televisor intermitentemente para confirmar
su desprecio por el acto oficial español más hipócrita y vulgar. Se metieron
con el pobre Dani quienes se vieron desagradablemente sorprendidos por el hecho
de que ya domine el insulto sectario y las actitudes faltonas como los bonzos
más viejos y patéticos de este cine español secuestrado por una izquierda agria
y zafia. Con los desprecios al ministro y a la derecha y cuatro cretinadas,
Rovira demostraba haber asumido el papel de Eva Hache barbuda. No es que la
derecha no lo merezca. Precisamente por agasajar a esa izquierda embrutecida y
revanchista. En mi libro «Días de ira» dedico capítulos a esa derecha
obsequiosa, más eficaz que el feroz sectarismo de la izquierda en convencer a
todo el que quiera entrar en el «mundo de la cultura» de que hay que
proclamarse de izquierdas y mejor aún militar en ella. Garantiza la mejor
promoción por parte de todos y es la única forma de acceder a premios, ante
todo a los que otorga el PP. Las críticas a Rovira no eran solidaridad con un
ministro de Cultura que volvió a demostrar que el exceso de buenas maneras en
el trato con rufianes no es necesariamente una virtud. Y que podía haberle
ahorrado a su encantadora mujer aquella afrenta vulgar e interminable. Los
ataques por los que llora Rovira son solo reflejo del hartazgo de millones de
españoles. Aburridos y asqueados de que siempre insulten los mismos. Que ven al
gracioso que les caía bien perfectamente integrado en el encanallado frente de
la superioridad moral que ha dinamitado la convivencia en España.
LAS AFINIDADES ELECTIVAS
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 09.02.16
Para ellos el terrorismo es otra cosa, es terrorismo
machista, terrorismo patronal, terrorismo ecológico o terrorismo de Estado
UNOS dicen que decir «Viva ETA» está bien. Otros dicen que
no se dijo «Viva ETA». Algunos dicen que se dijo, pero en broma. También los
hay que dicen que en broma no está bien dicho. Sobre todo para niños. Quizá
tampoco para mayores. Dice Carmena que es «deleznable», cuando otros dicen que
intachable. Hay discrepancias sobre el mensaje de la monja violada, el juez
ahorcado, el policía asesino y demás figuras en el edificante cuento
«recomendado para niños» en la página web del ayuntamiento. Parece haber mil
matices entre esa alegre muchachada. Tan articulada como esa Celia Mayer cuyos
balbuceos la convierten en perfecta protagonista para cualquier campaña de
integración de niños tercermundistas con cuadro de Kaspar Hauser.
Pero no nos equivoquemos. Al final todos en este
«ayuntamiento de progreso», que diría Pedro Sánchez, están de acuerdo en que
los titiriteros solo han supuesto un problema porque Madrid está lleno de
fachas. Porque virtualmente, ellos ahorcan a jueces, violan a monjas, queman
fachas, ejecutan policías, asaltan palacios, degüellan empresarios explotadores
y guillotinan a reyes con frecuencia. Con otros muchos divertimentos en teatros
ambulantes y en una narrativa propia de la ultraizquierda y de odio al sistema
extendida por toda España. Casi nadie se queja por ahí. Cuando alguien levanta
la voz se le llama «facha» y se le manda a la mierda. Pero en Madrid, ya se
sabe, hay mucho estrecho. Y encima un juez mete en la cárcel a los titiriteros
porque el franquismo vive y niega la libertad de expresión hasta a los
guiñoles. Es «la ley mordaza» que dicen sin ruborizarse tantos medios y
políticos que han perdido, además de la vergüenza, toda capacidad de discernir
entre consignas y realidad. Y además no les importa. Hay que entender al poder
municipal comunista. Hay que hacerse cargo de sus dificultades para adecuar la
expresión de sus sentimientos reales a sus nuevas obligaciones institucionales
que tanto los obligan a la doblez y el disimulo. Nada estaba ensayado. Salvo
los cuadros bolcheviques y coordinadores extranjeros, son poco dados a preparar
nada. Para asaltar y ocupar patrimonio ajeno no hace falta. Y no podían prever
que les iban a regalar el poder tan pronto.
Lo cierto es que para la ultraizquierda, que es mayoritaria
hoy en la izquierda española, es muy difícil entender lo de la «apología del
terrorismo». Porque para ellos el terrorismo es otra cosa, es terrorismo
machista, terrorismo patronal, terrorismo ecológico o terrorismo de Estado.
Pero ETA o el Grapo o el Frap del padre de Pablo Iglesias son lo mismo que los
milicianos que acompañaban al abuelo a hacer sacas de ricos y aristócratas en
el Madrid de 1936 para dejarlos muertos en la pradera de San Isidro. Son los
camaradas. Son los comunistas de ahora y siempre, los de Podemos y de fuera de
Podemos, pero también los montoneros argentinos en Podemos con Pisarello o
Firmenich y el Foro de Sao Paulo con todos los chavismos y todos los
terrorismos desde las FARC hasta Hizbollah, que comparte con Iglesias al
financiador, el Irán de los ayatolás. No tienen resuelto cómo presentar poco a
poco a sus votantes y la sociedad española a sus auténticas afinidades
electivas que son los comunistas y totalitarios de todo el mundo, incluidos los
terroristas, los jubilados como Otegui o el uruguayo José Mujica y los activos
como los comandantes de las FARC y el gran coordinador que son los hermanos
Castro. Viva ETA o Gora FARC serán pronto lema escolar. Las afinidades
electivas de Podemos son la internacional de los camaradas que están
conquistando su cabeza de puente en España como eslabón más débil de la defensa
occidental en la Europa libre.
LA FARSA «PROGRE» TOTAL
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 06.02.16
Julian Assange logra la solidaridad de todas las fuerzas
antioccidentales porque ha dañado los intereses de EE.UU.
El ruido mediático surgido ayer en torno a la figura de
Julian Assange refleja bien el actual estado de inanidad del periodismo y los
bajos vuelos de una agitación mediática izquierdista que ha perdido el último
escrúpulo en el uso de la mentira. Con gran despliegue de los medios afines al
pirata de las redes australiano y presunto violador se anunciaba
grandilocuentemente que la ONU había decretado que la detención de Assange era
ilegal y debía ser puesto en libertad de inmediato.
Medios en todo el mundo repitieron como loros lo de la
«detención ilegal». Assange hablaba ayer de «hito histórico» en la Embajada del
Ecuador en la que se refugia desde hace casi cuatro años huyendo de una orden
de detención por violación en Suecia.
Hay que ser un izquierdista famoso para recibir tanta
solidaridad y simpatía como presunto violador de mujeres. Y no acusado por un
tribunal tercermundista. Sino por uno sueco exquisitamente garantista. Varias
acusaciones por acoso sexual han prescrito en estos tres años y medio. Queda
pendiente una presunta violación. Por tanto «la ONU» no puede condenar la
«detención ilegal» de Assange porque no existe tal detención, ni legal ni
ilegal. Los gobiernos de Estocolmo y Londres han rechazado por ridícula esta
fantochada de la siniestra Comisión de Derechos Humanos de la ONU que presiden
siempre los peores regímenes del mundo.
Se sacó de la manga ese comité de cinco juristas de los que
dos negaron su firma. Assange logra esa solidaridad de todas las fuerzas
antioccidentales del globo porque ha dañado los intereses de Estados Unidos y
sus aliados con el robo y publicación de millones de datos secretos.
Para no responder ante la justicia sueca, alega su miedo a
ser deportado a Estados Unidos. Londres, Estocolmo y la mujer que acusa a
Julian Assange no se han dejado impresionar como la prensa. Y recuerdan que
puede salir cuando quiera de la embajada en Londres y dejar de ser un prófugo.
Si no, allí estará hasta que expire el delito de violación en el año 2020.
LA CAÍDA AL POZO
Por HERMANN TERTSCH
ABC Viernes, 05.02.16
Trágica es la situación de la España de centro-derecha que
ha quedado huérfana
EL barómetro
electoral del CIS publicado ayer, elaborado con cuestionario de hace un mes,
apenas sirve ya para que Podemos le restriegue a los «barones» del PSOE un
hecho sabido: que si sabotean el Frente Popular se van a unas elecciones en las
que se consuma el «sorpasso», el adelantamiento al PSOE por un Podemos ya
segunda fuerza. Cuando no primera, a la vista de la demolición en marcha del
Partido Popular con las nuevas bombas de inmoralidad que le estallan en los
sótanos y la ya incalificable actitud del presidente en funciones. La otra
pieza, Ciudadanos, esforzada por imprimir sentido común y patriotismo al debate
para impedir lo peor, quedará previsiblemente compuesta y sola. Junto a los
escombros del PP. Los barones socialistas saben que las elecciones solo
acelerarían su previsible ruina. Con lo que el gobierno de Frente Popular, en
el que aun sea el PSOE el mayor partido y quien pone al presidente, es lo mejor
que pueden obtener, una vez dinamitada una amplia coalición. Tragarán con un
gobierno en el que los comunistas de Podemos e IU tendrán sólida presencia. Y
la llave para liquidar el gobierno, ir a elecciones y dejar al PSOE hecho un
Pasok cuando quiera. Sánchez es un hombre pequeño aunque gaste tanta talla.
Iglesias, sin ser la mitad de la mitad de lo que pretende, será por ello muy
jefe.
Salvo milagro, España
va a tener un gobierno socialista-comunista con servidumbres separatistas.
Responde al mensaje revanchista que generó y promovió el PSOE bajo Zapatero y
cuya monstruosa criatura es Podemos. Con implacable coherencia va a devorar al
padre y con él liquidará los últimos vestigios de un proyecto de socialdemocracia
europea en España que jamás acabó de cuajar. La irrupción de Zapatero convirtió
al PSOE en un Podemos de cincuentones a los que ya no se les caía el franquismo
de la boca. Ahora son arrollados por un Podemos auténtico, con todo el resentimiento,
el adoctrinamiento y el odio aprendido y la convicción de líderes y militantes
de que ganarán por fin la Guerra Civil. Y ellos serán, de puro listos, los
primeros en el mundo que aplicarán el socialismo en su senda hacia el comunismo
con éxito. En todas las generaciones hay una cierta cantidad de energúmenos que
creen que la larga cadena de fracasos, genocidios, crímenes, ruinas y miseria
infinita del comunismo solo se debió a que no habían nacido ellos. El problema
está cuando por una cosa u otra, habitualmente por debilidad, traición, ceguera
o codicia de los demás, estos energúmenos llegan al poder. A nosotros parece
habernos tocado en suerte.
En estado desastroso
estará previsiblemente pronto todo el país. Pero trágica es la situación de la
España de centro-derecha que ha quedado huérfana, con un partido destruido,
unos líderes desprestigiados hasta la vergüenza y un electorado confuso y
atemorizado. Requerirá una refundación con líderes nuevos que olviden las
formas de actuar en un PP secuestrado y estrangulado por su actual dirección.
Su tragedia será la de toda España y en eso radica la esperanza de su
resurgimiento. Para la refundación de una fuerza con autoestima para
reconquistar unas libertades que nos están siendo ya arrebatadas. Ahora afronta
una causa general el centro-derecha con la criminalización de sus ideas y sus
valores por un Frente Popular revanchista y triunfante. Este necesitará mucha
agitación ideológica para evitar que gire contra él la ira de una sociedad
española que pronto notará en su vida cotidiana el terrible daño que le han
hecho los políticos y se ha hecho a sí misma. Y comprobará con espanto lo
difícil que es salir del pozo al que está cayendo.
LA LIBERTAD EN RETIRADA
Por HERMANN TERTSCH
ABC Martes, 02.02.16
La España constitucional, abandonada por supuestos
defensores, está a punto de verse arrollada por un proyecto frentepopulista
UNA hora de rueda de
prensa celebró ayer Pablo Iglesias en el Congreso a la vuelta de su entrevista
con el Rey Felipe VI en La Zarzuela. Una hora de incontables preguntas
reiterativas de una inmensa legión de periodistas que atiborraban la sala sobre
las diversas posibilidades de «un gobierno de progreso». El líder carismático
tuvo por ello ocasión de ponerse también reiterativo en subrayar la inmensa
generosidad y paciencia que él y su partido tienen con Pedro Sánchez para que
espabile de una vez y se pongan a gobernar juntos. Dejó constancia de que
espera el reconocimiento socialista de esa generosidad paciente, aunque también
repitió varias veces que sus ingentes sacrificios los motiva exclusivamente «el
bien de España». Llamativo fue el poco interés de los periodistas por las
nuevas y tremendas revelaciones sobre la financiación de Podemos y sus líderes
por regímenes criminales como los de Irán y Venezuela. A nadie se le oculta ya
que los dirigentes de Podemos han recibido cuantiosas partidas de dinero de
regímenes hostiles a nuestra alianza de defensa, la OTAN. Para fomentar unos
intereses contrarios a la integridad y seguridad nuestras y de nuestros
aliados. Más allá de las ilegalidades. Pero los periodistas, la mayoría
desbordantes de simpatía hacia Iglesias –«dinos, Pablo»–, no tenían interés en
cacofonías sobre sucios dineros de narco, de petróleo y de sangre. Menos cuando
el líder escenificaba su papel más coqueto y amable, el del político moderado y
preocupado, con su máscara de humildad y hablando de «España». Ni la avezada
periodista señalada en su día por su abrigo de pieles supo ir más allá de la
merengada cortesía en que compite la prensa ante este personaje.
Iglesias es un
político que ha dejado grabado muchas veces y con total seriedad que quiere
acabar con los medios periodísticos privados porque en manos del Estado están
libres de manipulación. Es un político que ha estado a sueldo de un régimen
brutal que mantiene encarcelada y torturada a parte de la oposición con cargos
falsificados. Y aun hoy él se niega a condenarlo. Iglesias simpatiza públicamente
con regímenes que han asesinado y torturado mil veces más que Pinochet. Y sin
embargo, con pocas excepciones, la tribu periodística española oscila entre la
muy comprensiva empatía y el fervor cuando se acerca al líder comunista. Hubo
un osado que se atrevió ayer a preguntar por los pagos de Irán y la agencia 360
GloboMedia. Esa que tanta pinta tiene de ser pieza en el entramado de los
servicios iraníes Vevak, que igual pueden hacer taparse el escote a una
tertuliana en Madrid que matan a un iraní en París y torturan a miles en las
cárceles de los ayatolás. Iglesias respondió que está muy satisfecho de su
programa de televisión, muy plural, al que van políticos y analistas de todos
los partidos. Punto. Manzanas traigo. No hubo repregunta. Nadie más quiso saber
nada al respecto. La inmensa mayoría, porque quiere proteger a Iglesias. Gente
salida de la universidad, convencida de que los buenos tienen que ganar ahora
la guerra en la revancha. Otros, por temor a ser señalados con alguna
referencia a su abrigo o a su medio. Porque Iglesias y sus amigos no te dicen
allí: «Sabemos dónde vives». Pero te hacen saber que lo saben. Y dejan que sean
sus jaurías en las redes sociales las que te señalen. La batalla por la
libertad se pierde día a día, casi sin percibirse. Hasta que se echa en falta.
La España constitucional, abandonada por tantos supuestos defensores –cobardes,
corruptos, necios e indiferentes–, está a punto de verse definitivamente
arrollada por un proyecto frentepopulista que tiene fuerza y objetivos y es ya
el amo del miedo.
EL AUSENTE OMNIPRESENTE
Por HERMANN TERTSCH
ABC Sábado, 30.01.16
Todos dicen que Trump no puede ni debe ganar la nominación,
porque no puede ganar la presidencia
El lunes comienza la
carrera electoral norteamericana en serio. Con las primarias de Iowa, un estado
con apenas tres millones de habitantes. A partir de entonces no se vive ya solo
de encuestas e impresiones. Ya comienza la carrera con resultados reales.
Después de Iowa llega el estado oriental de New Hampshire y poco después, como
hito ya, el supermartes el 1 de marzo. Entonces comienzan las defunciones de
quienes se quedan sin esperanzas para el gasto. En el campo demócrata hay en
principio pocas dudas y emoción, por tanto, relativa. El senador Bernie
Sanders, el clásico anciano intelectual socialista (una especie de Noam Chomsky
de repuesto) que a los demócratas gusta llevar a campaña, dará el suficiente
masaje de buenas intenciones a la izquierda norteamericana para que esta se
sienta muy progresista y compasiva. Después desaparecerá convenientemente para
que una Hillary Clinton implacable en su lógica capitalista presente la opción
más clara para relevar al que fuera su rival y su jefe Barack Obama. Dispuesta
a hacerse perdonar su colaboración en una presidencia que comenzó con un ridículo
premio Nobel de la Paz y concluye con un balance muy mediocre en el interior y
catastrófico en el terreno internacional.
Pero el espectáculo,
las pasiones y los ríos de tinta están en la carrera por la nominación del
candidato republicano. Antes como ahora, y por mucho que tantos lo lamenten, en
el campo republicano hay una estrella que es el multimillonario Donald Trump.
Con una campaña compuesta por altas dosis de brutalidad verbal, impertinencia,
máxima desconsideración a sus rivales y a los hábitos y rotundas verdades
políticamente incorrectas, ha puesto patas arriba los intentos de los demás
candidatos por hacer una campaña tradicional. Ha descolocado al muy conservador
evangelista Ted Cruz como al más mundano Marco Rubio. Por no hablar del gobernador
de Texas, Jeb Bush, que lucha contra su nombre como hijo y hermano de
presidentes y además contra la cruel retórica de Trump. Este se permitió el
jueves un nuevo desaire al no acudir con el resto de los candidatos al debate
previo a la votación en Iowa. El lunes se verá si le sale bien tal apuesta. En
todo caso, se habló más de él que si hubiera ido. Todos dicen que Trump no
puede ni debe ganar la nominación porque no puede ganar la presidencia. Eso se
verá. Pero, aunque así fuera, cuánto divertimento y cuánta torpe hipocresía
está desenmascarando. La democracia norteamericana es grande.